DÉCIMO-PRIMER
DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. Año A. Propio 15. Génesis capítulo 45 versículos
1-15. Romanos capítulo 11 versículos 1-2, 29-32. Mateo capítulo 15 versículos
10-28).
En consonancia con el
relato iniciado el domingo anterior sobre la obra de José en Egipto encontramos
la explicación de su boca sobre las acciones providentes de Dios y como Dios actúa
aun por sobre los planes del ser humano, aunque implique con ello la necesaria
restauración. Miremos el versículo (5): Ahora
bien, no os pese mal, ni os dé enojo el haberme vendido acá, pues para salvar
vidas me envió Dios delante de vosotros. Aquí está la clave interpretativa
de esta historia tan emotiva, es Dios quien actúa para que su Voluntad sea
concreta en nosotros. José habla como creyente, como ser humano de una profunda
espiritualidad que comprende que nada pasa en su vida por el azar del destino o
acontecimientos fuera de control sino por mandato de Dios. Sus hermanos obraron
con el corazón contaminado pero aun así la Misericordia de Dios los esperó y
maduró para dar frutos. José deja en firme que fue Dios el que decidió que las
cosas terminaran de la forma prevista con el reencuentro y la posibilidad
siempre servida del perdón. Cuantas veces nos cuesta perdonar tonterías que no
deciden sobre nuestra existencia, sigamos el modelo de José y dejemos en manos
de Dios cuanto está a nuestro alcance… Por otro lado la estrategia de José es
considerada como una obre de “Ingeniería Social” y un gran plan de
supervivencia para los suyos, es pues, ejemplo para quienes gobiernan nuestros países,
una amonestación sobre la forma como se debe cuidar de la sociedad tanto en
tiempo de necesidad como de abundancia. Siempre hay tiempo para perdonar y
amar, siempre.
El Apóstol Pablo en
consonancia con lo anterior traza una ruta bien interesante sobre la oferta salvífica
de Dios a su pueblo y como este tiene en su historia voces que condenan sus
actuaciones negativas, encarna el llamado de Elías como profeta que vivió las
infidelidades de sus contemporáneos y aun así visualiza la restauración de su
pueblo. El resto de Israel en boca de Pablo es alusión escatológica a la restauración obrada en Cristo del que él
se constituye en apóstol y misionero. Pablo es consciente de los momentos o
estadios de madures espiritual de su nación, de cómo estos momentos son
determinantes tanto por el Evangelio como por la elección del mismo. Escoger a
Dios implica un cambio radical de actitudes de vida y un reconocimiento tácito
de su presencia que a la postre nos mueve a modificar cuanto obramos que no
está en relación con la salvación anunciada por la Palabra que hemos aceptado. Aun en rebeldía el amor de
Dios no se aparta de nosotros solo está esperando que le permitamos entrar para
modificar nuestros comportamientos y cosmovisión. La promesa es inmutable
porque no depende de nosotros y nuestra respuesta “mudable” sino de la Bondad
de Dios encarnada en su Hijo nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
El Evangelio de Mateo sin
duda está “súper cargado” de imágenes y simbología que puede hacer dudar al
desprevenido de la intención real de Jesús. Me refiero en esta breve reflexión
a temas refrenes la tradición judía. Jesús se refiere a la salvación y promesas
de Yahveh al pueblo hebreo, pero a su vez critica la postura legalista que deja
sin piso a la caridad e instaura el “reino
de lo legalista” al respecto los fariseos defendían la ley sobre la pureza
ritual antes de los alimentos centrándose solamente en el rito externo y sin
trascendencia, por el contrario Jesús da más importancia a la pureza moral que a lo exterior… Lavarse
las manos puede prevenir enfermedades pero no ablanda el corazón del ser humano
a Dios. Sus expresiones son dicientes al
respecto, es del corazón (centralidad emocional) de donde brotan los rencores,
odios y demás dis-valores y/o comportamientos como actitudes de-meritorias. Enfrenta
la impureza moral y la ritual que aquejan a la sociedad de su época. Es interesante
como la expresión de impureza es llevada por el Señor a un nivel interpersonal
y como introduce estas acciones en el contexto socio-cultural de su pueblo. Al
final la inclusión (acomodaticia) del relato de la curación de la “hija de una
cananea” ilustra perfectamente la oferta inicial a Israel sobre la salvación y
la posterior universalidad de la misma. El epíteto empleado es bien duro pero
suavizado por el Señor, recordemos que los extranjeros no “prosélitos” eran considerados
como “perros” en una sociedad que desprecia y cataloga las especies animales
bajo el signo de lo puro y lo impuro, pero aun así la expresión de Jesús es considerada
y “suave” porque persigue una finalidad
distinta, miremos parte del dialogo: pero
también los “perritos” comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos (versículo
27) el pan era empleado como una especie de “servilleta” para retirar el aceite
de Oliva de las manos de los comensales ya que la mayoría de los alimentos los ingerían
directamente del plato a la mano… Este último relato deja en perspectiva tanto
las promesas a Israel como la Misericordia de Dios que ante la negativa de
Israel se hace necesariamente universal.
Busquemos hermanos la praxis de la caridad por el otro y estaremos obviando
comportamientos o actitudes destructivas en la convivencia. Somos también evangelizadores a partir de nuestras
actitudes y verdaderos testigos de la Resurrección de Señor. Que nuestras obras y trato hacia el otro manifiesten
lo que somos y creemos como vivimos… En términos del Hiponense: Ama y haz lo que quieras.
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