TERCERA PARTE… SOTERIOLOGÍA Y DEFINICIONES CRISTOLÓGICAS
EN LA IGLESIA.
La doctrina sobre la
Salvación desarrolló una carrera
ascendente en la vida de la Iglesia que inicia en la primitiva y culmina
especialmente con los tratados cristológicos de los siglos V y VI. Esta
aseveración no implica que incluso durante la Escolástica se profundizaran
conceptos como la Sustitución, la
Regeneración, la Gracia, la Generación entre otros, es bueno que comencemos
esta reflexión con sus antecedentes que remontaremos hasta la Cristología
Agustiniana del Siglo V:
·
Agustín se adelanta a Éfeso (431) y
calcedonia (451) respectivamente al asumir que en Cristo existían dos
naturalezas o Substancias, que es Dios y
Hombre pero solo hay en Él Persona Divina (Segunda Persona de la SS. Trinidad).
Que en su argumento Cristológico admite que solo Cristo tenía la potestad de
rescatarnos de las garras del pecado y la muerte.
·
El
hombre no puede querer si Dios no le asiste en su querer. Hiponense.
·
La perspectiva de su Eclesiología entronca
con la acción salvífica del Señor, afirma el Hiponense, que los seres humanos
rescatados y en Gracia confirman una comunidad nueva que es la Madre Iglesia.
·
Ningún
ser humano se puede realizar fuera de la Gracia.
·
La visión eclesiológica de Agustín
revolucionó la concepción salvífica predicada por la Iglesia y que ha llegado
con toda su fuerza a nuestro tiempo, es sin duda la afirmación moderna sobre la
Salvación unida a la Iglesia que tiene
raíz en los santos PP. y que explicamos desde la perspectiva de la
Soteriología no Unitaria del Hiponense: Salus extra ecclesiam non est. “Fuera
de la Iglesia no hay Salvación” de entrada nos parece absurda tal afirmación
pero si la remitimos a la realidad eclesial que vivimos encontramos un nexo de
veracidad con el Dios Encarnado y su propósito de salvación por medio del
conocimiento y vivencia de su Palabra. La Gracia es total y totalizante y la
concepción eclesiológica de esta Comunión es particularmente Universalista ya
que afirmamos que todo ser humano es parte de la Iglesia y la Salvación está
puesta para todas y todos, pero ese estar “puesta” implica la vivencia de sus
conceptos. No es simplemente dejar fuera a una persona implica des-configurar la
Voluntad de Dios para que todos los seres humanos se salven como también
renunciar explícitamente a esa oferta amorosa de Dios. Es renunciar a la Apostolicidad, Unidad,
Catolicidad de la Iglesia como familia de bautizados. Por otro lado la
oportunidad de Dios permanece activa aun
en quienes no creen o no le buscan se
llama por definición Bona Fide equivale
al actuar de “buena voluntad” y quienes así obran sin duda se unen a la Iglesia
Invisible que no vive los preceptos evangélicos. Lo fundamental es la vivencia
y no se trata solo de asumir que la salvación es una realidad Ontológica como
tal sino vivirlo así y construir el edificio de la Fe que fundamenta nuestra
vocación a la santidad y por ende como respuesta afirmativa a la salvación.
·
La Antropología
Agustiniana implica la aceptación de la realidad salvífica presente en la
vida cotidiana y en todo lo que el ser humano crea o fundamenta. Es la visión
de la existencia desde la connotación de la Gracia como recurso de vida y
trascendencia. Es antropizar la creación sin dejar por ello de verla santa y
perfecta y aún más comprometernos con su expresión universal de vida y conservación. Es ver en el otro
las huellas de Dios como Vestigia de su Gracia y perfección. Es
desde esta postura la Historia una serie de sucesos en espiral que se repiten
cada tiempo según las tendencias de nuestras acciones o re-descubrimiento de
sus principios. La Antropología Agustiniana es ante toda definición una Antropología de la Gracia y la Redención
sin que mengue la posibilidad de Espiritualizar sus conceptos o encadenar la
voluntad humana, somos en la concepción agustiniana totalmente libres y eso
implica la presencia Ontológica de la Gracia.
·
No negamos el acontecer histórico de la
creación y particularmente del humano pero la Gracia hace de la historia una
experiencia metafísica y Ontológica al transformar con su influjo las
estructuras tanto humanas como creadas. Agustín nos habla de la Predestinación y no está sujetando las
voluntades de Dios y el ser humano, está por el contrario afirmando el poder
soberano de Dios y la necesidad de la voluntad salvífica en el ser humano. Es
como decir que al deseo amoroso de Dios
por nuestra salvación debemos unir el deseo personal y comunitario de
salvarnos. Recordemos una vez más el axioma de los santos PP. La Gracia supone Naturaleza.
·
El Hiponense adelanta su reflexión al
menos 1500 años y la trae al presente de
nuestra eclesiología. La Omni-causalidad
que expresa en su definición sobre la Gracia deja muy claro para nosotros
que la Gracia actúa sobre toda estructura tanto intelectual como emocional y de
la misma voluntad del ser humano. No implica encadenar la Gracia y ponerla al
servicio de todos aunque sea rechazada por alguien en su expresión de vida.
Agustín piensa en la necesidad de su Universalidad y la forma como esta informa
la libertad y la potencia. No limitamos la Voluntad salvífica de Dios por el
contrario afirmamos su Soberanía. Sin duda en esta doctrina el Hiponense fue malinterpretado
y se asumieron concepciones que no se compadecen de su pensamiento realmente.
LA
ALTA ESCOLÁSTICA.
Este
periodo fue importante por la inclusión sistemática de la filosofía
aristotélica y el surgimiento de otro grande como lo fue Santo Tomás de Aquino
cuyo pensamiento y gran capacidad de adaptabilidad cambio para bien la
concepción filosófica y teológica sufrida durante el Oscurantismo. El
pensamiento revelado fue alimentado definitivamente por la especulación y la
reflexión de componente académico y por ende intelectual. La disciplina
racional tomó forma hasta convertirse en punta de lanza del Renacimiento. Mientras que la antigua
doctrina del Hiponense sobre la Iluminación sistemáticamente fue abrazada y en
algo modificada por la abstracción de las ideas aristotélicas, nos permiten ver
con claridad como la racionalidad conceptual y el discernir académico alimentó la doctrina eclesial al
punto de desarrollar unos postulados que antropizaron la concepción
salvífica unida al mundo pensado y
dialécticamente percibido por la acción propia del Movimiento y la
existencia de la Materia y el Tiempo. Aristóteles dio luz sobre los Motores Inmóviles que mueven todo y a su
vez son movidos por el primer Motor Inmóvil que nada lo mueve. Es un
principio de Causalidad que se hace presente en la Creación y en la vida sin
depender de la existencia misma de la voluntad del ser humano en la cuestión
salvífica. La doctrina de la Abstracción
aristotélica y Tomista fue
unificando diría en lo personal de forma
involuntaria la doctrina Agustiniana de la Iluminación
(la obligó en su escuela a replantear procedimientos) y en este escenario aparece
san Buenaventura (Seráfico). Antes de entrar en la escuela Agustiniana es
importante que consideramos a Averroes científico y filósofo comentarista de las
obras de Aristóteles que vivió en el Siglo XII de origen Musulmán. Su
pensamiento influyó en Tomás de Aquino desde la perspectiva de una filosofía
que se daba en el ámbito de la absoluta independencia conceptual y en el
descubrimiento de las bondades del mundo físico. Primando la Física sobre las
matemáticas. Investigó la Anatomía humana particularmente el Cerebro. Lo que
más interesa en esta reflexión es su filosofía la que trataremos de explicar
según sea la naturaleza y relación con la Escolástica Tomista:
·
El intelecto es cambiante en este autor al
punto de recocer cuatro momentos del mismo: Material, Habitual, Agente y
Formal. El primero corresponde al
Receptivo, el segundo permite concebirlo todo ya que amplia dramáticamente la
capacidad del conocimiento y por ende del análisis conceptual. El tercero,
corresponde a la Causa Eficiente que nos permite ampliar el conocimiento de los
objetos y los seres, el tercero y el cuarto son lo mismo como Causa Formal del
conocimiento, logrando así la unión del ser humano con el intelecto. Esta unión
es sustancialmente necesaria porque asegura así la verdad y contenido de la
reflexión y el poder de conocer cuánto nos rodea. Asume
que la ciencia formalmente se debe unir y adecuar a la realidad concreta y
particular porque según Averroes no puede existir conocimiento directo de los
Universales. Sobre esta posición preferimos asegurar con el Hiponense que si
bien no podemos conocer los Universales desde su origen sabemos que están
presente en la mente de Dios no como Pre-existentes sino pensados por Dios. El
Sujeto como base del conocimiento reconoce el Intelectivo y los procesos por medio de los cuales se
desarrolla el conocer y su dinámica relacional con el objeto conocido en el
ámbito de la realidad generada o asimilada. Todos estos procesos no se dan
–según Averroes- fuera del alma. Esta teoría del conocimiento la ubica en gran
medida en el Cerebro donde se originan algunas percepciones de las potencias racionales
como la memoria o la voluntad. Su Epistemología posee en si un principio
Ontológico al convertir la habilidad o facultad del pensamiento en el causante
de la concreción de la persona humana, es decir, por el pensamiento somos seres
humanos.
·
SAN
BUENAVENTURA… Su pensamiento eminentemente actualizó la
Escuela Agustiniana y de paso como es natural en su época coincide en algunos
fundamentos con el Angélico (Tomás de Aquino). La mente del ser humano está
inclinada a la verdad que se constituye
en Causa del ser: Padre posee la razón
del entender al Hijo y el Espíritu Santo en orden del vivir. Por el proceso
el conocimiento del Alma designa tres formas de elaborarlo: La esencia, figura
y naturaleza. En cuanto a la primera supone lo que no es la naturaleza y el
error mismo. La segunda corresponde a la división de lo universal y lo
particular, ya que la concepción del
alma es universal. La tercera toca el cuestionamiento del Acto como tal que no
añade nada (como accidente) a la potencia (coincide con Tomás de Aquino) en
cuanto a las quididades las hemos señalado en su división. Buenaventura no
insiste en el conocimiento particular de Dios por considerarlo aristotélico, me
refiero al conocimiento como tal de los seres y los Universales.
REFLEXIÓN… Dios
es Espíritu Puro (no admite compuesto alguno) y la verdad soberana (la verdad y su principio
estético llega por medio de la revelación de Dios ya que la verdad humana es
fruto de lo intelectivo iluminado por la Gracia). Ni siquiera podríamos ponerlo
en duda, pues las pruebas más inmediatas de su existencia nos lo han demostrado
como el inteligible supremo y como la Verdad primera. Ahora bien, un ser cuya
esencia misma es conocer, y cuya sustancia es totalmente inteligible, por ser
Espíritu Puro, no puede menos de conocerse a sí mismo (Dios se conoce y se ama
así mismo y la acción de su Voluntad Engendra espiritualmente al Hijo, es
decir, solo Dios comunica la perfección que no es otra cosa que Dios mismo) .
Y, pues es a la vez todo entendimiento y todo inteligible, se conoce
íntegramente, comprendiendo a la vez y en un solo acto, todo cuanto es (Que
bella expresión conocerse en un solo acto ya que no hay potencia en la
perfección de Dios, la potencia obedece a la causalidad y la contingencia de
los seres creados, entre ellos nosotros).
Esforcémonos
ahora por concebir qué relación puede señalarse entre un tal sujeto que conoce
y el acto por el cual él se conoce a sí mismo. Cuando aprehendemos un objeto
exterior, el conocimiento que de él tenemos se añade en cierta manera a nuestro
pensamiento para enriquecerlo y completarlo; empero cuando Dios se conoce, el
acto por el cual él se conoce es idéntico al sujeto cognoscente, puesto que la
esencia divina es precisamente conocer, y es además idéntico al objeto
conocido, ya que este acto aprehende totalmente el objeto. Se origina, pues, de
este caso único una relación a la que ninguna otra se puede comparar: un sujeto
que piensa y se refleja de alguna manera, pero íntegra y adecuadamente, en el
acto por el cual se piensa (Aquí Buenaventura nos ilustra sobre el atributo
desprovisto de accidente alguno y sobre la forma como Dios se entrega a sí
mismo. El donarse siempre es el Engendrar al Hijo ya que Dios es Padre en el
Hijo y se aman en el Dios Espíritu Santo, recordemos la máxima, Dios se ama así
mismo y solo puede darse plenamente así mismo). El conocimiento que de sí mismo
tiene puede recibir legítimamente el nombre de semejanza, pues lo representa
tal como es, pero esta semejanza es de un tipo único, ya que de hecho es
idéntica a su modelo (Dios se piensa, se ama y se conoce). A diferencia de las
demás semejanzas que nos da la experiencia cotidiana, ésta no se distingue
absolutamente en nada del sujeto que reproduce e imita; en nada, salvo que la
presenta a sí misma, y en cierta manera la pone ante sí; semejanza adecuada por
cuanto es la totalidad de lo que representa, pero sólo semejanza, pues nace de
Dios, de Él saca su contenido, y de Él se distingue en cuanto que Él es posible
y necesario, para constituir otro Él. Esta semejanza, así llevada hasta el
extremo límite, más allá del cual sólo sería identidad, es por tanto la esencia
misma de la similitud, la semejanza en sí misma, aquello cuya naturaleza toda
consiste en asemejarse; respecto de Dios, es Dios; tomando de Él su origen,
expresa todo lo que Él es, sabe y puede: es el VERBO.
Este
es un aporte fundamental a nuestra Soteriología actual, solo el Verbo eterno
conoce junto con el Espíritu Santo porque estamos hablando de la personalidad
de las Divinas Personas que son una única Esencia y eso no admite inclusión
distinta que el amor que como Única esencia se comunica y es en sí y para sí la
comunicación de las Divinas Personas. No estamos aterrizando en las Ideas
platónicas (mundo de las Ideas) porque
la Inmanencia de Dios no está siendo remitida a la inclusión de arquetipos como
en la generación de los Moldes platónicos. Claro está que el Seráfico se
desliga e introduce las Razones
Seminales. Dios conoce todas las cosas y sus razones de forma individual y el
conocer sobre el pecado no implica que dios mismo la haya generado, este
conocer de las ideas no es otra cosa que la fundamentación de su Omnisciencia
(doctrina Agustiniana). Siguiendo al Hiponense entramos en la esfera de las
verdades reveladas que aunque adquieren la característica Universal son en sí participación
del Plan de Dios por la salvación de la humanidad y tal participación en
nosotros llega por medio de las ideas que se revelan por Voluntad de Dios. Buenaventura
como Agustín ven la claridad del Universo que se transforma con la presencia
histórica de la Gracia al punto de constituir un principio emancipador de la
obra de Dios Creador. En cuanto al Hijo de Dios caminamos con ellos en la
dirección de la necesaria obra de la Redención y ante su carácter necesario
conocemos el Amor de Dios por comunicarla a todos los que ha creado. Estamos en
un camino definitivo que nos lleva a los
pies de Dios, que nos lleva a su presencia y mientras estamos caminando
pensando en la meta a la que hemos sido llamados y de la cual conocimiento
tenemos de la experiencia de amor que cada uno desarrolla en su vida. Para
nuestra reflexión queda el siguiente Texto:
“Consideremos ahora el orden de las
formas tal como la filosofía las encara. Las formas intelectuales y abstractas
son como intermedias entre las razones seminales y las formas ideales. Desde
que las razones seminales se introducen en una materia, engendran allí otras
formas; lo mismo ocurre en lo concerniente a las formas intelectuales que
engendran el Verbo o palabra interior en el pensamiento en que aparecen;
asimismo, pues, las formas ideales no pueden subsistir en Dios sin que el Verbo
sea engendrado por el Padre; sólo así quedan satisfechas las exigencias del
razonamiento, pues semejante fecundidad es ya una dignidad, y si a la creatura
sí, con más derecho se le ha de atribuir al Creador. .”
Las
Razones Seminales… Son los gérmenes
de las cosas presente en la materia amorfa creada por Dios, es decir, hay una
razón intrínseca en todo lo creado por Dios y solo su mente da la razón a todo cuanto existe, una vez más
recuerdo los Universales. Las razones seminales son portadoras de la Historia
que las cosas creadas desarrollaran en el tiempo presente y futuro sin
desconocer la relación vital con el pasado. Estas “semillas” expresan la perfección de la
potencia que hay en ellas y como estamos hablando de potencia su desarrollo no
está determinado simplemente por una línea de tiempo. Pero si miramos a la otra margen encontramos
que el Tomismo argumenta sobre la perfección de los seres una vía
un tanto distinta a la Agustiniana y se vale de un principio particular y
singular de la forma como los seres se aproximan a la perfección y que para el
Angélico obedece a la cercanía con Dios y en esa vía es posible acentuar la
concepción de una jerarquía de los vivientes. El conocimiento se abstrae camino
a la perfección, es sin duda el punto focal del pensamiento Tomista y antes
interpretado por Averroes y ambos alimentados por el aristotelismo. El
abstraerse como “teoría del conocimiento” nos genera también un problema
epistemológico al aterrizar sus conceptos en un ejercicio intuitivo más que
nada. El ver y analizar la fenomenología de la naturaleza es un principio de
teología natural en el Hiponense y no así en Tomás de Aquino… La Escolástica la
visualizamos como una “Panoplia” compuesta por muchas definiciones heterogéneas
que incluso llegan hasta el Siglo XX, la Escolástica no muere con Tomás de
Aquino ella se introduce en las estructuras de pensamiento moderno y contemporáneo.
Para conocer la Metodología de la
Escolástica en sus enunciados estoy señalando la conveniencia de este Texto
citado:
“EL MÉTODO ESCOLÁSTICO… Aparece ya sustancialmente constituido en Abelardo
(español el Siglo XI, de gran espíritu controversista) (v.). Consiste,
esquemáticamente, en la contraposición, ante cualquier problema, de las
diferentes soluciones dadas al mismo, en especial de las ofrecidas por las
«autoridades». El profesor defiende luego su solución, y, finalmente, aclara el
sentido de las soluciones expuestas al principio, para, sin contradecir a las
autoridades reconocidas, hacer congruentes sus palabras con la solución
defendida. El método pone de manifiesto con toda claridad el respeto a las
autoridades, pero también la capacidad de maniobra reconocida y aceptada en las
escuelas, y luego en las universidades, a sus maestros para utilizar -pro domo
sua- los textos de aquellas autoridades.”
EL PROBLEMA CRISTOLÓGICO A PARTIR DE LA ESCOLÁSTICA.
La
cuestión expresada en la Escolástica
sobre la elaboración de nuestra doctrina Cristo-céntrica, presenta una
dificultad expresamente contemplada en las reflexiones de sus tratados. Hoy se
dificulta la exposición de índole antropológica sobre la presencia e inclusión
de Cristo en la vida y relaciones de la SS. Trinidad. La Fe presupone al ser
humano y es fundamental la vitalidad de esta relación que por demás es un
ingrediente antropológico de la discusión presente. No es tan sencillo hablar
de Dios y este como Hombre en una cultura antropizada que persigue otros
ideales y cuya consecución gasta todos los presupuestos de la humanidad entre
ellos la Esperanza. Es una paradoja que la perfección de la humanidad defendida
por tantos tenga su culmen en lo que muchos rechazan, la divinización gratis
que nos ofrece Dios. No vemos fácilmente tan solo un segmento de nuestras vidas
que no esté cubierto por la perfección del Dios Encarnado. Como tampoco ignoró algo de la existencia de la humanidad que el
resucitado no haya presentado glorioso al Padre Dios. No es posible desligar el
ejercicio antropológico de la experiencia de Fe del bautizado. Dios no nos está
sacando del mundo puesto que el mismo
afirmó en el capítulo 17 de Juan “ellos
no son del mundo” el no ser del mundo ya nos deja en la perspectiva de una
realidad que se yuxtapone al mundo en cuanto a sus intereses y fundamentos. Recordemos
el Libro del Éxodo donde Dios se revela todo lleno de Esperanza y como
permanece fiel muy a pesar de las
acciones del pueblo hebreo, pues de esta forma Dios no niega su predilección
por la humanidad y el ofrecimiento de la Salvación total y totalizante. Dios camina a nuestro lado y
ese caminar no se interrumpe aunque el pecado distancie sus pasos de los nuestros
siempre nos espera a la vera del camino. No podemos dejar de pensar en aquellos
que caminaban a Emaús.
El
ser humano que vive su Fe a plenitud rechaza determinante y categóricamente al
pecado como forma de sus acciones o fundamento de su experiencia relacional con
los demás. Quienes dan crédito al Evangelio y viven sus enseñanzas bien pueden
hablar con total propiedad de una especie de “metafísica del amor” donde el fin
último de su ser y de sus propiedades como existencia es el amor y la
perfección del que ama y resucita de entre los muertos. A Cristo le reconocemos
como a nuestro Señor, el vencedor de la muerte y el liberador de nuestro ser. Una
vez más se hace casi imposible argumentar una dinámica Soteriológica donde
Cristo no es la razón esencial de ser y vivir. El Ethos del bautizado es una nueva y definitiva categoría de
pensamiento y de obras no condicionadas por el mundo y su hostilidad. Es el
paso esencial para la construcción de un entorno sano y equilibrado
verdaderamente liberado del pecado y su alienación.
·
ETHOS POLÍTICO- Luchando contra el sistema de corrupción que es el
mayor causante de violencia colateral en nuestras sociedades. Entra en este
margen tanto la pobreza como la ignorancia y mala o nula prestación y defensa
de los Derechos Fundamentales del ciudadano.
·
ETHOS
CULTURAL- Es lamentable como los valores culturales endémicos son vendidos e
incorporados bajo otros principios, y la moda que cada día desplaza lo propio
generando un gran vacío cultural. Donde las formas de violencia hacen su
entrada en los sectores sociales de la Nación. La gente habla otros idiomas
pero desconoce que es “Gramática Castellana”.
·
EL
ETHOS SENSUAL… Se mueve bajo la primicia de que todo es
operable y que los fundamentos estéticos variaron al punto que lo natural choca
y es más apetecido lo plástico o artificial. Se habla de “metro-sexuales” para
decir con una serie de eufemismos bien elaborados que la diferencia entre ellas
y ellos es solo cuestión de moda la misma que no reconoce género o edad. Este
tipo de Ethos se encuentra marcado ostensiblemente en el momento cultural que
busca identidad o fundamentos para afirmarse concretamente.
·
ETHOS
RELIGIOSO… Finalizando el Siglo anterior (XX)
surgieron una serie de concepciones eclesiales que robaron protagonismo a las
tradicionales, veo igualmente una expresión del Post-modernismo que en nuestro
medio “mutó” al punto de elaborar toda una serie de estructuras de índole
netamente antropológica. Mostrando un “Dios emoción” que pese a que el creyente
este verdaderamente poseído de un espíritu de Hilaridad no es del todo feliz.
No hay respuesta plena y autoritaria-mente satisfactoria. Hoy la Misión reclama
servicios y concesiones útiles a las personas y su entorno. La Palabra debe mejorar las condiciones de
Auto-valoración y Promoción de la persona.
AFIRMACIONES
CRISTOLÓGICAS.
|
CITAS BÍBLICAS.
|
|
|
La
elección y predestinación eternas de
|
Efesios
1:3-7
|
Jesucristo
el Hijo de Dios.
|
1
Pedro 1,20
|
|
|
La
Kénosis
|
Filipenses
2:6-11
|
|
|
Presencia
de Cristo en figura en el
|
1
Corintios 10:1-4
|
Pueblo
de Israel
|
Juan
1,30
|
|
|
Como
Mediador
|
Colosenses
1,15 ss.
|
|
1
Corintios 8,6
|
|
Juan
1:1-3
|
|
Hebreos 1,2 ss.
|
|
|
Jesucristo
y su Primado cósmico
|
Colosenses
1,15 ss.
|
|
1
Corintios 8,6
|
|
Juan
1,2
|
|
|
Sumisión
de las potestades malas
|
Filipenses
2,10
|
|
Colosenses
1:16-20
|
|
|
La
realidad que subyace en nuestra Fe es determinante para nuestra reflexión,
estamos relacionados con la realidad espiritual que trasciende y a la vez, su
problema es nuestra certeza (fenomenología de nuestra espiritualidad) no es fácil para quienes no poseen una
experiencia de vida con el Resucitado integrarse a esta dinámica de
conocimiento y certeza revelados. Jesús es el Cristo así lo enseña la Iglesia… Continuaremos en la Cuarta parte.
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