miércoles, 12 de julio de 2017

UNA Y CENTÉSIMA DEFINICIONES DE LA REALIDAD ECOTEOLÓGICA... PRIMERA PARTE.

UNA  Y  CENTÉSIMA  DEFINICIONES  DE LA REALIDAD  ECOTEOLÓGICA  EN  EL SIGLO  XXI…

Primera Parte…


DEFINIENDO SU CONTEXTO ANTROPOLÓGICO Y SOCIOLÓGICO.


El presente Siglo nos abre la puerta de una concientización teológica nueva en los distintos discursos y escenarios de la producción académica de nuestra Iglesia, es precisamente el problema de la conservación de la vida en su medio y afines frente a la depredación sistemática de nuestro entorno. La realidad utilitarista y consumista dice absolutamente claro que en el presente estamos “gastando más de lo que producimos de forma sostenible” tal realidad aterriza en el manejo económico creando verdaderas políticas de rapiña frente a la naturaleza y los llamados recursos naturales que a excepción de algunas potencias se encuentran en los países en vía de desarrollo y que por esta situación son las regiones más pobres y contaminadas del planeta. Esto indica que sus habitantes nunca podrán disfrutar de sus riquezas como tal. Lo más preocupante es la configuración de una nueva seudo-realidad o estatus de la producción de los bienes llamados “materia prima” que como su nombre lo indica son la base para la Industria y el crecimiento económico. Hoy por hoy es de gran preocupación  los altísimos niveles de contaminación que han alterado el clima a nivel mundial y generado daños graves en la capa de Ozono, lo que ha producido complicaciones como la llamada Efecto invernadero o el deshielo de los casquetes polares. La realidad indica que los mares del mundo se han convertido en cloacas de las metrópolis como pasa cerca de nosotros, y la falta de conciencia no dimensiona el daño ocasionado al Ecosistema. La connotación teológica actual demanda de nuestra parte un re-descubrir la presencia de la vida y lo que ello implica en el plan sostenible  y desarrollo que estamos trazando constantemente. El mundo actual vive una peligrosa carrera de consumismo e insatisfacciones latentes, cada día sale un artículo nuevo y a la siguiente semana lo han mejorado, pasa siempre con los teléfonos móviles o celulares que cada mes ofrecen más y más servicios al punto de relativizar su tecnología y necesidad. Muy pocas personas entienden hoy por hoy la diferencia entre un artículo esencial y otro sobredimensionado. Estamos ad-portas de una crisis de valores y contenidos esenciales en la construcción de la imagen del Yo redimido y  en vocación a la absoluta realización y felicidad. Los grandes vacios de las relaciones humanas (RR-HH) son atiborrados de artículos consumistas. La sociedad en el colmo dictó que un celular cuesta más que una estufa o una nevera e incluso que la misma educación o salud. De cuando acá lo banal es tan importante que rompe la consecución de una formación en solución de necesidades vitales para la persona y los suyos. El problema no es en si la fenomenología de esta cuestión  sino su metafísica, es decir, como se pierde el rostro de la creación original y se transmuta la artificial y todos felices…  Es pues nuestro deber luchar contra la perdida de humanidad de nuestros hermanos y su entorno socio- familiar  y socio-cultural. La realidad alimentada por la pérdida de la Gracia se transforma marginalmente en des-gracia. La intervención humana bajo el signo del utilitarismo relativiza grandemente el valor Intrínseco de la vida y hace de ella y su entorno simplemente elementos al servicio de la economía y el comercio mundial. En la actualidad las grandes potencias desarrolladas poseen unos niveles generadores de contaminación de proporciones dantescas lo que contribuye aceleradamente a desmejorar la salud de sus habitantes. Los Países  más contaminantes son:
·         EE-UU. Solo para tener una idea,  ellos generan el 60% de la contaminación mundial, cada día por sus cocheras o garajes reposan más de 700.000.000 millones de vehículos de todo tamaño. Cuyas emisiones son tremendas. El actual  Gobierno se está literalmente saliendo de algunos tratados o protocolos para reducir emisiones al Medio Ambiente para no afectar según su Presidente la producción económica de su Nación. 
·         La China, con niveles de contaminación tan altos que sus principales ciudades se convirtieron en manufactureras.
·         La India. Hay preocupación por el manejo que está haciendo de los desechos radiactivos de sus reactores.
·         Japón. La materia prima en un 90% la importan lo que está ocasionando depredación especialmente en  Países del tercer mundo que tienen tratos con ellos.
·         Rusia. Dudoso manejo de sus reactores, gas natural y sus posos petroleros.
Solo por mencionar algunos de los Estados más contaminantes, desde luego la lista es  mayor y los recursos naturales son instrumentalizados también en los Países emergentes cuya economía es nueva en el ámbito mundial. Esta explotación está dejando grandes extensiones de tierra desforestada y sin defensa ante el Clima ya modificado por estas prácticas. Los aportes de Europa no son menos preocupantes. Ahora están instalando fábricas en países santuario en el pago de impuestos o proteccionistas con la inversión extranjera. Esta práctica se da especialmente en artículos que van desde un automóvil pasando por un electrodoméstico hasta un teléfono móvil. El manejo climático sufre las consecuencias de una relación económica que prima por sobre la vida y los derechos de las personas. Es lamentable como las zonas más ricas en recursos son precisamente las más pobres, contaminadas y corruptas ya que la política de explotación y venta no es abierta al conocimiento público y la ignorancia y falta de compromiso hace que las condiciones se mantengan a favor de los gobernantes y sus familias. Las llamadas regalías no reflejan la riqueza explotada sino malversada. Estamos enfocando nuestra reflexión particularmente en América latina, África y Asía. Donde los niveles de pobreza son altos rescatando los siguientes fenómenos sociales:
·         Pobreza extrema.
·         Marginación de los medios de producción.
·         Desnutrición.
·         Malnutrición.
·         Hambre.
·         Falta de oportunidades para los más jóvenes.
·         Ingreso percapita bajo.
·         Producto interno bruto desfavorable.
·         Mal manejo de desechos de todo tipo.
·         Ausencia de campañas medio ambientales.
·         Altos niveles de corrupción.
·         Bajos niveles formativos en sus instituciones tanto colegios como universidades.
·         Desigualdad salarial entre hombres y mujeres.
·         Perdida pronto de la vida productiva a diferencia de las potencias económicas.
·         Desprecio por las riquezas de la Nación.
·         Sistema de salud pobre en atención y reacción para los de menores ingresos.
·         Caudillismo de sus políticos y relevos de sus familias y amigos en el poder.
·         Aumento  clientelista de partidos políticos.
·         Desconocimiento de las minorías sociales y por ende de sus derechos.

La dinámica sociológica la interpretamos desde la concepción de una relación social pobre donde la necesidad impera sobre el Derecho de quienes más sufren. El pecado tipifica aquí una poderosa conducta  que sin duda reduce las posibilidades de Promoción de estas personas y su medio familiar. Las grandes ciudades tercermundistas desarrollaron una especie de paralelismo antropológico al observar como coexisten dos y tres realidades de forma simultánea solo separada por gustos, poder económico, recursos y derechos efectivos. La necesidad es una de las características más aberrantes de la economía mundial. La posibilidad de desarrollar un esquema de explotación a  gran escala limita la calidad de vida de los habitantes de estas regiones al punto de convertirlos simplemente en mano de obra no calificada barata y bajo riesgo constante. Las Multinacionales se especializaron en buscar y dominar las riquezas naturales de las naciones del tercer mundo. Este dominio contrarresta con mucho el poder económico de estos  estados ya que por lo general su economía es dominada por un puñado de familias que sí disfrutan sus riquezas. Esta desigualdad en la distribución de la riqueza es la causa  original de todos los males sociales y de la depredación de los recursos naturales y de la dignidad de la persona redimida. Las políticas internacionales son totalmente permisivas ante el avance de la depredación  de los recursos naturales. Cuando una Nación acaba con sus riquezas debe buscar otras fuentes económicas para sobrevivir y sin duda las consecuencias son lamentables y palpables ya en algunas naciones como Haití, en este hemisferio y particularmente en África.  La pobreza cercena totalmente la posibilidad de crecer socialmente y los modelos culturales de fuera son una manera de permear la Identidad de un pueblo. Estamos seguros de la necesidad de la restauración efectiva de la  obra de Dios, la creación debe ser liberada de tanto peso y corrupción.


EL  PECADO  CONTAMINA  LA  VIDA  EN  EL  UNIVERSO.


No es un enunciado megalómano, ni tampoco una actitud derrotista de nuestra parte, es sobre toda consideración, la necesidad de establecer un principio de reflexión que no puede dejar fuera la connotación de pecado y sus distintos trajes o ropajes. El pecado no solo asume la calidad personal de la criatura humana sino que toca con sus tentáculos la obra de Dios. Nuestros primeros padres (recreación original) al pecar contaminaron la obra perfecta de Dios. Una obra que disfrutaba de la presencia de su Señor. El capítulo 3 del Libro del Génesis, narra bellamente las consecuencias de la desobediencia del ser humano y como esa acción involucra la naturaleza y el orden perfecto de su creación. La necesidad del trabajo diario, los dolores del parto y las dificultades que ello implica, son para el Autor Inspirado un signo de la perdida de los dones y gracias preternaturales que facilitaban por su perfección la vida y sus recursos. El versículo 17-18 de este capítulo lo describe claramente: Ahora por tu culpa la tierra estará bajo maldición, pues le hiciste caso a tu esposa y comiste del árbol del que te prohibí comer. Por eso mientras tengas vida, que costará mucho trabajo obtener de la tierra tu alimento… Muy duro tendrás que trabajar para conseguir tus alimentos. Así será hasta que mueras. Es fundamental reconocer que la actividad pecadora de la humanidad contamina grandemente la perfección del mundo y que la Industria sin control y depredación es la versión moderna de este pecado. No es malo el progreso, de hecho el Creador nos dotó de Inteligencia para hacerlo. Lo malo es establecer un orden donde la persona redimida queda relegada por las relaciones económicas y el dominio de su poder. El pecado original está unido desafortunadamente con la gestión humana a todo nivel. La manufactura primitiva para cubrir el cuerpo y alimentar a la familia se convirtió en una “locura” de clases sociales y privilegios en la experiencia humana. El origen arbitrario de la connotación materialista sobre el “recurso natural” nos convirtió en sujetos de consumo para el consumo y por el consumo. Es triste como en muchos países de nuestro hemisferio no estamos empleando ni el 20% de materiales reciclados lo que implica más contaminación y desprecio  de la naturaleza y sus dones, no son recursos, son dones creados por el Amor de Dios. Miremos lo que implica esto último:
·         Visión positiva de la creación como obra y don de Dios, no como recurso renovable.
·         La creación  en su perfección sufrió los pecados contaminantes de la humanidad.
·         La liberación de la naturaleza es solo posible si el ser humano se libera de sus ataduras.
·         El accionar humano es por lo tanto fuente de pecado que se traduce en depredación y contaminación.
·         La obra de Dios es por lo tanto perfecta por su Voluntad.
·         La des-gracia actúa en estrecha  relación con el accionar inconsciente de la humanidad.
El adoptar una indumentaria, versículo 20, implica para Adán y Eva el abandonar su original condición y marchar  de frente a su destino sin el dominio que su estado anterior implicaba. Es decir, sin la Gracia que era para ellos la fundamentación de su estrecha y fructífera relación con el Dios Creador… La obra de Dios reconocerá a estas personas y sufrirá sus actividades para asegurar la supervivencia. El consumo de los recursos naturales es pues una práctica natural ligada a la perdida de la condición original de la humanidad. Al perder esta condición desafortunadamente fundamentamos relaciones de dominio y no de amor con el Medio Ambiente. En los comienzos del Siglo XX una persona consumía cerca de 2.000 productos durante un año. En el  presente Siglo esa cifra se potenció hasta convertirse en cerca de 45.000, sin duda implica un aumento de las necesidades aparentes de la Industria por crear nuevos y mejorados comercios y sus artículos también fueron y serán más sofisticados. Esta dinámica sociológica nos dice también en los últimos 60 años los niveles de contaminación superaron la actividad humana de los últimos 5.000 años. Es sin duda complicado el panorama para Espiritualizar la Gracia en la realidad presente.


DE UNA A CENTESIMA DEFINICIONES TEOLOGICAS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE.


1.      La creación  es la obra perfecta de Dios que por un acto de amor de su Santísima Voluntad “sacó de la nada cuanto existe” y adornó con  los medios y recursos necesarios para ser y existir.
2.      La perfección de la creación es consecuencia de la Vestigia o huella de Dios en ella.
3.      La mente de Dios al pensar en su obra la creó perfectísima, determinando que los universales existieran en su mente para perfección y origen de los mismos y los recursos que ellos simbolizan en la creación. Nada existe a partir de su propia iniciativa.
4.      Las especies de animales entre ellas nosotros, los vegetales, minerales y el mundo que no vemos por su tamaño, es obra de la Voluntad de Dios que plasma la perfección y su evolución en absolutamente todo lo que existe trazando una ley de necesidad existencial entre las formas de vida creadas.
5.      Los recursos de la naturaleza no son  solo bienes de consumo, son dones al servicio de la vida y el propósito de nuestra existencia.
6.      Las estructuras de pecado afectan directamente a la creación  de Dios, lo que implica que la Redención y su universalidad también actuó sobre ella, sin duda la Sangre de Cristo es Causa de su restauración  plena, total, y totalizante.
7.      No es una utopía pensar en llevar existencias pacificas entre la humanidad y las especies de los distintos seres vivos.
8.      Los hábitos alimenticios son consecuencia de la formación cultural y del consumismo básico que no ha superado en nosotros al hombre primitivo.
9.      La indicación metodológica del Génesis sobre los siete días en los que Dios creó cuanto existe son sin duda alusión a la perfección de su obra y su inmediata Voluntad sobre la materia creada…  Tal conclusión indica también que la obra como tal depende de Dios y su orden y estética que en sus orígenes estaba totalmente libre de pecado hasta la llegada de la humanidad y su estilo de vida.
10.  Los modelos culturales son en sí responsables de prácticas como la contaminación visual, auditiva, emocional, espacial, entre otros, ya que ubican sus procedimientos por sobre el orden y la estética que implica bienestar para la humanidad. Estamos convencidos de la necesidad de  una política de salud pública que recupere los espacios para la “Cultura de la Vida” y la convivencia pacífica.  Los comportamientos amigables con nuestro entorno sin duda alguna mejoran  nuestra calidad de vida y convivencia al contar con espacios para la recreación, la cultura y el deporte.
11.  La Gracia se manifiesta en el orden perfecto de la vida y sus formas. La Gracia como presencia de Dios hace de la naturaleza escenario de redención y convivencia en paz como fruto este ultimo don de la Resurrección del Señor. La Gracia ratifica la relación existencial de la vida con su creador.
12.  Somos los Administradores…mayordomos de bienes que no son nuestros pero si  necesarios para nuestra existencia.  Rendiremos cuenta a Dios por su obra puesta en nuestras manos.
13.  El crecimiento no planificado de las ciudades trae consecuencias alarmantes inmediatas como el consumo de recursos, el manejo de basuras y servicios esenciales para la persona. Los espacios se están convirtiendo en hacinamientos.
14.  El ser humano dominó tanto los recursos como los medios para su consecución. Pero también desarrolló prácticas destructivas que no se detienen ante nada con tal de asegurar sus objetivos. La explotación del metal precioso como el oro, demanda millones de litros de agua y el vertimiento de mercurio y cianuro a las corrientes hídricas que consumimos y que son el hábitat de especies variadas y necesarias en sus respectivos ecosistemas.
15.  La explotación de recursos petroleros en los mares del mundo conlleva el riesgo latente y efectivo de su vertimiento al agua lo que en muchas ocasiones generó grandes niveles de contaminación.
16.  La falta de una visión creacionista ocasiona que el imperio de la razón crea tener la última palabra y subyugar la obra vital bajo sus intereses. Hoy vivimos una muy soterrada expresión materialista cuando aseguramos que tenemos el dominio sobre la naturaleza y que ella por consiguiente sirve solo a nuestros fines. La soberanía de la vida implica reconocer su dignidad y absoluta independencia frente al plan de nuestros gobiernos y sociedades.
17.  La Voluntad de Dios se plasma en la existencia de la vida bajo unas condiciones y categorías perfectas, muchas de estas categorías las enmarcamos bajo el dominio de las leyes naturales y reconocemos que estamos insertos en las mismas.
18.  La vida es independiente de todo proceso humano.
19.  La vida es inalienable, intransferible, innegociable, absolutamente digna y necesaria.
20.  La Eco- teología  es la nueva ruta de la teología actual puesto que busca aterrizar el sentido de la vida y sus relacionales con relación a la Salvación del hombre inmerso en su entorno y con el compromiso de generar la liberación de la vida y sus formas. La Eco- teología plantea la necesidad de asumir la presencia de la Gracia en la historia de la humanidad y su relación con la obra de Dios.
21.  La Eco-teología nos invita a reflexionar sobre la realidad contingente de la vida cuya esencia y movimiento procede de Dios. Este movimiento es determinante para relacionar la vida desde su origen hasta la explicitación en la conciencia del ser humano.
22.  La conciencia se sumerge en una relación contingente donde el ser humano ocupa su lugar sin desconocer la importancia vital de la naturaleza y como esta se hace presente en todo lo que emprendemos y fundamentamos. La vida es una y su recreación es de índole infinita bajo la Sabiduría de Dios.
23.  Vida contingente y sobrenatural se relacionan bajo el concepto de la presencia de Dios en sus categorías.

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