EL
LLAMADO A LA JUSTICIA DE NUESTRO DISCURSO TEOLÓGICO.
DIAGNOSTICO
Y GENERALIDADES.
En general la propuesta
de nuestra Institución Eclesial está orientada y escrita primeramente sobre las
líneas del Evangelio de Cristo aunque esta delimitación histórica no se sustrae
a la verdad expresada en categorías aceptadas por muchos, de otros conceptos o
nociones de Justicia. Los distintos escenarios en los que se desenvuelve una
persona hacen posible la participación en muchos modelos de la llamada Justicia
sin implicar con ello configuración alguna desde la perspectiva de una
orientación Ético-Moral que defina su norte o direccione su accionar. Es común
la proliferación de modelos de Justicia condicionados por el medio o Entorno
somático. Algunos de estos referentes son definiciones de seudo-justicia como la que se desprende de la ausencia (parcial) del Estado en el orden Social de la Nación. Este
tipo de justicia se denomina Marginal o
Periférica ya que se sale de los modelos normativos conocidos en un Estado
de Derecho… Desde luego esta concepción de justicia corresponde a espacios en
la Sociedad y la Cultura donde las Instituciones y en general la
institucionalidad no se percibe como Ente que regula o determina los procederes
y el establecimiento de los Derechos y Deberes de los individuos. Este modelo
de justicia “suplanta” al Estado en sus funciones y tergiversa la vocación y el
orden de las Instituciones. Los factores que favorecen su desarrollo y arraigo
son:
·
La corrupción
·
La ignorancia en formación de Derechos
ciudadanos
·
La ausencia de Educación de calidad
·
Precariedad y vida paupérrima
·
Seudo-modelos culturales
·
El colonialismo cultural
·
Analfabetismo político.
·
Cero políticas de educación en Civilidad
y cumplimiento de la Norma.
·
Excesiva cantidad de leyes que solo
favorecen la incompetencia del Estado y los malos manejos de los recursos
percibidos por el pago de Impuestos.
Son
solo algunos de los elementos que definen este “modelo de justicia” que
desafortunadamente entrega en manos de delincuentes y corruptos el manejo y
administración de las Instituciones del Estado. La periferia es el escenario
ideal para la pérdida de Derechos y Deberes como para llevar una existencia de
privaciones que hace de estos ciudadanos “rebaños electorales” en cada Elección
pero desde luego nadie del “rebaño” será elegido en el Estado para una posición
de alto nivel porque el modelo no le permitirá sobresalir. Ese modelo se
manifiesta bajo la figura de los llamados Auxilios
parlamentarios que los Senadores reciben para supuestamente invertir en sus
regiones pero que terminan asegurando sus futuras campañas. La Marginalidad es
un modelo excluyente que favorece tanto la impunidad como la corrupción y la
ignorancia o analfabetismo político de sus habitantes. Es importante resaltar
que la proliferación de pandillas,
delincuencia organizada, bandas criminales, son algunas de las figuras que
suplen al estado y su Autoridad legítima.
Otro
modelo de este tipo de aberración normativa la definimos como Justicia Clientelista… Que hace del
estado “nido” de personas no aptas para desempeñar funciones asignadas. Este
modelo se genera en el mal uso de la
Política y los Partidos Políticos que venden su representatividad por prebendas
o en términos Bíblicos por un plato de
lentejas. Bajo este modelo es
imposible hablar de Meritocracia a
la hora de aspirar a algún cargo con el Estado o Gobierno de turno. Tal acción
se constituye en un desangre permanente para las arcas del Estado y por ende de
las políticas de impacto o incidencia que este pueda adelantar en favor de los
más necesitados o siquiera pensar en elevar su Calidad de vida. Este tipo de acciones en la Política Publica está
ocasionando la implantación de un modelo de proceder y actuar que produce Impunidad y colateralmente recrudecimiento de las
escalas o clases sociales qué se constituyen en síntoma del fenómeno de la
corrupción, en palabras de un Estadista Colombiano: Los ricos serán más ricos y los pobres serán más pobres… Tristemente
el modelo Ético-Moral afronta la pérdida de identidad y autoridad para
proceder. Hoy la mayoría de las personas que acuden a las urnas se sienten
escasa o nada representadas por el político que eligen, desde luego, sin perder
de vista que vivimos un modelo Representativo
y no Participativo.
Ahora
citemos algunas características del modelo clientelista:
·
Proliferación de partidos políticos que
dicen ser la panacea u oponerse a este tipo de practicas
·
Exagerado número de funcionarios en una dependencia del Estado
·
Desigualdad salarial escandalosa
·
Excesiva tramitología
·
Dificultad para acceder a los Derechos
consagrados en la Carta Magna
·
Ausencia de Meritocracia
·
Impunidad procesal
·
Burocracia.
Este
modelo que impera particularmente en el 70% de los países del llamado “tercer
mundo” impide que se avance en la dignificación de la persona humana como en la
madurez de las Instituciones que deben velar por los ciudadanos. Es critica la
situación en el presente donde los niveles de intervención de grandes
transnacionales generan igualmente cifras de corruptela altas pagando sobornos
que superan los 100 millones de dólares y reciben por ese dinero jugosos
contratos en detrimento de la competitividad del Estado y sus empresas. Para
sostener el clientelismo y afines los estados tercermundistas terminan
“rifando” sus empresas a los sectores privados o multinacionales lo que genera
aumento en los precios de sus productos y servicios porque solo el Estado tiene
vocación de servicio y el deber de cuidar a sus nacionales. La carestía aflora desmejorando la
“calidad de vida” del ciudadano promedio… Otro signo de los problemas aquí
citados lo constituye el modelo de Justicia
estratificada… Que nos dice con absoluta claridad que la aplicación de la
Justicia no está en manos de los organismos creados para tal fin sino que está
condicionada a la figura del personaje. Es un modelo mediático que
aprovecha su nombre y recursos para evadir groseramente sus faltas y delitos
llegando incluso a proteger sus intereses mediante el llamado “Fuero” o inmunidad. Estas personas
pareciera que están por sobre la Norma y el Código Penal de sus respectivos
Estados y eso no es todo, quienes deben juzgarlos son designados por ellos o
sus movimientos políticos afirmados en el Gobierno lo que a la postre se
convirtió en una Dictadura democrática refrendada en las
Urnas. Estos modelos se caracterizan por la represión a los Medios de
Comunicación o como sucede en Colombia trabajan para ellos y sus intereses
empresariales porque generalmente los medios hacen parte de “grupos
empresariales de mucho poder en nuestros países”. Nuestro modelo educativo debe
cambiar de lo contrario no estaremos ofreciendo nada a los Estudiantes y en
general a la Comunidad estudiantil que conforman las distintas Instituciones de
educación. La optimización de los recursos económicos debe frenar la corrupción
que en América latina y el Caribe está devorando literalmente el 40% de todos
los presupuestos nacionales. Estas cifras también hablan sobre los más
perjudicados con estas acciones y son precisamente los más necesitados ya que
esos dineros mejorarían su calidad y formación para la vida. Dejando a un lado
este panorama entremos a verificar el Modelo
cristiano que nosotros vivimos y es deber de la Iglesia tanto enseñar como
vivenciar en sus congregaciones.
JUSTICIA CRISTIANA.
La
Justicia procede de Dios y es perfecta, es primicia para nosotros definir que
solo Dios hace las cosas perfectas y que solo en su Gracia la Justicia será
vivenciada en la perspectiva de la estructuración de un modelo animado y
fortalecido por el Amor y la Caridad. Las Iglesias históricas y particularmente
la romana, anglicana y luterana desde la misma Tradición asumieron el
fundamento de la Justicia cristiana vivenciando la exposición del Decálogo o Mandamientos tomado de la Tradición Deuteronomista capítulo 5 y
ss, se fundamenta en la doble finalidad de su anuncio la primera afirma el
carácter festivo de la Liberación y la segunda de la Norma o Ley para el pueblo
de Israel o escogido por Dios. Es en este contexto en el que los mandamientos
se constituyen en la conciencia del pueblo en cuanto a sus acciones personales
y colectivas. Nosotros tomamos la exposición de los Mandamientos y los
constituimos en el fundamento de la Ética
y Moral de la Iglesia las practicas del Mor-Moris son en síntesis la fuerza de la Tradición que incorporó
la normatividad en sus funciones y la constituyó en Ley. El Decálogo es fruto
de un proceso de vivencia tanto
religiosa como moral por parte del pueblo y después como signo de escogencia y
consagración al Dios vivo y trascendente.
Es en este sentido en el que la catolicidad toma el Decálogo y lo
traduce en la configuración de la Moral de la Iglesia. El mandato
Deuteronomista es trascendente y afirma constantemente la Soberanía de Dios
sobre el proceder del bautizado y la vivencia del Ministro Ordenado. El
testimonio es claro y permanente de cara a la Sociedad y Cultura. Quien vive el
Decálogo sin duda se convierte en un fortín
del Evangelio como veremos luego. El pueblo en el Desierto precisó de signos y
normas que aseguraran tanto su convivencia como la relación de sus preceptos y
fundamentos de su Fe. La cosmovisión de cada uno de los nómadas israelitas se vio
poderosamente influenciada por esta realidad de Fe y Praxis dentro de la
concepción de sus principios Monoteístas.
El Código Deuteronomista no
solo habla del día Sábado para santificarlo sino que lo presenta en otra muy
particular perspectiva estamos hablando de la Liberación en Egipto y emplea sus contenidos para celebrar la
Libertad como don absoluto de Dios y lo eleva a Atributo de su Gracia. El
firmar solo a Dios como su Señor es la forma más primitiva o arcaica de
expresiones monoteístas en Israel y su importancia es tal que asegurará para el
futuro de este grupo de personas en constituirse Nación la búsqueda del Único y
Verdadero Dios.
La
versión del Libro del Éxodo coincide en la exposición de los primeros
Mandamientos pero sobre todo en su visión e intencionalidad. Es bueno resaltar
que en Occidente la propuesta de Agustín de Hipona fue asumida por los PP. A
partir del Siglo V y como tal llega a nuestro tiempo. Sobra decir que la
Tradición del Decálogo contenida en el Éxodo fue asumida por la Iglesia griega
y los PP. Griegos y hoy por casi la totalidad de comunidades evangélicas.
Entrando
en el Evangelio (N.T) como centralidad de contenidos para nosotros aseguramos
particularmente con el Evangelio de Juan la presencia constante del poder del
Amor que Sublima cada uno de los Mandamientos y los condensa por decirlo de
alguna forma en la Potencia del Mandamiento
Nuevo y la manera como Juan ubica el
momento del Redentor en su exposición. La sublimación de la Ley y los profetas
no puede ser de otra forma “Amarnos a
nosotros mismos, amar a los demás que nos rodean y son percibidos por nosotros
y amar a Dios con todo nuestro ser” la definición de sus relaciones acata
la naturaleza de su exposición. La Iglesia ve en el Mandamiento Nuevo su carta
de navegación y propone a sus hijos el cumplimiento pero sobre todo la vivencia
de esta norma plena del amor de Dios materializado entre nosotros. La
Justicia es fundamental en la vivencia de cualquier Ministerio en la Iglesia,
sin ella todas nuestras acciones estarían justificadas por la respuesta de los
demás e implícitamente sería ese nuestro premio. El bautizado no puede olvidar
que Dios espera una respuesta afirmativa para que de esta forma no se retrase
su Reino
porque la in-justicia opera
como la des-gracia contribuyendo a
endurecer el corazón de los Creyentes ante la poca o nula respuesta al problema
de la injusticia en nuestra Sociedad… Hoy más que nunca estamos llamados a
fijar nuestra postura ante el mundo y sus excesos de injusticia que están
llevándonos a una pérdida de humanidad latente o des-humanización donde la Imagen de Dios es contaminada con
estereotipos superficiales y frívolos que mediatizan tanto los Derechos como
los Deberes del Ciudadano por ende del Creyente. La Cultura del Amor fundamenta nuestra respuesta y búsqueda de la Igualdad esencial entre los hijos de Dios. Hoy
más que nunca el pecado se está transformado en estructural afectando el caminar de los seres humanos y acuñando
una nueva clase de seudo-valores o
dis-valores que brotan de la pérdida de conciencia sobre el otro como hijo de Dios y Sujeto de Derechos y Deberes
no podemos ser cómplices de tales acciones y pensamientos como tampoco
podemos aceptar la descarada Plusvalía
de la persona redimida que ya tiene un precio en la Sociedad y por lo tanto
su vida estará condicionada por este precio. Debemos enarbolar las banderas de
la Cultura de la vida en una
Sociedad que debe urgentemente ser más justa y menos competitiva como
respecta a los Derechos de sus
ciudadanos. El pecado Social es hoy una realidad discriminatoria que ha
sectorizado absolutamente todo, desde la Salud hasta la Educación creando
ciudadanos de 1ra, 2da,3ra y más categorías todos ellos acusados por la
necesidad exagerada del dinero y su dinámica materialista. El modelo formativo
ya no responde a las necesidades de la persona sino a su poder
adquisitivo. La Promoción Humana debe estar
a la orden del día tratándose de la Justicia. La Iglesia debe ser abanderada de
la promoción y divulgación de los DD-HH (Derechos Humanos) basta decir que la
presencia de esta Iglesia fue importante en su consecución y que aquellas Damas
que intervinieron con su diplomacia en la divulgación de los mismos muchas eran
Episcopales (año 1948) así como estamos comprometidos con los Objetivos del Milenio (ONU) y las Cinco Marcas de la Misión donde la
Justicia evangélica ocupa un lugar preponderante. La Justicia es pues un
componente vital de la discusión e instauración de los Derechos en cualquier Sociedad
al punto de definir el Estado Moderno como garantista
de Derechos y libertades. El clérigo de esta Iglesia está comprometido con
la Justicia especialmente en lo que atañe a los más pobres y/o vulnerables ya
que su voz no es escuchada, esto último nos debe motivar a trabajar muy cerca
del Estado para ser ejemplo intestino de comportamiento y actitudes de un auténtico
cristiano que vive los Mandamientos como signo de su Alianza amorosa con el
Dios de la vida en la perspectiva de la realidad Social en la que nos
desenvolvemos. Nos oponemos a toda forma de injusticia que dañe la Imagen de Dios
en la persona humana, así nos lo constata el Pacto Bautismal, miremos su fórmula: LUCHARÁS POR LA JUSTICIA Y LA
PAZ ENTRE TODOS LOS PUEBLOS, Y RESPETARÁS LA DIGNIDAD DE TODO SER HUMANO…La
respuesta a forma de antífona es clara y contundente… Así lo haré, con el auxilio de Dios (L.O.C página 225) como también
señala el pecado existencial que altera la Verdad y la Gracia en la vida y obra
de todo bautizado.
El
problema de la Justicia es abordado al menos en 90 citas a lo largo y ancho de
las Sagradas Escrituras. Es una preocupación constante ya que sus implicaciones
afirman o contradicen el proceder de los creyentes. La Praxis de la Justicia en
términos bíblicos pasa por la percepción de la necesidad de un proceder delante
de Dios y sus grados de perfección que el judío
pretendía lograr bajo el concepto del ritualismo. El cristiano tiene
presente que la Justicia es una Vocación y un estilo de vida como también que
su vivencia es una Gracia especial que el Dios de toda Justicia concede. Recordemos
el pasaje de Juan sobre la mujer sorprendida en adulterio capítulo 8 y
versículo 1 y ss. La escena describe a una mujer acusada y bajo pena condenada
antes de hablar con Jesús. La respuesta del Salvador es muy particular y acude
a la imperfección de la Ley Mosaica sobre la Justicia y la responsabilidad
nuestra en el Acto Humano como en su
Intencionalidad. Este tipo de
Justicia no es trascendente, por el contrario, se manifiesta desprovista de consideración por el otro y sus
circunstancias, pero evitemos ahondar en esta dirección, basta con argumentar
desde la perspectiva Kantiana sobre las definiciones Apriorísticas, que nos invitan a generar testimonio en medio de las
personas y la forma como estas perciben la realidad: Obra de tal manera que tus acciones sepan ejemplo para todos los que te
observan digamos que Kant hace una
propuesta y al mismo tiempo una Tesis sobre la necesidad de la Universalidad de
la Justicia en el Acto Humano pero no la exime de sus propios apriorismos. Preferimos
sin duda la Norma de normas sobre el comportamiento del Creyente esto es el Amor y la manera increíble como
potencia nuestros actos y sus contenidos trascendentales.
El Amor no se
contradice por eso aseguramos que:
·
Quien ama………….Perdona
·
Quien ama………….Es libre
·
Quien ama…………. Es justo
·
Quien ama…………. Sana
·
Quien ama…………. Es por definición
proclive a la Justicia puesto que el amor implica el cuidado de otros en la
conciencia del que ama.
·
Quien ama…………. Vive en principio la
Norma de la eternidad.
·
Quien ama…………. Bendice
·
Quien ama…………. No odia.
Simplemente
de forma aleatoria y según la importancia de cada enunciado lo podemos
organizar en las prioridades de nuestra existencia.
MODELO PROFÉTICO DE NUESTRA
JUSTICIA… (INCLUSIÓN EN NUESTRO DISCURSO TEOLÓGICO).
La
Institución profética o el profetismo en Israel fueron determinantes a la hora
de argumentar las necesidades políticas y la Esperanza de sus Instituciones y
de cada uno de los israelitas… Grandes hombres intervinieron en esta dirección
y fueron clave en el futuro político e internacional de su Nación. Basta
señalar a hombres como José, David,
Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, y muchos más que emplearon la lógica
de sus señalamientos sin desconocer la Voluntad salvífica de Dios, es decir,
acudieron a una reflexión teológica-profética de la realidad política de su
País y lo hicieron ante egipcios, asirios, filisteos, amorreos, cananeos, entre
otros. Sus distintas posturas no solo obedecían a una idea o enseñanza
religiosa también fueron consecuentes con la “cosa política” y el equilibrio de
poder entre sus vecinos y las potencias de turno. Pero a diferencia de ellos es
Jesús quien supera la dinámica de las relaciones políticas e incluye la Universalidad de su Evangelio en el dialogo con aquella mujer samaritana
(Juan capítulo 4 versículo 1 y ss) que
como sabemos se percibía desde la inclusión simbólica de cinco maridos por
cinco pueblos paganos luego de la deportación o Diáspora pero aun así el Señor
antepone a toda consideración la necesidad salvífica de cada persona humana
sobre la faz de la tierra. Ante la
política podemos ser neutrales pero nunca ante los Derechos y Deberes en la
Sociedad. Estamos traduciendo en el contexto de la defensa y promoción de
la vida y la dignidad de toda persona humana e incluimos en la dinámica de
Derechos a la Naturaleza y la vida en todas sus formas y recreaciones. Es pues
un discurso existencialmente amparado en la Gracia que potencia y sostiene como
Justifica toda existencia. Nuestra
Justicia se ampara en la Bondad de Dios para dar vida y sostener vida.
·
Nuestra Justicia es: Denuncia de las
situaciones que vulneran la dignidad de la persona redimida e Imagen del Dios
Subsistente.
·
Nuestra Justicia: Fundamentalmente
animada y alentada por la proclamación del Mandamiento Nuevo y la Ley del Amor.
·
Nuestra Justicia es: Manifestación de la
Gracia de Dios en el mundo.
·
Nuestra Justicia es: Decálogo o
Mandamientos de la Ley de Dios.
·
Nuestra Justicia es: Tributo como
Ofrenda al Dios Justo y Misericordioso.
·
Nuestra Justicia es: Ejemplo de vida.
·
Nuestra Justicia es: Proclamación de las
verdades evangélicas o Mensaje del Resucitado.
·
Nuestra Justicia es: Perdón.
·
Nuestra Justicia es: Dignificadora.
·
Nuestra Justicia es: Deificadora.
·
Nuestra Justicia es: Ataraxia.
·
Nuestra Justicia es: Generadora de Paz y
por ende de estructuras justas o redimidas.
·
Nuestra Justicia es: Modelo escatológico.
·
Nuestra Justicia es: Reflexiva.
·
Nuestra Justicia es: Un hábito constante
de fuertes implicaciones a nivel de la Ética como de la Moral cristiana.
·
Nuestra Justicia es: Promoción de
Derechos y Deberes.
·
Nuestra Justicia es: Fundamento de la
convivencia entre las personas, sus familias, y en general de la Sociedad donde
vive el Creyente.
·
Nuestra Justicia es: Configuración del
Evangelio en el intríngulis de la cotidianidad.
·
Nuestra Justicia es: Precursora de la
civilidad.
·
Nuestra Justicia es: Humanización de la dinámica
Antropizada de la Sociedad y su Cultura.
·
Nuestra Justicia es: Vivenciada por
estadios de madurez y respuesta del bautizado que ve en su praxis la liberación
del orden Social atacado por el pecado estructural.
Somos
Agentes que anunciamos la necesidad de establecer el orden del Amor en el
proceder de las personas que acuden a la Iglesia como Madre y Maestra… este
modelo rechaza toda posible alienación que contamina los Derechos y dignidades
de la persona humana. Proclamamos la Esencial
igualdad de las personas. La Justicia no puede ser argumentada bajo otra
pretensión que la Equidad y el Derecho y
aunque suene a idealismo político es necesario el orden y su respeto para
madurar en la construcción de una Iglesia y una Sociedad que no se prive de sus
contenidos. Hoy estamos comprometidos con salvaguardar las Instituciones
que en un Estado de Derecho aseguran su vivencia y continuidad. Somos clérigos
pero también ciudadanos y ese compromiso tiene todo que ver con nosotros. Para
asegurar elementos de nuestra meditación compartimos solo algunos versículos sobre la Justicia y
su visión:
·
Romanos 2,6
·
1 Timoteo 6,11
·
Salmo 37,28
·
Mateo 6,33
·
Proverbios 21,3
·
Gálatas 6,9
·
Santiago 3,18.