CUARTO DOMINGO
DESPUÉS DE EPIFANÍA. Mateo capitulo 5 versículos 1-12,
"1. Viendo la
muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. 2.Y
tomando la palabra, les enseñaba diciendo: 3. «Bienaventurados los pobres de
espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. 4.Bienaventurados los mansos,
porque ellos poseerán en herencia la tierra. 5.Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados. 6.Bienaventurados los que tienen hambre y sed de
la justicia, porque ellos serán saciados. 7.Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia. 8.Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios. 9.Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10.Bienaventurados los perseguidos
por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
11.Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira
toda clase de mal contra vosotros por mi causa. 12.Alegraos y regocijaos,
porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera
persiguieron a los profetas anteriores a vosotros." www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/mateo/5/
El pasaje Mateano nos
muestra la realidad de contenido escatologico sobre la nueva vida en el Espíritu
de Dios cuyo valor se expresa también en categorías como lo son la misericordia
y el perdón para restaurar la vida y condición de la persona humana. El espíritu
del reino de Dios es absolutamente diferente a los reinos pasajeros e injustos
que se establecen en la tierra cada determinado tiempo. Mateo nos muestra una característica
de los tiempos nuevos inaugurados por la Gracia de Dios en relación vital con
nuestra condición. No es posible hablar de un reino justo si este no tiene a
Dios como centro de sus expresiones sociales, políticas y económicas y solo
citando algunas connotaciones del estado de gobierno. Por justas que se consideren
las naciones del llamado mundo industrializado o primer mundo son tan violentas
e injustas como cualquier otra institución alejada de valores realmente
cristianos. Paradójicamente son ellos los mayores fabricantes de armas y recursos
naturales de las naciones llamas del tercer mundo.
No tenemos por objeto
hacer una crítica política sino contextualizarnos en el concepto de una cultura
de vida y amor que responda auténticamente a las necesidades de la humanidad.
Una cultura centrada en Cristo el Señor de nuestra historia y su amor por
nosotros. La propuesta Mateana está cargada de sabiduría y sapiencia propia de
un estilo y genero literario conocido de antemano por nosotros, pero cuya
vigencia es incuestionable. La esperanza cristiana aparece como el motor de
todas las bienaventuranzas y su impacto en el hoy de la vida de los bautizados.
Nuestra existencia por si sola no tiene sentido, pero en Cristo la “obligamos
“positivamente hablando a tener todo sentido posible en el mundo como encuentro
de realidades y momentos. No descuidemos el ser solo enceguecido por la cultura
del dinero y los disfrutes que este nos ofrece, hoy muchos ministerios y ministros
están movidos en otras latitudes solo por el disfrute económico. Aspiremos
todos los bautizados a servir a Cristo y ser testimonio vivo de las bienaventuranzas.
El bienaventurado en términos terrenales no olvida que todo pasa y es decadente
y que solo en Cristo su vida será eterna.
El nuevo modelo de la
existencia del cristiano nace precisamente en la necesidad de proponer al mundo
un ideal de vida trascendente para no ser presa de la precaria condición de las
relaciones fundadas en el interés y el poseer lejos de una verdadera fruición
del amor de Dios. Quien se posee a sí mismo en orden a la Gracia de Cristo poseerá
la vida sin limite y en el presente sus vivencias añoraran la vida
imperecedera. Aquí la vida de Fe pasa a
ocupar el lugar de privilegio que debe tener y las disculpas para seguir a
Cristo amarle y reparar nuestros fallos desaparecerán.
Viva Cristo Rey.
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