viernes, 27 de enero de 2023

SALUD Y SANACIÓN INTEGRAL, EXPERIENCIA LIBERADORA Y RESTAURADORA DE LA GRACIA EN MI VIDA.

 

SALUD Y SANACIÓN INTEGRAL, EXPERIENCIA LIBERADORA Y RESTAURADORA DE LA GRACIA EN MI VIDA.

 

Fecha: marzo 04 de 2023.

Lugar: instalaciones de nuestra congregación.

Responsables: Junta congregacional, Rvdo. Diacono asociado y vicario.

Motivación.

El dolor es una experiencia ineludible para el ser humano y esta connotación propia de nuestra naturaleza imperfecta encuentra alivio en el sufrimiento reparador de Cristo en la Cruz. Ella se convierte en el punto de partida y llegada de toda experiencia sanadora, restauradora, y reconciliadora, donde la vida del bautizado asume su papel y enfrenta positivamente sus dolores personales tanto físicos como espirituales y morales, el dolor es signo de cambio y oportunidad de ver más allá de nuestra cotidianidad. Demos una mirada al Texto Sagrado de Tradición “Entonces Naamán bajó al Jordán, se bañó siete veces, como le había mandado el profeta, y su carne quedó limpia como la de un niño” 2 Reyes capitulo 5 versiculo 14.

Aquel hombre se bañó siete veces (7) es decir, integralidad de su Fe y conciencia sobre la necesidad de seguir las indicaciones tal cual llegan a su vida. Aquí la perfección de la numerología biblica nos permite ver como una respuesta a tiempo es suficiente para alcanzar lo necesitado. El dolor en sus distintas formas y matices es siempre consecuencia de algo y específicamente de nuestra propia flaqueza, pero aun así no estamos lejos de poder remediarlo y vivir con las secuelas tanto de la salud como de las distintas realidades no completadas en nuestra vida espiritual. La sanidad no se mueve por meros propósitos de bienestar sino de liberación para que el sufriente y restaurado no viva presa del miedo ante la reincidencia del dolor en su vida y entorno afectivo.  El cristianismo tiene en alta estima espiritual el dolor, lo vemos como purgación de las seguridades terrenas y la eliminación de disvalores que afectan la relación sanadora con el Dios vivo y reflejado en el dolor del otro, es decir, de nuestro prójimo…

No estamos solos cuando sufrimos o nos afecta algún tipo de dolor, por el contrario, Dios está más cerca del sufriente que gracias al dolor imita a Cristo Señor que colgó del madero de la Cruz. Esta relación misteriosamente amorosa le permitió al Hiponense exclamar ¡Oh! Feliz culpa que nos mereciste tal Redentor; y si el dolor fruto de mi pecado personal o comunitario o de mi naturaleza humana y moral me acerca a Dios entonces la Cruz es completada en mi vida y sus preocupaciones.

Sigue los pasos del dolor y la sanación, del perdón y la gracia y te encontraras delante de la Cruz que llevo tu Señor y Salvador. Viva Cristo Rey.

 

 

Pbro. Diego Sabogal.

Vicario Santísima Trinidad.

CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA...

 

CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA. Mateo capitulo 5 versículos 1-12,

"1. Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. 2.Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: 3. «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 4.Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. 5.Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. 6.Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. 7.Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 8.Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. 9.Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10.Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 11.Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. 12.Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros." www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/mateo/5/

El pasaje Mateano nos muestra la realidad de contenido escatologico sobre la nueva vida en el Espíritu de Dios cuyo valor se expresa también en categorías como lo son la misericordia y el perdón para restaurar la vida y condición de la persona humana. El espíritu del reino de Dios es absolutamente diferente a los reinos pasajeros e injustos que se establecen en la tierra cada determinado tiempo. Mateo nos muestra una característica de los tiempos nuevos inaugurados por la Gracia de Dios en relación vital con nuestra condición. No es posible hablar de un reino justo si este no tiene a Dios como centro de sus expresiones sociales, políticas y económicas y solo citando algunas connotaciones del estado de gobierno. Por justas que se consideren las naciones del llamado mundo industrializado o primer mundo son tan violentas e injustas como cualquier otra institución alejada de valores realmente cristianos. Paradójicamente son ellos los mayores fabricantes de armas y recursos naturales de las naciones llamas del tercer mundo.

No tenemos por objeto hacer una crítica política sino contextualizarnos en el concepto de una cultura de vida y amor que responda auténticamente a las necesidades de la humanidad. Una cultura centrada en Cristo el Señor de nuestra historia y su amor por nosotros. La propuesta Mateana está cargada de sabiduría y sapiencia propia de un estilo y genero literario conocido de antemano por nosotros, pero cuya vigencia es incuestionable. La esperanza cristiana aparece como el motor de todas las bienaventuranzas y su impacto en el hoy de la vida de los bautizados. Nuestra existencia por si sola no tiene sentido, pero en Cristo la “obligamos “positivamente hablando a tener todo sentido posible en el mundo como encuentro de realidades y momentos. No descuidemos el ser solo enceguecido por la cultura del dinero y los disfrutes que este nos ofrece, hoy muchos ministerios y ministros están movidos en otras latitudes solo por el disfrute económico. Aspiremos todos los bautizados a servir a Cristo y ser testimonio vivo de las bienaventuranzas. El bienaventurado en términos terrenales no olvida que todo pasa y es decadente y que solo en Cristo su vida será eterna.  

El nuevo modelo de la existencia del cristiano nace precisamente en la necesidad de proponer al mundo un ideal de vida trascendente para no ser presa de la precaria condición de las relaciones fundadas en el interés y el poseer lejos de una verdadera fruición del amor de Dios. Quien se posee a sí mismo en orden a la Gracia de Cristo poseerá la vida sin limite y en el presente sus vivencias añoraran la vida imperecedera.  Aquí la vida de Fe pasa a ocupar el lugar de privilegio que debe tener y las disculpas para seguir a Cristo amarle y reparar nuestros fallos desaparecerán.

 Viva Cristo Rey.

sábado, 21 de enero de 2023

III DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA. Mateo capítulo 4 versículos 12-23. Unidad Textual en el relato Lucano.

 

III DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA. Mateo capítulo 4 versículos 12-23.   Unidad Textual en el relato Lucano.

 

"12. Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea. 13. Y dejando Nazaret, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí; 14. para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: 15. ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles! 16. El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido. 17. Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.» 18. Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, 19. y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.» 20. Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. 21. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. 22. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. 23. Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo."www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/mateo/4/

El Texto (Biblia) de Jerusalén emplea el término “Nazará” que observamos como fórmula antigua para designar un nombre y sus variantes gramaticales, no difiere mucho de su original (para nosotros) Nazaret que es la forma más común para llamar a esta ciudad. La realidad de la fuente consultada por Mateo nos puede hacer creer que las variantes eran propias de dichas fuentes o versiones del mismo acontecimiento que relata el regreso del Señor a Galilea. Otro elemento que une este relato con la tradición profética de Israel es la cita textual del Profeta Isaías que ocupa los versículos (15-16) esta consonancia da validez para el pueblo judío a las afirmaciones que serán importantes para los judíos conversos que encontrarán en expresiones como estas una concordancia con el anuncio profético que une a Jesús a la promesa de un Mesías. La luz es Cristo y el poder de Dios manifestado en su Divina Persona. La predicación del Señor quiere exaltar que la promesa de un Reino llega con la fuerza del anuncio primero a Israel y luego a toda la humanidad de la cual Cristo mismo se hizo parte.

Recordemos que el Reino anunciado por Cristo no es una institución humana y por ende requiere de una autoridad muy particular que es el mismo Dios y los integrantes de este Reino deben ser santos y buscar de corazón en sus vidas esta opción de plena y totalizante realización. La conversión que es pedida por el Señor debe nacer en el corazón y los afectos del bautizado de aquellas que pondrán a Dios por sobre cualquier realidad que la vida terrena les pueda ofrecer. Estamos en camino de crecer en la Fe para ver nacer en nosotros el Reino de Dios. Una condición que acompaña a cada bautizado que tiene en su ser esta Gracia para la eternidad. Mateo muestra de esta forma la necesidad de la conversión como requisito fundamental para poder acercarnos al Señor. Cristo en su cosmovisión es y debe ser la única opción de los creyentes. Sin amor pleno y perfecto esta realidad trascendente no estará disponible para los bautizados. Dejamos claro que el Reino no depende de postura política nacionalista alguna y que se trata del mismo Dios que asume nuestra condición para dignificarla y santificarla, en palabras de los Santos Padres griegos para Divinizar la condición humana. No podemos después de 2000 años seguir pensando en la plenitud de la realidad material cuando todos sabemos que el encanto es pasajero como lo es la carne y la piel. La opción por Cristo y su Reino debe hacernos ver la existencia de una realidad espiritual jamás realizable en un medio material como el nuestro. Ese Reino de Dios inicia mostrándose en la humildad del Señor y en el llamamiento de sus discípulos y propagadores, no se trata del poder humano sino de la fuerza del amor de los creyentes.

La obra redentora involucra a la humanidad y los discípulos y bautizados la representan, es un Reino totalizante que implica una verdadera transformación del bautizado. Una forma de vivir que clama al mundo por su realidad trascendente. Antes de su concreción escatológica el bautizado debe vivir en el mundo dando testimonio vivo de su opción por Cristo y su Iglesia, ella como Madre de los bautizados está con nosotros hasta el final de los tiempos por mandato de su Esposo y Señor. Nuestra eclesiología señala a la Iglesia como la poseedora de la semilla de ese Reino maravilloso y ella está dispuesta a compartirla con sus hijos la bautizados, los distintos ministerios que se viven en ella son fruto del Espíritu Santo que la prepara para asumir esta realidad.  Desde la concepción anglicana el Reino ya comienza en la tierra y llegará a su plenitud en la presencia de su Dios y Señor. Aquí el papel de los bautizados está bien definido, es pues, vivir esta condición todavía en la tierra como preludio del encuentro definitivo con su Dios.  La obra del Señor que conocemos en los relatos evangélicos y particularmente los milagros de todo tipo son un recurso vital para hablar de esa manifestación de la que solo es posible en una perspectiva salvífica anunciante de su Reino. Mateo ve la obra en este sentido. Estamos ante el Mesías y su advenimiento.

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