DE
LOS PROFETAS DEL
ANTIGUO
TESTAMENTO.
CUESTIÓN:
EL DÍA DE YAHVEH.
ARGUMENTOS HISTÓRICOS
TRASCENDENTES.
Los profetas del (A.T) en la madurez de su ministerio y
anuncio centraron todo su accionar en la respuesta de los israelitas al llamado
de Dios y como ponerle tiempo concreto o manifestación cierta a tal
acontecimiento, es en este contexto cuando surge la idea de una manifestación
de la Justicia de Dios que no obstante las oportunidades dadas a Israel este no
cambia de vida y lleva a Dios a desear su castigo, recordemos que son muchas
las acciones de infidelidad del pueblo a
lo largo de su historia. El Profeta (Is) en el capítulo 26
versículo 7 nos habla del Juicio de Yahveh que se relaciona con
la justicia en la vida del creyente, del
auténtico ser humano de Fe. Mientras que en otros profetas se constituye
en la reparación de las acciones en contra de la ley y las enseñanzas de los
profetas que a su vez hablaron en nombre de Dios. El profeta Isaías amplía sus figuras a la hora de
tratar la cuestión, miremos una de sus citas como imagen de este concepto:
Pues bien, en la
senda de tus juicios te esperamos, Yahveh; tu nombre y tu recuerdo son el
anhelo del alma. Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi
espíritu por la mañana te busco. Porque cuando tú juzgas a la tierra,
aprenden justicia los habitantes del orbe. Aunque se haga gracia al malvado,
no aprende justicia; en tierra recta se tuerce, y no teme la majestad de
Yahveh. Yahveh, alzada está tu mano, pero no la ven; verán tu celo por el
pueblo y se avergonzarán, tu ira ardiente devorará a tus adversarios. Yahveh,
tú nos pondrás a salvo, que también llevas a cabo todas nuestras obras. Yahveh,
Dios nuestro, nos han dominado otros señores fuera de ti, pero no recordaremos otro Nombre sino el tuyo.
Los muertos no vivirán, las sombras no se levantarán, pues los has castigado,
los has exterminado y has borrado todo recuerdo de ellos. Has aumentado la
nación, Yahveh, has aumentado la nación y te has glorificado, has ampliado
todos los límites del país. Yahveh, en el aprieto de tu castigo te buscamos;
la angustia de la opresión era tu castigo para nosotros. Como cuando la mujer encinta está próxima al parto sufre, y se
queja en su trance, así éramos nosotros delante de ti, Yahveh. (Capítulo 26 versículos 8-17).
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Isaías
y posteriormente los evangelistas vieron en
esta figura un claro anuncio de aquel Día o momento en el que la justicia de
Dios se hará sentir en el ámbito de cada uno de los bautizados. La “mujer a punto de dar a luz” es una
figura de índole mesiánica que nos refiere la venida del Señor y lo que esto
implica para la creación y la humanidad en ella (PP. De la Iglesia). Los
argumentos todos se limitan en la estereotipada visión de la justicia bajo los
conceptos e imágenes comunes entre el pueblo. Pero en Día de Yahveh pondrá en
marcha el juicio contra los malvados así lo hace saber Isaías.
Vete,
pueblo mío, entra en tus cámaras y cierra tu puerta tras de ti, escóndete un instante
hasta que pase la ira (capítulo 26
versículo 20).
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La Justicia es un valor
que está presente en la vida de los justos y sobre todo de aquellos que
fundamentan su justicia en la fidelidad al Dios revelado. La ira es el instrumento de Dios para entrar en justicia con los
pueblos y con los israelitas infieles. Es una de las características de
este Día, pero aun por sobre la razón de Dios está el Amor como consideración
de nuestra pobre condición. La visión Isainiana va más allá de la exposición de
los juicios contra los incrédulos y malvados sino que toca el ámbito profético
de Israel al señalar el castigo que merecen los “falsos profetas”. Las
enseñanzas son vitales para contrarrestar el mal comportamiento y la falta de
conciencia del pueblo, por lo tanto, quienes no enseñan correctamente lo
mandado por Dios o hablan falsamente en su nombre serán castigados por su
culpa. Miremos otro ejemplo Isainiano en:
También
ésos por el vino desatinan y por el licor divagan: sacerdotes y profetas
desatinan por el licor, se ahogan en vino, divagan por causa del licor,
desatinan en sus visiones, titubean en sus decisiones (capítulo 28 versículos 7-8).
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La Misericordia de Dios
libra a los suyos de la injusticia que pretenden realizar sobre ellos y de paso
manifiesta la inconformidad de Yahveh con el actuar sin conciencia. El Día de Yahveh llegará como luz para romper el dominio de las tinieblas a
qui simbolizadas:
Ay
de los que se esconden de Yahveh para ocultar sus planes, y ejecutan sus
obras en las tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, quién nos conoce? (Capítulo 29 versículo 15).
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TEXTO EN
REFERENCIA COMPARADA.
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La
expresión “Día de Yahveh” es
propia de la literatura profética y aparece dieciséis veces en las Sagradas
Escrituras; mientras la frase pareja “un
Día para Yahveh” acontece en tres ocasiones (Isaías capítulo 2 versículo
12; Ezequiel capítulo 30 versículo 3;
Zacarías capítulo 14 versículo 1).
El Día de Yahveh indica la
intervención de Dios en la historia para destruir a los opresores de Israel,
devastar a los israelitas infieles y restaurar el pueblo fiel. En definitiva
el día de Yahveh implica la condena de los pecadores y la salvación de los
justos. Veámoslo en los textos proféticos.
La
profecía de Isaías sitúa el “Día de Yahveh” en dos ámbitos. Por
una parte, el texto Isainiano percibe la irrupción del Día de Yahveh en el ocaso de Babilonia (Isaías capítulo 13
versículos 6-9). La conquista de Babilonia fue realizada por Ciro el Grande en el año 538 a C pero auspiciada por Yahveh (Cf. Is 41,1-5), Señor de la Historia.
Por otra parte, la voz profética relata cómo en el día de Yahvé el Señor
acabará con todo lo encumbrado y altivo (Isaías
capítulo 2 versículo 12). Los
términos “encumbrado” y “altivo” simbolizan a los habitantes
de la ciudad santa, injustos e idólatras. La voz de Ezequiel enfoca el Día de
Yahveh desde una perspectiva semejante a la de Isaías. En primer lugar, Ezequiel
denuncia la actitud mendaz de los falsos profetas que precipitaron al
pueblo a la ruina. La maldad de los profetas inicuos impedirá la conversión
del país y por eso la nación sucumbirá ante el embate divino en el Día de Yahveh (Ezequiel capítulo 13 versículo
5). En segundo lugar, Ezequiel
sitúa la llegada del Día de Yahveh
en la debacle que asolará el país del Nilo; el texto alude a la conquista de
Egipto llevada a término por Nabucodonosor II (Ezequiel capítulo 30 versículo
3). De ese modo los libros de Isaías
y Ezequiel denominan “Día de Yahveh” al momento en que la
actuación divina acabará con la maldad imperante en Judá, y asolará Egipto y
Babilonia, potencias opresoras del pueblo de Dios.
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El concepto histórico se
remonta a la misma intervención de Dios para sacar a su pueblo de Egipto.
Yahveh
nos sacó de Egipto con mano fuerte y tenso brazo en medio de gran terror,
señales y prodigios (Deuteronomio
capítulo 26 versículo 8).
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Es una intervención que
se manifiesta en la historia social del pueblo bajo unas condiciones de
necesidad absoluta de identidad y
sentido de posesión de la tierra que luego les será prometida. Es en esta
dinámica en la que actuará la profecía de Israel. Un accionar que reflejará la esperanza y la oportunidad de establecer
nexos duraderos con la justicia y sus distintas concepciones cosmológicas
presentes en la cultura y cotidianidad del pueblo de Israel. El castigo y su inminencia no se detendrá
por consideración alguna incluso del pueblo mismo ya que el
concepto de Justicia es Totalizante y Totalizador de la sique y conciencia del
colectivo. La política de los vecinos de
Israel es solo un accidente y ella no motiva el Día de Yahveh sino en síntesis la injusticia en la que el creyente
y su cultura artificial incurren.
He
aquí que viene el Día de Yahveh en
que serán repartidos tus despojos en medio de ti. Yo reuniré a todas las
naciones en batalla contra Jerusalén. Será tomada la ciudad, las casas serán
saqueadas y violadas las mujeres. La mitad de la ciudad partirá al
cautiverio, pero el Resto del
pueblo no será extirpado de la ciudad. Saldrá
entonces Yahveh y combatirá contra esas naciones como el Día en que Él
combate, el Día de la batalla.
(Zacarías capítulo 14 versículo 1-3). |
Zacarías
relata el Día de la batalla como inminente y
como fuente de toda reivindicación para Israel, aquellas naciones que
propiciaron la ruina del pueblo más los incrédulos sin distingo asumirán las
consecuencias de este Día de justicia, el pueblo no luchará solo, será una batalla
de ribetes cósmicos que se asocia a lo que sería una confrontación en el
escenario del actual Israel y sus vecinos. En la actualidad se observa una
distribución de discordias y enemistades como en épocas remotas, el panorama del conflicto no ha alterado
mucho su composición y la violencia hoy día se puede “mapear” a como era en
tiempos de los reyes (Norte y Sur). Para (Za) el escenario es el mismo donde el pueblo lucha y luchara sus
grandes batallas. En cuanto a la dinámica espiritual diremos que el Día de Yahveh rompe con aquellas
estructuras permeadas por el pecado colectivo y cuyos frutos son todo lo
alejado que se pueda estar de la Justicia de Dios.
¡Ay,
el Día, que está cerca el Día de
Yahveh, ya llega como devastación de Sadday!
(Joel capítulo 1 versículo 15).
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El profeta Joel emplea un Nominal de Yahveh al que designa
en la tradición anterior a él como Sadday
(se origina en una ciudad Amorita en la Edad de Bronce
tardía a orillas del río Éufrates,
en el norte de Siria) miremos una de las citas que lo dan a conocer: Díjole
Dios: Yo soy El Sadday. Sé fecundo y multiplícate. Un pueblo, una asamblea de
pueblos tomará origen de ti y saldrán reyes de tus entrañas (Génesis capítulo
35 versículo 11). La connotación del profeta Joel es bien clara si acudimos a su significación, que no es otra
que YAHVEH EL OMNIPOTENTE O EL PODEROSO.
Dejando así claro el contenido de este Día y bajo quien estará su cumplimiento.
El orden perdido está llamado a ser restaurado y esta condición imprime la
impronta de la redención. El Día de
Yahveh restaurará cualquier condición imperante y proyectará un estado o
configuración definitiva en el mundo y sus relaciones concebidas dentro de él. La
violencia aquí anunciada corresponde más
bien al estilo de las relaciones que se traban en el mundo donde los
conceptos y valores son otros. La Omnipotencia de Dios como atributo de su
presencia y poder se sentirá aquel Día
particularmente en el orden que impondrá como nueva condición de los
creyentes.
PROFETAS
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CITAS BIBLICAS
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IMÁGENES O
SIMBOLOGIAS EMPLEADAS.
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ISAIAS
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13:
6-9/41:1-5/2,12/capítulo 34.
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Emplea
figuras literarias de poemas que marcan el final del destierro, también es
proclive a exaltar la Omnipotencia de Dios por sobre las situaciones del
pueblo. El Día de Yahveh emplea
las figuras antagónicas del discurso de quien debe instruir y puntualizar
sobre las consecuencias de tal acción en manos de Dios. El estilo Isainiano deja a salvo el Poder de Dios que aquí asume una serie de imágenes incluso pavorosas
para el lector. No olvidemos que esta escuela profética ve en “Ciro el grande” un instrumento de
aquel Día. Sin que con ello implique un cumplimiento de esta idea en el
tiempo de este personaje.
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JEREMIAS
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31:
31-34.
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La nueva alianza es el tema
concordante de Jeremías con la
posibilidad de la manifestación de
Dios en su Día, pero acude a la figura de la interioridad donde se
fundamentará un pacto amoroso que no será solo ritualista sino que tocará las
fibras más íntimas de los creyentes en el Dios revelado. Esta alianza será eterna y definirá las vivencias de Israel como de
Judá. Para lograrlo la presencia de Dios tomará un insospechado camino
que culminará con la Encarnación de Dios. Esto último es el desenlace
apreciativo de la alianza definitiva tal y como aconteció con el Mesías. La Esperanza gobierna la vida de quienes esperan esta
nueva y definitiva alianza.
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ZACARIAS
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14,1-21.
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Esta figura es
de corte
monoteísta ya que muestra las
repercusiones de la obra justa de Dios
en el plano cósmico, es decir, de su poder totalizante que no será
detenido por nada y menos por las
maquinaciones humanas… Aun las deportaciones serán consecuencia del
alejamiento del pueblo y de la manera como invirtieron el orden de sus
convicciones de Fe y se entregaron a valores y contenidos estrictamente
mundanos. Pero con todo este panorama tan triste siempre hay Esperanza y más cuando es una promesa de
Dios. Jerusalén volverá a ser segura y
sus habitantes a saborear la paz que sobrepasa la ausencia de conflictos para
convertirse en un estado de vida bendecido por Dios. La paz que es
ofrecida por Dios se convertirá en una de las características del mesianismo
anunciado por los profetas contemporáneos con este autor. La concepción universal será determinante
para la construcción de la identidad y amor propio del pueblo que se sobre
pone a las deportaciones y conflictos vividos en su historia.
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AMÓS
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1:9-10/1:6-8/2:1-3/2,16/1:13-15/2,8/9,13.
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Este
hombre de Fe fungió como profeta pero a diferencia de las escuelas proféticas
y sus hermandades, Dios lo tomó de en medio de su rebaño (era pastor) su periodo profético se
desarrolló en abundancia particularmente en el reino del Norte, lo que motiva
una reflexión centrada en la confianza en Dios y no solo en el poder del
mundo donde se traban relaciones motivadas por el poder y lo material
privilegiando la riqueza material que la auténtica teonomia… La salvación es el verdadero contenido de
este Día sin que con ello el castigo no sea infringido solo que prevalecerá
el amor y el perdón de Dios para su pueblo…
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SOFONIAS
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1:
1-14.
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La
concepción de este profeta emplea figuras conocidas por su pueblo, se centra
en los ídolos como Baal cuya
tradición fue introducida en Israel. Establece una relación de castigo que
involucra tanto a los sacerdotes de esta deidad como a los creyentes que lo
practican… Los ídolos son responsables
del abandono de la auténtica Fe por parte de algunos judíos y ellos como
sus ídolos propiciaran en esencia un castigo grande. Para los fines aquí enunciados
Dios se convertirá en guerrero para
castigar sus infidelidades.
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MALAQUIAS
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3:22-24.
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Nos recuerda la
relación profética entre Moisés y Elías y lo importante de sus
ministerios para Israel y su historia de salvación colectiva… Antes del Día de Yahveh se producirá una manifestación sobrenatural con el anuncio
del retorno de Elías, sin duda, Malaquías
está conjugando elementos vitales en la
escatología de su pueblo y las cuales traducidas en imágenes tiene al profeta
Elías como figura de su
cumplimiento. El Decálogo aparece
como la reina de las normas para el
pueblo judío y su cumplimiento es indispensable en la mentalidad de
Malaquías.
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EZEQUIEL
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13,5/30,3/7,9.
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La
manifestación del Día de Yahveh no se hace esperar y desencadenará una serie
de acontecimientos que cambiaran por completo la percepción del judío, la
Gloria de Dios se hará presente como en las manifestaciones descritas por los
profetas en sus respectivos “esquemas
de llamamiento”… Las naciones vecinas sufrirán las consecuencias de haber
esclavizado a Israel y será el propio Dios quien pida cuentas de sus
acciones, no serán tanto instrumentos de Dios como las responsables de sus pecados y de los que
induzcan al pueblo, y contando entre ellos a las autoridades religiosas que
se aliaron con estas potencias. Los
campos de batalla serán de índole cósmica y se asemejan estas ideas al juicio
universal para muchos creyentes.
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CONCLUSIONES.
La profecía de Israel
sobre el tema de la Justicia de Dios
coincide básicamente en la afirmación de un Día que no se ubica
necesariamente bajo el contexto de la cronología conocida sino que queda bajo
la Voluntad de Dios. Es así como la
concepción de la justicia de Dios toma cuerpo y se fundamenta en la verdad que
será revelada y todo se sujetará a dicha verdad. El paradigma de su justicia
para la tradición judía pendía de una cuerda que sujetaba el Decálogo y su
explicitación en la Ley Mosaica, las vivencias moralmente se debían ajustar a
estas primicias. El Día de Yahveh reunía
todos los anhelos de esta justicia que procedía de Dios y la cual era necesaria
en la visión de los creyentes comprometidos y files que veían como el pueblo se
dejaba arrastrar por manifestaciones culticas contrarias a la enseñanza. Las
imágenes para describir este Día eran cargadas de toda la emotividad posible, batallas,
tormentas, terremotos incendios, llanto, gritos, terror, todo ello para
remarcar la profundidad de sus acontecimientos, estas imágenes hacían su
trabajo y llenaban de espanto a quienes las recreaban en sus mentes. Pero
estaba también la dimensión esperanzadora de este Día para los fieles y
cumplidores de sus responsabilidades personales y colectivas. El Día de Yahveh se constituye en una
gran fuerza moral para el creyente que sabe que sus males tendrán fin y que la
felicidad de estar unidos a Dios es superior a cualquier dificultad. Un Día
para convertirse en el ideal del pueblo expectante y necesitado de estas
victorias para subir su moral y alegría en el Dios revelado. Las escuelas proféticas anunciaran este Día
con tantas imágenes que el israelita tenía que recrearlas en su mente y
dimensionar su magnitud, es un estilo Escrituristico contundente dada la
importancia de lo anunciado.
El Día
de Yahveh es un maravilloso motivo
de espera y confianza en la Misericordia
de Dios, no olvidar que Dios los
sacó de Egipto, los guío en el desierto y les prometió una tierra para echar
raíces y constituirse en un pueblo, pues ese Dios vendrá y les devolverá absolutamente
todo lo perdido en luchas o desgaste en su visión particular de lo
trascendente. DÍA DE YAHVEH, DÍA DE
ESPERANZA Y LIBERTAD.
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