SEGUNDA PARTE… CONSTANTE MOVIMIENTO DEL ALMA A DIOS.
La Naturaleza Humana estará siempre en constante movimiento
hacia los ideales o metas que esta considere importantes. Nuestra condición
inacabada hace de cada día una experiencia nueva bajo fundamentos permanentes,
es decir, no todo se renueva por ser la base de nuestras experiencias. Estamos
inmersos en un medio dinámico aunque asuntos trascendentes pareciera que no
avanzan con la rapidez que estamos esperando, en esta perspectiva el Ser Humano
se edifica siempre en toda dirección
asequible por la Gracia… Nuestra Espiritualidad hace eco de estos
movimientos y nos lleva a optar por el “Mundo entero” como terreno fértil para
la propagación de la Palabra Revelada. Somos huéspedes de la Realidad que percibimos no somos para
siempre sino en la trascendencia plena de los hijos de Dios. Nuestra Oración
debe tener muy presente que nuestra atemporalidad terrenal solo puede ser
transformada en Eternidad si Dios entra
de lleno en nuestra Historia personal y la Sublima hasta convertirla en Historia de Salvación. El Ser Humano se
hace concreto cuando está delante de Dios y reconoce solo en Dios la
realización de toda Posibilidad con “Olor” a Perfección. Busquemos pues que
cada Oración y Meditación sea un muy sutil
atisbo de Eternidad donde la vida
abundante sea el rotulo por el cual el Anglicano-Episcopal sobresalga en
cualquier escenario donde estemos interactuando.
La Oración es como principio de
Espiritualidad el Camino de constante transito dando movimientos al Alma en
busca de la perfección a la que estamos continuamente siendo llamados por el
Dios de la vida: Si el mundo os odia
sabed que me ha odiado primero. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo;
pero, como no sois del mundo, porque Yo al elegiros os he sacado del mundo, por
eso el mundo os odia… (Jn 15,18 ss) el rotulo de pertenencia al mundo es
una clara insinuación del Salvador sobre el orden de prioridades en nuestras
vidas y como su llamado tiene gran resistencia por parte de la hostilidad del
mundo, comprendemos que no se refiere al Mundo como Realidad física sino y
sobre todo como las relaciones y vivencias que se apartan de Dios y no lo
eligen como la principal de sus prioridades. Nosotros vivimos nuestra
Espiritualidad en el mundo y sus complejas realidades pero claro está, nuestra Opción esencial es Cristo y no los “estereotipos” que ofrece el Mundo
como medio y entorno de nuestra Existencia. El Ser del Episcopal está de lleno
en la Realidad que edifica en cada momento de su existencia y lo más relevante
es su capacidad para vivir los tiempos y madurar en cada uno de ellos su opción en el
Bautismo. La Espiritualidad es un
todo dinámico que involucra desde lo más íntimo y profundo hasta los Signos
externos de nuestra Fe y Piedad, el Anglicano no solo Ora también manifiesta
coherencia en sus pensamientos y sentimientos… La Realidad tejida a diario es
irrigada por la Gracia que se hace presente particularmente en los Medios de la Gracia que la Madre Iglesia coloca a su alcance, es
decir, la vida Sacramental, la Palabra Inspirada, el L.O.C que es un componente
del sentido orientado de nuestra Fe y sus Usos y Costumbres, la Oración y como una especie de
Transversariedad la vida ordenada en los principios Éticos y Morales que la gobiernan dicho así cada Episcopal debe ser un Referente Social en su entorno.
EL ACTIVISMO ECLESIAL Y LAICAL.
Merece punto aparte en nuestra
consideración el papel que la vida Laical desempeña en esta Comunión y
particularmente la forma como los Laicos se vinculan a la sensibilización de la
Pastoral de la Iglesia, es pues una Realidad su presencia y accionar pero también
es necesario asumir que tales acciones si bien son buenas y necesarias deben
ser enfocadas al crecimiento del Ser antes
que del Hacer de lo contrario se desarrollará un activismo
sin fundamentación en la Espiritualidad de la Iglesia lo que sin duda es
perjudicial cuando se asumen actitudes de Gobierno y no de integración, ser Lideres supone la inclusión de un
propósito fundamental como lo es la Promoción
del Servicio y la exaltación de las condiciones de quienes debemos
promover… La Iglesia como Madre debe formar a sus hijos y enseñarles el camino
del Evangelio que por demás está al servicio de los Bautizados. Quienes sirven
en la Iglesia deben hacerlo con temor de
Dios y respeto por sus hermanos de lo contrario nos convertiremos en
escenario de escándalo y tropiezo para nuestros hermanos en la Fe. El Liderazgo
saludable en la vida Espiritual es precisamente el que controla y desestima el
espíritu de soberbia y reconocimiento
por privilegiar la Voluntad de actuar
exclusivamente por el reconocimiento de sus acciones en la Congregación…
La Espiritualidad de nuestros Laicos debe ser una preocupación constante de la
Iglesia y sus servidores los Ministros Ordenados y esa preocupación debe
proveer los medios para formar a conciencia y con carácter de disciplina a sus
hijos e hijas en Cristo. Analizar con sumo cuidado las actividades que
involucran la vida de los Laicos es importante y necesario de lo contrario solo
se continuaran haciendo actividades de gran carga emotiva y casi nada de
crecimiento en la Fe y la Formación de nuestros hermanos.
El Laico encarna la vida de la
Iglesia y como tal es vital rodearle de todo aquello que fluye de la Iglesia y
sobre todo formarle en el ámbito de su vivencia espiritual para evitar así el Indiferentismo que hace que a muchos de
nuestros hermanos les dé lo mismo asistir o no a la santa Eucaristía privándose
de esta forma del encuentro fraterno con el hermano que asiste… Si bien hay
gran preocupación por traer fieles a nuestras Congregaciones también es cierto
que hay muchas actitudes de los presentes que los alejan o relajan en el
propósito de vivir su Fe en Cristo, retener es tan importante como atraer y en
esta dirección sostener su presencia es la esencia de la Misión de toda
Congregación… El contacto personal con nuestra Espiritualidad es sin duda una
poderosa forma de Evangelización y Misión, y esta forma de Misión se debe
fundamentar más allá de expresiones de Piedad y emoción pasajera. Muy pocas
veces nuestras acciones en orden a la Espiritualidad responden el interrogante
sobre lo que buscan nuestros hermanos cuando se aproximan a la Iglesia. El Activismo perjudica notoriamente la Espiritualidad
porque la desplaza del centro de nuestras vidas y experiencias de Fe al ocupar
su lugar con la Praxis del hacer en la perspectiva del reconocimiento tácito o
más elaborado. Nosotros debemos cuidarnos de auspiciar o promover en reuniones
esta práctica tan nociva. La vida Espiritual es un asunto muy delicado y como
tal debemos afrontarla y promoverla como conducirla a su inclusión en todos los
niveles de nuestro Laicado. La Espiritualidad
funciona como un todo que se integra a cada una de las acciones de la Iglesia. Nuestra
Espiritualidad si posee identidad y es precisamente la que brota del Evangelio
y el seguimiento de Cristo tal y como lo vive y expresa la Iglesia en su
Liturgia y Doctrina. Estamos por demás orientados al desarrollo constante del
Espiritu que gracias a la Promesa del Dios de la vida se manifiesta en todas
las dimensiones de la vida Eclesial esto es:
·
Espiritu para Orar.
·
Espiritu para la vida.
·
Espiritu para el encuentro fraterno.
·
Espiritu para discernir y meditar las Escrituras.
·
Espiritu fuente de Gracia y de la vida Sobrenatural de
los Bautizados.
·
Espiritu fuente de Santidad.
·
Espiritu dueño y Señor de nuestra Piedad y Temor de
Dios.
·
Espiritu del Resucitado o de la Paz verdadera.
·
Espiritu luz y guía del Bautizado.
·
Espiritu Señor de la Madre Iglesia.
·
Espiritu Señor de toda Revelación.
·
Espiritu de toda obra Pastoral.
·
Espiritu de la vida Congregacional.
·
Espiritu presente en la Liturgia como en la vida
Sacramental.
Son solo
algunas de las distintas formas y facetas como el Espiritu de Dios se
manifiesta y contribuye a la definición de nuestra vida Eclesial, pero desde
luego cada uno de estos Dones requiere no solo preparación sino también
vivencia y autenticidad, para hacerlo el Bautizado debe estar sujeto a la
Iglesia y vivir con ella el Don de su santo Bautismo de lo contrario sería
imposible una experiencia autentica en esta dirección… Hay hermanos fácilmente
impresionables y eso no implica necesariamente autentica vida espiritual más
que otra cosa están alertándonos sobre la aparición de una muy compleja serie
de Patologías espirituales que comúnmente se disfrazan de
“manifestaciones espirituales” pero que son simplemente vivencias aterrizadas
en la dinámica de la religiosidad… Los problemas de una equivocada concepción
de Espiritualidad básicamente son el poco “calado” o la poca profundidad de la
experiencia y por ende de la permanencia de estas personas en la Congregación. La
Prudencia es el mejor remedio contra la inmediatez
espiritual y la subjetividad al extremo de quienes se mueven por esta clase de
impresiones, si bien la Espiritualidad produce una muy particular Alegría en el orante también es cierto
que son muchas veces recuerdos asociados los que producen la respuesta en las
personas y no Dios como pretenden hacer creer o expresar con tanta seguridad. La
Oración no es la fórmula mágica para asegurar el éxito de cuanto emprendemos,
dejemos espacio al Criterio, al Juicio
acertado y la lógica en nuestro proceder. Para no olvidar que la vida
espiritual es un ejercicio sistemático y sin tiempo para ver resultados si se
desea mirar en esta línea y perspectiva, es una acción que involucra todos los
componentes de nuestra Humanidad Redimida sin que una sola quede fuera de su
influjo.
ENCUENTRO INTERIOR, NUESTRA CONCIENCIA.
La Oración
y la Meditación son en síntesis como movimiento del Intelecto la mejor forma de
conectarnos con la Realidad invisible a nuestros Sentidos pero si
perceptible por la Gracia… Es un
encuentro interior que privilegia la Intuición de saber que estamos siendo
escuchados siempre y que no hay posibilidad de “oídos sordos” a nuestra
Oración, lo que recalcamos siempre es la necesaria coherencia para no
formalizar una Relación Contingente con Dios, es decir, que respondemos según
Dios conceda lo que pedimos. Existe también la Mendicidad Espiritual aquella forma o actitud de Oración que se
fundamenta en nuestras necesidades de cualquier tipo y no en el Amor a Dios, este tipo de relación debe
ser superado pronto y madurar en la opción incondicional del seguimiento del
Salvador. No existe Gracia que sea canjeada por Oraciones o buenas obras es
Voluntad irrestricta de Dios el concederlas. El Bautizado debe vivir conforme
dicta la Esperanza en su corazón lo
que implica un trasfondo de Fe tan poderoso que puede literalmente “mover
montañas” como lo expresa Jesús en su Evangelio, lo que sin duda sería un
agradable espectáculo pero conviene más mover el corazón que una montaña…
La Conciencia no solo es lo más íntimo y
profundo en la existencia Humana sino que privilegia lo “secreto” de nuestra
Naturaleza y solo Dios puede entrar en ella y habitarla, Pablo ya manifestó que somos
Templos vivos del Espiritu Santo (1 Cor 3,16) que cada uno de nosotros
disfruta de la presencia de Dios en su ser como en su vida, esta presencia de
Dios Santifica nuestra Existencia en todas las direcciones posible… La
Conciencia es el Sagrario del Alma como
indicando con ello que solo Dios puede entrar en algo tan Sagrado para
instalarse allí y guiar nuestras vidas, desde luego no será sin el permiso
amoroso del Bautizado. Nuestra Identidad Eclesial es de suprema importancia en
la configuración de nuestra Espiritualidad puesto que no se trata de una
relación solitaria con Dios sino de la compañía espiritual de los Creyentes, somos
Sociales y eso no queda fuera de la experiencia con el Resucitado.
La
Cosmovisión Episcopal nos ofrece la posibilidad de ampliar el espectro de
nuestros conocimientos y entendimiento de la Realidad que compone nuestras
vidas así como del Mundo donde nos Movemos, es decir, nuestra vida es fermento
de valores evangélicos al servicio de la Familia y la Sociedad como tal y para
tal. Nuestra perspectiva de la Espiritualidad es muy amplia y da cabida a todo
tipo de experiencias con el Dios de la vida pero en algo coincidimos y es
precisamente en reconocer el fundamento de nuestro CRISTO-CENTRISMO de esta forma nuestra reflexión encuentra su Centralidad en el Resucitado, estamos asumiendo una
Espiritualidad amplia más no Liberal porque hay un Fundamento como
dice el Himno “Un solo fundamento” de
nuestro Himnario Providencial No 159, que sintetiza nuestro sentir y
experiencia de Fe, miremos apartes del
mismo:
Un solo fundamento, y solo un
fundador, la santa Iglesia tiene en Cristo su Señor. Para hacerla su esposa del
cielo descendió, Y con su propia Sangre su libertad compró… En la segunda
estrofa… De todo Pueblo y raza disfruta la unidad; la Fe en Dios confiesa en
santa caridad, Uno su Bautismo, Un pan de santidad; Por gracia siempre espera
Una felicidad… En su tercera Estrofa agrega… Cercada de tumultos, De guerra y
confusión, La paz eterna espera, Serena
en su visión; Hasta que victoriosa La Iglesia terrenal Reciba por su
premio Descanso celestial…En la cuarta y última Estrofa… Más ella aquí disfruta
Celeste comunión, Con Dios y con los santos En paz y perfección. Jesús cabeza
nuestra, concédenos lugar Con los que habitan siempre En tu celeste hogar…
Este bello canto condensa la Doctrina Eclesial en cuanto a la
aspiración del Bautizado en ninguna parte asumimos que la Espiritualidad la
vivimos fuera del corazón Eclesial, somos parte de la Iglesia de Cristo y como
tal caminamos siempre en pos de su amor.
La Iglesia cuida espiritualmente a cada uno de sus hijos los Bautizados
y espera de nosotros respuesta positiva que denote crecimiento y madurez en la
Fe trasmitida… Ella lucha constantemente por los suyos y ejerce la Maternidad Espiritual
en toda circunstancia de vida, la Madre Iglesia nos recuerda que se debe a su
Señor quien por ella y por nosotros en ella derramó su Santísima Sangre en la
Cruz.
ALGUNOS PUNTOS SOBRE
NUESTRA ESPIRITUALIDAD
·
Nuestra
Espiritualidad se vive en la Iglesia y no se entiende fuera de ella puesto que
cada una de sus acciones reflejan tanto el sentir como el creer de la Madre
Iglesia.
·
La
Oración es potenciada por la presencia de Cristo quien hace de nuestras
palabras una perfecta expresión de Fe.
·
La
Meditación es un medio de Gracia por el
cual nos adentramos en la profundidad de la razón de nuestra experiencia de Fe
y podemos así crecer continuamente en la consideración de sus misterios. La
Meditación es un Don que Dios concede cuando en Oración el Bautizado así lo
expresa.
·
Todas nuestras oraciones están
relacionadas con el ser Eclesial siendo el modo como la Iglesia expresa su
maternidad Espiritual.
·
Nuestra
Espiritualidad es integral no solo verifica el estado de nuestra experiencia de
Fe sino también el ser eclesial que hay en nosotros.
·
Nos
unimos a la Cruz de Cristo y juntos producimos frutos de profunda trascendencia
para nuestras vidas.
·
Nuestra
Espiritualidad está enmarcada en el seguimiento de Cristo en su Iglesia.
·
Nuestras
oraciones son también entendidas como Signo de Comunión y sentir Fraterno.
·
Nadie
Ora o Medita solo, lo hacemos en el Sentir de la Iglesia.
·
Los Medios de la Gracia son también fuente de
Oración para el Bautizado.
·
La
Oración y la Meditación despierta en nosotros el conocimiento de nuestra Fe
como experiencia redituable en todas las facetas de nuestras vidas.
·
Ora et labora.
·
Ante
los problemas Ora que la preocupación es inútil.
·
Meditar
la vida y obra del Salvador es de gran provecho espiritual.
·
Las
Sagradas Escrituras son el alimento de nuestra Meditación y antes que meditar
sobre la vida de personas meditemos sobre la obra de nuestro Salvador.
·
La
Emotividad daña peligrosamente la reflexión a conciencia del Creyente.
·
Quien
no Ora no trasciende.
·
Cuando
lees y meditas la Biblia es Dios quien te habla.
·
Cristo es la Centralidad de nuestras
oraciones y meditaciones.
·
Solo quien es asistido por el
Espiritu Santo puede crecer en la Oración y en la Meditación.
·
Sin
Amor no hay Oración.
·
Sin
Amor no hay Meditación.
·
Cristo
cabeza de nuestras oraciones.
·
Espiritu Santo Causa Formal de nuestras oraciones y meditaciones.
·
La Espiritualidad es tan compleja como el entendimiento de lo
orado y meditado lo que implica no solo el discernimiento sino la configuración
de nuestras vidas hacia el supremo valor de lo revelado por Dios.
·
La
Iglesia Ora siempre por sus hijos en un verdadero misterio de Amor que integra a
los Bautizados de todas las latitudes.
·
Nuestras
oraciones son también Ecumenismo e intercesión poniendo de relieve cuanto la
Iglesia y sus Congregaciones buscan alcanzar.
·
En la perspectiva de la Meditación tomamos
conciencia sobre el significado de nuestras palabras despertando sensibilidad
en cada una de ellas.
·
Es
necesario el cultivo de virtudes que se unen a nuestras oraciones algunas de
ellas como: Alegría, Piedad, Regocijo, Esperanza,
Amor, Fe, Diligencia, Prudencia. Solo para mencionar algunas.
Nuestra vida Espiritual es muy
importante, ella se convierte en el sustento de nuestros devenires, sin ella se hace difícil el camino de
nuestra Salvación. No podemos abandonar la Oración ante las distintas situaciones
de vida que podemos atravesar o vivenciar, orar es una cualidad que identifica
al Creyente y hacerlo unida a la Meditación de la Palabra Revelada es una
Virtud de esta Comunión. Oramos
constantemente y nunca dejaremos de hacerlo porque nuestro propósito es
superior a la des-motivación o al indiferentismo que nos pueda abordar… Somos
hijos de la Luz y esa misma Luz que se transforma en Gracia nos guía constantemente…
El Episcopal entiende en medio de sus vivencias que la Gracia no es histórica porque Revela el Ser Amoroso de Dios y
porque no es un instrumento material de la construcción de nuestra Sociedad y/o
Cultura, la Gracia es un Don de Dios y como tal solo se comunica desde su Perfección
misma. La Historia es tan Humana como la necesidad de Afecto y la Emoción, la Realidad de la Gracia toca cada una de
nuestras oraciones y por ella puede subir a la presencia de Dios…
·
Gracia
como Oración
·
Gracia
como Meditación
·
Gracia
como Salvación
·
Gracia
como Santificadora de nuestra Historia
·
Gracia
como revelación del Amor de Dios
·
Gracia
como Forma de la Eternidad
·
Gracia
como Palabra de Dios
·
Gracia
Increada
·
Gracia
sin compuesto alguno
·
Gracia
Ser Perfectísimo de Dios que se comunica desde la Eternidad en nuestra Historia
finita
·
Gracia,
Palabra, y vida
Son
solo alginas consideraciones de encontrar la Gracia en nuestra Oración y
Meditación y conservarla en la finitud de nuestra Historia de su Hoy concreto,
es por demás asumir que la Gracia no es meritoria de nuestra parte como si de
la Misericordia de Dios, quien Ora toca aun sin darse cuenta el ser maravilloso
de Dios Revelado en su Gracia.
Gracia Habitual
Gracia que Opera por ser Gracia.
Gracia permanente
Gracia Don de
Dios
Gracia fundamento Salvífico
Gracia y Santidad
Gracia y Perfección
Gracia y Belleza
Gracia y Estética…
Algunos
de los recursos que la Gracia comunica y en la forma como se recrea o
manifiesta a la Persona de Fe que busca su encuentro, es decir, no existe
posibilidad alguna de dejarla fuera de nuestra razón de Ser…
Gracia en nuestro Ser Extenso
Gracia en nuestro ser finito
Gracia en nuestra Naturaleza Singular
Gracia en nuestra Historia y como
ella presente en cada Estadio de nuestras vidas.
Gracia en nuestra Contingencia
Gracia en nuestra Mismidad
Gracia Extrínseca
Gracia Intrínseca
Gracia en nuestra Im-permanencia.
Una
vez más ratificamos la postura del Ser
Ahí capaz de salir al encuentro de Dios sin abandonar su Realidad pero si
necesitado de ser santificado en su misma Historia como principio de su futura
Trascendencia, sino crecemos en Gracia como trascender, recordemos la actitud
de Zaqueo al respecto como se hace visible para el Invisible Dios Realidad
distinta y Plena como Total y Totalizante… Continuemos en Oración y Meditación
de los misterios de nuestra Salvación y recordemos que para los PP. De la
Iglesia Ella guarda en su corazón cada Palabra
Revelada y así mismo la comunica a sus
hijos los Bautizados.
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