COMO DELIMITAR
LA EXEGESIS EN EL CONTEXTO
ACTUAL.
PARTE DOS.
DELIMITACIÓN DEL FENÓMENO ESCRITURISTICO.
Existen una infinidad de
métodos para el estudio y reflexión del contenido de los textos Escrituristicos, estas reflexiones y sus métodos dan clara
muestra de la gran preocupación que la Iglesia desde siempre ha tenido por la
Palabra Inspirada (Biblia) esta preocupación es precisamente la que asume la
ingente tarea de salvaguardar la integridad del Texto Sagrado de Tradición
(canon cristiano fijado en el siglo IV) pues esta tarea llega a nuestros días
sin que implique variación la naturaleza
tanto escrita como a la revelada en la exegesis del cristiano. La Escritura Sagrada posee una cualidad que
no es incidental sino esencial y básicamente nos dice que la Palabra de Dios
dice siempre algo a todos y a uno, a uno y a todos. Pues esta consideración
misma define los límites de su interpretación así como de su actualidad. El
clérigo Episcopal debe estar en absoluta soberanía de sus contenidos y defensa
de los mismos. La soberanía de la Biblia es un asunto que toca las fibras más
profundas de la Iglesia y su Tradición como Magisterio. La naturaleza de lo
revelado implica que su contenido sea meditado y reflexionado bajo la guía de
la Iglesia siendo como decíamos en la primera parte la depositaria de la
riqueza escrituristica. En lo personal recomendamos tener un Texto Sagrado
confiable de traducción universal y frecuentada por estudiosos lo que nos
asegura que su confiabilidad sea altamente acertada. Uno de los textos bíblicos
más confiables y para nuestro crecimiento personal es sin duda la versión de la Biblia de Jerusalén. Retomando la
cuestión inicial no olvidamos que la naturaleza de la comunicación humana
emplea tanto símbolos como signos cargados de lenguaje y aterrizado en frases y
oraciones. La Biblia recoge las
impresiones de las experiencias humanas tanto de Fe como de oposición a esta. La
Palabra de Dios se actualiza en el corazón de la Iglesia y en el alma de los
bautizados, es una actualización dinámica que imprime el carácter de su
vivencia y coherencia. El fenómeno se transforma en certeza cuando estamos
inclinados a la luz de su presencia habitual en nosotros y en nuestras
congregaciones, sin leer la Biblia y meditar sus enseñanzas el creyente
difícilmente conocerá el amor de la relación con el Dios revelado en sus
palabras.
La
Biblia no se limita a ser un libro delimitado por un contenido variado, sino
que ella es un contenido absoluto de la realidad y relación del Dios subsistente con la humanidad. Es pues la
Palabra de Dios un fenómeno perceptible por el corazón del creyente.
Hemos repetido una
oración de carácter axiomático por los santos PP. De la Iglesia sobre el Texto
Inspirado y esa definición apunta al alma de la Iglesia y su permanente
aprendizaje de la revelación contenida en sus páginas. No es posible suponer
que la Biblia descarta la comunicación Onto-metafisica
de su contenido porque simplemente no puede hacerlo ya que sus páginas
contienen la fuerza para transformar la realidad personal y colectiva de los
individuos y de la misma sociedad. No es el libro que tomas en las manos con un nombre
escrito en su lomo y tapa “Biblia” es el contenido universal aceptado y
dimensionado por la humanidad de todas las épocas. Es pues una alusión
universal tanto a su praxis como a su contenido. La Biblia es un fenómeno actual y pasado, pero en el tiempo, no implica
en su contenido, que es atemporal. La Palabra de Dios se hizo carne,
sublime oración del Evangelista Juan pero en realidad se hizo sonido, silaba, consonante, fonema y gramática
en general, se hizo arameo, hebreo,
griego, latín, castellano e infinidad de idiomas universales como dialectos y
lenguas pero sus palabras se unen y constituyen una prueba irrefutable del Dios
que se comunica desde lo inaccesible de su naturaleza transformada en palabras
y signos como símbolos. …
ALGUNOS MÉTODOS INTERPRETATIVOS DE LA BIBLIA (termino puesto de
moda por la Iglesia en el siglo IV).
Es vital que comprendamos
que la Biblia no se puede interpretar literalmente. Hemos de entender la
Biblia en su sentido normal o claro, a menos que el pasaje obviamente esté destinado
a ser simbólico o si se usan figuras literarias. La Biblia dice lo que es significa siempre eso que ella misma nos dice
que es. Es también necesario que
comprendamos que no es factible leer entre líneas el Texto Sagrado de Tradición
sino acudir a la delimitación de un contenido en particular relacionándole con
los momentos de su exposición tanto anteriores como presentes e inmediatos, son los llamados círculos de interpretación y que
básicamente quieren delimitar su
exposición mas no así la naturaleza contenida en sus palabras y oraciones como
simbología. La hermenéutica bíblica nos
mantiene fieles al significado que pretendía darse de las Escrituras y nos
aleja de simbolizar versículos bíblicos que debemos entender literalmente. Para
continuar con esta cuestión quiero ilustrar lo contenido aquí con un ejemplo
Escrituristico (Marcos capítulo 8 versículos 1-10) En esos días, se reunió otra gran multitud, y
de nuevo la gente quedó sin alimentos. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
Siento compasión por
ellos. Han estado aquí conmigo durante tres días y no les queda nada para
comer. Si los envío a sus casas con hambre, se
desmayarán en el camino porque algunos han venido desde muy lejos.
Sus
discípulos respondieron:
¿Cómo vamos a conseguir
comida suficiente para darles de comer aquí en el desierto?
¿Cuánto pan
tienen? —preguntó Jesús.
—Siete panes —contestaron
ellos.
Entonces
Jesús le dijo a la gente que se sentara en el suelo. Luego tomó los siete panes, dio gracias a Dios por
ellos, los partió en trozos y se los dio a sus discípulos, quienes repartieron
el pan entre la multitud. También encontraron unos pescaditos, así que Jesús los bendijo y
pidió a sus discípulos que los repartieran.
Todos
comieron cuanto quisieron. Después los discípulos recogieron siete canastas grandes con la comida
que sobró. Ese
día había unas cuatro mil personas en la multitud, y Jesús las envió a sus
casas luego de que comieron. Inmediatamente
después, subió a una barca con sus discípulos y cruzó a la región de Dalmanuta.
*** El pasaje evangélico
citado nos dice con claridad que hay un ejemplo de interpretación literal que
no implica la des-espiritualización del Texto en su integridad solo que la cantidad
expuesta es signo de la obra realizada por el Señor la cual encaja
perfectamente como signo de su accionar liberador. No es solo la comensalía sino también lo que implica
el compartir desde la perspectiva tanto de la necesidad como de la Solidaridad
que el Salvador genera en medio de estas personas. El Texto Marcano no solo habla del Señor y su poder reflejado en este
milagro sino que también nos muestra la presencia permanente de sus discípulos
lo que en su lenguaje simboliza a la Iglesia primitiva. Cuatro mil (4000)
está expresando una situación de absoluta desigualdad e imperfección cuya
génesis la podemos encontrar en la situación social de Israel y el hambre que
muchos judíos pasaban a diario, como quiera que los impuestos eran muy altos y
los recursos escaseaban. Es pues la interpretación típica en este segmento
unida a la interpretación literal, pero en la generación de un contexto creíble
es indispensable mirar sus antecedentes:
·
(7: 31-37) se ha producido la curación de
un “tartamudo sordo” lo que en contexto de la preparación del relato de la
multiplicación de los alimentos implica abandono y rechazo social como
religioso. El hombre con esta discapacidad sin duda alguna no podía participar
de las actividades de su comunidad y debía vivir solo o aislado por
considerarse su condición un castigo de Dios.
·
Anterior al milagro descrito (7:24-30)
encontramos otra escena gobernada por la
comensalía, que manifiesta como la Misericordia por el otro es capaz de
mover barreras y reconocer las necesidades que posee, en este caso de índole
espiritual puesto que la aceptación del Señor libera en todas las facetas al
creyente. El choque de culturas aquí no es impedimento por el contrario
simboliza la universalidad el Mensaje del Redentor. La Gracia se presenta como
una oportunidad para todos. Aquí se introduce la necesidad de la Fe y la
presencia de la Gracia como un Binomio esencial en la vida de los bautizados.
·
El después de la escena en mención lo
encontramos en (8: 11-13) En el contexto de la interpretación citada, la señal que los fariseos piden al Señor es
fruto de su incredulidad la que es signo de rechazo tanto del anuncio como del
Reino de Dios. Es muy posible que la señal sea asociada con la historia
profética de Israel y como Jesús al no concederla los está invitando a
encontrarle en los textos proféticos estudiados por ellos, o considera que la
señal determinante es su presencia entre los israelitas. La Justicia no es un
asunto de conformidad política o religiosa la Justicia es un estilo de vida que
hace honor al Evangelio.
De
lo observado anteriormente podemos concluir que la presencia del Señor no solo
provee recursos para la subsistencia sino que es una fuerza capaz de mover los
corazones y en entendimiento de las personas.
La pobreza y sus privaciones son el estado ideal para el pecado y la
ignorancia que lo afirma con total poder sobre la humanidad alienada por sus
propias limitaciones. La alienación es
condición proclive para todo tipo de limitaciones del individuo y su accionar
social y cultural. La observación de los
acontecimientos es la plataforma que impulsa la inclusión de los mismos en la
dinámica de la Fe y la generación de conciencia sobre la intervención de Dios
en la vida de quienes expectantes presenciaron tal manifestación. Los círculos
de análisis del Texto Inspirado son una necesidad para no hacer derivar el
Texto hacia la inmediatez y ausencia de antecedentes críticos como tal. El
evangelio equipara en la revelación la
concepción de Dios como el gran liberador incluso del Ethos social como
cultural es decir, que la interpretación exegética no puede actuar sin la
necesaria inclusión de lo social en sus criterios y apreciaciones. El Ethos como construcción
antropológica se alimenta también de la revelación e interpretación
escrituristica como quiera que se ejercicio se vincula al todo social que
compone a la madre de los bautizados. Los análisis del entorno somático dan
como resultado la delimitación fenomenológica antes citada.
La
concepción de justica que nace de la Palabra de Dios es la misma que por
analogía acompaña la intuición humana de justicia. Recordar en este punto que Dios emplea las
categorías fenomenológicas que conocemos para relacionarse con nosotros. Que la
relación de dios es dramática y como tal toca las fibras más profundas del alma
del creyente, es sobre toda consideración un proceso de conversión que se
alinea con la percepción de nuestra Fe. Una vez más el Ethos cultural se
relaciona con el accionar antropológico de nuestro medio ya definido y
delimitado por la revelación de Dios.
***
Martin Heidegger sitúa la comprensión antes de
la interpretación. El alemán Hans-Georg Gadamer es
considerado un renovador del concepto de hermenéutica y aparece definido como
una teoría de la verdad y un método interpretativo… Las interpretaciones
mencionadas arriba nos permiten inferir que el método hermenéutico que
empleamos nosotros los Episcopales es
una expresión que vincula la razón y la Fe en el ejercicio de la aprehensión
conceptual de la Palabra de Dios. No somos una Iglesia que desconozca la razón
en sus procesos académicos y en su espiritualidad, por el contrario, uno de
nuestros postulados es la inclusión de la razón como rectora de los
acontecimientos sometidos al análisis de la Fe en el marco conceptual de la
academia. Conociendo este antecedente es posible suponer con bases y fundamentos
sólidos, que la interpretación es solo posible cuando media la comprensión
conceptual y esta manera de hablar advierte propiamente la necesidad de someter
al conocimiento lo que por Fe fue aceptado y sometido por el corazón, logrando
así una comunión vital entre Fe y razón.
Esta postura nos dice también que la razón se alimenta de la Fe como
concreción de lo que los sentidos gobernados por esta son incapaces de aportar
al ser humano de Fe. No es posible querer interpretar sino media con poder la
Fe en lo que los sentidos reconocen y asumen (empirismo tácito) es simplemente
la afirmación de una doctrina de Fe animada por la razón que delimita su
fenómeno y lo transforma en realidad de salvación.
Es tomar el evangelio y
someterlo a los bienes del corazón donde encontrará sosiego y razón de ser. Nuestra
hermenéutica ejerce la labor de mediar concretamente entre el Texto original y
la postura del ser humano contemporáneo, es decir, que nuestras
interpretaciones no son movidas por el sentir personal sino por el
institucional. La exégesis no debe estar en contra del consenso
unánime de los Padres de la Iglesia; y debe tener en cuenta la analogía de la
Fe. También admite criterios histórico-críticos: recomienda el estudio de
las lenguas orientales y la ciencia crítica textual o literaria; admite, aunque
todavía tímidamente, la crítica histórica. Es una postura que nos expresa con
claridad que la Biblia posee una actualidad
generacional y no obstante asume su papel en la historia de la humanidad
para no convertirse en un “texto de consulta” desprovisto de trascendencia. La
Biblia es sobre toda disposición en la Iglesia la luz y guía de los bautizados.
La Iglesia encuentra en la interpretación de su hermenéutica una aliada en su
propia vivencia y seguimiento de su Señor y Salvador.
La Heurística, es un componente
muy importante de nuestra hermenéutica porque nos permite la posibilidad
de abordar los distintos sentidos de la Biblia y sus interlocutores los
escritores sagrados. Es una de sus
funciones relacionar nuestros estudios en Biblia con el Magisterio de la
Iglesia y sus enseñanzas. Cuando entramos en la dinámica de su estudio
racional estamos empleando la Crítica como recurso tanto de su contenido como
de su gramática siendo la presencia de idiomas e imagines distintas a las que
habitualmente empleamos las que determinan nuestra interpretación en el
contexto y medio tanto bíblico como relacional y vivencial. La Crítica es vital si es nuestro interés
el descubrir los distintos trasfondos del Texto Inspirado.
SENTIDOS DE
LA CRITICA E
INTERPRETACIÓN BIBLICA.
CRITICA
BIBLICA.
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SENTIDO
BIBLICO.
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Crítica literaria: analiza el género literario en que está escrito ese libro de la
Biblia.
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Sentido espiritual: supera el conocimiento del autor humano, aunque se apoya en sus
escritos. Se desprende no de las palabras sino de las realidades que se
ocultan bajo esas palabras. Este sentido espiritual se divide a su vez en: sentido
pleno y sentido típico.
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Crítica histórica: descubre la historia literaria del libro o pasaje bíblico en
cuestión, ubicando la época y cultura en que se escribió y así conocer la
intención teológica del autor.
|
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Lectura en el Espíritu. Hay que leer la Biblia con el mismo
Espíritu con que ha sido escrita. Debe ser una lectura espiritual, centrada
en Cristo. Debe ser una lectura interiorizada que va transformando
interiormente a quien lee la Biblia.
b) La intención del autor. El autor divino es el Espíritu Santo. El autor humano es el instrumento del que Dios se sirvió y a quien inspiró para que dijera solo y todo lo que Dios quería. El intérprete indagará lo que el autor sagrado dice o intenta decir, según su tiempo y cultura, por medio de los géneros literarios propios de su época. Para comprender exactamente lo que el autor propone en sus escritos, hay que tener muy en cuenta el modo de pensar, de expresarse, de narrar que se usaba en tiempo del escritor, y también las expresiones que entonces se usaban en la conversación ordinaria”.
El contenido y la unidad
de toda la Biblia. El intérprete o
exegeta científico ha de estar capacitado para descomponer y analizar
separadamente cada una de las piezas de un libro o de un autor; pero como
científico creyente ha de saber también, teniendo a mano los resultados de
sus estudios científicos, recomponer las piezas del escrito bíblico y
redescubrir en toda su belleza la verdad unitaria del mensaje. La Biblia
no se puede interpretar de forma aislada rompiendo su contenido aleatorio.
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La Tradición viva de toda
la Iglesia. Tradición quiere
significar primeramente la Tradición apostólica, en la qué y de la que nació
el Nuevo Testamento y la Escritura cristiana. Tradición viva, es decir, que
progresa en la Iglesia con la asistencia del Espíritu Santo. Toda la
Iglesia constituye la Tradición viva y por ello toda la Iglesia contribuye a
la correcta interpretación de la Escritura: los Padres, los fieles
cristianos, los exegetas, el Magisterio. Éste último goza del carisma de la
interpretación auténtica, bajo la guía del mismo Espíritu Santo que inspiró
el texto sagrado. La Tradición tiene una función hermenéutica de guía y de
norma, porque nos ofrece un horizonte de comprensión. Es como el lecho por el
que corre el río de la Palabra de Dios y de su comprensión ininterrumpida.
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Sentido típico: es leer toda la Biblia en referencia a Cristo, en quien la Escritura
tuvo su plenitud. Cristo es el nuevo Adán, el nuevo Abel, el nuevo José, el
nuevo Moisés, el Siervo doliente de Isaías, el nuevo Jonás, etc. Cristo
viene a ser el modelo y la figura de cuanto está contenido en la Escritura.
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La analogía de la Fe. Es la conexión coherente de la Fe objetiva
de la Iglesia, el nexo interno de los misterios entre sí, Por consiguiente, cualquier
verdad o expresión de la revelación y de la Fe ha de verse a la luz de las
otras y en conexión con ellas, para poder entenderla rectamente y que
quede abierta a una ulterior y más profunda comprensión.
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En cuanto a los círculos de conocimiento interpretativo
podemos emplearlos sin que con ello se altere la exegesis, incluso es posible
descartarlos en nuestro ejercicio exegético. Por otra parte es útil su
aplicación en la referencia anterior y posterior del estudio de las Sagradas
Escrituras.
- Primer círculo.
abarca los versículos anteriores y posteriores al texto.
- Segundo círculo. ver
el contenido global y el objetivo del libro en el que se encuentra ese
texto.
- Tercer círculo. tener
en cuenta otros escritos del mismo autor.
- Cuarto círculo. ver
el contenido global y el objetivo de toda la Biblia.
El
empleo de estos círculos como recurso de nuestra hermenéutica básicamente nos
proporciona en la investigación un marco de referencia doctrinal sobre el autor
y la incidencia de sus escritos analizados en su contexto y revelada en el
plano de la vivencia y su cotidianidad. Primer círculo: abarca los
versículos anteriores y posteriores al texto.
CIRCULOS DE
INVESTIGACÓN.
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MARCOS 8: 1-10.
|
Primer Círculo: Curación de un
tartamudo-sordo 7: 31-37. Y los fariseos piden una señal en el cielo 8:
11-13. La relación con el relato es secuencial en el mismo contexto descrito
por el evangelista, Jesús de camino antes del anuncio de su Pasión.
Segundo círculo: El objetivo del Evangelio Marquiano es
claro identificar a Jesús con el Hijo de dios construyendo una relación de Fe
que no sea comprada por las acciones sobrenaturales del Señor sino
fruto de una autentica reflexión de Fe por parte el creyente. El contenido
es percibido desde la relación
salvífica del Dios que provee y no solo alimentos mudables sino la Gracia
eterna.
Tercer círculo: Marcos
no posee otros escritos.
Cuarto círculo: La
Biblia y particularmente los evangelios poseen una connotación salvífica
relevante en la vida del bautizado, es decir, que fueron escritos pensando en
nuestro aprovechamiento. La relación con Cristo que provee en el plano de
esta realidad es figura de su condición escatológica.
|
*** Por aquellos
días, habiendo de nuevo mucha gente y no teniendo qué comer, llama Jesús a
sus discípulos y les dice:
Siento
compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no
tienen qué comer.
Si
los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos
han venido de lejos.
Sus
discípulos le respondieron: ¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí en
el desierto?
Él les
preguntaba: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos le respondieron: Siete.
Entonces
él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y
dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los
sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente.
Tenían también
unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó
que también los sirvieran.
Comieron
y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas.
Fueron
unos 4.000; y Jesús los despidió.
Subió
a continuación a la barca con sus discípulos y se fue a la región de
Dalmanutá.
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El anterior Texto
analizado de una manera somera simplemente se constituye en ejemplo de las
implicaciones de este tipo de exegesis fundamentado en la hermenéutica acuñada
por la Iglesia. Es una manera de
garantizar la interpretación desprovista de intereses o concepciones personales
que pueden terminar dañando la realidad espiritual de quienes entran en
contacto con los mismos.
***Los
Santos Padres utilizaron los métodos filológico y alegórico.
Hoy se utilizan los métodos diacrónico (aquellos
que estudian el texto sagrado en su proceso de formación) y sincrónicos (aquellos que estudian el
texto sagrado en cuanto tal). El método
Filológico busca apegarse a la realidad en la fueron “paridos” los Textos por sus autores teniendo presente el medio o
entorno cultural de su elaboración. Me parecen supremamente interesantes los
métodos modernos del estudio de las Sagradas Escrituras, miremos brevemente su
forma: La crítica textual: es la
ciencia que trata de reconstruir a partir de los manuscritos disponibles el
texto original de la Sagrada Escritura.
a)
La crítica textual: Nos permite corregir posibles cambios por parte de los
copistas.
b) La crítica literaria: A su vez, echa
mano de las fuentes literarias que analizan los textos bíblicos para detectar y
reconstruir eventuales fuentes utilizadas en la formación de la sagrada
Escritura, evidenciando las acentuaciones teológicas y el ambiente vital.
También echa mano de los géneros literarios, ya explicados anteriormente.
c) La crítica de las tradiciones: Trata de
detectar la prehistoria oral de tales textos, buscando descubrir las
modificaciones que los textos, originalmente en circulación bajo forma de
perícopas aisladas, han sufrido en el curso de la transmisión oral. Igualmente,
pretende descubrir el grupo transmisor responsable de eventuales
reelaboraciones ya en el estadio de la tradición oral.
d) La crítica de la redacción: Se propone
reconstruir el proceso de redacción y el papel del redactor. Se ha de estudiar
en qué modo ha adquirido el texto su forma definitiva, cuál era el material a
disposición del redactor, qué punto de vista le ha guiado en la selección,
reelaboración y sistematización del material, qué elementos añade, a qué lectores se dirige.
e) La crítica histórica: Tiene por objeto
unir las afirmaciones de un texto con la realidad histórica. Trata de aclarar
la relación entre texto y evento, el paso del hecho histórico al texto escrito.
No siendo la Biblia un texto primariamente de carácter histórico, sino
testimonio de Fe, no proporciona todas las informaciones que un historiador
desearía. Sin embargo, permiten trazar una imagen históricamente cierta de los
hechos.
***
Método
sincrónico: Es aquel que analiza el
texto, no en su fase de formación, sino en su existencia definitiva
a) El análisis retórico: se limita a
analizar los discursos que se encuentran en la Biblia. Esos discursos son
analizados según las partes del discurso en la retórica clásica: exordio,
narración, demostración, refutación y epílogo.
b) El análisis narrativo: estudia
únicamente los textos narrativos de la Biblia, que son la mayoría. La narración
consta de estos elementos: protagonista, antagonista y los comparsas; acción,
nudo y desenlace; circunstancias del relato: lugar, tiempo y orden de la
acción. Tratándose de un relato bíblico,
que es historia de salvación hay que dar el salto al mensaje que se esconde
detrás de esa narración.
c) El análisis semiótico: parte de dos
presupuestos: Leer e interpretar un texto es descubrir y establecer las varias
relaciones existentes entre los elementos del mismo texto; las relaciones fundamentales de cualquier
texto son la oposición o la equivalencia. La oposición se aprecia sobre todo en
los términos antitéticos:
muerte-vida, frío-calor, luz-oscuridad. Enfermarse-curarse, viejo-nuevo, unir-separar, etc. La
equivalencia se descubre principalmente en los sinónimos: querer-amar;
soplar-alentar, templo-santuario, etc.
Todos
los métodos son buenos y aprovechables si respetan la letra y el espíritu del
Texto Sagrado de Tradición. Cada método aporta su contribución
específica a la comprensión de la Biblia y todos ellos llevan a una creciente
maduración de la Fe de los creyentes.
REFLEXIÓN PERSONAL.
Las Sagradas Escrituras
son el alimento de todas las facetas o dimensiones de la vida del bautizado
Episcopal, no es solamente una cuestión de estudio sistemático de la Biblia
sino de verdadera configuración personal con su Palabra. Es desde luego un
deber real de todos nosotros tanto su lectura como meditación e investigación,
buscando así actualizar y amarrar nuestras explicitaciones bajo la lupa amorosa
de la Iglesia cuyo Magisterio dictamina la exegesis y su hermenéutica. Nosotros vivimos una Tradición viva, que se
construye unida a la historia y sus enseñanzas, cada clérigo se convierte unido
a los feligreses en guardianes celosos de la verdad revelada y contenida en
cada capítulo y versículo del Texto Sagrado de Tradición. Los santos PP. La
consideraron siempre más allá de las líneas y libros, le dieron personalidad y
existencia tanto en el creyente como en el colectivo de la Iglesia. Hoy no es
posible definir a Cristo sin conocer y amar los contenidos del Evangelio. No es
posible suponer una relación con el Dios revelado sino conocemos precisamente
esa maravillosa fuente de revelación llamada Sagradas Escrituras. Hoy debemos
hacer un compromiso que implique la
Promoción de nuestras acciones y vida de Fe, así como nuestra espiritualidad
unida a la Biblia. La educación y formación en Sagradas Escrituras debe ser un
renglón determinante en la vida congregacional así como la consecución del
Texto Sagrado de Tradición para nuestros distintos estudios. La Biblia posee
una gracia muy especial y es precisamente que ella revela lo que es y se
entiende esta revelación en sí misma y en sus palabras contenidas. No necesitamos de otros textos para
meditarla y crecer con sus enseñanzas. Pero la Iglesia tiene el deber de investigarla, comentarla y vivirla. Es la disposición de Dios al emplear
instrumentos humanos y por ende hablarnos en figuras y contenidos netamente
naturales para nosotros. La Espiritualización de la Biblia asegura que su
contenido sea aplicable en toda condición de vida. Nunca olvidemos hermanos que
no es posible investigar alguno de sus pasajes sin relacionarlo salvíficamente
con los demás contenidos… Dios nos conceda la Gracia de amar, investigar y
difundir su Palabra entre quienes nos rodean.
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