martes, 27 de junio de 2017

EVANGELIO TRANSPERSONALISTA MARCANO...

EVANGELIO  TRANSPERSONALISTA… Cuarta Parte.


EN  CONTEXTO. 


La visión que poseen los evangelios sobre la persona humana es siempre la misma solo cambian algunos matices propios de la visión de cada uno de sus autores. Nos referimos a la dinámica de presentar algunas veces estereotipada su relación con el Redentor. Estos momentos son determinantes para ubicar gramaticalmente la acción y su reacción. Para ilustrar lo anterior analizamos por citar solo uno de tantos ejemplos a Marcos su Evangelio plasma magistralmente la relación en un plano directo de su concepción Antropológica/Trascendente… Cuya clave exponencial será la actividad del Señor con sus discípulos y la forma como esa intimidad construye paulatinamente sus vínculos trascendentales, miremos la fuente textual: Había precisamente en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo y se puso a gritar. Que tenemos nosotros contigo Jesús de Nazaret… (Marcos capitulo 1 versículo 23). El reconocimiento que el “mal” en su forma más pura hace del Señor es sin duda uno de los móviles de mayor impacto en la formación de sus discípulos.  El mal reconoce su Autoridad lo que no está implicando que acepte la misma. Los discípulos asombrados simplemente se encuentran en un Estadio de madurez espiritual por demás incipiente. Estos mismos hombres y mujeres deberán evolucionar hasta llegar a la convicción de la Autoridad de su Señor por Amor y no por su manifestación en si… Lo Transpersonal del Evangelio se expresa en las  categorías de la comprensión del Creyente que aun sin experimentar cuanto estos describen aman a Dios por sobre todas las cosas.   La visión Marcana  La presencia del mal es la paulatina pérdida de la presencia de Dios. Su rechazo sistemático deja espacio para una presencia particular que superando cualquier estereotipo nos remite al mal en su forma concreta. La declaración del mal no es precisamente un acto de Fe sino de absoluto rechazo al Reino de Dios que encarna Nuestro Señor. La situación social en Israel para esta época era bastante caótica y las prácticas culticas estaban  relajadas siendo permeadas por otras costumbres… El desconocimiento de la Ley Mosaica por parte de un amplio sector de Israel trae consigo la pérdida de Identidad y con ello se mina la Esperanza en la restauración  de su pueblo. El pecado se transforma en estructura que afectará progresivamente la Cosmovisión judía al punto de no encontrar respuesta a sus plegarias  y buscar de una manera sesgada la vivencia de sus postulados que a la cuesta son los mismos vividos durante su experiencia en el desierto, solo que aquí la libertad e Identidad fueron “secuestradas” por las circunstancias de vida. La tradición del segundo Evangelio nos pone en la perspectiva de una compleja escogencia entre el bien y el mal y como la vida espiritual no se fundamentará en manifestaciones sobrenaturales de Dios sino en el Amor del Creyente. Esta relación se mira desde otra óptica que por lo general no es la compartida por la espiritualidad tradicional de Israel donde la relación con Dios se daba en el escenario de las manifestaciones sobrenaturales y todos los signos y prodigios que acompañan a esta. Marcos se centrará en la relación amorosa de carácter testimonial y habla en esta dirección a una nación deseosa de ver grandes prodigios que restauren su pasada gloria. La sencillez de Marcos contrasta grandemente con las pretensiones de las autoridades religiosas de Israel y su paradigma es la clave interpretativa. El llamado Secreto Mesiánico  se manifiesta precisamente en la forma como Marcos plantea esta relación de profunda espiritualidad con Jesús. Ver obras portentosas es fácil y creer posteriormente se asumiría como una consecuencia de lo visto pero el punto fundamental de este Evangelio radica no en lo anterior sino el poder del Amor que construye paso a paso una relación autentica y desprovista de ambiciones distintas al Amor. El Secreto es una intuición de la dinámica Trans-personalista de este Evangelio en la forma como Marcos sale de la comodidad de otros relatos rematados con señales prodigiosas para centrase exclusivamente en la confesión del corazón del Creyente o bautizado.  Lo Trans-personal es sin duda la razón de una exposición que abandona los postulados estereotipados que en la tradición judía acompañaban una gran manifestación de Dios para dar paso a una interiorización del fenómeno en el concepto perceptible en el que se convierte el accionar del Redentor. Un Contexto marcado por el desprecio de la vida y la aceptación de algunas prácticas deshumanizantes que hacían de los Israelitas presa fácil de nuevas culturas… El fenómeno de las relaciones sociales trasciende la concepción de un denominado Monarca escogido por Yahveh para convertirse en una maniobra política que solo pretendía asegurar la autoridad de las clases dominantes en la perspectiva de la Fe judía como tal. Recordemos que ellos llevaron a Jesús ante la autoridad invasora porque ellos no podían condenar a muerte. Este drama se gesta en medio de la polémica que implica para el judío de la ocupación la usurpación de sus poderes institucionales ya que el centro de la polémica legal no es la Justicia sino el “poder dar muerte” estas escenas parecen repetirse en el presente cuando la Sociedad cristiana se olvida de sus fundamentos de Fe y camina en medio de situaciones ajenas al Evangelio y lo peor cimenta su existencia sobre un fundamento que es el mundo y no el Resucitado. El Contexto es claramente hostil a Cristo y su Evangelio y debe confrontarse con los poderes del mundo. La confrontación se siente con todo rigor especialmente en la superficialidad de los bautizados que descuidando su Fe caminan bajo el signo de lo sensitivo olvidando la trascendencia de la relación asumida en el Pacto Bautismal… La relatividad es también patrimonio de su época y de la nuestra. Una relatividad que desprecia los valores  evangélicos por ir en busca de otros esquemas de satisfacción inmediata que en nada configuran su felicidad presente. Es pues la lucha constante por la supremacía del Amor y su Cultura la misma que reivindica los Derechos y Deberes del bautizado en su entorno. El Contexto redimido pasa por la presencia de la Gracia en todas sus actuaciones y presencias. Solo con la Gracia es factible reconocer en el otro la filiación que subsiste en cada uno de nosotros. Solo por medio de la Gracia la vida se convierte en una Hipostasis de Amor entre Dios y el bautizado. En una relación de principio y fin salvíficos. El propio Señor contextualiza su Palabra y la transforma en luz de su Reino presente en el Amor. Cristo enlaza convenientemente el Reino con la vida del Creyente y lo convierte en Sujeto portador de su Esperanza donde cada evento significa tanto como la Gracia lo constituye en su manifestación perenne. Marcos anuncia el ideal del Mesías entre su pueblo y busca esta referencia en el corazón del Creyente y no solo lo deja a merced del testimonio ritual judío sino del poder de su corazón para contener la Gracia de Dios. El Personalismo Marcano se expresa en los términos del Reino de Dios y como este llega a redimir las situaciones de vida más complejas en las personas. Un Reino que se centra en la exposición del Amor como su fundamento  tanto en la Fe como en el Testimonio. Ya llega el Reino de Dios y los paradigmas del mundo son de naturaleza irrealizables y por lo tanto no conceden al ser humano plenitud alguna (Marcos capítulos 1-2-3) Las acciones son descritas de una forma simple pero concreta y diciente. Este Contexto es claro para el Creyente, es un Dios que obra bajo la Esencia de sus relaciones que es el Amor.

COMO  CONCRETIZAR  LO  SOBRENATURAL   EN  MARCOS.

La concreción de este Evangelio es bien particular, muchos PP de la Iglesia creían que en su desorden Textual había una particular intención. Esta intención se  dibujaba paulatinamente conforme  se profundizaba en la naturaleza de su mensaje salvífico. La serie de eventos sobrenaturales (Milagros) que inician a partir del capítulo 1 versículo 21, no comienzan sino hasta divisar la instrucción correspondiente y ser estas acciones sometidas al peso de la Escritura. No se trata solo de una acción liberadora puesto que la liberación inicia en la Instrucción dando a cada Creyente una fundamentación de su propia Esperanza y superando así el mediatismo del Rito y lo sobrenatural de su acción. El Milagro está garantizado pero no significa que sea la finalidad del Creyente, es pues, una confirmación de la Voluntad salvífica de Dios. El término de la obra reveladora del Señor es visto por Marcos como el inicio formal del Reino de Dios que se manifiesta en la sencillez de la Fe del bautizado y su cercanía con Cristo. Miremos pues el versículo 21: Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entro en la sinagoga y se puso a enseñar… La enseñanza es el bastión de donde se lanza la proclamación del Reino y donde se materializa la concepción teológica del pueblo sobre el Dios revelado.  Marcos ve la necesidad de identificar el Reino de Dios con las Obras santas y nuevas de Jesús asumiendo que ellas son fruto de la naturaleza de este Reino que es rápidamente asociado con la Persona del Salvador.  La enseñanza es más importante que la acción en sí, ya que el obrar del Señor es consecuencia de lo que ÉL ES y en la dirección en la que se desplaza su mensaje. Cada milagro descrito por Marcos que entre otras cosas es el Evangelio en Movimiento describiendo más que los otros evangelios el recorrido salvífico “bien intencionado del Señor” como expresión de su compromiso y generosidad con la humanidad. El tinte liberador es también una luz que despeja la oscuridad de quienes presa por el mundo y sus estructuras buscan afanosamente a Dios y su Justicia. Los Milagros Márcanos son de clara orientación en  esta dirección. No se trata solo de una restauración de índole social o personal es la exposición de todo el conjunto de las intervenciones de Dios que movido por Amor quiere que sus hijos en Cristo sean mejores y libres. Este fundamento del ser y vivir en libertad es principio de la Economía Marcana que deja en libertad al Creyente para asumir y abrazar de corazón su Fe en Cristo y no cegado por los milagros y prodigios “Amar con el vientre lleno y el corazón sano es fácil”  pero reconocer a Dios en cada paso que vivimos y aun cuando el plan nuestro no se desarrolla como lo esperamos, aquí radica el intríngulis de la acción salvadora y liberadora como tal y para tal. Marcos aterriza los milagros del Señor aquí descritos en el panorama de la Esperanza del israelita promedio, en aquel que no tiene muchas posibilidades de ser reivindicado o defendido por las instituciones de su País. Las postraciones más complejas y difíciles son asumidas por este evangelista desde su concepción de un Dios con Nosotros  que se convierte fácilmente en un Dios entre nosotros. Ese estar entre nosotros fija una postura interesante como gratificante al asumir que Cristo se relaciona perfectamente en cualquier dinámica que el ser humano necesite.

·         Dios con nosotros.
·         Dios entre nosotros.
·         Dios por medio de nosotros.
·         Dios liberador entre nosotros.
·         Dios liberador con nosotros.
·         Dios liberador por medio de nosotros.
·         Dios sanador al nivel de la conciencia del bautizado.
·         Dios liberador al nivel de nuestra conciencia.
·         Dios Amor cuya Gracia es intransferible una vez llega a nosotros.
·         Dios y Señor de Justicia e Integración de la humanidad redimida.
·         Dios que restablece nuestra confianza y seguridad.
·         Dios presente y nunca ausente.

Son solo algunas de las características que Marcos desea que veamos en los milagros descritos de su Evangelio y como se centra en la acción y reacción del Creyente. La clave interpretativa que argumenta Marcos está bien definida especialmente en el versículo 25. El encuentro con la entidad maligna fija una postura definitiva en los sucesivos encuentros del Señor con la enfermedad humana. Se abre todo un abanico de posibilidades para quedar libre y limpio del dominio enajenador del pecado y sus postraciones. El mal no reconoce el Amor de Dios pero si puede experimentar como es excluido del mismo. El Amor de Dios es en si la fuente de toda obra liberadora y de todo mensaje contenido en los Evangelios particularmente como revelaciones de su Adorado Hijo. La limitación tanto física como espiritual y moral es clara consecuencia del pecado que atenta contra las estructuras de la Sociedad y con su influjo se desarrolla una seudo cultura donde la Ética y  la  Moral del Creyente son  asaltadas constante por las formas variadas de pecado. La respuesta  de nuestra parte está formalmente cimentada en la manifestación del Amor de Cristo que literalmente se emparenta con el nuestro en una relación salvífica sin precedentes. Su recorrido se centra en la perspectiva de un ir y venir en conexión directa con el templo judío o sinagoga (versículo 29). El común denominador que Jesús encuentra en sus recorridos los resumimos en dos estados particulares de postración y esclavitud: enfermedad  y endemoniados como apuntando a una verdad moral que toca las fibras del alma del Creyente que desafortunadamente se convierte en esclavo de las manifestaciones de debilidad en su vida y lo más preocupante en las relaciones que construye con quienes componen su Entorno. El sentido profundo de Marcos en cuanto a su Secreto Mesiánico es bien elaborado y no es fruto de una invención literaria sino de una concienzuda propuesta de inclusión de la revelación de Jesús en medio de los suyos donde prima la interioridad del bautizado. El Secreto es la posibilidad de establecer un principio revelador  donde la madurez de la relación sea el factor determinante para configurar las creencias de los bautizados. Un secreto que solo la intimidad espiritual podrá debelar y que no necesita de manifestaciones distintas a la espiritualidad y al amor que nos une con el resucitado. Marcos  ve la posibilidad de trascender su opción evangélica y determinar así que la presencia de Cristo es en sí Intrínseca al bautizado lo que implica una nueva  y definitiva concepción de la existencia a la luz de la revelación.

EL  JESUS  MARCANO.

A diferencia de los demás evangelios Marcos tiene la capacidad de presentar a un Jesús “desnudo” desprovisto de poder y grandes señales que aterriza su dinámica antropológica a la perfección restándole brillo a su condición explicita de Dios. Este brillo es bien intencionado puesto que su finalidad es presentarle en el ámbito de la absoluta confianza y posibilidad de establecer una relación basada en la Fe y reconocimiento de su Naturaleza actuante en el plano de la Trinidad, es decir, de un vinculo que se comunica de Dios hacia la Humanidad pero en el camino de dicha relación la entrega se transforma en la Fuerza motora de nuestra Fe en Cristo.  Marcos pretende dibujar un plano antropizado de la revelación potenciando al ser humano y dándole la capacidad de entregarse también a la comunicación  con su Dios y Señor. El tiempo de Jesús es ampliamente compartido con los necesitados que acuden a Él  durante sus recorridos misioneros. Este interactuar es vital a la hora de crear la conciencia religiosa sobre la forma como el Mensaje de Jesús llega a los contemporáneos de su pueblo. El Jesús que sale del Padre es el mismo capaz de caminar entre otros hermanos y vivir las mismas situaciones que estos están atravesando pero también puede abrir el cielo a una nueva luz perenne que a diferencia del imaginario judío no se apaga o pasa. Cristo es la luz testimonial capaz de forjar vida y libertad sin importar la condición de quien la recibe ya que su poder es el transformador de la vida y sus distintas realidades. La Sangre de Jesús tiene aquí todo poder para sanar liberando la conciencia del bautizado. El autentico reconocimiento de Jesús como tal se dará explícitamente en la Cruz donde el escándalo del Dios y Hombre verdadero sacudirá las estructuras e imaginarios de la revelación y espiritualidad de su pueblo. El signo del sábado y su poder legal es ya relativizado por el Salvador  capitulo 2 versículo 27 decimos relativizado puesto que  la presencia del Salvador  es determinante para la superación de modelos arcaicos culticos que afectan la concepción de la humanidad del Salvador. El sábado sirve a los fines ritualistas de Israel más no a la revelación de Jesús. Los fundamentos de la Ley Mosaica fueron potenciados plenamente por el Mensaje liberador de Jesús que busca así superar las viejas estructuras de Fe que encadenan tanto la razón como la voluntad de los bautizados.  Miremos algunas definiciones al respecto:

·         Jesús histórico desprovisto de brillo.
·         Antropología trascendente sometida a la praxis de nuestra realidad perceptiva.
·         Centralidad en la relación personal y confianza absoluta.
·         Exalta la humanidad del Salvador.
·         Solo se llega al Señor si la Fe madura y evoluciona a una relación plena desprovista de otros intereses.
·         Al Jesús presentado por Marcos solo se llega por autentico y verdadero Amor y no por necesidad milagrera o petición alguna.
·          La Gracia entra en la Historia concreta con la Encarnación y se comunica en cada acción del Señor por imperceptible que esta sea.  
·         La fuerza que hace posible el Reino de Dios radica en el Amor de Dios comunicado en la Persona de su Hijo.
·         Esta fuerza de su Amor es la que en los milagros opera las distintas curaciones y liberaciones, es la fuerza de su Amor revelado en su Humanidad asumida en el Vientre de una Virgen.
·         Solo quien ama a Cristo podrá ser testigo de todo lo anunciado, ese amor dará la confianza para ver sus obras salvíficas.
·         Los milagros del Señor son signo de la misión asumida en bien de la humanidad y de paso invita a los suyos a vivirlos y continuar su obra en la tierra. Es este el principio más arcaico de los evangelios sobre la obra misionera de la futura Madre de los bautizados, es decir, la Iglesia.
·         El Transpersonalismo de este Evangelio ubica al Señor en la cúspide de la entrega por otras y otros.
·         El personalismo Marcano no se centra en el Poder  de Jesús ante la enfermedad sino en la capacidad de amar de la persona.
·         El Amor de Dios es la raíz de toda obra buena.

Superando los paradigmas existentes Jesús se presenta como el enviado y asume desde la perspectiva de la revelación su papel en la tierra. Un esquema particularmente distinto al Evangelio Joanico pero suficiente para construir los relatos bajo el signo de la revelación contenida en la Persona de Jesús   que poco a poco muestra su condición de Hijo de Dios. La purificación como parte de la espiritualidad ronda la vida de todas y todos, sin esa Gracia es imposible crecer en la vida espiritual e integrarnos a Cristo en su plenitud. La Cruz es la raíz de ese fuego purificador como tal. No es tan relevante el orden temático para presentar su contenido sino la manera como aparece la relación de Jesús con el entorno y con sus discípulos. Este esquema propio de Marcos sin duda se debe a su antigüedad y la manera como se agrupaban los relatos de la vida y obra de Jesús pero posee una riqueza inagotable y es precisamente que privilegia sensiblemente los vínculos  creados entre Jesús y su entorno. Es pues fundamental para la comprensión  del segundo Evangelio. Es el primero en la tradición evangélica en cuanto a su estilo literario lo que sin duda es ampliamente superado por Juan en su Evangelio o en Lucas por su percepción de la realidad y sus ejes relacionales. La dinámica personalista de su Evangelio busca explayar la relación de sus temas con los seguidores de Jesús  y lo que ello implica para la vida del bautizado. Es pues un pensamiento en potencia sobre los futuros seguidores de Cristo y más en un ambiente judío por excelencia. La discusión que se presenta ante las obras de Jesús no solo posee una implicación política entre los suyos y el esquema religioso imperante sino que muestra una característica literaria arcaica que acompaña a Israel desde sus comienzos.  Es pues la tentación el “pan de cada día” en esta relación salvífica, recordemos la travesía del pueblo en el desierto por su desobediencia y como el propio Moisés murió sin entrar en la tierra prometida. No perdamos de vista que Moisés se comunicaba con Yahveh era una comunicación “Unilateral” del Dios que se revelaba a su siervo. En cuanto a Jesús la comunicación se aborda desde la dinámica personal y fraterna lo que no deja espacio para la división o la misma figura de la tentación. El Secreto Marcano es de fuete tendencia personal en la relación que busca debelarlo y solo cuando esta relación se concretiza el Creyente puede decir que conoce y ama a Cristo. Marcos no deja espacio al inmediatismo sino a la experiencia de los hechos de amor en nuestras vidas.


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