ENSAYO.
CICLO DE
AUTORES INGLESES. Parte Dos.
“Vale más saber alguna cosa de todo, que
saberlo todo de una sola cosa” (Blaise Pascal).
“La
oración anterior es asumida bajo la categoría cognitiva que el pensamiento
ingles puede entregarnos como experiencia, no olvidemos hermanos que el
Empirismo y la Ilustración nacieron de la inquietud natural en el pensamiento
ingles por adelantarse al signo de los tiempos y ellos hacen suya la frase de
Pascal con la que iniciamos el presente ensayo”.
INTRODUCCIÓN.
La
cosmovisión inglesa es tan amplia como su presencia en los continentes, de esta
forma la razón de su reflexión es abarcante y enriquecedora, tal y como su
postura vanguardista lo informa. Beda, Scotto, Alejandro de Hales, Guillermo
de Ockham, George Berkeley, Roberto de
Courson, John Owen, George Whitfield, Edwin
Abbott, Florence Nightingale, William Booth, Richard Hooker, Richard Swinburne,
John William Colenso, Juan de Garlandia, John Knox, Alcuino de York, John
Peckham, Hugh Latimer, John Wyclif, Charles Williams, Benjamín Creme, Roger
Bacon, Charles Darwin. La
tradición inglesa es muy fuerte y su impacto en la reforma insular también, no
es solo un asunto de aportar personajes y posturas, es todo el desarrollo de
una concepción muy particular tanto de la academia como de la praxis de la Fe.
Es un intento por determinar una estructura de pensamiento capaz de cobijar
todas las tendencias y dar participación a una mentalidad cósmica capaz de ver
con expectación otras corrientes tanto filosóficas como teológicas. Es simplemente descomunal la posibilidad de
abarcar sus distintas escuelas sin tocar los distintos hitos que marcaron la
dialéctica enriquecida de los ingleses. Ser inglés es ya una categoría
académica definida y que corresponde a siglos de apertura y tradición. Hemos
hecho una lista muy breve donde encontramos desde grandes maestros como Alejandro
de Hales, hasta naturalistas y científicos de la talla de Darwin, y
como dejar a un lado a la “Navaja de
Ockham” y su método de índole filosófico o “Principio de la Parsimonia” cuya
sentencia reza así: En igualdad de
condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable. Es
toda una constelación de matemáticos donde el método de Bacon sobresale “Para Bacon,
muchos principios estaban escondidos y pasaban inadvertidos en los procesos
técnicos cotidianos, a los cuales consideraba una valiosa fuente de
conocimiento científico y a partir de su tesis propuso una serie de pasos
que configuran su método para llegar a la verdad en el fundamento de la
evidencia creíble e irrefutable. Desde luego estas distintas escuelas fueron y
son determinantes en la construcción de cualquier discurso tanto académico como
teológico en el presente de la vida y ministerialidad de la Iglesia, puesto que
es para nosotros es una ley de fuerza
cumplida el afirmar: Debemos dar respuesta en todos los campos del saber y
no existe posibilidad que un conocimiento no sea útil o importante en la vida
del ministro ordenado. Es pues importante que el espectro del conocimiento
nos vincule a estas posturas y con ellas aportar a la edificación de la llamada
Debida Ciencia. Los ingleses en sus distintas tradiciones priman como
estructura del pensamiento universal. Los distintos paradigmas clave en la
construcción intelectual de nuestro pensamiento pueden y deben ser revisados,
los métodos incuestionables quedaron derogados por la corriente Trans-modernista, que
a su vez nos indica que la vertiente revisada puede mejorar su apreciación de
la realidad. La realidad se percibe compuesta por las acciones y el
planteamiento de las mismas como corresponde a las distintas escuelas de
pensamiento. Los conceptos y sus ideas aterrizan tanto en la sique como en
la voluntad de las personas y sus intereses.
*** ALEJANDRO DE
HALES (Doctor Irrefragabiles). Traducido de la tercera declinación del
latín o “que no se puede refutar”.
Franciscano,
teólogo y filósofo, uno de los escolásticos más grandes, nacido en Hales, o
Hailles, en Gloucestershire, hacia el fin del siglo doce. Murió en París en
1245. Fue educado en la escuela monástica de su pueblo natal y
probablemente también en Oxford. Después de haber terminado sus estudios en
Inglaterra se fue a la Universidad de París donde alcanzó la maestría, primero
en la facultad de bellas artes (filosofía), y después en la de teología. De un
comentario hecho por Rogerio Bacon (siglo XIII) se deduce que en 1210
Alejandro fue Maestro rector de la facultad de filosofía, éste es el primer
dato seguro de su biografía. Rogerio es también la autoridad que
constata que Alejandro se hizo archidiácono; pero es desconocido si el título
fue conferido por el Obispo de París o por un obispo inglés. En 1220, Alejandro
se inscribió en la facultad de teología, de la que pronto se hizo uno de sus
profesores más famosos. En 1231, entró en la orden de San Francisco,
continuando, sin embargo, actuando como monje con los deberes de un profesor
autorizado de teología, un hecho que era de la importancia extrema tanto para
la Universidad como para el curso de los estudios en la Orden Franciscana. Sin
duda el fundador de la Escuela Franciscana en Paris de trayectoria y formación
académica agustiniana, (1) se dice de su
estilo que “pocas veces” citó a Aristóteles. Entrando en su pensamiento hace
grandes aportes a la teología en su Summa
la cual fue publicada varias veces, quiero resaltar para continuar que su
postura Ética fue importante en cuanto a
la exaltación de la virtud y los dones de estas cualidades para la vida
del bautizado. En su Ética. Afirma el autor- Dios, nos enseña, es la Suprema
Bondad; el deber del hombre es que a través del conocimiento y del amor a Dios,
alcance su perfección, es pues claro por la densidad terminológica y conceptual
que su definición de Ética se aparta de
Agustín y se centra absolutamente en Aristóteles (es aquí donde más citó al
griego). Para Alejandro las llamadas Verdades Supremas marcaran su
teología como era apenas natural en la época de la Escolástica. Estas verdades
aterrizan como quien lo dijera en las Razones Seminales que
colateralmente cita el Doctor de Hipona.
Enseñó que Dios es
el Ejemplo, Eficiente y la Causa Final de todas las cosas, que Él es el creador y el Preservador de todas las
cosas, que Él es la pura Realidad (Actus Purus), todas las cosas además
están compuestas de materia y forma. Este punto último, el de la misma
extensión de la materia con el ser creado, más tarde se hizo dogma distintivo
de la Escuela Franciscana. Sobre el problema de los Universales, Alejandro
asume la posición de un metafísico y de un psicólogo, alcanzando así una
conclusión, a la cual sus precursores del siglo XI nunca hubieran podido
alcanzar, al argumentar la pregunta únicamente desde el punto de vista
dialéctico; él enseñó que los Universales existieron “ante rem”, en la mente
de Dios, y también “in re”, como formas o esencias del intelecto activo
abstracto. Esta es la conclusión del Realismo Moderado. En lo citado
presentamos el meollo de la cuestión de este maestro franciscano, Dios es el
Creador y preservador de todas las cosas en su creación, desde esta perspectiva
vemos con absoluta claridad la imagen de Dios
o Imago Deo que se manifiesta bajo la significación desde sus
cualidades reveladas y manifestadas por su Voluntad al ser humano. Su
metafísica está determinada “ver a Dios más allá de cualquier manifestación
de su existencia, y verle, precisamente en la revelación de su Gracia” Ver
implica como es natural la percepción de Dios revelado y por intuición en el
corazón del ser humano y más en la dinámica de la experiencia de Fe del
creyente. Su discurso dogmático es universal y unitario, se fundamenta en
la praxis de la revelación y en las afirmaciones de nuestra catolicidad, es una
primicia de este religioso y maestro el afirmar categóricamente que la verdad
como tal y toda su formalidad procede de Dios y su fuente reveladora está en
las Sagradas Escrituras y en la praxis cultica de la Iglesia que bajo el
concepto primordial de la llamada “teología brillante” saca lo mejor de la
reflexión filosófica y la pone como es natural al servicio de la teología. Su
dialéctica esta nutrida densamente por el discurso teológico que se expresa en
la Summa Teológica de este autor ingles. La fenomenología que gira en orden a los
Universales, (2) es clara para
nosotros, y descansa sobre las
percepciones que tenía Agustín de
Hipona. Reconoce la existencia dos momentos en la concepción de los
Universales, un Antes y un Después, de esta forma queda claro que la
dialéctica de Alejandro es clara y conclusiva, LOS UNIVERSALES EXISTEN EN LA
MENTE DE DIOS Y ES SU MENTE LA RAZÓN DE SER DE ESTOS Y NO SON ANTERIORES A DIOS
SINO POSTERIORES POR BROTAR DE SU MENTE…
Es en la Psicología, más que en otro lugar, Alejandro muestra que no
estuvo preparado para romper con la enseñanza tradicional agustiniana que
prevalecían en las escuelas hasta antes de la introducción de “De Anima” de
Aristóteles. Así, adoptó la triple división de las facultades del alma en
la proporción, que tiene para sus objetos al mundo exterior, intelecto que
tiene para sus objetos creados sustancias espirituales, e inteligencia, que
tiene para su objeto primeros principios y el prototipo eterno de cosas en la
mente de Dios. Agustiniana, también, era la doctrina que nuestro
conocimiento de las verdades supremas, sobre todo de las verdades más
espirituales, dependían de una iluminación especial divina. A pesar de
estos principios Agustinianos, sin embargo, él adoptó la doctrina de Aristóteles
del Intelecto Activo y Pasivo, y por este medio explica el conocimiento del
mundo externo. Sin duda que esta postura posee su origen en el Hiponense como
quiera que las Potencias del alma ratifican el conocimiento y aproximación psicológica
al respecto, Sobre las referidas potencias del alma citamos: Memoria,
Voluntad, Entendimiento. De esta primicia se genera la interpretación o
prueba psicológica de la Existencia de Dios. Estamos aproximándonos a una
interpretación moderna de la realidad teológica que marcara el surgimiento
doctrinal posterior a la Escolástica, sin decir con ello que la escolástica no
este todavía presente en el panorama teológico de la Iglesia, de hecho esta
Comunión posee un nutrido grupo de teólogos escolásticos, para citar al francés
Eric Lionel Mascall (1905-1993). Las potencias del alma son inseparables
y no que por ello poseen en sus funciones distinciones tan precisas como las
Divinas Personas, pero aun así las operaciones son distintas. La distinción de
las operaciones corresponde a la naturaleza de su función y juntas nos dicen
axiomáticamente que: El ser humano se piensa, recuerda y conoce así mismo. Estamos
viendo una primicia que relaciona vitalmente tanto a las potencias del alma
como a sus operaciones esenciales y las cuales son en sí formalmente las
diferencias concretas de las mismas. Nunca (como axioma) la voluntad humana
podrá ser razón humana y esta memoria. Es pues el fundamento académico el
que nos permite trazar la dialéctica y su percepción por segura que esta
parezca sino es sometida a la relación esencial de las tres, ninguna opera por
sí misma, no tendría sentido esa dinámica mecanicista de las potencias del
alma, aquí vemos con absoluta claridad un principio que nos habla por analogía
de Dios Trinidad.
Su
trabajo es de índole universal y así lo refleja el contenido de su Summa
Teológica Universal. Que interesante seguir su dinámica para producir
frutos aceptables a nuestro intelecto. Cabe rescatar que su discípulo más
conocido fue San Buenaventura. La obra de Hales es determinante en la
concepción teológica que solo centrará la teología escolástica en la figura de
Tomás de Aquino, pero que desconoce en la mayoría de los casos que en la
Iglesia fueron importantes sus aportes y reflexión teológica. No era nada fácil
conciliar las cosmovisiones agustinianas con la escolástica tomasina, pero aun
así el trabajo de Hales le catapultó a un nivel reflexivo superior en su
época. La dialéctica se definió con lo
mejor de ambas escuelas y que sin duda nos permiten hoy apreciar el
resurgimiento espiritual de la propuesta agustiniana. Un resurgimiento que
se materializó en medio de los reformadores ingleses del siglo XIX
concretamente en el año de 1833,
teniendo presente que la obra de los PP. De la Iglesia más traducida y usada en
Oxford en esta época fueron las Confesiones de Agustín de Hipona. Alejandro
de Hales fue una figura de corte y estilo contemporáneo que siguió las
reglas de la Disputatacione, que
predominó durante los siglos XII y XIII. De esta forma se relaciona tanto la tradición
teológica como la nueva forma de hacerlo para la época de este franciscano.
París se convirtió en el centro de este
movimiento o escuela teológica (Agustiniana)… (3) Hales retomó para la
Iglesia la doctrina de su mentor
espiritual (Agustín de Hipona) sobre el carácter indeleble del Bautismo,
la Confirmación y el Orden Sacerdotal quedando
segura la reflexión que se llevará a cabo en Trento en el siglo XVI (1545).
El
Comentario a las Sentencias, de Alejandro de Hales da paso a este nuevo
género de literatura teológica. Con él las Sentencias de Pedro Lombardo (teólogo
italiano del siglo XII) se convierten en la base de estudio y de método en el
pensamiento teológico, un pensamiento dirigido cada vez más a la obtención de
una síntesis teológica y animada del deseo de demostrar su carácter científico.
En este proceso las sumas teológicas son el último desarrollo del planteamiento
escolástico. Sus autores no toman ya las sentencias como base principal de su
tarea, sino que proponen una síntesis teológica propia (aunque en sus grandes
líneas la división de Pedro Lombardo sigue siendo el camino de fondo
adoptado en la estructuración de las sumas), en la que dar un orden lógico y
consecuente al universo teológico. Dividiéndolas en partes y procediendo según
el método de la quaestio, el maestro propone un intellectus fidei global
y orgánico (Summa quaestionum); cada una de las verdades de F e queda insertada en un único sistema o
edificio teológico que, lo mismo que una catedral gótica, tendrá que manifestar
el orden y la belleza que emana de la primera verdad y que da vida a la
inteligibilidad de la revelación cristiana (4).
El
pensamiento de Alejandro nos estructura
una nueva forma de ver la teología y sobre todo de leerla como de
reflexionarla, hace de la teología brillante como es conocida en el hoy de
nuestro presente, una manera dinámica de
ideas que se pueden insertar en la realidad de los bautizados y por ende de los
creyentes. Pasó de las sentencias de Pedro Lombardo a la estructuración de toda
una Summa teológica denominada por su autor como universal. Relacionó
fuertemente tanto el Dogma como su Dialéctica al punto de esquematizar en su
Summa las inquietudes e intentos por definir y garantizar así la universalidad
de nuestra reflexión teológica, es sin duda el logro sobresaliente en materia
de estilo literario abordado por Hales. También su estilo fue relacionado con
Abelardo (monje español de su época). Hales en su obra dio vida a la Cuestión y sus interrogantes (método
escolástico) para concluir con la posibilidad inteligible de nuestra doctrina
teológica. Esta forma de escribir posee su connotación estética la misma
que se traduce en comprensión y hacer de la reflexión académica parte de
nuestra oración y conocimiento del Dios revelado que Ilumina a sus hijos los
bautizados y a los seres humanos como
reza el Adviento de Buena Voluntad. El
intelecto de la Fe es la clave de nuestras reflexiones tal como lo abordó
el Irrefragable de Hales. Es el intelecto lo propio de la naturaleza
humana y la Gracia de Dios potencia nuestras posibilidades concretas de conocer
afirmarnos en lo conocido. Hales toma de la tradición agustiniana la
definición sobre la relación con la trascendencia en la perspectiva de lo
cognoscible, Dios es nuestra Luz Cognoscible de esta forma Él ilumina todo
nuestra existencia al punto de serlo todo en todos, esto último brota de la
tradición dialéctica Paulina contenida en sus escritos del N.T.
***JUAN DUNS SCOTTO (ESCOTO). Doctor Subtilis o
Doctor Sutil.
Llamado
Doctor Subtilis; Maxton, actual Reino Unido, 1266-Colonia, actual Alemania,
1308) Filósofo escocés. Estudió en París (1293-1296) y más tarde se trasladó a
Oxford. En 1302 regresó a París, aunque fue desterrado al año siguiente por
haber apoyado al partido pontificio contra Felipe IV, tras lo cual enseñó en
Colonia hasta el fin de sus días. Sus textos más importantes son los Comentarios sobre las Sentencias,
realizadas a partir de las Sentencias del
teólogo italiano Pedro Lombardo,
y algunos tratados, entre ellos Quaestiones
quodlibetales y Sobre
el principio primero. El suyo es, junto al de Tomás de Aquino, el
sistema más influyente de la escolástica medieval, y dio origen al escotismo,
que compitió largo tiempo con el tomismo (5) El estudio de los privilegios
de María ocupó un puesto importantísimo en su vida. En una disputa pública,
permaneció silencioso hasta que unos 200 teólogos expusieron y probaron sus
sentencias de que Dios no había querido libre de pecado original a la Madre de
su Hijo.
Por último, después de todos, se levantó Juan Duns Escoto, tomó la palabra, y refutó uno por uno todos los argumentos aducidos contra el privilegio mariano; y demostró con la Sagrada Escritura, con los escritos de los Santos Padres y con agudísima dialéctica, que un tal privilegio era conforme con la fe y que por lo mismo se debía atribuir a la Virgen Madre. Fue el triunfo más clamoroso en la célebre Sorbona, sintetizado en el categórico axioma: Potuit, decuit, ergo fecit (Podía, convenía, luego lo hizo)… Citamos de entrada la definición sobre la María que encontramos en su historia teológica la misma que compite con otros teólogos de su época (escolástica) (6).
ANALISIS DE
SU PROPUESTA.
La
cuestión desencadenada por Duns todavía hoy en día genera polémica entre
quienes desean esconder radicalmente la figura de la Virgen Madre y entre
quienes la desean exaltar casi que al mismo nivel de su Hijo Adorado. Para
hacerlo quiero emplear una línea
paralela de enfrentamientos entre iguales.
POSTURA MARIANA SIN DELIMITAR.
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POSTURA MARIANA DELIMITADA CONVENIENTEMENTE.
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María es tenida por algunos como Co-redentora.
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*** Consideramos: Inconveniente tal formulación porque ella como ser humano necesita de la Gracia de Dios para su
redención y salvación, no es sujeto activo de la salvación como su Hijo que
es Causa Ejemplar y Final de la misma. María no posee intrínsecamente mérito
alguno que sobre pase la escogencia que Dios de ella hizo… Es la Voluntad de
Dios al escogerla y dotarla de las gracias necesarias para su misión como
acontece acontecer con los bautizados.
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*** No despreciamos su esfuerzo y consagración personal a la Voluntad salvífica de Dios, pero
en su honor recuperamos su humanidad evitando de esta forma se le
convierta en un mito y se le retire literalmente su naturaleza humana
exaltándola exageradamente.
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María Madre de la Iglesia.
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*** Preferimos ubicarla como parte de esta y no como su cabeza, conocemos y aceptamos que la
cabeza de la Iglesia es Cristo el Hijo del Dios vivo. María es Hija de la
Iglesia porque la institución es sacramento de salvación al mundo (creación/humanidad).
La Virgen Madre es la primera de los redimidos por su maternidad y modelo de
espiritualidad y oración, pero ella como nosotros necesitó de la gracia para
hacer posible el plan salvífico y su propia vida de Fe. Ella es una
discípula por excelencia del Señor y su primera testiga en el mundo. Como
criatura sus méritos son fruto de la Inhabitación Trinitaria en ella como en
cada uno de los bautizados. Su gran
mérito se encuentra en escuchar el mensaje y ponerlo por obra. De la Virgen
Madre dirá el Hiponense: María es madre en su corazón antes que en su
vientre, sin duda Agustín se refiere a la aceptación o Fiat de María a la solicitud del ángel en la
Encarnación.
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María Reina de la creación.
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*** Estos
calificativos desean expresar atributos especiales o singulares, nosotros
preferimos designar a María como Madre del Salvador, Hija de la Iglesia y
testiga de Cristo. Ella es parte de la creación redimida, ella no fue
puesta por sobre la necesidad de la Gracia de Dios.
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Devociones a María.
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*** Esta Comunión Eclesial por su alta estima de los
procesos y diálogos ecuménicos respeta las posturas que otras iglesias tienen
al respecto. Nosotros nunca usamos la figura de María para
hacer catequesis o instrucción eclesial, por lo tanto, ella es parte de los
redimidos y solo Cristo es el Camino que lleva al Padre Dios. En esta tesis
nos mantenemos gracias a las mismas indicaciones de las Sagradas Escrituras. En
la intimación de la Voluntad salvífica de Dios solo intervienen su Adorado
Hijo y el Espíritu Santo.
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MARÍA Reina de los Ángeles y espíritus celestes.
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*** La Tradición anglicana, hace memoria de los hombres y mujeres que durante su vida terrena aportaron
a vivir el plan de Dios o salvación. Solo Cristo es Señor de cuanto existe en
este mundo y en las potencias celestiales como tal. María es un ser humano
glorificado y nunca perdió o perderá su condición de criatura, luego, solo
reina Cristo.
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Construcción de la figura mariana.
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*** Esta Iglesia
centrada exclusivamente en Cristo invita a sus feligreses a respetar las
devociones de otros creyentes pero en ningún momento las alentamos o
invitamos a realizarse menos en la liturgia y celebraciones nuestras. Repito,
es vital que se respete su condición humana para construir no un mito
conveniente sino la figura de una mujer que vivió a profundidad la Voluntad
de Dios y fue santificada por la presencia de Dios en su vida de Fe y
posteriormente en su vientre.
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AXIOMA DE ESCOTO.
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ANALISIS
DESDE NUESTRA PERSPECTIVA ECLESIAL.
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*** Planteo su tesis de esta forma: Era necesario que la Madre del Señor fuera preservada de pecado,
Dios lo podía hacer, luego lo hizo. Estos tres momentos de
agudeza intelectual fueron suficientes para fundamentar los posteriores
trabajos teológicos al respecto, es importante agregar que en la
actualidad en la Iglesia Anglicana existen teólogos que aceptan los
postulados de este autor medieval.
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*** Postura de la Iglesia: La aceptación de la tesis del escotismo, no es total entre nosotros,
entendemos que es una manifestación teológica endémica de la Iglesia de Roma
no para significar postura distinta a la de ellos, lo que se puede agregar,
es sin duda, el genio de este teólogo para sintetizar en una ingeniosa
formula las discusiones sobre Mariología en su época y posteriores, digamos
que estaba en sintonía con el sentir medianamente claro de los PP. De la
Iglesia especialmente la latina… Es importante saber que la Fe en estas
prácticas no es asunto de salvación, que es un asunto eminentemente
cristo-céntrico. Las prácticas de
otras instituciones eclesiales no afectan nuestra cosmovisión. Nuestro
objetivo es preservar y ser fieles a la Palabra de Dios de donde se desprende
toda teología como lo afirmará Beda y luego Escoto… Desde esta
perspectiva no podemos dejar de desconocer los dones que recibió la Virgen
Madre como tampoco la ignoramos ya que no hace bien a una Iglesia como la
nuestra parte de la catolicidad desconocer siglos de trabajo e investigación
teológica.
|
(7).
|
(7.1). (7.2).
|
NOTA… Nuestra reflexión fue breve porque no es el objeto
central del presente ensayo, lo importante es dejar algunas nociones de nuestra
postura al respecto. Las mismas que pueden ser constatadas básicamente en el
enfrentamiento de estas tesis y su naturaleza reflexiva. Para Escoto el objeto
de la teología es Dios, es su marco de referencia conceptual.
Para
alcanzar a Dios hemos de buscar la causa del ser (sentido unívoco) y no la
causa del ser sensible, porque por este último camino llegamos a un primer
motor que es él también parte del mundo. Por ello sus demostraciones, si bien
parten de nociones tomadas de la experiencia, prescinden de lo sensible y operan
en el plano de lo posible, universal y necesario; ya que lo que vale para lo
posible vale también para lo real, pero no se da necesariamente lo mismo a la
inversa. Escoto distingue distintos modos de ser, de entre los cuales
los dos primeros son lo finito y lo infinito. Esta división es anterior incluso
a la de las diez categorías de Aristóteles, puesto que las categorías, al
implicar determinación (limitación), corresponden al ámbito de lo finito. Para
demostrar la existencia de Dios, el metafísico debe probar la existencia del
ser infinito. Al abordar la relación entre el ser
infinito y los seres finitos, se distancia de Avicena (pensador islámico de
origen Persa que vivió en el siglo X) quien sostenía que lo posible procedía de
la necesario por necesidad. Escoto sostendrá que lo finito procede de lo
infinito por un acto de libertad. Trata con ello de escapar de la
primacía de la necesidad que, como concepción propia de la filosofía griega,
cobraba fuerza en su tiempo a través de Avicena y Averroes (8) (filosofo Ándalus del siglo XII). Y a la
libertad divina la entiende como limitada sólo por el Principio de No
Contradicción y no por el bien, que depende de la voluntad de Dios. Lo que es
bueno, es bueno porque Dios lo quiere y lo manda. Si él lo hubiese querido,
otras podrían haber sido las leyes morales.
A
excepción de los dos primeros mandamientos del decálogo, que Dios no podría
haber cambiado sin contradicción, todos los demás se fundamentan tan sólo en la
de su voluntad. Con esto se hace
evidente que en Escoto el voluntarismo a desplazado al
intelectualismo. También con el fin de ubicar a Dios por encima de toda
necesidad, y considerando que todo entendimiento es una naturaleza, afirma que
Dios está por encima de sus ideas. Respecto de los universales (9) se
pregunta qué diferencia habría entre la Metafísica (cuyo objeto es el ser) y la
Lógica (cuyo objeto son los conceptos) si sólo fuesen un producto del
entendimiento. Para salvar esta dificultad, Escoto considera a la esencia
como indiferente respecto de la individualidad y la universalidad. Ella
contiene virtualmente a ambos modos de ser. El universal es la esencia
captada en los individuos por el entendimiento. Parte, se explica por la
“hecceidad” (sin duda Nominalista) acto último que concreta en lo singular la
forma de su especie (termino creado por este autor).
Es
muy interesante y casi que nos obliga a repasar continuamente los fundamentos
de la metafísica, encontramos en Escoto la posibilidad de asumir la temática de
la Autoridad de Dios por una contenida y bien expresada Tesis de su Supremacía
sobre todo sistema de pensamiento y generación epistemológica como axiológica. Escoto
posee la habilidad para entregarle en su pensamiento y definiciones la
autoridad suprema al Dios revelado. La metafísica se convierte no en el fin
último sino en el punto de partida de su
especulación teológica, la misma que bajo el signo de lo intelectivo se
posesiona de la realidad expresada como un acto
de Fe en el Dios creador. Todo lo bueno procede de Dios y no se
enuncia de otra manera ya que es la Summa de las perfecciones y su poder no
posee limite y porque en Dios no existe posibilidad alguna de injusticia, sería
una absurda contradicción suponer lo contrario. La esencia de Dios no es
posible conocerla y no existe posibilidad alguna de hacerlo, para acercarnos a
Dios necesitaremos de su Gracia que es en ultimas la luz que nos guía
(corazón/intelecto) a este maravilloso encuentro. Duns sin duda está pensando o
fundamentando las tesis de una Metafísica Cristiana que se nutre del
discurso teológico. El universal como rastro de su época se determina bajo las
primicias de la singularidad de los seres (metafísica) generando una especie de
indiferencia como el mismo lo dirá entre la existencia de unos y otros me
refiero a los individuos. Interviene decididamente la voluntad humana para todo
proceso de auto-descubrimiento de la existencia y posesión de la Gracia para el
plan salvífico Dios. Sobre la filosofía sostiene las mismas posturas previas
al Renacimiento y en las cuales dejar ver rastros de la concepción agustiniana.
Para
comprender aún más su pensamiento es importante o necesario acudir a Avicena ya
que el aristotelismo de Duns es similar al de Avicena en cuanto a que su
dialéctica busca la constatación de un modelo que relacione al ser con su
esencia y no tanto inicialmente de su entendimiento, basta simplemente con
afirmar que Duns está más interesado en el ser humano como Voluntad (10) mientras que otros teólogos como Tomás de
Aquino lo definen como Sola Razón. La comprensión de lo intelectivo
tácitamente se enfrenta con la concepción de lo aprehensible, son dos
propuestas distintas pero buscando una misma vertiente, no estoy muy seguro de
plantear una analogía al respecto, pero sí de ver con absoluta claridad la
diferencia conceptual del maestro Duns
con Tomás de Aquino y desde luego de Averroes cuyo modelo aristotélico en
última instancia fue tomado por el angélico (Aquino). En cuanto al terreno
de lo fenomenológico diría que tanto la teología de Duns como la filosofía
aristotélica retoman sus problemas y preocupaciones, sin que con ello se
desconozca tanto su relación como participación de una misma tesis que nos
remite al ser en cuanto tal y obra de Dios… “De la falsedad se sigue lo que
se quiera” esta tesis de Duns Escoto es conocida por la matemática moderna
y la usó para zanjar las diferencias entre la esencia y lo singular de los
individuos. Es pues un principio de adstricción bien interesante al menos
para plantearnos la posibilidad de establecer un puente literal con el
principio de no contradicción aristotélico. La intención aquí (Escoto) no
corresponde solamente a un acto volitivo de la persona humana sino a un principio
filosófico como tal. Es una manera y forma de conocer y establecer las
diferencias de esencia en cuanto a la obra y a su Creador. Pero este acto
de la voluntad, en el que se realiza la praxis, debe por su íntima
constitución llevarse a cabo en conformidad con una previa intelección
verdadera y, entonces, de la conformidad de la voluntad libre con la recta
razón nace la rectitud moral, esta máxima afirma categóricamente la
intencionalidad por sobre consideración distinta, es la voluntad la que nos
define en el proceder al realizarse sobre la base fundamental de lo que es
verdadero.
ACTUALIDAD DE
SUS CONTENIDOS.
Duns Escoto prueba que la
teología no puede ser puramente especulativa, recurriendo al testimonio de la
Sagrada Escritura y a la autoridad de San Agustín, donde se subraya que la
caridad es el sentido de toda la ley… Es
interesante que autores como Beda, Alejandro
de Hales y Escoto, asumen dinámicamente que la teología como estudio parte de
Dios y lo que Dios desea revelar, no
dejan todo a la especulación de sus respectivas épocas sino que intervienen en
la concreción de una mentalidad teológica que hace de la academia expresión de
Fe. Es pues en esta dirección toda revelación obra amorosa de Dios que nos
da esta información para facilitarnos nuestro caminar hacia Él. Es también una
verdad practica que Dios se revela y nos da con que ver su revelación y amarla
desde nuestro ser. La reflexión teológica de estos clérigos sin duda fundamento
las cosmovisiones de las que hoy disfrutamos sin salir del ámbito de la tradición eclesial.
Sus trabajos giraron o gravitaron sobre el fundamento de los PP. De la
Iglesia que se constituye en un signo
inequívoco de auténtica manifestación de la Iglesia y su magisterio. Estas
cuestiones aclaran el espectro de nuestras proyecciones teológicas. Su
dialéctica está montada por decirlo de laguna manera sobre la posibilidad de concatenar
la especulación y convertirla en un acto de Fe para desde nuestras
posibilidades conocer al Dios revelado en las Escrituras y en la fracción del
pan. Su constante revisar positivamente las aproximaciones doctrinales nos
permiten hoy inferir que es vital y necesario establecer procesos que caminen
en dirección de la aceptación y sobre todo de la capacidad de cuestionar
aquello que pueda ser cuestionable y desde luego no está en la construcción del
dogma y su índole universal.
El dogma que conocemos es una construcción
que tomó lo mejor de la tradición y de los estudios de cuantos asumieron el
reto de construir y estructurar la doctrina de nuestra catolicidad (11). La formación es por lo tanto un acercamiento
tanto a nuestras raíces como a los discursos que la dan a conocer. La historia
es testiga de los esfuerzos por espiritualizar la verdad y transformarla
también en un mojón o señal de la
revelación tal y como esta Iglesia la bebió de las enseñanzas de los primeros
exponentes válidos y necesarios, me refiero tanto a los apóstoles como a
quienes digirieron las enseñanzas de estos y el evangelio y lo plasmaron en
argumentos creíbles y sostenibles. Sus
tesis son importantes y no podemos darle la espalda a su actualidad y analogía,
la misma que entronca perfectamente con nuestra cosmovisión y su catolicidad.
BIBLIOGRAFÍA Y
RECURSOS TEXTUALES.
(1).
TURNER. Hist. Of Philosophy (Boston, 1905), 326 sqq. WILLIAM TURNER Transcrito
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