Analizando
nuestra propuesta para estas fechas que involucran el sentir de nuestros
feligreses y superando un poco las tradiciones culturales que envuelven el
Mensaje mesiánico, dejamos ver, con claridad la necesidad de plantear para
nosotros y nuestras Comunidades Eclesiales, o en el presente de nuestros
trabajos pastorales, signos claros que
vinculen a las personas con la Iglesia, y es aquí donde surge la dinámica de la
Comunión eclesial como un elemento que facilitaría la incorporación de nuevos
feligreses, que por lo general se mueven bajo el influjo de Dos estructuras de
pensamiento: A. Quienes aceptan a Cristo, su ejemplo de vida y mensaje conciliador,
quienes se dejan “Impresionar” por su Don de gentes y quienes a pesar de lo
anterior le aceptan en sus vidas y experiencia de Fe… B.Quienes no aceptan, o
les cuesta participar de la vida Eclesial, suponiendo la sola intencionalidad
en la vivencia de la Fe y desde luego, no reconocen la necesidad vital de la Institución
Eclesial, y que por alguna experiencia personal o comunitaria rechazan la
misma…
Es
determinante la postura del Clérigo frente a estas manifestaciones que se
fundamentan en la Libertad conceptual de las personas, no podemos perder de
vista que el común denominador del colectivo Social relaciona directamente al
Ministro con la Sacralidad (donatismo soterrado) siendo la fuerza del ejemplo
superior a la concepción religiosa o espiritual (yuxtaposición que redefine el Rito con sus contenidos
trascendentes).
La
postura Eclesial inmersa en nuestro carisma nos sitúa en una Iglesia Dialogante
con su Señor y con sus hermanos (en pie,
de frente y hacia la trascendencia). Nos asemejamos a un Colectivo estructurado
desde la percepción de sí mismo, pero unido a un todo que supera lo particular,
que definimos como Comunión Eclesial. Sobre esta cuestión miremos un poco la
visión de la Iglesia Primitiva al respecto: Y eran fieles en conservar la enseñanza
de los apóstoles, en compartir lo que tenían, en reunirse para partir el pan y
en la Oración... (2,42). Podría pensarse que estamos ante un texto con un alto
valor de lo estético que hace de la estética la fuente que define sus
conceptos, sin duda, en la Iglesia Primitiva eran rasgos de Comunión e
Identidad de pensamiento, pero superando estas consideraciones encontramos un
texto lleno de connotaciones que relacionan tanto la Acción como el Dialogo de
sus “Agentes evangélicos” creando así una Corresponsabilidad Eclesial en manos
de sus integrantes o Fieles de Cristo. De la anterior postura surge un planteamiento
eclesiológico para nosotros, ya que estas Mujeres y Hombres, antes que ser
figuras relevantes (Obispos, Diáconos, Presbíteros,) eran Cristianos a
profundidad y convencidos de su Fe… Alguien de forma desprevenida podría ver
aquí un modelo idóneo de Iglesia, pero podría también correr el riesgo de
excluir de la Cosmovisión Eclesial, a quienes piensan o asumen posturas
contrarias a las descritas por el Autor Sagrado.
Para una Comunidad Insipiente era vital
afianzar su propia estructura y “Purificar Modelos de Ser y Vivir su Fe”. Alababan
a Dios y eran estimados por todos, y cada día el Señor hacia crecer su
comunidad, con el numero de los que él iba llamando a la Salvación. (2,47). El
Texto Sagrado, nos presenta un modelo Escrituristico al servicio de la
estructuración Social de la Iglesia como Institución corresponsable. Tal
estructura solo será consolidada con el Testimonio que hace a los seguidores de
Cristo testigos de su Mensaje y subjetivamente de su Resurrección. Queda muy
claro, que nos ofrece una forma casi Ingenua de vivir la nueva condición con
características Escatológicas de los seguidores o amigos de Jesús. (Cof:
4:32-33).
Ya
podemos suponer que los esfuerzos pastorales pasan por afianzar un modelo que
responda a las necesidades de este Siglo, y que vincule a los feligreses a la
Comunión Eclesial, paso impajaritable a la hora de construir Identidad
Eclesial, o Corresponsabilidad de nuestra feligresía con la Misión o Parroquia…
Antes de determinar nuevas estrategias Pastorales es vital revisar las
existentes, según los Tópicos de nuestra propia visión de la Comunión Eclesial.
Nuestra Cosmovisión persigue un Fin Histórico al que llamamos Anuncio y también
se relaciona con su par Tras histórico, la concreción del Reino de Dios en la
Conciencia del Cristiano, que se convierte en “Semilla de las Promesas de
Cristo” Para no profundizar más diremos que las Bienaventuranzas Evangélicas
son la Síntesis del fin Histórico de nuestro Anuncio (Cónf.: Mt 5 y ss.). Que
planteado en el ambiente la necesidad de la Conversión Personal o Interna, que
llevaría a otro nivel la forma de ver y comprender a quienes nos rodean, o
simplemente con quienes construimos Iglesia. La promoción de los Principios o
Valores del Evangelio, no debe despertar temor en nosotros, me refiero a la
Inclusión del “Mandamiento Nuevo” que no se detiene ante cuestiones
organizativas (aquí principios democráticos, Cánones, Cultura) y que Da
respuesta a las exigencias de nuestra época, estamos ante “nuevos Eones” que la
Antropología asume como estadios de tiempo y madures en la Sique de las personas, como quiera que
en el Hoy que nos corresponde vivir
estamos llamados a dar respuestas, que abarquen las posiciones de la
Sociedad y sus agentes activos.
Dimensionando al Dios y Señor de la Creación y cuya visión Cósmica es
imposible de limitar, estamos ante las puertas de su Anuncio Total y Totalizan
te, la conciencia Eclesial que esta provincia asume no se contenta con el común
argumento que está llamado a determinar el curso de los derechos y deberes de
sus iguales en principio y naturaleza, como quiera que es la misma esencia que
nos determina (Antropología de los Derechos)… Promoción Humana, Derechos
Humanos, son inmersos también en la Comunión Eclesial. (No es posible anular o
limitar el componente Humano, ni mucho menos ver al Ser Humano como un Sujeto
consiente de sí mismo, mucho menos Uní-dimensional, basta con replantear los
conceptos del personalismo y la escuela de Frankfort en el Siglo Pasado).
También es tarea nuestra buscar aproximar la Soberanía del ser Humano con los
principios de nuestra visión Eclesial y Comunión… (Apartes de nuestra
participación en el Taller sobre nuevas formas de Evangelización). El Objetivo
es mostrar una visión Inclusiva de la Comunión Eclesial, como la percibe
nuestra Iglesia.
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