DÉCIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. Año A. Propia 14. Génesis capítulo 37 versículos
1-4, 12-28. Romanos capítulo 10 versículos 5-15. Salmo 105:1-6, 16-22,45b.
Mateo capítulo 14 versículos 22-33.
Una vez más la pedagogía de
Dios se manifiesta en la vida de los seres humanos. La historia de José el hijo
menor de Jacob es clara muestra de esta afirmación. José era un adolescente, el
hijo de la ancianidad de Jacob, según el Autor Inspirado lo quería más que a
sus otros hermanos que había tenido con
sus esposas. Esta relación de Clan generaba problemas de convivencia y sobre
todo de herencias entre los hijos del Patriarca. La Providencia de Dios la podemos leer a lo largo de estos sucesos y comprobar
como Dios tuerce los planes del ser humano para su propio bien. El Señor hizo
de una acción incorrecta un suceso salvífico para los años venideros. En últimas
José terminará salvando a su familia y perdonando la actitud desnaturalizada de
sus hermanos por parte de padre. La interpretación de Fe de estas escenas
supera la crudeza de las mismas. Es bueno señalar que durante la gran parte de
estos relatos no se presenta la intervención de Dios con fuerza solo lo hará
una vez intervengan sus familiares por segunda ocasión. Los planes de Dios no se miden bajo los conceptos de nuestra cronología sino
bajo el signo de madures en nuestra convivencia y espiritualidad. No es posible
que la intervención de Dios sea motivada por acontecimientos puntuales dado que
dios salva al ser humano en su propósito de vida y no en situaciones amañadas.
El confiar en dios es la base de nuestra aceptación de su Voluntad. Quién no confía
en Dios como podrá aceptar sus designios, es una máxima que rige el Universo de
nuestra Fe. José vivió y desempeñó una
función muy importante en el rescate de Israel sentando en Egipto las bases de
su supervivencia, la misma que siglos después madurará bajo la guía de Moisés.
El Apóstol Pablo en su
carta a los Romanos nos presenta la continuación de la historia de José pero
potenciada en otro plano por la presencia de Moisés y la Ley. El espíritu de la
Ley era seguido por circuncisos que bajo las ordenanzas del Deuteronomio (9,4 y
30,12ss) las profesaban en cada hábito y
rutina de sus vidas. La justicia proviene de la Fe y es el corazón el símbolo de
ese depósito tan importante para el creyente, es decir, solo el amor es la
fuerza que equipara la Ley y le da su absoluto cumplimiento. La expresión sobre
el cumplimiento concienzudo de la Ley encuentra a Moisés como modelo y a Jonás
aquel hombre en el vientre de un pez que ascendió hasta quedar libre. Moisés
baja del monte portando la Ley y Jonás sube de las profundidades de la confusión
para encontrar su verdadera libertad… El creer en el Señor es signo de la
aceptación en el corazón del creyente pero que esa aceptación deberá reflejarla
en la profesión de Fe que hará en el santo Bautismo. La Palabra de Dios ilumina
el caminar del bautizado que a diferencia de Israel decide aceptar su influjo y
transformar su vida según las enseñanzas del Evangelio. Que nuestra Fe exterior la que proclamamos en el Credo sea la base de
nuestro bautismo y su profesión interior. Pablo identifica este Sacramento
con la “Nueva Vida” y a quienes son bautizados los llama Consagrados a Cristo, es pues la centralidad de su mensaje en medio
de una comunidad Cosmopolita y saturada de sus corrientes politeístas.
El Evangelio Mateano nos
ofrece una escena bien particular en las manifestaciones de poder por parte del
Señor que “camina sobre las aguas”… Pero antes Jesús había multiplicado panes y peces (línea de tiempo en Mateo) Las
indicaciones sobre la oración son determinantes y siempre perentorias a las
manifestaciones sobrenaturales por parte del Señor, su oración tiene la
finalidad en primer lugar de mantener los vínculos con el Padre y en segunda
instancia de presentar un modelo a sus discípulos y amigos. La oración marcará
este tipo de fenómenos revelados a sus amigos. Pedro deseoso de hacer lo mismo pide ir en pos de su Maestro
pero las fuerzas de su Fe le fallan. Muchas veces el ser humano se sorprende de
los prodigios que otras personas hacen en sus vidas, de sus historias de
superación, de su éxito en los negocios, de sus carismas, pero olvidan que
ellos pueden ser también héroes en capacidad de modificar tanto sus vidas como
su entorno saneando sus relaciones y encuentros con los demás.
Pedro no puede continuar
porque su corazón flaqueó. El Mar de Galilea es relativamente pequeño posee una
extensión en Kilómetros Cuadrados de 165 y 53 Kilómetros de Longitud, 209
Metros bajo en nivel del Mar, Agua dulce.
Los pescadores se agrupaban en pequeñas cooperativas para pagar el derecho a
pescar y vender lo pescado. Recordemos que el Señor llamó a algunos de sus discípulos cuando estaban reunidos en
esta faena. Retomando la reflexión apartándonos de estos datos históricos para
nuestro contexto diremos que las manifestaciones del Señor son positivamente
orientadas hacia el fortalecimiento de su Autoridad y Ministerio pero todo debe
ser asumido como experiencia de Fe por ellos sus testigos, y para nosotros escuchas y
lectores de su Palabra… El caminar sobre las aguas es simplemente un suceso que
se enmarca en una gran manifestación del amor de Dios por los suyos, es decir,
por todos nosotros. Nos afirma que no hay nada que no pueda realizar quien verdaderamente
confía en su poder. Sin Fe no hay conocimiento o experiencia con el resucitado
que transforme vidas y mueva conciencias.
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