viernes, 19 de octubre de 2018

DE INGLESES DE LA REFORMA QUE PODRÍAMOS LLAMAR EN SU PROPIA TIERRA ANGLICANOS...


DE   INGLESES  DE   LA  REFORMA  QUE  PODRÍAMOS   LLAMAR  EN  SU PROPIA  TIERRA  ANGLICANOS.



“La Iglesia es la asamblea de los santos, en donde el evangelio se predica con pureza y los sacramentos se administran según la institución del Señor” Confessio Augustana, art. VII. (Confesiones de Agustín).




INTRODUCCIÓN.



Se ha convertido en una paradoja de distinta interpretación el llamar a un inglés anglicano cuando se reconoce así mismo como miembro de la Iglesia de Inglaterra que a la sazón  para nosotros se denomina anglicana. Las palabras y su juego no es más que la aseveración del ser eclesial universal presente en estos PP. de la Reforma y continuadores intuitivos de la misma.  HUGO LATIMER (1), NICOLÁS RIDLEY (2),  y no podemos dejar fuera de estos ilustres clérigos a GUILLERMO TYNDALE (3), cuyas palabras sintetizan su vocación profética y misionera  “Si Dios me da la vida, antes de muchos años haré que un niño que maneja un arado sepa más que tú de las Escrituras” estas palabras contundentes las expresaba a un clérigo con el que estaba sosteniendo una polémica académica. Guillermo tradujo  la Biblia a su idioma nativo (Inglés)  este bello y portentoso esfuerzo se conserva  hoy en la edición de la Biblia del Rey Jacobo de 1611 (4). Estos hombres y todos sus trabajos por sostener la Reforma o auspiciarla son una motivación a trabajar por afirmar la identidad de esta Iglesia  y recoger en el tiempo las palabras de otro inglés, nos referimos a Newman cuando afirmó: “Allá afuera hay otros como nosotros que son también católicos, mientras nosotros somos expresión local de la misma Iglesia, es decir, de la Iglesia de Cristo” (5). En este devenir de cronologías no podemos dejar por fuera a uno de los hijos ilustres de esta Comunión, nos referimos al bueno de Ricardo Hooker (6) estos hombres fueron determinantes en la universalidad de la Reforma  Insular, de aquella que estableció relaciones con el Continente y sus contestatarios, en esta dinámica de ideales y doctrina citamos una vez más a Guillermo Tyndale, su trabajo por Europa marcó la pauta para establecer en el futuro relaciones ecuménicas donde es posible unir ideales y tolerar el derecho a los ajenos, pues este bautizado estableció este vínculo doctrinal por una causa común como fue la Traducción de las Escrituras de Dios (Conf. Éxodo capítulo 32 versículo 16) es la Palabra de Dios la fuerza que movió el alma de Hooker y le convirtió en el Padre de nuestra Teología, en un pensamiento tan coherente y universal que el Papa Honorio VIII pudo haber afirmado según la tradición” Su obra contiene tales semillas de eternidad que se mantendrá vivo hasta que la última llama consuma todo su saber” (7)… El pensamiento para ser legitimo debe abrirse a su origen eclesial, nosotros bajo esta primicia no podemos vivir de forma endémica nuestra Fe debemos tener presente la calidad categórica universal de la Fe de la Reforma y toda su catolicidad, estas afirmaciones las encontramos en el espíritu de nuestro “Catecismo de la Iglesia Episcopal Dominicana” (8). La realidad conceptual que estos hombres vivieron estaba más que nunca conectada con el ser eclesial que defendieron incluso con sus propias vidas. El pensamiento eclesial gobernó la obra de estos PP. de la Reforma  de la Iglesia de Inglaterra y cuyo ser corre por nuestras venas (9). La Reforma no nos hizo distintos ella nos permitió salir de la matriz inconforme de la Predicación y evangelización y sus modelos hasta el  oportuno accionar de estos creyentes. La conciencia de  cada uno de los PP. de la Reforma que hoy podemos llamar Anglicana, se derramó prolijamente en cada mente y corazón de los bautizados que a lo largo del globo terráqueo vivimos nuestra identidad sin perder de vista que todos tenemos una Madre a la que debemos respeto y obediencia, me refiero a la Iglesia de Cristo, ella engendrada en el vientre apostólico por el Espíritu Santo y nosotros engendrados por la Gracia en su vientre eclesial (10). Solo expresaremos que hombres como Hooker devoro el contenido de los santos PP. de la Iglesia para proceder sin perder de vista su raíz, su razón eclesial de ser y celebrar, la perspectiva de la doctrina en la Reforma se defendió contra quienes pretendieron anularla y crear artículos de Fe novedosos pero sectarios sobre todo (11).  Relacionar en el tiempo estas iniciativas Identitativas reclamará un discurso  tangencial donde el móvil de la reflexión tenga presente los aspectos sobresalientes de la iniciativa de los PP. Reformadores ingleses. Ninguno de ellos murió sin reconocer en su obra que eran parte viva de la Iglesia de Cristo y defendieron a “capa y espada” la Reforma como hija de la Iglesia de Cristo (12).  Una misma Fe que se centra en el resucitado y se manifiesta dialécticamente en un solo Bautismo, en una sola expresión del símbolo Niceno. Hoy como hace siglos la memoria de ellos no  puede  ser olvidada está presente en cada letra y definición de la vida de esta Iglesia, retomemos la expresión anterior nacida en Oxford con los PP. de ese Movimiento (siglo XIX) “Somos la expresión local de la Iglesia de Cristo” (13). En la reforma nada se celebraba con el componente tradicional de misterio sino que se vive desde la perspectiva de la comunidad de Fe. Es este otro de los logros de nuestra Reforma insular.


ÉPOCA VESTIDA DE CRISIS.


Caminaba el siglo XVI y por sus avenidas y calles se paseaban los Reformistas, sus detractores y todos aquellos indiferentes ante los acontecimientos que marcaran la vida de Inglaterra y la Iglesia universal.   La ambigüedad doctrinal se manifestó tempranamente por lo que los Reformadores emprendieron la tarea de puntualizar las relaciones y principios doctrinales comunes a la sociedad de su entorno (14). La Iglesia en Inglaterra se acostumbró a vivir de esta manera, sin entrar en relaciones directas con el Papado de Roma. Nuestra Reforma no fue un “movimiento herético” (15) no se descartaron las verdades de nuestra propia identidad religiosa, en el contexto de nuestra mentalidad pensamos en un cisma porque nuestra pertenencia eclesial era indisoluble (de esta forma fuimos percibidos por la institución romana) los PP. Reformadores no rechazaron los dogmas y su contenido fue celosamente mantenido en la instrucción (16).

En el contexto de esta reflexión es importante tener muy claro que a la fecha no existía la doctrina aprobada sobre el dogma papal eso solo se dio en el siglo XIX por lo que la separación en términos disciplinarios se hizo real para este siglo (17). Enrique VIII en el afán de dejar en  el trono un heredero (varón) cometió los excesos que todos conocemos y que no son materia de estudio en este ensayo. -Retomando la cuestión hasta  aquí desarrollada- entramos en la consideración de los tiempos de los PP. que hoy nos atañe discutir y argumentar (18). 

La crisis religiosa era propia de esta época, recordemos los reformadores del espíritu de Lutero, Calvino y Zuinglio,  están presente y sus posturas llegan al corazón de la Isla británica pero sobresale un espíritu nacionalista para mantener todo el influjo a raya, aunque aceptando algunos conceptos de este movimiento continental.  En esta dirección sobresalieron Guillermo y Cranmer, no podemos suponer que la Reforma era una cuestión estática que no tocaba las fibras más profundas de la sociedad de su época, no era solo un discurrir religioso, era algo más profundo que eso, (19) estamos ante una concepción del mundo que superaba estadios anteriores y todavía encontramos en Inglaterra Humanistas de este periodo como: Juan Fisher (20),  William Shakespeare (21), Thomas  Linacre (22), estos humanistas fueron grandemente influenciados por el pensamiento del fraile Agustino  Erasmo de Rotterdam (23). Su idea sobre la dimensión antropocéntrica de la sociedad plasmó lo que se conocería como Antroposmoderno, esta perspectiva entrega a los pensadores ingleses tanto a los humanistas como a los PP. de la Reforma argumentos para concretar la posibilidad de un fundamento teológico que actualizara a la Madre Iglesia sin dejar de lado su propia catolicidad (24).

Estamos ubicados en un Estadio de evolución y maduración de un Ethos cultural que hasta el momento no tenía consideración alguna sobre la dignidad de la libertad del ser humano patrimonio de toda posible estructura de pensamiento. La Reforma inglesa necesitó abiertamente de estas ideas y concepciones de un antropocentrismo moderno y abierto literalmente a toda concepción de la historia y la humanidad (25). Décadas antes otro gran inglés, estamos invocando la memoria de Roberto  Grosseteste (siguió el pensamiento Agustiniano) (26) su figura impulsó en Oxford el estudio de las ciencias naturales particularmente de la Física y las Matemáticas, fue maestro de Roger Bacon (27). Estamos situados en plena Escolástica y con todo lo que ello puede implicar en la herencia teológica inglesa, una tradición que se nutre de las ciencias y la investigación por lo que no es extraño hablar luego de la Ilustración y el Empirismo nacidos directamente en su suelo (28). 

El acontecer durante los siglos anteriores a la Reforma fue clave en la elaboración de un pensamiento que tiene tanto de profano como de sacro, es la conducta inglesa que generó el clima ideal para la Reforma (29). No podemos dejar de mencionar el naturalismo de Bacon, vivido siglos antes de cualquier manifestación al respecto que luego fue perfeccionado por otro ingles basándose en las observaciones de su método científico, me refiero a Newton (30),  las aportaciones son claras y dinamizadoras de la madurez de una nación como la inglesa ya lista para asumir el reto de una Reforma en su institución religiosa, los PP. de la Reforma tenían  la concepción de una Iglesia que caminaba hacia su realidad sobrenatural recuperando antes las huellas del cristianismo primitivo y para ello su énfasis fue la liturgia sin olvidar que se tomó particularmente por Cranmer  los contenidos del Rito Sarum (lo trataremos más adelante), Fue un principio aceptado en la ley canónica medieval que con respecto a materias judiciales, sacramentos y también en los ayunos más solemnes, debería seguirse la costumbre de la Iglesia Romana; sin embargo en lo referente a los servicios eclesiásticos cada Iglesia mantendría sus propias tradiciones.   De  este modo vinieron a existir una multitud de “Usos”, palabra que denotaba las especiales costumbres litúrgicas que prevalecían en una diócesis particular o grupo de diócesis: hablando de Inglaterra antes de la Reforma, en el sur y en las tierras centrales, el ceremonial estaba regulado por el Uso de Sarum (Nombre latino de Salisbury) pero en la parte más extensa del norte prevalecía el Uso de York. Los apuntes luteranos y otros de su entorno, relacionando vivamente el continente con la realidad insular (31).

 En su mayoría los antecedentes corresponden  justo antes del Concilio de Trento (convocado en 1545-1563) por Pablo III. Trento era una ciudad imperial libre regida por un príncipe-obispo. Lo curioso es que se denominó “Concilio ecuménico”. La liturgia fomentaba el ritualismo y como tal se diluía la necesidad de una relación vital con el Dios revelado. La relación trascendente desde la postura de Oxford marcará un precedente en la sana orientación de la piedad como manifestación de la interioridad y no de los ritos ordenados bajo el paradigma litúrgico existente. Oxford respecto a la Liturgia no se dejó sentir con rigor pero si en la formación conceptual de una liturgia de índole universal que requería de menos palabras y más sentido de trascendencia. La liturgia romana por otro lado, argumentará la necesaria explicitación de la intencionalidad en la celebración eucarística y en la ordenación Episcopal. El problema esencial lo afirman desde la sustancia del rito. Especificar la potestad conferida es un sofisma dado que el Ordinario de lugar asume las funciones tácitamente con la imposición de manos por obispos consagrantes, donde no intervienen sacerdotes dado que no es anexado al colegio de los presbíteros sino al episcopal (32).

El Rito Sarum en el corazón de la cristiandad latina nos deja ver como cada Diócesis según sus condiciones desarrollaba su propia liturgia que incluía desde luego la celebración eucarística. La uniformidad generó una posibilidad nueva para su época y era la de conceptuar sobre el fundamento eidético  o de nuestra liturgia y recuperar el Uso de York, junto con  Sarum o Salisbury su lugar de origen  y empleo extendido (33). Con esta muy breve introducción podemos continuar ahora con la obra de los clérigos que provocaron nuestra reacción (34):


GUILLERMO TYNDALE (1484-1536) …  (PADRE DE LA BIBLIA INGLESA)-


William Tyndale fue un erudito muy bien educado que se frustró al ver que la fuente de la verdad, como él comprendía a la Palabra de Dios, estaba lejos del común de la gente.  Educado en las Universidades de Oxford y Cambridge, Tyndale se enfurecía por las barreras entre la Biblia y la gente y su anhelo era alimentar no solo la mente sino también el alma del pueblo. En las universidades, decía, se insiste en que nadie lea las Escrituras hasta que su mente esté llena de aprendizaje pagano luego de siete u ocho años de enseñanza y armado de principios falsos con los cuales se cierre a la comprensión de las Escrituras. Tyndale, entonces, dedicó su vida a derribar este obstáculo. Para él, la Biblia para el pueblo, sería la respuesta ante la corrupción social y religiosa de su tiempo.

Tyndale nació alrededor del año 1494 en Gloucester, Inglaterra, cerca de la frontera con Gales. Casi 100 años antes, las autoridades eclesiásticas habías prohibido la lectura de la única Biblia en inglés que existía, la Biblia manuscrita de John Wycliffe, que era una traducción con algunos desaciertos, basada en la Vulgata latina, pero era lo único que tenían los hablantes de inglés. Y tener una copia de la misma era un crimen. La pasión de Tyndale se encaminó hacia una misión tan peligrosa como otras en aquellos tiempos: trabajar desde el hebreo, arameo y griego para crear una Biblia en inglés vernáculo, tan legible y apropiada como para una persona inglesa pudiera leerla y basarse en ella para su vida diaria al discernir la voz de Dios hablando en su propio idioma. Para ese entonces, Tyndale, multilingüe y muy preparado, tenía alrededor de 30 años.

Para llevar a cabo su trabajo, Tyndale tuvo que dejar Inglaterra, pues nadie lo protegería para una tarea «tan peligrosa». Tyndale viajó a Alemania donde completó el Nuevo Testamento en 1525. Luego se dirigió a Antwerp, Bélgica, siempre escapando de los agentes ingleses, donde tradujo e imprimió los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. En Bélgica conoció una comunidad de comerciantes ingleses y vivió entre ellos, aunque sabía que los agentes ingleses procuraban encontrarlo con fines perversos. Al sentirse a salvo entre sus compatriotas bajó la guardia, lo que finalmente sería fatal. En agosto de 1536, Tyndale fue condenado como hereje, y degradado de su grado religioso. Dos meses después, ya con todos los trámites realizados y luego de ofrecerle la oportunidad de arrepentimiento, para no morir afuera de la gracia de Dios, Tyndale fue llevado a la hoguera acompañada de los gritos de una muchedumbre oficialista que lo acusaban de pagano.

Ya firmemente asegurado a la estaca, Tyndale elevó su última oración a Dios: Señor, abre los ojos del rey de Inglaterra, tras lo cual sus ejecutores comenzaron el fuego que apagaría su vida terrenal enviándolo a la vida eterna, a los pies del Señor a quien tanto amó (35). La paradoja de la sociedad inglesa radica en la orden de Enrique VIII después de la muerte de Tyndale de autorizar la distribución de gran parte de su obra.

Su pensamiento encontró eco en  Eduardo VI de quien defendió la tesis sobre el poder de la Monarquía lo que sin duda lo lleno de enemigos entre los que encontramos a Thomas Moro,  Isabel la Reina,  se convierte en una estela de puritanismo que sin dejar de largo la conciencia eclesial dio un gran paso al poner en escena la traducción de la Biblia que no pudo concluir. Vivió conforme a sus ideas y pensamiento lo que le valió el exilio (36). Para su empresa tomó el recurso fuera de Inglaterra y nos referimos a la Biblia de Lutero, la cuestión de Lutero y su traducción de la Biblia, es conveniente encuadrarla en el ámbito de la situación social y tecnológica del siglo  XV en Europa, puesto que gracias a la invención de la imprenta se multiplicaron las traducciones de la Biblia a las lenguas vernáculas. Este evento facilitó la posibilidad de poner al pueblo llano y de escasas letras en contacto con la Biblia, lo que incrementó la tendencia biblista y anti escolástica que se manifestaba en muchos monasterios y universidades alemanas del siglo  XVI. Uno de los más importantes impulsores de este ambiente fue el afamado filólogo holandés Erasmo, que en 1515 escribía en su “Epiclesis”: “No estoy de acuerdo con aquellos que se oponen a que los ignorantes lean las divinas letras traducidas a la lengua vulgar. Desearía que todas las mujercitas leyeran el Evangelio y las epístolas paulinas. Y ojalá que el agricultor con la mano en el arado fuese cantando algún pasaje de la Biblia e hiciese lo mismo el tejedor en su telar, y el caminante aliviase con esas historias el fastidioso viaje.   De eso deberían tratar las conversaciones de todos los cristianos

En el monasterio de Wittemberg, Lutero había leído y hecho suya esta exhortación de Erasmo, y a manera de brazo ejecutor del humanista holandés se propondrá llevar a cabo la traducción de la Biblia para darla a conocer a todos los alemanes. Esta tarea la inició en primer lugar con la traducción del Nuevo Testamento a la lengua alemana, aprovechando los últimos meses que le quedaban de su estancia en el bien pertrechado castillo de Wartburg, situado en la comarca de la Turingia, lugar en el que se escondió, huyendo de la sentencia condenatoria del edicto de Worms. En esta exigente tarea puso de manifiesto su capacidad de trabajo, pues en el período de tres meses (de diciembre de 1521 hasta principios de marzo de 1522, fecha en la que salió de su escondrijo, para recalar de nuevo en Witemberg) ya tenía prácticamente acabada la traducción del Nuevo Testamento. Este trabajo tenía por fundamento la versión de Jerusalén. Su trabajo fue el pionero en el espíritu reformador que años más tarde será una realidad en Inglaterra y en algunas naciones europeas especialmente los que llamamos “países bajos” La idiosincrasia inglesa fue determinante en su empeño y fidelidad a las Escrituras como Palabra de Dios (37). No era posible en su visión eclesial que la Palabra de Dios fuera conservada como un artículo de lujo y exclusividad y no como un Medio de Gracia,  estas expresiones hacen eco de la condición inquieta de la mentalidad inglesa sobre el conocimiento y la aplicación científica aun de los Textos Inspirados. William desarrolló su método para aproximarse a las traducciones que le convendrían para su empeño y misión (38).  Lutero influyó en la traducción inglesa emprendida por Tyndale, su mente abierta a la reforma continental le ubicó paulatinamente en el cambio de pensamiento de su entorno, llega la Edad Moderna y con ella la centralidad antropocéntrica  se abre camino (39).

La connotación histórica de la traducción de la Biblia para la Isla y para el Continente es bastante clara a nuestro juicio y estamos hablando de la posibilidad de ver el cristianismo desde una perspectiva más realizable. Es congruente la afirmación de la universalidad del Texto Sagrado de Tradición  por parte de estos compiladores y traductores como Lutero y Tyndale. Ellos fueron luz en su época y conflicto para los absolutistas idiomáticos como si la “Torre de Babel” se manifestara en sus corazones. Solo la Palabra de Dios da claridad y afirma nuestro lenguaje salvífico (40).  La Reforma rompe con los esquemas absolutistas aunque algunos autores modernos crean demostrar que tales acciones son patrimonio del Post-modernismo, pues la noticia es certera estamos 400 años en el tiempo y ya hay este principio en Inglaterra y Alemania (41).

William se preocupó por afirmar desde su perspectiva teológica al mejor estilo puritano que el valor de la Fe y confianza en el Evangelio eran suficientes para la salvación. Esta verdad relativa a la Iglesia y su praxis, le costará su propia defensa ante lo indefendible para su época (42).


Tyndale: En el desarrollo de la plena persecución religiosa  defiende su concepción de la Transustanciación de la Eucaristía, rechazando las ideas reformadas del continente europeo.  De esta forma su conexión con la tradición de nuestra catolicidad se mantuvo firme, hoy no es motivo de discusión ya que en ámbito eclesial el anglicanismo “respeta” ambas posturas sobre la presencia de Cristo en la Eucaristía. No olvidemos que para Calvino era solo un memorial y no tenía en si valor intrínseco como signo salvífico a diferencia de nuestra catolicidad (43) sin evitar mencionar a Lutero y sus ideas sobre la Consustanciación que tuvieron eco en algunos PP. de nuestra Reforma.


HUGO LATIMER…  (1480/ 1555).


En su vida ministerial rehusó predicar contra Lutero y su pensamiento a lo que este bautizado agrego: “No sabría hacerlo porque no conozco su contenido  tal afirmación sonó a  pretexto por lo que  se le prohibió predicar en la Diócesis de Ely. Pero el amigo de Latimer, Robert Barnes, prior de los agustinos en Cambridge, estando exento de la jurisdicción episcopal, le prestó su púlpito el domingo 24 de diciembre, mientras que Barnes mismo predicó un violento sermón en la iglesia de St. Edward.  Poco después Barnes se vio obligado a abjurar ante Wolsey como legado y Latimer tuvo que explicarse ante la misma autoridad. Repudió las tendencias luteranas, y, siendo examinado por los capellanes de Wolsey, el doctor Capón y el doctor Marshall, se mostró mejor versado en Duns Escoto que sus examinadores. También declaró lo que había dicho ante el obispo de Ely y al final fue despedido por el cardenal con la libertad de predicar en toda Inglaterra.  


EJEMPLO DE SU PREDICACIÓN.


Yo quisiera que todos los hombres atendieran a su deber, como Dios los ha llamado, y entonces tendríamos una floreciente comunidad cristiana. Y ahora yo haría una pregunta rara: ¿quién es el obispo y prelado más diligente en toda Inglaterra, y que sobrepasa a todos los otros en el desempeño de sus funciones? Yo puedo decirlo, porque sé quién es, y lo conozco bien. Pero ahora me parece que os veo escuchando y prestando mucha atención para ver si lo nombro. Hay uno que sobrepasa a todos, y es el prelado y predicador más diligente de toda Inglaterra. ¿Sabréis vosotros, quién es? Os lo diré. Es el diablo. Él es el predicador más diligente de todos; nunca está fuera de su diócesis; nunca falta de su curato; nunca lo encontraréis desocupado; está siempre en su parroquia; guarda su residencia en todo tiempo; nunca lo encontraréis fuera de su camino; llamadlo cuando queráis; siempre está en casa; el predicador más diligente de toda la comarca, siempre tiene la mano en el arado; nadie puede dominarlo y ningún tunanteo, atajarlo; siempre está atendiendo a sus asuntos; nunca lo encontraréis ocioso, os lo garantizo. Y su ocupación consiste en obstaculizar la religión, mantener la superstición, auspiciar la idolatría y enseñar toda suerte de papismo. Está tan listo como pueda desearse para salir con su arado, para inventar tantos medios como sea posible para mutilar y oscurecer la gloria de Dios. Donde el diablo vive y tiene su arado trabajando, afuera con los libros y arriba los candelabros; fuera las Biblias y arriba los rosarios; fuera la luz del evangelio y arriba la luz de las velas. Sí, aunque sea medio día. Donde reside el diablo, para que pueda prevalecer, arriba la superstición y la idolatría, los incensarios, la pintura de imágenes, las velas, las palmas, las cenizas, el agua bendita y nuevos cultos de invención humana, como si el hombre pudiera inventar un modo mejor de honrar a Dios, que el que Dios mismo ha señalado. Abajo la cruz de Cristo; arriba el purgatorio saca plata - quiero decir, el purgatorio papal. Nada más de vestir al desnudo, al pobre y al impotente; arriba el adornar imágenes y el ornamentar brillantemente las piedras y las maderas; arriba las tradiciones y leyes de los hombres; abajo la voluntad de Dios y su más Santa Palabra. Abajo con el viejo honor que Dios merece, y arriba el honor del nuevo dios. Que todas las cosas se hagan en latín... y que de ninguna manera se viertan al inglés. ¡Oh, que nuestros prelados fueran así de diligentes para sembrar el grano de la buena doctrina, como es Satanás para sembrar ballico y cizaña (44).

Latimer renuncia a la  doctrina de la Transustanciación, lo que sería determinante para sus acusadores, se le llamó hereje y la pena su ejecución, no olvidar que Enrique VIII escribió contra el pensamiento teológico de Lutero, lo que le valió el título de “Defensor de la Fe católica”. La obra de Tyndale en el exilio fue asumida por Latimer en sus sermones. Un pensamiento abierto en favor de la Reforma inglesa más allá de los intereses del Rey que sin duda no estaban distantes de sus pensamientos, ya que Latimer  acepta la potestad del Rey sobre asuntos civiles y religiosos y sobre todo en sus divorcios (45).  Las implicancias de una doctrina sobre la Eucaristía nos permiten ver como la exposición Del concepto con sus variantes por analogía termina como empieza, se reproduce no un error de contenido sino una apreciación distinta sobre el misterio  eucarístico, ahora nos damos cuenta de que en orden a la espiritualidad no afecta una  u otra doctrina lo que verdaderamente causa daño es la indiferencia al hecho central de nuestro acto de Adoración como lo es la Santa Eucaristía. En la Iglesia primitiva (46) el concepto no existía, se celebraba la “Cena del Señor” bajo la concepción de lo sagrado y todos participaban sin objeción alguna. Las reflexiones de Latimer buscan precisamente la conexión con ese momento histórico. En el presente existen posturas divergentes al respecto, pero la norma nos indica con absoluta precisión que la Eucaristía es junto con el Bautismo los sacramentos de Iniciación a la vida sobrenatural del creyente (47).

Las dificultades históricas no restan importancia al hecho mismo de la tradición Eucarística en nuestra Iglesia, hoy no discutimos sobre su presencia real sino sobre nuestra incorporación al misterio de Fe. Latimer y Tyndale, como hombres de Fe buscaron lo más apropiado para la Iglesia en su momento, nosotros lo hacemos en el hoy de nuestra historia. La polémica es histórica y gracias a ella los Anglicanos nos adentramos en la meditación y discusión sobre su contenido, no pasamos de largo ante el misterio sino que buscando entenderlo y/o asimilarlo lo convertimos en parte de nuestro ser identitativo eclesial (48). Este periodo es también de mucho provecho porque nos permite ver las consecuencias de la intervención directa del estado en asuntos de Fe y como la religión puede en algún momento, convertirse en elemento  distractor de la realidad nacional cosa que nosotros no podemos permitir. La concepción de un orden Monárquico y Jerárquico permitió estas reacciones. La mentalidad de su época era consecuente con el sistema de gobierno, sabemos también, que en su momento la idea de un gobierno monárquico sonaba a mandato divino y la mera exposición de la autoridad del rey era tenida por decisión divina (49).  El intríngulis legal y vivencial de estos hombres es un estímulo para nosotros y particularmente en lo concerniente a la lectura y meditación de la Palabra revelada. Su espiritualidad es claramente  la mayor de sus motivaciones, hoy enfrentamos un verdadero problema y es la apatía de clérigos y fieles frente a la lectura y meditación de la Palabra. Y qué decir de la investigación bíblica la que se considera innecesaria para el bautizado (50).  Tyndale fue condenado por su empeño en la difusión de las Escrituras inspiradas y Latimer desde el púlpito secundaba el esfuerzo por permanecer fiel a la Palabra antes que a las instituciones. La espiritualidad que podemos percibir en Latimer nos habla de un bautizado congruente con su época y momento histórico. Muchas de sus reflexiones y adhesiones nos hacen pensar en Zwinglo  particularmente en la doctrina eucarística pero insisto en que en sus posturas no dañó la concepción histórica de la Eucaristía como la centralidad de nuestra espiritualidad. Latimer luchó por una espiritualidad propia y también por un distanciamiento doctrinal de Roma, asunto este, que consideramos fruto de su temperamento y momento político en Londres. Latimer fue un Reformador radical, Latimer abogó por una Biblia traducida al inglés para evitar así interpretaciones foráneas (Exegesis y Hermenéutica bíblicas)… (51).  


THOMAS CRANMER…  (1489/1556).


Hombre de Fe probada, bautizado y clérigo fiel a la Reforma y su espíritu, cuando le consultaron sobre los planes de divorcio del rey Enrique VIII su argumento fue determinante ya que Cranmer pidió que el rey sacara su caso de los argumentos legales para recaer en la esfera de la Teología, que los teólogos ingleses manejaran el asunto, corría el año 1529. Enrique determinó designarle para el arzobispado de Canterbury, vacante tras la muerte de Warham, siendo consagrado el 30 de marzo de 1533, tras haber elaborado una protesta formal en la que consideraba el juramento de obediencia al papa una legalidad pero no una realidad, no atándose a nada que fuera contrario al rey y a la comunidad inglesa, o que recortara su libertad en cuestiones pertenecientes a la reforma de la religión cristiana y al gobierno de la Iglesia de Inglaterra. En abril pidió permiso al rey para proceder en el caso de Catalina, abriendo el juicio en mayo y pronunciando sentencia el día 23 de ese mes, declarando que el matrimonio de Enrique y Catalina era vacío desde el principio. Cinco días más tarde declaró el matrimonio de Enrique con Ana Bolena válido, coronándola como reina el 1 de junio (52).

La brecha con Roma por el lado jurídico se había ensanchado considerablemente, mientras que el aspecto doctrinal también iba a agrandarse. En 1534 Cranmer publicó una pastoral pidiendo silencio sobre las misas de difuntos, oraciones por los santos, peregrinaciones y celibato, cuestiones en las que esperaba alcanzar una decisión en el curso de un año. En 1536, aunque hablaba con el mayor aprecio personal por Ana Bolena, fue obligado oficialmente a declarar el matrimonio de Enrique con ella también vacío, publicando una licencia, el mismo día en que ella era decapitada, para que él se casara con Jane Seymour. La revisión de la doctrina sucedió paso a paso, ayudando a tal efecto la publicación de la versión inglesa de la Biblia, que era un proyecto favorito de Cranmer. Permaneció en su puesto durante el reaccionario sistema de los Seis Artículos, estando sujeto a continuos asaltos de la facción católica durante los últimos años del reinado de Enrique. Protegido por éste, Cranmer maduró lentamente sus planes de reforma religiosa. Trabajó en la preparación de los cultos, en los cuales la letanía que apareció en 1545 fue el primero en entrar en uso. El primer libro de Oración de Eduardo VI era obra de Cranmer, tal como fue presentado ante el Parlamento, aunque después sería modificado para alcanzar un compromiso entre las dos facciones. Durante el reinado de Eduardo VI, estuvo constantemente ocupado con proyectos para acabar el nuevo orden de cosas, incluyendo la revisión de la ley canónica conocida como Reformatio legum ecclesiasticarum y los Cuarenta y Dos Artículos, que después serían reducidos a Treinta y Nueve (53).


La obra de Cranmer sobre Sagradas Escrituras centra toda su atención en las enseñanzas que la Palabra hace sobre sí misma y sobre la salvación en el pueblo creyente. Cranmer encuentra en sus páginas un contenido tan rico que por sí solo lo constituye en autoridad máxima en la vida de los bautizados.  Su rechazo a la injerencia del catolicismo romano no es el rechazo de un desprevenido a la identidad eclesial.  Cranmer rechaza la autoridad del papado más no así la autoridad de la Tradición y Magisterio…  (54).


La Teología de  la Reforma insular no alteró el Corpus eclesial, porque este como sabemos se manifiesta en el tiempo por la sola declaración de los bautizados en materia de su propia Fe. Cranmer y los demás son parte de este eslabón místico que se renueva en el tiempo con la praxis  de la catolicidad, el L.O.C no es la excepción ya que sus páginas son intuitivamente inspiradas en las Escrituras y los ritos allí contenidos guardan corresponsariedad con la Iglesia primitiva y actual. Miremos la siguiente reseña: El Primer Libro de 1549 fue el signo claro de cómo un hombre quería que se llevara a cabo una revolución doctrinal, que efectivamente sucedió, y todavía sigue en progreso. Una vez que estos nuevos ritos sacramentales, por ejemplo, empezaron a formar parte del hábito del pueblo inglés la sustancia de la reforma doctrinal, victoriosa en el norte de Europa, transformaría también a Inglaterra. A penas se notaría, en tanto el tiempo pasaba, las creencias guardadas como cosas antiguas en un relicario, los ritos, ahora en desuso, mantenidas aquellas creencias con vida solo en los afectos interiores de los hombres, desaparecerían –sin la necesidad de una acción misionera sistemática de prédica en su contra… La connotación sacrificial de la Eucaristía se mantiene como tal de lo contrario un sacerdocio sin sacrificio no tendría razón de ser. Los mayores logros del ministerio de Cranmer ocurrieron durante el gobierno de Eduardo VI.

Como Lutero, las innovaciones litúrgicas de Cranmer fueron graduales. El trabajo acerca del Servicio de Comunión, por ejemplo, había comenzado cinco años antes en 1547 cuando introdujo por vez primera el inglés en la misa en latín. Lo mismo ocurrió con la reforma de la oración matutina y vespertina de Cranmer: él había introducido primero la lengua vernácula en esos oficios en 1543 y completado el trabajo sobre ellos nueve años después en 1552. La publicación del BCP de 1549 no era, por tanto, la última palabra sino más bien un texto provisional. Ciertamente, no hay nada de frívolo o superficial en el acercamiento de Cranmer: más bien vemos la mano de un cuidadoso y meditativo artesano de textos litúrgicos.


De especial interés era el énfasis de Cranmer sobre distintos espacios litúrgicos para la asamblea con movimientos propios de uno a otro. Los congregantes eran conducidos desde el área de la pila bautismal situada cerca de la entrada principal al ala oeste del edificio dentro de la nave donde todos los bautizados juntos escucharían y reflexionarían acerca de la Palabra de Dios. En el ofertorio, miembros de la asamblea serían movilizados desde la nave hasta el ‘santuario’ o antealtar donde se reunirían alrededor del altar para la eucaristía… (55).


La respuesta litúrgica era importante para implementar la cosmovisión contraria a la autoridad papal y sus signos en tierras inglesas. No se trataba de unas decisiones inmediatas sino de un trabajo a la sique y los imaginarios británicos. Cranmer se apoyó en el modelo luterano sin dejar fuera las anteriores tradiciones, solo citaremos un  ejemplo de ello,  el “rito penitencial  que conservamos en el L.O.C data del siglo XI y es posible verlo reflejado en el modelo penitencial del “Rito Sarum” así como en la tradición romana (56). El énfasis en el arrepentimiento como signo de la Gracia actuante no es exclusivo de nuestra tradición lo encontramos en infinidad de ritos litúrgicos pero su modelo sí. Hoy establecemos una discusión de forma más no de contenido (57). Los contenidos de la liturgia tocan conceptos que son de índole universal siendo ya patrimonio de la cristiandad. La única Iglesia histórica que podría suponer  concordancia con esta primicia sería la Ortodoxa griega, ya que sus características y aislamiento favorecieron esta identidad permanente y conservan así a salvo sus principios sin enriquecerlos como los occidentales con influencias foráneas (58).


NICOLAS RIDLEY… (1500- 1555).


Nicholas Ridley, asistió a Pembroke Hall, Cambridge, y fue ordenado sacerdote (1524). Después de un período de estudios en Francia, regresó a Cambridge, donde se estableció para una carrera académica. Alrededor de 1534, Ridley comenzó a mostrar simpatías con las doctrinas protestantes, y en 1537 se convirtió en uno de los capellanes del prominente reformista Thomas Cranmer, arzobispo de Canterbury. Elegido maestro de Pembroke Hall, Cambridge, en 1540, tuvo un papel destacado en la transformación de la universidad en un seminario reformista que pronto contribuiría enormemente a la vida intelectual del catolicismo reformado inglés. Mientras tanto, se convirtió en el canon de Canterbury (1541) y de Westminster (1545). Ridley llegó a ser sospechoso de herejía cuando se produjo una reacción católica durante los últimos años del reinado del rey Enrique VIII (reinó entre 1509 y 47). Sin embargo, con el rápido avance hacia el protestantismo después del acceso del rey Eduardo VI (que reinó entre 1547 y 53), Ridley fue nombrado obispo de Rochester. En 1550 se convirtió en obispo de Londres, reemplazando al depuesto conservador Edmund Bonner. Bajo Ridley, la sede de Londres se convirtió en una obra maestra de la Inglaterra reformada. En particular, creó un alboroto con su campaña por el uso de una mesa lisa para la comunión en lugar del altar. Él negó la doctrina de la transubstanciación: que el cuerpo natural de Cristo está presente en el pan de la Eucaristía después de la consagración (59). Su pensamiento es propio de la época de la Reforma, pero aun así la identidad religiosa presente en el rito,  continúo de fondo marcando la vida de los  reformadores y  las relaciones que se desarrollaron no entorpecieron tampoco la realidad de una Iglesia que se proclama soberana sin el concurso del papado.

 Hasta el momento era común este tipo de reacciones en Europa porque se estaba confeccionando la doctrina sobre los sacramentos y particularmente dejando solo el contenido racional por sobre la espiritualidad, la intuición y sus fórmulas filosóficas fueron rápidamente desechadas. Nosotros   no centramos nuestra reflexión en una presencia “real” (nunca ha sido negada) de Cristo en la Eucaristía (60),  ya que tal argumento genera la concepción de una realidad alterna donde su presencia material no se trivialice con la percepción de nuestros sentidos. Está presente el Señor pero es un misterio por lo tanto fuera de nuestra objetiva comprensión del evento. A los teólogos de su época se les olvidó la sentencia de la Escuela Agustiniana encabezada por Buenaventura (61) durante la Escolástica, su concepción subjetiva de la presencia de Cristo en la Eucaristía la despejó de la siguiente manera: “Si un ratón entra en el lugar de la reserva donde se conservan las formas consagradas, y consume su contenido, aquel animal no está comiendo el cuerpo de Cristo ya que en su ser no hay la más mínima posibilidad de conocer su acto y la intención del mismo. Según lo anterior el animalito no tiene conciencia, luego entonces no está comiendo el cuerpo  del Señor” (62).  En favor de nuestros PP. Reformadores podremos agregar que su intuición se movió en los principios de la época y que para los sentidos es pan y vino consagrados y por Fe su contenido se revela en el espíritu de los bautizados, no implica con ello que tales aseveraciones se manifiesten a nivel de la conciencia y la razón (63).

La importancia histórica de aquellos hombres es de gran valor para la Iglesia universal porque por medio de sus posturas la razón entró para quedarse en la vivencia de nuestra identidad eclesial. Su formación nos permitió en potencia estar allí conocer sus afanes y logros en favor de la Iglesia de Cristo, ellos pretendieron arrebatarla de las manos de intereses estrictamente humanos, como son las indulgencias, lectura solo de los clérigos, esto es de la Biblia, poder económico en la elección de obispos y papas, curatos vendidos por oro y plata,  fetiches y fantasías religiosas (diría Latimer),  ellos lucharon por afirmar una relación abierta y personal con el Dios revelado (64) y no solo aquella establecida que pasaba por las manos de los clérigos antes de llegar a los bautizados. Este fue el mayor de sus aportes o como olvidar a Tyndale entregando su vida a cambio de una difusión de la Biblia en el idioma de su pueblo y no en latín o griego exclusivo de letrados y clérigos.  Son los esfuerzos de la realidad religiosa inglesa del siglo XVI que llega a nosotros y cuyo trabajo es hoy llamado Iglesia Anglicana por todo el mundo extendida, no importa si cuestionaron una  u otra doctrina eclesial lo importante es que las verdades esenciales sobre el Dios Trinidad fueron conservadas y defendidas, ya que por ejemplo,  su Palabra debía ser conocida abiertamente por todos sin importar su grado académico o posición social (65).


MOMENTO HISTÓRICO.


En todas las iglesias de la reforma se negó la transubstanciación, aunque reconociendo (con diversas explicaciones teológicas) la presencia del Señor resucitado en la comunidad celebrante y la unión con él. En su liturgia del año 1545 Calvino concedía mucha importancia a la morada de Cristo en nosotros y de nosotros en él. Esta comunión íntima con el Señor tenía que producir frutos de vida nueva y de santificación. Para Lutero tenía importancia fundamental la Fe en la palabra de la promesa: entregado por vosotros, para la remisión de los pecados.... Para Zwinglio no es el pan y el vino, sino la comunidad celebrante, la que se transforma en el cuerpo del Señor.

 Para todas las confesiones de la Reforma vale el principio extra usum nullum sacramentum o en español  Sin uso de ningún misterio  ya que Cristo está presente en la comunidad que celebra y no en los elementos. Lutero admitía la consubstanciación, pero tampoco para él estaba presente Cristo después de la celebración de la misa. Por eso entre los protestantes y los anglicanos se suprimió la práctica de conservar la hostia consagrada y toda forma de veneración de la misma. La liturgia eucarística del L.O.C de la Iglesia anglicana es calvinista. Sólo en el siglo pasado, con el movimiento de Oxford y todo el proceso de recatolización del anglicanismo, se manifestaron en la Iglesia  ciertas tendencias sacramentales católicas. Todas las iglesias de la Reforma (y ya en el siglo XV el movimiento hussita) celebran la cena del Señor sub utraque o   un tanto bajo, con el pan y el vino que toman los fieles.

La Palabra de Dios en los sacramentos (solamente dos: Bautismo y Eucaristía) es de importancia fundamental. Es ella la que constituye el sacramento (cf. Agustín: accedit verbum ad elementum et fit sacramentum o La Palabra es el elemento y el misterio). Calvino afirma que, si se quita la palabra, queda eliminada toda la eficacia del sacramento (verbum sublato perit tota vis sacramentorum o también En la palabra que se ha ido toda la fuerza de los sacramentos). Por eso quería no sólo una seria preparación catequística antes de admitir a los jóvenes a la comunión, sino además que la comunidad se preparase en cada ocasión al rito mediante la predicación, para conducirla a lo que pretende el sacramento.


La Reforma Insular es desde luego una Reforma nacida en el vientre de la cultura moderna alimentada por el Renacimiento y los inicios de lo que se conocerá luego como “Ilustración o siglo de las luces” al abogar por entregar a todos los ciudadanos la Biblia en sus manos e idioma,  el pensamiento religioso de la Reforma se descentraliza de la idea y cosmovisión de exclusividad que alimentó por siglos las abadías y monasterios romanos convirtiéndolos en  dueños  del saber y la cultura en Europa (66). La luz que opacó el absolutismo  medieval llegaría pronto a su término y la Iglesia de Inglaterra será la primera en conservar su identidad católica y ser a la vez reformada. Miremos solo algo de ella para comprender el concepto:


Corriente filosófico-religiosa, con ribetes científico-literarios, que se difundió por Inglaterra, Francia, Alemania e Italia en el siglo XVIII, heredera del Humanismo y de la Reforma luterana. Afirma la total autonomía de la razón, liberada de toda autoridad civil o religiosa y la independencia de la voluntad en el terreno moral: ni la religión ni la ley civil puede presentarse como autoridad moral, sino sólo la conciencia individual. La Ilustración inglesa apela a Erberto de Cherbucy  y a una serie de filósofos y pensadores como Tindal, Toland, Collins y Bolingbroke, con visiones deístas paralelas de la realidad. En Francia estos impulsos triunfaron en el Enciclopedismo materialista y ateo, con de La Mettrie, Holbach, Diderot y Voltaire, o se remansaron en el naturalismo romántico de Rousseau. En Alemania la Ilustración tomó la forma de una protesta radical contra la historicidad de la revelación cristiana, a través de Hermann Samuel Reimarus (i694-176S) y Gotthold Efraim Lessing (1729-1751), este  literato y dramaturgo, que considera la verdad como una conquista perpetua y personal, no ya como don o posesión inmutable; en este sentido las religiones dogmáticas carecerían ya de sentido. Pero fue sobre todo Immanuel Kant (1724- 1804), en su célebre escrito ¿Qué es la Ilustración?, el que definió, la Ilustración en su especificidad como mayor edad alcanzada finalmente y como liberación del  sueño dogmático (67).


La Ilustración en su génesis se descubre activa durante la Reforma, sus postulados de independencia conceptual sin duda alguna alimentaron la mentalidad de los PP. Reformadores, no proponemos un vínculo tácito indisoluble sino una postura contraria al absolutismo romano vivido hasta la época, la Reforma permitió ver el nacimiento de la Ilustración y la libertad para abonar ideas en el terreno de la ciencia. Nadie puede negar que los mayores logros en materia de ciencia de la salud se produjeron en sociedades libres de la dominación religiosa absolutista (68). El siglo XVI no solo fue el tiempo de la Reforma,  también es el siglo del gran desarrollo agrario de Inglaterra y la recuperación del campo y el auge de las grandes ciudades. Una economía que se abría al mundo creciendo el intercambio con el continente, no es de extrañar que tal situación beneficiara a los reformadores para establecer relaciones especialmente con el luteranismo. Los autores ingleses de esta época (Siglo XVI) particularmente en la liturgia y como consta en el L.O.C acuden a la tradición tan antigua como Roma misma. Solo quiero plantear una Hipótesis transitoria que puede y debe ser profundizada  en otro ensayo, estamos hablando de la liturgia descrita ya por Justino (69), Citaremos una fuente para plantear nuestra reflexión:


La misa occidental, como todas las liturgias, comienza, claro, con la Última Cena del Señor. Lo que Él hizo, reiterado en memoria suya según su mandato, es el núcleo de la misa. Tan pronto como llegó la Fe a Occidente se comenzó a celebrar la Eucaristía, al igual que en Oriente. Al inicio, el lenguaje usado era el griego. De esa liturgia original, y habiendo cambiado la lengua al latín, nacieron los dos grandes ritos occidentales: el latino y el gálico. De esos dos, la misa gálica puede ser rastreada más fácilmente. Es tan antioquena en su estructura y en el texto de muchas de sus oraciones, que podemos estar seguros al afirmar que constituye una forma traducida de la liturgia de Jerusalén-Antioquía, llevada a Occidente casi al mismo tiempo que la más o menos flexible liturgia universal de los primeros tres siglos daba origen a los diferentes ritos fijos.  El origen de la misa romana, por otra parte, es una cuestión más difícil de resolver. Tenemos aquí dos datos ciertos y establecidos: la liturgia griega descrita por Justino Mártir (+ circa 165), que es la de la Iglesia Romana del siglo II y, en el otro extremo del desarrollo, la liturgia de los primeros sacramentarios romanos en latín, del siglo VI. Ambos son diferentes.

La descripción de Justino nos muestra un ritual al que hoy llamaríamos del tipo oriental… La misa romana, al igual que las Constituciones Apostólicas (VIII, XI, 12), tenían un lavatorio de manos directamente antes del ofertorio. Y alguna vez tuvo el ósculo de paz antes del prefacio. El Papa Inocencio I, en su carta a Decencio de Eugubio (416), comenta sobre esta antigua costumbre de ubicarlo ante confecta mysteria (antes de la oración eucarística. P.L. XX, 553). Ahí lo colocan las Constituciones Apostólicas (VIII, XI, 9). En Roma, durante la fracción del pan, y después del Padre Nuestro, el celebrante entonaba: “Pax Domini sit semper vobiscum” o también: La paz del Señor sea siempre con vosotros Parece ser que fue a este punto al que se movió primeramente el beso de la paz (tal como lo dice la carta de Inocencio I). Este saludo (he eirene tou theou meta panton hymon: la paz de Dios esté con todos ustedes), único en el rito romano, aparece de nueva cuenta en las Constituciones Apostólicas. En éstas aparece dos veces: después de la intercesión (VIII, XIII, 1) y durante el ósculo de paz (VIII, XI, 8). Las dos oraciones romanas después de la comunión, la post-comunión y la Oratio super populum (ad populum, según el sacramentario Gelasiano) corresponden a las dos oraciones de las Constituciones Apostólicas (VIII, XV, 1-5 y 7-9): una de acción de gracias y una sobre el pueblo. El Rito Sarum tiene, a su vez, oraciones dirigida a Dios Padre (“Deus Pater fons et origo totius bonitatis”: Dios Padre, fuente y origen de toda bondad (70).



ANÁLISIS  DEL  TEXTO  CITADO  EN  EL  RECUADRO. (71).


En orden a la liturgia que la Iglesia asumió en su Reforma encontramos algunos elementos que nos conectan directamente con el siglo II uno de ellos es el “rito de la paz” antes del ofertorio, como lo venimos haciendo en el presente, este rito aparece en la primera liturgia de la Iglesia. Es un signo fehaciente de nuestra vocación universal y no estrictamente protestante como pretenden dibujarnos algunos de fuera o de adentro de la misma Iglesia anglicana.  No olvidar que esta liturgia en sus orígenes y hasta el siglo III se celebraba toda en griego y posteriormente en latín tal y como lo conservamos en el enunciado de la rúbrica de cada Salmo (Salmodia) en el L.O.C, también quedan huellas del griego en la celebración de la Oración Vespertina  y nos referimos al  Phos Hilaron en la página 83 del L.O.C. No se presenta una total ruptura como pretenden asumir muchos, el cambio de enunciados no altera el contenido sujeto a la tradición litúrgica más antigua entre nosotros y que es un signo vivo de nuestra catolicidad.

También es bueno mencionar al venerable Rito Sarum (Nombre latino de Salisbury ) que históricamente lo podemos ubicar en el siglo X a partir de allí su presencia es definitiva en la liturgia universal y el cual también hace parte de nuestra liturgia tanto de las horas como eucarística y en general sacramental. No dejando nada a un lado sino asumiendo su contenido como signo de comunión intuitiva con la universalidad de la Iglesia de Cristo. Es interesante como la composición de estas liturgias determinará en el futuro fuerte nexos o vínculos entre las latitudes conservándose a la fecha tres grandes liturgias, la anglicana, la romana y la griega. Otro componente es la Oración que comúnmente conocemos como Oración de los Fieles donde no solo el celebrante sino la Asamblea oran por la humanidad y particulariza en ella y en su entorno social. Conforme a la tradición original dirigimos las oraciones y ritos al Padre Dios, la Iglesia desde el siglo IV lo manda en todas sus liturgias y las oraciones de los bautizados.

 El Uso de York  fue un ritual litúrgico empleado en Inglaterra durante la Edad Media  solo duró medio siglo. Su contenido hacía alusión a las liturgias particulares que  se Vivían por regiones y diócesis. En cuanto a las prácticas del Rito Sarum hoy conservamos la tradición de incensar personas y objetos sagrados destinados a  la liturgia, la Iglesia universal empleó esta práctica dese el siglo XV. 

En el comentario anterior deseamos incluir una formula latina presente en el venerable Rito Sarum que menciona a la Virgen Madre, en la celebración de la Unción de los Enfermos: Per istam sanctam unctionem et suam piissimam misericordiam et per intercessio nem beatae Mariae Virginis et omnium Sanctorum, indulgeat tibi Dominus quid peccastic per visum. Amen. En nuestro idioma nos dice: “Por esta santa unción su amor y misericordia por medio de la intercesión de la Virgen María y de todas las empresas, Señor te perdone por lo que se vio de pecado en ti…”  Miremos algunos elementos del Rito Eucarístico que involucra los Usos de Sarum y York: Comenzando con la celebración de la Misa, observamos que en la lectura del Evangelio el sacerdote bendecía al diácono con estas palabras: “Que el Señor abra tu boca para leer y nuestros oídos para entender el Santo Evangelio de paz de Dios”, etc., donde el diácono respondía: “Dame, Oh Señor, un discurso adecuado y bien timbrado en mis labios para que mis palabras puedan complacerte y puedan beneficiar para la vida eterna a los que las oyen, por motivo de Tu nombre. Amén”.

Adicionalmente, al final del Evangelio el sacerdote decía en secreto: “Bendito el que viene en nombre del Señor”. De nuevo mientras que en general se reproducen las características del ofertorio de Sarum, el Uso de York requería que el sacerdote lavara sus manos dos veces, una antes de tocar la hostia y de nuevo aparentemente después de usar el incienso; mientras realizaba el último lavado, el sacerdote decía el himno “Veni Creator Spiritus”.También, al responder al exhorto “Ora te fratres et sorores  También Oremos hermanos y hermanas, el coro contestaba repitiendo en voz baja los primeros tres versos del Salmo 19, “Exaudiat te Dominus” También,  Te escuche el Señor. Otra desviación de la costumbre de Sarum digna de notarse, el sacerdote al dar el beso de la paz en York no decía “Pax tibi et Eclesiae” También, Paz a ti y a la Iglesia, sino “Habete vinculum”, etc. Y el español hoy,  Mantén el vínculo de la caridad y que la paz pueda ajustarse para los sagrados misterios de Dios.  Había también diferencias en las oraciones que precedían inmediatamente a la Comunión, mientras que las fórmulas utilizadas realmente en la recepción del Bendito Sacramento por el sacerdote eran de nuevo peculiares de York.

Volviendo al Breviario, York empleaba un mayor número de himnos propios que Sarum. Había también en cada oficio un número menor de variaciones de la práctica tanto de Sarum como de Roma. La riqueza propia de los ritos ingleses también fue asumida por los distintos rituales católico-romanos en Inglaterra. Lo que muestra la tendencia particular de la liturgia inglesa frente a  su similar continental. Sobre los colores de la liturgia y sus tiempos fuertes, es interesante como conservamos la usanza de estos ritos (Sarum y York). La uniformidad no implica pérdida de nuestras tradiciones que de forma intuitiva persisten afirmando su influencia en el presente, no son anacronismos y anhelos del pasado en el presente, sino nuestra herencia y carisma que desde siglos en el tiempo mostró su condición particular y peculiar frente al modo del catolicismo romano y griego.

 La identidad también necesita de su propio bienestar para afirmarse en el modo y medio de la Iglesia donde esta se encuentre, en este caso en Inglaterra y ahora en las Provincias de la Comunión Anglicana. Nuestra liturgia conserva las características propias del tiempo de los santos PP. y con ellos nosotros desarrollamos una praxis de Adoración unida a la integralidad de la universal proclamación de nuestra Fe en común. A diferencia de los calvinistas y luteranos supimos conservar este nexo con la Tradición y su Magisterio. El L.O.C debe conservarse sin modificación alguna ya que su sola presencia es un poderoso testimonio en la Iglesia. Los PP. de la Reforma afrontaron un escenario difícil donde siempre sus vidas corrían peligro y gracias a su fortaleza y sacrificio la Iglesia conserva sus ideales y mensaje lleno de esperanza para los bautizados y aquellos que lo serán por nuestra obra misionera, que a propósito del término debemos  desambiguar su concepto para no restringirlo en lo absoluto sino reconocer que posee por si solo muchos enunciados y categorías que lo describen perfectamente. La obra litúrgica de la Iglesia fue su primer bastión misionero durante la Reforma ya que Cranmer planeó su introducción paulatina en la sique y cotidianidad del inglés. No fue un trabajo puerta a puerta o de grandes plazas sino de conocimiento y costumbres en la liturgia que se repetían en cada celebración. Mediante el conocimiento el creyente  supera sus miedos, mitos y fetiches, es decir, lo imaginarios son “purificados” por medio de la acción dialéctica original. No es posible argumentar un solo discurso sin tener en cuenta los fundamentos del orden anterior y nuestra liturgia desmonta imaginarios pasados afirmándose en la autenticidad de la Tradición que no conoció dogmas distintos a los referentes salvíficos.

Siguiendo el panorama anterior es fácil remontarnos aún más en el tiempo particularmente a la Reforma más importante de la Iglesia universal para el momento del Siglo XI cuando la Iglesia afirmó la autoridad papal sobre los obispos y las diócesis y de paso se creó el “Colegio de Cardenales o cardenalicio” esta tarea fue dirigida por Gregorio VII. De paso el ritual de ordenaciones fue también reformado, el propósito era evidente entregarle al romano pontífice la autoridad sobre todos los obispos que a la fecha podían ser sancionados o retirados por los monarcas, el mayor de estos antecedentes fue el germano Carlo Magno. Desde el siglo XI las disputas con Roma fueron creciendo de intensidad y matiz al punto de vivir verdaderas guerras entre los príncipes germanos y el Papa. De allí el apoyo que recibió Lutero y los Reformadores continentales, era Alemania un santuario para ellos y sus ideales al igual que los países bajos…  


Para la Iglesia Anglicana el problema no es la autoridad papal sino el reconocimiento y libertad de nuestra condición y su manifestación idiosincrática. Respetar nuestros procesos y libertades como concepción del ser cristiano-católico y católico-reformado. Nuestra independencia es la forma de asumir la realidad y su contenido salvífico. Somos  la expresión local de la Iglesia de Cristo y no el capricho de un puñado de hombres. Somos por demás exposición dogmática y conceptual histórica como Iglesia de Cristo. Nuestros Medios de Gracia son obra de Dios y manifestación de su Espíritu. (72).



BIBLIOGRAFIA/CIBERGRAFIA/FUENTES Y ARTÍCULOS.

1-      Hugh Latimer, reformador inglés y obispo de Worcester, nació en Thurston, Leicestershire, hacia 1480 y murió en la hoguera en Oxford el 16 de octubre de 1555… www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_latimer.
2-      Nicholas Ridley, (nacido c. 1500, / 03, South Tynedale, Northumberland, Inglaterra, murió el 16 de octubre de 1555 en Oxford, Oxfordshire), mártir protestante, una de las mejores mentes académicas de la Reforma inglesa… https://www.britannica.com/biography/Nicholas-Ridley.
3-      William Tyndale, traductor bíblico y mártir inglés, nació lo más probablemente en North Nibley, a 24 kilómetros al sudoeste de Gloucester, en 1484 y murió en Vilvoorden, a 9 kilómetros al sudoeste de Bruselas, Bélgica, el 6 de octubre de 1536… www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_tyndale.
4-      Nota del autor.
6-      Richard Hooker nació hacia 1553 en Heavitree, Exeter, Devon, y murió el 2 de noviembre de 1600 en Bishopsbourne, cerca de Canterbury… www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_hookerr.
7-      Fuente: Las fiestas menores y los días de ayuno año 2003. Sociedad Misionera Domestica y Extranjera.
8-      Catecismo de la Igelsia Episcopal Diocesana. Autorizado por el Diocesano.
9-      Nota del autor.
10-  Nota del autor.
11-  Notad el autor.
12-  Nota del autor.
13-  Nota del autor. Fuente vida de Newman.
14-   Nota del autor.
15-  historiadelaiglesiaalbertodimare.blogspot.com/2009/09/la-reforma-anglicana.html.
16-  Nota del autor.
17-  Nota del autor.
18-  Nota del autor.
19-  Nota del autor.
20-  Juan Fisher Cardenal y Mártir,  nació el año 1469; fue hijo de un modesto mercero de Beberly, en el condado de York (Inglaterra); estudió teología en Cambridge, fue ordenado presbítero, por privilegio, cuando solo contaba veintidós años, y a los treinta y cinco ya era Vicecanciller de la Universidad. Consumado humanista, fundó los Colleges de Cristo y de san Juan, amplió bibliotecas y fundó cátedras con la ayuda de Lady Margaret, madre de Enrique VII. Erasmo llegó a afirmar que no había en el país hombre más culto, ni obispo más santo. es.catholic.net/op/articulos/31967/juan-fisher-santo.html.
21-  William Shakespeare, Stratford on Avon, Reino Unido, 1564 - id., 1616) Dramaturgo y poeta inglés. Solamente con sus versos hubiera ya pasado a la historia de la literatura; por su genio teatral, y especialmente por el impresionante retrato de la condición humana en sus grandes tragedias, Shakespeare es considerado el mejor dramaturgo de todos los tiempos… https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/shakespeare.htm.
22-   Thomas Linacre, médico y humanista inglés, nació en Canterbury hacia 1460 y murió en Londres en 1524. Ultimados sus estudios en la universidad de Oxford, a los 25 años siguió a William de Selling, embajador del rey Enrique VII en la corte de Roma, para perfeccionarse en el conocimiento de las lenguas antiguas. Visitó varias ciudades italianas, fue huésped en Florencia de Lorenzo de Médicis y en Roma colaboró con Grocys y Latinier en la traducción de las obras de Aristóteles, que quedó incompleta. Hizo un profundo estudio de la filosofía y medicina de los griegos, sobre todo de Galeno; se le consideró el mejor gramático de su tiempo en estas dos lenguas, y sin duda alguna fue uno de los primeros eruditos del siglo XVI. A su regreso en Inglaterra, prestó sus servicios profesionales a Enrique VII, Enrique VIII y a la princesa María, estuvo encargado de la educación del príncipe Arturo, hijo del rey, y fue profesor de italiano de la princesa Catalina. Con la ayuda del cardenal Wolsey fundó el Colegio Real de Medicina de Londres, del que fue su primer presidente, y creó dos cátedras de medicina en Oxford y una en Cambridge. Tradujo el tratado de Proclo, De Sphera, y muchas obras de Galeno, con tal elegancia y fidelidad, que causaron la admiración de un juez tan severo y autorizado como Erasmo. De sus traducciones se pueden citar: De sanitate tuenda; De methodo medendi; De inaequali temperie; De symptomatum differentiis; De symptomatum causis; De naturalibus facultatibus; De pulveris usu; De temparantis. Se le debe también una obra sobre los autores clásicos: De Emendata latini sermonis structura (Londres, 1824) y una Gramática inglesa (Londres, 1824), traducida al latín por Buchanan… www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_linacre.
23-  Desiderio Erasmo de Rotterdam, originalmente llamado Geert Geertsz, fue un pensador holandés nacido en Gonda, cerca de Rotterdam, hacia 1467 y fallecido en Basilea en 1536…antroposmoderno.com/biografías/erasmoderotterdam.shtml.
24-  Nota del autor.
25-  Nota del autor.
26-  Robert Grosseteste nació en Suffolk, Inglaterra, hacia 1175 y murió en Buckden, Huntingdonshire, el 9 de octubre de 1253. Era de extracción humilde, pero estudió en Oxford y París. A su regreso a Inglaterra entró al servicio de William de Vere, obispo de Hereford y cuando éste murió fue a Oxford como profesor, siendo rector scolarum y en 1224 primer rector de los franciscanos en Oxford. Durante este periodo gozó de diversas promociones, incluyendo dos prebendas en Lincoln y los archidiáconos de Wilts, Northampton y Leicester. En 1235 fue nombrado obispo de Lincoln, que era entonces la sede más grande de Inglaterra. Su administración episcopal estuvo marcada por su avance de los intereses espirituales, haciendo uso en ocasiones de medidas arbitrarias. Atacó la corrupción y condenó la incompetencia del clero, instituyendo una visitación sistemática de su diócesis. Fue especialmente severo con las instituciones monásticas, removiendo a siete abades y cuatro priores en el primer año. Su vigor levantó tal oposición que en 1237 le intentaron envenenar. En 1239 comenzó su larga batalla con el capítulo de Lincoln, que le negaba el derecho de visitación. Finalmente suspendió al deán, excomulgó al prior y marchó a Lión para conseguir una decisión papal del caso, que fue a su favor por una bula de Inocencio IV del 25 de agosto de 1245. Grosseteste regresó a Inglaterra como obediente agente del papa, aunque pronto su actitud experimentaría un profundo cambio, ante las pretensiones papales. En 1250 visitó de nuevo al papa en Lión, donde el 13 de mayo predicó un sermón en el que declaraba que la corte papal era el origen de todos los males en la Iglesia, amonestando sobre la necesidad de elegir pastores competentes. A su regreso a su diócesis atacó a los eclesiásticos italianos que estaban abandonando las parroquias inglesas. Halló que los ingresos anuales de los funcionarios extranjeros en Inglaterra nombrados por Inocencio sumaban setenta mil marcos, más de tres veces los ingresos del rey. Al negarse a admitir a un italiano ignorante del inglés a un rico beneficio en su diócesis, fue suspendido temporalmente en 1251. A principios de 1253 rechazó admitir a Federico de Lavagna a una canonjía en Lincoln, a la que había sido designado por su tío Inocencio IV. En una directa, pero respetuosa carta, el obispo le dijo al pontífice que era su deber hacer nombramientos para la edificación, no para la destrucción de la Iglesia (Epist., cxxviii). Esta carta ha hecho más por perpetuar la fama de Grosseteste que cualquiera de sus otras obras… www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_grosseteste.
27-  Roger Bacon, franciscano inglés, nació en Ilchester o cerca de allí, a 50 kilómetros al sur de Bristol, Somersetshire, en 1214 y murió en Oxford el 11 de junio de 1294… La familia de Bacon parece haber vivido de forma acomodada, aunque sufrió adversidades severas durante el tempestuoso reinado de Enrique III. Él habla de un hermano rico y de otro estudiante, pero no hay medios para establecer cualquier relación entre ellos y otros del mismo nombre citados en su tiempo. Robert Bacon, el dominico, que enseñó en Oxford, pudo haber sido tío de Roger, pero difícilmente pudo ser su hermano… www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_baconr.
28-  Nota del autor.
29-  Nota del autor.
30-  Isaac Newton nació en Woolsthorpe, Inglaterra el 25 de diciembre de 1642 y al momento de nacer, nadie le pronosticó más de un día de vida. Ese mismo año Galileo Galilei murió, y empezó una sangrienta guerra civil que transformó Inglaterra y constituyó una etapa oscura en su historia. El haber nacido en este tiempo le permitió utilizar el trabajo de Galileo y de otros pioneros de la ciencia moderna como Kepler y Descartes… https://www.monografias.com/trabajos93/sir-isaac-newton/sir-isaac-newton.shtml.
31-  Nota del autor.
32-  cristoeseltema.blogspot.com/2018/04/ Movimiento de Oxford.
33-  Nota del autor.
34-  Nota del autor.
35-  www.sbch.cl/sitio/2010/¡a-la-hoguera-por-traducir-la-biblia-william-tyndale/.
36-  Nota del autor. www.mercaba.org/FICHAS/arvo.net/lutero_y_la_biblia.htm. La obra de Lutero en el contexto de la sociedad del siglo XV y XVI.
37-  Nota del autor.
38-  Nota del autor.
39-  Nota del autor.
40-  Nota del autor.
41-  Nota del autor.
42-  Nota del autor.
43-  Nota del autor.
45-  Nota del autor.
46-  Nota del autor.
47-  Nota del autor.
48-  Nota del autor.
49-  Nota del autor.
50-  Nota del autor.
51-  Nota del autor.
52-  Nota del autor.
54-  Nota del autor.
55-  panoramacatolico.info/sites/...info/.../El%20Ordo%20Divino%20de%20Cranmer.pdf…  volvamosalasfuentes.blogspot.com/2014/.../cranmer-y-la-reforma-liturgica-inglesa.ht... https://www.coalicionporelevangelio.org/.../el-cabildero-del-evangelio-thomas-cranme...
56-  Nota del autor.
57-  Nota del autor.
58-  Nota del autor.
60-  Nota del autor.
61-  Giovanni o Juan da Fidanza; Bagnorea, actual Italia, 1221 - Lyon, Francia, 1274,  Teólogo franciscano. Ingresó en la orden franciscana y se trasladó a París para completar los estudios teológicos en La Sorbona, donde fue discípulo de Alejandro de Hales. Fuente:  https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/buenaventura.htm.
62-  Nota del autor.
63-  Nota del autor.
64-  Nota del autor.
66-  Nota del autor.
67-  Nota del autor.
69-  Nota del autor.  Justino,  Mártir: Apologista cristiano, nació en Flavia Neápolis, cerca del año 100 d.C., se convirtió al cristianismo alrededor del año 130 d.C., enseñó y defendió la religión cristiana en Asia Menor y en Roma, donde sufrió el martirio cerca del año 165 d.C. De él nos han llegado dos “Apologías” que llevan su nombre y su “Diálogo con el Judío Trifón”… ec.aciprensa.com/wiki/San_Justino_Mártir.
71-  Nota del autor: Análisis del contenido citado previamente en el numeral 70. La inclusión de los Usos de Sarum y York  fraguó la independencia y el in flujo  del catolicismo independiente, no  separado de su cabeza que es Cristo...
72-  Nota del autor.






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