miércoles, 9 de agosto de 2017

DÉCIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS...

DÉCIMO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. Año A. Propia 14. Génesis capítulo 37 versículos 1-4, 12-28. Romanos capítulo 10 versículos 5-15. Salmo 105:1-6, 16-22,45b. Mateo capítulo 14 versículos 22-33.



Una vez más la pedagogía de Dios se manifiesta en la vida de los seres humanos. La historia de José el hijo menor de Jacob es clara muestra de esta afirmación. José era un adolescente, el hijo de la ancianidad de Jacob, según el Autor Inspirado lo quería más que a sus otros hermanos  que había tenido con sus  esposas. Esta relación de Clan  generaba problemas de convivencia y sobre todo de herencias entre los hijos del Patriarca. La Providencia de Dios la podemos leer a lo largo de estos sucesos y comprobar como Dios tuerce los planes del ser humano para su propio bien. El Señor hizo de una acción incorrecta un suceso salvífico para los años venideros. En últimas José terminará salvando a su familia y perdonando la actitud desnaturalizada de sus hermanos por parte de padre. La interpretación de Fe de estas escenas supera la crudeza de las mismas. Es bueno señalar que durante la gran parte de estos relatos no se presenta la intervención de Dios con fuerza solo lo hará una vez intervengan sus familiares por segunda ocasión.  Los planes de Dios no se miden  bajo los conceptos de nuestra cronología sino bajo el signo de madures en nuestra convivencia y espiritualidad. No es posible que la intervención de Dios sea motivada por acontecimientos puntuales dado que dios salva al ser humano en su propósito de vida y no en situaciones amañadas. El confiar en dios es la base de nuestra aceptación de su Voluntad. Quién no confía en Dios como podrá aceptar sus designios, es una máxima que rige el Universo de nuestra Fe.  José vivió y desempeñó una función muy importante en el rescate de Israel sentando en Egipto las bases de su supervivencia, la misma que siglos después madurará bajo la guía de Moisés.   

El Apóstol Pablo en su carta a los Romanos nos presenta la continuación de la historia de José pero potenciada en otro plano por la presencia de Moisés y la Ley. El espíritu de la Ley era seguido por circuncisos que bajo las ordenanzas del Deuteronomio (9,4 y 30,12ss)  las profesaban en cada hábito y rutina de sus vidas. La justicia proviene de la Fe y es el corazón el símbolo de ese depósito tan importante para el creyente, es decir, solo el amor es la fuerza que equipara la Ley y le da su absoluto cumplimiento. La expresión sobre el cumplimiento concienzudo de la Ley encuentra a Moisés como modelo y a Jonás aquel hombre en el vientre de un pez que ascendió hasta quedar libre. Moisés baja del monte portando la Ley y Jonás sube de las profundidades de la confusión para encontrar su verdadera libertad… El creer en el Señor es signo de la aceptación en el corazón del creyente pero que esa aceptación deberá reflejarla en la profesión de Fe que hará en el santo Bautismo. La Palabra de Dios ilumina el caminar del bautizado que a diferencia de Israel decide aceptar su influjo y transformar su vida según las enseñanzas del Evangelio. Que nuestra Fe exterior la que proclamamos en el Credo sea la base de nuestro bautismo y su profesión interior. Pablo identifica este Sacramento con la “Nueva Vida” y a quienes son bautizados los llama Consagrados a Cristo, es pues la centralidad de su mensaje en medio de una comunidad Cosmopolita y saturada de sus corrientes politeístas.

El Evangelio Mateano nos ofrece una escena bien particular en las manifestaciones de poder por parte del Señor que “camina sobre las aguas”… Pero antes Jesús había multiplicado  panes y peces (línea de tiempo en Mateo) Las indicaciones sobre la oración son determinantes y siempre perentorias a las manifestaciones sobrenaturales por parte del Señor, su oración tiene la finalidad en primer lugar de mantener los vínculos con el Padre y en segunda instancia de presentar un modelo a sus discípulos y amigos. La oración marcará este tipo de fenómenos revelados a sus amigos. Pedro deseoso de  hacer lo mismo pide ir en pos de su Maestro pero las fuerzas de su Fe le fallan. Muchas veces el ser humano se sorprende de los prodigios que otras personas hacen en sus vidas, de sus historias de superación, de su éxito en los negocios, de sus carismas, pero olvidan que ellos pueden ser también héroes en capacidad de modificar tanto sus vidas como su entorno saneando sus relaciones y encuentros con los demás.


Pedro no puede continuar porque su corazón flaqueó. El Mar de Galilea es relativamente pequeño posee una extensión en Kilómetros Cuadrados de 165 y 53 Kilómetros de Longitud, 209 Metros bajo en nivel del Mar,  Agua dulce. Los pescadores se agrupaban en pequeñas cooperativas para pagar el derecho a pescar y vender lo pescado. Recordemos que el Señor llamó a algunos  de sus discípulos cuando estaban reunidos en esta faena. Retomando la reflexión apartándonos de estos datos históricos para nuestro contexto diremos que las manifestaciones del Señor son positivamente orientadas hacia el fortalecimiento de su Autoridad y Ministerio pero todo debe ser asumido como experiencia de Fe por ellos  sus testigos, y para nosotros escuchas y lectores de su Palabra… El caminar sobre las aguas es simplemente un suceso que se enmarca en una gran manifestación del amor de Dios por los suyos, es decir, por todos nosotros. Nos afirma que no hay nada que no pueda realizar quien verdaderamente confía en su poder. Sin Fe no hay conocimiento o experiencia con el resucitado que transforme vidas y mueva conciencias. 

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