sábado, 18 de mayo de 2013

DINÁMICA ANTROPOLÓGICA DE LA COMUNIÓN ECLESIAL, En perspectiva de la Comunidad Primitiva (Hch Cap. 2 y 4).

Analizando nuestra propuesta para estas fechas que involucran el sentir de nuestros feligreses y superando un poco las tradiciones culturales que envuelven el Mensaje mesiánico, dejamos ver, con claridad la necesidad de plantear para nosotros y nuestras Comunidades Eclesiales, o en el presente de nuestros trabajos pastorales,  signos claros que vinculen a las personas con la Iglesia, y es aquí donde surge la dinámica de la Comunión eclesial como un elemento que facilitaría la incorporación de nuevos feligreses, que por lo general se mueven bajo el influjo de Dos estructuras de pensamiento: A. Quienes aceptan a Cristo, su ejemplo de vida y mensaje conciliador, quienes se dejan “Impresionar” por su Don de gentes y quienes a pesar de lo anterior le aceptan en sus vidas y experiencia de Fe… B.Quienes no aceptan, o les cuesta participar de la vida Eclesial, suponiendo la sola intencionalidad en la vivencia de la Fe y desde luego, no reconocen la necesidad vital de la Institución Eclesial, y que por alguna experiencia personal o comunitaria rechazan la misma…

Es determinante la postura del Clérigo frente a estas manifestaciones que se fundamentan en la Libertad conceptual de las personas, no podemos perder de vista que el común denominador del colectivo Social relaciona directamente al Ministro con la Sacralidad (donatismo soterrado) siendo la fuerza del ejemplo superior a la concepción religiosa o espiritual (yuxtaposición  que redefine el Rito con sus contenidos trascendentes).

La postura Eclesial inmersa en nuestro carisma nos sitúa en una Iglesia Dialogante  con su Señor y con sus hermanos (en pie, de frente y hacia la trascendencia). Nos asemejamos a un Colectivo estructurado desde la percepción de sí mismo, pero unido a un todo que supera lo particular, que definimos como Comunión Eclesial. Sobre esta cuestión miremos un poco la visión de la Iglesia Primitiva al respecto: Y eran fieles en conservar la enseñanza de los apóstoles, en compartir lo que tenían, en reunirse para partir el pan y en la Oración... (2,42). Podría pensarse que estamos ante un texto con un alto valor de lo estético que hace de la estética la fuente que define sus conceptos, sin duda, en la Iglesia Primitiva eran rasgos de Comunión e Identidad de pensamiento, pero superando estas consideraciones encontramos un texto lleno de connotaciones que relacionan tanto la Acción como el Dialogo de sus “Agentes evangélicos” creando así una Corresponsabilidad Eclesial en manos de sus integrantes o Fieles de Cristo. De la anterior postura surge un planteamiento eclesiológico para nosotros, ya que estas Mujeres y Hombres, antes que ser figuras relevantes (Obispos, Diáconos, Presbíteros,) eran Cristianos a profundidad y convencidos de su Fe… Alguien de forma desprevenida podría ver aquí un modelo idóneo de Iglesia, pero podría también correr el riesgo de excluir de la Cosmovisión Eclesial, a quienes piensan o asumen posturas contrarias a las descritas por el Autor Sagrado.

 Para una Comunidad Insipiente era vital afianzar su propia estructura y “Purificar Modelos de Ser y Vivir su Fe”. Alababan a Dios y eran estimados por todos, y cada día el Señor hacia crecer su comunidad, con el numero de los que él iba llamando a la Salvación. (2,47). El Texto Sagrado, nos presenta un modelo Escrituristico al servicio de la estructuración Social de la Iglesia como Institución corresponsable. Tal estructura solo será consolidada con el Testimonio que hace a los seguidores de Cristo testigos de su Mensaje y subjetivamente de su Resurrección. Queda muy claro, que nos ofrece una forma casi Ingenua de vivir la nueva condición con características Escatológicas de los seguidores o amigos de Jesús. (Cof: 4:32-33).

Ya podemos suponer que los esfuerzos pastorales pasan por afianzar un modelo que responda a las necesidades de este Siglo, y que vincule a los feligreses a la Comunión Eclesial, paso impajaritable a la hora de construir Identidad Eclesial, o Corresponsabilidad de nuestra feligresía con la Misión o Parroquia… Antes de determinar nuevas estrategias Pastorales es vital revisar las existentes, según los Tópicos de nuestra propia visión de la Comunión Eclesial. Nuestra Cosmovisión persigue un Fin Histórico al que llamamos Anuncio y también se relaciona con su par Tras histórico, la concreción del Reino de Dios en la Conciencia del Cristiano, que se convierte en “Semilla de las Promesas de Cristo” Para no profundizar más diremos que las Bienaventuranzas Evangélicas son la Síntesis del fin Histórico de nuestro Anuncio (Cónf.: Mt 5 y ss.). Que planteado en el ambiente la necesidad de la Conversión Personal o Interna, que llevaría a otro nivel la forma de ver y comprender a quienes nos rodean, o simplemente con quienes construimos Iglesia. La promoción de los Principios o Valores del Evangelio, no debe despertar temor en nosotros, me refiero a la Inclusión del “Mandamiento Nuevo” que no se detiene ante cuestiones organizativas (aquí principios democráticos, Cánones, Cultura) y que Da respuesta a las exigencias de nuestra época, estamos ante “nuevos Eones” que la Antropología asume como estadios de tiempo y madures  en la Sique de las personas, como quiera que en el Hoy que nos corresponde vivir  estamos llamados a dar respuestas, que abarquen las posiciones de la Sociedad y sus agentes activos.

 Dimensionando al Dios y Señor  de la Creación y cuya visión Cósmica es imposible de limitar, estamos ante las puertas de su Anuncio Total y Totalizan te, la conciencia Eclesial que esta provincia asume no se contenta con el común argumento que está llamado a determinar el curso de los derechos y deberes de sus iguales en principio y naturaleza, como quiera que es la misma esencia que nos determina (Antropología de los Derechos)… Promoción Humana, Derechos Humanos, son inmersos también en la Comunión Eclesial. (No es posible anular o limitar el componente Humano, ni mucho menos ver al Ser Humano como un Sujeto consiente de sí mismo, mucho menos Uní-dimensional, basta con replantear los conceptos del personalismo y la escuela de Frankfort en el Siglo Pasado). También es tarea nuestra buscar aproximar la Soberanía del ser Humano con los principios de nuestra visión Eclesial y Comunión… (Apartes de nuestra participación en el Taller sobre nuevas formas de Evangelización). El Objetivo es mostrar una visión Inclusiva de la Comunión Eclesial, como la percibe nuestra Iglesia.

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