jueves, 18 de enero de 2018

TERCER DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA.

TERCER  DOMINGO  DESPUÉS  DE  EPIFANÍA. Año B.  Jonás capítulo 3 versículos 1-5, 10. Salmo 62: 6-14. 1 Corintios capítulo 7 versículos 29-31. Marcos capítulo 1 versículos 14-20.



El relato de Jonás sobre los ninivitas y como se convirtieron masivamente es signo del poder de la Fe que al tocar transforma la vida del bautizado, el autor se asegura de que nosotros dimensionemos la ciudad, al decir que eran necesarios “tres días” para recorrerla, este señalamiento es clave si tenemos presente su tamaño y la simbología de la cantidad enunciada, es un proceso de conversión pleno que llevará a la comunidad a responder como un solo individuo a la oferta salvífica del Señor. Es el compromiso que se convierte en  concluyente para la identidad del pueblo aquí citado. Los cuarenta días (40) nos hace pensar en el éxodo (40) días en el desierto y el Diluvio (40) días también en un estado de purificación como tal.

La mentalidad judía tenía muy presente la significación de este tiempo dado que fue consignado en la Ley Mosaica con la finalidad de  convertirse en signo de penitencia o simplemente según sea el caso de preparación para un acontecimiento de grande significación. La conversión de Nínive no tiene parangón en  los relatos del (A.T).

Tal acción mueve la Misericordia de Dios no por constituir mérito alguno en su presencia sino por su corazón amoroso. Es para el creyente ejemplo de lo que una acción realizada con amor puede alcanzar así sea en la dimensión de lo trascendente sin importar realmente su profundidad o importancia, eso último es irrelevante para el Dios vivo… Vemos lo descrito en este relato como un  relato ejemplarizante para los bautizados, el autor se cuida de especificar el tipo de creencia de ellos pero aun así intuimos con el Texto que estaban caminando bajo la experiencia de Fe análoga de los judíos.

El Salmo (62), nos contextualiza en la existencia que encuentra su total reposo en Dios, y describe este estado de vida de una manera Didáctica al alcance de todo creyente. Poner la esperanza en Dios es de una trascendencia tal que permite al creyente visualizar su experiencia de Fe más allá del tiempo presente o de su realidad histórica concreta. Lo contenido en este Salmo es tema recurrente por los grandes profetas particularmente por (Jeremías e Isaías) su centralidad es la Bondad de Dios que acoge y cuida de los suyos, así lo siente y vive su autor.

Pablo ubica su reflexión en el escenario de la navegación, sus frases son reconocidas en dicho medio “el tiempo es corto”  y la concreción de relaciones personales y la misma constitución de una familia, es vista por Pablo no desde su inutilidad sino desde la concepción de un Mundo Futuro que se ha manifestado ya presente en Cristo resucitado, es decir, que el mundo anhelado se construye de cara a la presencia de Cristo y su nuevo orden en cuanto a la vida y mentalidad de los bautizados. Es pues el reto grande que la Iglesia tiene de cara al mundo, implica la consecuencia de un mundo y sus ejes relacionales ya redimidos y habitados por la Gracia. Estamos afirmando que el mundo No pasa simplemente sino todo lo contrario que todo aquí es potenciado por el amor de Dios espiritualizado en la Gracia. Tal comunicación puede transformar toda realidad y hacerla santa no solo por vocación sino también por su naturaleza, es decir, Cristo hace todo nuevo porque su amor es siempre actual. Pablo hace un análisis de la presencia histórica de Dios y puede concluir que aunque se percibe un determinado afán en esperar su manifestación, también es cierto que tal acción se está mostrando paulatinamente en el mundo y en la realidad de los bautizados como referencia inmediata.

Marcos nos propone un Texto de índole tanto vocacional como existencial en la medida de su proximidad con la realidad personal que aquí es encarnada por estas personas y sus familias, porque la acción de llamar no saca a nadie de su contexto. El tiempo cumplido es alusión directa a la sucesión de los acontecimientos históricos que involucran la Fe de Israel. El tiempo mesiánico se ha manifestado y la historia una vez más se estructura desde la manifestación de Dios a la humanidad y la forma vital como esta la descubre y vive.

El evangelista intuye positivamente y hace la diferencia tanto en lo exclamado como en la estructura del llamado vocacional a los pescadores que más tarde se constituirán en sus discípulos. Ya el tiempo se cumplió en el advenimiento del Señor pero el tiempo también como unidad de medida llegará a su fin en la Recapitulación cósmica (visto así por  los PP. De la Iglesia, especialmente Tertuliano siglo II)… Dejarlo todo, es una actitud de desposeer toda confianza en el mundo y sus realidades materiales y sensualistas y confiar enteramente en Dios. Solo así el bautizado al ser llamado podrá abrazar a Cristo eternamente, porque con los brazos llenos de mundo será imposible.

La Comunión en perspectiva de la realización de nuestra Fe nos asegura a quienes no conocimos personalmente al Señor el pasar a su  presencia. La Iglesia llamada a  ser Madre es también testiga y se convierte en testimonio vivo del triunfo de la vida en la Persona del Resucitado. La Buena Nueva es tan real como las relaciones fincadas en nuestros corazones, todo llamado se asume desde la realidad que nuestra Fe percibe, de un Dios vivo y totalizante cuya manifestación es viva y portadora de vida. El Tiempo se cumplió ya es hora de vivir como hijos de Dios y herederos de su Reino.  A un lado debe quedar cuanto se convierte en obstáculo para esta vivencia.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…

  LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO… Éxodo capítulo 34 versículos 29-35. 2 Pedro capítulo 1 versículos 13-21. Salmo 99. Lucas c...