ESPÍRITU SANTO… EL REVELADOR DEL DON EUCARÍSTICO (Jn 6: 56-69).
La Cosmovision Joanica entrelaza la
manifestación de Cristo futura fuente y Don por excelencia en la Santa
Eucaristía, la Confesión de Pedro y los cercanos a Jesús agregando un tinte de
relación Inspirada y comunicada por el Espíritu Santo, es una especie de
Trípode de la Revelación Nueva y definitiva,
Pedro por vez primera es consecuente con su Fe y con esta experiencia
trascendente puede declarar en la Solemnidad de su Tradición: Señor donde quien vamos a ir? Tú tienes palabras de vida Eterna y
nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios, esta declaración
solo puede ser Causa de la Presencia e Inhabitacion Trinitaria en el Creyente,
porque antes había dicho el Salvador (63) El
Espíritu es el que da vida, la carne no sirve para nada. Las palabras que os he
dicho son Espíritu y son vida, nosotros comprendemos que la relación bajo
este nuevo orden y estado de cosas plantea para el Bautizado una manera bien
particular de Intimidad y Espiritualidad donde la vida y toda su Integralidad
pasa por ser percibida y asumida desde y para Cristo Alimento de vida y
eternidad.
El camino al Padre no es una mera
aproximación Cultica o de tinte Intelectual es la plena y total sumisión a su
Voluntad y Mandato, ese Camino es fruto de la vivencia de lo declarado antes
por Pedro y los Discípulos y Hoy por el Bautizado y Creyente, no podemos
suponer que la Filiación a Dios es suficiente si el Corazón no siente y vive
Camino a Emaús ese encuentro, donde la Fe y la Fraternidad hablan de la vuelta
a la vida Redimida y Plena de Dios y su Hijo en nosotros gracias al Espíritu
Santo su Revelador… Como es normal y retomando el Texto Joanico muchas personas
le abandonaron ante la dureza y exigencia de sus palabras: Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no
andaban con Él (66) quienes no pasaron de Estadio o madurez espiritual no
podían entender sus palabras y contraste positivo del Creyente en orden a Dios y su Fe
es signo de Creer en Cristo, “Volver atrás” implica desligarse de Cristo al
punto tanto Histórico como personal y dejar a un lado su proyecto y propósito
en nosotros.
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