EL ESPIRITU NOS INTRODUCE EN LA CERCANIA DEL AMOR DE DIOS. (Jn 16:12-15).
El Evangelio
de Juan nos propone para este domingo un mensaje bien esperanzador y que sin
duda nos permitirá dimensionar la cercanía
del amor de Dios en orden a la realización de su plan Salvífico sobre
cada uno de nosotros… Es pues el Espíritu Santo el “Revelador de la verdad gradual” como quiera que Cristo es el
consumador de la misma, asunto reconocido en la insistencia categórica de sus
palabras:” El me glorificará porque
tomará de lo mío y os lo hará saber” (14), el Ekeinos, actuará en sí mismo en sintonía con el mandato revelador
de la voluntad del Padre en el Hijo y este sobre nosotros. Hoy el Espíritu
Santo continua guiando a la Iglesia y manifestándose en cada Cristiano deseoso
de recibirle desde la perspectiva de su experiencia de fe en el plano Personal
y Eclesial. Nosotros somos los “continuadores de Pentecostés” y parafraseando a
San Pablo:”Estaremos siempre unidos con
el Señor” (1Ts 4,17), esta
maravillosa unidad solo es posible gracias al “Espíritu de la verdad” y a su
Pedagogía Salvífica que nos revela paulatinamente el Plan de Dios sobre nosotros
y su Iglesia.
El Padre
generosamente comparte con su Hijo los Dones y Gracias de nuestra propia
Salvación, es por decirlo de alguna manera, nuestra herencia como reveladores
del Amor Trinitario, es grande nuestro compromiso como Sujetos primordiales en
la revelación gradual de su propósito salvífico:” Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío
y os lo hará saber” (15).
Complementando
nuestra reflexión es importante tomar la experiencia del Salmista relatada en
el Salmo más antiguo de la Salmodia y que nos recuerda a (Gn 1:26-28) en la
perspectiva del auto-reconocimiento del Ser Humano como obra de Dios Creador,
regresemos al Salmo 8:” Qué es el hombre
para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?” El Autor Sagrado
nos muestra un orden una gradación de la Obra Divina determinada tanto por el
conocimiento de su Creador como por la proximidad de la Obra, aquí el
reconocimiento nos une inexorablemente al Compromiso como parte de la misma.
Sobre este Tópico nos aproximamos a la línea de pensamiento de San Agustín de
Hipona quien ve en el Misterio Trinitario una maravillosa oportunidad de
experimentar el Amor de Dios más que de llegar a la plena comprensión No
tanto para comprenderlas,como si para
amarlas”.
Para terminar
esta reflexión preparatoria, acudimos a Pablo quien al final de (Rm 5:1-5), nos
muestra su visión del Espíritu Santo, como “Facilitador” de este Nuevo y Definitivo Orden
en el Plan Salvífico de Dios porque” El
amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones” (5). También nos ubica en (Hch 2,17) como
fuente que inaugura la presencia de Dios constantemente referida al Ser Humano pero
Total y Totalizante a la Creación Cósmica, donde este Plan de Dios hace eco de
la vida en todas sus formas, resarciendo su Dignidad y origen. Nos queda el
Compromiso de contribuir a la “Obra del espíritu” espiritualizando su accionar
en el Colectivo Socio-eclesial en el que nos movemos, cada Congregación y
Familia está llamada a poseer en si misma este Don maravilloso del amor de Dios
revelado…
“Dios Omnipotente y Eterno… Nos diste la gracia de reconocer la gloria
de la Trinidad Eterna y de adorar la Unidad en el poder de tu divina Majestad”.
(Apartes de la Colecta de la Trinidad, 143, L.O.C.).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario