martes, 29 de mayo de 2018

SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS...


SEGUNDO DOMINGO DESPUES DE PENTECOSTÉS. Año B.  1 Samuel capítulo 3 versículos 1-10 (11-20). Salmo 139: 1-5, 12-17. 2 Corintios Capitulo 4 versículos 5-12. Marcos capítulo 2 versículos 23- 3:6.


El Texto Inspirado que nos propone el primer libro de Samuel, escenifica el llamado que Dios hace de este personaje aun en su niñez, la historia nos dirá que Dios es quien llama siempre y no al contrario. La revelación de este capítulo nos muestra la consagración de Samuel como profeta. Tal señalamiento es fruto de la dinámica como se ilustran estas escenas descritas. Característica de la liturgia del templo es la presencia permanente de lámparas que atestiguan la presencia de Dios y por ende la santidad del lugar, hoy en día encontramos que muchos templos de tradición perteneciente a la catolicidad dejan siempre sus testigos encendidos queriendo significar la santidad y consagración el lugar. Pues Samuel dormía cerca de dichas lámparas que no podían ser apagadas nunca lo que implicaba que alguien estuviera cerca para alimentarlas con aceite constantemente.

 Lo anterior nos da pie, para reflexionar  sobre la santidad y sacralidad el templo y como cada día este valor se está perdiendo al punto de construir templos con infinidad de propósitos y la mayoría de ellos no son piadosos, debemos recordar que la liturgia es también una de nuestras más fuertes formas de transmitir el Evangelio y por ende de la misión de la Iglesia. El templo que empleamos en la vida congregacional debe ser tratado con alta estima y respeto y no trivializar o cotidianizar su finalidad. Eduquemos a los más pequeños sobre su sacralidad para que exista un comportamiento adecuado y acorde entre los más chicos y grandes también. El sacar el celular y responder una llamada dentro del templo no se compadece de su sacralidad… No olvidar que la Voluntad de Dios se revela de manera personal y colectiva si es del caso, lo acontecido con Samuel es fiel reflejo de su Voluntad salvífica. Sabemos que Elí era un hombre bueno pero sus hijos no respetaban las prácticas cultuales y la Ley de su pueblo, por esta razón son castigados y en su lugar Dios llamó a Samuel.

Dios en su augusta libertad escoge a sus hijos para las distintas misiones que se requieren, cada uno de los bautizados es un Samuel en potencia al servicio de la Iglesia, particularmente en el desempeño de los ministerios laicos licenciados cuyos aportes son vitales en la praxis de una Fe madura en la Congregación y en la Diócesis. Samuel estaba atento, esta actitud solo se logra cuando el creyente mantiene una sana relación espiritual con Dios y su entorno.

El Salmo 139, es una constante que involucra el espíritu de la lectura de Samuel, es Yahveh el Dios que conoce y ama a sus hijos y nada le es desconocido, no hay momento que no sea percibido por su Gracia y Misericordia, somos justificados a cada instante de nuestra existencia de lo contrario simplemente no existiríamos. El Salmista sabe que Dios es la fuerza amorosa que transforma su existencia y da sentido a todo. Entre otros argumentos este  Salmo  lo podemos comparar con la vida de Job y encontraremos similitudes sobre todo en lo referente a la Voluntad de Dios aquí antropizada con la figura  de una “mano”. Dios conoce su obra y este Salmo ratifica la cualidad de Dios Creador  del cosmos y de la criatura humana, es una manifestación más allá del enunciado es la ratificación de su cuidado por nosotros y nuestro entorno o espacio vital.  

El Apóstol Pablo,  comparte con nosotros uno de sus temas predilectos en la predicación y enseñanza como es lo referente a la Gracia presente aun en la condición débil de nuestra humanidad. Pablo sabe que la condición humana es en muchas manifestaciones ambiguas y en crecimiento, y que el pecado hace  su trabajo debilitando la Imagen de Dios en cada uno de nosotros. La realidad del pecador es transformada por el amor de Dios que busca siempre re-direccionar el sentido concreto de nuestras vidas y todo lo que implica la existencia humana.

La muerte como consecuencia del pecado no es definitiva en el bautizado,  ya que este hace un nuevo pacto de amor y vida cuya centralidad es exclusivamente el Resucitado. La condición iluminada por la Gracia nos plantea una concepción de la realidad totalmente sublimada por la Gracia, tal acción liberadora de Dios es por manifestación de su Adorado Hijo y del Espíritu Santo. Nunca antes como ahora en el tiempo del cristiano la santidad de Dios y majestad que es su Espíritu tocó la conciencia y mente del bautizado haciéndole proclive a la salvación y toda su maravillosa gratuidad. Estamos ante una disyuntiva y es precisamente la opción de alimentar al hombre interior y al exterior, aquel que es considerado el “hombre viejo” condenado inexorablemente a la muerte definitiva producto  del pecado, y el hombre interior a ser redimido y santificado por la presencia o Inhabitación de Dios Trinidad.

Pablo dice textualmente que habló porque creyó, es pues alusión al valor de la Fe en el proceso de nuestra definitiva condición, sin Fe no hay voz y sin voz tampoco alabanza o testimonio de la Gracia recibida con nombre de Dios, es decir, salvífica.  Corramos pues a la meta, la meta de todo bautizado donde habita la Gracia como manifestación del don de la Santidad de Dios, de su amorosa fuente salvífica. Loor al Espíritu de Dios, a la Santidad del Altísimo que se manifiesta por Voluntad del Patrem Principaliter (Dios Padre Principal y su Adorado Hijo).  

El Evangelio Marcano, está interesado en manifestar mayor claridad sobre el episodio de las espigas de trigo y como el arrancarlas para abrir camino era considerado un delito, más que para el consumo porque es de suponer que la Ley lo prohibía en el momento de la acción y su contexto de tiempo y espacio en la “casuística” de la ley judía. Marcos se distancia de los demás sinópticos, su propósito es claramente ilustrativo y formativo.  Podemos considerar que es parte de las acciones por las que supuestamente fue levantado el proceso contra el Señor. Los herodianos citados por marcos no son solo funcionarios políticos, también son partidarios de la casa de Herodes Antipas Tetrarca de Galilea. Jesús se mueve en medio de aguas cargadas de peligros y que más de los intereses que agrupaban unos y otros y que durante algunos momentos encontraron un motivo para unirse y ser contundentes a la hora de atacar al Señor y mentir sobre su vida y obra.  

La realidad social y política de nuestras naciones es diariamente salpicada por todo tipo de injusticias, y estas actitudes se oponen por razones lógicas al Evangelio, cuyo mensaje propende por el Ser antes que el Tener, el Servir antes que el adular y como si fuera poco en contra del culto a la persona… Para Marcos la lucha es sin cuartel y enfrentará siempre al Evangelio con estos modelos corruptos que asolan a las sociedades particularmente las llamadas del “tercer mundo”. Aquí y Ahora la Madre Iglesia debe educar a sus hijos y nosotros hijos maduros en la Fe  ser su voz y testimonio en el mundo. La lucha es contra la injusticia que permite al pecado resistir  a la Gracia y retrasar el Reino de Dios Trinidad.  



jueves, 24 de mayo de 2018

REFLEXIÓN TEOLÓGICA DEL PENSAMIENTO DE BULTMANN Y MASCALL.


LA REFLEXIÓN TEOLÓGICA EN LA PERSPECTIVA DE DOS TRADICIONES CONTEMPORÁNEAS.


                                                                               
INTRODUCCIÓN.




La doctrina es un concepto mental, una amalgama de fe y conocimientos fraguados por la experiencia…  Gen Curtis Emerson LeMay, 1968.



Bajo el manto  de la reflexión teológica  es posible objetivar los principios que son en sí determinantes para la comprensión de las ideas y sus cosmovisiones, es así, como las escuelas teológicas han mostrado  su intensidad académica bajo el paradigma de una reflexión abierta y en absoluta postura dialogante, es aquí donde nuestro ejercicio teológico cobra  su total interés y se fundamenta (1)  la visión  del medio actual a problematizado sus características particulares, las mismas que en las sociedades vecinas han determinado básicamente la comprensión ético-moral radical que en los nuevos tiempos es particularmente agresiva (2).  Ratzinger ve una especie de secuencialismo en los problemas teológicos contemporáneos  (3) los mismos que se manifiestan bajo las tesis de distintas corrientes teológicas como es el caso de  Bultmann (4)  cuyo pensamiento alimentado por el existencialismo de Martin Heidegger (5).  En la comprensión heideggeriana, el hombre es el ente privilegiado, al que interrogar por el ser, pues sólo a él le va su propio ser, es decir, mantiene una específica relación de reconocimiento con él. La forma específica de ser que corresponde al hombre es el Ser-ahí (Dasein), en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo cual define al ser-ahí como Ser-en-el-mundo. La distinción de la filosofía moderna, desde Descartes, entre un sujeto encerrado en sí mismo que se enfrenta a un mundo totalmente ajeno es inconsistente para Heidegger: el ser del hombre que  se define por su relación con el mundo, que es además práctica (ser a-la-mano) antes que teórica (ser ante-los-ojos). Para Bultmann esta postura fue oscura al punto de alejarse de ella y superar así el estadio de madurez antropológica que sobresale en el Ser consciente de su existencia como lo denominaría el propio Heidegger al que llamó Ser-ahí. Claramente se aleja para centrar su discurso no en la experiencia de los existencialistas sino de la Fe como la trascendencia que ordena absolutamente los pasos del creyente. El estar ahí cobra una dinámica dialéctica distinta porque es totalmente una concepción antropológica del hombre para el hombre, mientras que la Fe es en sí sobrenatural y corresponde a  una realidad distinta a la enunciada por el solo ejercicio del ser humano (6) claramente la respuesta de Heidegger es en sí imperfecta ya que  la vida pese a estos estadios de madurez no es dueña de si como tal sino en cuanto a las acciones que percibe y ordena el ser humano. No es posible desde la postura alemana de esta época lograr un equilibrio estrictamente antropológico por la misma limitación intrínseca de nuestra existencia racional consciente pero no dueña de su conciencia (7) no podríamos dejar de mencionar a  Herbert Marcuse (8) cuyo pensamiento se desarrolla bajo el paradigma de la crítica radical contra el capitalismo de su época,  recordemos que la política depende del dinero y este se suple de la economía y sus modelos, los mismos que ahondaron la crisis alemana de la época.  Marcuse  posee una elocuencia hegeliana que sobresale en su crítica histórica de la economía y los medios de producción pero todo es totalmente anti positivista ya que se centra en la expectación no positiva del fenómeno político unido al medio económico (8). Creo oportuno asumir que la influencia fenomenológica llega como legado de Kant (9). La fenomenología abre la puerta según su autor y seguidores a un conocimiento real de las cosas y dejar fuera la imposibilidad de conocer formalmente algo o alguien. Bultmann en la concepción de su teología asume todo lo opuesto hemos dicho que la Fe es para el objeto formal del conocimiento de cualquier tipo de experiencia trascendente en el ser humano.  Tal señalamiento cortó de raíz la posibilidad así sea categóricamente intelectiva de conocer sin la Fe como la Causa Eficiente de este conocimiento. Bultmann como teólogo  afirma su especulación en la formalidad del creer y en la Gracia que explícitamente asiste a quien conoce por revelación de Dios.  Bultmann remonta sus bases a la comprensión de la materia de su racionalidad discursiva la misma que le permite separarse incluso del bueno de Heidegger.  Vemos una especie de fenomenología no estrictamente compadecida del término pero si de la revelación que se convierte en su experiencia consciente para superar los estadios de pensamiento ambivalente  y fetichero.  Este último término no-formal es práctico para designar su posterior  intento por desmitificar el Evangelio y la comprensión del mensaje a los ojos del presente (10).  Ahora debemos mirar  hacia nuestra tradición y un testigo de la misma en el siglo XX como es el caso de Eric Lionel Mascall (11).  Identificó críticamente el secularismo y su influencia en el pensamiento actual,  a diferencia de Bultmann  su pensamiento confluye en la esquematización consciente de la creencia religiosa y la forma como el creyente vive coherentemente su relación con lo sobrenatural. (12).  Eric Mascall  fue testigo de los procesos y eras de pensamiento veloces que se experimentaron en el siglo anterior (XX). Eric Mascall  como ninguno era actual a la hora de formular sus inquietudes como son en síntesis el problema del secularismo  y la irreal construcción espiritual de la creencia en el medio en el que nos encontramos.  Mascall  en su postura Neo-escolástica sin duda asume en el ser humano la necesidad de la razón en los procesos de Fe  y a  diferencia de Bultmann, creo que pudo articular desde esta perspectiva su relación eidética con lo sobrenatural dando sentido a la inclusión de la razón en la vivencia anglicana de la Fe y el pensamiento sobre la base del albedrio que respira la racionalidad humana.  Coinciden en la cuestión del origen del cristianismo que descansa en la Encarnación y revelación de Dios al mundo. (13).  La dialéctica que se desprende de tal concepción  es  similar tanto en uno como en otro autor y pensador. Eric Lionel Mascall de tradición anglicana y Bultmann luterana.  Hay otra coordenada o   relación latente y es precisamente la concepción de los evangelios como palabras expresadas en acciones por el propio Jesús cuya veracidad ellos nunca la pusieron en consideración o con el ánimo de refutación alguna.


MODELO  SOCIAL  CRÍTICO.


La escenificación  del ambiente  concebido por estos pensadores  es similar, Europa estaba re-escribiendo su historia y buscando consenso en su interpretación  política de la post-guerra.  El capitalismo estaba en su máximo esplendor y países como Francia, Alemania, el Reino Unido, entre otros, estaban al frente en el modelo económico capitalista que estaba mutando por la influencia  Estadounidense,  más tarde se conocería como capitalismo salvaje  entrando en una era definitiva de la  modernidad cuyos fundamentos estaban heridos de muerte,  los discursos políticos entraban en la fase de la conceptualización  de los Derechos y el secularismo como tendencia estaba en boga. La reconstrucción de Europa mediante la ayuda norteamericana del llamado Plan Marshall, produce cambios significativos en la Europa occidental al iniciarse los años cincuenta: la creciente voluntad de cooperación internacional, da paso a la formación de organismos internacionales cuyo fin último es la salvaguarda de la paz mediante diversos planteamientos de tipo político, defensivo o económico. Tal fue el caso de la formación de la CECA y de la posterior Comunidad Económica Europea, proyecto de integración supranacional que fue tomando cuerpo y evolucionando hasta constituir la Unión Europea. En la zona europeo oriental, la puesta en marcha de políticas económicas planificadas así como el Pacto de Varsovia, permiten mantener la unidad del Bloque del Este. (14) El mundo emergente de la guerra fría, conoció etapas de distensión que en la segunda mitad de los años 80, y con la llegada de Gorbachov al poder, acabó con el sistema de bloques a partir de la caída del Muro de Berlín, en 1989 y de la quiebra del sistema comunista dos años más tarde.

La última etapa del siglo XX, una de cuyas características esenciales está siendo la aceleración de la historia, podría considerarse formando parte de una nueva era que la llegada del año 2000 parece consagrar. El siglo XX que ha conocido los cambios más espectaculares de la historia en campos muy diversos, acaba, no obstante, sin haber podido establecer una auténtica y duradera paz en Europa. Sin contar los conflictos y guerras que conoce el planeta y que no parecen tener pronta solución. La situación europea sin duda  facilitó el ascenso de una teología no esperanzada en el ser humano sino en la revelación bajo el modelo evangélico y las repercusiones de este Ethos cristiano.  El año 1989 puede ser visto, por lo tanto, también como otra revisión de los resultados de una guerra, esta vez de la Segunda Guerra Mundial. En la senda hacia esa nueva revisión desempeñó un importante papel el descalabro político y moral de la Unión Soviética. Con el empleo de tanques contra la población en su propia esfera de influencia (1953 en la RDA, 1956 en Hungría y 1968 en Checoslovaquia), la URSS perdió la legitimación política que en un principio pudo reclamar para sí como vencedora del régimen nazi (15)  En combinación con el notorio fracaso en el desarrollo de una economía próspera, el desastre político-moral de la URSS contribuyó notoriamente al colapso del orden creado por ella, quedando así libre el camino para una reunificación política de Alemania. Que esta tuviera lugar sin violencia, es decir, no como acto bélico, sino como acto legal, fue la condición para la aceptación política de la Alemania unida por parte de sus vecinos europeos. La memoria histórica y política de 1989 es el más feliz recuerdo de los alemanes en 2014. El centro de poder en Europa desapareció muchos años antes de la caída del muro de Berlín, la teología protestante y anglicana de estas épocas es testiga de la nueva balanza de poder que dividió Europa, estamos hablando de la influencia de la URSS, Gran Bretaña, las potencias atómicas de Francia e Italia y la re-estructuración alemana, no podemos olvidar que desde el siglo XVII los británicos asumieron el rol de “policías mundiales” gracias a su dominio sobre los mares y el comercio mundial, todo lo anterior queda a un lado con el surgimiento de los EE.UU quienes asumen ese rol en la actualidad justo después de la primera guerra mundial (16). La destrucción espiritual es grande y la crisis de valores unidos a una Axiología y su fenomenología no se quedan atrás.

La esperanza es el primer valor que aflora ante la crisis y sus consecuencias, la relación con Dios asume un matiz distinto al quietismo que se observaba en las grandes capitales del “viejo continente”. No hay respuesta al conflicto y mucho menos la posibilidad de justificarlo y generar confianza de que aquello tan cruel no volverá a surgir en el panorama de estas naciones. La última etapa del siglo XX, una de cuyas características esenciales está siendo la aceleración de la historia, podría considerarse formando parte de una nueva era que la llegada del año 2000 parece consagrar. El siglo XX que ha conocido los cambios más espectaculares de la historia en campos muy diversos, acaba, no obstante, sin haber podido establecer una auténtica y duradera paz en Europa. Sin contar los conflictos y guerras que conoce el planeta y que no parecen tener pronta solución.

La Europa del XXI, pues, se presenta como una Europa en la que la democracia tiende a abrirse definitivo camino en los países del Este del continente, a los que la UE (17) tiende una mano que les ha permitido entrar a formar parte del club europeo. La economía de mercado constituye un nexo de unión que no pueden modificar los deseos de unidad política –interior y exterior– que plantean los europeístas más convencidos e integradores. La realidad de un final de siglo complejo y convulso, se impone aunque también se atisben posibilidades de mayor entendimiento y de mayor cooperación en un mundo interdependiente. Nuestros teólogos motivadores de esta reflexión no alcanzaron a ver el siglo XXI pero su pensamiento está vivo y latente y si se quiere agudo en algunas posturas de nuestro presente (18). La construcción dialéctica por la que pasan los europeos y particularmente nuestros autores no resta poder a tales vivencias y causas en su génesis plasmada. La respuesta antropológica es la primera en aflorar y buscar su soberanía como única alternativa a la guerra y al conflicto. La humanización del ser humano es la paradoja resultante de tales afirmaciones.
 Sacar del escenario mundial el drama de la guerra y la pobreza que toca poderosamente  a las personas aun en su naturaleza racional y reflexiva. Se hace urgente rescatar a Cristo de entre tanto corazón exhorto en sus problemas y vivencias. Doctrinas como el Personalismo de Emmanuel Mounier,  Esperaba “de todo progreso material que sea la base y la condición necesaria, pero de ninguna manera la condición suficiente, de una vida más humana, y nunca su plenitud o su alimento”. Pensaba que: “Una revolución por la abundancia, el confort y la seguridad, si sus móviles no son más profundos, conduce, después de las fiebres de la revuelta, de manera más segura a una generalización execrable ideal pequeño-burgués que a una auténtica liberación espiritual…Es en este sentido que denunciamos un humanismo del confort y de la abundancia material, y no en nombre de un ascetismo sistemático que, por establecer una norma colectiva, sería puramente exterior y sin valor formativo. Cuando afirmamos que el hombre se salvará por la pobreza, no queremos perpetuar hipócritamente la miseria, la degradante miseria. Queremos solamente decir que, una vez vencida la miseria, cada uno debe estar libre de ataduras y de tranquilidad: a cada uno le corresponde conocer sus fuerzas y su medida…no contraponemos revolución espiritual a revolución material fecunda que no esté enraizada y orientada espiritualmente…el trabajo revolucionario es mostrarle, en principio, que el fin último de esta rebelión es la aceptación de una responsabilidad y la voluntad de una superación,…y también el de educar desde ahora en una acción responsable y libre, apunta Julio Anaya en su análisis sobre este autor titulado: MOUNIER Y LA REVOLUCIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA (19). Este artículo nos ofrece la posibilidad de despejar prontamente dudas sobre la tendencia idealista de la escuela de Mounier (20). Su programada exposición encaja  en la descripción de su influencia en la teología protestante de la época y la reivindicación de la persona humana y toda su singularidad. La cuestión de la sobreestimación de la libertad y esta con el poder histórico de definir el derrotero de la humanidad puede dejar la influencia del pensamiento cristiano fuera de su órbita y por lo tanto tal tesis es eminentemente antropocéntrica como es el caso del análisis de la libertad por parte de la escuela personalista. A diferencia de esta escuela el Personalismo cristiano, y uno de sus mayores representantes, Agustín de Hipona, centran su enfoque en el ser redimido cuyo ser persona y personal solo es potenciado plenamente por Dios y el influjo de su Gracia. La definición de los santos PP. griegos es sobre la connotación del ser humano divinizado por Dios para la eternidad (21). La realidad personalista entra en conflicto cuando necesita esperar la salvación y reconocer que solo es posible por Dios y su amor esencialmente personal y por ende relacional porque Dios es Persona (22).


PARALELISMO  DOCTRINAL ENTRE BULTMANN Y ERIC MASCALL.


Aparece una dificultad a todo proceso doctrinal y es precisamente el cómo introducir sus conceptos sin perder de vista el orden de la exposición que se sujeta libremente a nuestra propia concepción de la realidad descrita. En este punto que es el arx illud o el punto focal de la cuestión. La aproximación al español de su variante el Qué de la cuestión instrumentaliza el análisis y los conceptos bajo el paradigma de la doctrina en la que vivimos el propio Ethos de nuestra Fe.  Eric Lionel Mascall (1905-1993) británico,  apartes de su pensamiento desprevenido como prefiero llamarle: “La fe que la Iglesia ha proclamado a lo largo de los siglos abarca y coordina una gama más amplia de experiencias humanas, abre más posibilidades de vida humana y ofrece al final un éxtasis de plenitud más profundo y rico que cualquier forma alternativa de vida y pensamiento”. Su antropología trasciende no solo como enunciado sino como la confianza  misma en la humanidad y la siempre abierta puerta de posibilidades y fracasos pero sobre todo de victorias y grandes triunfos (23). De sus muchas obras solo quiero hacer mención de aquellas que al leerlas encontramos su pensamiento tangible y hábilmente descrito:



Cristianismo secularizado: análisis y crítica. Barcelona: Editorial Kairos, 1969.

Teología y el Evangelio de Cristo: un ensayo de reorientación. Londres: SPCK, 1980.
Palabras e imágenes: un estudio en discurso teológico. Londres: Longmans, Green y Co., 1957.




ERIC LIONEL MASCALL.
RUDOLF BULFMANN.


Sostuvo que el teísmo cristiano, lejos de entrar en conflicto con las ciencias naturales, les proporcionó su mejor justificación metafísica… Dios es el creador infinito, auto existente e inmutable de todas las cosas. El cristianismo, para él, consistía fundamentalmente en el hecho de que el Creador, en la persona del Hijo, asumió nuestra naturaleza humana para nuestra redención. Cuando observamos la postura de Mascall no podemos dejar de pensar en el teísmo como fue enunciado por la teología Tomista, encontramos similitudes propias del seguimiento dialectico de esta escuela pero aflora también la concepción de un Dios amoroso que es el Creador y todo ello por amor. Digamos que para este anglicano del siglo XX el teísmo adoptado reivindica la soberanía creadora de Dios, no se detiene en la consideración naturalista sino que asume el orden vital de la creación particularmente la espiritual donde encaja la conciencia humana perfectamente  (24).

Para comprender la connotación de su pensamiento es necesario decir que Mascall propendió por enunciados claros y concisos  sobre la teología de la Iglesia. Evitando de esta manera los dramas y equivocaciones de doctrinas inventadas y seguidas por comodidad como se puede percibir en otros teólogos cuyo influjo está palpable.

Mascall establece que las enseñanzas de nuestra religión en el plano de verdades de Fe pueden ser defendidas sin riesgo a indiferentismos y confusiones pero para tales alcances el orden y la salvaguardia doctrinal debe ser radical.

La relación de la Gracia con la naturaleza se expresa en el ser humano y su necesidad de Dios, esa necesidad sin perder de vista su existencialidad se hace palpable en la relación salvífica que dicta la conciencia del bautizado que se acerca a Dios.

En su pensamiento la llamada teología natural fue útil en alguna proporción particularmente en la referencia directa del Dios que se revela y del cual la teología ya tiene su paradigma comunicativo que es el Verbo en la Encarnación y en el Espíritu de Dios su constante actualización. (25).

A diferencia de otros autores y teólogos su interés no es marcadamente gobernado por la terminología teológica o filosófica, el corpus de su reflexión emplea palabras y comparaciones al alcance de todos, no es una exposición compleja en cuanto a los términos técnicos pero si absolutamente clara desde la perspectiva de la lectura que un creyente puede hacer de su obra.

En su pensamiento las afirmaciones tacitas de la verdad objetiva en cuanto a la Fe del cristiano ronda su mente y sus escritos, las analogías entre Dios y el ser humano inician en la razón y lógica de los acontecimientos que gobiernan la vida del ser humano. Mascall ve a Dios presente en el acontecer cotidiano del ser humano y particularmente en la expresión de la naturaleza credal (credo)  del cristianismo. (26).

Mascall se aproxima al pensamiento Agustiniano particularmente en la Escuela Agustiniana del medioevo, empelando un término clave en la cosmovisión teológica de san Buenaventura y me refiero a Contuición  para significar la aprehensión de Dios en y con sus criaturas… Esta relación es perceptible desde la experiencia sensible del creyente y la empatía que puede conectarle con lo trascendente, aquí el conocer intelectivo del ser humano tiene un parangón que no es materialmente sujeto a nuestra naturaleza pero si es expresión de Dios y su Ser Perfecto. En términos Agustinianos diríamos: Que conocemos porque Dios nos creó y nos hizo para vivir en su presencia como el culmen de este viaje plagado ahora de imperfecciones pero que por nuestro origen buscamos esta realidad que trasciende.

Quiero citar textualmente a: Actas de la Academia Británica, 1994, 84, 409-418… Mascall era un anglicano de toda la vida a pesar de su simpatía con el catolicismo romano y la ortodoxia. A menudo se lo ha llamado anglo-católico. La descripción es correcta en la medida en que si dividimos miembros de la comunión anglicana entre católicos, liberales y evangélicos, debemos asignar Mascall al primero de estos grupos. Así, sirvió en parroquias anglo-católicas y mantuvo una visión característicamente anglo-católica del ministerio de la Iglesia. Sin embargo, no había nada estrecho o intolerante en él. En la medida en que entró en controversia con sus conciudadanos anglicanos, lo hizo principalmente, no según los lineamientos del partido, sino con el argumento de que negaban o al menos eran agnósticos con respecto a las creencias fundamentales que, basándose firmemente en las Escrituras y los credos, cristianos de todo tipo tienen en común. Así, en sus últimos días, algunos de sus reproches más fuertes fueron administrados a aquellos teólogos anglicanos que socavaron la creencia en la deidad y la resurrección de Cristo. Su capacidad de comprensión ecuménica quedó demostrada por el hecho de que en Londres encajó fácilmente en una facultad universitaria que contenía maestros de varias denominaciones. En particular, tenía una gran estima por sus colegas congregacionalistas y metodistas en New College y Richmond College. (27)…

En 1975, por ejemplo, en el interior del anglicanismo se abrió un encarnizado debate a propósito de la ordenación de mujeres. El enfrentamiento manifestó la existencia de un malestar cuyas causas son (Mascall cita a este propósito la opinión de Kemp, obispo anglicano de ChiChes ter) un fuerte escepticismo prácticamente universal y la pérdida de la fe en la perfecta Divinidad y Humanidad de Cristo. A la luz de las implicaciones de estos dos episodios, Mascall plantea el problema de la naturaleza de la acción social del cristiano. El anglicanismo se ha señalado siempre por su preocupación humanitaria: pero esta preocupación no ha sido simplemente una manifestación de bondad y de compasión. (28). El análisis de la postura de Mascall coincide con su pensamiento sobre la secularización del cristianismo y como el Ethos y su concepción de lo sagrado está mutando al punto de perder su identidad y la Iglesia entra en un activismo social y cultural que en la mayoría de las oportunidades son producto de ideas filantrópicas y no bajo la connotación de la persona redimida en situación vergonzante y envilecimiento del bautizado. (29).

 La preocupación de Mascall por desarrollar una actividad congruente con la lógica y orden de las Escrituras donde prima el conocimiento del Evangelio entran también en sintonía de la realidad antropológica tal y como las vivimos en el presente. La doctrina social de la Iglesia Anglicana, ha respondido al mundo desde su lógica evangélica pero aun así queda mucho que madurar para lograr un equilibrio entre el accionar social y la responsabilidad con el Evangelio en medio de las carencias de unos y la abundancia de otros. Secularizando el accionar eclesial solo se logra perder de vista el objetivo fundamental del Evangelio y entrar en una secuencia absurda de activismo social que responde solo en la perspectiva del ser humano y su cotidianidad material.

Nuestro teólogo ve con preocupación cómo el indiferentismo y  la crisis teológica toca tanto a la Iglesia como a su misión y la imagen que esta proyecta de Cristo al mundo. Es un conflicto dialectico que acostumbró a los anglicanos a una forma segura de ver el mundo y sus relaciones pero no desafortunadamente a ver a Dios en la vida y obra de la Iglesia, creemos como Mascall que tal situación desprovista de lógica religiosa está canjeando la Imagen de Dios e individualizando maliciosamente las Personas de la Trinidad SS, al convertirlas en nominales de la respuesta de nuestra sique, coincidimos en afirmar que el secularismo entra en la doctrina para desconfigurar su fundamento y es preocupante como escuchamos voces que propenden por destruir los límites permitidos en la incorporación doctrinal para dejar sin fundamento su interpretación apegada a la norma, me refiero a quienes expresan la necesidad de “re-escribirla revelación Escrita para que esta se adapte a sus necesidades, una secularización cuyo paradigma es no tener paradigma distinto al ser humano y su concepción de la libertad esencialmente antropológica y antropocéntrica… El hombre que redime al hombre lo deja sin posibilidad de vivir la trascendencia y esclavo de una sola concepción material de su realidad vivida y gastada en el mundo. (30).

Para Mascall Cristo no es solo la clave de las relaciones con el Dios revelado, es más que esa expresión, es por decirlo y definirlo, la esencia de la Fe y la Causa de la misma, es el centro y centralidad de nuestra expresión de Fe en el mundo y su entorno. La imagen del Cristo glorificado es definitivamente vital en su pensamiento, al punto de describir dialécticamente un discurso centrado en su manifestación y por ende en el accionar de la Iglesia hacia el mundo como factor decisivo en la búsqueda de la perfección del bautizado. Una Iglesia viva que propende por la consolidación de los referentes vitales de su ser donde la Resurrección es la centralidad de la relación con el Cristo triunfante. (31). Mascall ve en Cristo la plenitud de la vida de Dios pero su gran paradoja es precisamente que con la Encarnación y la limitada expresión de la existencia física nunca dejó de ser Dios y mucho menos se manifestó siempre al margen de las categorías de pensamiento perceptibles por el ser humano (persona humana). Esto último me encanta expresarlo desde la percepción historica de Mascall sobre Dios en el misterio de su Adorado Hijo Encarnado. (32). Esta Cristología de Mascall no está lejos de la concepción de Bultmann sobre el Dios hecho hombre bajo las categorías humanas que abrazó en la Encarnación. Los puntos teológicos analizados más distantes entre Mascall y Bultmann son sin duda los relacionados con la construcción del mito y la desmitificación  de los evangelios, Mascall cree absolutamente en todo su contenido y no es tan pero tan pragmático y discursivo como Bultmann pero las diferencias en ultimas no son tan notorias como para establecer una dicotomía historica al respecto. Mascall se mueve a merced de los vientos de la tradición y por lo tanto en la concepción teológica de la hermenéutica bíblica está centrado en el ser acontecido de los PP. De la Iglesia siendo ellos su carta de navegación teológica y ya que en ellos no existió la posibilidad del análisis del mito en el Texto del Evangelio tampoco lo encontramos en Mascall. (33).

Mascall llama a los teólogos a presentar una exposición coherente con los tiempos y la naturaleza del Evangelio que vivimos en el hoy de nuestra historia personal y colectiva pero insiste en que tal interpretación no puede salirse de la naturaleza revelada en ellos. (34). La actualidad enunciada por Mascall no está relacionada con el mito expresado por Bultmann en su obra sobre Cristología, ellos son coincidentes en la Soteriología que manifiesta el Señorío de Cristo. (35).

 A diferencia de la teología alemana la inglesa está adornada si se quiere emplear este término por ideas propias de concepciones de una especie de teología “física” condenada por Newman por considerarla pobre y sin resultado alguno, pero desde el propio Hooker es posible ver la concreción de las ideas sobre la creación y las relaciones vitales de los seres y las leyes naturales, paradójicamente Mascall no se detiene en tales concepciones sino que reivindica al Dios Creador y ordenador de cuanto existe más que visto en ellas es visto por el corazón del creyente que las vive y sufre positivamente hablando, recordemos que prima el teísmo a no ser confundido con el panteísmo de cualquier otra concepción historica de la realidad creada. (36). Mascall es ingles pero su mente viaja fuera de los límites de la especulación propia de los ingleses, en el futuro tendríamos que ver la posible relación de su corpus teológico con el de un insigne inglés, que tarde o temprano deberá ser considerado el ultimo Padre de la Iglesia latina, me refiero a Beda el Venerable. 

La espiritualidad de su pensamiento se centra en la Eucaristía como era de esperarse y defiende el carácter sacrificial de la Eucaristía frente a corrientes ultramodernas que desean ver solo un recuerdo sin conexión con el presente. (37). Sin duda entre líneas con su afirmación sobre el valor del sacrificio de la Eucaristía encontramos las líneas Agustinianas, (desde luego no del Tomismo) sino de Buenaventura y su interpretación de la subjetividad unida a la Fe del creyente y el valor significante de la Eucaristía por sobre consideraciones ritualistas o de la materia misma del sacramento, esto es, sobre las especies consagradas. Recordemos que en la praxis de nuestra espiritualidad en muchas de nuestras congregaciones la reserva eucarística posee conceptualmente la misma significación dialéctica que la celebración en el acto de la liturgia. Esto último ni siquiera entra en la consideración sobre la consustancialidad o transustancialdad… Mascall se refiere sobre todo al valor espiritual. (38).  

La diferencia en Mascall radica en la percepción del Evangelio como  fundamento primordial del cristianismo y la manera como las enseñanzas calan en la dimensión espiritual del bautizado. El ser eclesial es definitivo en su teología a diferencia de Bultmann por su tradición y concepto personal de la comunidad de fe. Este Anglicano percibe el ser eclesial como el fundamento de toda posible expresión de Fe centrando el misterio salvífico en la gratuidad de Dios y su ofrecimiento a la comunidad de los vivientes entendiendo esto último como la manifestación de la Gracia dispuesta a permear al ser humano en donde este se encuentre,  Mascall desarrolla una doctrina eclesiológica en la misma dirección que la recibe de los PP. de la Iglesia y de la praxis del anglicanismo en su Nación. 
Muy interesante la postura de este teólogo alemán, que centra su fe y la Fe de la Iglesia no en el Cristo revelado portentosamente sino en la expresión de la  Fe del bautizado que pasando por sobre todo tipo de consideración acude a Jesús y le reconoce como su Señor. Es pues la Fe en el resucitado un ejercicio dinámico de espiritualidad y no la constatación de datos de índole históricos. Como Mascall, tiene claro la existencia de un Dios amoroso revelado en las Escrituras y en la praxis de la tradición de la Iglesia (bajo su percepción doctrinal)  (39). Eso si, sigue el camino de Pablo por indagar y mostrar al Jesús histórico, a aquel que vivió y construyó su mensaje en un medio comprometido por distintos matices hasta de índole político y económico, el Jesús histórico aun así no es tan determinante ya que según el autor alemán conocemos poco sobre su vida, solo lo relatado en los evangelios.

En el contexto de la dialéctica de Bultmann la Iglesia primitiva idealizó algunas manifestaciones del Señor al no tener muchos elementos de juicio para construir una relación dialéctica centrada en su persona encarnada (40).

La forma en que Jesús nos encuentra es a través del kerigma: mediante la palabra de la proclamación Cristiana, cuando cuidadosamente la despojamos de su ropaje mitológico. Jesús es sólo de importancia porque es la “ocasión” de la proclamación que nos desafía a decidir.  Cuando decimos Jesús es Dios, es decir, no estamos hablando de Jesús como se muestra a sí mismo - para Bultmann, eso sería una objetificación sin sentido. Más bien, estamos hablando del significado de Jesús para mí (41). En esta concepción subjetiva Bultmann deja claro que la manifestación de Cristo es consecuencia de la Fe de sus amigos y discípulos y que la Fe desde tal dimensión es en sí transformadora de la realidad percibida por la Fe del creyente.   El afirmar la naturaleza Divina de Jesús compete también a la conciencia que traduce tal relación de índole espiritual (42). 

El Kerigma es el encuentro fundamental con el Cristo revelado y la base de la fundamentación eclesial que da testimonio de su resurrección. De esta manera la Iglesia se atestigua así misma lo que ha creído de su Señor. Bultmann ve con gran dificultad la respuesta de un mundo moderno que no busca ya en la doctrina la explicitación de su Fe y tradición sino que cuestiona la necesidad de una inmediatez mediática de las expresiones de Fe. Una tal sujeción a la historia de la Iglesia no hace hoy impacto y muchos  clérigos creen que el “tiempo de los PP. de la Iglesia ya terminó” y solo buscan fenómenos inmediatos como el pentecostalianismo (43).

Bultmann y Mascall encuentran una cierta igualdad en conceptos, al menos los percibimos de esta manera en lo referente a la lógica de los acontecimientos salvíficos desprovistos de mitos aportados por la trasmisión discursiva de los mismos antes de ser escritos y testimoniados por la Iglesia en el siglo IV. Mascall está pensando en la naturaleza credal de la Iglesia y Bultmann en la expresión local sin tener necesariamente un vínculo universal. La concepción de Bultmann puede sonar  aun cierto existencialismo demostrado por la praxis de sus contenidos al suponer la configuración mítica y mitológica del Evangelio con acciones según el alemán poco probables  de la vida del Señor.  En lo personal encuentro una dificultad compleja al asumir una forma distinta de ver el contenido salvífico de las Escrituras y donde el mito puede ser impuesto por sobre la esencia revelada en la vida de la Iglesia y antes en la tradición judía.  La tentación de desmitificar es grande y más cuando sabemos que el mito formalmente nace de una expresión verdadera aunque de menores dimensiones pero eso si autentica. El cuestionar el contenido Escrituristico puede determinar una preconización insipiente del secularismo eclesial a niveles inmanejables para la tradición eclesial que los anglicanos vivimos.

El intento de Bultmann por autenticar los contenidos de la revelación Escrita es sobresaliente  pero prefiero en lo personal la sujeción de la tradición y la hermenéutica tradicional. No pretendemos una nueva forma del Evangelio sino la coherente e historica interpretación de sus contenidos (44). Sobre la autoridad de Pedro en la vida eclesial,  Bultmann sostiene en su teoria que es dudosa la autoridad de este ya que el mandato reposa en la autoridad entregada al discípulo para la misión  en el momento y no por extensión para los que ocupan la catedra petrina. El presente de la autoridad de Pedro no es discutido por Bultmann simplemente no considera tal posibilidad por remitirla solo al momento histórico como tal. Incluso la negación de este discípulo es vista por nuestro autor como consecuencia del momento y el conocimiento del propio Pedro que desconocía sustancialmente la identidad del Señor, aunque antes lo confesó. No está considerando como otros autores una especie de perdida pasajera de la apostolicidad de Pedro y de los demás discípulos, encontramos más bien un argumento Psicológico del estado personal del apóstol cuestionado (45).

La Iglesia (eclesiología de Bultmann) reconoce la institución en su vertiente más pura, nos referimos al cristianismo primitivo, pero su definición nos ubica en el ser mismo de la comunidad creyente a la que reconoce la necesaria institucionalización ya que si hablamos de comunidad ya tácitamente cae en la esfera de la organización para sobrevivir así y no ser dejada aun lado en la historia. Bultmann,  asume la institucionalidad eclesial como una necesidad más que de nuestro presente, del presente de los discípulos y sus inmediatos sucesores, la fundación eclesial no es un acto jurídico sino fruto de la praxis de estos hombres y mujeres. Tal postura entra en conflicto con la necesidad mostrada por Pablo de institucionalizar ancianos en cada congregación que fundaba o afianzaba (46).

El Señor resucitado y su entorno eminentemente pascual es importante y definitivo para el creyente, no puede existir la institución eclesial sin la vivencia de la Pascua.  La Pascua es la relación de la Voluntad salvífica de Dios revelada en su Hijo resucitado. Bultmann está preocupado por la relación historica de estos acontecimientos y como son percibidos  en nuestro presente, la experiencia de Cristo en la conciencia del bautizado es relevante y vital para la vivencia de su ser salvífico tanto histórico como trascendente, aquí encontramos uno de los puntos que sin duda marcaron diferencia entre este autor y el anglicano Mascall, ya que el segundo de ellos estaba centrado absolutamente en el misterio pascual y Bultmann en la experiencia de la historia leída y afrontada en el hoy de la reflexión de la Iglesia. Luego la Pascua se convierte en un recuento de relatos pero no necesariamente trascendentes ahora para la sique del creyente (47).

 La postura de Bultmann la desciframos en la connotación inmediata de su relación con los eventos descritos por el Evangelio como una manera de evitar la inclusión de contenidos ajenos a los hechos descritos. Para Bultmann la interpretación teológica de la vida del Señor necesita ser leída una vez más en el contexto de sus discípulos y de los bautizados del hoy de nuestro presente, la fantasía no implica una construcción totalmente artificial sino la inclusión de una cosmovisión de Fe de los creyentes de la época del Señor (48).

Bultmann dio las bases al concilio Vaticano II en la discusión sobre su propia eclesiología en cuanto a  los orígenes de la Iglesia. Bultmann hace diferencia entre las Cartas de Pablo y las de Pedro así como del libro de Hechos de los Apóstoles, asume que las cartas Paulinas trazan la ruta del origen mismo de la Iglesia mientras que los escritos de Pedro y Lucas se reducen a la exposición ministerial de la Iglesia centrando la autoridad en los apóstoles y sus sucesores y no en la comunidad eclesial como tal, en este punto en cuestión se encuentra con Mascall  ya que para el anglicano la autoridad eclesial radica más en la comunidad eclesial que en los ministerios establecidos y no precisa diferencia de gobierno sino de relación del ejercicio ministerial con el pueblo congregado. Mascall ve como el pueblo o comunidad de bautizados es quien da autenticidad al ministerio ordenado y a su autoridad como tal. Aquí aflora la postura teológica de estos reformados en el seno de sus Iglesias, aunque Mascall fue llamado Anglocatolico. La catolicidad descansa según esto último en la comunidad eclesial y no solo en la autoridad y gobierno de la Iglesia. Una visión eclesial eminentemente carismática nunca existió ni existirá totalmente, en este punto focal coinciden una vez más estos teólogos. El dinamismo de su pensamiento hace de Bultmann un visionario del ser eclesial resumido en el mandato misionero y la inclusión del otro como el objetivo de la misión. No se trata solo de anunciar al Señor sino de encontrar al otro en este anuncio de vida (49). La historia entra en relación directa con los acontecimientos descritos por los evangelios y la influencia de los cristianos primitivos. En este punto Bultmann asume una propuesta dialéctica nueva para su época y entorno, tal propuesta busca la descripción más precisa de los hechos narrados (50).

Podemos decir que de manera general  este  término es derivado del alemán Entmythologisierung, es una palabra compuesta por el vocablo des, que  en el contexto de la palabra representa quitar, sacar, separar y la palabra mitologizacion que  proviene de la palabra mito, en términos teológicos se puede conceptualizar como una  interpretación existencial del mensaje cristiano (51) Según lo expuesto por Bultmann en el Nuevo Testamento se puede encontrar  el evangelio cristiano, y también la cosmogonía del siglo primero, esta última es de  índole mitológica. En este aspecto del pensamiento Bultmann se muestra escéptico, nos está proponiendo un método hermenéutico que confronta el pensamiento del hombre en su enclave de modernidad (52).

Algunos teólogos consideran que una de las palabras claves para entender la teología del siglo veinte es "desmitologización."  Este término como ya lo hemos estudiado anteriormente transcendió a través de  Rudolf Bultmann, cuando introdujo la idea en un ensayo de 1941.
Bultmann expresa que  desmitologizar es, ante todo, un método hermenéutico, es decir, un método de interpretación de exégesis. Es señalar un procedimiento hermenéutico que interroga a las afirmaciones y textos mitológicos acerca de su contenido real.  Se propone interpretar el nuevo  testamento desde un punto de vista de la filosofía existencialista y esto con el objeto de recatar el mensaje del Nuevo Testamento para traerlo y presentarlo al hombre moderno, así que tal desmitologización, consiste según Bultmann , en sacar o limpiar del Nuevo Testamento todos los mitos, puesto que el hombre de ciencia o el hombre moderno, no puede aceptar los aspectos mitológicos, ya  que la esencia del evangelio o  kerigma  es lo que debe ser presentado y en la cual se debe creer.  Sin embargo, existe  un cuadro mítico en el que está envuelta esta esencia, por ello se debe despojar al Kerigma de toda la mitología que lo rodea, ya que debido a esto  el verdadero mensaje es rechazado.

Según lo expuesto por Bultmann en el Nuevo Testamento se puede encontrar  el Evangelio cristiano, y también la cosmogonía del siglo primero, esta última es de  índole mitológica (53). Según la propuesta de Bultmann los estadios de la redacción de los Textos evangélicos fueron influenciados por  el pensamiento clásico presente en Roma y en Grecia y que los judíos adheridos al cristianismo lo traían como su nueva y segura cosmovisión, desde esta perspectiva el autor alemán tiene razón, pero no olvidemos por otra parte, que tales composiciones plasman la visión y significación de estas experiencias en la sique de los autores sagrados, la conclusión es clara, la influencia a manera de imaginarios en su redacción están presentes, o será posible desde nuestra óptica, desconocer el influjo de la personalidad y conciencia religiosa y eclesial de sus autores y/o redactores tardíos (54), como es el caso de Juan. Miremos algo sobre los mitos que encuentra Bultmann en la vida y obra del Señor:

Atributos de Jesús que Bultmann considera mitos:
· Jesús es presentado sin pecado, y esto no es una categoría histórica.
· Jesús es presentado como alguien que tiene conciencia de su deidad, pero la deidad no es una categoría histórica.
· Jesús es presentado como alguien con poderes y conocimientos sobrenaturales, pero esto no encaja con una categoría humana o histórica.
· Jesús es presentado como alguien que dio su vida por los pecadores, pero la historia no se puede explicar cómo un hombre que vivió  hace 2.000 años  en palestina puede salvar.
· Jesús es presentado como un Dios encarnado, pero la historia considera esto un mito
(55). Este análisis corresponde a la postura interpretada del propio Bultmann. No implica con ello aceptación alguna de sus planeamientos sobre el mito descrito en la vida del Señor.

El problema que ronda la cabeza de Bultmann es precisamente como aterrizar el lenguaje evangélico en el hombre moderno y su concepción de la trascendencia y la identidad de Jesús, es una cuestión que tiene todo que ver con el lenguaje primitivo y las imágenes que este genera en la conciencia y mente del hombre en sus distintos estadios de percepción del mensaje.  Las imágenes de una persona culta difieren de una de poco conocimiento ya que la información previa ha sido enriquecida por el conocimiento y/o la vivencia de la fe. Esa seguridad historica que Bultmann esgrimió fue paulatinamente rechazada por la comunidad teológica. Esta postura Bultmaniana no descansa sobre el valor intrínseco de las Escrituras como testimonio de Fe sino como argumento histórico-critico.  La seguridad historica es difícil de medir en términos elocuentes y ajustados a su problema, es decir, no es posible hacer del mensaje del Evangelio un fenómeno comprensible desde el solo argumento de su historicidad (56). Mascall no entra en esa línea de la historicidad bíblica su interés es más apreciativo de las fuentes  y recursos para nuestra Fe, preparar un discurso teológico requiere de un componente trascendente que lo relaciona  desde la perspectiva de la Fe, no es solo un ejercicio escéptico o académico.  Mascall está por demás inclinado bajo las reglas hermenéuticas de la catolicidad a diferencia de Bultmann (57).

Sostiene Bultmann, que la fe apostólica aparece en el momento en que existe un kerigma, es decir una fórmula de fe con la que la primera comunidad cristiana anuncia a Jesucristo como salvador. De antes de esto, no sabemos nada  seguro. Por tanto, no es posible conocer con certeza el origen de ese kerigmaLo único que el kerigma fundamenta es la existencia de Jesús (58).












ARGUMENTOS POSITIVOS Y  DISCORDANTES CON LA TRADICIÓN EN LOS PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS DE  BULTMANN Y MASCALL.
  

Es interesante como encontramos aspectos relacionados al menos por analogías especulativas (hipótesis) entre uno y otro teólogos, cosas que al menos podemos percibir someramente si sabemos dónde buscar y creo que es fundamental centrar tal búsqueda en las Escrituras y en la relación misma con la tradición eclesial,  los argumentos propuestos por estos autores dan la idea de estar ante dos discursos muy distintos donde los intereses son absolutamente opuestos. Recordemos que la exposición de contrarios no necesariamente rompe la definición de una hipótesis y en la expresión negativa es posible comprobar la excepción a la regla, las hipótesis contrarias son las que en última instancia afirman coherentemente una relación y una excepción. Mascall es ante toda consideración un anglo-católico, que al igual que Newman era consciente de la relación salvífica entre la Iglesia local (Inglaterra) y la catolicidad universal. Mientras que Bultmann se enfoca en la relación con las Escrituras en la perspectiva de su desmitificación, digamos que se establece una coincidencia formal en la dimensión salvífica de Cristo, eso sí, sin tocar directamente la función mitológica de algunos relatos interpretados por los autores sagrados.  Mascall no somete el Evangelio a la constatación historica porque en su pensamiento la expresión bíblica es la última instancia de la revelación así particularmente el Evangelio como tal. Lo más sobresaliente de Bultmann sin duda fue la capacidad de someter al concurso de la razón la estructura revelada como tal, el riesgo es convertir en literatura piadosa la revelación. La sique Bultmaniana, encuentra acomodo realmente en la idea de un mito desnaturalizado de la expresión de la Fe de los creyentes pero ignora naturalmente la posición eclesial al respecto. La ideología se manifiesta en la convicción de los valores que se construyen como respuesta del Evangelio al medio relacional donde vive y manifiesta su Fe el creyente. Un punto que encontramos en este teólogo alemán es precisamente la necesidad de antropizar la revelación y dar así relevancia al ser humano frente al mensaje revelado, tal antropología de la revelación deja lo sobrenatural sometido solamente a la presión racional del ser humano. La historia literal (59) es negada por su postura, no reconoce valor salvífico a la historia de Jesús entre nosotros sino a la interpretación brillante de la Pascua como acontecimiento salvífico.  El riesgo es convertir los relatos de la resurrección en algo sin fundamento histórico y por ende proclive al mito en cuanto a su contenido fantástico (si podemos emplear este término). Lo anterior nos lleva a la interpretación existencial del cristianismo como una posible respuesta subjetiva de la Fe en el bautizado y su relación indirecta con los acontecimientos salvíficos que describen los evangelios.  La razón de estos señalamientos descansa en la percepción de una dialéctica que confronta profanamente lo sucedido en el drama evangélico y lo pretende someter al análisis histórico de la subjetividad y posibilidad material de tales acciones.

En cuanto a la postura secularista de algunas afirmaciones, encontramos en Mascall todo lo opuesto, este anglicano centra su exposición sobre los peligros de la secularización y la forma como esta paulatinamente hace perder importancia en el presente a los asuntos de índole sagrado. En tal dinámica discursiva podemos afirmar que en el ánimo de fortalecer la eclesiología como tal pudo haber incurrido en un señalamiento casi laical sobre el valor intrínseco de la comunidad de fe en la vida eclesial al punto de hacer derivar los ministerios ordenados y de servicio laico hasta alcanzar un estatus casi dogmático confiriéndoles un valor (laicos) exagerado en la vida de la comunidad eclesial, como que la autoridad y legalidad de la tradición descansara en manos del feligrés y su criterio. De esta manera se puede desconocer el valor histórico de la tradición y enseñanzas del corpus eclesial. La postura de Mascall enfrenta irremediablemente tanto a la comunidad de Fe como a las autoridades constituidas por medio del ministerio histórico. Los modelos culturales aquí son importantes ya que no es posible desconocer cuanto ocurre orden a la participación y emancipación de los ciudadanos de los procesos socio-culturales que viven y sufren constantemente. (60)… La discusión se centra en lo mutable y lo inmutable teniendo presente que es la sociedad la que define en gran parte la concepción de uno y otro termino. Las cuestiones del entorno somático son relativas ya que los fenómenos sociales modifican su valor y aceptación, ejemplo de ello son las concepciones de lo sagrado que junto a sus tradiciones cada día entran en retirada de la sique del bautizado, la espiritualidad no es hoy la misma que fue hace 70 años. Los cambios de índole sociológicos modifican grandemente el paisaje mental del bautizado, sus ciudades y pueblos  no son lo mismo que antes y las diversiones y cultura también son otras, de allí la expresión popular: Todo tiempo pasado fue mejor, aquí camina a pasos de gigante la secularización que enfrentó el propio Mascall. Una incidencia tal en la vida del bautizado que le hace ver lejana su relación con las enseñanzas de la Iglesia. La actualidad pasa por la re-orientación negativa de la tradición al punto de descartarla como experiencia positiva  en la vida del creyente. La historicidad de los relatos bíblicos no son materia de discusión pero si de análisis y actualización de su Ethos en una cultura que evoluciona a un ritmo acelerado. La afirmación de su Ethos parte de la necesidad de insertarlos en el medio cotidiano del creyente donde no todo puede ser oración y subjetividad también debe haber razón y reflexión cumpliendo una de las máximas de nuestra cosmovisión sobre el uso o inclusión de los procesos mentales de nuestro razonamiento (61). Lo positivo de Bultmann sin duda es la centralidad Kerigmatica que hizo derivar hacia la Cruz y le concedió toda su actualidad en la predicación cristiana. Nos recuerda que el centro de la Cruz no es la redención de la humanidad sino el propio Cristo, es decir, todo tiene su razón de ser gracias a Cristo y su obra salvífica… (62).

Las concepciones Bultmanianas en si generaron una conciencia sobre la realidad antropizada de nuestra Fe al entrar en contacto con el quehacer del ser humano y su propia experiencia en el mundo donde construye relaciones.   Estas relaciones y los vínculos que producen son importantes en este pensamiento. El problema de lo anterior sin duda puede pasar por la percepción de una Fe centrada en la humanidad y no en el misterio-entrega del Señor en la Cruz y convertir la salvación en un acontecimiento no de absoluta gratuidad sino de intervención meritoria del ser redimido. Este misterio es personal y la entrega de Dios al ser humano parte precisamente de la visualización del Kerigma como signo de Fe (63).  

La realidad salvífica al ser abordada como un acontecer   que vincula la experiencia humana actualiza el mensaje de Cristo en el redimido de todas las épocas. Tal experiencia no es el tope de la apologética de la Iglesia que defiende y más aún promueve sus enseñanzas en el corazón e intelecto del bautizado, de esta forma toda instrucción puede sintetizar y debe hacerlo el contenido doctrinal para no dejarlo solo a las experiencias sensibles del creyente que a su manera muchas veces dice percibir la realidad de la materialización de su Fe… La hermenéutica no puede sufrir dramáticamente con los tiempos, ella debe conservar la esencia interpretativa del mensaje,   aun por sobre consideraciones tan valederas como el cambio de tiempo y la asimilación de otras formas culturales y la desacreditación de muchos de los  elementos  que antes eran tenidos por sagrados. Mascall ve que la realidad  percibida desde los cambios termina por cambien en términos no positivos el contenido del corpus eclesial en el bautizado. Miremos por un instante la verdad que es expresada en el Evangelio y como está si pensamos que está sujeta a la cuestionable visión personal de sus protagonistas deja en el acto de ser confiable y parafraseando a Bultmann entonces se convierte en un mito que puede y debe ser cuestionado en sus operaciones, semiótica, etimología y por demás re-significaciones.  Mascall no es re-significante en ninguna de sus propuestas es por el contrario continuador de una tradición con la que se identifica totalmente. Aquí en cambio Bultmann es totalmente antropocentrista y deja en manos del ser humano la misma elección de los conceptos que redefinen la interpretación de la historia y particularmente la salvífica como quiera que es la principal connotación del Evangelio de Cristo. La Cristología  es totalmente y absolutamente salvífica en estos autores, desde luego, con sus percepciones de la relación historica de los relatos evangélicos como expresábamos antes. El hombre como expresión de su naturaleza racional y ella singular no percibe con facilidad las cosas de Dios por lo que el Espíritu de Dios se revela superando así la subjetividad salvífica interpretada por algunos en la actualidad. Este tipo de subjetividad rechaza sistemáticamente los signos de la universalidad de nuestra Fe para centrarse en el intento de institucionalizar una sola forma de vivir localmente la Fe en Cristo y/o en sus ritos. Sin duda que estudiando a Mascall encontramos similitud con la anterior afirmación personal (64). La cuestión eclesiológica descansa en la comunidad de creyentes pero también reconoce signos visibles de la autoridad como Institución. Lo expuesto es solo generalidades de los contenidos teológico-reflexivos de los teólogos citados en el presente ensayo que puede orientarnos sobre la tendencia asumida por los mismos.


BIBLIOGRAFÍA/ CIBERGRAFIA/FUENTES/APUNTES PERSONALES.

1-         Nota del autor.
2-         La Revista Católica 84 (Santiago, 1984), p. 13-23.
3-         Encuentro con las Comisiones doctrinales de América Latina
(Bogotá, 27 de marzo de 1984).
4-         https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bultmann.htm/ https://www.clie.es/wp.../9788482678726_pensamiento_Bultmann_1capitulopdf.pdf.
5-         Nota del autor/ https://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/heidegger.htm/
https://www.ecured.cu/Martin_Heidegger...
6-         Reflexión del autor sobre el existencialismo y autores publicados en: cristoeseltema.blogspot.com
7-         Nota del autor. Comparativas de esta escuela de pensamiento.
8-         Nota del autor/análisis crítico de la economía y los medios de producción. Escuelas alemanas del siglo XX.
9-         https://www.muyhistoria.es/contemporanea/articulo/kant-1724-1804-621465887819… immanuelkantlostoy.blogspot.com/ Nota del autor.
10-       Nota del autor/ reflexión sobre el proceso de madurez en el discurso de Bultmann.
11-       cristoeseltema.blogspot.com/2014/09/ciclo-de-autores-y-teologos-anglicanos.html publicado el 4 de septiembre de 2014. Nota del autor. cristoeseltema.blogspot.com/2018/04/pentecostes-en-la-tradicion-eclesial.htm… www.opuslibros.org/Index_libros/Recensiones_1/mascall_the.htm
12-       www.opuslibros.org/Index_libros/Recensiones_1/mascall_the.htm/ Nota del autor sobre la comparación conceptual de los autores motivo de esta reflexión académica.
13-       Actas de la Academia Británica, 1994, 84, 409-418.
14-       ocw.usal.es/humanidades/historia-contemporanea-de-europa-siglo-xx/https://www.deutschland.de/es/topic/politica/...europa/momentos-claves-del-siglo-xx,
15- https://www.deutschland.de/es/topic/politica/...europa/momentos-claves-del-siglo-xx https://brainly.lat › Universidad › Ciencias sociales.
16-  Nota del autor.   
17- Profesora Doctora Mercedes Samaniego Doneu/ (web.usal.es/msambo) (www.mastercrie.unisi.it). ocw.usal.es/humanidades/historia-contemporanea-de-europa-siglo-xx
18- Nota del autor/
19- ogoforo.com/el-personalismo-de-Emmanuel-Mounier/Nota del autor.
20- Nota del autor. Cristoeseltema.blogspot.com cristoeseltema.blogspot.com/2017/06/primera-parte-estructuracion-de-la.html. cristoeseltema.blogspot.com/2017/06/evangelio-transpersonalista-marcano.html…
21- Nota del autor/ reflexión antropocéntrica del ser redimido e imagen el Dios vivo.
22- Nota del autor.
23- George W. Rutler/ es el pastor de la Iglesia de nuestro Salvador en la ciudad de Nueva York. Su último libro, Coincidentally: Unserious Reflections on Trivial Connections , está disponible en Crossroads Publishing.
24- Nota del autor.
25- Nota del autor. https://books.google.com.do/books?id=CgjDj922hEAC.
26- Nota del autor.
28- LA TEOLOGIA y EL EVANGELIO DE CRISTO SEGUN E. L. MASCALL.  POR  MICHAEL GIESLER.
29- Nota del autor/ Secularización tacita de las acciones pastorales como tal en la Iglesia.
30- Nota del autor.
31- Notad el autor/https://books.google.com.do/books?id=CgjDj922hEAC.
32-  Nota del autor.
33- Nota del autor.
34- E.L. Mascall, the Secularizatión of Christianity, Holt Rinehart Winston, Nueva York, 1965.
35- Nota del autor.
36- Nota del autor/ cristoeseltema.blogspot.com. 
37- E. L. Mascall, Christ, the Christian and the Church (London: Longmans, 1946), p. 168 apudFrancis Clark, Eucharistic Sacrifice and the Reformation (London: Darton, Longman and Todd, 1960), pp. 263-264.
38- Nota del autor.
39- Nota del autor/ el mito no reemplaza la espiritualidad centrada en el resucitado.
40- Nota del autor.
41- El Concepto de Cristología y Kerigma en Rudolf Bultmann/ lateologiasalealascalles.blogspot.com/.../el-concepto-de-cristologia-y-kerigma-en.html.
42- Nota del autor/ El encuentro es en el Kerigma.
43- Notad el autor/ actualidad el mensaje del resucitado.
44- Nota del autor/ Evangelio construcción de revelación y sacralidad.
48- Nota del autor.
50- Nota del autor. Publicado 25th March 2012 por Olman Fernando Gómez
nuevokerigma.blogspot.com/2012/03/desmitologizacion-de-rudolf-bultman.html
52- Nota del autor. La reflexión según Bultmann en el contexto de la modernidad.
nuevokerigma.blogspot.com/2012/03/desmitologizacion-de-rudolf-bultman.html
55- SORGEL, Raner. Kerygma and Mythos. http://www.centroseut.org/articulos/v1/varios006_3.htm
 ZALDIVAR, Raúl. Crítica Bíblica. Edit. Clie, Barcelona, España 1990.
lateologiasalealascalles.blogspot.com/.../el-concepto-de-cristologia-y-kerigma-en.html… Nota del autor. https://conocerbienajesucristo.wordpress.com/.../cristologia-fundamental-introduccion.
57- Nota del autor.
59- https://es.scribd.com/document/.../3-Lo-Bueno-y-Lo-Malo-de-La-Teologia-de-Bultma... Nota del autor, la reflexión desde la perspectiva de Bultmann u el mito en la interpretación bíblica, citamos la apología y la hermenéutica.
https://books.google.com.do/books?id=CgjDj922hEAC... Nota del autor… PIKANZA, Xabier, Prologo en Bultmann, Rudolf. Historia de la Tradición Sinóptica (Ed, Sígueme, Salamanca, 2000).
61- Nota del autor… Bultmann, Rudolf, Creer y Comprender (STVDIUM Ediciones, Salamanca, 1974).
62- PIKANZA, Xabier, Prologo en Bultmann, Rudolf. Historia de la Tradición Sinóptica (Ed, Sígueme, Salamanca, 2000).
63- Nota del autor.
64- Nota del autor.



















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