jueves, 10 de agosto de 2017

CUARTA PARTE... SOTERIOLOGÍA Y SU INCLUSIÓN EN LA MODERNIDAD...

CUARTA PARTE… SOTERIOLOGÍA Y SU INCLUSIÓN EN LA MODERNIDAD.



EPISTEMOLOGÍA DE LA CUESTIÓN.



La Soteriología se inserta en la exposición de discursos modernos que cuestionan abiertamente la existencia de lo sobrenatural. Y tales discursos son fundamentalmente argumentaciones de índole netamente antropológica. Si admitimos la existencia de tales discursos también nos queda claro que su relación directa con el conocimiento es más compleja de lo expuesto. Mientras el bautizado cree y conoce siempre desde la perspectiva de su experiencia de Fe con Cristo, quien no, simplemente se apodera de conceptos de índole científico o básicamente de experiencias que delimitamos en el marco teórico de lo intelectivo donde no hay lugar para la intuición. En palabras claras, sería la negación de todo aquello que no sea considerado experiencia sensible…

 Cuando encontramos el surgimiento de un modelo cristiano de vivencia eclesial que solo reconoce lo que percibe desde la potenciación de sus emociones podemos creer que la formación no sea necesaria y que solo basta para lograr una madures en el creyente la oración y la emoción.   La Epistemología que se presenta activa en nuestro Siglo  es fundamentalmente la exposición de los discursos individuales que no necesariamente desarrollan una conexión directa con la Institución eclesial. La Modernidad se caracteriza por el agotamiento de los modelos académicos y sus percepciones, las mismas que llegan incluso a lo eclesial y que decir de la doctrina que lo fundamenta. No podemos dejar a un lado la Formación de nuestro laicado de lo contrario primaría la ausencia de fundamento en la madurez del bautizado y el saneamiento de sus prácticas de Fe coherentes y acordes con el compromiso cristiano. El sensualismo y el materialismo se tomaron por asalto la reflexión y el espíritu trascendente de nuestra antropología.  La consideración de lo trascendente pasó a un segundo plano que muchos confunden con una especie de Vitalismo anacrónico para el momento. El conocer se reemplazó por el especular tan necesario en otro contexto de nuestros estadios de madures espiritual y emocional. Comprendemos que la crisis en general ha profundizado estas concepciones amañadas de la Fe y sus contenidos, pero el cristiano  no puede olvidar que su razón de ser es creer y amar a Cristo en su entorno aunque implique su transformación bajo el postulado de estas verdades de Fe. Recordemos que somos diferentes porque nuestro Dios es diferente, aquí la diferencia es constitutiva de una calidad probada de espiritualización de las enseñanzas de nuestras creencias. 


RELIGIÓN Y MODERNIDAD.


Para distinguir los momentos del presente ensayo deseo señalar las etapas de evolución socio-cultural que asociamos a partir del advenimiento de la Modernidad en la historia humana porque sin duda que la postura antropológica jalonó una concepción distinta de Dios entre las personas y sus necesidades nuevas o al menos más complejas, dejando un poco de largo la dinámica Teo céntrica que imperaba hasta antes del Renacimiento. A parir del surgimiento de estas corrientes de pensamiento nuevas se buscó formalizar la exaltación de la hegemonía y gobierno de la especie humana en la Creación. Las etapas históricas fueron definitivas para contemplar un horizonte nuevo del cual nosotros hacemos parte sin que implique con ello la perdida de nuestra identidad.


EPOCA/ERA.
CRONOLOGÍA/ INICIOS.


Modernidad/ Renacimiento. “Libertad” de la filosofía” cautiva durante el oscurantismo y la Alta como la Baja Edad Media.
Siglo XII en adelante se afirmó con la llegada de los españoles a América. El Renacimiento busca retornar al medio cultural clásico (Roma y Grecia).
Barroco se caracterizó por figuras y arte supremamente cargado y de peso visual.
Siglo XVII origen europeo.
Rococó Decoración y estética asimétrica donde los espacios son ocupados por formas representativas del entorno.
Siglo XVIII origen europeo.
Clasicismo una especie de reminiscencia cultural como su nombre lo indica frente a lo clásico.
Siglo XVIII origen europeo.
Ilustración
Siglo XVIII-XIX recordemos la Independencia de los EE-UU y la Revolución en Francia.
Edad Contemporánea
Siglo XVIII-XIX rompe con los estilos  y conceptos anteriores.
Colonialismo
Siglo XIX-XX como respuesta al sometimiento de potencias como España y Portugal y posteriormente la Colonialismo europeo en África, el Caribe y Oriente.
Post-colonialismo
Conceptos que emanan de las experiencias sobre la intromisión cultural de los años 1980.
Post-modernismo
LO ubicamos en la segunda mitad del Siglo XX es decir, en la década de los 1950. Ante la crisis de los modelos de su época.
Trans-modernismo
En las postrimerías del Siglo XX y vigente en nuestra época. Rechaza el totalitarismo discursivo y la forma como las religiones dominan la conciencia de la persona.  Proponen volver a fundamentar principios menos beligerantes con la vida y la humanidad.






En el presente (Siglo XXI) encontramos muy difícil el tema de la presencia de un Dios revelado y manifestado en la carne con todos los atributos de la humanidad reflejados en su Ser pero con la cualidad de ser pre-existente a la misma humanidad que está encarnando en su vida y situaciones tanto personales como históricas.  Cristo resucitado no está lejos de la realidad de la humanidad, por el contrario, su cercanía nos permite ser llevados a su Reino. Cristo santificó definitivamente la connotación humana de nuestra especie. Vivimos una especie de “Hipostasis” frente al mundo y cuanto sucede en este escenario. Jesús quien caminó entre nosotros y vivió nuestros sueños encarnó perfectamente el ideal de la existencia humana al punto de hacerla digna de estar en la presencia de la SS. Trinidad. Jesús antropiza lo divino y lo constituyó junto a nuestra naturaleza como signo inequívoco de salvación y posterior eternidad… Esa capacidad de antropizar lo sobrenatural no implica mutismo de su esencia o naturaleza, implica Cercanía y Solidaridad. La materia que nos constituye fue creada y santificada por el solo hecho de ser creada y Cristo va más allá la incorpora a su humanidad como unidad esencialmente indisoluble, miremos una definición de Calcedonia (451) inspirada en la Cristología del Hiponense: El Verbo o Segunda Persona de la SS. Trinidad se unió perfectamente a Jesús en el Vientre materno dándose la Hipostasis de la naturaleza humana y la Divina y Persona Divina antes descrita. Según lo anterior la Humanidad de Jesús es incuestionable. La discusión que nos interesa es la fundamentada en la perenne presencia de Cristo en nuestras épocas y como esa presencia se actualiza bajo la visión de la Iglesia y su entorno somático o espacio vital.

La Modernidad con sus cambios creó una cantidad de posibilidades insospechadas para el crecimiento de la humanidad pero conforme fuimos creciendo así mismo la vida se llenó de complicadas fórmulas para direccionar tanto el esfuerzo como el éxito personal que paulatinamente fuimos construyendo barreras de todo tipo que dejaron fuera no solo a otras personas sino también al Dios revelado. El Teo-centrismo fue remplazado por el Antropo-centrismo que en boca de los “materialistas históricos” y posteriormente de los “existencialistas” era necesario desplazar a Dios hasta afirmar su muerte sistemática o alejamiento de la estructura mental humana, lo que implica la ruptura con la trascendencia y la elaboración de un discurso materialista sobre el sentido de la vida y sus manifestaciones. Se aplicó concienzudamente una vieja fórmula (física)  conocida por todos en la actualidad: Dos cuerpos no pueden subsistir en el mismo espacio o lugar… Si tomamos ese argumento y lo transmutamos en la cosa socio-cultural pues el resultado será la vivencia de esquemas y valores que no dejan lugar a la reflexión supra sino exclusivamente a los hallazgos de la razón y la materia.  

La Modernidad desde el Renacimiento está marcada por el advenimiento de escuelas de pensamiento que  con sus valiosos aportes moldearon una conciencia emancipada que hace frente al devenir del mundo y los acontecimientos. Sería injusto hablar de nuestra concepción de Fe sin hacerlo de estas enseñanzas que fueron definitivas para abrir el espectro de nuestro pensamiento. La Escuela Empirista fundamentó sus postulados a partir de la existencia de la experiencia como el conector concreto de nuestros conocimientos y argumentos.  Solo para citar tres ejemplos, Berkeley, David Hume y John Locke, resumiremos su postura en la siguiente sentencia: Todos nuestros conocimientos provienen de la experiencia, si estamos atentos vemos como contradicen la filosofía de Descartes porque este afirmaba la existencia de las ideas innatas en la persona, es decir que nacen con el ser humano, el innatismo hizo carrera y dejó las bases para una especie de materialismo que hizo de la materia la recreación racional de la conciencia humana sobre su propia existencia. Lo interesante de estos empiristas sin duda fue que no dejaron a Dios fuera de su discusión al que paralelamente le reconocen la Causalidad de cuanto existe y en una fórmula que parece aristotélica afirmaron: DIOS---CAUSA…………..HOMBRE--- EFECTO.  La reflexión (Interna) y la externa (Sensación) son las fuentes de su teoría del conocimiento. Las ideas que gobiernan su reflexión  y el análisis de los hechos como acontecimientos determinantes para la estructuración de la Idea, su fenomenología fue materialista. Es sin duda complejo asumir la verdad del Empirismo y particularmente cuando este niega la existencia de las verdades necesarias que como antecedente se manifiestan fuera de la percepción de la inteligencia humana, es como decir que el Universo es finito solo porque las leyes matemáticas lo han demostrado pero que en la praxis no existe posibilidad alguna de comprobar esta teoría del conocimiento.  La ideas necesarias son básicamente lo que los Universales a la doctrina Agustiniana sobre la Creación. La Causalidad paradójicamente  responde a una necesidad universal producto de esta necesidad el Efecto no se hace esperar. Nos aproximamos a la concepción de la Contingencia como principio de movimiento y reacción histórica tanto de los cuerpos  como de las ideas y pensamientos. Un modelo metafísico podría arbitrariamente decirnos que existe una doctrina empirista necesaria y constituida a partir de la perfección e idealización de la experiencia.

Al negar las verdades necesarias es posible también negar todo principio de absolutismo, estamos hablando del Siglo XVIII y XIX pero también percibimos que en el presente hay posturas que bien podrían definirse como  empirismo Post-modernista o Trans-modernista porque asumen la materia y sus procesos  por sobre la potencia de la razón y esta discriminada por la experiencia del creyente. Hoy el empirismo está vivito y en función de sus postulados. La Trans-modernidad rechaza los discursos y doctrinas absolutistas, se oponen a las reuniones de los “países más ricos” pero son ciudadanos de los mismos y viven bajo ese principio de calidad de vida. Es pues a mi entender una señal de empirismo teórico que se transforma en materialismo practico, empleo el término práctico para referirme a la connotación de las acciones que afirman sus contenidos explícitos. Pero según el bueno de Hume todo sucede por habito (repetición) no puede existir el método científico que percibimos formalmente en el Racionalismo porque si no existe un método entonces los hábitos repetitivos forman la percepción de la realidad, aquí si encaja la connotación de las ideas y las sensaciones… Para ligar estos términos y definiciones miremos que sería para el Racionalismo su Epistemología y encontramos que no es otra que la Razón, la misma que se opone a la ausencia de esta en un plano intelectual como sería la irracionalidad. No se opone al empirismo pesar de que este niega la existencia del metido científico en la aprehensión conceptual y lo asume todo desde la perspectiva de la experiencia. Solo para ilustrar sobre el racionalismo cito a uno de los autores alemanes que siempre he leído, estoy hablando de Friedrich Hegel (1770) su Racionalismo es particularmente atractivo a la hora de encajarlo con la historia y el ser humano inmerso en ella, me refiero al  Racionalismo Ontológico que a diferencia del metafísico y sus verdades perceptibles, este sistema de pensamiento se centra en la razón como buen alemán y en la realización del espíritu.  Esta concepción ontológica nos remite obligatoriamente al Ser como eje fundamental de toda exposición y le reconoce al ser humano la centralidad de su existencia y gobierno  de su intelecto y a pesar de lo que muchos podrían creer podemos aterrizarlo en el plano cristiano y nuestra experiencia con el Dios de la vida… Dios Principio sin Principio de donde llegan a nosotros las habilidades y capacidades de la Introspección y el uso consciente de la Inteligencia para descubrir la realidad y constituirla en principio de realización plena, total, y totalizante. Si nos realizamos plenamente se debe a Dios que nos dio la capacidad para pasar del Acto  a la Potencia de nuestras habilidades y reflexiones, en otras palabras de emplear aún más nuestro cerebro. Las ideas del Racionalismo y su fenomenología no explican a satisfacción la realidad pensada y que parte del raciocinio por lo que es factible hablar de Dios como la causa Eficiente de la capacidad tanto racional como de las Substancias  que componen la realidad percibida racionalmente.

 Dios existe y por definición lo conocemos aunque los racionalistas encuentren difícil de asumir sin una plataforma filosófica contundente. Pero en  nuestro orden de ideas la existencia de Dios se constata bajo el fundamento Ontológico y toda su carga subjetiva. Dios es el garante de la Realidad en nuestro mundo y en el conocimiento del mismo aquí nos acercamos a Descartes y reconocemos que el esfuerzo por argumentar la existencia de Dios bajo la primicia Ontológica es posible pero desde una dinámica subjetiva que anuncia que una evidencia crucial bajo el signo de nuestra Fe puede ser desconocida por otra persona de tendencia racionalista.  Dejando a un lado las pretensiones racionalistas por reducir a Dios a un fenómeno cognoscible entramos en el Existencialismo  (Siglo XIX-XX) para continuar nuestra inserción en el mundo contemporáneo es necesario citar a Jean Paul Sartre (1905) su pensamiento despunta los albores de la tercera década del Siglo XX y con ello abre paso a una corriente que tiene antecedentes mucho antes de su aparición, me interesa conectar con la Náusea que centra todo su pensamiento en el método existencial para determinar que la vida se reduce a un accidente donde la Causalidad y las Consecuencias esclavizan al ser humano. La Libertad es vista y experimentada como una “condena”   ya que implica, aun hacer lo que estamos optando y somos presa de esa libertad que no supera las categorías materiales en las que se recrea. Somos libres (desafortunadamente) lo que igual no asegura plenitud alguna.

 La Náusea es la relación de los eventos Identitativos de la existencia con la decadencia que los rodea y/o genera pero que a su vez se materializa en cada acto humano y su condena a ser realizado o ejecutado. La libertad percibida desde la náusea es triste y su presente concreto como tampoco marca de su pasado en la existencia humana. Somos como eyectos al mundo, es decir, arrojados sin la más mínima posibilidad de ser auténticamente realizables como seres en dominio de su propia existencia. Los existencialistas viven un principio ético que se fundamenta en la caducidad de la vida y esta sumida como una total realización en el medio sin la existencia creíble de un mañana o de algún principio liberador cargado de inmortalidad. En este último concepto sin duda la noción de la existencia de Dios no es fundamento alguno para ellos y su corriente de pensamiento. “Arrojados” a la realidad pareciera que desconocen el papel activo del ser racional en la composición o elaboración de su entorno y la responsabilidad con el mismo. Los existencialistas liberan al ser humano del peso y la responsabilidad de la praxis de su propia realidad. Es una forma materialista que denigra de su mismo origen y desconoce el papel de la Conciencia como generadora de conceptos claros de realidad. La Post-modernidad paradójicamente dejó a un lado estas concepciones pesimistas de la existencia humana y se centró en la búsqueda de los conceptos de una humanidad en armonía con su entorno. Los riegos latentes están a la hora de asumir la existencia solo como un modelo renovable de las pretensiones  académicas o culturales como si el ser de nuestra antropología fuera ficticio a la hora y momento de la responsabilidad estructural de la sociedad. Las estructuras culturales se agotaron y cada tiempo sucede igual,  tengamos muy presente que los “nacimientos culturales” reclaman el deceso de los modelos ya existentes.  No podemos dejar de lado la realización de una serie de tópicos para descansar la estructura socio-cultural en principios ideales como son los valores.
La estructuración de un modelo religioso que debe salir de los estrictos conceptos de las personas que congregamos para ser abarcante de índole político, social, cultural, un movimiento que desligue al ser humano de circunscribirse a su entorno y pierda noción de su propia universalidad. Si bien Jesús caminó en medio de sus amigos y discípulos también es cierto que su mirada estaba puesta en la universalidad del componente Nuevo, es decir, del Amor y este concepto materializa cada que entra en contacto con un ser humano. Parte de nuestros retos pastorales es sembrar en nuestros feligreses la “semilla” de la Fe universal en la Iglesia Universal y no solo el segmento conocido culturalmente. La Universalidad de nuestro credo como exposición de contenidos de Fe no se reduce a una Congregación es en sí Universal como las verdades necesarias que expresa. Superando la Angustia existencial de los pensadores del existencialismo.


EL  CRISTO  DE  LA  FE  EN  LA  REALIDAD  QUE  PERCIBIMOS  LOS  EPISCOPALES.


“Muchos pretenden desligar la religión de su identidad como fenómeno de eventos antropológicos y convertirla solo en reunión de acciones loables y de corte sobrenatural. El término “testimonio” que empleamos cada que hay algún tipo de encuentro y reunión busca afirmar los imaginarios sobre la inmediata acción de Dios en la conciencia y vida del bautizado. Digamos que fue la primera consecuencia de Espiritualizar al Cristo de la Fe en sintonía con nuestras necesidades fundamentales. Se pretende sacar al Cristo de la vida de la simbología cristiana y convertirlo en sujeto activo de nuestras propias flaquezas o necesidades afirmantes de las categorías de Fe que decimos vivir o expresar… La primera dificultad del Cristo de la Fe es precisamente no ser convertido en un objeto de Fe desligado de su realidad tanto salvífica como trascendental. El “Dios con nosotros” Isainiano no está muy lejos de la conciencia activa de la presencia y Señorío de Dios en el ámbito antropológico del que somos su Vestigia. El fenómeno cultural es válido desde esa percepción pero desde luego no es el Único a seguir o vivir como signo de Fe  y espiritualidad. Es simplemente un análisis que hago desde la dinámica antropológica y su desarrollo dentro del Rito y como lo percibimos desde afuera de los eventos.”    

                                                       

ESCUELAS TEOLÓGICAS SIGLO I AL PRESENTE ECLESIAL.
CONCEPTO O DEFINICIONES SINTÉTICAS DE DOCTRINA.


Didajé, Iglesia primitiva
Reconocieron inmediatamente la Divinidad de la Segunda Persona de la SS. Trinidad. La necesidad de la Redención en la Cruz y el mandato evangélico de transmitir las enseñanzas de Jesús. Bautismo y Eucaristía.


Padres Apostólicos.
Generaron conciencia sobre la relación del Señor y los Apóstoles. Y el principio de continuar estas enseñanzas bajo la guía de la institución apostólica que defendieron y propagaron desde sus cátedras.


Escuela de Alejandría
Fue ante todo de corte Catequética, su propósito era enseñar a quienes transmitían la Fe en sus comunidades. Sus orígenes se cree llegaron hasta el propio San Marcos evangelista y en el 180 a Panteno, posteriormente aparecen en escena Orígenes y Clemente de Alejandría. Partidarios del método alegórico en su interpretación o Exegesis  bíblica.


Escuela de Antioquía
Importante en la Patrística de la Edad Media como tal. Sentido Literal en la interpretación o Exegesis Bíblica. El profetismo era considerado como la obra de un historiador contemplativo que asumía un rol analítico desde su perspectiva de Fe. Aquí se circunscribieron los maestros de Juan Crisóstomo. Siglo IV.


PP. Capadocios. Se educaron en la escuela de Cesárea fundada por Orígenes antes de  su destierro a Egipto.
Fundamentales en la Doctrina Trinitaria y la Hipostasis reconocieron las naturalezas Divina y Humana en Jesús y la Persona Divina. Sobra decir que siguieron a Orígenes, hablamos de Gregorio Nazianzo  y Basilio el grande solo por citar dos de cuatro. Su Cristología fue determinante en la Iglesia.


Padres Latinos…………………………….Para resumir la importancia de los PP. Latinos basta decir que la lista de ellos se abre con Minucio Félix (Siglo II) y se cierra con Isidoro de Sevilla (Siglo VII) Algunos teólogos agregan a la lista a Beda el Venerable (Siglo VIII) No suena equivocado pensar en anexarlo… Para cerrar la lista precisamente el Venerable (Comentador de las obras de Isidoro) dijo: Después de los Apóstoles en la Iglesia no hay magisterio mayor que el de Agustín de Hipona. 
Cristianizaron el pensamiento platónico y neo-platónico (solo para citar a Plotino) sobre la Gracia, el pecado, la eternidad, el canon de las Escrituras Sagradas, Sacramentos, vida monástica, catapultaron el Ministerio Ordenado a lo que es hoy en día.  Apologetas, Exegetas, grandes autores, Tratados Cristología, Trinidad, Moral, Historia de la Iglesia, Antropología, sociología, teología política, la creación, Clausula Filioque,  entre otros muchos más temas y aportes.


Padre Griegos……………………………….La lista inicia con Clemente Romano (Siglo I) y Melitón de Sardes año 165.  Y se cierra con Juan Damasceno (Siglo VIII).
Los santos PP. Griegos aportaron una visión completamente distinta por su medio cultural a la latina. Prosopon en cuanto a persona y Sustancia como en los latinos pero la distinción de la procedencia del Espíritu Santo.  Sisma del año 1054. Escuelas antes mencionadas, Alejandría, Antioquía. Monacato egipcio, Siglos IV y V. Atanasio defendió particularmente la Identidad de la Naturaleza del Hijo frente al Padre. El fin de la Redención es la divinización de la persona humana. Espiritualidad cristiana.  Entre otros temas importantes. Solo por citar algo  muy breve.
           

La Cristología de nuestra Institución eclesial hace parte de la doctrina de los PP. De la Iglesia y la misma Tradición.  Especialmente la afirmada desde Éfeso (431)  hasta Calcedonia (451), como quiera que la Iglesia definió lo que en la praxis experimentaba antes. Para continuar quiero brevemente señalar la concepción Cristológica de estas escuelas como antecedente a la cuestión presente. Es importante conocer los fundamentos históricos y como la discusión en la actualidad asume matices similares de otros momentos y evidencias históricas… El  Carisma Episcopal  reconoce el ser y hacer de la definición Cristo-céntrica ya que conservamos el espíritu universal de las enseñanzas de Cristo en su Evangelio.  El problema que la postura Cristológica presenta es claro y determinado por factores socio-culturales.  Si estamos hablando de Esperanza la asociamos con una realidad en potencia y cómo podríamos presentarla en un medio que espera respuestas inmediatas y que bajo el signo de la corrupción en unos casos y en otros el exceso de dinero y confort en otros retrasa la asimilación conceptual y sobre todo la vivencia espiritual. Los factores de índole antropológicos y sus derivados son los que producen gran afectación a la doctrina y trabajo misionero de la Iglesia. Estamos inmersos en una realidad que se niega a la trascendencia sino explicita al menos colateral. La asociación de conquistas de índole política y social con fenómenos de emancipación  está condenando a la Iglesia a perder hijos que se dejan envolver por este tipo de realidades  que a lo sumo no son tan liberadores como preconizan sus fundadores.

Hay “retos” en Internet como por citar uno muy actual “el tirar contra la pared una Biblia como respuesta a la ocupación por siglos de la religión en los escenarios determinantes de la vida de este hemisferio. La postura crítica nos deja un lugar complejo donde se hace necesario elaborar conceptos para asimilar el mundo actual y sus postulados. La libertad es una cuestión de índole ontológica cuando la llevamos al escenario de la configuración primordial del ser humano y no solo como un enunciado presente en la Declaración de los DD-HH o en la carta Magna de nuestras constituciones de Estado. La concepción de una libertad ontológica supone la necesaria creación de espacios inteligibles para la transformación de la vida racional y emocional del ser humano en sintonía con su ser realizable en la cultura pero cuya realización estará incompleta sin la categoría de su experiencia con el Dios vivo y trascendente… Somos libres por definición y configuración, nuestra naturaleza no responde a estereotipos limitantes, por el contrario, busca afirmarse en la realidad cognoscible que experimentamos y de esta forma nuestra Inmanencia toma fuerza y puede intuitivamente proyectarse fuera de sí, es aquí, donde interviene la concepción de Dios en nuestras vidas.  El Ethos cultural por fuerte que este sea no responde categóricamente a la necesidad de trascendencia de la humanidad. Solo apunta a la realización del Ser Social como y para tal.

Nuestra Cristología centra la presencia de Dios en la humanidad por la acción misma de la Encarnación y posteriormente por la Inhabitación Trinitaria, la que se puede traducir con la perfección de nuestra experiencia con el resucitado.  Una experiencia que  no es propiamente material como reclamarían los sentidos. Una experiencia de vida que sigue ideales supremos no conquistados por la cotidianidad de nuestra especie.  Cristología que resumiremos en síntesis a manera de enunciados que se convierten en nuestra línea de predicación sobre Jesucristo Hijo de Dios, así como enclave doctrinal de nuestra Soteriología:

·         Cristo trascendente.
·         Cristo liberador
·         Cristo Hijo de Dios
·         Cristo Señor de nuestra historia
·         Cristo revelador de la vida Trinitaria
·         Cristo Maestro interior
·         Cristo Señor de la creación
·         Cristo Señor de la Providencia
·         Cristo Resucitador
·         Cristo Señor Hijo del Dios Vivo
·         Cristo presente en la vida sacramental de la Iglesia
·         Cristo el que llama
·         Cristo el camino
·         Cristo realidad Divinizada
·         Cristo fuente de Gracia
·         Cristo Causa Eficiente, Formal, y Señor de toda Causalidad
·         Cristo Señor de los Universales
·         Cristo Señor de la Eternidad
·         Cristo Persona Divina Jesús nacido de una Virgen
·         Cristo Naturaleza Divina, unida a la Humana de Jesús
·         Cristo Hipostasis de Amor
·         Cristo corazón y vida del Evangelio
·         Cristo Cabeza de la Madre Iglesia
·         Cristo Sustancia
·         Cristo Esencia
·         Cristo Engendrado por Voluntad del Padre (Volitiva) espiritualmente
·         Cristo Generación
·         Cristo Recapitulador
·         Cristo Sumo y Eterno Sacerdote
·         Cristo Dios y Hombre verdadero
·         Cristo rostro del Padre
·         Cristo envía al Espíritu Santo
·         Cristo Rey y Señor de la obra Trinitaria
·         Cristo Palabra del Padre
·         Cristo Soter
·         Cristo Verbo
·         Cristo Luz de Luz
·         Cristo Señor de señores
·         Cristo Voluntad del Padre
·         Cristo Personalidad
·         Cristo el Dios con nosotros
·         Cristo el Mesías
·         Cristo  el  Pre-existente
·         Cristo Dios y Señor nuestro.
Continuaremos en la quinta parte…


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