jueves, 27 de octubre de 2016

ENSAYO SOBRE ESPIRITUALIDAD ANGLICANA... PRIMERA PARTE.

PRIMERA PARTE… ENSAYO  SOBRE  ESPIRITUALIDAD  ANGLICANA. PERSPECTIVA  Y  DIVERSIDAD  EN UN  MISMO  SENTIR  ECLESIAL.



INTRODUCCIÓN.



La Tradición Anglicana vista desde la Pluralidad de su Eclesiología nos ofrece un espectro bien amplio que con el correr de los años plasmó una Identidad Espiritual que llega a nuestros días. Nuestra condición de Iglesia Histórica supone también la posibilidad de enriquecernos con múltiples y variadas formas de Espiritualidad que si bien aparecen entre nosotros deben estar orientadas según nuestra Realidad Eclesiológica…  La Catolicidad no solo expresa en nosotros sus notas o Atributos esenciales de Universalidad sino y sobretodo un componente en alta estima de Fidelidad al Evangelio  lo que da muestras de Disciplina Eclesial  sin desconocer el valor de las manifestaciones espirituales en esta Comunión. La Fidelidad al Evangelio es una de nuestras más preciadas cualidades y precisamente la que nos define en un Mundo complejo cargado de todo tipo de individualidades como de Individuos. El bueno de William Stafford (Escritor y Poeta Estadounidense nacido en el año 1914) define la Espiritualidad Anglicana desde una perspectiva eminentemente experiencial: Es la manera como uno vive hacia Dios de una forma Anglicana, la cuestión está planteada en el “Como” es la vivencia del anglicanismo transformado en opción espiritual de nuestro tiempo…  Nuestra Espiritualidad no es solo un fenómeno de masas es también y muy especialmente un Movimiento del Alma en una continua exploración de sus opciones de crecimiento integral. Estamos por decirlo de algunas manera vinculados con  la trascendencia del Ser Anglicano…



REALIDADES  TEOLÓGICAS  DE  LA REFORMA  INSULAR.



Cuando queda plasmado el deseo categórico de volver a la fuente del cristianismo la Iglesia Anglicana se plantea el reto de retomar la Tradición en la concepción original y hacer de ella la guía ineludible de nuestra Trascendencia como tal. Quiero solo enumerar algunos puntos que surgieron a partir de ese deseo Eclesial:
1-    La Razón como elemento contemporáneo se agrega a la experiencia de Fe del Bautizado y gracias a ella hace una experiencia fenomenológica de las verdades reveladas que llegan a  cada uno de nosotros por las fuentes habituales.
2-    Retornar a las Sagradas Escrituras  y su concepción teológica de la Inerrancia preservando de esta manera el valor de la Revelación y no sujetarla al capricho de ninguna Iglesia, posteriormente será también aplicado a la Iglesia Anglicana como tal,   para aclarar este punto diremos que se establece un Binomio Razón- Tradición para evitar el sometimiento de las Escrituras al “escrutinio indiferente”.
3-    Retomar las orientaciones y verdades de Fe sostenidas en los primeros Concilios de la Catolicidad.
4-    Proclamar la fidelidad a la Tradición por medio de las enseñanzas e interpretaciones de los PP. De la Iglesia a saber (Apostólicos, Alejandrinos, Capadocios, PP. latinos, PP. griegos) convirtiendo sus aportaciones en materia de Estudio y Formación para la Iglesia del Presente.
5-    La Actualización de la Palabra de Dios  por medio del Ministerio de la Madre Iglesia que al Predicar está constantemente Actualizando el Mensaje sin que ello implique su Alteración re-interpretativa.
6-    Conservar y promover el Triple Ministerio Ordenado en la vida y obra de la Iglesia.
7-    Aportar a la concepción Cristo-céntrica de nuestra Liturgia y Adoración.
8-    Reconocer solo como “mediador” y Camino al Hijo de Dios.
9-    Retomar la práctica Sacramental sustentada en las Escrituras y en la Tradición de la Iglesia.
10-                      Detener la proliferación de Indulgencias, Santorales, Milagros populares, y todo tipo de manifestaciones de la Piedad popular alejadas de nuestra Esencia Eclesial.
11-                      La Gracia es el fundamento de nuestra experiencia con el Resucitado y gracias a ella la Trascendencia es una Realidad para el Bautizado.
12-                      La  Maternidad Eclesial  se retomó tal y como lo expresó la Iglesia en sus comienzos.
13-                      En cuanto  a la Liturgia recuperamos parte de la Tradición del Rito Sarum  y se dio cabida a mayor influencia de las Sagradas Escrituras.
14-                      El Rito penitencial  que en la actualidad empleamos nació en el espíritu Eclesial del Siglo XI con sus raíces en tiempos del último PP. De la Iglesia latina (Isidoro de Sevilla).
15-                      La Doctrina sobre el Purgatorio, Limbo e Infierno fue retirada de los imaginarios de la Iglesia y se retomó la Doctrina de la Justificación por la Cruz  de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
16-                      Se avivó la Doctrina y Simbología sobre el Pacto bautismal.
17-                      Se estableció un principio de interacción en la celebración de la Santa Eucaristía que consistía en la vinculación de los feligreses al Rito y su principio de Comunión Eclesial.
18-                      Introdujo posteriormente las nociones de la Universalidad del Ecumenismo.
19-                      Se convirtió la Liturgia en un poderoso recurso de la Evangelización como de la Misión de la Iglesia.
20-                      Se asumió en cada componente de la Liturgia la dinámica de la  Meta-comunicación.
21-                      Sostuvo para su época la absoluta Libertad del Ser Humano así como su total responsabilidad frente a las consecuencias de sus obras “quitándole al mal  esta facultad”.
22-                      La formulación del Libro de Oración Común o (L.O.C) en la perspectiva del espíritu de nuestra Liturgia y como Espiritualización del Ecumenismo.
23-                      L.O.C como Signo de Unidad en la Diversidad.
24-                      “Es necesario todo el mundo para conocer todo el Evangelio” Max Warren (1950).
25-                      El llamado  Convenio Isabelino permitía que en un mismo escenario se desarrollaran tanto los católicos ortodoxos como los reformistas.
26-                      Difusión masiva de las Sagradas Escrituras   para el Pueblo.



ORACIÓN  Y  MEDITACIÓN.


La comprensión o asimilación de la Realidad en la que la Persona Humana vive su existencia es tan compleja que no bastaría un momento sino toda la vida para su entendimiento y aun quedaríamos a medias. La Oración toca las profundidades del Ser al punto de aflorar nuestra forma de ver el Mundo y relacionarnos con el… Orar es para el Anglicano el Lenguaje del Amor, la forma como nuestras actitudes se alinean en torno a una idea en este caso vivir nuestra Espiritualidad, en la Oración no estamos solos es Cristo quien Potencia cada una de nuestras emociones y palabras y traduce al Idioma de la Gracia, es decir, del Amor y la vida, no existe posibilidad de que oremos a medias o con solo el intelecto la Oración relaciona la Absoluta Integralidad de nuestro ser Personal y Fraterno, es por decirlo de alguna manera la capacidad de hacer y establecer una Relación de Cotidianidad con el Dios que se Revela en su Hijo y en su Espiritu.


El Lenguaje de la Oración no emplea solo palabras también se manifiesta en todos los asuntos de nuestra vida de allí la expresión del Modo Anglicano que nos invita a vivir testimoniando todos los días la actualidad de Cristo en lo que Somos, Pensamos y Obramos. Nuestra forma de Orar es consciente de las situaciones de vida que atravesamos y se apega a la Realidad para Re-interpretarla según se viven los Signos de los tiempos, estas vivencias son por demás argumentación contundente de los cambios que a diario vivimos, es decir, el Anglicano no es “quietista social” puesto que está en constante cambio y experimentación de nuevas configuraciones de su Realidad y Subjetividad… Anhelamos la vida en Armonía como está expresada en los más altos ideales evangélicos pero a pesar de ello no podemos sustraernos de la Realidad tal y como la palpamos y vivimos.  El Episcopal sufre los cambios y transformaciones de su entorno y todo ello lo somete al “crisol” de la Oración y Meditación de la Palabra de Dios y hace de su vida una constante señal de la Promesa de Cristo. La Oración en nuestra Espiritualidad se constituye en el alimento  Sobrenatural que nos conecta con la Trascendencia, oramos en Cristo y en el Espiritu de Dios así como presentamos por mediación de Jesucristo al Padre nuestras vidas y acciones en un dinamismo de la Gracia. La Meditación de la Palabra es en si la actualización de esta y constantemente evoluciona en nosotros hasta conducirnos a su total familiaridad, es importante tener presente que el Espiritu Santo actúa en la Meditación sacando lo precioso de la Revelación Escrita y la Intuición de quien Ora constantemente de esta manera…  La Actualización de la Palabra no es la elaboración de nuevas y curiosas interpretaciones sino la inclusión del Mensaje en cada experiencia de vida por parte del Bautizado. La Iglesia Ora y medita junto a sus hijos y es siempre así, ningunos de los bautizados está o estará solo orando siempre la Iglesia vivirá su Maternidad asistiendo a sus hijos en toda circunstancia de Ser y Existir… La Palabra se involucra en todas las facetas del Bautizado y toca poderosamente su vida e incluso forma de Pensar o Percibir su Realidad personal, la Oración unida a la Meditación crea en nosotros hábitos saludables que robustecen la Persona, estamos llamados siempre a formar los “anticuerpos” espirituales para no ser presa de tentaciones que superan nuestras fuerzas e incluso preservar la Salud.


Estamos afirmando constantemente una Espiritualidad Integral que abarca absolutamente toda la esencia de nuestro Ser por esta poderosa razón el Anglicano-Episcopal vive su Fe desde la perspectiva Anglicana, es decir, desde la presencia de Dios en la Soberanía de sus decisiones y actitudes, quien vive así nunca más verá al otro y su mundo distante del propio… Quiero resaltar que la Oración modifica no solo la percepción de la Realidad sino que abre el espectro de acogida del otro y su circunstancia de vida, quien Ora constantemente será capaz de mayor Caridad por el Otro, se convertirá en su guía y Fraterno antes que en Juez implacable. La Oración y la Meditación al estilo y Carisma Anglicano. El cristiano Ora siempre y en todo momento no existe el lugar o la intención ideal para nuestra Oración digamos que es la vida el campo fértil de la Oración, hace falta conocer los fundamentos de nuestra Fe al Carisma Anglicano y ver en la diversidad una gran oportunidad de crecer. El Evangelio es el aliciente que promueve nuestra Oración y despierta el interés por el Otro en nuestra experiencia fraterna, el Episcopal Ora pensando en Dios y proyectándose en el Otro que es su Prójimo y Hermano que es cercano a él por la Gracia del Resucitado.


La Oración genera sensibilidad y sentido de Justicia no es coherente que un Episcopal Ore y practique la injusticia o desinterés por el bienestar del otro. Somos conscientes de la Realidad que envuelve la vida de nuestros hermanos y  estamos llamados a ser absolutamente Solidarios con el Otro y su ser perceptible como tal… Un Episcopal será Sujeto activo de la generación de Justicia de lo contrario seriamos simplemente cómplices de las estructuras de pecado que retrasa el Reino proclamado por Cristo. Nuestra Oración debe aterrizar en la Praxis del cumplimiento de Derechos y afirmación de nuestros Deberes para con la Sociedad donde vivimos el ser hijos de Dios y personas de Naturaleza Singular o compartida. Estamos obligados en el mejor sentido de la palabra a ser defensores y promotores de Derechos lo que se convierte en terreno de cultivo para valores y  actitudes de sana y ordenada Convivencia y crecimiento en la Fe o experiencia con el Resucitado.

Oración con injusticia no es procedente y por naturaleza es un total despropósito, nuestra Oración está ligada a la Justicia, la Equidad y el Derecho puesto que nuestras palabras hablan de una Realidad perceptible y eminentemente Social como quiera que sean la proyección de nuestra presencia en el Mundo… Nuestra Oración y Meditación encarnan la vida tal y como la hacemos experiencia sea placentera o no pero lo concreto es sencillo solo en la Oración y Meditación nos aproximamos a la Trascendencia que habita en nosotros. El Mundo está ávido de experiencias liberadoras que le permitan al Creyente vivir en Libertad la Bondad amorosa de Dios que se comunica siempre en la perspectiva de la Oración, no se trata solo de nuestros deseos materializados sino de la naturaleza de una Relación de características Salvíficas. La Santidad  es la primera en optimizar los canales o medios de la Comunicación esencial por medio de la cual la Criatura Redimida entra en Contacto con su Creador, es también la posibilidad de crear un canal de absoluta necesidad para relacionarnos con el Ser Revelado de Dios. La Oración descubre el Ser Interior que habita en nosotros y nos lleva a un viaje a la misma profundidad del Alma. Quien Ora se conoce o descubre a sí mismo…

Nuestra Espiritualidad está totalmente inserta en el Mundo y en su Realidad, nuestra Espiritualidad vive de lleno la experiencia Humana al punto de exclamar con el Hiponense: Nada de lo Humano me es desconocido, es decir, nada que procede del corazón y la Voluntad Humanas es posible dejar fuera el  Paquete de la Salvación viene completo y no necesariamente conocemos con antelación su contenido es la manera de decir que estamos sujetos a una experiencia sensible que goza de un sin número de matices  al alcance de todas y todos.  La Oración se convierte en un Camino donde continuamente asimilamos cuanto sucede con nosotros y nuestro Entorno. La Relación estrecha entre el Mundo y nuestra Realidad se clarifica conforme nos adentramos en el terreno de la Oración y la Meditación, las palabras el Evangelio de Juan son claras: Jesús les habló otra vez diciendo, Yo Soy la Luz de la vida (Jn 8,12) es importante conceptualizar sobre esta expresión que hace carrera especialmente en el (N.T) ya que en el (A.T) se refería a la Luz que brindaba la Ley Mosaica, la Nube que guio al Pueblo en el Desierto según los relatos del Libro del Éxodo  como guía de los judíos practicantes. En nuestro presente que es el mismo de Jesús la Luz es la personificación también de la vida comprometida del Creyente Bautizado que se convierte en Luz para el Mundo dando así testimonio sobre su Señor y Salvador. También es Símbolo de la actividad Salvadora del Mesías que llega al Mundo para “iluminar” nuestra Realidad. Por medio de la Oración el Bautizado rompe con las tinieblas del Mundo lleno de estructuras de pecado permitiendo la llegada de la Luz de la Gracia. Para ilustrar la Cuestión podemos referirnos a algunas citas Bíblicas sobre la Luz y las tinieblas:


·        Jn 8,12
·        Prov 4: 18-19
·        Salmo 119,105
·        Jn 1,9; 9: 1-39
·        Ex 13,21
·        Mt 5;14-16
·        Lc 8,16
·        Rm 2,19
·        Flp 2,15
·        Ap 21,24
·        Is 45,7


Este componente de Justicia toca de lleno la responsabilidad  del Bautizado con la Sociedad y la vida en todas sus formas, es pues determinante que la Sociedad requiere de nosotros y todo nuestro ser comprometido en la generación de acciones tendientes al establecimiento del Reino y su Justicia para que la Luz como Praxis de nuestra Antropología de sus frutos y en verdad creemos condiciones de Respeto y Dignificación de la Existencia del Ser Humano y su Entorno Somático… Orar con el estómago vacío dificulta su asimilación y crecimiento, las condiciones de pobreza  en las que viven muchísimos Bautizados no permiten el aprovechamiento de la experiencia de la Gracia en nuestra Realidad material. El dualismo es peligroso cuando entramos en la concepción de un Mundo espiritual donde el antagonismo puede generar posturas contrarias a la asimilación de la Bondad y Misericordia de Dios…  La mutación a la que pueden someterse los creyentes cuando viven en un medio dispar es alta, la Iglesia debe trabajar por la Promoción Humana como fuente de Evangelización a corto plazo.






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