jueves, 15 de junio de 2017

PRIMERA PARTE... ESTRUCTURACIÓN DE LA LIBERTAD CRISTIANA. AUTORES PERSONALISMO...

ESTRUCTURACIÓN DE LA SOCIEDAD A PARTIR DEL CONCEPTO DE LIBERTAD CRISTIANA… (Primera Parte).


CONTEXTO ANTROPOLÓGICO.


Preferentemente partimos en esta breve reflexión de las definiciones que sembraron los autores “personalistas” cuyos contenidos se estructuraron en la Conciencia de la Sociedad como “ente ideal” que existe a partir de la reflexión del Colectivo y sus individuos. La Sociedad es la expresión de las capacidades de las personas para unirse y visualizar su realidad inserta en la de todos. El Auto-descubrirnos es un ejercicio de la conciencia que se enfrenta a la verdad de otras y otros. No somos simplemente individuos con conciencia somos los directamente responsables de dar vida a nuestro entorno en cuanto lo percibimos y convertimos en una experiencia Intelectiva como amorosa, es decir, en la medida en la que podemos equilibrar las cargas del entorno y construir con él cuanto somos y deseamos llegar a ser… La Persona Humana es un ser creación de Dios y por ende en una inagotable relación con su Misericordia. El estar en el mundo implica que aun nuestra Inmanencia nos dificulta el salir literalmente al encuentro de otras y otros en nuestra existencia, trabajo  solo lograble cuando el Amor es la fuerza liberadora y potenciadora de nuestras cualidades o atributos. La Persona  visualiza la realidad que percibe y la misma que enriquece con sus habilidades y percepciones. La Imagen del Dios vivo se expresa en la capacidad tanto Racional como amorosa y lo que implica ver y sentir la realidad desde estas dos perspectivas. Estamos dispuestos a luchar por la consecución de nuestros ideales gracias a la facultad de ser seres inclinados a lo religioso, es decir, de asumir la posibilidad latente de la trascendencia inicialmente como crecimiento y madurez de vida y luego de finalidad existencial, en la dirección de estas afirmaciones encontramos la definición del filosofo Baruch Spinoza: El ser humano es una caña, la más frágil del universo, pero pensante. La percepción de nuestra existencia no es un asunto de realidad alterna es simplemente la conciencia de nosotros mismos como empoderados de nuestra existencia, la misma que se proyecta en la Razón y el Amor que desplegamos a diario. Spinoza asume que la  Razón como tal formalmente asume la conciencia de la existencia al punto de dictar ella en sus leyes la capacidad de auto-reconocernos. La Libertad en el ser humano es una cualidad sin la cual es imposible hablar de realización plena como requisito existencial. Sin libertad simplemente estaremos incompletos y no desarrollados. La libertad es un atributo de nuestra realidad racional como afectiva y emocional. El Amor asume  su papel esencialmente vinculado a esta realidad y convirtiéndose en lo que el corazón sería para el cuerpo, su fuerza distribuidora de nutrientes y oxigeno… Nuestra condición In-acabada convierte la vida en una oportunidad de construir y visualizar cada día lo que será el despertar y no dejar el ocaso al azar. La vida del ser humano asume la connotación bien particular de la Gracia que convierte su experiencia en edificante y  liberadora. La percepción del estar abiertos a la vida supone una constante transformación de experiencias en logros y estos en metas alcanzadas. La naturaleza humana es gastada cada día pero nunca terminada.  Las implicaciones de una existencia in-acabada son por demás complejas pero siempre abiertas a la posibilidad, desafortunadamente por factores que no dependen totalmente de la persona pueden incidir en su respuesta y construcción. El medio o Entorno Somático juega un papel importante en la vida y quehacer de los seres humanos, el Entorno es determinante en la elaboración de la Personalidad y por ende en la respuesta al Colectivo donde la interacción y proyección son en si la constante.  La configuración del Genero (Femenino/Masculino) son en cuanto a  los Modos o el Modo por medio del cual la persona humana expresa su Identidad y condición como interpretación del mundo en el que existe. El Modo no hace a unas y otros mejores simplemente visualiza su realidad y las particularidades como estos las perciben. En esta dinámica es posible insertar la visión Kantiana (Emmanuel Kant) puesto que para este Autor la persona posee en si un Valor absoluto pero en su valor como tal no queda fuera la personal subjetividad (de hecho la expresión misma la asegura) y por ende de su propia libertad. Esta dinámica garantiza que la persona esté siempre abierta a Dios como el en su existencia y la realización de su ser pase solo por el grado de madurez en la relación trascendente con Dios. La Inteligencia  como valor absoluto es también un intento certero por dejar en pie la Soberanía de nuestra propia racionalidad. La subjetividad interpreta su entorno y lo transforma en el mundo que se percibe, desde luego, en los propios lineamientos como y para tal.

  El estar Abiertos implicará la vocación de vivir y buscar la felicidad como la mejor de las tendencias posibles sin que ello implique o medie la persona en sus modos de expresión sino y exclusivamente de su naturaleza singular. Kant ve con profundidad en el misterio ya transformado en la intuición de su propia fenomenología que nos dicta que la realidad trasciende en el ser religioso que habita en cada uno de nosotros y que a manera de Modo de su Fe se convierte en la Esperanza de la eternidad… Estamos abiertos al TÚ de DIOS,   lo que posee en si unas implicaciones esenciales que describen nuestra propia naturaleza y el influjo de la Gracia, es decir, en un intento por cristianizar este pensamiento. El Dios de la vida se manifiesta en el poder transformador de su Gracia y por ende de nuestras realidades personales y estas también insertas en el Colectivo.  En esta misma línea de pensamiento o mejor aun buscando la relevancia donde podamos unirlos diremos que el aporte del Francés (como casi todos los personalistas) Jacques Maritain (1882) se centra en el denominado “Humanismo Cristiano” que en su esfuerzo por realizar sus contenidos aterrizados en el Entorno Social lo hace uniendo sus principios  con el Humanismo Integral que asume al Estado y sus leyes como el componente de toda reivindicación Social lo que nos lleva a suponer con certeza que las Costumbres que se derivan del ejerció constante que se convierte en habito del MOR-MORIS deja en manos del Estadio la realización tanto del Ciudadano como de sus valores o cualidades sin que ello implique la postura de Kierkegaard sobre los valores como el absoluto trascedente (panorama totalmente antropizado)  de la Sociedad.  Coincidimos en la necesidad de hacer de los valores y virtudes una experiencia formativa para los ciudadanos y es el Estado mediante la Educación quien logrará alcanzar la meta de su Promoción. La Sociedad debe ser educada por el Estado asumiendo la materialización de sus ideales y no dejando los valores como una mera experiencia Intelectual o Supra trascendente, es decir, que son solo para los buenos y nobles o bien educados de la Sociedad. No asumimos concepto Socrático alguno, pero entendemos la gran necesidad de educar al Niño para no castigar al adulto o repetir su historia (Napoleón).  Maritain reconoce en la educación “la vía que humaniza al ser humano” la formalidad de nuestra condición racional así como la humanidad de nuestra Especie que  solo podrá ser garantizada cuando nos comportemos como racionales.  La Iglesia también está llamada a educar no supliendo espacios en la Sociedad sino generando una institucionalidad de valores al servicio de nuestros educandos o estudiantes. Es interesante como el ser humano visto desde sus particularidades también en la respuesta a su entorno puede madurar la opción de determinar lo que sucede consigo mismo y el medio en el que habita.

Gabriel Marcel 1889,  da un paso muy grande en la conformación de su doctrina hacia el Existencialismo cristiano. En lo personal me identifico con su manera de pensar al asumir la existencia no bajo el signo de segmento sino de situaciones constatables como tal que derivan en una comprensión del ser humano según su grado o nivel de compromiso y su participación en la Sociedad…  La subjetividad inicial da paso o cabida a una postura más Solidaria que implica el reconocer al otro y sus circunstancias en nuestra vida. Es el compromiso con la vida y la existencia la que nos lleva a desempeñar Roles como el que vivimos en nuestro Ministerio o profesión que implique hacer más por el otro que lo remunerado. Ejemplo clásico es la Medicina, los profesionales de la salud deben y siempre van más allá de la consulta hasta desarrollar una conciencia sobre la vida del otro y no individualizarlo como paciente sino como persona sufriente. Comprender al otro no es fácil pero es posible cuando superamos la inmanencia conceptual y no permitimos sea reducido a un mero encuentro pautado. El otro es quien despierta nuestra conciencia sobre la necesidad y el dolor como también sobre el bienestar. El Estado en cuanto a esta realidad tiene el papel de actuar en la Promoción de los naturales y extranjeros que habitan su territorio. La Iglesia igualmente tiene el deber evangélico y moral de cuidar su grey sin distingo alguno buscando su Promoción y en alguna medida su R ealización.

CONTEXTO  CRÍTICO.

El concepto del Criterio en su raíz etimológica  se refiere al Juicio concretamente a Juzgar y se convierte en indispensable a la hora de actuar en nuestra reflexión. Su condición subjetiva aterriza básicamente en un Juicio de valor que obedece a la realidad de la persona y sus connotaciones. La realidad no está completamente fuera  de su subjetividad pero si es posible objetivarla  desde la proyección de sus valores y la capacidad de asumirlos sin perder por un segundo su condición y mutabilidad. Los valores se transforman en la Praxis de los individuos y su inclusión en la Sociedad. La subjetividad asiste en la configuración de nuestra realidad… Las estructuras  personales las podemos relacionar con las  Estructuras del Mundo estas tales estructuras son en si la percepción del medio Social  en el que nos desenvolvemos. Desde luego no estamos dejando a un lado la posibilidad de construir las relaciones entre iguales que plantea la convivencia entre los seres humanos más allá de las barreras de forma que establecimos en la Sociedad. El Ciudadano Universal no es concepto nuevo ya el humanismo lo registra  en el Siglo XV. La concepción de una humanidad abierta es la postura del Ser Dialogante que frente a Dios vive y se relaciona con los demás. La Universalidad de la concepción de la vida nos involucra y más cuando el mundo presente se Globaliza en pos de mercados y oportunidades económicas como políticas. La Misión de la Iglesia se vive desde la persona inserta en el mundo y consciente de su medio relacional, esta conciencia debe movernos a ascender hacia  nosotros y nuestra libertad   desarrollando la plena conciencia de nuestra individualidad inserta en la colectividad de la obra de Dios (Creación) Dios es el TÚ por excelencia en palabras de Maurice Nedoncelle, otro Francés del Siglo XX.   Según este señalamiento solo Dios puede dar o asegurar la Continuidad de la persona humana. Dicho de esta forma, también lo podemos expresar   más Universal: La naturaleza de la humanidad (persona) se revela en el Amor. Las estructuras del mundo son complejas pero el Amor las puede y debe descifrar con absoluta claridad. Estas estructuras también tocan la vida de la Iglesia la cual debe responder a sus estructuras y convertirse en modelo Socio-cultural. La Fe se dimensiona  independientemente de la realidad que esta vida en “carne” del Creyente, lo que sin duda implicará la transformación del Evangelio en los tiempos presentes. No confundamos la Tradición ineludible de las enseñanzas de los PP. de la Iglesia con las prácticas que son susceptibles de mejorar o actualizar. La vida de la persona que esgrime el argumento innegociable de su libertad es siempre susceptible de mejorar y ser vivida con plena y absoluta dignidad. La realización del Proyecto de vida implica ineludiblemente la incorporación de un propósito de Ser y Existir que se manifiesta en la propia conciencia de su existencia. La persona redimida camina en la dirección de la concreción de su Fe y su postura estará dictada por la  realización de la misma. La Fe es un valor capital de inmutable contenido y transformación. La Fe es alimento de la autentica libertad de los que optan por Dios como la absoluta concreción  de sus vidas. El Criterio del bautizado es el mismo la Vivencia del Pacto Bautismal como expresión de compromiso y madurez de su Fe en el Resucitado. El Criterio del Creyente parte de su Pacto bautismal de lo contrario estaríamos hablando solo de postulados de contenidos centrados en su predecible Inmanencia. Las Estructuras como tal son bendecidas y redimidas  de lo contrario el mundo como escenario hostil  minará la praxis de la Gracia y su Espiritualización en la Historia  de Salvación Personal o  Economía de la Salvación como quiera que interviene personalmente Dios (Trinidad Inmanente y Económica). El Juicio de valor se experimenta en la realidad del mundo y sus postulados de los cuales el Creyente deberá estar preparado para superar su influjo si este es negativo.  La hermenéutica de la Convivencia tiene su fundamento en la Praxis del Evangelio y su actualización. Una actualización cuyo campo de acción es la Opción por Cristo que hace el bautizado bajo la guía de la Madre Iglesia. La Convivencia es Praxis como el Amor  es Motor de sus consecuciones, quien no ama no está vivo en el Colectivo. La vida desde la perspectiva Biológica—Social--- Sobrenatural… Son aproximaciones de la misma realidad…… la realidad se construye todos los días y está abierta a la Redención como a la pérdida de sus ideales y realización. El Tiempo nos enseña sus características y su poder tirano frente a la fragilidad de nuestra existencia. La Libertad de los hijos de Dios vive inexorablemente unida al Tiempo de Dios—Cósmico—y—Personal.  En la vida y su cotidianidad 100 años es mucho y pocas personas lo logran, pero en el Tiempo del Universo 100 años no significan nada en la evolución y mutabilidad de la existencia, Agustín afirmaría: Nacer es empezar a morir. El Tiempo de Dios o Kairos que se une a nosotros es eterno y no conoce ocaso como el Cósmico: Porque mil años a tus ojos son como el ayer que ya pasó,  como una vigilia de la noche (Salmo 90 Biblia de Jerusalén).    Continúa…………………….

 




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