viernes, 30 de junio de 2017

PRIMERA PARTE SOBRE LOS CARISMAS PAULINOS...

ENSAYO  SOBRE  LOS  CARISMAS  EN  LA  DOCTRINA  PAULINA… (Primera Parte).


FENOMENOLOGÍA  DEL  PROBLEMA.



Pablo  concede gran importancia a los Carismas en la vida del bautizado. Este nombre proviene del griego y básicamente traduce “don, agradar o conceder” y en cualquier concepción eclesial, particularmente histórica los carismas son de utilidad comunitaria reconociéndolos como parte activa de un ministerio o servicio en la vida eclesial. En cuanto a la dificultad de asumirlos  sin duda se debe a que los carismas pueden identificarse con dones naturales de la persona humana que sobresalen en su accionar o convivir. En cuanto a su dinámica eclesial basta con saber que operan como   gracias especiales que son concedidas por Dios en el conjunto de un proyecto de vida. La Personalidad posee atributos propios de su Psicología lo que implica el acertado empleo y cultivo de estas cualidades. Pero en la referencia eclesial sabemos que son signo inequívoco de la presencia de la Gracia convertida en Historia Personal de Salvación que dispone a quien los posee para los fines de su consciente trascendencia. No es posible ver los carismas solo con fines utilitarios preferimos verlos como signo de la Gracia que Dios irradia en el alma del bautizado… La definición latina es más aproximada al vínculo relacional eclesial y a la persona en su Inmanencia como tal porque describe  la presencia de la Gracia al llamar al Carisma Gracia o Charismatum. En cuanto a la  palabra tengamos muy presente que el ejercicio gramatical  trasciende hasta constituir en si una dinámica eminentemente relacional ya que como fenómeno el Carisma sin distingo de sus cualidades o propiedades desarrolla una hipostasis funcional, definiendo el contenido y manifestación de sus cualidades.  La construcción de la realidad eclesial necesita de los carismas como los conectores con los valores hasta el momento solo Ideales pero que en el Carisma se constituyen  en realidad cognoscible porque también ellos son Intelectivos como quiera que los experimentemos  y no solo los intuimos como una propiedad de nuestra Personalidad y su Inmanencia. Todo lo anterior para decir con certeza que los carismas aterrizan en el fenómeno llamado existencia y que la persona los vive solo en la medida en la que toma conciencia de su presencia e importancia. La construcción social reclama de los actuantes compromiso y dedicación la misma que necesita un obrero como un estudiante, un deportista, como un científico, es decir, sin carismas la existencia humana estaría condicionada a fenómenos predecibles solamente y  no habría espacio para la creatividad. Su fenomenología busca humanizar las acciones y comportamientos como las costumbres y no debemos confundir una persona con Carisma de una Carismática. La distinción en cuanto a la funcionabilidad se da teniendo presente que el Carisma es fruto de la Gracia y el Carismático es quien explota o emplea estos dones a él concedidos. También en la Psicología encontramos que muchas veces los carismas no son tal y simplemente asistimos a comportamientos ególatras que subliman solo las cualidades humanas de los individuos. Pasa a diario con las personas del mediático mundo del Cine y la Música como sus seguidores desarrollan verdaderos cultos a la persona y suponen que sus cualidades tan de ellos y de todos son en sí superiores concediéndoles un Plus que en realidad no poseen. Esta postura es de corte Socrática al suponer que por estar inmersos en el mundo del espectáculo son incluso físicamente superiores. La moralidad de estas  afirmaciones desborda la naturaleza relacional de los dones naturales y los convierten en gracias solo reconocidas en estas personas.  Es interesante como la antropización del Carisma puede desvirtuar la presencia de Dios y su Gracia y remitirnos a una mera indicación natural. Teológicamente definiendo, nuestros primeros padres creados en Gracia poseían los Carismas y dones adornados por la Gracia y los empleaban perfectamente (dones preternaturales). No nos confundamos  puesto que la Gracia y solo ella puede materializar el Carisma pero es difícil definirlo y sobre todo humanizarlo en la praxis de nuestras acciones y comportamientos. Tenemos una gran dificultad y es precisamente que la forma de la realidad que vivimos o Forma Mentis no puede ser estereotipada y afirmar que tal o cual Carisma responde de esta o aquella forma.  La Realidad como tal la estructuramos a partir de nuestras percepciones en un mar de acciones y concepciones tanto subjetivas como objetivas. La percepción de nuestro entorno requiere siempre de gracias especiales para su vivencia e interpretación, de lo contrario es imposible suponer con éxito que la realidad es configurada solo desde la perspectiva de cada individuo. El Fenómeno en el que se convierten nuestras acciones están adornadas de Carismas pero sin que con ello implique siempre la absoluta conciencia o voluntad de emplearlos en todo su esplendor. Nuestros carismas son muchos y muchos más llegaran a nuestras vidas pero la conciencia de su presencia debe ser desarrollada y articulada a nuestra realidad de Fe. La metáfora de la “mina de diamantes” aplica perfectamente “sino cavamos nunca encontraremos la riqueza que en ella está sepultada”… Es pues necesario que el Fenómeno sea aterrizado y convertido en una experiencia perceptible de tinte Intelectiva. Puntualizando diremos que los Carismas se mueven en:

·         Son un don de Dios.
·         No pertenece a la persona que lo recibe.
·         Son intransferibles.
·         No se heredan.
·         No se ganan.
·         No se venden.
·         Son  de servicio.
·         No son exclusivos.

El problema  de su fenomenología es  evidente pero también lo suficientemente claro para que no perdamos la perspectiva de su presencia en la vida de los bautizados. Una presencia que emana del propio Dios como signo de sus operaciones Ad-Extra de la SS. Trinidad. Los carismas sellan la relación de Dios con la humanidad, la misma que se particulariza e individualiza gracias a su Amor y Misericordia.  El Apóstol Pablo como ninguno otro  se adentra en la consideración de los Carismas y encontramos una muy particular forma de referirse a ellos. Pablo deja claro que los carismas son reconocidos por la naturaleza de sus operaciones. Abordamos la Fe, Esperanza y Caridad (Primera Carta a los Corintios capitulo 13 versículo 13). La Iglesia primitiva ve en los carismas la presencia de Dios que los concede para su consolidación, es para ellos, una instrumentalización de los dones concedidos a la persona Creyente. Pablo toma una aproximación bien interesante al definirlos solo en la perspectiva de su praxis. La identidad de los carismas  se da en si cuando estos son materializados por el bautizado.   La vida de los carismas expresa su contenido en la conjugación de la acción a la que su naturaleza se ve abocada, es decir, la presencia del Carisma es relevante en la acción y cotidianidad de los creyentes. El acceso racional de la vida del ser humano se manifiesta con formas aproximativas de esa misma inteligencia, así son y actúan nuestros carismas, siempre unidos a nuestro uso racional e intelectivo… El don de lenguas reconocido entre los bautizados es para Pablo consecuencia de la presencia  del Espíritu Santo y la necesidad de Antropizar el mensaje que desea comunicar tanto a la persona como a la Asamblea. Pablo ve más allá del solo poseer o compartir esa cualidad espiritual, la está remitiendo a la vida testimonial y paradigmática del bautizado. Los dones de Dios no son nuestros ni por merito ni por naturaleza, pero si podemos decir que los dones se sirven de nuestras características y atributos para ser comunicados y sobre todo instrumentalizados en el crecimiento espiritual del Creyente. Todo Carisma posee una serie de cualidades que se acercan a nuestro ejercicio intelectivo como señalaremos:

·         Los carismas poseen estructura.
·         Los carismas instrumentalizan nuestra racionalidad.
·         Los carismas son tanto reflexivos como dinámicos.
·         Son operacionales y  expresan también la estructura de  Fe de quien los comparte con los demás.
·         Los carismas establecen un principio dialectico entre el portador y el oyente.
·         La comunicación generada por la praxis del Carisma debe ser clara y sin pretensiones más allá de lo que expresa la Fe.
·         Sin excepción sirven a la vida de la Iglesia.
·         Los carismas determinan el estado espiritual de una Congregación o por el contrario son manifestaciones aisladas de la voluntad influenciada del bautizado que cree estar llamado a vivirlos sin que antes medie una profunda espiritualidad.
·         Sin Fe no hay carisma.
·         El Amor es el sentido y relevancia de todo Carisma sin importar su explicitación en la conciencia religiosa del bautizado.

En cuanto a otros fenómenos  asociados encontramos la GLOSOLALIA que como lenguaje ininteligible puede ocupar el lugar de este Carisma y confundir a quienes lo escuchan en el contexto de una Congregación. La mente posee canales de expresión que son fácilmente empleados por una persona en un estado alterado confundiendo la realidad con lo que expresan sus temores o imaginarios. La Iglesia debe educar a sus feligreses sobre las gracias que estos reciben y como deben ser el reflejo de una vida espiritual madura y absolutamente bien intencionada. Las expresiones exteriores en si no condicionan el alcance de los dones de Dios al ser humano. Las expresiones por otro lado,  si pueden  condicionar la relación de los creyentes. Según este fenómeno surgen muchos interrogantes y uno de ellos es de carácter vinculante con la percepción del Creyente cuando está inmerso en un medio religioso o evento de esta índole. Es “normal” que cuando se está en oración los estados de conciencia se alteren y sean también movidos por una gran dosis de subjetividad, y si un persona está orando acompañada el Colectivo que hace lo mismo influye en el escenario y por ende en la respuesta del Creyente… Nos preocupa que sectorizamos el mal como expresión limitante y justificante de actitudes y comportamientos humanos. Al punto de  literalmente creer que el mal se reúne con nosotros cuando adoramos al Todopoderoso y que incluso el diablo (antropización del mal puro) solo acude a nuestra dirección. No podemos permitir que los fenómenos asociados a problemas emocionales, personales, familiares, sociales, sean “tapados” por estas manifestaciones de mal. La educación en la Fe y en los carismas de la vida espiritual sin duda pueden ayudarnos a actuar con rectitud y a identificar los móviles que se expresan en la vida de nuestros feligreses,   no estamos desconociendo que Dios se manifiesta a Voluntad pero desafortunadamente nos hemos vuelto en recurrentes frente a situaciones de este tipo y sus implicaciones son graves para la madurez espiritual del bautizado, que en ultima es lo que producen los carismas madurar nuestra Fe. Nuestra Alteridad de Fe se proyecta fácilmente en quienes están a nuestro lado lo que implica la posibilidad de ejercer influjos de naturaleza positiva o todo lo opuesto. Pablo sin duda se preocupa por el crecimiento y madurez de la Iglesia, así como por el aprovechamiento de la Gracia en todas sus formas. De sus palabras concluimos que observa en los carismas un principio que relaciona la vida del bautizado con la Iglesia y como este Creyente puede crecer en ambas direcciones. Los carismas son en sí una bendición y todos conocemos que no es posible la existencia de una bendición sin una finalidad de verdadero provecho. Los carismas como fenómeno aterrizan entre nosotros cargados literalmente de esas maravillosas cualidades del Amor de Dios. El Amor en el Carisma supera nuestros primitivos estadios emocionales de exclusivo Amor personal para convertirse en prueba del Amor por el otro y su circunstancia. El Carisma Paulino (descrito por Pablo) se centra en la vida eclesial y lo identifica como una fuente que irradia luz en la vida de la Iglesia. Pues siendo el carisma Amor sin dudarlo nosotros estamos seguros que explicita el Amor de Dios en cada corazón Creyente… Dios Santísima Trinidad se hace presente en nosotros por Amor y ese Amor maravilloso lo hacemos parte de nuestras vidas en el ejercicio maduro de nuestros carismas. Los carismas trabajan por estructurarnos para que nosotros por su influjo superemos cualquier condición de pecado que sobreviva en nosotros.





miércoles, 28 de junio de 2017

CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS...

CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. Año A. Génesis capitulo 22 versículos 1-14. Romanos capitulo 6 versículos 12-23. Mateo capitulo 10 versículos 40-42.



El libro del Génesis nos propone para nuestra consideración uno de los pasajes de mayor carga y contenido emocional en el Texto Sagrado de Tradición. Abraham dispuesto a sacrificar a  su hijo Isaac  como ofrenda al Dios vivo, desde luego, en la concepción de un sacrificio nuevo muy probablemente se realizo la escena en la dedicación de un santuario  o lugar de adoración. El autor subraya la calidad Creyente de Abraham y como su Fe está por sobre cualquier otra consideración aun de índole afectiva… Los santos PP. de la Iglesia han visto desde siempre en esta escena una figura de la Pasión del Señor y como el Padre Dios lo dispone de esta manera. La dinámica de los sacrificios involucraba a la familia que ofrecía de sus bienes a Dios los tributos y sacrificios como parte de su responsabilidad Cultica y como signo de total Adoración como de confianza en el Dios que Provee, de esta afirmación se desprende la confianza de Abraham. Miremos el versículo 14: “Abraham llamó a  aquel lugar Yahveh provee”. Pues el Dios que Provee está presente en la vida de los bautizados y prodiga cuidados según nuestra confianza en su Amor y Gracia. La respuesta de Dios es referida a la Fe de quienes piden. El Sacrificio no involucra necesariamente la vida sino también la privación de actitudes y hábitos destructivos. El bautizado corrupto desconfía del Dios que provee al dejarse seducir por el mundo y sus prebendas. El bautizado que vive plenamente la Providencia  de Dios  estará más preocupado por ser que por tener porque lo que necesite llegará a su vida sin demora. Dios cuida de sus hijos. Recordemos que esta escena también tiene por móvil la “educación sobre el valor y respeto por la vida” y como nosotros debemos promoverla y defenderla en todas sus formas. En la época de este Patriarca eran comunes los sacrificios de niños como tributo a algunas deidades y como “practicas eugenésicas” para preservar tanto la raza como sus genes. La enseñanza experimentada por Abraham camina también en esa dirección. Para concluir en la Ley Mosaica y la Alianza se insiste en el rescate de los primogénitos y no en su sacrificio, es sin duda un Texto formativo para el pueblo judío y para nosotros sobre el valor y defensa de la vida y como esta es valiosa a los ojos de Dios.

La doctrina Paulina es clara al respecto, el pecado es consecuencia de nuestra antigua condición pero la Gracia que recibimos en el santo Bautismo es la que siembra en nosotros la inmortalidad pero si el cristiano deja espacio donde no actúe la Gracia ciertamente el pecado permeará su vida. La Sangre del Señor nos justifica pero Él espera coherencia en la vivencia de nuestra Fe y Pacto Bautismal, Cristo espera respuesta positiva al influjo de su presencia Trinitaria en nosotros, es decir, una constante renuncia al pecado… La Sanación Integral que asumimos en todos los aspectos de nuestra vida pasa por la vocación de mantenernos fieles a Cristo a pesar de las tendencias que inundan el mundo y sus propuestas de vida cada vez más inmersas en el egoísmo y el autismo socio-cultural. Pablo nos invita a involucrarnos en la praxis de nuestra Fe como el encuentro con el resucitado configurando así nuestra vida y santificando nuestro entorno. La figura de la esclavitud aterriza en los desposeídos de Derechos que en este caso no tienen voz, pues lo mismo ocurre con quienes no renuncian al pecado y viven bajo la  sombra del hombre viejo. La corrupción de toda índole (moral, académica, espiritual, afectiva, social, política) se constituye en reflejo de la actividad del “hombre viejo” que nos relaciona más con Adán que con Cristo. Dios Padre en su infinito Amor nos comunica su Santidad por medio de su Hijo y nosotros debemos dar respuesta positiva a su influjo rechazando el pecado y viviendo para Dios, es decir, para el hombre nuevo en Cristo. No es la Ley la que domina en nosotros sino el Amor de Dios.

El Texto Mateano que  consideramos para este domingo sin duda lo enmarcamos en la dinámica de dos actitudes para el bautizado por un lado hace referencia de la Misión y de nuestro papel como Misioneros permanentes y los compromisos con el otro que debemos vivir y cultivar como Cristianos o creyentes… El envío se convierte en una opción de vida en general para todos los cristianos ya que el Evangelio debe ser anunciado en todo momento y circunstancia de vida y ese anuncio no puede perder su componente poderoso de testimonio que da credibilidad al que anuncia. El problema actual radica en que el testimonio se separa del anuncio (dicotomía)  y son lastimosamente los bautizados quienes con actitudes poco cristianas se relacionan con el mundo. Jesús pide compromiso coherente con su Palabra y que nuestras vivencias sean testimonio de su Gracia actuante en cada bautizado.  La recompensa será consecuencia de nuestra profunda vida espiritual donde nos relacionamos íntimamente con nuestro Señor y Salvador. Es pues nuestro compromiso decisivo para el crecimiento de la vida de la Iglesia y desde luego para que el Evangelio alcance a más personas y Cristo toque más vidas. Nadie puede decir que es auténticamente cristiano si a base de ejemplo y vida comprometida no muestra al mundo el triunfo del Señor. La resurrección hace nueva nuestras vidas y todo aquello que la compone. Busquemos el Amor de Dios y nuestra vida será definitivamente autentica.



martes, 27 de junio de 2017

EVANGELIO TRANSPERSONALISTA MARCANO...

EVANGELIO  TRANSPERSONALISTA… Cuarta Parte.


EN  CONTEXTO. 


La visión que poseen los evangelios sobre la persona humana es siempre la misma solo cambian algunos matices propios de la visión de cada uno de sus autores. Nos referimos a la dinámica de presentar algunas veces estereotipada su relación con el Redentor. Estos momentos son determinantes para ubicar gramaticalmente la acción y su reacción. Para ilustrar lo anterior analizamos por citar solo uno de tantos ejemplos a Marcos su Evangelio plasma magistralmente la relación en un plano directo de su concepción Antropológica/Trascendente… Cuya clave exponencial será la actividad del Señor con sus discípulos y la forma como esa intimidad construye paulatinamente sus vínculos trascendentales, miremos la fuente textual: Había precisamente en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo y se puso a gritar. Que tenemos nosotros contigo Jesús de Nazaret… (Marcos capitulo 1 versículo 23). El reconocimiento que el “mal” en su forma más pura hace del Señor es sin duda uno de los móviles de mayor impacto en la formación de sus discípulos.  El mal reconoce su Autoridad lo que no está implicando que acepte la misma. Los discípulos asombrados simplemente se encuentran en un Estadio de madurez espiritual por demás incipiente. Estos mismos hombres y mujeres deberán evolucionar hasta llegar a la convicción de la Autoridad de su Señor por Amor y no por su manifestación en si… Lo Transpersonal del Evangelio se expresa en las  categorías de la comprensión del Creyente que aun sin experimentar cuanto estos describen aman a Dios por sobre todas las cosas.   La visión Marcana  La presencia del mal es la paulatina pérdida de la presencia de Dios. Su rechazo sistemático deja espacio para una presencia particular que superando cualquier estereotipo nos remite al mal en su forma concreta. La declaración del mal no es precisamente un acto de Fe sino de absoluto rechazo al Reino de Dios que encarna Nuestro Señor. La situación social en Israel para esta época era bastante caótica y las prácticas culticas estaban  relajadas siendo permeadas por otras costumbres… El desconocimiento de la Ley Mosaica por parte de un amplio sector de Israel trae consigo la pérdida de Identidad y con ello se mina la Esperanza en la restauración  de su pueblo. El pecado se transforma en estructura que afectará progresivamente la Cosmovisión judía al punto de no encontrar respuesta a sus plegarias  y buscar de una manera sesgada la vivencia de sus postulados que a la cuesta son los mismos vividos durante su experiencia en el desierto, solo que aquí la libertad e Identidad fueron “secuestradas” por las circunstancias de vida. La tradición del segundo Evangelio nos pone en la perspectiva de una compleja escogencia entre el bien y el mal y como la vida espiritual no se fundamentará en manifestaciones sobrenaturales de Dios sino en el Amor del Creyente. Esta relación se mira desde otra óptica que por lo general no es la compartida por la espiritualidad tradicional de Israel donde la relación con Dios se daba en el escenario de las manifestaciones sobrenaturales y todos los signos y prodigios que acompañan a esta. Marcos se centrará en la relación amorosa de carácter testimonial y habla en esta dirección a una nación deseosa de ver grandes prodigios que restauren su pasada gloria. La sencillez de Marcos contrasta grandemente con las pretensiones de las autoridades religiosas de Israel y su paradigma es la clave interpretativa. El llamado Secreto Mesiánico  se manifiesta precisamente en la forma como Marcos plantea esta relación de profunda espiritualidad con Jesús. Ver obras portentosas es fácil y creer posteriormente se asumiría como una consecuencia de lo visto pero el punto fundamental de este Evangelio radica no en lo anterior sino el poder del Amor que construye paso a paso una relación autentica y desprovista de ambiciones distintas al Amor. El Secreto es una intuición de la dinámica Trans-personalista de este Evangelio en la forma como Marcos sale de la comodidad de otros relatos rematados con señales prodigiosas para centrase exclusivamente en la confesión del corazón del Creyente o bautizado.  Lo Trans-personal es sin duda la razón de una exposición que abandona los postulados estereotipados que en la tradición judía acompañaban una gran manifestación de Dios para dar paso a una interiorización del fenómeno en el concepto perceptible en el que se convierte el accionar del Redentor. Un Contexto marcado por el desprecio de la vida y la aceptación de algunas prácticas deshumanizantes que hacían de los Israelitas presa fácil de nuevas culturas… El fenómeno de las relaciones sociales trasciende la concepción de un denominado Monarca escogido por Yahveh para convertirse en una maniobra política que solo pretendía asegurar la autoridad de las clases dominantes en la perspectiva de la Fe judía como tal. Recordemos que ellos llevaron a Jesús ante la autoridad invasora porque ellos no podían condenar a muerte. Este drama se gesta en medio de la polémica que implica para el judío de la ocupación la usurpación de sus poderes institucionales ya que el centro de la polémica legal no es la Justicia sino el “poder dar muerte” estas escenas parecen repetirse en el presente cuando la Sociedad cristiana se olvida de sus fundamentos de Fe y camina en medio de situaciones ajenas al Evangelio y lo peor cimenta su existencia sobre un fundamento que es el mundo y no el Resucitado. El Contexto es claramente hostil a Cristo y su Evangelio y debe confrontarse con los poderes del mundo. La confrontación se siente con todo rigor especialmente en la superficialidad de los bautizados que descuidando su Fe caminan bajo el signo de lo sensitivo olvidando la trascendencia de la relación asumida en el Pacto Bautismal… La relatividad es también patrimonio de su época y de la nuestra. Una relatividad que desprecia los valores  evangélicos por ir en busca de otros esquemas de satisfacción inmediata que en nada configuran su felicidad presente. Es pues la lucha constante por la supremacía del Amor y su Cultura la misma que reivindica los Derechos y Deberes del bautizado en su entorno. El Contexto redimido pasa por la presencia de la Gracia en todas sus actuaciones y presencias. Solo con la Gracia es factible reconocer en el otro la filiación que subsiste en cada uno de nosotros. Solo por medio de la Gracia la vida se convierte en una Hipostasis de Amor entre Dios y el bautizado. En una relación de principio y fin salvíficos. El propio Señor contextualiza su Palabra y la transforma en luz de su Reino presente en el Amor. Cristo enlaza convenientemente el Reino con la vida del Creyente y lo convierte en Sujeto portador de su Esperanza donde cada evento significa tanto como la Gracia lo constituye en su manifestación perenne. Marcos anuncia el ideal del Mesías entre su pueblo y busca esta referencia en el corazón del Creyente y no solo lo deja a merced del testimonio ritual judío sino del poder de su corazón para contener la Gracia de Dios. El Personalismo Marcano se expresa en los términos del Reino de Dios y como este llega a redimir las situaciones de vida más complejas en las personas. Un Reino que se centra en la exposición del Amor como su fundamento  tanto en la Fe como en el Testimonio. Ya llega el Reino de Dios y los paradigmas del mundo son de naturaleza irrealizables y por lo tanto no conceden al ser humano plenitud alguna (Marcos capítulos 1-2-3) Las acciones son descritas de una forma simple pero concreta y diciente. Este Contexto es claro para el Creyente, es un Dios que obra bajo la Esencia de sus relaciones que es el Amor.

COMO  CONCRETIZAR  LO  SOBRENATURAL   EN  MARCOS.

La concreción de este Evangelio es bien particular, muchos PP de la Iglesia creían que en su desorden Textual había una particular intención. Esta intención se  dibujaba paulatinamente conforme  se profundizaba en la naturaleza de su mensaje salvífico. La serie de eventos sobrenaturales (Milagros) que inician a partir del capítulo 1 versículo 21, no comienzan sino hasta divisar la instrucción correspondiente y ser estas acciones sometidas al peso de la Escritura. No se trata solo de una acción liberadora puesto que la liberación inicia en la Instrucción dando a cada Creyente una fundamentación de su propia Esperanza y superando así el mediatismo del Rito y lo sobrenatural de su acción. El Milagro está garantizado pero no significa que sea la finalidad del Creyente, es pues, una confirmación de la Voluntad salvífica de Dios. El término de la obra reveladora del Señor es visto por Marcos como el inicio formal del Reino de Dios que se manifiesta en la sencillez de la Fe del bautizado y su cercanía con Cristo. Miremos pues el versículo 21: Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entro en la sinagoga y se puso a enseñar… La enseñanza es el bastión de donde se lanza la proclamación del Reino y donde se materializa la concepción teológica del pueblo sobre el Dios revelado.  Marcos ve la necesidad de identificar el Reino de Dios con las Obras santas y nuevas de Jesús asumiendo que ellas son fruto de la naturaleza de este Reino que es rápidamente asociado con la Persona del Salvador.  La enseñanza es más importante que la acción en sí, ya que el obrar del Señor es consecuencia de lo que ÉL ES y en la dirección en la que se desplaza su mensaje. Cada milagro descrito por Marcos que entre otras cosas es el Evangelio en Movimiento describiendo más que los otros evangelios el recorrido salvífico “bien intencionado del Señor” como expresión de su compromiso y generosidad con la humanidad. El tinte liberador es también una luz que despeja la oscuridad de quienes presa por el mundo y sus estructuras buscan afanosamente a Dios y su Justicia. Los Milagros Márcanos son de clara orientación en  esta dirección. No se trata solo de una restauración de índole social o personal es la exposición de todo el conjunto de las intervenciones de Dios que movido por Amor quiere que sus hijos en Cristo sean mejores y libres. Este fundamento del ser y vivir en libertad es principio de la Economía Marcana que deja en libertad al Creyente para asumir y abrazar de corazón su Fe en Cristo y no cegado por los milagros y prodigios “Amar con el vientre lleno y el corazón sano es fácil”  pero reconocer a Dios en cada paso que vivimos y aun cuando el plan nuestro no se desarrolla como lo esperamos, aquí radica el intríngulis de la acción salvadora y liberadora como tal y para tal. Marcos aterriza los milagros del Señor aquí descritos en el panorama de la Esperanza del israelita promedio, en aquel que no tiene muchas posibilidades de ser reivindicado o defendido por las instituciones de su País. Las postraciones más complejas y difíciles son asumidas por este evangelista desde su concepción de un Dios con Nosotros  que se convierte fácilmente en un Dios entre nosotros. Ese estar entre nosotros fija una postura interesante como gratificante al asumir que Cristo se relaciona perfectamente en cualquier dinámica que el ser humano necesite.

·         Dios con nosotros.
·         Dios entre nosotros.
·         Dios por medio de nosotros.
·         Dios liberador entre nosotros.
·         Dios liberador con nosotros.
·         Dios liberador por medio de nosotros.
·         Dios sanador al nivel de la conciencia del bautizado.
·         Dios liberador al nivel de nuestra conciencia.
·         Dios Amor cuya Gracia es intransferible una vez llega a nosotros.
·         Dios y Señor de Justicia e Integración de la humanidad redimida.
·         Dios que restablece nuestra confianza y seguridad.
·         Dios presente y nunca ausente.

Son solo algunas de las características que Marcos desea que veamos en los milagros descritos de su Evangelio y como se centra en la acción y reacción del Creyente. La clave interpretativa que argumenta Marcos está bien definida especialmente en el versículo 25. El encuentro con la entidad maligna fija una postura definitiva en los sucesivos encuentros del Señor con la enfermedad humana. Se abre todo un abanico de posibilidades para quedar libre y limpio del dominio enajenador del pecado y sus postraciones. El mal no reconoce el Amor de Dios pero si puede experimentar como es excluido del mismo. El Amor de Dios es en si la fuente de toda obra liberadora y de todo mensaje contenido en los Evangelios particularmente como revelaciones de su Adorado Hijo. La limitación tanto física como espiritual y moral es clara consecuencia del pecado que atenta contra las estructuras de la Sociedad y con su influjo se desarrolla una seudo cultura donde la Ética y  la  Moral del Creyente son  asaltadas constante por las formas variadas de pecado. La respuesta  de nuestra parte está formalmente cimentada en la manifestación del Amor de Cristo que literalmente se emparenta con el nuestro en una relación salvífica sin precedentes. Su recorrido se centra en la perspectiva de un ir y venir en conexión directa con el templo judío o sinagoga (versículo 29). El común denominador que Jesús encuentra en sus recorridos los resumimos en dos estados particulares de postración y esclavitud: enfermedad  y endemoniados como apuntando a una verdad moral que toca las fibras del alma del Creyente que desafortunadamente se convierte en esclavo de las manifestaciones de debilidad en su vida y lo más preocupante en las relaciones que construye con quienes componen su Entorno. El sentido profundo de Marcos en cuanto a su Secreto Mesiánico es bien elaborado y no es fruto de una invención literaria sino de una concienzuda propuesta de inclusión de la revelación de Jesús en medio de los suyos donde prima la interioridad del bautizado. El Secreto es la posibilidad de establecer un principio revelador  donde la madurez de la relación sea el factor determinante para configurar las creencias de los bautizados. Un secreto que solo la intimidad espiritual podrá debelar y que no necesita de manifestaciones distintas a la espiritualidad y al amor que nos une con el resucitado. Marcos  ve la posibilidad de trascender su opción evangélica y determinar así que la presencia de Cristo es en sí Intrínseca al bautizado lo que implica una nueva  y definitiva concepción de la existencia a la luz de la revelación.

EL  JESUS  MARCANO.

A diferencia de los demás evangelios Marcos tiene la capacidad de presentar a un Jesús “desnudo” desprovisto de poder y grandes señales que aterriza su dinámica antropológica a la perfección restándole brillo a su condición explicita de Dios. Este brillo es bien intencionado puesto que su finalidad es presentarle en el ámbito de la absoluta confianza y posibilidad de establecer una relación basada en la Fe y reconocimiento de su Naturaleza actuante en el plano de la Trinidad, es decir, de un vinculo que se comunica de Dios hacia la Humanidad pero en el camino de dicha relación la entrega se transforma en la Fuerza motora de nuestra Fe en Cristo.  Marcos pretende dibujar un plano antropizado de la revelación potenciando al ser humano y dándole la capacidad de entregarse también a la comunicación  con su Dios y Señor. El tiempo de Jesús es ampliamente compartido con los necesitados que acuden a Él  durante sus recorridos misioneros. Este interactuar es vital a la hora de crear la conciencia religiosa sobre la forma como el Mensaje de Jesús llega a los contemporáneos de su pueblo. El Jesús que sale del Padre es el mismo capaz de caminar entre otros hermanos y vivir las mismas situaciones que estos están atravesando pero también puede abrir el cielo a una nueva luz perenne que a diferencia del imaginario judío no se apaga o pasa. Cristo es la luz testimonial capaz de forjar vida y libertad sin importar la condición de quien la recibe ya que su poder es el transformador de la vida y sus distintas realidades. La Sangre de Jesús tiene aquí todo poder para sanar liberando la conciencia del bautizado. El autentico reconocimiento de Jesús como tal se dará explícitamente en la Cruz donde el escándalo del Dios y Hombre verdadero sacudirá las estructuras e imaginarios de la revelación y espiritualidad de su pueblo. El signo del sábado y su poder legal es ya relativizado por el Salvador  capitulo 2 versículo 27 decimos relativizado puesto que  la presencia del Salvador  es determinante para la superación de modelos arcaicos culticos que afectan la concepción de la humanidad del Salvador. El sábado sirve a los fines ritualistas de Israel más no a la revelación de Jesús. Los fundamentos de la Ley Mosaica fueron potenciados plenamente por el Mensaje liberador de Jesús que busca así superar las viejas estructuras de Fe que encadenan tanto la razón como la voluntad de los bautizados.  Miremos algunas definiciones al respecto:

·         Jesús histórico desprovisto de brillo.
·         Antropología trascendente sometida a la praxis de nuestra realidad perceptiva.
·         Centralidad en la relación personal y confianza absoluta.
·         Exalta la humanidad del Salvador.
·         Solo se llega al Señor si la Fe madura y evoluciona a una relación plena desprovista de otros intereses.
·         Al Jesús presentado por Marcos solo se llega por autentico y verdadero Amor y no por necesidad milagrera o petición alguna.
·          La Gracia entra en la Historia concreta con la Encarnación y se comunica en cada acción del Señor por imperceptible que esta sea.  
·         La fuerza que hace posible el Reino de Dios radica en el Amor de Dios comunicado en la Persona de su Hijo.
·         Esta fuerza de su Amor es la que en los milagros opera las distintas curaciones y liberaciones, es la fuerza de su Amor revelado en su Humanidad asumida en el Vientre de una Virgen.
·         Solo quien ama a Cristo podrá ser testigo de todo lo anunciado, ese amor dará la confianza para ver sus obras salvíficas.
·         Los milagros del Señor son signo de la misión asumida en bien de la humanidad y de paso invita a los suyos a vivirlos y continuar su obra en la tierra. Es este el principio más arcaico de los evangelios sobre la obra misionera de la futura Madre de los bautizados, es decir, la Iglesia.
·         El Transpersonalismo de este Evangelio ubica al Señor en la cúspide de la entrega por otras y otros.
·         El personalismo Marcano no se centra en el Poder  de Jesús ante la enfermedad sino en la capacidad de amar de la persona.
·         El Amor de Dios es la raíz de toda obra buena.

Superando los paradigmas existentes Jesús se presenta como el enviado y asume desde la perspectiva de la revelación su papel en la tierra. Un esquema particularmente distinto al Evangelio Joanico pero suficiente para construir los relatos bajo el signo de la revelación contenida en la Persona de Jesús   que poco a poco muestra su condición de Hijo de Dios. La purificación como parte de la espiritualidad ronda la vida de todas y todos, sin esa Gracia es imposible crecer en la vida espiritual e integrarnos a Cristo en su plenitud. La Cruz es la raíz de ese fuego purificador como tal. No es tan relevante el orden temático para presentar su contenido sino la manera como aparece la relación de Jesús con el entorno y con sus discípulos. Este esquema propio de Marcos sin duda se debe a su antigüedad y la manera como se agrupaban los relatos de la vida y obra de Jesús pero posee una riqueza inagotable y es precisamente que privilegia sensiblemente los vínculos  creados entre Jesús y su entorno. Es pues fundamental para la comprensión  del segundo Evangelio. Es el primero en la tradición evangélica en cuanto a su estilo literario lo que sin duda es ampliamente superado por Juan en su Evangelio o en Lucas por su percepción de la realidad y sus ejes relacionales. La dinámica personalista de su Evangelio busca explayar la relación de sus temas con los seguidores de Jesús  y lo que ello implica para la vida del bautizado. Es pues un pensamiento en potencia sobre los futuros seguidores de Cristo y más en un ambiente judío por excelencia. La discusión que se presenta ante las obras de Jesús no solo posee una implicación política entre los suyos y el esquema religioso imperante sino que muestra una característica literaria arcaica que acompaña a Israel desde sus comienzos.  Es pues la tentación el “pan de cada día” en esta relación salvífica, recordemos la travesía del pueblo en el desierto por su desobediencia y como el propio Moisés murió sin entrar en la tierra prometida. No perdamos de vista que Moisés se comunicaba con Yahveh era una comunicación “Unilateral” del Dios que se revelaba a su siervo. En cuanto a Jesús la comunicación se aborda desde la dinámica personal y fraterna lo que no deja espacio para la división o la misma figura de la tentación. El Secreto Marcano es de fuete tendencia personal en la relación que busca debelarlo y solo cuando esta relación se concretiza el Creyente puede decir que conoce y ama a Cristo. Marcos no deja espacio al inmediatismo sino a la experiencia de los hechos de amor en nuestras vidas.


sábado, 24 de junio de 2017

TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS...

TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS… Año A. Génesis capitulo 21 versículos 8-21. Romanos capitulo 6 versículos 1b-11. Mateo capitulo 10 versículos 24-39.



El relato del Génesis con el que abrimos la Liturgia de la Palabra de este domingo está conformado particularmente por la fusión o mezcla de los Géneros Literarios (GL) que dominan la tradición del Pentateuco, sin duda alguna, su objetivo es mostrar la Unidad en orden al relato de la expulsión de Agar y su hijo Ismael del clan de Abraham como quiera que existe para los fines dos intereses. El primero se relaciona con la heredad y el gobierno tribal o del clan y el segundo sobre la necesidad de expandir los limites de dominio territorial asunto que solo se hacía como parte de una herencia. “Isaac e Ismael jugaban juntos” porque eso implica un entendimiento entre estos personajes que no solo eran hermanos por parte de su padre sino que simbolizaban las esperanzas de una Nación en formación. El plan de Dios es también para Ismael como quiera que sea fruto de la promesa a Abraham pero la escena en el desierto es dramática porque implica la preparación para que entre en escena Dios a favor de ellos y la consolidación de una nueva Nación. Dios no abandona a nadie y tiene siempre un plan santo y vital para cada uno de nosotros. El Texto  sagrado de tradición nos dice que Dios asistió al chico versículo 20, porque la promesa se extiende en todo tipo de vida y circunstancia. Para nosotros debe quedar claro que Dios no abandona nunca a ninguno de sus hijos porque la promesa se hace concreta y plena en Cristo que no hace de nosotros un Pueblo sino hijos de Dios. Es una nueva y definitiva condición que argumenta el Señor superando con creces las definiciones de este clan que solo veía la filiación por el emparentamiento de la sangre. Isaac e Ismael son pueblos que cumplen la Voluntad de Dios y su proyecto de enviarles a los confines de esos territorios para que se  conozca la existencia del Dios Vivo. El Amor de carácter universal corta de raíz el egoísmo de la imperfección humana.   En este pasaje queda claro que los fines de Dios son muy distintos a los nuestros y que lo que es valioso a sus ojos no siempre lo es a los nuestros.

El Apóstol Pablo en su carta a los Romanos,  nos enseña que el Bautismo es fundamental en la vivencia de nuestra Fe y nunca lo consideramos un obstáculo, por el contrario, sin el Bautismo  no hay posibilidad alguna de vivir la vida de la Gracia y ser insertos en los Medios de la Gracia. Esta cuestión la referimos claramente al vinculo entre los  bautizados y el Redentor, se establece una relación indisoluble que nos ata santamente al Señor. La vida como asegura el Texto Paulino es Nueva distanciándose del pecado y sus estructuras totalmente alejadas del Dios de la vida. La llamada Solidaridad de Cristo la expresamos cuando como bautizados nos unimos a su muerte y resucitamos con Él. Pablo insiste en el Hombre viejo que se manifiesta en las cosas absurdas de la vida y que caducan en cada uno de nosotros. Los comportamientos del hombre viejo deben ser superados para dar paso a la vida de la Nueva Criatura u Hombre Nuevo. La Moral imperfecta solo podrá ser superada por la Norma del Amor cuyo fundamento es el propio Cristo… No olvidemos que la Resurrección es la centralidad  de nuestra experiencia de Fe.  Con todo ello el bautizado debe edificar su existencia y madurar en su opción por Cristo que es y será definitiva. Las expresiones Paulinas son muy ricas en su intención y buscan animar la Esperanza de los cristianos. La Fe en Cristo es el tesoro que todas y todos atesoramos en nuestras vidas. La muerte y lo pasado con toda su decadencia quedó atrás, ahora es Cristo quien gobierna y a esa vida plena somos llamados por el don amoroso de su Resurrección.

El Evangelio de Mateo contiene para nosotros una propuesta bien interesante que sin duda refleja los trabajos de edición que la Iglesia adelantó para adaptar los Textos a la comprensión pedagógica de la Asamblea. La unidad temática expuesta aquí tiene dos momentos de su interacción que citaremos brevemente: Hablar sin temor, Jesús señal de contradicción, los cuales se articulan perfectamente. La conciencia del cristiano sobre la presencia de Dios en su ser debe permitirle convertirse en animador constante de la Fe y espiritualidad de otros bautizados. La transparencia debe gobernar cada una de nuestras acciones como fundamento testimonial del triunfo del resucitado. Jesús genera en muchas personas discordias simplemente por que las exigencias del Evangelio y su seguimiento requieren de parte nuestra actitudes nuevas en vocación de santidad. Cada bautizado es misionero desde el lugar y ocupación que desempeña puesto que el testimonio y su declaración competen a todas nuestras acciones.  Nuestra vida es en sí testimonio y declaración… La opción por Cristo es vital en la vida del Creyente y la consecuencia de su respuesta definitiva en términos salvíficos. Las formulas de negación y aceptación son perentorias y no admiten explicación distinta en la cosmovisión de sus discípulos bajo el estilo gramatical del Decálogo y la Ley Mosaica.

miércoles, 21 de junio de 2017

TERCERA PARTE TRANSFORMACIÓN DE LA PERSONA REDIMIDA...

LA  TRANSFORMACIÓN  DE LA  PERSONA  REDIMIDA  Y  LA  VIVENCICIA  DE  LO   TRANS-PERSONAL… Tercera Parte.


El ser humano en todas sus dimensiones se transforma y asume lo que esto implica. El bautizado cada día que vive su experiencia con el Señor paulatinamente configura su vida bajo el signo de su Gracia dando respuesta a su ser y entorno. La transformación es necesaria puesto que bajo su influjo nosotros podemos abordar distintos estadios de madurez tanto intelectual como afectiva y espiritual. Un ser humano maduro es aquel cuya evolución no se limitó al dominio de su medio cultural sino que edificó para la eternidad (perspectiva cristiana). La construcción de un entorno sano y equilibrado es determinante para nuestra madurez. La madurez se expresa bajo el signo de la experiencia. Encontramos algunos calificativos comparados:

·         Madurez
·         Evolución
·         Crecimiento
·         Estadios de humanidad
·         Afectividad
·         Racionalidad
·         Fe
·         Trascendencia.

Son algunos de los elementos que se manifiestan por si solos cuando una persona es consciente de su vida y Rol en la sociedad. La vida de nuestro espíritu es indispensable como quiera que la posibilidad de la trascendencia cuente con ello.  La vida en términos biológicos inicia con la unión  o contacto de las células masculinas y femeninas (ovulo/espermatozoide) asegurando que los Gametos (Gameto) sean de la misma especie para conformar la fusión genética de ambos o Cigoto. En el instante mismo de la concepción de la vida. Sobre esto hay muchas posturas en la vida eclesial y en las distintas culturas. Lo verdaderamente importante es asumir que la existencia humana posee una connotación tanto biológica como divina, solo así se convierte la vida en algo verdaderamente sagrado y no se especula sobre su valía y dignidad… El objetivo  simplemente se  tocara a  vuelo de pájaro estos aspectos de nuestra genética.  “La vida personal comienza en términos de individualidad  y persona cuando tenemos la capacidad de romper el contacto con el medio, de recuperarnos para unificarnos” palabras de Mounier, quien percibe la realidad de la existencia de la persona desde el dialogo consigo misma y su entorno descubriendo la razón de ser de su existencia y por ende de su autonomía.  La conciencia de este despertar nos permite verdaderamente individualizar lo que somos y creemos y articularlo perfectamente con lo que vivimos estableciendo un punto de encuentro coherente que nos aproxime a la Unificación de nuestro ser. La recuperación de nuestros postulados y primicias es clave para avanzar hacia la conciencia de nosotros mismos y no solo desde la perspectiva de nuestra persona sino desde el entronque con la Sociedad y Cultura que nos rodea. Nuestra conciencia se articula y moldea dando espacio a otras y otros, en términos evangélicos se equipara a la dimensión que siembra en nosotros el mandamiento Nuevo, que como plenitud de la Verdad  revelada alimenta nuestro poseer  e inserción en la Sociedad… Bajo este concepto antropológico de matiz trascendente también afirmaremos con Mounier que la persona humana “es la llamada a actuar por lo que es que por lo que dice o hace” no hay lugar para el activismo mecánico de este Siglo (XXI) pero si decimos que por lo que somos estaremos indicando la referencia segura de nuestra racionalidad y capacidad de amar, estaremos manifestando la Identidad esencial de nuestra condición humana y encaminada a la Salvación. El Ser formalmente y bajo sus atributos Ontológicos dispone su existencia bajo la primicia Metafísica de contener en si cuanto necesita para ser y existir, recordemos las palabras Paulinas: En Dios vivimos, nos movemos y existimos (Hechos de los Apóstoles capitulo 17 versículo 28) esta máxima nos sintoniza de lleno con la existencia consciente de su destino como de su origen. El contenido de Dios en nosotros, es decir, su Vestigia está a salvo en el ejercicio de nuestra racionalidad, afectividad y dimensión emocional.

 Nuestro encuentro con el Absoluto Subsistente (En términos latinos) es innegable y cada uno de nosotros camina en su dirección. Solo Dios posee vida plena y siempre nueva son sus cualidades relevantes a la hora de nuestro encuentro personal y comunitario. Buscando una definición axiomática menos compleja diremos: Dios ES como DICE y HACE. Es nuestro modelo y buscamos unirnos con su Gracia y Amor. La vida de la Iglesia como Institución de origen tanto Divino como humano tiene la difícil misión de mostrar al Dios Vivo en el  testimonio de su Fe que no necesariamente plantea el éxito en el mundo sino en la fuerza de su ejemplo. Existe un sin número de “Iglesias” donde el dinero está a flor de piel y ocupan escenarios ricos y variados pero su testimonio no es sobrenatural sino de “éxito en los negocios”. Nosotros somos testigos del triunfo de Cristo y su Amor en nosotros. Somos por decirlo así luz de otros y otras y esa es la misión del bautizado.

El materialismo como el espiritualismo son estadios de inmadurez espiritual y el bautizado debe luchar para erradicarlos de su vida. Estos elementos son signo inequívoco de arraigos culturales y experienciales inmaduros en el bautizado.  La única forma de integrarnos es sin lugar a duda su superación ya que de lo contrario sería imposible dar cabida a otras personas y sus circunstancias en nuestras vidas. El individualismo se centra estrictamente en la persona y sus necesidades sin involucrar conscientemente a otros en su proceso de vida y madurez. El bautizado está llamado literalmente a vivir una especie de TRANS-PERSONALISMO  que le permita superar las individualidades que lo atan a solo ver y considerar la realidad personal por sobre el bienestar y realización de otras y otros. El modelo de vida que el entorno nos plantea cada día se debilita más puesto que sus postulados son claramente de tintes exclusivistas y cerrados sobre si mismos. Este estar “cerrados sobre sí mismos” nos habla claramente de la persona que cree que el mundo es solo el escenario de su existencia y que nada más importa que su realización y satisfacción encarnando así valores que van en abierta oposición al Evangelio. La Redención en su esencia metafísica más profunda nos conecta con la trascendencia sin dejar de estar unidos a la humanidad. La salvación es un plan que Dios trazó desde siempre con la inclusión de la persona humana capaz de “donarse” o entregarse a quienes le rodean. El desprenderse de la realidad sensitiva es una necesidad para este momento de nuestra existencia. Las seguridades del mundo deben dar paso a la absoluta confianza en Dios trascendente… La persona y su amalgama de eventos y vivencias no puede separar su vocación a la trascendencia que autores como Burgos enmarcan en la definición de  “Ser religiosos” por arropar o englobar estas vivencias e intuiciones porque en algún momento de la vida afloran. No existe manual alguno para vivir la religiosidad pero si una necesidad de depurarla superando el espiritismo del rito vacio e incorporando la fundamentación y peso de la espiritualidad.

La redención no se puede espiritualizar sin la voluntad de la persona humana por lo tanto la salvación involucra todas las funciones por decirlo así de nuestra existencia.  La Sociedad actual se mueve en la dirección del materialismo y el sensualismo como de la profunda marca que imprimen los sentidos en la comprensión y estructuración de las costumbres de la persona. El MOR-MORIS que básicamente habla de la configuración de las costumbres y sus contenidos morales se ve determinado por la estructuración de todos estos momentos. El Creyente en el Dios Vivo y Subsistente debe tener presente que los valores se encarnan y se convierten en hábitos gracias a su constante Praxis…  Moral que sin duda marca el derrotero tanto de las acciones como de los conceptos y contenidos sobrenaturales de los bautizados. La Redención como tal opera también en el Mor-Moris de nuestras costumbres y santifica todo lo que en Potencia y Acto procede de la naturaleza humana. En términos antropológicos el Hiponense lo define sencillamente: Nada de lo humano me es desconocido. La Norma  como regla de vida posee su espíritu a la hora de ejecutar la acción y asumir las consecuencias de su contenido. 

El término existencial de  la Voluntad de Dios es la realización de la vida humana en todas sus formas y direcciones posible. Nosotros actuamos bajo el signo de la salvación que el Amor de Dios derrama sobre todos y cada uno de los redimidos. Entendemos la redención como la Manifestación cósmica de la Voluntad de Dios. Esta cuestión está íntimamente  relacionada con la vida y obre del Creyente como lo expresa el propio Pablo. El Dios de la percepción de nuestra existencia en el que vivimos, nos movemos y existimos. La persona humana en su disposición comunicativa no se reserva nada de si al punto de ser capaz de compartir su ser en una clara alusión de su carácter Ontológico. Es pues determinante que la naturaleza de la persona redimida se inunde literalmente de la vida y obra de quienes comparten con ella su existencia. Es pues una clara tendencia de nuestro “ser sociable” que puede relacionarse a niveles de una extraordinaria profundidad comunicando de su ser las cualidades que vive y empeña en cada una de sus obras… La Voluntad salvífica de Dios se une hipostáticamente con el deseo muy humano de la trascendencia.

EL  MUNDO  DE  LO  TRANS-PERSONAL.

Una de las características del presente Siglo en referencia directa a la persona humana es precisamente la evolución hacia una definición más activa de su ser persona, superamos las barreras de los modos que expresan nuestra naturaleza para encausarnos bajo la guía de la experiencia creativa que todos compartimos y desarrollamos cada día. Ante un mundo acabado o edificado surge en nosotros la inquietud de Re-edificar y Re-ordenar nuestro entorno y por ende sus paradigmas. Es pues necesario el replantear las formas como estamos realizando el encuentro con el otro y el mundo cada día.  En este ir y venir de la vida las emociones se contextualizan y relacionan con el fruto de nuestras manos, mente y corazón y el ser humano rompe con las  cadenas de una Vida Plana.

La definición de lo Trans-personal   supera el estado de cosas que conocemos porque le permite al ser humano disfrutar de su libertad priorizando cuanto es vital en su comprensión o asimilación del entorno o  REALIDAD/MUNDO que sin duda ejerce gran atracción sobre el bautizado. La persona de frente a esta ya habitual condición debe reflexionar y concretar los absolutos de su existencia como ejemplo de ello es su vida espiritual. Superamos lo que entendemos como propio para salir al encuentro de lo considerado  de otros. Este movimiento del alma y la razón es gobernado por el Amor y su capacidad de acercamiento dialectico al otro y su circunstancia. Lo anterior es claramente comprensible si tenemos presente que la vida opera en nosotros con el peso de sus valores y connotaciones. La Redención sale al encuentro del YO del TU del NOSOTROS, quedando a salvo lo que hay en mí que por su naturaleza es intransferible pero abriendo mi ser al dialogo con otros como Yo en términos de mi personal Esencia y Naturaleza. La TRANSHUMANIZACION  de las realidades que vivimos y por ende percibimos no solo se convierten en un fenómeno de la razón humana sino que por mucho se instalan en la habilidad de ligar estas realidades con lo que somos y creemos como esperamos.

La humanidad está latente en nosotros y por esta razón cada una de nuestras acciones se convierte en universal. La aproximación a las definiciones Kantianas al respecto en cuanto al Mor/Moris es bien clara: Obra de tal manera que tus acciones sean ejemplo para aquellos que te observan. Nosotros superamos nuestra propia humanidad en términos egoístas para entrar de lleno en la realidad de nuestros cercanos, o como lo expresan los evangelios el Prójimo o Próximo…

La Individualidad también   necesita de los demás. Nuestra condición Colectiva así lo determina. La génesis de nuestra Especie la encontramos en la Comunidad. Solo cuando establecemos Comunión con nuestro entorno pudiendo  visualizar su impacto y presencia en nuestras vidas. Hipotéticamente hablando un ser humano nunca debería sentirse solo en ninguna parte del Planeta ya que en el Cosmos existen otros como él.   La Soledad apunta a los gustos y características  del ser humano más no a su esencia. No está solo quien en el mundo tiene otros 7.000.000.000 como él. En cuanto a la Comunicación  en la dinámica del dialogo apenas natural del ser humano encontramos que es una habilidad muy especial que sin duda nos eleva y transforma en una experiencia que como las anteriores supera nuestra singular personalidad para unirnos con otras personas haciendo de este momento de la comunicación otro principio de lo Transpersonal. Estamos hablando literalmente de un “salir de nosotros mismos”  para alcanzar nuestra realización, esta comunicación se eleva a Dios y luego a los hermanos. Lo anterior nos hace caer en una  de las paradojas más determinantes de la persona dialogante, es decir, que cuando salimos de nosotros mismos somos capaces de encontrarnos con nosotros mismos. Somos capaces de poseernos auténticamente. Expresado en términos actuales: SE GANA PERDIENDOSE… No estamos cuestionando nuestra Inmanencia simplemente estamos divisando al ser humano desde su propia y necesaria Alteridad… la visión Joanica de estar en el mundo y no ser del mundo expresado en  términos relacionales  a la vida y obra del Redentor también aplica en su justa categoría para la persona humana gracias al influjo de Dios (Evangelio de Juan capitulo 17 versículo 1 y s).
El paradigma está montado ya, estamos en el mundo como realidad compartida pero esperamos ir más allá de su entorno material: Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como salvador al Señor Jesucristo (Carta a los Filipenses capitulo 3 versículo 20). Nuestro destino no se gasta o consume totalmente en  este mundo sino que busca la trascendencia. En términos Agustinianos afirmaremos con él: Señor nos hiciste para Ti y nuestro corazón estará inquieto hasta descansar en Ti…  





     



LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…

  LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO… Éxodo capítulo 34 versículos 29-35. 2 Pedro capítulo 1 versículos 13-21. Salmo 99. Lucas c...