LA SS.
TRINIDAD COMUNIÓN SOLIDARIA
DESDE SU MISTERIO.
REFERENCIA
ANTROPIZADA DE LA
RELACIÓN.
La concepción
humana sobre la Unidad parte de los contenidos simultáneos entre iguales. Un
grupo de personas sean hombres o mujeres o la mezcla de estos no pueden agotar todas las posibilidades de
la naturaleza humana. Nuestra singularidad
no arrebata todo lo que somos y vivimos pero nuestras relaciones siempre
están en continuidad de acciones. Nunca
paramos de amar, pensar o relacionarnos, nunca agotamos nuestro lenguaje o sus
expresiones por sintéticas que estas sean o se conviertan. Somos como personas
una bien elaborada intríngulis y la paradoja de nuestra personal soberanía es
que en realidad no hay tal. Hoy actuamos de una manera concreta y mañana
nuestras experiencias podrán sin duda someter a juicio esas acciones y
determinar la impronta de otras. Nosotros nos reconocemos como individuos y las
motivaciones muchas veces son compartidas por la especie. Somos consecuencia de
nuestro Auto-reconocimiento en lo referente a la dinámica Antropológica.
Nuestra Antropología gira en la dirección de la duda y la razón, la tristeza y
la felicidad, el pasado, el hoy y el mañana. Las categorías de tiempo son signo
inequívoco de madurez y en visión negativa de proximidad a la muerte física. La
vida que vivimos bajo el imperio de lo Intelectivo es sin duda la ratificación
del Ser racional que hay en nosotros. La concepción de nuestra
propia Inmanencia no agota ni una coma de la naturaleza que reclamamos como
nuestra aunque no implica la realización plena de lo Antropizado, es decir,
siempre faltará el “peso para completar el millón”… La Alteridad parece una posibilidad de proyectarnos en el otro y
hacerlo participe de nuestra realidad pero su Inmanencia choca abiertamente con
la nuestra. Qué difícil es para nuestra vocación singular aceptar que los demás
sean diferentes a nosotros, es un misterio paradójico de la humanidad, el
pretender que todos sean iguales como una serie en un billete. La SS. Trinidad como la centralidad de
nuestras celebraciones no se queda fuera
de nuestros escenarios personales. La esencia de la relación humana es figura
imperfecta de la profunda entrega e identidad de las Personas Divinas. El leguaje humano no limita o siquiera puede
expresar su naturaleza cognoscible. Esta expresión solo es plena en Dios quien
en cada Idea de su Mente Divina se conoce así mismo y al otro Consubstancial en
su Esencia de Dios bajo las distinciones de Padre, Hijo y Espíritu Santo. El paralelo dinámico siendo nosotros criatura
de Dios se aproxima Volitivamente a la revelación de Dios y a la manifestación
de Dios en cuanto a que somos su Imagen Racional e Intelectiva como Afectiva… La
cultura nuestra guarda paralelismos interesantes con la figura del Dios
Trinidad que bajo la dinámica relacional Ad-Extra establece un nexo salvífico
que en el ser humano traduce en
Esperanza cierta y concreta de los misterios anunciados en la revelación bajo
la acción de la Gracia del Espíritu Santo. Antropizar la expresión consciente
de nuestra Fe puede ayudarnos a ubicar a Dios en el contexto tanto Económico como Inmanente de la SS.
Trinidad. No es solo la revelación de Dios sino la intervención salvífica
de su Gracia y funciones de las Divinas Personas en la Creación- Redención- Santificación. La Inmanencia de Dios en sí y
para sí fundamental en la comprensión de
un Dios que es Amor no como acción sino
como Esencia y Conocimiento. El Amor de Dios se asume como el medio que expresa
la totalidad inacabable de sus relaciones Trinitarias. Solo Dios en sí y para
si no agota lo que es por el contrario lo ejemplariza y plenifica en las
relaciones entre las Divinas Personas. Las relaciones humanas o RR-HH se mueven
sobre el fundamento de los Derechos o DD-HH lo que implica que la Sociedad debe
reconocerlos para hacer visible al Individuo o Sujeto cuya existencia biológica
debe ser reconocida por estancias legales. Nosotros como seres creados no
poseemos personalmente ningún atributo Socio-cultural que antes no sea
reconocido y otorgado al Colectivo o individualizado en la persona humana. Estas
relaciones son Singulares e Inmanentes en sí mismas y en el Colectivo Social
para existir. El salir fuera de nosotros “No” es posible sin la apreciación
tiempo-- espacial o la percepción de una realidad material que nos sujeta. La Relación con la Trinidad Divina sublima y
libera nuestra percepción material del mundo y sus causalidades para remitirnos
a Dios su Creador…
TRINIDAD Y SOCIOLOGÍA EN LA DINAMICA PERCEPTIVA DEL
SER HUMANO REVELADO.
La Sociología
como estudio y reflexión de los procesos humanos no permanece lejos de la
realidad revelada de Dios Trinidad. La Cultura expresa su conciencia sobre la
existencia de la trascendencia en la edificación de Lugares sagrados o Templos, en estos sitios la relación cultica se
manifiesta apreciativa y deliberante de su entorno o medio. Jesús nuca salió
realmente de la Sinagoga en sus interpretaciones y mensajes, es decir, siempre
vivió su ministerio unido al Templo que posteriormente adquirió la naturaleza
de nuestra Identidad y condición reflexiva hasta convertir a cada Creyente en Templo
de lo celebrado por el Colectivo. De una
manera consciente se hace presente en el Templo (Lucas capítulo 2 versículo
41-51) interactúa en el mismo argumentando sus principios Identitativos (Juan
capítulo 2 versículo 13-25) y que decir de la profecía Isainiana que se cumple
en su Persona Divina (Lucas capítulo 4 versículo 18) en referencia primaria al
profeta Isaías en (61,1)… La conciencia liberadora de Jesús le ubica muy por
sobre la estructura política y social de su Nación que a pesar de la situación
con el Imperio de Roma sigue pensando en una salida de índole político y no en
su inevitable retorno a Yahveh. Los esquemas sociales que toca la profecía
liberadora que se cumple en el propio Jesús es el anuncio de la necesaria
conciencia para enfrentar el problema de la Nación y sus relaciones de
conveniencia con su vecino poderoso. Jesús percibe el orden político al que se
enfrenta liberando la conciencia de los suyos. La transmutación cultural de
Israel es un verdadero problema que amenaza seriamente la integridad de su Fe
en Dios (cultura helenizante y pro-romana) la vida en Israel se movía entre el
poder de los romanos y la vivencia legalista de su Fe y presencia ritual en el
Templo. La cultura hacía poco perceptible la posibilidad de una idea monoteísta
compartida en una especie de “triada” más común en la mitología romana como
quiera que ellos tenían la Triada
capitolina o Tri-funcional la arcaica en la mitología romana estaba
conformada por Júpiter, Marte y Jano. Es
la idea de la presencia compartida de deidades que se referían a sus eventos
con la humanidad y la dependencia que se establecía de ellas para:
·
Cosechas
·
Salud
·
Guerra
·
Suerte
·
Cultos cívicos.
·
Naturaleza y sus
manifestaciones.
·
Estadios fetichistas.
·
Supersticiones.
Mientras
que en la cultura judía la concepción Trinitaria se aproximaría arcaicamente
desde el libro del Génesis a las funciones de Dios con la gente y sus
relaciones, ejemplo de ello es: escogencia, llamado y visita a Abraham, La
Torre de Babel, guía del pueblo en el desierto, Literatura Profética y
Sapiencial, entre otros. La concepción monoteísta de Israel es una dificultad
lingüística a ser percibida por las expresiones de Adoración a un solo Dios en referencia
al judío promedio. Jesús con sus discípulos tiene la misma dificultad de allí
que emplea términos íntimos y vivenciales comunes en las relaciones de los
niños judíos con sus padres Abba lenguaje
arameo usado entre los siglos (III a de C--- III d. de Cristo) (Marcos capítulo
14 versículo 36). La connotación supera las barreras culticas y se instala en
la conciencia religiosa popular como es posible asimilar en la relación
personal del Creyente que se dirige a Dios. El Padre enseña su connotación de
familia e Identidad de los individuos que la componen. Somos como especie
humana una bien definida analogía limitada de la percepción de Dios Trinidad. La
familia es figura racional y biológicamente necesaria de la expresión de Dios
Trinidad en medio de nosotros los bautizados. Citamos a Orígenes fundador de la Escuela de Alejandría en el Siglo III
cuando establece una relación natural que dinamiza el vínculo de Cristo y la
humanidad representada y potenciada por Él en el Misterio Trinitario. Miremos
su contenido comparativo y alegórico propio de esta Escuela:
“Adán y Eva formaban
una sola carne” (Gn capítulo 2 versículo 24) Pablo
nos enseña su postura frete a la relación de los bautizados con Dios al afirmar
en (1 Corintios capítulo 6 versículo 17) “El
que se allega al Señor se hace un solo espíritu con Él” Se estable un
principio de Hipostasis relacional como indica la naturaleza de la expresión
Paulina. (En Juan capítulo 10 versículo 30) “Yo y mi Padre somos Uno” La experiencia de las relaciones Trinitarias
son la perfección misma de su entrega, Dios Padre se da literalmente al Hijo y
Juntos al Espíritu Santo. La Trinidad es vista como un signo de Comunión
percibido por la naturaleza humana que tiende a sublimar el encuentro con el
otro en la forma conocida e identificada en:
·
El
Yo
·
El Nosotros
·
El Vosotros.
Habla
la conciencia de la existencia del otro en la realidad que vivimos y aunque es
intransferible si podemos incluirlos en la esfera del Afecto y la Emoción como
expresión del Amor. El percibir a los demás es una acción que descubre nuestra
propia humanidad. Orígenes nos
muestra tres formas básicas de relaciones y vehículos prácticos de ellas a
saber:
·
Unidad en la Carne
(Adán y Eva).
·
Unidad en el Espíritu
(Dios—Creyente)
·
Unidad en la Divinidad
(SS. Trinidad).
En
la concepción de nuestra dinámica Sociológica no podemos olvidar que las
relaciones Trinitarias se dan en sí y para sí, al ser Inmanentes y estar
presentes en Dios mismo. En Dios no hay imposibilidad relacional plena como si
en nosotros criaturas. De lo que si
estamos seguros y es del sentido teológico al
suponer que las relaciones de la
SS. Trinidad al crear cuanto existe fueron de carácter Transeúnte de tránsito en la expresión de su más absoluta
radicalidad lingüística. El Padre es toda la Divinidad, el Hijo es toda la
Divinidad y el Espíritu Santo es toda la Divinidad. Las implicaciones de Unidad
nos tocan poderosamente a todas y todos
sin importar condición alguna que denote posibilidad de exclusión entre
nosotros mismos, Dios busca la Unidad de las familias y la humanidad contenida en
cada uno de sus integrantes (Génesis capítulo 1 versículo 27) El remanente
sociológico que persiste en las relaciones humanas lo encontramos reflejado en
la absoluta perfección de las relaciones vitales de Dios que la teología define
como Pericoresis (Donde está una
Persona Divina están las otras y en sentido contrario pleno) es un fundamento
de su Inhabitaciòn o Circumincesión de las
relaciones Trinitarias. Nosotros podemos percibir la relación de Unidad
plena en las Divinas Personas cuando por Fe y Amor llegamos a la certeza de la
presencia de Dios en nosotros y en nuestro entorno. Una idea no tan alejada de
la realidad Antropológica es el ejemplo del amor que una persona tiene por
muchas personas y como las lleva en su mente y sentimientos y siendo así como
las recuerda y ama constantemente. Dios
se Piensa y se Ama eternamente. En la concepción de esa relación con la
humanidad con cada bautizado es factible distinguir tanto la Trinidad Inmanente como la Trinidad
Económica, es decir Dios que se Ama y piensa eternamente como se entrega cada
Persona Divina y la Económica o salvífica expresada en la Creación, Redención y
santificación del Creyente y la Creación. Antropizando la cuestión tratada
en el presente ensayo agregaremos que la Gracia
establece esa bella relación entre una y otra expresión de la vida
Trinitaria manifestando en su Auto-comunicación la Unidad de Dios Trinidad y la
potencia desplegada en su Creación como en el corazón de los bautizados. El Amor
es la plena y perfecta realización de la Trinidad Divina. El Padre Dios se
realiza plenamente cuando se entrega al Hijo eterno y el Hijo se da totalmente
glorificando a Dios su Padre eterno (Juan capítulo 17 versículo 5)… El Apóstol
Juan reconoce el acontecer de Dios Amor
pero la hace percibiendo la relación eterna que mueve o encierra la perfección
de Amar y ser Amado (1 Juan capítulo 4 versículo 8) Dios se Ama y nos ama
porque es el Amor pleno y eterno como lo es su Voluntad de amarnos siempre. En
Dios el Amor no es un sentimiento mudable sino una realidad vital. Dios no
aspira a amar como la humanidad lo expresa. Dios se entrega eternamente en ese
caminar de su Ser Amor. El Dios invisible se expresa en la contundente realidad
perceptible de su Amor y Justificación por la humanidad y la Creación, es
decir, existimos porque Dios nos ama. No es invisible quien ama con el Poder de
Dios contenido en su eterno amarse (Colosenses capítulo 1 versículo 15). En
cuanto a la comparación que establecemos con nuestra comunicación personal
decimos que en ese orden lingüístico modelo perfecto la Intuición se condensa
en la seguridad de su expresión entendible y la dificultad Idiomática es
superada por el Lenguaje del Amor… Para
ilustrar este principio imaginemos un Círculo, el Padre es el Centro de la
Comunicación Divina y el Hijo es el borde o la periferia que contiene el
Círculo y el Espíritu Santo se encuentra entre ambos y brota del lenguaje
eterno de Entrambos. Ese eterno ir y venir de las Personas Divinas. Los PP. De
la Iglesia entendieron que la relación Trinitaria tenía su Origen en el Padre y
en referencia con el Hijo el Hiponense emplea el termino latino Principaliter (principalmente) es la
absoluta relación con el Padre. Agustín acude al término citado para definir la procedencia del
Espíritu Santo. La diferencia radica en
dos expresiones de la Esencia Divina Intelectiva y Volitiva la primera
referente al Hijo y la otra al Espíritu Santo como sabemos. La concepción en el
A.T era distinta y movida por los vínculos relacionales que tenían a Moisés y
los Profetas como referentes. La visión de Dios era desde la Norma y la
consabida responsabilidad ritualista que limitaba su concepción de cercanía y
vinculo salvífico. Miremos con detenimiento este señalamiento:
La
noción de Dios como Padre es
asumida desde la concepción de su poder creador (Dt capítulo 32 versículo 6) y
es también referencia de su presencia en la Alianza (Ex capítulo 4 versículo
22) y Padre de Israel (2 Samuel capítulo
7 versículo 14) en la dinámica que asume como Padre del Pueblo recae su Amor
misericordioso sobre los desprotegidos (Salmo 68,6). La idea del Pueblo de
Israel es clara, tienen la noción de una relación de escogencia como se
advierte infinidad de veces en el Pentateuco
pero no se desarrolla una teología
de la paternal escogencia de Dios. Es un Dios que castiga según su código legal
entregado en el desierto a Moisés y este al Pueblo. Rompiendo con ese esquema
relacional aparece la perspectiva paternal de Dios en boca del Redentor. Jesús nos
revela al Padre Dios en un sentido totalmente nuevo como también convierte al
Espíritu Santo en la Causa Formal de la revelación de su relación con el Padre
Dios, así lo percibimos en (Juan capítulo 14 versículo 17). Es una relación
caracterizada por la Intimidad ausente
en el A.T donde el Amor es el referente primario de toda su conversación
con los discípulos. Para comprender este señalamiento teológico es necesario
que esclarezcamos la relación terminológica entre Substancia
---y--- Persona --- y --- Relación --- como --- Hipostasis. La Persona está
constituida en la naturaleza y se expresa consciente de su Ser como
Identidad, y la Relación se manifiesta como Persona dueña de su existencia, la
que posee plenamente. Para nuestra inquietud académica podemos consultar
los anales del Concilio II de Constantinopla, sus definiciones sobre la Trinidad Consubstancial. El Dios que revela Jesús es Padre y Señor
y Ama a sus hijos por igual. La única diferencia está asumida en las funciones
de las expresiones de nuestra filiación y su Paternidad.
PERCIBIMOS LA
REALIDAD REVELADA DE LA TRINIDAD
INMANENTE.
La
Trinidad Divina es un Misterio y
como tal su exposición no está agotada. La Fe en el Dios viviente es nuestro
empeño y tesoro. La realidad está siendo constantemente afectada por las
percepciones de orden y estética que llega a nosotros como quiera que seamos básica
y formalmente seres contingentes, y
nuestra Contingencia responde al medio como al estímulo espiritual. Las notas
perceptibles de la identidad de Dios en nosotros las constatamos básicamente en
la siguiente exposición:
·
Unidad
·
Igualdad
·
Relación
·
Necesidad
·
Donación
y Entrega
·
Intimidad
vital.
Son
cualidades plenas que la relación de Dios con la humanidad expresada en sus
cometidos objetivados, es decir, no es un Dios lejano sino un Padre todos y
Misericordioso por antonomasia. La Igualdad de Dios es la Esencia de su Amor en
términos fácilmente asimilados en nuestros discursos. La relación con Dios debe
convertirse no en una necesidad existencial sino en una forma de ser, amar y existir
independientemente de la realidad de nuestra naturaleza, sin miedo o temor a la
trascendencia. La Intimidad con Dios es un regalo que solo Él nos hace y nos
plenifica como Deifica palabras que emplearan los PP. Griegos para definir la
relación de Intimidad vital con el Dios de la vida. Solo Dios se entrega a Dios
vital y plenamente solo Dios, solo el Padre se realiza plenamente cuando se
entrega al Hijo eternamente y el Espíritu Santo cuando es fruto eterno del Amor
comunicado Esencialmente entre el Padre y el Hijo… La Trinidad es tanto Comunión
como Entrega eterna. La Inmanencia de la SS. Trinidad se refleja en la
felicidad que las Divinas personas poseen y viven eternamente… Cuando
trabajamos por encontrar y conservar la felicidad nos estaremos moviendo en la
Dirección del Dios fuente de felicidad y
vida plena… La felicidad de Dios no acepta división pero si distinción en
cuanto a la forma como se relaciona con nosotros desde la posibilidad de ser manifestada en la existencia de la
persona redimida. La Substancia de la relación Trinitaria es Igual en términos
de nuestro entendimiento. Tal relación está verificada en la Unidad de Amor que
por analogía vivimos. Dios es Padre como
Persona y la distinción está en el ser Padre y su significación activa como
relacional mientras que la Esencia no se altera o divide en funciones. Dios es
Hijo en cuanto a Persona pero no en cuanto a la división de la Substancia
Divina. El Espíritu Santo que procede de Entrambos lo es como Persona y sus
manifestaciones como entrega y no se establece diferencia en la Esencia de Dios…
Uno de los PP. Latinos lo ejemplarizan aún más claro: Dios es la “Trinidad de
Una Divinidad” Tertuliano. El salir de nosotros superando nuestra natural
Imposibilidad es posible solo si lo hacemos hacia Dios, solo Dios puede hacer
que superemos nuestra propia Inmanencia. La transformación por definición de
nuestra Metafísica es comprobable
desde la posibilidad cierta de transformar nuestro ser aún bajo el signo de
nuestra conciencia. Estamos seguros solo en la medida en la que nuestra Fe lo
dicte al entendimiento. Las propiedades del Ser, Persona Humana son adjudicadas
a la Especie cómo y en cuanto tal racional y emotiva como afectiva. La
transformación Ontológica solo es posible si estamos unidos a Dios y esa Unidad esencial nos permite
trascender la anteriormente descrita imposibilidad o Inmanencia. Recordemos
que el propio Jesús nos habla sobre la Verdad como fuente de Libertad. Pues la
Verdad de Dios es su revelación plena en la Persona del Espíritu Santo. La Verdad es esencial y no conceptual. La
Verdad es el ADN de nuestro ser
redimido. Aquella Samaritana (Juan capítulo 4 y ss) tenía sed y Cristo le
ofrece su Gracia, ella continuó con sed porque la obra redentora estaba en
proceso. Dios no sale de su realidad Trinitaria Dios es su realidad Trinitaria,
plena y acción de todo Acto. En su
Ser no hay Potencia alguna Dios Es… El Espíritu de Dios es Agua viva por encontrase en el cauce de toda Salvación así querida
por Dios. La Voluntad del Padre es
salvífica para nosotros y no se necesita cosa distinta a que Dios la piense.
Nosotros hemos recibido en Pentecostés un
Espíritu de vida y plenitud. Los dones del Don por antonomasia se traducen en
salud y eternidad. La realidad de la Encarnación abre las puertas
de una Antropización perceptiva de la Santísima Trinidad y como Dios entra en
la historia de la humanidad sin desmontar los conceptos naturales de la
generación de la vida y realidad singular de la persona humana. La Igualdad
tacita entre el Dios encarnado y la humanidad fue la primera señal inequívoca
de la Voluntad Salvífica del Padre Dios. Una Señal que asume la condición y su
naturaleza humana pero provista de la inseparable personalidad del Hijo de
Dios. Somos consecuencia del Amor que se socializa por decirlo así con la
humanidad. Un Dios tan cercano y aún más que la misma humanidad a su realidad
como realización de lo contrario la redención sería un postulado fallido no
aprovechado por nuestra naturaleza herida por el pecado.
DEFINICIONES
TEOLOGICAS EN SINTESIS DEL MISTERIO
TRINITARIO.
·
El Padre Dios sostiene
toda la Creación, es la justificación de su Amor en nosotros.
·
El Espíritu Santo llega
a nosotros por Voluntad de Dios.
·
El Verbo eterno concede
el Espíritu Santo según la Voluntad salvífica de Dios.
·
El Padre está por sobre
todos los seres.
·
Cristo Señor y cabeza
de la Iglesia (1 Corintios capítulo 11 versículo 3)
·
El Espíritu Santo está
en nosotros como Agua Viva.
·
Por medio de todas las
cosas obra el Verbo.
·
Espíritu Santo Causa
Final de la Creación.
·
El Padre Inhabita en el
Hijo y en el Espíritu Santo y el Hijo en el Padre y en el Espíritu Santo y Este
en el Padre y en el Hijo.
·
Todos son Uno por
Unidad Substancial.
·
El Padre es la cabeza
de su Hijo.
·
Trinidad y Comunión
como signo de Redención.
·
Las Relaciones Vitales de la Trinidad están
definidas por el Amor.
·
La misma Esencia.
·
La misma Substancia
aunque haya distinción en las Personas.
·
Trinidad Económica.
·
Trinidad Inmanente.
·
Hipostasis Trinitaria.
·
Patrem Principaliter.
·
En las relaciones
Trinitarias el Padre es el Centro, el Hijo la periferia y el Paráclito es el
vínculo amoroso en expresión plena del lenguaje Divino.
·
Solo Dios se da a sí
mismo.
·
La Comunión entre Dios
y la humanidad es un signo del Amor Trinitario.
·
Orígenes
empleó la afirmación –polémica en su época- Tres Dioses y un solo Dios.
·
Tertuliano el primer
PP. De la Iglesia en emplear el termino Trinidad o Triada.
·
Nuestra concepción
Trinitaria no es Subordinacionista como ocurrió con muchos PP. Griegos.
·
La presencia Trinitaria
durante la Creación de todo fue transeúnte, es decir, no permanece en ella sino
que mueve su Voluntad.
·
En la Salvación es
permanente.
·
Nuestra relación
Antropizada con la SS. Trinidad es de auto-reconocimiento de sus huellas o
improntas en nosotros.
·
Dios es Amor.
·
La familia es el modelo
trascendente de la Idea Trinitaria Antropizada.
·
La Psicología que
enfrenta la realidad con la percepción y recreación del Sujeto se encuentra
asumiendo la Identidad del Creyente que se afirma en la trascendencia y se
identifica con los postulados de sus creencias. Estas creencias subliman la noción de Dios en
expresiones comunitarias tanto en la visión del Misterio Trinitario como en la
Sociedad y su Colectivo referente. La relación salvífica se percibe como parte
de un esquema ritualista pero en realidad es la percepción del colectivo que
busca experimentar y conocer el movimiento de la Massa de Fe… La presencia de Dios es una referencia personal de
índole trascendente según apunta la praxis cultica del bautizado. Somos en
síntesis generadores del Misterio que buscamos comprender o asimilar. Dios se revela en la intimidad
superando las nociones universales de la Especie humana. Conocer implica antes
amar para tener referencia autentica de .lo conocido. La Dialéctica Agustiniana
lo expresa simplemente afirmando: “Nadie
ama lo que no conoce”.
·
La relación y sus
nociones con la SS. Trinidad se antropiza bajo la percepción humana y su
voluntad de caminar en pos de su Señor. El Hiponense afirma en este contexto
interpretativo: “Si quieres conocer a
una persona no le preguntes lo que sabe sino lo que ama”. El amor nos une a
la Trinidad como fuente de Gracia y vida…
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