DIÁLOGO HERMENÉUTICO
EN LA IGLESIA
EPISCOPAL.
INTRODUCCIÓN.
Bendito Señor
que ha causado todas las Escrituras
santas ser escritas por nuestro aprendizaje; permítanos escucharlas, leer,
marcar e interiormente digerirlas, que por paciencia (experiencia) y
consolación de su Palabra santa, podamos abrazar, y sostener la esperanza
bendita de la vida eterna, que nos ha dado en nuestro Salvador Cristo Jesús.
Amén (LOC 1662 – Colecta del Segundo Domingo de Adviento).
|
La tradición toma el
nombre de hermenéutica basándose en los relatos sobre su significación en la
mitología clásica, el dios Hermes (Hermes nació como fruto de la unión entre
Zeus y Maya, una de las hijas del gigantesco Atlas) (1), era el intérprete de
los dioses en el mundo griego, nosotros creemos como muchos que no es posible limitar la hermenéutica a la sola
realidad bíblica y su contenido. La Exegesis bíblica es la necesidad por medio de la cual se
procede con la interpretación del Texto Sagrado de Tradición. En el caso de la
Escritura, la hermenéutica ha disminuido el número de las opiniones de
intérpretes eliminando aquellas no apoyadas por cualquier principio científico
sólido (2). Tales principios son aún más necesarios para el intérprete Bíblico que
un estudio de la lógica para el
pensador; mientras que las leyes del pensamiento se basan en una tendencia
innata de la mente, el resto de las reglas de la hermenéutica se extienden en
gran parte sobre los hechos externos de la mente. Y los resultados que fluyen
de la aplicación de los principios de la hermenéutica no son menos importantes
que aquellos derivados por medio de las leyes formales de la lógica, desde las
controversias entre los judíos y los cristianos, entre los cristianos y los racionalistas,
entre los católicos y protestantes, finalmente están de nuevo en las preguntas
de la hermenéutica (3). Esta introducción se argumenta desde la ciencia para
entrar en la consideración de la hermeneuta abierta a la dinámica antropológica
que nos ha permitido formular relaciones en el todo eclesial. Las relaciones
eclesiales tienen como punto de partida la injerencia del ser eclesial en la
configuración de lo social, este Ethos descrito someramente es el resultado de
su interacción en el plano cognoscible. Una
interacción que interpreta las necesidades de la comunicación en su referente
metafísico, de esta forma los enunciados adquieren categoría comunicativa y un
fundamento por medio del cual es
factible proceder a elaborar las relaciones que inicialmente la motivaron (4).
La hermenéutica cuando se manifiesta al
exterior de la sociedad produce una variante relacional interesante que se
articula con el sentir y pensar de los distintos grupos y colectivos de índole
social, es decir, ella facilita la elaboración de conceptos tanto en la Iglesia
como en su cosmovisión o relación con el entorno-somático
(5). La realidad que percibimos está totalmente antropizada lo que genera una
opinión conocida bajo nuestras categorías de pensamiento y figuras, junto con
su dialéctica, esto último se renueva cada vez que conceptos nuevos ingresan en
el sistema de nuestro pensamiento, pero la novedad no implicara siempre que se
deban incorporar como si fueran meta—relatos
incuestionables por nuestra dialéctica. En el medio doctrinal y sociológico es
posible encontrar enunciados que llegan, y algunos pretenden definir la
comunicación y su interés a partir de su presencia. Hoy estamos más que
convencidos de la necesidad de argumentar la aproximación dialéctica para
asegurar que cuanto llega a nosotros pueda ser discriminado según su valor y calidad (6). La categoría de la comunicación es clave a la hora de valorar su contenido y
la ulterior interpretación. Los
eventos actuales requieren de una respuesta sopesada en el contexto de nuestra
propia eclesiología, hace rato que la facultad de elegir y ser elegido que en
su naturaleza no cambia nada dentro de la Iglesia puede ser alterada para
favorecer intereses de este o aquel grupo bajo el manto de la opción
democrática. La naturaleza eclesial no puede estar sujeta a las preferencias o
al matiz estrictamente socio-cultural, hace rato que debemos preguntarnos
existencialmente hablando que es lo que deseamos, una Iglesia estrictamente
humana o una institución con una norma disciplinaria sujeta a la tradición del
Evangelio o al imperio de la razón antropizada, siendo que ambas opciones
pueden edificar en paz (7).
TÉRMINOS
CLAVE.
Hermenéutica.
|
Exegesis.
|
Praxis.
|
Naturaleza.
|
Iglesia.
|
Episcopal.
|
Realidad.
|
Dialogo.
|
Biblia.
|
Lambeth
|
Dialéctica
|
Intrínseco/Inmanente.
|
ACTITUD DIALOGANTE
Y NATURALEZA
DE LA HERMENÉUTICA.
Como decíamos en la
Introducción, la postura hermenéutica no queda solo limitada a la categoría
bíblica sino que es abarcante del accionar antropológico de la sociedad y del
ser humano en su inserción categórica. En el contexto de la inserción
categórica el ámbito eclesial puede y debe ser contado, ya que los bautizados en general tienen la
noción del ser eclesial aunque algunos de ellos no lo incluyan decididamente en
sus vidas. (8) La vida confirmada desde la perspectiva dialogante supone una
actitud esencialmente existencial al ver con claridad los estadios de evolución
y/o madurez del bautizado, Si la comprensión de un problema depende de la
comprensión del trasfondo del que surgió, las cuestiones comprendidas no son un
mero objeto de conocimiento, se convierten en verdaderas preguntas repensadas
en el momento actual. la
búsqueda de las condiciones de comprensibilidad en sentido trascendental, y el impacto del relativismo histórico, sino
por algo que obviaban tanto la investigación trascendental como la posición
relativista que condenaba a la inconmensurabilidad cualquier objeto
comprensible, si bien el conocer implica el movimiento de las potencias del
alma también es totalmente acertado asegurar que las Escrituras como revelación
poseen un componente incuestionable y otro sujeto a la evolución de las épocas
y conocer de nuevas expresiones de su dialéctica. Que es lo qué comprendemos
cuando dialogamos, podría ser un interrogante bien fundado que despejaremos
cuando abordemos este ensayo desde la perspectiva filosófica de su reflexión
pasando de lo Supra a lo Intelectivo.
(9). La
realidad contenida en nuestra visión hermenéutica se hace histórica una vez
encontramos parangón para ella en el devenir de nuestra teología y reflexión, así como su especulación. La realidad que hemos
establecido desde la connotación filológica (Ciencia que estudia los textos
escritos y, en ellos, la estructura y la evolución de una lengua y su
desarrollo histórico y literario, así como la literatura y la cultura del
pueblo o grupo de pueblos que los han producido) (10). La realidad que se manifiesta bajo las
categorías comunicativas (idioma, lengua, signos, claves) es determinada por la
percepción en categorías racionales de la persona humana. Nosotros en el ser
eclesial apreciamos las categorías de la revelación y su inclusión en el mapa de nuestra historia
haciendo de la revelación algo personal y colectiva, que tiene todo que ver con la sique eclesial y
la confesión intrínseca de nuestra propia Fe, quiéranlo o no el Episcopal
confiesa su Fe en Cristo y en la Iglesia donde la dialéctica del Evangelio ve
la luz en la inspiración de sus escritores (11). Nosotros vemos en la Palabra de Dios el fundamento racionalizado de
nuestra Fe eclesial y esa connotación recibe la Gracia de la interpretación
(12).
Es indispensable conocer
el derrotero histórico trasegado para problematizar el enunciado sobre la
Iglesia que en realidad queremos vivir. Es preocupante cuando la connotación antropológica cree
estar sola y ser capaz de tejer la realidad inmanente de la Gracia y sin desearlo al menos abiertamente se cae
en el naturalismo critico al suponer que el papel de la Iglesia no es predicar
el Evangelio sino asumir una filosofía de vida ajena a la disciplina para
tolerar todo grupo inclusivo en ella sin tocar asuntos vitales como la
disciplina eclesial, por ejemplo. Miremos apartes sobre el dialogo hermenéutico
en el mundo Anglicano:
|
|
|
Artículo VI provee el
fundamento – “La escritura contiene todas las cosas necesarias para la
salvación” - dicho otra vez en el Cuadrilátero de Lambeth (Resolución 11 de
la Conferencia de Lambeth 1888). Esta declaración se amplia, y se aplica en
muchos de los documentos que se publican más tarde. Por ejemplo en preguntas
hechas a los ordenandos en las liturgias de ordenación de la Comunión
Anglicana, la Declaración de Consentimiento de la Iglesia Anglicana de
Inglaterra, la reafirmación de “la principal autoridad de escritura” en Sección 1.1.3 del texto propuesto del
Pacto Anglicano – “las Santas Escrituras de los antiguo y nuevo testamentos
que contienen todas las cosas necesarias para la salvación y que son una
regla y guía final de la fe” – y también resolución
III.1 de la Conferencia de Lambeth 1998:
|
Insiste
que el texto bíblico sea tratado con respecto, con coherencia y constancia,
edificando sobre nuestras mejores tradiciones y erudición, creyendo que la
revelación de Escritura debe continuar a iluminar, desafiar y transformar
culturas, estructuras y maneras de pensar, especialmente a los que predominan
hoy en día.
La Resolución
III.1
de la Conferencia de Lambeth 1998 destaca esa falta, como también el Informe
de Windsor: 57. Esto quiere decir para que La Escritura “funcione” como el
vehículo de la autoridad de Dios es necesario que se la lea en el corazón de
alabanza de una manera que (por leccionarios apropiados y el uso de Escritura
en cánticos etc.) permita el escuchar, entender y reflexionar sobre Escritura
no como un ruido religioso y placentero del trasfondo pero como la palabra
viva y activa de Dios. El mensaje completo de la escritura y sus varias
partes se deba predicar y enseñar de todas las maneras apropiadas y posibles.
Es la responsabilidad de toda la Iglesia
interactuar con la Biblia conjuntamente; adentro de cual cada individuo
cristiano deba estudiar y aprender de ella con reflexión y oración en mayor
medida posible. Adentro de este contexto, los líderes acreditados de la
Iglesia tienen una responsabilidad, por la enseñanza y predicación continua, animar a la Iglesia que crezca en
madurez, así que cuando hay que hacer juicios difíciles se hacen con el
conocimiento completo de los textos.
|
Reafirma
la autoridad principal de las escrituras, según su propio testimonio y
apoyado por nuestros formularios históricos.
Invita
a nuestras provincias, como nos abrimos nuevamente a una visión de una
Iglesia llena de la Palabra y llena del Espíritu, a promover a todos los
niveles programas de estudio bíblico que pueden informar y nutrir la vida de
la diócesis, la congregación, el seminario, la comunidad y miembros de todas
edades.
Resolución 4 de
la Conferencia de Lambeth de 1958 reconoció la deuda “a la multitud de
sabios dedicados que... han enriquecido y profundizado nuestra comprensión de
la Biblia...con integridad intelectual...” La Resolución de 1998 nos instó
que manejaremos el texto edificando sobre “nuestras mejores tradiciones y
erudición” (III.1. (b)). El Informe Comunión, Conflicto y Esperanza de 2008
dice que la tradición Anglicana de lectura bíblica tiene “un respeto profundo
para erudición bíblica” (para 65) También
existe el reconocimiento que “leemos la Biblia conjuntamente,
corporativamente e individualmente, con un sentido agradecido y crítico al
pasado, un vigoroso compromiso con el presente, y con un paciente esperanza
por el futuro de Dios.” ( Una Presentación del grupo de trabajo Educación
Teológica para la Comunión Anglicana que fue incluida en los papeles de
preparación para Lambeth 2008)
|
(13).
|
|
|
El
espíritu de actualidad que ronda nuestra hermenéutica debe ser entendido como
una postura reflexiva y no reformadora de los pilares interpretativos presentes en la tradición eclesial. El actualizar postulados no necesariamente
implica que la dialéctica equiparada en el presente pretenda formular
concepciones nuevas por sobre el contenido y la singularidad bíblica. La
Comunión Anglicana aunque no cuestione la autoridad de las Provincias que la
integran se fundamentó en el valor supremo de la Palabra y lo planteó de esta
manera teniendo presente las declaraciones de la Iglesia universal y no solo de
algunos intereses regionales, la vocación universal de la Iglesia Anglicana
toca las entrañas de culturas y sociedades a lo largo y ancho del globo
terráqueo (14).
Afirmaciones
como “re-escribir la Biblia” son
incompatibles con el ser universal de la Iglesia de Cristo. El contenido de la
revelación no es opción del anglicano o el griego o del protestante, o del romano, y recientemente del llamado
evangélico, es el mandato del Dios revelado,
y solo de su Voluntad le plugó comunicarse bajo los conceptos humanos con
nosotros. Es pues determinante que se entienda con absoluta claridad que la
Biblia es inmodificable ya que su naturaleza no depende del “capricho de turno”
o de la exacerbada antropización de sus contenidos desvirtuando su contenido
sobrenatural (15).
Emplear
(debemos) argumentos existenciales como la relación de la revelación con el
medio sociológico donde el ser humano vive y edifica sus relaciones. La
Exegesis bíblica apunta con certera motivación hacia la Critica Histórica de
las Escrituras, es sin duda importante la participación de la crítica en el
afianzamiento de los contenidos salvíficos y esta tradición eclesial lo
reconoce en su justa valoración, la
realidad sociológica que rodearon las Escrituras y su composición bajo el signo
gramatical de sus escritores sin duda nos hace pensar en los distintos estadios
de tiempo y Fe que estas atravesaron y la forma como desarrollaron su
influencia en el pasado antropológico y como lo hacen en nuestro presente.
Los
PP. de la Iglesia apuntan hacia el conocimiento espiritual y el afianzamiento
de la relación con el Dios revelado, y
en el presente de nuestra historia personal y
eclesial dirigimos la mirada a la
hermenéutica y exegesis que se adentran en el Ser y su relación con el mundo o
escenario de relaciones de toda índole. (16) La tarea que incumbe a la exégesis
de comprender bien el testimonio de Fe
de la Iglesia apostólica, no puede ser llevada a buen término de modo riguroso
sin una investigación científica que estudie las estrechas relaciones de los textos del Nuevo
Testamento con la vida social de
la Iglesia primitiva (17). La utilización de los modelos proporcionados por la
ciencia sociológica asegura a las investigaciones de los
historiadores sobre las épocas bíblicas una notable capacidad de
renovación, pero es necesario, naturalmente, que los modelos sean
modificados en función de la realidad estudiada (18).
La Iglesia Anglicana en su corpus doctrinal no difiere de la
voluntad de la revelación en Cristo para afirmar su contenido salvífico.
Estamos en línea directa con la praxis eclesial de los primeros siglos, en el
presente la configuración de la revelación pasa por interpretaciones movidas en el contexto de una realidad
antropizada más agresiva y habida de valores para vivir y creer en sus
contenidos. La mediática postura de llevar a los medios sucesos estrictamente
humanos muchas veces cuestiona la Fe de quienes estan deseosos de vivir su Fe bajo el paradigma
cristiano. Nos preocupa sin duda alguna,
tendencias que pretenden restar valor a las tradiciones, eso de
concretizar en una teoria de
conocimiento “pretérita” que supone que el pasado queda allí donde
inicia el presente, sin que medie la dialéctica en la doctrina heredada, de
esta manera no suena descabellado pretender re-escribir la verdad
absoluta revelada (19). El presente
cuando no se ajusta al pasado puede perder significación total y dejar de
ser significante también en la praxis. La interpretación en su sentido
único nos dice que todos sus contenidos
buscan ser dirigidos a la confirmación Cristocentrica de la revelación y de
nuestra Fe.
La vivencia Episcopal
hace de las Escrituras fuente viva y signo totalizante del plan salvífico de Dios.
Esta realidad se aferra a la historia en su cosmovisión hermenéutica y
exegética y no depende del presente sino de la tradición que da los fundamentos
histórico-críticos para su interpretación. La historia se indica así misma como el nexo real con el presente. La
verdad revelada asume también el hoy de
nuestra historia pero nos dice que sus bases no son negociables. Es una
concepción de su realidad vivenciada en el presente, cuando lo decimos de esta
forma, estamos asegurando que su contenido no se altere sino que cobra todo su valor ante los sucesos
del presente (20).
Es la responsabilidad de toda la Iglesia
interactuar con la Biblia conjuntamente; adentro de cual cada individuo
cristiano deba estudiar y aprender de ella con reflexión y oración en su mayor
medida posible (Documento de la Iglesia sobre las Escrituras y su
hermenéutica, que citamos en el recuadro de arriba) (21). Afirmamos
indiscutiblemente que el futuro está en manos de Dios y como tal la Biblia es
signo de esperanza que enriquece nuestra
Fe. Toda nuestra reflexión se anima precisamente con la esperanza de su
Palabra y es para la Iglesia depósito de Gracia y manifestación recta del
querer de Dios. Estamos ante tiempos complejos pero ello se explica por la
constante evolución de los componentes de la sociedad actual y sus modelos
tanto políticos como económicos. La Iglesia no puede darle la espalda a los
bautizados en su empresa por la vida cotidiana, pero ello no implica que relaje
su disciplina y enseñanza para parecerse más moderna y asequible, si esa fuera
la realidad eclesial seriamos la Provincia con mayor cantidad de feligreses y
no su némesis, la que más bautizados perdimos en los últimos 15 años (22).
Nuestra hermenéutica es
totalizante con su inclusión en todos
los escenarios donde transita el creyente. Esto último nos invita a interactuar
en todos los campos posibles, pero ser esperanza y no cómplices de la
exacerbada subjetividad de algunos cristianos. La connotación colectiva nos
dice que hay cosas que no se
“rifan” por ser parte viva del
ser o corpus eclesial. La necesidad de esperanza se enfrenta ofreciendo el Evangelio de Cristo
y no nuestra concepción del mismo. Conservemos las fuentes en su mayor pureza
posible. No estamos pretendiendo ignorar la evolución cultural pero siempre
podemos ser un oasis en el desierto y no un desierto en el oasis eclesial que
la gente espera de nosotros. Nuestra hermenéutica se acerca al ser humano y su problema pero esta actitud no implica dejar los
postulados fundamentales para satisfacer concepciones antropizadas de la
realidad personal (23).
Nuestra cuestión
eclesiológica no radica en los derechos del bautizado puesto que estan
consagrados en el espíritu de los Estados y de la misma Iglesia, estamos más
bien enfocados en ver con claridad como los derechos son promovidos sin
distingo alguno pero dejando a salvo la integridad categórica de la Institución
eclesial. Como Episcopales no somos una Iglesia distinta somos la expresión
local de la Iglesia de Cristo lo que conlleva una responsabilidad historica con
la catolicidad de la que nos alimentamos
hace siglos. El Evangelio no posee localía es universal porque Cristo es su
Causa Eficiente (24). La Iglesia
defiende y promueve pero no se olvida de su ser
de Madre que le obliga a educar y formar a sus hijos, o existe algún
modelo eficiente de educación donde la expresión “represión” no sea empleado,
donde la norma no dicte responsabilidades en su proceso de aprendizaje.
Nosotros consideramos que la hermenéutica abierta al mundo plantea retos
interesantes y uno de ellos es encontrar sentido a la construcción de Derechos
y Deberes al interior de la conciencia humana.
Una propuesta afectiva
también es una opción fundamental en el modelo social y cultural de los
bautizados. El asumir el contenido Escrituristico nos faculta para visualizar escenarios
amplios de concertación sin perder en el horizonte dialéctico el camino trazado
desde hace mucho tiempo. Hoy la dinámica antropocéntrica nos invita a considerar
la emancipación del pensamiento como pasó hace siglos en el Renacimiento y
posteriormente dotado de razón de autodeterminación en la Ilustración (el
imaginario colectivo supone su origen en Francia pero en realidad ocurrió en
Inglaterra). Esta dinámica nos debe permitir asumir concienzudamente el valor
intrínseco del orden eclesial en el que fuimos insertos por el santo Bautismo
(25). Hoy estamos analizando la historia bajo el signo de la realización de
nuestros ideales eclesiales y como la
orientación presente pueda sobrevivir en el futuro próximo, esa proximidad
requiere una instrucción dialéctica acorde con el tiempo y la razón social en
la que nos movemos. Podemos
plantearnos una reflexión más profunda de cara al futuro, de lo
contrario solos seremos ideas mediáticas
según dicte la necesidad de colectivos particularmente proclives a ser “guetos”
rompiendo incluso la interpretación universal del sentido común y típico de las
Sagradas Escrituras. La vocación salvífica del Texto Sagrado de Tradición
no procede pensando en una y otra necesidad
sino en la universalidad de nuestra categoría como seres humanos insertos en la
realidad percibida tiempo-espacial. Esa
misma materialidad es la que nos asegura un lugar en la historia y por ende en
la historia salvífica (26). La iglesia Episcopal y ella inserta en la Comunión
Anglicana reconoce el valor de las
Escrituras y su relevancia en la vida y obra de su corpus eclesial, de esta
forma insta sus clérigos y feligreses a
leerla y meditarla con toda atención y respeto, es una manera de invitarnos a
un constante y continuo estudio de su contenido y apoyarnos en las ciencias
auxiliares que intervienen para conocer el momento y contenido que llega a
nosotros. Aprovechamos para citar algunas ciencias auxiliares que intervienen
en un estudio bíblico más profundo:
·
Sociología
·
Psicología
·
Antropología
·
Paleontología bíblica.
·
Historia.
·
Gramática y lingüística (afines).
·
Derecho y su historia.
·
Filosofía.
·
Música y Poética.
·
Géneros literarios, tradiciones.
·
Arqueología.
·
Geografía.
·
Historia comparada de religiones.
·
Manuscritos antiguos.
En cuanto a la
problematización de sus contenidos partiendo de la fenomenología ligada a las Escrituras
podemos citar en su contexto el carácter crítico analítico de la
siguiente manera:
·
Crítica Literaria.
·
Critica Bíblica.
·
Critica de las Formas.
·
Critica de las Tradiciones.
·
Critica tanto canónica como retórica. (27).
Solo citando las más
empleadas para que tengamos una idea sobre el valor de la hermenéutica y la
exegesis bíblica en todas estas
disciplinas. Solo desde esta perspectiva es posible pensar en un análisis
bíblico que supere las posturas amañadas
e inspiradas de los cristianos
modernos, es decir, de aquellos que suponen que el análisis bíblico se
debe hacer sin ningún apoyo de lo académico (28). La realidad de nuestro
estudio formal sobre Sagradas Escrituras asegura una interpretación coherente del mensaje sin
tener la “necesidad” de sacarlo de su contexto, más bien temporizarlo, es
decir, ubicarlo en el tiempo relativo al presente sin que con ello se altere la
intencionalidad de su autor o relator cual fuere el momento y necesidad del
mismo (Texto inspirado). Nuestra Comunión eclesial, se interroga en el hoy de nuestra historia concediéndole total
actualidad al mensaje revelado y su praxis en la vida del bautizado Episcopal,
creemos es vital conocerlo (Dios) antes que entender su Voluntad (Acto
Volitivo) que escapa a nuestro conocer,
los santos PP. de la Iglesia plantearon el estudio bíblico como una necesidad espiritual para formular
una relación con el Dios vivo y revelado. Como muestra de esta definición
miremos las palabras del traductor de la Vulgata, Jerónimo que vivió en el
siglo V: Quien no conoce los evangelios, miente si dice conocer a Cristo. Y
más adelante afirmaran los santos PP. Pre y Nicenos con Agustín a la cabeza, un
axioma Escrituristico bien particular: El Canon de los Libros sagrados, está
más en el corazón de la Iglesia que en su letra. Es la manera como la tradición dice a
nuestro magisterio sobre el valor intrínseco de la Palabra y su actualidad en
nuestro presente que también será definitivo para nuestro futuro.
PRAXIS
HERMENÉUTICA DIMENSIÓN JURÍDICA,
FILOSÓFICA E HISTÓRICA.
Algunas notas
biográficas de los pensadores que intervienen en estos textos para aclarar su
identidad y continuar dilucidando su cometido.
|
Los PP. Reformadores del Movimiento de Oxford vieron la necesidad de
conservar el deposito Escrituristico y así reclamarlo a la Iglesia de
Inglaterra de la que tenían plena conciencia sobre su ser local de la Iglesia
de Cristo. Brevemente analizaremos las implicaciones de esta
afirmación-interpretada a la luz de nuestro presente:
Lo que separa los
tiempos de Newman del presente es, sin duda, la situación aconfesional
(en la praxis) del Estado en nuestros días y el ejercicio de la libertad
religiosa en las sociedades democráticas modernas. Newman caminaba
hacia ello, no ciertamente por el camino del desarrollo de la teoría
política, sino por el de la profundización en la naturaleza divina de la
Iglesia, objeto de Fe para quien reconoce en ella la instancia infalible
de la verdad (29).
|
Para Newman justo después
de la famosa homilía de Keble (14 de Julio de 1833) ante el Parlamento por la
supresión de algunas Diócesis en Irlanda, nos da la impresión básica del
Movimiento de Oxford (como hemos publicado anteriormente en
cristoeseltema.blogspot.com ) Según
el parámetro de nuestra reflexión hace daño suponer ser una Iglesia endémica
con características únicas si estas no se abren a la universalidad de la
catolicidad conservada en su liturgia y en sus Usos y Costumbres, el Trípode de
nuestra razón eclesial no puede ser factor distorsionador de su propia
universalidad, aquí la aprehensión de Newman le hace uno y parte de un todo, y aunque no lo admitamos abiertamente, este
hombre, es en sí naturalmente expresión de una voz que suena siempre
en el ser eclesial anglicano. Su ecumenismo no era ritualista sino dogmático y
como lo definimos así, por los presupuestos doctrinales que encontró como nexo
con la catolicidad universal (30). Es también en esta perspectiva la
interpretación hermenéutica y el trabajo de la exegesis, un recurso Supra de nuestra propia
identidad y catolicidad. Vemos con interés como la realidad de las Escrituras
en nuestro presente se adhiere al ser eclesial sin demeritarlo, antes bien, lo promueve por los caminos de la
realidad tanto ecuménica como evangelizadora.
El Episcopal está llamado a predicar con la verdad de la
revelación Escrita en sus manos, estableciendo un dialogo de Fe en el mundo y
sus distintos escenarios (31).
|
La sentencia anterior
entronca perfectamente con nuestra visión del mundo y sus relaciones sin
la necesidad de restarle validez a todos los procesos de conocimiento que nos
pueden enriquecer. Esta riqueza está disponible por el solo conocimiento
natural, es decir, que hace parte de lo que Dios nos concede conocer,
experimentar y comprender, el Episcopal problematiza su vida con el ánimo de
convertirla en praxis y experiencia que
defina su derrotero o postura en el mundo (entendemos por este término una
definición más profunda que la sola existencia material de la tierra) es pues
toda una dinámica que confluye en la experiencia de las relaciones redimidas a
las que hemos sido llamados. Somos por definición sociales (animal político) y esta concepción de la vida nos introduce en
una dinámica dialogante tanto con el Creador como con el hermano que está a
nuestro lado, sobre la cuestión recordamos las palabras del Hiponense cuando
dice: Si no eres capaz de respetar y amar al hermano que ves como dices
poder amar a Dios que no ves. La
percepción Psicológica de nuestra hermenéutica nos asegura una experiencia
superior a la mera interpretación o contextualización del mensaje, es sobre
toda consideración una gran posibilidad de ver el mundo y reconocer todos sus
matices (32).
La hermenéutica nos
permite abordar consideraciones del quehacer tanto institucional como de los
bautizados, es un recurso vital en la perspectiva del conocimiento de nuestro
entorno, es la interpretación de la revelación junto con su exegesis del
presente y la inminente proyección hacia el futuro. Es determinante para
nuestra Iglesia emplear este recurso para dilucidar su compromiso histórico y
extenderlo al obrar en todos los ámbitos del Ethos social y cultural. No
se trata de una visión estrictamente académica ya que ese tipo de conocimiento
es muy prolijo, aquí es necesario combinar armónicamente tanto la espiritualidad
de la Iglesia como su conocimiento multidisciplinario del mundo y sus
relaciones. Es pues urgente asumir una postura hermenéutica que construya una
identidad en frentes socio-culturales particularmente en nuestras Diócesis que
por mucho tiempo han vivido identidades prestadas dentro de la misma Provincia
(modelos institucionales). Y sobre la cuestión nos estamos refiriendo a la
inserción de tendencias que no son propiamente de esta latitud. Una Iglesia liberadora y libre es la
primicia de una hermenéutica y cultura educativa multidisciplinaria. De una nueva forma de
producir cambios en la sique del bautizado. La búsqueda incesante de la
uniformidad teológica y disciplinaria es un cometido institucional para
nuestras Diócesis (33).
La ciencia es una
realidad hermenéutica abordada desde la investigación pura de sus contenidos y
naturaleza, en dicho proceso el Episcopal puede ver la mano reveladora de Dios.
Este principio nos vincula directamente con la connotación racional de la
naturaleza humana y la cual debe ser saciada por ser parte Identitativa de
nuestra vital condición. Es pues,
necesario que salgamos al encuentro de las tendencias científicas del presente
y que los postulados y tesis planteados por la ciencia actual sean revisados a
la luz de nuestra formación conceptual.
Una hermenéutica de tal dimensión es vital para nuestra inserción en
el mundo y su fenomenología. La lógica hace parte del “arsenal Episcopal” como procedimiento y conclusión de nuestra
visión y postura ante el mundo y su intríngulis (34).
En cuanto a la comprensión
hay una parte indeleble de aplicación a la obra, la interpretación, y por
encima de todo, la interpretación
histórica y científica, no se reduce aquí por completo. Sino que en realidad la
interpretación corre el riesgo de tomar la forma de un monólogo donde todas las
concepciones son permitidas. ¿Qué es lo
que se resiste en nosotros a estas interpretaciones forzadas, si no es la idea
de un sentido objetivo puesto como télos asintótico (Propósito de
algo) del comprender? Es, de hecho,
posible identificar y relativizar las lecturas por ser demasiado modernizantes,
si bien el sentido de un texto se pone a favor de una interpretación
actualizante, llamémoslo el sentido enriquecido, puede con frecuencia disociarse
del sentido original, incluso si este último no conserva en ocasiones
más que una función propiamente heurística. No podemos determinar con certeza lo
que Platón entendía por idea, pero podemos mostrar que ésta no se reduce
ni al concepto puro de la razón, que develará Kant, pretendiendo comprender
mejor a Platón que lo que él mismo se hubo comprendido, ni los métodos de las ciencias
matemático-físicas según la interpretación de Cohen y Natorp (Natorp,
Paul (1854-1924). Filósofo alemán. Junto con H. Cohen (Coswig, 1842 -
Berlín, 1918) Filósofo alemán. Es la suya una típica biografía de filósofo,
toda ella concentrada en el pensamiento, la enseñanza y redacción de grandes
obras de elevado interés especulativo. Después de doctorarse en 1873 por la
Universidad de Marburgo, inició aquel mismo año un largo período de enseñanza,
siempre en la misma universidad, que había de prolongarse hasta 1912) (Fuente:
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cohen_hermann.htm) y E.
Cassirer (Ernst Cassirer Breslau, 1874 - Princeton, 1945) Filósofo alemán de
origen judío. Fue profesor en las universidades de Berlín y Hamburgo. Con la
llegada del nazismo tuvo que exiliarse primero en Suecia y luego en Estados
Unidos, donde murió. Entre sus numerosas obras sobresalen El Problema del
Conocimiento en la Filosofía y en la Ciencia Moderna (1906-20), Concepto
de sustancia y concepto de función (1910), Libertad y forma (1917), Idea
y Forma (1921), Filosofía de las Formas Simbólicas(1923-19), Antropología
Filosófica (1945) (Fuente:
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cassirer.htm ).
Es uno de los principales representantes de la
escuela de Marburgo, promotora del retorno al criticismo de Kant. Preocupado
por la ampliación del ámbito del saber, Natorp afirma que éste deberá darse
insistiendo en otras "formas" del saber, es decir, la
moral, la estética y la religión. La fundamentación de estos conocimientos
sectoriales, distintos a la lógica y a la matemática (las cuales, según él, son
de hecho substancialmente idénticas), compete a la psicología, ciencia capaz de
analizar la unidad de la conciencia. En política, Natorp, lo mismo que Cohen,
postuló un socialismo no materialista (Fuente: mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=natorp-paul)
He aquí el sentido crítico, y no
ontológico de la distinción que establecerá Emilio Betti, a partir de la
discusión de su tercer canon, entre la significación (Bedeutung) de un texto,
su sentido original, querido por el autor, y la Bedeutsamkeit (su
pertinencia, su valor, su aplicación a nuestra situación), que se llamará el sentido
enriquecido. La significación original no goza de un estatus ontológico o
epistemológico, como si se tratara de un en-sí conocible (expresión ya
paradojal), (35) sino de una función heurística (fundamentación y amplitud del
conocimiento). Porque, si la Bedeutsamkeit puede en ocasiones ser identificada
como tal, la Bedeutung original del texto no es nunca más que un fin asintótico
(relación con) del comprender, lo que Emilio
Betti reconoce cuando recuerda, siguiendo a Schleiermacher, que la
interpretación queda como una tarea infinita, esencialmente inacabable. En
la elaboración de su obra hermenéutica, centrada en la aprehensión objetiva de
un en-sí ideal y reificado, tal vez Emilio Betti no previó todas las
consecuencias.
La hermenéutica, el canon
de la adecuación de la comprensión o el canon de la correspondencia y de la congenialidad
hermenéutica. De acuerdo con este canon, el intérprete debe esforzarse en poner
su propia actualidad viviente en estrecha armonía con el mensaje que proviene
del objeto, de manea que el sujeto y el objeto, así acordados, vibran al
unísono. Terminología pasablemente lírica cuya primera intención es incitar al
intérprete a un acto de humildad cara a cara con su objeto. Lo que este canon
exige del sujeto, es una apertura o una amplitud de espíritu que permita la
institución de una congenialidad fraternal entre el intérprete y su
objeto. Este cuarto canon viene a limitar así el alcance del tercero que
parecía exaltar, más bien tímidamente, lo hemos visto, la actualidad del
comprender. La actualidad no basta, esta debe ser relevada por una actitud de humildad.
Es un canon de alcance ético, por no decir
religioso, por lo que espera del intérprete un altruismo puro, una abnegación
de sí (umilità e abnegazione di sè, que el alemán entiende por Uneigennützlichkeit
und Selbstentäusserung) en otras palabras, una disposición espiritual, en el
sentido fuerte del término, por la cual el sujeto ensaya ponerse en el diapasón
del otro. Emilio Betti invocará con énfasis las fórmulas de Humboldt (Nació el
22 de junio en Potsdam, y perteneció junto con su hermano Alexander von
Humboldt a la nobleza pomeriana. Sus maestros fueron preceptores y figuras
sobresalientes de la Aufklärung berlinesa. Ya siendo un joven estudiante de
derecho en la Universidad de Gotinga, conoció las corrientes intelectuales de
la nueva época. Tomo en serio la idea de Rousseau, quien exigía que ante todo
se formase “el hombre”, antes de convertirse en ciudadano y de consagrarse a
una actividad precisa.) De Schleiermacher (1768-1834 Filósofo y teólogo alemán,
nacido en Breslau. Realizó sus estudios en la universidad de Halle. Ejerció
como pastor protestante en diversas ciudades de Prusia y después en Berlín,
donde entró en contacto con los románticos de "Athenaeum",
especialmente con F. von Schlegel. Con éste concibió el proyecto de traducir
toda la obra de Platón, proyecto que finalmente realizaría él solo. Las ideas
expuestas en Discursos sobre la religión indujeron a la jerarquía
protestante a alejarlo de Berlín. Tras un período como predicador en la corte
en Stolpe (Pomerania), comenzó su carrera académica en Halle, que continuó
luego en Berlín, donde sería decano de la facultad de Teología hasta su muerte)
(Fuente: 36).
Sobre la trasposición del sujeto en el espíritu del
otro. La comprensión gozará
de una congenialidad de espíritu tal, estando sólo en condiciones de conocer
adecuadamente lo mismo. Este cuarto canon deja un poco perplejo. Se puede
preguntar primero, esta fue la objeción de Gadamer (Hans-Georg Gadamer Marburgo,
Alemania, 1900 - Heidelberg, 2002) Filósofo alemán. Se licenció con una tesis
doctoral en filosofía que dirigió Martin Heidegger en Friburgo (1922). Enseñó
estética y ética en su ciudad natal (1933), en Kiel (1934-1935) y de nuevo en
Marburgo, donde fue nombrado profesor extraordinario (1937). Dos años más tarde
consiguió una cátedra en la Universidad de Leipzig, para trasladarse luego a
las universidades de Frankfurt del Main (1947-1949) y Heidelberg (1949). Llegó
a ser profesor emérito en 1968) (37).
Si la congenialidad
postulada por Emilio Betti no quiere decir que sólo un espíritu genial o del
mismo nivel está en condiciones de comprender la obra de un genio. Esta sería
con toda seguridad una consecuencia absurda. Se puede preguntar también si este
canon representa verdaderamente una regla hermenéutica cuya aplicación
garantizaría la objetividad de la interpretación, como parece creerlo Emilio Betti.
¿La idea de una correspondencia del sujeto con el objeto no designa más bien en
el sistema de Emilio Betti jurista y pensador italiano (1890-1968) el
resultado de la interpretación? Este no es, propiamente hablando, un medio para
llegar allí.
INTERPRETACIÓN DE LOS PÁRRAFOS ANTERIORES.
La discusión sobre la hermenéutica en el
contexto legal y filosofico nos debe llevar a considerar una axiología propia
para enunciar en categorías de pensamiento su asimilación en el plano eclesial
(38). La realidad que se percibe desde la compleja dinámica racional debe ser asumida como primicias del ejercicio
racional consciente y seguro de su proceder. Es todo lo anterior existe una gran posibilidad de defender la capacidad
humana de identificarse con postulados que superan su ámbito cultural por ser
universales. Nuestra teoria del conocimiento o epistemología descansa sobre el concepto
de la lógica y la razón que en contacto con las nociones más auténticas de
trascendencia y antes de lo sobrenatural, nos mueve a reconocer los estadios de
conocimiento de los cuales la Gracia puede ser una base fundamental
materializada y convertida en historia. La hermenéutica como ciencia lo
expresábamos no solo atiende la necesidad bíblica también está presente en toda
expresión humana particularmente de sus interrogantes sobre la conjugación de
su realidad y los agentes que en ella participan, recordemos que la percepción
de la realidad pasa por la razón y la vivencia de sus categorías percibidas.
Las palabras nunca podrán construir imágenes
tan reales como las percibidas por el ser humano y sometidas a su propia
racionalidad, es aquí donde está el paradigma del conocer y ser conocido como
expresaría el gran Schopenhauer (Danzig, actual Gdansk, Polonia, 1788 -
Frankfurt, Alemania, 1860) Filósofo alemán. Fue hijo de un rico comerciante que
se trasladó con su familia a Hamburgo cuando Danzig cayó en manos de los
prusianos en 1793. Su madre fue una escritora que llegó a gozar de cierta fama,
y aunque el Schopenhauer maduro no tuvo buenas relaciones con ella, el salón
literario que fundó en Weimar proporcionó al filósofo la ocasión de entrar en
contacto con personalidades como Goethe (39). De esta manera el acto del
pensamiento por antonomasia como es la Idea se convierte en la manifestación
segura de nuestra propia conciencia e individualidad existencial. De este modo
como lo hemos expresado la hermenéutica concretiza las ideas y nos da la razón
al proceso conceptual formal de nuestro conocer sobre el mundo y los objetos
presentes en el (40).
En cuanto a su
asimilación Escrituristica reconocemos en el proceso de la hermenéutica la
visión explayada de la conciencia humana de lo contrario no sería un acto Libre
de Dios sobre la voluntad del ser humano
o persona redimida. Los estadios de evolución en la vida espiritual y social
del bautizado no pueden contrastar unos de otros, ya que el proceder como
materialización de la intencionalidad del Acto Humano refleja los postulados
afirmados o desmentidos por el bautizado. Para que el sujeto se haga uno con
el objeto necesitamos una condición totalizante del sujeto para reconocer el
valor intrínseco del objeto, esto es en términos de las Escrituras reveladas,
la aceptación de su categoría de
misterio y trascendencia para vivir su valor y vitalidad en la condición
espiritual del creyente. Creerle a la Biblia implica aceptar su contenido y
llevarlo a la dimensión de lo supra. Si el Episcopal mira la Biblia desde
una mera necesidad académica terminará
siendo solo eso en su vida, por ende, debe verla como realidad
trascendente y vivida en sí misma. Somos como bautizados, los primeros en ver su valor y perentoriedad
en nuestra existencia de Fe, hoy se hace
necesario que el Episcopal vea el mundo desde su fenomenología sin desconocer
que por sus realidades y nosotros en ella fue que Cristo entregó su Ser en la
Cruz. No es solo una afirmación categórica de nuestra piedad cristiana sino el
reconocimiento explícito de su naturaleza salvífica (41). Donde más sino en el
corazón del Episcopal estará seguro en depósito de nuestra Fe en el Dios
revelado, vivimos de cara al mundo y vemos en sus relaciones la manifestación
de un orden similar al natural pero este
en el Ethos cultural. Es desde esta perspectiva como cada uno de los
Episcopales atesora y actualiza el
mensaje revelado (42).
El objeto de la
hermenéutica es todo aquello que deseamos conocer y relacionar con el mundo en
el presente de nuestra comprensión racional. No buscamos movernos por caminos
de incomprensión ya que estos solo conducen a la frustración del conocimiento
implícito en el accionar de nuestra condición. Es pues la realidad percibida
desde nuestra sique la que determina su valor y como las categorías de lo conocido
se hacen unidad racional con la mente y
sus conceptos. La Idea de una hermenéutica relacionada con el saber es sobre
todo una concepción anglicana y por ende Episcopal. Es una de nuestras
primicias en la fenomenología cristiana (43).
Si buscamos una teoría
del conocimiento buscamos indeleblemente un problema para su comprensión y eso
precisamente es lo que el Episcopal hace ante el mundo y sus relaciones, unas
relaciones conducidas desde la aprehensión del mundo y sus intríngulis, aquí nuestra Mismidad descansa sobre la concepción de una Fe también
argumentada desde la racionalidad de su portador o sujeto intelectivo
(Episcopal). No es solamente una posibilidad sino y sobre toda consideración
una realidad descubierta por cada acto racional que emprendemos.
Una hermenéutica crítica y jurídica nos dice cuál
es la primicia de nuestra condición y el Derecho de nuestra vivencia en el
plano legal y relacional. Recordemos que es la
Iglesia Anglicana “Comunión Anglicana” la catolicidad que acepta los DD-HH
a diferencia de la Iglesia de Roma que no quiso firmar los protocolos de
defensa de los mismos por -según ellos- contradecir la norma sobre la familia y
la persona humana.
Es pues en este escenario donde la
hermenéutica del derecho aparece para indicarnos la manera de actuar en la
defensa de la realidad legan de la Nación y de la Iglesia (44). No puede
existir una persona sin la vivencia y promoción de los derechos. La sociedad ve
en la discusión sobre los derechos un
procedimiento tanto dialectico como legal. Tal forma de actuar puede hacer de
la Iglesia el parangón de las posibilidades de los individuos pero sometidos
todos al corpus eclesial y no fuera de él. Los meta relatos existen y son importantes
para definir la ruta de esta catolicidad. No podemos decir que ellos son el
paso puesto que los fundamentos dialécticos son los mismos (45).
Y queda en el ambiente la
pregunta o cuestión, sobre el fundamento dialectico de nuestra hermenéutica,
solo diremos que es un fundamento aquello que postula nuestro proceder y
define nuestro creer en el ámbito eclesial y su fenomenología (46).
|
La connotación de nuestra
historia está a la par de cada una de nuestras vivencias eclesiales y estas sin
duda son el Ethos que como bautizados hemos construido. Una hermenéutica que
afronta la realidad tal y como esta llega es la misma que de manera pragmática
señala rutas de trabajo y aceptación del otro y su realidad. Edificar un
discurso paradigmático a partir de las Escrituras es el cometido de la
meta-comunicación del Evangelio y del análisis exegético de las enseñanzas
contextualizadas de su corpus doctrinal.
La hermenéutica se vive en la dimensión de la
percepción y asimilación del concepto interpretativo que lo genera. La cuestión percibida
desde esta óptica nos asegura sistemáticamente la implementación de las normas
hermenéuticas para dar orden y estética
a la interpretación y hacer de su cometido un concepto universal, es
aquí donde la realidad de tener un
canon interpretativo nos define como
universales (47). Relacionar la metafísica
con la hermenéutica supone una valoración sobre-dimensionada del corpus a
tratar o dilucidar pero es posible solo desde la perspectiva de contenido trascendente del mensaje que se
forma a partir de su materialidad es decir de los acontecimientos que este
describe y que por medio de imágenes mentales construimos.
Nuestra hermenéutica en su explicitación
metafísica supera la capacidad de abstracción del mensaje al punto de hacer de
la revelación una meta-comunicación superando la revelación en su definición
más ontológica posible ya que se refiere al ser que se revela y el ser receptor
de la misma (Dios-Hombre) (48).
Los componentes intrínsecos del mensaje revelado e
interpretado por la hermenéutica cristiana comunican las primicias del
discernimiento desde la Fe y para la Fe. No es posible suponerlo de otra forma
ya que dilucidar un concepto es someterlo a un estadio superior al de la
hipótesis y nosotros como creyentes no generamos hipótesis sino conceptos desde
la Fe eclesial (49). La concepción Escrituristica del mensaje de Salvación supera los mitos
elaborados por encontrar su contenido en la misma línea de relatos
pertenecientes a otras culturas pero sin interpretación desde la dinámica de la
Fe. No es factible considerar que la estructura del Texto del relato de la
Creación sea en si la verdad conceptual tal y como se plasma en su gramática,
es mejor aún, necesario suponer el trabajo básicamente interpretativo para
definir esta cosmovisión creacionista. El mito se manifiesta sin la
interpretación de lo trascendente como su influjo y solo el reconocer en el
relato la vertiente racional del ser humano y su interpretación del
acontecimiento atemporal aquí manifestado en su versión tiempo-espacial
(50). El mito llega precedido del intelecto interpretativo del ser humano
más no de su verdad última. La hermenéutica asume el contenido desde la
perspectiva del que dice la revelación y como desde la Fe percibimos lo que
dice. La dinámica legal que impera en la revelación es en si la voluntad de lo
que se revela y la finalidad de su contenido, aquí entra el canon de su
interpretación según la necesidad del mismo mensaje. La influencia en la
revelación y sobre todo en su interpretación por otros pueblos y sus
concepciones fue evidente en Israel, miremos solo un extracto al respecto (51).
Oriente Medio:
La actual Palestina, Israel, Siria y oeste de Arabia.
|
África: En los territorios de
los actuales países: Libia, Egipto, Etiopía, Sudán, y norte de Kenia.
|
Asia: Valle del Indo,(Valle
del rio Indo en la India y Pakistán)
|
El territorio de Canaán
está situado entre el mar Mediterráneo y el río Jordán, abarcando parte de la
franja sirio-fenicia conocida también como el creciente fértil. Lo que
se conoce también con el nombre de Levante Mediterráneo.
|
La denominación de este
territorio con el nombre de Canaán, data aproximadamente del
año 3000 a.C.
Los romanos, durante su
extensa dominación, le cambiaron el nombre por Palestina como represalia
inmediata contra los hebreos tras sofocar su rebelión de 132-135 d.C.
|
La importancia de los
Cananeos para la cultura occidental radica principalmente en la invención de
nuestro actual sistema alfabético y de escritura, al desarrollar las letras a partir de los
jeroglifos egipcios, asociando una letra al sonido inicial de cada uno de los
objetos representados por los signos. El signo correspondiente a “casa” pasó
a ser la letra Beth, o B, por asociación con el primer sonido de ese signo
(Beth significa casa en cananeo, arameo, hebreo y árabe). El sistema
de escritura inventando por los cananeos es la base de todos los demás
alfabetos semíticos…
|
En la mitología
cananea Ël o IL era la deidad principal,
siendo el dios supremo y padre de la raza humana y de todas las criaturas. Se
lo llamaba “padre de todos los dioses” y “dios de dioses” (en
los hallazgos arqueológicos siempre es encontrado al frente de las demás
deidades). Sería el equivalente del dios sumerio Anu es decir “dios del Cielo” y por lo tanto
principio creador masculino; es debido a esto que en la cercanía de los
templos se encontraban símbolos fálicos que lo representaban.
Otro nombre dado
a Ël era a Dagón dagan se puede traducir ‘grano’,
‘trigo’ o ‘semilla’.
La “Corte” de Ël se
conformaba por dioses menores con diversas funciones y actividades, el
equivalente de los Annunaki de Babilonia, y un recuerdo de
los Grigori Prediluvianos de Génesis capítulo 6.
Este tipo de “Cortes de
dioses menores presididas por un dios supremo” se pueden observar en
las mitologías que se originan directamente de la dispersión: la
cananea, la egipcia, la griega y la India.
|
En los primeros
capítulos de Génesis, se nombra al Señor como ´Elohim; sobre esto
acota la Biblia Textual: El vocablo ´Elohim es un sustantivo común
plural intensivo que significa muy poderoso. El sustantivo común nombra
a personas, animales, cosas o ideas en forma general. Se escribe con
minúscula, en contraposición al sustantivo propio que oficia de nombre y se
escribe con mayúscula. La Biblia Hebraica Stuttgartensia (Texto de los Masoretas) translitera
´Elohim en todo el capítulo I de Génesis. La traducción literal de ´Elohim
es dioses, lo cual es bastante incómodo para una religión cuyo eje es el
monoteísmo. Los diccionarios explican que la palabra es un ´plural
mayestático de Dios, un superlativo: “Dios de dioses”, el más poderoso
Sobre la
palabra ´Elohim cota la Biblia Textual: Sin embargo
´Elohim es también usado para referirse a los dioses e ídolos paganos de
los pueblos vecinos de Israel (Génesis capítulo 31 versículo 30; Éxodo capítulo
20 versículo 33 ; Jueces capítulo 2 versículo 3) y también para referirse a
hombres, jueces, dioses y ángeles, según el contexto (Salmo 82).
En Génesis capítulo 1
versículo 26, la Biblia Hebraica Stuttgartensia en español traduce:
Entonces dijo ´Elohim: Hagamos al hombre
a nuestra semejanza y ejerzan dominio sobre los peces del mar,
las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra y sobre todo
reptil que repta sobre la tierra.
(52).
|
|
La evolución emparentada de la hermenéutica y
la exegesis arrojan como resultado la interpretación del Texto teniendo
presente los datos que su historia arrojan, no es posible pensar en un canon
hermenéutico que parta de la nada interpretativa siempre, lo hará del Texto
visto desde una perspectiva inicial. Las categorías interpretativas son
hermanas de las verbales y la construcción literal anterior. De esta manera el
texto del recuadro nos muestra los paralelismos técnicos entre las visiones
cananeas y judías sobre la concepción de la divinidad tanto en el ámbito
construido como un mito y el segundo el judío de la Divinidad desde su
revelación e interpretación. El canon jurídico aparece en la medida en la
que la revelación constituye la norma en Israel y la prohibición de otros
dioses se asocia con el valor intrínseco de la revelación, el rechazo a Baal es
también consecuencia del análisis desde la perspectiva del influjo jurídico en
la sociedad judía (53).
La cosmovisión cananea
por asociación permitió al pueblo judío establecer su propio sistema de
creencias para socializar y dar cuerpo a la revelación de sus patriarcas. No es
posible suponer que los componentes de la revelación judía son exclusivos, estos son interpretados en el
entorno socio-cultural y sus raíces en las tradiciones de pueblos vecinos como
el cananeo. El Dios revelado a Abraham y Moisés por ejemplo, es el Dios
manifestado a la conciencia de estos hombres y
no podríamos suponer que es el mismo de la construcción mítica cananea
aunque existan similitudes, solo existen tales similitudes por la necesidad
humana de construir pensamientos basándonos en lo conocido (54). Las
ciencias auxiliares pueden ayudar en la organización del discurso a partir del
concepto hermenéutico. El Episcopal no puede desconocer la necesidad de la
influencia académica en la praxis de su hermenéutica porque sin duda que esta
como la exegesis brota precisamente de su influjo…
Es muy interesante esta
concepción epistemológica del saber a nuestro alcance y necesaria reflexión. En
la hermenéutica bíblica la respuesta no
puede ser otra que ésta: mediante la exploración y aplicación al
Texto Sagrado de ese modelo que procura prudencialmente colocarse en el
punto intermedio de las dos tendencias epistemológicas anteriores,
pero sin predominio de ninguna de ellas (Sin embargo, de entrada, es
necesario aclarar que esta manera de pensar no necesariamente ignora que la
analogía se caracteriza por la semejanza y la diferencia, con predominio
precisamente de esta última, con sus respectivas implicaciones; entre estas
implicaciones está el de reconocer que pueden existir más de una interpretación
válida de un Texto Bíblico, mucho más cuando éste no se refiere a ninguna
doctrina esencial de la Fe cristiana. Pero reconocer tal cosa, es diferente a
identificarse deliberadamente con el equivocismo relativista posmoderno, lo
que, de algún modo, significaría renunciar a la semejanza o al balance y
alinearse al pensamiento o a la hermenéutica débil carente de sólidos
fundamentos) (55). La dinámica intuitiva de nuestra hermenéutica es teológicamente
concebida en la raíz misma de nuestra catolicidad y por ende de universalidad
conceptual, Estos conceptos son la constitución paradigmática de una
interpretación que toma de las vivencias y su contenido histórico para
articular su propia dialéctica. Un ejemplo de
esta afirmación que hacemos puede ser, la manera como el mensaje y su
contenido se dibuja indistintamente en la mente de los anglicanos como en la
concepción de los romanos y griegos, es una forma de expresar que el Sentido
Típico y Común de las Escrituras no se altera en la rama eclesial a la que
podemos hacer mención o referencia. La concepción salvífica es también
parte de la sique que opera en los mismos conceptos formativos que
vivimos, dicho o expresado de esta manera solo nos queda asegurar que las
escrituras poseen esa maravillosa cualidad de actualizar su contenido sin
alterar una solo de sus “comas” a
diferencia de las ediciones revisadas de los grandes literatos y científicos
que producen material de consulta y academia (56).
El Mito: Nunca podríamos definirlo como “malo” ya que
este sin duda se convirtió en un progreso significativo de la conciencia
humana por dilucidar cuantos problemas e interrogantes surgían en la
comprensión del mundo y sus relaciones. Nuestra antropología manifiesta categóricamente en cada mito que
buscó explicar una expresión
sobrenatural de la realidad así percibida (57).
|
El análisis hermenéutico de nuestra Iglesia
incorpora dialécticamente los elementos tanto de la tradición y su magisterio
como de la experiencia Escrituristica en el medio social y cultural donde nos
desenvolvemos, desde luego, esta concepción del influjo cultural genera un
Ethos formalmente unido a la realidad interpretativa de la Iglesia en su más
pura razón historica y no mediática (58). Miremos las palabras del teólogo alemán Bultmann sobre el mito y su
inclusión según su criterio en el (N.T) desde luego en lo personal lo considero
exagerado pero interesante en cuanto a la postura referente al mito y su construcción
en el intelecto del creyente que lee y medita el Texto Sagrado de Tradición, el
riesgo de su postura es convertir el Texto Inspirado en una mera exposición fenomenológica
construida por la mente humana. Pero miremos para reflexionar (59).
Bultmann: Todo el concepto del
mundo que se presupone en la predicación de Jesús, como en general en el
Nuevo Testamento, es mitológico. Este concepto del mundo lo
llamamos mitológico debido a que es diferente del concepto del mundo que ha
sido formado y desarrollado por la ciencia desde su inicio en la antigua
Grecia, y que ha sido aceptado por todos los hombres modernos (60).
|
Mirando lo anterior nos
resta aclarar que el mito y el Logos son absolutamente distintos, el
mito es una construcción artificial con un sustrato de verdad, al menos así
visto por la lógica y la razón en la perspectiva de la crítica conceptual, mientras
que el Logos como palabra expresa la capacidad intelectiva de conocer y aceptar
la verdad de lo conocido. Esta cuestión en la mentalidad de los griegos nos
permite afirmar que el Logos expresa concretamente la percepción de la realidad
sometida al imperio de la razón y la expresión de los sentidos, así la realidad
de la Palabra revelada se convierte en verdad de Fe incuestionable no solo
desde la posición del dogma sino también desde la axiomática realidad del
bautizado (61). De lo anterior solo someramente afirmamos que la revelación desde
la dinámica de la Biblia se fundamenta
en la percepción conceptual de nuestra Fe
y de la hermenéutica y exegesis que interpretan uy conocen bajo la proyección de
nuestra experiencia de Fe, sin Fe no hay hermenéutica como tal al menos en lo
referente a las Escrituras. El conocimiento académico sobre el Logos le
saca de la esfera supra para instalarlo en el plano conceptual eidético del ser humano. En cuanto al mito no
es posible comprobar su argumento fuera de la razón que le creó (62).
La Palabra de Dios es realmente la fuerza que
transforma al ser humano y a la Iglesia, debemos conocerla y amarla porque el
que “Conoce expresa amor” es una articulación literal de las palabras del
Hiponense: Nadie ama lo que no conoce… El Logos ilustrado es la Palabra
que llega a nosotros y podemos encontrar su sentido tanto gramatical como
conceptual y no solo aplica al ser Escrituristico de la Biblia puesto que
desambiguando el concepto de logos lo referimos en este caso al lenguaje
inteligente expresado en categorías intelectivas como tal (63). El Episcopal no
puede suponer que puede suspender el pasado y mucho menos pretenderlo desde la concepción
de nuestra hermenéutica, no es factible cambiar la realidad historica que nos
ha antecedido, por lo tanto para que buscar fundamentos anteriores para
desvirtuar lo que existe, las escrituras permanecerán intactas y es nuestra función
como clérigos y laicos comprometidos asegurarlo. La dinámica de la exegesis en la Iglesia Episcopal
no se altera del sentir intelectivo de la tradición de lo contrario sería una función
desprovista de la legitimidad que nos da la historia y su derrotero. El sentir histórico-crítico
para muchos “cíclico” no excluye de la vivencia salvífica del mensaje tal y
como lo hemos recibido en el fundamento eclesial que vivimos como bautizados. Somos
en síntesis como creyentes la razón salvífica de la revelación Escrita. El
poder de la transformación del término en verdad explicitada nos permite vivir
la revelación como camino e idea salvífica real y palpable. Somos pues, una Iglesia
historica que se alimenta de su ser dialectico concebido en la historia y no
fuera de ella, es decir, como pretender retroceder cuando la realidad
fundacional es verdaderamente antigua. La Iglesia es en sí y no solo lo que
pretendamos que ella sea. Su naturaleza no depende hoy de nuestras concepciones
y realidades percibidas, ella responde a las necesidades sin perder su objetividad
Escrituristica. O como buscar una epistemología temporal para enfrentar los
cambios que queremos tener en el corazón eclesial. Puedes verla como un axioma
y como un dogma acuñado en su interceptación
mística-salvifica, o simplemente como un movimiento que si puede responder a los vientos del presente
y tomar la ruta que algunos quieran. La Iglesia es y seguirá siendo lo que
es, Madre, esposa, sierva, maestra, en Cristo su Cabeza…
La Biblia es la Palabra
de Dios revelada en todo tiempo pero solo escrita en un tiempo… (64).
|
BIBLIOGRAFIA/FUENTES/CIBERGRAFÍA.
1-
portalmitologia.com/hermes-mensajero-de-los-dioses.
2-
A. J. MAAS Transcrito por Janet Grayson
Traducción por: Ph. D. Ángel R. Cepeda Dovala y M. A. Sonia M. Cepeda
Ballesteros Abril de 2006; México.
3-
ec.aciprensa.com/wiki/Hermenéutica.
4-
Nota del autor.
5-
Nota del autor.
6-
Nota del autor.
7-
Nota
del autor.
8-
Gadamer on
Gadamer,
en Gadamer and Hermeneutics, H. J. Silverman (ed.), p. 19.
9-
Autopresentación
de Hans-Georg Gadamer [originalmente en L. J. Pongratz
(ed.), Philosophie in Selbstarstellungen III, Hamburgo 1977, pp.
59-100], en Verdad y Método II, Sígueme, Salamanca 1992, p. 380.
11-
Nota del autor.
12-
Nota del autor.
14-
Nota del autor.
15-
Nota del autor.
16-
Nota del autor.
18-
Fuente: Documento
de la Pontificia Comisión Bíblica, “La Interpretación de la Biblia en la
Iglesia”.
19-
Nota del autor.
20-
Nota del autor.
21- www.anglicancommunion.org/media/254170/4-Themes-Principles-Spanish.pdf.
22-
Nota del autor.
23-
Nota del autor.
24-
Nota del autor.
25-
Nota del autor.
26-
Nota del autor.
27-
www.indubiblia.org/critica-biblica/ https://books.google.com.do/books?isbn=8470574531/ https://books.google.com.do/books?isbn=8400073703
28-
Nota del autor.
29-
summa.upsa.es/high.raw?id=0000001952&name=00000001.original.pdf...pdf.
30-
Nota del autor… https://plus.google.com/+DiegoFernandoSabogalGutierrez. cristoeseltema.blogspot.de/?view=mosaic. https://plus.google.com/+DiegoFernandoSabogalGutierrez/posts/AboJMo71nk4
31-
Nota del autor. En el contexto del
Ecumenismo y la Evangelización.
32- Nota
del autor/ prueba Psicológica de la existencia de Dios y su relación revelada
con el otro. Cristoeseltema.blogspot.com
33-
Nota del autor.
34-
Nota del autor.
35-
Emilio Betti (1962: 27-28) (Cf. la
conferencia de Bari, 1961, p. 8). Esta distinción crítica fue retomada por E.
D. Hirsch. Cf. a este respecto la crítica de G. B. Madison. Bianco,
F. (1978) «Oggetività dell’interpretazione e dimensioni del comprendere.
Un’analisi critica dell’ermeneutica di Emilio Betti», en Quaderni Fiorentini
per la storia del pensiero giuridico moderno…
38-
Nota del autor.
40-
Nota del autor.
41-
Nota del autor.
42-
Nota del autor.
43-
Notad el autor.
44-
Nota del autor.
45-
Nota del autor.
46-
Nota del autor.
47-
Nota del autor.
48-
Nota del autor.
49-
Nota del autor/ la construcción de la
hipótesis como fundamento de la cuestión a investigar.
50-
Nota del autor.
51-
Nota del autor.
52-
Fuente: https://lasemanasetenta.wordpress.com/2013/06/05/mitologia-cananea/
53-
Nota del autor.
54-
Nota del autor.
55-
Beuchot, M. (1998). Hermenéutica analógica
y crisis de la modernidad. Recuperado el 23 de enero del 2008, de http://www.uaem.mx/oferta/facultades/humanidades/filos/Beuchot-Herme.htm. https://www.recursosteologicos.org/Documents/Analogia_hermeneutica.html.
56-
Nota del autor/ La composición del mensaje
salvífico y sus estadios de evolución se actualizan bajo la Gracia de su mismo contenido.
57-
Nota del autor.
58-
Nota del autor.
59-
Nota del autor.
60-
Bultmann, Jesus Christ and the Mithology, p. 15. La fuente de la cual
se cita es: https://www.recursosteologicos.org/Documents/Libro_mito.htm.
61-
Nota del autor.
62-
Nota del autor.
63-
Nota del autor.
64-
Nota del autor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario