martes, 20 de marzo de 2018

DOMINGO DE PALMAS...


 SOLEMNE  DOMINGO  DE  PALMAS.   Isaías capítulo 50 versículos 4-9. Salmo 31: 9-16. Filipenses capítulo 2 versículos 5-11.  Marcos capítulo 14 versiculo1-15:1-47.


El profeta mesiánico (Is) nos ofrece en consideración su “Tercer canto del Siervo” donde el Siervo se presenta como un discípulo fiel de Yahveh, este hombre prefigurado aquí es maestro de sus discípulos y su finalidad es comunicar las enseñanzas de Dios. Su escenario es Israel y todos los judíos piadosos que verdaderamente aguardan la manifestación mesiánica más allá de cualquier concepción cultural o social. Precisamente nuestra tradición cita los versículos en los que habla el Siervo. Los sufrimientos son asociados a los padecidos por el Señor una vez se inicia su proceso injusto por demás. Es el Siervo quien pone toda su confianza y esperanza en Dios afrontando las consecuencias de su ministerio de cara al pueblo. Las incomprensiones que le rodean son claramente visibles en la perspectiva de una enseñanza más humana sobre el desenlace salvífico.

 Isaías quiere enseñarnos el supremo valor de la fidelidad al Dios revelado y como  tal actitud choca con los fundamentos y valores que el mundo ofrece al creyente. Hoy cada uno de los bautizados debe  tener presente  que para enfrentarse en los mejores términos a la realidad mundana necesitará de humildad y absoluta confianza en Dios que no le dejará solo pero que a su vez permitirá que asumamos las consecuencias de nuestra respuesta madura como signo de auténtica y realizada Fe. El Siervo vive de cara a esta realidad y sabe que el mundo no aceptará nada que cuestione sus valores y fundamentos. Podemos recordar las palabras del Evangelio de Juan cuando insiste en boca del Señor: Ustedes viven en el mundo pero no son del mundo, es pues, el argumento de una existencia sobrenatural en el mundo llamada Gracia. Acojamos las enseñanzas del Señor y vivamos con absoluta confianza nuestro compromiso cotidiano.

Salmo 31… No me has entregado en manos del enemigo, y has puesto mis pies en campo abierto. Tenme piedad, Yahveh, que en angustias estoy. De tedio se corroen mis ojos, mi alma, mis entrañas. Pues mi vida se consume en aflicción, y en suspiros mis años; sucumbe mi vigor a la miseria, mis huesos se corroen. De todos mis opresores me he hecho el oprobio; asco soy de mis vecinos, espanto de mis familiares. Los que me ven en la calle huyen lejos de mí; dejado estoy de la memoria como un muerto, como un objeto de desecho. Escucho las calumnias de la turba, terror por todos lados, mientras se aúnan contra mí en conjura, tratando de quitarme la vida. Mas yo confío en ti, Yahveh, me digo: Tú eres mi Dios Está en tus manos mi destino, líbrame de las manos de mis enemigos y perseguidores; 


El Salmo 31 versículos 9-16, en sintonía con la lectura Isainiana nos propone la explicitación en su connotación Psicológica atravesada por el Siervo de Yahveh, que ante la angustia que toca su ser acude decididamente a Dios quien le puede salvar. Más allá de cualquier consideración rescatamos la Fe inquebrantable para afrontar tales situaciones que marcaran su existencia. No está solo aunque el dolor de la humanidad le recluya en sufrimiento sabe que Dios no le dejará a la deriva, que será rescatado porque el Amor de Dios no se niega a sí mismo. Confianza, Piedad, Misericordia, son algunos de los signos del Amor de Dios por cada uno de nosotros y muy  especialmente ante el sufrimiento que podamos afrontar en nuestras vidas.

Pablo magistralmente describe las etapas que atravesó el Señor en su vida terrenal  y antes en su preexistencia como Hijo de Dios. Es una bella fórmula para describir eficientemente el proceso de la misma revelación en cabeza de Cristo. Nos muestra la personalidad del Salvador, la misma que confluye en su condición como Dios y como Hombre verdadero. Esta condición propia del Señor es en sí Causa de salvación percibida por el creyente y particularmente en el bautizado.

Pablo aborda la concepción griega en términos como Forma el que emplea aquí para hablar de los atributos que pone el Redentor de manifiesto. Es para el bautizado la voz que le guiará en su encuentro definitivo con Dios en su Reino, por medio de sus atributos conocemos al Señor sabemos que es Amor, Misericordia, Gracia, Perdón, Justicia, Bondad, entre otros. Sin duda que Pablo en su reflexión tiene presente a Adán que hizo lo contrario a Jesús, quiso conocer la Sabiduría de Dios  por las vías equivocadas, mientras  el Señor se abajó de su condición de Dios por nuestra salvación. No se trata de su condición de Dios (Naturaleza) sino del tributo recibido en los cielos como Dios (Gloria) todo ello por la creación y nosotros en ella.

Según Pablo Cristo al resucitar muestra a perfección el Poder de Dios. Es la manera de compartir su triunfo con cada uno de los bautizados y la Madre Iglesia. Cristo Señor tomó de nuevo lo que le pertenecía por Naturaleza y lo comparte por Amor y Misericordia con nosotros.

Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos (versículo 10).
 


Pablo  desnuda aquí la naturaleza de su reconocimiento mediante el empleo de este Himno, estamos ante tres divisiones de índole cósmica, que por sí y en si abarca todo lo existente y sobre lo que tiene poder el Hijo de Dios. Para rematar en el último versículo citado por la Liturgia de la Palabra de este domingo de Palmas, en una gran profesión de Fe que resume lo esencial del cristianismo.

La visión Marquiana,  de la Pasión del Señor es sin duda la más antigua y primitiva en la búsqueda de información para su construcción como tal. Ella nos invita a mover solidariamente nuestros corazones y acompañar al Señor en  esta hora de transe y agonía. Más que los latigazos desgarran su piel nuestras indiferencias y sentido mundano de la existencia. Playas y hoteles llenos y templos vacíos es el común denominador de un cristianismo que se agotó en el amor por su Redentor. Estamos viviendo momentos de mucha dificultad y conflictos a escala mundial en el ESPACIO VITAL  que conocemos y aun así nos refugiamos en nuestro pequeño mundo y desconocemos todo lo demás. El mismo que es azotado y condenado a muerte como un vil delincuente, antes era reconocido y aclamado por intereses que se parecen a los que mueven nuestro mundo.  El Salvador se enfrenta a la dramática sentencia sin ser defendido por aquellos miles que alimentó, curó y liberó regresándoles su dignidad como personas imagen del Dios vivo. Es una gran paradoja que el Autor y Creador de todo esté delante de la injusticia totalmente solo de amigos y familiares, de conocidos y  antes necesitados. Cristo encarna en su Pasión todo lo que se puede soportar por Amor y acepta todo lo que se puede aceptar por Misericordia a la humanidad. Pequeños mundos conectados solo por intereses materiales, pequeños mundos donde cada uno quiere ser rey y nada menos aceptan para ser vividos y tenidos por exitosos.

Estamos delante de Cristo como somos y no como podemos aparentar en los “pequeños mundos” donde somos sus reyes y dignatarios. Que esta celebración del Santo Triduo Pascual nos mueva a vivir auténticamente nuestra Fe y con sincero corazón aclamemos a Cristo como Señor de nuestras vidas y de la creación. La necesidad de una profunda relación con Cristo queda evidenciada precisamente en su Pasión al verse solo de tantas personas que como curiosos o “beneficiarios” acudían a su paso por las aldeas de Israel. Solo la curiosidad y el interés material movían a tantos judíos que le rodeaban pero que en la angustia de la Pasión le dejaron solo y esta soledad le permitió ser arropado por la Gracia de su Padre Dios.  

Él es el rey de gloria, me persigue con su amor
Me asombran sus palabras susurrando en mi interior
Mi conciencia me recuerda, necesito su perdón
Él es el rey de gloria, me lo ofrece hoy

Oh rey del universo y príncipe de paz
Revelándome los cielos, los misterios que en él hay
Mi espíritu anhela de su gracia y su verdad
Si él es el rey de gloria, hijo de hombre hijo de Dios

Su nombre es Cristo Jesucristo
Dios poderoso, rey de mi ser
Rey de gloria

Él es el rey de gloria con poder y majestad
Es sabio sin medida, es el rey de amor y paz
El Señor del cielo y tierra y el único creador
Él es el rey de gloria, Él es todo para mi……..(Himno Rey de Gloria, por Marcos Barrientos).

Feliz y Bendecido domingo de Palmas.



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