jueves, 8 de junio de 2017

SANTISIMA TRINIDAD....

LA  SS. TRINIDAD  COMUNIÓN  SOLIDARIA  DESDE  SU  MISTERIO.


REFERENCIA  ANTROPIZADA  DE  LA  RELACIÓN.


La concepción humana sobre la Unidad parte de los contenidos simultáneos entre iguales. Un grupo de personas sean hombres o mujeres o la mezcla de estos  no pueden agotar todas las posibilidades de la naturaleza humana. Nuestra singularidad no arrebata todo lo que somos y vivimos pero nuestras relaciones siempre están en continuidad de acciones.  Nunca paramos de amar, pensar o relacionarnos, nunca agotamos nuestro lenguaje o sus expresiones por sintéticas que estas sean o se conviertan. Somos como personas una bien elaborada intríngulis y la paradoja de nuestra personal soberanía es que en realidad no hay tal. Hoy actuamos de una manera concreta y mañana nuestras experiencias podrán sin duda someter a juicio esas acciones y determinar la impronta de otras. Nosotros nos reconocemos como individuos y las motivaciones muchas veces son compartidas por la especie. Somos consecuencia de nuestro Auto-reconocimiento en  lo referente a la dinámica Antropológica. Nuestra Antropología gira en la dirección de la duda y la razón, la tristeza y la felicidad, el pasado, el hoy y el mañana. Las categorías de tiempo son signo inequívoco de madurez y en visión negativa de proximidad a la muerte física. La vida que vivimos bajo el imperio de lo Intelectivo es sin duda la ratificación del Ser racional  que hay en nosotros. La concepción de nuestra propia Inmanencia no agota ni una coma de la naturaleza que reclamamos como nuestra aunque no implica la realización plena de lo Antropizado, es decir, siempre faltará el “peso para completar el millón”… La Alteridad parece una posibilidad de proyectarnos en el otro y hacerlo participe de nuestra realidad pero su Inmanencia choca abiertamente con la nuestra. Qué difícil es para nuestra vocación singular aceptar que los demás sean diferentes a nosotros, es un misterio paradójico de la humanidad, el pretender que todos sean iguales como una serie en un billete. La SS. Trinidad como la centralidad de nuestras  celebraciones no se queda fuera de nuestros escenarios personales. La esencia de la relación humana es figura imperfecta de la profunda entrega e identidad de las Personas Divinas.  El leguaje humano no limita o siquiera puede expresar su naturaleza cognoscible. Esta expresión solo es plena en Dios quien en cada Idea de su Mente Divina se conoce así mismo y al otro Consubstancial en su Esencia de Dios bajo las distinciones de Padre, Hijo y Espíritu Santo.  El paralelo dinámico siendo nosotros criatura de Dios se aproxima Volitivamente a la revelación de Dios y a la manifestación de Dios en cuanto a que somos su Imagen Racional e Intelectiva como Afectiva… La cultura nuestra guarda paralelismos interesantes con la figura del Dios Trinidad que bajo la dinámica relacional Ad-Extra establece un nexo salvífico que en el  ser humano traduce en Esperanza cierta y concreta de los misterios anunciados en la revelación bajo la acción de la Gracia del Espíritu Santo. Antropizar la expresión consciente de nuestra Fe puede ayudarnos a ubicar a Dios en el contexto tanto Económico como Inmanente de la SS. Trinidad. No es solo la revelación de Dios sino la intervención salvífica de su Gracia y funciones de las Divinas Personas en la Creación- Redención- Santificación. La Inmanencia de Dios en sí y para sí  fundamental en la comprensión de un Dios que es Amor  no como acción sino como Esencia y Conocimiento. El Amor de Dios se asume como el medio que expresa la totalidad inacabable de sus relaciones Trinitarias. Solo Dios en sí y para si no agota lo que es por el contrario lo ejemplariza y plenifica en las relaciones entre las Divinas Personas. Las relaciones humanas o RR-HH se mueven sobre el fundamento de los Derechos o DD-HH lo que implica que la Sociedad debe reconocerlos para hacer visible al Individuo o Sujeto cuya existencia biológica debe ser reconocida por estancias legales. Nosotros como seres creados no poseemos personalmente ningún atributo Socio-cultural que antes no sea reconocido y otorgado al Colectivo o individualizado en la persona humana. Estas relaciones son Singulares e Inmanentes en sí mismas y en el Colectivo Social para existir. El salir fuera de nosotros “No” es posible sin la apreciación tiempo-- espacial o la percepción de una realidad material que nos sujeta. La Relación con la Trinidad Divina sublima y libera nuestra percepción material del mundo y sus causalidades para remitirnos a Dios su Creador…

TRINIDAD Y SOCIOLOGÍA EN LA DINAMICA PERCEPTIVA DEL SER HUMANO REVELADO.

La Sociología como estudio y reflexión de los procesos humanos no permanece lejos de la realidad revelada de Dios Trinidad. La Cultura expresa su conciencia sobre la existencia de la trascendencia en la edificación de Lugares sagrados o Templos, en estos sitios la relación cultica se manifiesta apreciativa y deliberante de su entorno o medio. Jesús nuca salió realmente de la Sinagoga en sus interpretaciones y mensajes, es decir, siempre vivió su ministerio unido al Templo que posteriormente adquirió la naturaleza de nuestra Identidad y condición reflexiva hasta convertir a cada Creyente en Templo de lo celebrado por el Colectivo.  De una manera consciente se hace presente en el Templo (Lucas capítulo 2 versículo 41-51) interactúa en el mismo argumentando sus principios Identitativos (Juan capítulo 2 versículo 13-25) y que decir de la profecía Isainiana que se cumple en su Persona Divina (Lucas capítulo 4 versículo 18) en referencia primaria al profeta Isaías en (61,1)… La conciencia liberadora de Jesús le ubica muy por sobre la estructura política y social de su Nación que a pesar de la situación con el Imperio de Roma sigue pensando en una salida de índole político y no en su inevitable retorno a Yahveh. Los esquemas sociales que toca la profecía liberadora que se cumple en el propio Jesús es el anuncio de la necesaria conciencia para enfrentar el problema de la Nación y sus relaciones de conveniencia con su vecino poderoso. Jesús percibe el orden político al que se enfrenta liberando la conciencia de los suyos. La transmutación cultural de Israel es un verdadero problema que amenaza seriamente la integridad de su Fe en Dios (cultura helenizante y pro-romana) la vida en Israel se movía entre el poder de los romanos y la vivencia legalista de su Fe y presencia ritual en el Templo. La cultura hacía poco perceptible la posibilidad de una idea monoteísta compartida en una especie de “triada” más común en la mitología romana como quiera que ellos tenían la Triada capitolina o Tri-funcional la arcaica en la mitología romana estaba conformada por Júpiter, Marte y Jano. Es la idea de la presencia compartida de deidades que se referían a sus eventos con la humanidad y la dependencia que se establecía de ellas para:

·         Cosechas
·         Salud
·         Guerra
·         Suerte
·         Cultos cívicos.
·         Naturaleza y sus manifestaciones.
·         Estadios fetichistas.
·         Supersticiones.

Mientras que en la cultura judía la concepción Trinitaria se aproximaría arcaicamente desde el libro del Génesis a las funciones de Dios con la gente y sus relaciones, ejemplo de ello es: escogencia, llamado y visita a Abraham, La Torre de Babel, guía del pueblo en el desierto, Literatura Profética y Sapiencial, entre otros. La concepción monoteísta de Israel es una dificultad lingüística a ser percibida por las expresiones de Adoración a un solo Dios en referencia al judío promedio. Jesús con sus discípulos tiene la misma dificultad de allí que emplea términos íntimos y vivenciales comunes en las relaciones de los niños judíos con sus padres Abba lenguaje arameo usado entre los siglos (III a de C--- III d. de Cristo) (Marcos capítulo 14 versículo 36). La connotación supera las barreras culticas y se instala en la conciencia religiosa popular como es posible asimilar en la relación personal del Creyente que se dirige a Dios. El Padre enseña su connotación de familia e Identidad de los individuos que la componen. Somos como especie humana una bien definida analogía limitada de la percepción de Dios Trinidad. La familia es figura racional y biológicamente necesaria de la expresión de Dios Trinidad en medio de nosotros los bautizados. Citamos a Orígenes fundador de la Escuela de Alejandría en el Siglo III cuando establece una relación natural que dinamiza el vínculo de Cristo y la humanidad representada y potenciada por Él en el Misterio Trinitario. Miremos su contenido comparativo y alegórico propio de esta Escuela:

“Adán y Eva formaban una sola carne” (Gn capítulo 2 versículo 24) Pablo nos enseña su postura frete a la relación de los bautizados con Dios al afirmar en (1 Corintios capítulo 6 versículo 17) “El que se allega al Señor se hace un solo espíritu con Él” Se estable un principio de Hipostasis relacional como indica la naturaleza de la expresión Paulina. (En Juan capítulo 10 versículo 30) “Yo y mi Padre somos Uno” La experiencia de las relaciones Trinitarias son la perfección misma de su entrega, Dios Padre se da literalmente al Hijo y Juntos al Espíritu Santo. La Trinidad es vista como un signo de Comunión percibido por la naturaleza humana que tiende a sublimar el encuentro con el otro en la forma conocida e identificada en:

·         El Yo
·         El Nosotros
·         El Vosotros.
Habla la conciencia de la existencia del otro en la realidad que vivimos y aunque es intransferible si podemos incluirlos en la esfera del Afecto y la Emoción como expresión del Amor. El percibir a los demás es una acción que descubre nuestra propia humanidad. Orígenes nos muestra tres formas básicas de relaciones y vehículos prácticos de ellas a saber:
·         Unidad en la Carne (Adán y Eva).
·         Unidad en el Espíritu (Dios—Creyente)
·         Unidad en la Divinidad (SS. Trinidad).

En la concepción de nuestra dinámica Sociológica no podemos olvidar que las relaciones Trinitarias se dan en sí y para sí, al ser Inmanentes y estar presentes en Dios mismo. En Dios no hay imposibilidad relacional plena como si en nosotros criaturas. De  lo que si estamos seguros y es del sentido teológico al  suponer  que las relaciones de la SS. Trinidad al crear cuanto existe fueron  de carácter Transeúnte de tránsito en la expresión de su más absoluta radicalidad lingüística. El Padre es toda la Divinidad, el Hijo es toda la Divinidad y el Espíritu Santo es toda la Divinidad. Las implicaciones de Unidad nos tocan poderosamente a todas  y todos sin importar condición alguna que denote posibilidad de exclusión entre nosotros mismos, Dios busca la Unidad de las familias y la humanidad contenida en cada uno de sus integrantes (Génesis capítulo 1 versículo 27) El remanente sociológico que persiste en las relaciones humanas lo encontramos reflejado en la absoluta perfección de las relaciones vitales de Dios que la teología define como Pericoresis (Donde está una Persona Divina están las otras y en sentido contrario pleno) es un fundamento de su Inhabitaciòn o Circumincesión  de las  relaciones Trinitarias. Nosotros podemos percibir la relación de Unidad plena en las Divinas Personas cuando por Fe y Amor llegamos a la certeza de la presencia de Dios en nosotros y en nuestro entorno.  Una idea no tan alejada de la realidad Antropológica es el ejemplo del amor que una persona tiene por muchas personas y como las lleva en su mente y sentimientos y siendo así como las recuerda y ama constantemente. Dios se Piensa y se Ama eternamente. En la concepción de esa relación con la humanidad con cada bautizado es factible distinguir tanto la Trinidad Inmanente como la Trinidad Económica, es decir Dios que se Ama y piensa eternamente como se entrega cada Persona Divina y la Económica o salvífica expresada en la Creación, Redención y santificación del Creyente y la Creación. Antropizando la cuestión tratada en el presente ensayo agregaremos que la Gracia establece esa bella relación entre una y otra expresión de la vida Trinitaria manifestando en su Auto-comunicación la Unidad de Dios Trinidad y la potencia desplegada en su Creación como en el corazón de los bautizados. El Amor es la plena y perfecta realización de la Trinidad Divina. El Padre Dios se realiza plenamente cuando se entrega al Hijo eterno y el Hijo se da totalmente glorificando a Dios su Padre eterno (Juan capítulo 17 versículo 5)… El Apóstol Juan  reconoce el acontecer de Dios Amor pero la hace percibiendo la relación eterna que mueve o encierra la perfección de Amar y ser Amado (1 Juan capítulo 4 versículo 8) Dios se Ama y nos ama porque es el Amor pleno y eterno como lo es su Voluntad de amarnos siempre. En Dios el Amor no es un sentimiento mudable sino una realidad vital. Dios no aspira a amar como la humanidad lo expresa. Dios se entrega eternamente en ese caminar de su Ser Amor. El Dios invisible se expresa en la contundente realidad perceptible de su Amor y Justificación por la humanidad y la Creación, es decir, existimos porque Dios nos ama. No es invisible quien ama con el Poder de Dios contenido en su eterno amarse (Colosenses capítulo 1 versículo 15). En cuanto a la comparación que establecemos con nuestra comunicación personal decimos que en ese orden lingüístico modelo perfecto la Intuición se condensa en la seguridad de su expresión entendible y la dificultad Idiomática es superada por el Lenguaje del Amor… Para ilustrar este principio imaginemos un Círculo, el Padre es el Centro de la Comunicación Divina y el Hijo es el borde o la periferia que contiene el Círculo y el Espíritu Santo se encuentra entre ambos y brota del lenguaje eterno de Entrambos. Ese eterno ir y venir de las Personas Divinas. Los PP. De la Iglesia entendieron que la relación Trinitaria tenía su Origen en el Padre y en referencia con el Hijo el Hiponense emplea el termino latino Principaliter (principalmente) es la absoluta relación con el Padre. Agustín acude al  término citado para definir la procedencia del Espíritu Santo.  La diferencia radica en dos expresiones de la Esencia Divina  Intelectiva y Volitiva la primera referente al Hijo y la otra al Espíritu Santo como sabemos. La concepción en el A.T era distinta y movida por los vínculos relacionales que tenían a Moisés y los Profetas como referentes. La visión de Dios era desde la Norma y la consabida responsabilidad ritualista que limitaba su concepción de cercanía y vinculo salvífico. Miremos con detenimiento este señalamiento:

La noción de Dios como Padre   es asumida desde la concepción de su poder creador (Dt capítulo 32 versículo 6) y es también referencia de su presencia en la Alianza (Ex capítulo 4 versículo 22) y Padre de Israel (2 Samuel  capítulo 7 versículo 14) en la dinámica que asume como Padre del Pueblo recae su Amor misericordioso sobre los desprotegidos (Salmo 68,6). La idea del Pueblo de Israel es clara, tienen la noción de una relación de escogencia como se advierte infinidad de veces en el Pentateuco  pero no se desarrolla una teología de la paternal escogencia de Dios. Es un Dios que castiga según su código legal entregado en el desierto a Moisés y este al Pueblo. Rompiendo con ese esquema relacional aparece la perspectiva paternal de Dios en boca del Redentor. Jesús nos revela al Padre Dios en un sentido totalmente nuevo como también convierte al Espíritu Santo en la Causa Formal de la revelación de su relación con el Padre Dios, así lo percibimos en (Juan capítulo 14 versículo 17). Es una relación caracterizada por la Intimidad ausente en el A.T donde el Amor es el referente primario de toda su conversación con los discípulos. Para comprender este señalamiento teológico es necesario que esclarezcamos la relación terminológica entre   Substancia ---y--- Persona --- y --- Relación --- como --- Hipostasis. La Persona está constituida en la naturaleza  y se expresa consciente de su Ser como Identidad, y la Relación se manifiesta como Persona dueña de su existencia, la que posee plenamente. Para nuestra inquietud académica podemos consultar los anales del Concilio II de Constantinopla, sus definiciones sobre la Trinidad Consubstancial.   El Dios que revela Jesús es Padre y Señor y Ama a sus hijos por igual. La única diferencia está asumida en las funciones de las expresiones de nuestra filiación y su Paternidad.

PERCIBIMOS  LA  REALIDAD  REVELADA  DE  LA  TRINIDAD  INMANENTE.

La Trinidad Divina es un Misterio y como tal su exposición no está agotada. La Fe en el Dios viviente es nuestro empeño y tesoro. La realidad está siendo constantemente afectada por las percepciones de orden y estética que llega a nosotros como quiera que seamos básica y formalmente seres contingentes, y nuestra Contingencia responde al medio como al estímulo espiritual. Las notas perceptibles de la identidad de Dios en nosotros las constatamos básicamente en la siguiente exposición:

·         Unidad
·         Igualdad
·         Relación
·         Necesidad
·         Donación y Entrega
·         Intimidad vital.

Son cualidades plenas que la relación de Dios con la humanidad expresada en sus cometidos objetivados, es decir, no es un Dios lejano sino un Padre todos y Misericordioso por antonomasia. La Igualdad de Dios es la Esencia de su Amor en términos fácilmente asimilados en nuestros discursos. La relación con Dios debe convertirse no en una necesidad existencial sino en una forma de ser, amar y existir independientemente de la realidad de nuestra naturaleza, sin miedo o temor a la trascendencia. La Intimidad con Dios es un regalo que solo Él nos hace y nos plenifica como Deifica palabras que emplearan los PP. Griegos para definir la relación de Intimidad vital con el Dios de la vida. Solo Dios se entrega a Dios vital y plenamente solo Dios, solo el Padre se realiza plenamente cuando se entrega al Hijo eternamente y el Espíritu Santo cuando es fruto eterno del Amor comunicado Esencialmente entre el Padre y el Hijo… La Trinidad es  tanto Comunión como Entrega eterna. La Inmanencia de la SS. Trinidad se refleja en la felicidad que las Divinas personas poseen y viven eternamente… Cuando trabajamos por encontrar y conservar la felicidad nos estaremos moviendo en la Dirección del Dios fuente de felicidad  y vida plena… La felicidad de Dios no acepta división pero si distinción en cuanto a la forma como se relaciona con nosotros desde la posibilidad de  ser manifestada en la existencia de la persona redimida. La Substancia de la relación Trinitaria es Igual en términos de nuestro entendimiento. Tal relación está verificada en la Unidad de Amor que por analogía vivimos.  Dios es Padre como Persona y la distinción está en el ser Padre y su significación activa como relacional mientras que la Esencia no se altera o divide en funciones. Dios es Hijo en cuanto a Persona pero no en cuanto a la división de la Substancia Divina. El Espíritu Santo que procede de Entrambos lo es como Persona y sus manifestaciones como entrega y no se establece diferencia en la Esencia de Dios… Uno de los PP. Latinos lo ejemplarizan aún más claro: Dios es la “Trinidad de Una Divinidad” Tertuliano.  El salir de nosotros superando nuestra natural Imposibilidad es posible solo si lo hacemos hacia Dios, solo Dios puede hacer que superemos nuestra propia Inmanencia. La transformación por definición de nuestra Metafísica es comprobable desde la posibilidad cierta de transformar nuestro ser aún bajo el signo de nuestra conciencia. Estamos seguros solo en la medida en la que nuestra Fe lo dicte al entendimiento. Las propiedades del Ser, Persona Humana son adjudicadas a la Especie cómo y en cuanto tal racional y emotiva como afectiva. La transformación Ontológica  solo es posible si estamos unidos a Dios y esa Unidad esencial nos permite trascender la anteriormente descrita imposibilidad o Inmanencia. Recordemos que el propio Jesús nos habla sobre la Verdad como fuente de Libertad. Pues la Verdad de Dios es su revelación plena en la Persona del Espíritu Santo. La Verdad es esencial y no conceptual. La Verdad es el ADN de nuestro ser redimido. Aquella Samaritana (Juan capítulo 4 y ss) tenía sed y Cristo le ofrece su Gracia, ella continuó con sed porque la obra redentora estaba en proceso. Dios no sale de su realidad Trinitaria Dios es su realidad Trinitaria, plena y acción de todo Acto. En su Ser no hay Potencia alguna Dios Es… El Espíritu de Dios es Agua viva por encontrase en el cauce de toda Salvación así querida por Dios.  La Voluntad del Padre es salvífica para nosotros y no se necesita cosa distinta a que Dios la piense. Nosotros hemos recibido en Pentecostés un Espíritu de vida y plenitud. Los dones del Don por antonomasia se traducen en salud y eternidad.   La realidad de la Encarnación  abre las puertas de una Antropización perceptiva de la Santísima Trinidad y como Dios entra en la historia de la humanidad sin desmontar los conceptos naturales de la generación de la vida y realidad singular de la persona humana. La Igualdad tacita entre el Dios encarnado y la humanidad fue la primera señal inequívoca de la Voluntad Salvífica del Padre Dios. Una Señal que asume la condición y su naturaleza humana pero provista de la inseparable personalidad del Hijo de Dios. Somos consecuencia del Amor que se socializa por decirlo así con la humanidad. Un Dios tan cercano y aún más que la misma humanidad a su realidad como realización de lo contrario la redención sería un postulado fallido no aprovechado por nuestra naturaleza herida por el pecado.

DEFINICIONES TEOLOGICAS  EN SINTESIS DEL MISTERIO TRINITARIO.

·         El Padre Dios sostiene toda la Creación, es la justificación de su Amor en nosotros.
·         El Espíritu Santo llega a nosotros por Voluntad de Dios.
·         El Verbo eterno concede el Espíritu Santo según la Voluntad salvífica de Dios.
·         El Padre está por sobre todos los seres.
·         Cristo Señor y cabeza de la Iglesia (1 Corintios capítulo 11 versículo 3)
·         El Espíritu Santo está en nosotros como Agua Viva.  
·         Por medio de todas las cosas obra el Verbo.
·         Espíritu Santo Causa Final de la Creación.
·         El Padre Inhabita en el Hijo y en el Espíritu Santo y el Hijo en el Padre y en el Espíritu Santo y Este en el Padre y en el Hijo.
·         Todos son Uno por Unidad Substancial.
·         El Padre es la cabeza de su Hijo.
·         Trinidad y Comunión como signo de Redención.
·          Las Relaciones Vitales de la Trinidad están definidas por el Amor.
·         La misma Esencia.
·         La misma Substancia aunque haya distinción en las Personas.
·         Trinidad Económica.
·         Trinidad Inmanente.
·         Hipostasis Trinitaria.
·         Patrem  Principaliter.
·         En las relaciones Trinitarias el Padre es el Centro, el Hijo la periferia y el Paráclito es el vínculo amoroso en expresión plena del lenguaje Divino.
·         Solo Dios se da a sí mismo.
·         La Comunión entre Dios y la humanidad es un signo del Amor Trinitario.
·         Orígenes empleó la afirmación –polémica en su época-  Tres Dioses y un solo Dios.
·         Tertuliano el primer PP. De la Iglesia en emplear el termino Trinidad o Triada.
·         Nuestra concepción Trinitaria no es Subordinacionista como ocurrió con muchos PP. Griegos.
·         La presencia Trinitaria durante la Creación de todo fue transeúnte, es decir, no permanece en ella sino que mueve su Voluntad.
·         En la Salvación es permanente.
·         Nuestra relación Antropizada con la SS. Trinidad es de auto-reconocimiento de sus huellas o improntas en nosotros.
·         Dios es Amor.
·         La familia es el modelo trascendente de la Idea Trinitaria Antropizada.

·         La Psicología que enfrenta la realidad con la percepción y recreación del Sujeto se encuentra asumiendo la Identidad del Creyente que se afirma en la trascendencia y se identifica con los postulados de sus creencias.  Estas creencias subliman la noción de Dios en expresiones comunitarias tanto en la visión del Misterio Trinitario como en la Sociedad y su Colectivo referente. La relación salvífica se percibe como parte de un esquema ritualista pero en realidad es la percepción del colectivo que busca experimentar y conocer el movimiento de la Massa de Fe… La presencia de Dios es una referencia personal de índole trascendente según apunta la praxis cultica del bautizado. Somos en síntesis generadores del Misterio que buscamos comprender  o asimilar. Dios se revela en la intimidad superando las nociones universales de la Especie humana. Conocer implica antes amar para tener referencia autentica de .lo conocido. La Dialéctica Agustiniana lo expresa simplemente afirmando: “Nadie ama lo que no conoce”.
·         La relación y sus nociones con la SS. Trinidad se antropiza bajo la percepción humana y su voluntad de caminar en pos de su Señor. El Hiponense afirma en este contexto interpretativo: “Si quieres conocer a una persona no le preguntes lo que sabe sino lo que ama”. El amor nos une a la Trinidad como fuente de Gracia y vida…
·         “Tres Divinas Personas no para conocer sino para amar y callar” Agustín de Hipona.


  


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