lunes, 23 de julio de 2018

DIALOGO HERMENÉUTICO EN LA IGLESIA EPISCOPAL...


DIÁLOGO  HERMENÉUTICO  EN  LA  IGLESIA  EPISCOPAL.




INTRODUCCIÓN.




Bendito Señor que ha causado todas las Escrituras santas ser escritas por nuestro aprendizaje; permítanos escucharlas, leer, marcar e interiormente digerirlas, que por paciencia (experiencia) y consolación de su Palabra santa, podamos abrazar, y sostener la esperanza bendita de la vida eterna, que nos ha dado en nuestro Salvador Cristo Jesús. Amén (LOC 1662 – Colecta del Segundo Domingo de Adviento).



La tradición toma el nombre de hermenéutica basándose en los relatos sobre su significación en la mitología clásica, el dios Hermes (Hermes nació como fruto de la unión entre Zeus y Maya, una de las hijas del gigantesco Atlas) (1), era el intérprete de los dioses en el mundo griego, nosotros creemos como muchos que no es  posible limitar la hermenéutica a la sola realidad bíblica y su contenido. La Exegesis bíblica  es la necesidad por medio de la cual se procede con la interpretación del Texto Sagrado de Tradición. En el caso de la Escritura, la hermenéutica ha disminuido el número de las opiniones de intérpretes eliminando aquellas no apoyadas por cualquier principio científico sólido (2). Tales principios son aún más necesarios para el intérprete Bíblico que un estudio de la lógica  para el pensador; mientras que las leyes del pensamiento se basan en una tendencia innata de la mente, el resto de las reglas de la hermenéutica se extienden en gran parte sobre los hechos externos de la mente. Y los resultados que fluyen de la aplicación de los principios de la hermenéutica no son menos importantes que aquellos derivados por medio de las leyes formales de la lógica, desde las controversias entre los judíos y los cristianos, entre los cristianos y los racionalistas, entre los católicos y protestantes, finalmente están de nuevo en las preguntas de la hermenéutica (3). Esta introducción se argumenta desde la ciencia para entrar en la consideración de la hermeneuta abierta a la dinámica antropológica que nos ha permitido formular relaciones en el todo eclesial. Las relaciones eclesiales tienen como punto de partida la injerencia del ser eclesial en la configuración de lo social, este Ethos descrito someramente es el resultado de su interacción en el plano cognoscible. Una interacción que interpreta las necesidades de la comunicación en su referente metafísico, de esta forma los enunciados adquieren categoría comunicativa y un fundamento por  medio del cual es factible proceder a elaborar las relaciones que inicialmente la motivaron (4). 

 La hermenéutica cuando se manifiesta al exterior de la sociedad produce una variante relacional interesante que se articula con el sentir y pensar de los distintos grupos y colectivos de índole social, es decir, ella facilita la elaboración de conceptos tanto en la Iglesia como en su cosmovisión o relación con el entorno-somático (5). La realidad que percibimos está totalmente antropizada lo que genera una opinión conocida bajo nuestras categorías de pensamiento y figuras, junto con su dialéctica, esto último se renueva cada vez que conceptos nuevos ingresan en el sistema de nuestro pensamiento, pero la novedad no implicara siempre que se deban incorporar como si fueran meta—relatos incuestionables por nuestra dialéctica. En el medio doctrinal y sociológico es posible encontrar enunciados que llegan, y algunos pretenden definir la comunicación y su interés a partir de su presencia. Hoy estamos más que convencidos de la necesidad de argumentar la aproximación dialéctica para asegurar que cuanto llega a nosotros pueda ser discriminado  según su valor y calidad (6). La categoría de la comunicación  es clave a la hora de valorar su contenido y la ulterior interpretación.  Los eventos actuales requieren de una respuesta sopesada en el contexto de nuestra propia eclesiología, hace rato que la facultad de elegir y ser elegido que en su naturaleza no cambia nada dentro de la Iglesia puede ser alterada para favorecer intereses de este o aquel grupo bajo el manto de la opción democrática. La naturaleza eclesial no puede estar sujeta a las preferencias o al matiz estrictamente socio-cultural, hace rato que debemos preguntarnos existencialmente hablando que es lo que deseamos, una Iglesia estrictamente humana o una institución con una norma disciplinaria sujeta a la tradición del Evangelio o al imperio de la razón antropizada, siendo que ambas opciones pueden edificar en paz (7).


TÉRMINOS CLAVE.


Hermenéutica.
Exegesis.
Praxis.
Naturaleza.
Iglesia.
Episcopal.
Realidad.
Dialogo.
Biblia.
Lambeth
Dialéctica
Intrínseco/Inmanente.


ACTITUD  DIALOGANTE   Y   NATURALEZA  DE  LA  HERMENÉUTICA.


Como decíamos en la Introducción, la postura hermenéutica no queda solo limitada a la categoría bíblica sino que es abarcante del accionar antropológico de la sociedad y del ser humano en su inserción categórica. En el contexto de la inserción categórica el ámbito eclesial puede y debe ser contado,  ya que los bautizados en general tienen la noción del ser eclesial aunque algunos de ellos no lo incluyan decididamente en sus vidas. (8) La vida confirmada desde la perspectiva dialogante supone una actitud esencialmente existencial al ver con claridad los estadios de evolución y/o madurez del bautizado, Si la comprensión de un problema depende de la comprensión del trasfondo del que surgió, las cuestiones comprendidas no son un mero objeto de conocimiento, se convierten en verdaderas preguntas repensadas en el momento actual. la búsqueda de las condiciones de comprensibilidad en sentido trascendental,  y el impacto del relativismo histórico, sino por algo que obviaban tanto la investigación trascendental como la posición relativista que condenaba a la inconmensurabilidad cualquier objeto comprensible, si bien el conocer implica el movimiento de las potencias del alma también es totalmente acertado asegurar que las Escrituras como revelación poseen un componente incuestionable y otro sujeto a la evolución de las épocas y conocer de nuevas expresiones de su dialéctica. Que es lo qué comprendemos cuando dialogamos, podría ser un interrogante bien fundado que despejaremos cuando abordemos este ensayo desde la perspectiva filosófica de su reflexión pasando de lo Supra a lo  Intelectivo.

 (9). La realidad contenida en nuestra visión hermenéutica se hace histórica una vez encontramos parangón para ella en el devenir de nuestra teología y  reflexión, así  como su  especulación. La realidad que hemos establecido desde la connotación filológica (Ciencia que estudia los textos escritos y, en ellos, la estructura y la evolución de una lengua y su desarrollo histórico y literario, así como la literatura y la cultura del pueblo o grupo de pueblos que los han producido) (10).  La realidad que se manifiesta bajo las categorías comunicativas (idioma, lengua, signos, claves) es determinada por la percepción en categorías racionales de la persona humana. Nosotros en el ser eclesial apreciamos las categorías de la revelación  y su inclusión en el mapa de nuestra historia haciendo de la revelación algo personal y colectiva,  que tiene todo que ver con la sique eclesial y la confesión intrínseca de nuestra propia Fe, quiéranlo o no el Episcopal confiesa su Fe en Cristo y en la Iglesia donde la dialéctica del Evangelio ve la luz en la inspiración de sus escritores (11). Nosotros vemos en la Palabra de Dios el fundamento racionalizado de nuestra Fe eclesial y esa connotación recibe la Gracia de la interpretación (12).

 Es indispensable conocer el derrotero histórico trasegado para problematizar el enunciado sobre la Iglesia que en realidad queremos vivir. Es preocupante  cuando la connotación antropológica cree estar sola y ser capaz de tejer la realidad inmanente de la Gracia  y sin desearlo al menos abiertamente se cae en el naturalismo critico al suponer que el papel de la Iglesia no es predicar el Evangelio sino asumir una filosofía de vida ajena a la disciplina para tolerar todo grupo inclusivo en ella sin tocar asuntos vitales como la disciplina eclesial, por ejemplo. Miremos apartes sobre el dialogo hermenéutico en el mundo Anglicano:





Artículo VI provee el fundamento – “La escritura contiene todas las cosas necesarias para la salvación” - dicho otra vez en el Cuadrilátero de Lambeth (Resolución 11 de la Conferencia de Lambeth 1888). Esta declaración se amplia, y se aplica en muchos de los documentos que se publican más tarde. Por ejemplo en preguntas hechas a los ordenandos en las liturgias de ordenación de la Comunión Anglicana, la Declaración de Consentimiento de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, la reafirmación de “la principal autoridad de escritura” en Sección 1.1.3 del texto propuesto del Pacto Anglicano – “las Santas Escrituras de los antiguo y nuevo testamentos que contienen todas las cosas necesarias para la salvación y que son una regla y guía final de la fe” – y también resolución III.1 de la Conferencia de Lambeth 1998:
Insiste que el texto bíblico sea tratado con respecto, con coherencia y constancia, edificando sobre nuestras mejores tradiciones y erudición, creyendo que la revelación de Escritura debe continuar a iluminar, desafiar y transformar culturas, estructuras y maneras de pensar, especialmente a los que predominan hoy en día.

La Resolución III.1 de la Conferencia de Lambeth 1998 destaca esa falta, como también el Informe de Windsor: 57. Esto quiere decir para que La Escritura “funcione” como el vehículo de la autoridad de Dios es necesario que se la lea en el corazón de alabanza de una manera que (por leccionarios apropiados y el uso de Escritura en cánticos etc.) permita el escuchar, entender y reflexionar sobre Escritura no como un ruido religioso y placentero del trasfondo pero como la palabra viva y activa de Dios. El mensaje completo de la escritura y sus varias partes se deba predicar y enseñar de todas las maneras apropiadas y posibles. Es la responsabilidad de toda la Iglesia interactuar con la Biblia conjuntamente; adentro de cual cada individuo cristiano deba estudiar y aprender de ella con reflexión y oración en mayor medida posible. Adentro de este contexto, los líderes acreditados de la Iglesia tienen una responsabilidad, por la enseñanza y predicación continua, animar a la Iglesia que crezca en madurez, así que cuando hay que hacer juicios difíciles se hacen con el conocimiento completo de los textos.
Reafirma la autoridad principal de las escrituras, según su propio testimonio y apoyado por nuestros formularios históricos.



Invita a nuestras provincias, como nos abrimos nuevamente a una visión de una Iglesia llena de la Palabra y llena del Espíritu, a promover a todos los niveles programas de estudio bíblico que pueden informar y nutrir la vida de la diócesis, la congregación, el seminario, la comunidad y miembros de todas edades.

Resolución 4 de la Conferencia de Lambeth de 1958 reconoció la deuda “a la multitud de sabios dedicados que... han enriquecido y profundizado nuestra comprensión de la Biblia...con integridad intelectual...” La Resolución de 1998 nos instó que manejaremos el texto edificando sobre “nuestras mejores tradiciones y erudición” (III.1. (b)). El Informe Comunión, Conflicto y Esperanza de 2008 dice que la tradición Anglicana de lectura bíblica tiene “un respeto profundo para erudición bíblica” (para 65) También existe el reconocimiento que “leemos la Biblia conjuntamente, corporativamente e individualmente, con un sentido agradecido y crítico al pasado, un vigoroso compromiso con el presente, y con un paciente esperanza por el futuro de Dios.” ( Una Presentación del grupo de trabajo Educación Teológica para la Comunión Anglicana que fue incluida en los papeles de preparación para Lambeth 2008)
(13).




El espíritu de actualidad que ronda nuestra hermenéutica debe ser entendido como una postura reflexiva y no reformadora de los pilares interpretativos  presentes en la tradición eclesial. El actualizar postulados no necesariamente implica que la dialéctica equiparada en el presente pretenda formular concepciones nuevas por sobre el contenido y la singularidad bíblica. La Comunión Anglicana aunque no cuestione la autoridad de las Provincias que la integran se fundamentó en el valor supremo de la Palabra y lo planteó de esta manera teniendo presente las declaraciones de la Iglesia universal y no solo de algunos intereses regionales, la vocación universal de la Iglesia Anglicana toca las entrañas de culturas y sociedades a lo largo y ancho del globo terráqueo (14).

Afirmaciones como “re-escribir la Biblia” son incompatibles con el ser universal de la Iglesia de Cristo. El contenido de la revelación no es opción del anglicano o el griego o del protestante, o del  romano, y recientemente del llamado evangélico, es el mandato del Dios revelado,  y solo de su Voluntad le plugó  comunicarse bajo los conceptos humanos con nosotros. Es pues determinante que se entienda con absoluta claridad que la Biblia es inmodificable ya que su naturaleza no depende del “capricho de turno” o de la exacerbada antropización de sus contenidos desvirtuando su contenido sobrenatural (15).

Emplear (debemos) argumentos existenciales como la relación de la revelación con el medio sociológico donde el ser humano vive y edifica sus relaciones. La Exegesis bíblica apunta con certera motivación hacia la Critica Histórica de las Escrituras, es sin duda importante la participación de la crítica en el afianzamiento de los contenidos salvíficos y esta tradición eclesial lo reconoce en su justa  valoración, la realidad sociológica que rodearon las Escrituras y su composición bajo el signo gramatical de sus escritores sin duda nos hace pensar en los distintos estadios de tiempo y Fe que estas atravesaron y la forma como desarrollaron su influencia en el pasado antropológico y como lo hacen en nuestro presente.

Los PP. de la Iglesia apuntan hacia el conocimiento espiritual y el afianzamiento de la relación con el Dios revelado,  y en el presente de nuestra historia personal y  eclesial  dirigimos la mirada a la hermenéutica y exegesis que se adentran  en el Ser y su relación con el mundo o escenario de relaciones de toda índole. (16) La tarea que incumbe a la exégesis  de comprender bien el testimonio de Fe de la Iglesia apostólica, no puede ser llevada a buen término de modo riguroso sin una investigación científica que estudie las estrechas relaciones de los textos del Nuevo Testamento con la vida social de la Iglesia primitiva (17).  La utilización de los modelos proporcionados por la ciencia sociológica asegura a las investigaciones de los historiadores sobre las épocas bíblicas una notable capacidad de renovación, pero es necesario, naturalmente, que los modelos sean modificados en función de la realidad estudiada (18).

 La Iglesia Anglicana  en su corpus doctrinal no difiere de la voluntad de la revelación en Cristo para afirmar su contenido salvífico. Estamos en línea directa con la praxis eclesial de los primeros siglos, en el presente la configuración de la revelación pasa por interpretaciones  movidas en el contexto de una realidad antropizada más agresiva y habida de valores para vivir y creer en sus contenidos. La mediática postura de llevar a los medios sucesos estrictamente humanos muchas veces cuestiona la Fe de quienes estan  deseosos de vivir su Fe bajo el paradigma cristiano.  Nos preocupa sin duda alguna, tendencias  que pretenden  restar valor a las tradiciones, eso de concretizar  en una teoria de conocimiento  “pretérita”  que supone que el pasado queda allí donde inicia el presente, sin que medie la dialéctica en la doctrina heredada, de esta manera no suena descabellado pretender re-escribir la verdad absoluta revelada (19). El presente  cuando no se ajusta al pasado  puede perder significación total y dejar de ser significante también en la praxis. La interpretación en su sentido único  nos dice que todos sus contenidos buscan ser dirigidos a la confirmación Cristocentrica de la revelación y de nuestra Fe.

La vivencia Episcopal hace de las Escrituras fuente viva y signo totalizante del plan salvífico de Dios. Esta realidad se aferra a la historia en su cosmovisión hermenéutica y exegética y no depende del presente sino de la tradición que da los fundamentos histórico-críticos para su interpretación.  La historia se indica así  misma como el nexo real con el presente. La verdad revelada  asume también el hoy de nuestra historia pero nos dice que sus bases no son negociables. Es una concepción de su realidad vivenciada en el presente, cuando lo decimos de esta forma, estamos asegurando que su contenido no se altere  sino que cobra todo su valor ante los sucesos del presente (20).

 Es la responsabilidad de toda la Iglesia interactuar con la Biblia conjuntamente; adentro de cual cada individuo cristiano deba estudiar y aprender de ella con reflexión y oración en su mayor medida posible (Documento de la Iglesia sobre las Escrituras y su hermenéutica, que citamos en el recuadro de arriba) (21). Afirmamos indiscutiblemente que el futuro está en manos de Dios y como tal la Biblia es signo de esperanza  que enriquece nuestra Fe.  Toda nuestra reflexión  se anima precisamente con la esperanza de su Palabra y es para la Iglesia depósito de Gracia y manifestación recta del querer de Dios. Estamos ante tiempos complejos pero ello se explica por la constante evolución de los componentes de la sociedad actual y sus modelos tanto políticos como económicos. La Iglesia no puede darle la espalda a los bautizados en su empresa por la vida cotidiana, pero ello no implica que relaje su disciplina y enseñanza para parecerse más moderna y asequible, si esa fuera la realidad eclesial seriamos la Provincia con mayor cantidad de feligreses y no su némesis, la que más bautizados perdimos en los últimos 15 años (22).

Nuestra hermenéutica es totalizante  con su inclusión en todos los escenarios donde transita el creyente. Esto último nos invita a interactuar en todos los campos posibles, pero ser esperanza y no cómplices de la exacerbada subjetividad de algunos cristianos. La connotación colectiva nos dice que hay cosas que no se  “rifan”  por ser parte viva del ser o corpus eclesial. La necesidad de esperanza  se enfrenta ofreciendo el Evangelio de Cristo y no nuestra concepción del mismo. Conservemos las fuentes en su mayor pureza posible. No estamos pretendiendo ignorar la evolución cultural pero siempre podemos ser un oasis en el desierto y no un desierto en el oasis eclesial que la gente espera de nosotros. Nuestra hermenéutica  se acerca al ser humano y su problema  pero esta actitud no implica dejar los postulados fundamentales para satisfacer concepciones antropizadas de la realidad personal (23).

Nuestra cuestión eclesiológica no radica en los derechos del bautizado puesto que estan consagrados en el espíritu de los Estados y de la misma Iglesia, estamos más bien enfocados en ver con claridad como los derechos son promovidos sin distingo alguno pero dejando a salvo la integridad categórica de la Institución eclesial. Como Episcopales no somos una Iglesia distinta somos la expresión local de la Iglesia de Cristo lo que conlleva una responsabilidad historica con la catolicidad  de la que nos alimentamos hace siglos. El Evangelio no posee localía es universal porque Cristo es su Causa Eficiente (24).  La Iglesia defiende y promueve pero no se olvida de su ser  de Madre que le obliga a educar y formar a sus hijos, o existe algún modelo eficiente de educación donde la expresión “represión” no sea empleado, donde la norma no dicte responsabilidades en su proceso de aprendizaje. Nosotros consideramos que la hermenéutica abierta al mundo plantea retos interesantes y uno de ellos es encontrar sentido a la construcción de Derechos y Deberes al interior de la conciencia humana.

Una propuesta afectiva también es una opción fundamental en el modelo social y cultural de los bautizados. El asumir el contenido Escrituristico  nos faculta para visualizar escenarios amplios de concertación sin perder en el horizonte dialéctico el camino trazado desde hace mucho tiempo. Hoy la dinámica antropocéntrica nos invita a considerar la emancipación del pensamiento como pasó hace siglos en el Renacimiento y posteriormente dotado de razón de autodeterminación en la Ilustración (el imaginario colectivo supone su origen en Francia pero en realidad ocurrió en Inglaterra). Esta dinámica nos debe permitir asumir concienzudamente el valor intrínseco del orden eclesial en el que fuimos insertos por el santo Bautismo (25). Hoy estamos analizando la historia bajo el signo de la realización de nuestros ideales eclesiales  y como la orientación presente pueda sobrevivir en el futuro próximo, esa proximidad requiere una instrucción dialéctica acorde con el tiempo y la razón social en la que nos movemos. Podemos  plantearnos una reflexión más profunda de cara al futuro, de lo contrario solos  seremos ideas mediáticas según dicte la necesidad de colectivos particularmente proclives a ser “guetos” rompiendo incluso la interpretación universal del sentido común y típico de las Sagradas Escrituras. La vocación salvífica del Texto Sagrado de Tradición no  procede pensando en una y otra necesidad sino en la universalidad de nuestra categoría como seres humanos insertos en la realidad percibida   tiempo-espacial. Esa misma materialidad es la que nos asegura un lugar en la historia y por ende en la historia salvífica (26). La iglesia Episcopal y ella inserta en la Comunión Anglicana  reconoce el valor de las Escrituras y su relevancia en la vida y obra de su corpus eclesial, de esta forma insta sus clérigos y  feligreses a leerla y meditarla con toda atención y respeto, es una manera de invitarnos a un constante y continuo estudio de su contenido y apoyarnos en las ciencias auxiliares que intervienen para conocer el momento y contenido que llega a nosotros. Aprovechamos para citar algunas ciencias auxiliares que intervienen en un estudio bíblico más profundo:

·         Sociología
·         Psicología
·         Antropología
·         Paleontología bíblica.
·         Historia.
·         Gramática y lingüística (afines).
·         Derecho y su historia.
·         Filosofía.
·         Música y Poética.
·         Géneros literarios, tradiciones.
·         Arqueología.
·         Geografía.
·         Historia comparada de religiones.
·         Manuscritos antiguos.
En cuanto a la problematización de sus contenidos partiendo de la fenomenología ligada a las Escrituras podemos citar en su contexto el carácter crítico analítico de la siguiente manera:
·         Crítica Literaria.
·         Critica Bíblica.
·         Critica de las Formas.
·         Critica de las Tradiciones.
·         Critica tanto canónica como retórica. (27).

Solo citando las más empleadas para que tengamos una idea sobre el valor de la hermenéutica y la exegesis bíblica  en todas estas disciplinas. Solo desde esta perspectiva es posible pensar en un análisis bíblico que supere las posturas amañadas  e inspiradas de los cristianos  modernos, es decir, de aquellos que suponen que el análisis bíblico se debe hacer sin ningún apoyo de lo académico (28). La realidad de nuestro estudio formal sobre Sagradas Escrituras asegura una  interpretación coherente del mensaje sin tener la “necesidad” de sacarlo de su contexto, más bien temporizarlo, es decir, ubicarlo en el tiempo relativo al presente sin que con ello se altere la intencionalidad de su autor o relator cual fuere el momento y necesidad del mismo (Texto inspirado). Nuestra Comunión eclesial, se interroga en el  hoy de nuestra historia concediéndole total actualidad al mensaje revelado y su praxis en la vida del bautizado Episcopal, creemos es vital conocerlo (Dios) antes que entender su Voluntad (Acto Volitivo)  que escapa a nuestro conocer, los santos PP. de la Iglesia plantearon el estudio bíblico  como una necesidad espiritual para formular una relación con el Dios vivo y revelado. Como muestra de esta definición miremos las palabras del traductor de la Vulgata, Jerónimo que vivió en el siglo V: Quien no conoce los evangelios, miente si dice conocer a Cristo. Y más adelante afirmaran los santos PP. Pre y Nicenos con Agustín a la cabeza, un axioma Escrituristico bien particular: El Canon de los Libros sagrados, está más en el corazón de la Iglesia que en su letra.  Es la manera como la tradición dice a nuestro magisterio sobre el valor intrínseco de la Palabra y su actualidad en nuestro presente que también será definitivo para nuestro futuro.


PRAXIS  HERMENÉUTICA  DIMENSIÓN JURÍDICA, FILOSÓFICA E HISTÓRICA.


Algunas notas biográficas de los pensadores que intervienen en estos textos para aclarar su identidad y continuar dilucidando su cometido.



Los PP. Reformadores del Movimiento de Oxford vieron la necesidad de conservar el deposito Escrituristico y así reclamarlo a la Iglesia de Inglaterra de la que tenían plena conciencia sobre su ser local de la Iglesia de Cristo. Brevemente analizaremos las implicaciones de esta afirmación-interpretada a la luz de nuestro presente:


Lo que separa los tiempos de Newman del presente es, sin duda, la situación aconfesional (en la praxis) del Estado en nuestros días y el ejercicio de la libertad religiosa en las sociedades democráticas modernas. Newman caminaba hacia ello, no ciertamente por el camino del desarrollo de la teoría política, sino por el de la profundización en la naturaleza divina de la Iglesia, objeto de Fe para quien reconoce en ella la instancia infalible de la verdad (29).


Para Newman justo después de la famosa homilía de Keble (14 de Julio de 1833) ante el Parlamento por la supresión de algunas Diócesis en Irlanda, nos da la impresión básica del Movimiento de Oxford (como hemos publicado anteriormente en cristoeseltema.blogspot.com )  Según el parámetro de nuestra reflexión hace daño suponer ser una Iglesia endémica con características únicas si estas no se abren a la universalidad de la catolicidad conservada en su liturgia y en sus Usos y Costumbres, el Trípode de nuestra razón eclesial no puede ser factor distorsionador de su propia universalidad, aquí la aprehensión de Newman le hace uno y  parte de un todo,  y aunque no lo admitamos abiertamente, este hombre, es en sí naturalmente expresión de una  voz que suena siempre en el ser eclesial anglicano. Su ecumenismo no era ritualista sino dogmático y como lo definimos así, por los presupuestos doctrinales que encontró como nexo con la catolicidad universal (30). Es también en esta perspectiva la interpretación hermenéutica y el trabajo de la  exegesis, un recurso Supra de nuestra propia identidad y catolicidad. Vemos con interés como la realidad de las Escrituras en nuestro presente se adhiere al ser eclesial sin demeritarlo,  antes bien, lo promueve por los caminos de la realidad tanto ecuménica como evangelizadora.


El Episcopal  está llamado a predicar con la verdad de la revelación Escrita en sus manos, estableciendo un dialogo de Fe en el mundo y sus distintos escenarios (31).


La sentencia anterior entronca perfectamente  con nuestra visión del mundo y sus relaciones sin la necesidad de restarle validez a todos los procesos de conocimiento que nos pueden enriquecer. Esta riqueza está disponible por el solo conocimiento natural, es decir, que hace parte de lo que Dios nos concede conocer, experimentar y comprender, el Episcopal problematiza su vida con el ánimo de convertirla  en praxis y experiencia que defina su derrotero o postura en el mundo (entendemos por este término una definición más profunda que la sola existencia material de la tierra) es pues toda una dinámica que confluye en la experiencia de las relaciones redimidas a las que hemos sido llamados. Somos por definición sociales (animal político)  y esta concepción de la vida nos introduce en una dinámica dialogante tanto con el Creador como con el hermano que está a nuestro lado, sobre la cuestión recordamos las palabras del Hiponense cuando dice: Si no eres capaz de respetar y amar al hermano que ves como dices poder amar a Dios que no ves.  La percepción Psicológica de nuestra hermenéutica nos asegura una experiencia superior a la mera interpretación o contextualización del mensaje, es sobre toda consideración una gran posibilidad de ver el mundo y reconocer todos sus matices (32).

La hermenéutica nos permite abordar consideraciones del quehacer tanto institucional como de los bautizados, es un recurso vital en la perspectiva del conocimiento de nuestro entorno, es la interpretación de la revelación junto con su exegesis del presente y la inminente proyección hacia el futuro. Es determinante para nuestra Iglesia emplear este recurso para dilucidar su compromiso histórico y extenderlo al obrar en todos los ámbitos del Ethos social y cultural. No se trata de una visión estrictamente académica ya que ese tipo de conocimiento es muy prolijo, aquí es necesario  combinar armónicamente tanto la espiritualidad de la Iglesia como su conocimiento multidisciplinario del mundo y sus relaciones. Es pues urgente asumir una postura hermenéutica que construya una identidad en frentes socio-culturales particularmente en nuestras Diócesis que por mucho tiempo han vivido identidades prestadas dentro de la misma Provincia (modelos institucionales). Y sobre la cuestión nos estamos refiriendo a la inserción de tendencias que no son propiamente de esta latitud.  Una Iglesia liberadora y libre es la primicia de una hermenéutica y cultura educativa  multidisciplinaria. De una nueva forma de producir cambios en la sique del bautizado. La búsqueda incesante de la uniformidad teológica y disciplinaria es un cometido institucional para nuestras Diócesis (33).

La ciencia es una realidad hermenéutica abordada desde la investigación pura de sus contenidos y naturaleza, en dicho proceso el Episcopal puede ver la mano reveladora de Dios. Este principio nos vincula directamente con la connotación racional de la naturaleza humana y la cual debe ser saciada por ser parte Identitativa de nuestra vital condición.  Es pues, necesario que salgamos al encuentro de las tendencias científicas del presente y que los postulados y tesis planteados por la ciencia actual sean revisados a la luz de nuestra formación conceptual.   Una hermenéutica de tal dimensión es vital para nuestra inserción en el mundo y su fenomenología. La lógica hace parte del “arsenal Episcopal”  como procedimiento y conclusión de nuestra visión y postura ante el mundo y su intríngulis (34).

En cuanto a la comprensión hay una parte indeleble de aplicación a la obra, la interpretación, y por encima de todo,  la interpretación histórica y científica, no se reduce aquí por completo. Sino que en realidad la interpretación corre el riesgo de tomar la forma de un monólogo donde todas las concepciones  son permitidas. ¿Qué es lo que se resiste en nosotros a estas interpretaciones forzadas, si no es la idea de un sentido objetivo puesto como télos asintótico (Propósito de algo)  del comprender? Es, de hecho, posible identificar y relativizar las lecturas por ser demasiado modernizantes, si bien el sentido de un texto se pone a favor de una interpretación actualizante, llamémoslo el sentido enriquecido, puede con frecuencia disociarse del sentido original, incluso si este último no conserva en ocasiones más que una función propiamente heurística. No podemos determinar con certeza lo que Platón entendía por idea, pero podemos mostrar que ésta no se reduce ni al concepto puro de la razón, que develará Kant, pretendiendo comprender mejor a Platón que lo que él mismo se hubo comprendido, ni los métodos de las ciencias matemático-físicas según la interpretación de Cohen y Natorp (Natorp, Paul (1854-1924). Filósofo alemán. Junto con H. Cohen (Coswig, 1842 - Berlín, 1918) Filósofo alemán. Es la suya una típica biografía de filósofo, toda ella concentrada en el pensamiento, la enseñanza y redacción de grandes obras de elevado interés especulativo. Después de doctorarse en 1873 por la Universidad de Marburgo, inició aquel mismo año un largo período de enseñanza, siempre en la misma universidad, que había de prolongarse hasta 1912) (Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cohen_hermann.htm) y E. Cassirer (Ernst Cassirer Breslau, 1874 - Princeton, 1945) Filósofo alemán de origen judío. Fue profesor en las universidades de Berlín y Hamburgo. Con la llegada del nazismo tuvo que exiliarse primero en Suecia y luego en Estados Unidos, donde murió. Entre sus numerosas obras sobresalen  El Problema del Conocimiento en la Filosofía y en la Ciencia Moderna (1906-20), Concepto de sustancia y concepto de función (1910), Libertad y forma (1917), Idea y Forma (1921), Filosofía de las Formas Simbólicas(1923-19), Antropología Filosófica (1945) (Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cassirer.htm ).

 Es uno de los principales representantes de la escuela de Marburgo, promotora del retorno al criticismo de Kant. Preocupado por la ampliación del ámbito del saber, Natorp afirma que éste deberá darse insistiendo en otras "formas" del saber, es decir, la moral, la estética y la religión. La fundamentación de estos conocimientos sectoriales, distintos a la lógica y a la matemática (las cuales, según él, son de hecho substancialmente idénticas), compete a la psicología, ciencia capaz de analizar la unidad de la conciencia. En política, Natorp, lo mismo que Cohen, postuló un socialismo no materialista (Fuente: mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=natorp-paul)  He aquí el sentido crítico, y no ontológico de la distinción que establecerá Emilio Betti, a partir de la discusión de su tercer canon, entre la significación (Bedeutung) de un texto, su sentido original, querido por el autor, y la Bedeutsamkeit (su pertinencia, su valor, su aplicación a nuestra situación), que se llamará el sentido enriquecido. La significación original no goza de un estatus ontológico o epistemológico, como si se tratara de un en-sí conocible (expresión ya paradojal), (35) sino de una función heurística (fundamentación y amplitud del conocimiento). Porque, si la Bedeutsamkeit puede en ocasiones ser identificada como tal, la Bedeutung original del texto no es nunca más que un fin asintótico (relación con)  del comprender, lo que Emilio Betti reconoce cuando recuerda, siguiendo a Schleiermacher, que la interpretación queda como una tarea infinita, esencialmente inacabable. En la elaboración de su obra hermenéutica, centrada en la aprehensión objetiva de un en-sí ideal y reificado, tal vez Emilio Betti no previó todas las consecuencias.

La hermenéutica, el canon de la adecuación de la comprensión o el canon de la correspondencia y de la congenialidad hermenéutica. De acuerdo con este canon, el intérprete debe esforzarse en poner su propia actualidad viviente en estrecha armonía con el mensaje que proviene del objeto, de manea que el sujeto y el objeto, así acordados, vibran al unísono. Terminología pasablemente lírica cuya primera intención es incitar al intérprete a un acto de humildad cara a cara con su objeto. Lo que este canon exige del sujeto, es una apertura o una amplitud de espíritu que permita la institución de una congenialidad fraternal entre el intérprete y su objeto. Este cuarto canon viene a limitar así el alcance del tercero que parecía exaltar, más bien tímidamente, lo hemos visto, la actualidad del comprender. La actualidad no basta, esta debe ser relevada por una actitud de humildad.

 Es un canon de alcance ético, por no decir religioso, por lo que espera del intérprete un altruismo puro, una abnegación de sí (umilità e abnegazione di sè, que el alemán entiende por Uneigennützlichkeit und Selbstentäusserung) en otras palabras, una disposición espiritual, en el sentido fuerte del término, por la cual el sujeto ensaya ponerse en el diapasón del otro. Emilio Betti invocará con énfasis las fórmulas de Humboldt (Nació el 22 de junio en Potsdam, y perteneció junto con su hermano Alexander von Humboldt a la nobleza pomeriana. Sus maestros fueron preceptores y figuras sobresalientes de la Aufklärung berlinesa. Ya siendo un joven estudiante de derecho en la Universidad de Gotinga, conoció las corrientes intelectuales de la nueva época. Tomo en serio la idea de Rousseau, quien exigía que ante todo se formase “el hombre”, antes de convertirse en ciudadano y de consagrarse a una actividad precisa.) De Schleiermacher (1768-1834 Filósofo y teólogo alemán, nacido en Breslau. Realizó sus estudios en la universidad de Halle. Ejerció como pastor protestante en diversas ciudades de Prusia y después en Berlín, donde entró en contacto con los románticos de "Athenaeum", especialmente con F. von Schlegel. Con éste concibió el proyecto de traducir toda la obra de Platón, proyecto que finalmente realizaría él solo. Las ideas expuestas en Discursos sobre la religión indujeron a la jerarquía protestante a alejarlo de Berlín. Tras un período como predicador en la corte en Stolpe (Pomerania), comenzó su carrera académica en Halle, que continuó luego en Berlín, donde sería decano de la facultad de Teología hasta su muerte) (Fuente: 36).  
Sobre la trasposición del sujeto en el espíritu del otro. La comprensión gozará de una congenialidad de espíritu tal, estando sólo en condiciones de conocer adecuadamente lo mismo. Este cuarto canon deja un poco perplejo. Se puede preguntar primero, esta fue la objeción de Gadamer (Hans-Georg Gadamer Marburgo, Alemania, 1900 - Heidelberg, 2002) Filósofo alemán. Se licenció con una tesis doctoral en filosofía que dirigió Martin Heidegger en Friburgo (1922). Enseñó estética y ética en su ciudad natal (1933), en Kiel (1934-1935) y de nuevo en Marburgo, donde fue nombrado profesor extraordinario (1937). Dos años más tarde consiguió una cátedra en la Universidad de Leipzig, para trasladarse luego a las universidades de Frankfurt del Main (1947-1949) y Heidelberg (1949). Llegó a ser profesor emérito en 1968) (37).

Si la congenialidad postulada por Emilio Betti no quiere decir que sólo un espíritu genial o del mismo nivel está en condiciones de comprender la obra de un genio. Esta sería con toda seguridad una consecuencia absurda. Se puede preguntar también si este canon representa verdaderamente una regla hermenéutica cuya aplicación garantizaría la objetividad de la interpretación, como parece creerlo Emilio Betti. ¿La idea de una correspondencia del sujeto con el objeto no designa más bien en el sistema de Emilio Betti jurista y pensador italiano  (1890-1968) el resultado de la interpretación? Este no es, propiamente hablando, un medio para llegar allí.


INTERPRETACIÓN DE LOS PÁRRAFOS ANTERIORES.


 La discusión sobre la hermenéutica en el contexto legal y filosofico nos debe llevar a considerar una axiología propia para enunciar en categorías de pensamiento su asimilación en el plano eclesial (38). La realidad que se percibe desde la compleja dinámica racional debe   ser asumida como primicias del ejercicio racional consciente y seguro de su proceder. Es todo lo anterior existe  una gran posibilidad de defender la capacidad humana de identificarse con postulados que superan su ámbito cultural por ser universales. Nuestra teoria del conocimiento o epistemología descansa sobre el concepto de la lógica y la razón que en contacto con las nociones más auténticas de trascendencia y antes de lo sobrenatural, nos mueve a reconocer los estadios de conocimiento de los cuales la Gracia puede ser una base fundamental materializada y convertida en historia. La hermenéutica como ciencia lo expresábamos no solo atiende la necesidad bíblica también está presente en toda expresión humana particularmente de sus interrogantes sobre la conjugación de su realidad y los agentes que en ella participan, recordemos que la percepción de la realidad pasa por la razón y la vivencia de sus categorías percibidas.

 Las palabras nunca podrán construir imágenes tan reales como las percibidas por el ser humano y sometidas a su propia racionalidad, es aquí donde está el paradigma del conocer y ser conocido como expresaría el gran Schopenhauer (Danzig, actual Gdansk, Polonia, 1788 - Frankfurt, Alemania, 1860) Filósofo alemán. Fue hijo de un rico comerciante que se trasladó con su familia a Hamburgo cuando Danzig cayó en manos de los prusianos en 1793. Su madre fue una escritora que llegó a gozar de cierta fama, y aunque el Schopenhauer maduro no tuvo buenas relaciones con ella, el salón literario que fundó en Weimar proporcionó al filósofo la ocasión de entrar en contacto con personalidades como Goethe (39). De esta manera el acto del pensamiento por antonomasia como es la Idea se convierte en la manifestación segura de nuestra propia conciencia e individualidad existencial. De este modo como lo hemos expresado la hermenéutica concretiza las ideas y nos da la razón al proceso conceptual formal de nuestro conocer sobre el mundo y los objetos presentes en el (40).

En cuanto a su asimilación Escrituristica reconocemos en el proceso de la hermenéutica la visión explayada de la conciencia humana de lo contrario no sería un acto Libre de Dios sobre la  voluntad del ser humano o persona redimida. Los estadios de evolución en la vida espiritual y social del bautizado no pueden contrastar unos de otros, ya que el proceder como materialización de la intencionalidad del Acto Humano refleja los postulados afirmados o desmentidos por el bautizado. Para que el sujeto se haga uno con el objeto necesitamos una condición totalizante del sujeto para reconocer el valor intrínseco del objeto, esto es en términos de las Escrituras reveladas, la aceptación  de su categoría de misterio y trascendencia para vivir su valor y vitalidad en la condición espiritual del creyente. Creerle a la Biblia implica aceptar su contenido y llevarlo a la dimensión de lo supra. Si el Episcopal mira la Biblia desde una mera necesidad académica terminará  siendo solo eso en su vida, por ende, debe verla como realidad trascendente y vivida en sí misma. Somos como bautizados,  los primeros en ver su valor y perentoriedad en nuestra existencia de Fe,  hoy se hace necesario que el Episcopal vea el mundo desde su fenomenología sin desconocer que por sus realidades y nosotros en ella fue que Cristo entregó su Ser en la Cruz. No es solo una afirmación categórica de nuestra piedad cristiana sino el reconocimiento explícito de su naturaleza salvífica (41). Donde más sino en el corazón del Episcopal estará seguro en depósito de nuestra Fe en el Dios revelado, vivimos de cara al mundo y vemos en sus relaciones la manifestación de un orden  similar al natural pero este en el Ethos cultural. Es desde esta perspectiva como cada uno de los Episcopales atesora y actualiza  el mensaje revelado (42).

El objeto de la hermenéutica es todo aquello que deseamos conocer y relacionar con el mundo en el presente de nuestra comprensión racional. No buscamos movernos por caminos de incomprensión ya que estos solo conducen a la frustración del conocimiento implícito en el accionar de nuestra condición. Es pues la realidad percibida desde nuestra sique la que determina su valor y como las categorías de lo conocido  se hacen unidad racional con la mente y sus conceptos. La Idea de una hermenéutica relacionada con el saber es sobre todo una concepción anglicana y por ende Episcopal. Es una de nuestras primicias en la fenomenología cristiana (43).

Si buscamos una teoría del conocimiento buscamos indeleblemente un problema para su comprensión y eso precisamente es lo que el Episcopal hace ante el mundo y sus relaciones, unas relaciones conducidas desde la aprehensión del mundo y sus intríngulis,  aquí nuestra Mismidad   descansa sobre la concepción de una Fe también argumentada desde la racionalidad de su portador o sujeto intelectivo (Episcopal). No es solamente una posibilidad sino y sobre toda consideración una realidad descubierta por cada acto racional que emprendemos.

Una hermenéutica crítica y jurídica nos dice cuál es la primicia de nuestra condición y el Derecho de nuestra vivencia en el plano legal y relacional. Recordemos que es la  Iglesia Anglicana “Comunión Anglicana” la catolicidad que acepta los DD-HH a diferencia de la Iglesia de Roma que no quiso firmar los protocolos de defensa de los mismos por -según ellos- contradecir la norma sobre la familia y la persona humana.

 Es pues en este escenario donde la hermenéutica del derecho aparece para indicarnos la manera de actuar en la defensa de la realidad legan de la Nación y de la Iglesia (44). No puede existir una persona sin la vivencia y promoción de los derechos. La sociedad ve en la discusión sobre  los derechos un procedimiento tanto dialectico como legal. Tal forma de actuar puede hacer de la Iglesia el parangón de las posibilidades de los individuos pero sometidos todos al corpus eclesial y no fuera de él. Los meta relatos existen y son importantes para definir la ruta de esta catolicidad. No podemos decir que ellos son el paso puesto que los fundamentos dialécticos son los mismos (45).

Y queda en el ambiente la pregunta o cuestión, sobre el fundamento dialectico de nuestra hermenéutica, solo diremos que es un fundamento aquello que postula nuestro proceder y define nuestro creer en el ámbito eclesial y su fenomenología (46).


La connotación de nuestra historia está a la par de cada una de nuestras vivencias eclesiales y estas sin duda son el Ethos que como bautizados hemos construido. Una hermenéutica que afronta la realidad tal y como esta  llega es la misma que de manera pragmática señala rutas de trabajo y aceptación del otro y su realidad. Edificar un discurso paradigmático a partir de las Escrituras es el cometido de la meta-comunicación del Evangelio y del análisis exegético de las enseñanzas contextualizadas de su corpus doctrinal.

La hermenéutica se vive en la dimensión de la percepción y asimilación del concepto interpretativo que lo genera. La cuestión percibida desde esta óptica nos asegura sistemáticamente la implementación de las normas hermenéuticas para dar orden y estética  a la interpretación y hacer de su cometido un concepto universal, es aquí donde la realidad de tener  un canon  interpretativo nos define como universales (47).  Relacionar la  metafísica  con la hermenéutica supone una valoración sobre-dimensionada del corpus a tratar o dilucidar pero es posible solo desde la perspectiva  de contenido trascendente del mensaje que se forma a partir de su materialidad es decir de los acontecimientos que este describe y que por medio de imágenes mentales construimos.

 Nuestra hermenéutica en su explicitación metafísica supera la capacidad de abstracción del mensaje al punto de hacer de la revelación una meta-comunicación superando la revelación en su definición más ontológica posible ya que se refiere al ser que se revela y el ser receptor de la misma (Dios-Hombre) (48).

Los componentes intrínsecos del mensaje revelado e interpretado por la hermenéutica cristiana comunican las primicias del discernimiento desde la Fe y para la Fe. No es posible suponerlo de otra forma ya que dilucidar un concepto es someterlo a un estadio superior al de la hipótesis y nosotros como creyentes no generamos hipótesis sino conceptos desde la Fe eclesial (49). La concepción Escrituristica del mensaje de Salvación supera los mitos elaborados por encontrar su contenido en la misma línea de relatos pertenecientes a otras culturas pero sin interpretación desde la dinámica de la Fe. No es factible considerar que la estructura del Texto del relato de la Creación sea en si la verdad conceptual tal y como se plasma en su gramática, es mejor aún, necesario suponer el trabajo básicamente interpretativo para definir esta cosmovisión creacionista. El mito se manifiesta sin la interpretación de lo trascendente como su influjo y solo el reconocer en el relato la vertiente racional del ser humano y su interpretación del acontecimiento atemporal aquí manifestado en su versión tiempo-espacial (50). El mito llega precedido del intelecto interpretativo del ser humano más no de su verdad última. La hermenéutica asume el contenido desde la perspectiva del que dice la revelación y como desde la Fe percibimos lo que dice. La dinámica legal que impera en la revelación es en si la voluntad de lo que se revela y la finalidad de su contenido, aquí entra el canon de su interpretación según la necesidad del mismo mensaje. La influencia en la revelación y sobre todo en su interpretación por otros pueblos y sus concepciones fue evidente en Israel, miremos solo un extracto al respecto (51).


Oriente Medio: La actual Palestina, Israel, Siria y oeste de Arabia.

África: En los territorios de los actuales países: Libia, Egipto, Etiopía, Sudán, y norte de Kenia.

Asia: Valle del Indo,(Valle del rio Indo en la India y Pakistán)

El territorio de Canaán está situado entre el mar Mediterráneo y el río Jordán, abarcando parte de la franja sirio-fenicia conocida también como el creciente fértil. Lo que se conoce también con el nombre de Levante Mediterráneo.
La denominación de este territorio con el nombre de Canaán, data aproximadamente del  año 3000 a.C.

Los romanos, durante su extensa dominación, le cambiaron el nombre por Palestina como represalia inmediata contra los hebreos tras sofocar su rebelión de 132-135 d.C.
La importancia de los Cananeos para la cultura occidental radica principalmente en la invención de nuestro actual sistema alfabético y de escritura, al desarrollar las letras a partir de los jeroglifos egipcios, asociando una letra al sonido inicial de cada uno de los objetos representados por los signos. El signo correspondiente a “casa” pasó a ser la letra Beth, o B, por asociación con el primer sonido de ese signo (Beth significa casa en cananeo, arameo, hebreo y árabe). El sistema de escritura inventando por los cananeos es la base de todos los demás alfabetos semíticos…
En la mitología cananea Ël o IL era la deidad principal, siendo el dios supremo y padre de la raza humana y de todas las criaturas. Se lo llamaba “padre de todos los dioses” y “dios de dioses” (en los hallazgos arqueológicos siempre es encontrado al frente de las demás deidades). Sería el equivalente del dios sumerio Anu  es decir “dios del Cielo” y por lo tanto principio creador masculino; es debido a esto que en la cercanía de los templos se encontraban símbolos fálicos que lo representaban.
Otro nombre dado a Ël era a Dagón dagan se puede traducir  ‘grano’, ‘trigo’ o ‘semilla’.
La “Corte” de Ël se conformaba por dioses menores con diversas funciones y actividades, el equivalente de los Annunaki de Babilonia, y un recuerdo de los Grigori Prediluvianos de Génesis capítulo  6.
Este tipo de “Cortes de dioses menores presididas por un dios supremo” se pueden observar en las  mitologías que se originan directamente de la dispersión: la cananea, la egipcia, la griega y la India.

En los primeros capítulos de Génesis, se nombra al Señor como ´Elohim; sobre esto acota la Biblia Textual: El vocablo ´Elohim es un sustantivo común plural intensivo que significa muy poderoso. El sustantivo común nombra a personas, animales, cosas o ideas en forma general. Se escribe con minúscula, en contraposición al sustantivo propio que oficia de nombre y se escribe con mayúscula. La Biblia Hebraica Stuttgartensia  (Texto de los Masoretas) translitera ´Elohim en todo el capítulo I de Génesis. La traducción literal de ´Elohim es dioses, lo cual es bastante incómodo para una religión cuyo eje es el monoteísmo. Los diccionarios explican que la palabra es un ´plural mayestático de Dios, un superlativo: “Dios de dioses”, el más poderoso
Sobre la palabra ´Elohim cota la Biblia Textual: Sin embargo ´Elohim es también usado para referirse a los dioses e ídolos paganos de los pueblos vecinos de Israel (Génesis capítulo 31 versículo 30; Éxodo capítulo 20 versículo 33 ; Jueces capítulo 2 versículo 3) y también para referirse a hombres, jueces, dioses y ángeles, según el contexto (Salmo 82).
En Génesis capítulo 1 versículo 26, la Biblia Hebraica Stuttgartensia en español traduce:
 Entonces dijo ´Elohim: Hagamos al hombre a  nuestra semejanza y ejerzan dominio  sobre los peces del mar, las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra y sobre todo reptil que repta sobre la tierra.

(52).



 La evolución emparentada de la hermenéutica y la exegesis arrojan como resultado la interpretación del Texto teniendo presente los datos que su historia arrojan, no es posible pensar en un canon hermenéutico que parta de la nada interpretativa siempre, lo hará del Texto visto desde una perspectiva inicial. Las categorías interpretativas son hermanas de las verbales y la construcción literal anterior. De esta manera el texto del recuadro nos muestra los paralelismos técnicos entre las visiones cananeas y judías sobre la concepción de la divinidad tanto en el ámbito construido como un mito y el segundo el judío de la Divinidad desde su revelación e interpretación. El canon jurídico aparece en la medida en la que la revelación constituye la norma en Israel y la prohibición de otros dioses se asocia con el valor intrínseco de la revelación, el rechazo a Baal es también consecuencia del análisis desde la perspectiva del influjo jurídico en la sociedad judía (53).

La cosmovisión cananea por asociación permitió al pueblo judío establecer su propio sistema de creencias para socializar y dar cuerpo a la revelación de sus patriarcas. No es posible suponer que los componentes de la revelación judía  son exclusivos, estos son interpretados en el entorno socio-cultural y sus raíces en las tradiciones de pueblos vecinos como el cananeo. El Dios revelado a Abraham y Moisés por ejemplo, es el Dios manifestado a la conciencia de estos hombres y  no podríamos suponer que es el mismo de la construcción mítica cananea aunque existan similitudes, solo existen tales similitudes por la necesidad humana de construir pensamientos basándonos en lo conocido (54). Las ciencias auxiliares pueden ayudar en la organización del discurso a partir del concepto hermenéutico. El Episcopal no puede desconocer la necesidad de la influencia académica en la praxis de su hermenéutica porque sin duda que esta como la exegesis brota precisamente de su influjo…

Es muy interesante esta concepción epistemológica del saber a nuestro alcance y necesaria reflexión. En  la hermenéutica bíblica la respuesta no puede ser otra que ésta:   mediante la exploración y aplicación al Texto Sagrado de ese modelo que procura prudencialmente colocarse en  el punto intermedio  de las dos tendencias epistemológicas anteriores,  pero sin predominio de ninguna de ellas (Sin embargo, de entrada, es necesario aclarar que esta manera de pensar no necesariamente ignora que la analogía se caracteriza por la semejanza y la diferencia, con predominio precisamente de esta última, con sus respectivas implicaciones; entre estas implicaciones está el de reconocer que pueden existir más de una interpretación válida de un Texto Bíblico, mucho más cuando éste no se refiere a ninguna doctrina esencial de la Fe cristiana. Pero reconocer tal cosa, es diferente a identificarse deliberadamente con el equivocismo relativista posmoderno, lo que, de algún modo, significaría renunciar a la semejanza o al balance y alinearse al pensamiento o  a la hermenéutica débil carente de sólidos fundamentos) (55). La dinámica intuitiva de nuestra hermenéutica es teológicamente concebida en la raíz misma de nuestra catolicidad y por ende de universalidad conceptual, Estos conceptos son la constitución paradigmática de una interpretación que toma de las vivencias y su contenido histórico para articular su propia dialéctica. Un ejemplo de  esta afirmación que hacemos puede ser, la manera como el mensaje y su contenido se dibuja indistintamente en la mente de los anglicanos como en la concepción de los romanos y griegos, es una forma de expresar que el Sentido Típico y Común de las Escrituras no se altera en la rama eclesial a la que podemos hacer mención o referencia. La concepción salvífica es también parte de la sique que opera en los mismos conceptos formativos que vivimos, dicho o expresado de esta manera solo nos queda asegurar que las escrituras poseen esa maravillosa cualidad de actualizar su contenido sin alterar una solo de sus “comas”  a diferencia de las ediciones revisadas de los grandes literatos y científicos que producen material de consulta y academia (56).

El Mito: Nunca podríamos definirlo como “malo” ya que este sin duda se convirtió en un progreso significativo de la conciencia humana por dilucidar cuantos problemas e interrogantes surgían en la comprensión del mundo y sus relaciones. Nuestra antropología manifiesta  categóricamente en cada mito que buscó explicar una expresión  sobrenatural de la realidad así percibida (57).

 El análisis hermenéutico de nuestra Iglesia incorpora dialécticamente los elementos tanto de la tradición y su magisterio como de la experiencia Escrituristica en el medio social y cultural donde nos desenvolvemos, desde luego, esta concepción del influjo cultural genera un Ethos formalmente unido a la realidad interpretativa de la Iglesia en su más pura razón historica y no mediática (58). Miremos las palabras del  teólogo alemán Bultmann sobre el mito y su inclusión según su criterio en el (N.T) desde luego en lo personal lo considero exagerado pero interesante en cuanto a la postura referente al mito y su construcción en el intelecto del creyente que lee y medita el Texto Sagrado de Tradición, el riesgo de su postura es convertir el Texto Inspirado en una mera exposición fenomenológica construida por la mente humana. Pero miremos para reflexionar (59).

Bultmann: Todo el concepto del mundo que se presupone en la predicación de Jesús, como en general en el Nuevo Testamento, es mitológico. Este concepto del mundo lo llamamos mitológico debido a que es diferente del concepto del mundo que ha sido formado y desarrollado por la ciencia desde su inicio en la antigua Grecia, y que ha sido aceptado por todos los hombres modernos (60).

Mirando lo anterior nos resta aclarar que el mito y el Logos son absolutamente distintos, el mito es una construcción artificial con un sustrato de verdad, al menos así visto por la lógica y la razón en la perspectiva de la crítica conceptual, mientras que el Logos como palabra expresa la capacidad intelectiva de conocer y aceptar la verdad de lo conocido. Esta cuestión en la mentalidad de los griegos nos permite afirmar que el Logos expresa concretamente la percepción de la realidad sometida al imperio de la razón y la expresión de los sentidos, así la realidad de la Palabra revelada se convierte en verdad de Fe incuestionable no solo desde la posición del dogma sino también desde la axiomática realidad del bautizado (61). De lo anterior solo someramente afirmamos que la revelación desde la dinámica  de la Biblia se fundamenta en la percepción conceptual de nuestra  Fe y de la hermenéutica y exegesis que interpretan uy conocen bajo la proyección de nuestra experiencia de Fe, sin Fe no hay hermenéutica como tal al menos en lo referente a las Escrituras. El conocimiento académico sobre el Logos le saca de la esfera supra para instalarlo en el plano conceptual  eidético del ser humano. En cuanto al mito no es posible comprobar su argumento fuera de la razón que le creó (62).

 La Palabra de Dios es realmente la fuerza que transforma al ser humano y a la Iglesia, debemos conocerla y amarla porque el que “Conoce expresa amor” es una articulación literal de las palabras del Hiponense: Nadie ama lo que no conoce… El Logos ilustrado es la Palabra que llega a nosotros y podemos encontrar su sentido tanto gramatical como conceptual y no solo aplica al ser Escrituristico de la Biblia puesto que desambiguando el concepto de logos lo referimos en este caso al lenguaje inteligente expresado en categorías intelectivas como tal (63). El Episcopal no puede suponer que puede suspender el pasado y mucho menos pretenderlo desde la concepción de nuestra hermenéutica, no es factible cambiar la realidad historica que nos ha antecedido, por lo tanto para que buscar fundamentos anteriores para desvirtuar lo que existe, las escrituras permanecerán intactas y es nuestra función como clérigos y laicos comprometidos asegurarlo.  La dinámica de la exegesis en la Iglesia Episcopal no se altera del sentir intelectivo de la tradición de lo contrario sería una función desprovista de la legitimidad que nos da la historia y su derrotero. El sentir histórico-crítico para muchos “cíclico” no excluye de la vivencia salvífica del mensaje tal y como lo hemos recibido en el fundamento eclesial que vivimos como bautizados. Somos en síntesis como creyentes la razón salvífica de la revelación Escrita. El poder de la transformación del término en verdad explicitada nos permite vivir la revelación como camino e idea salvífica real y palpable. Somos pues, una Iglesia historica que se alimenta de su ser dialectico concebido en la historia y no fuera de ella, es decir, como pretender retroceder cuando la realidad fundacional es verdaderamente antigua. La Iglesia es en sí y no solo lo que pretendamos que ella sea. Su naturaleza no depende hoy de nuestras concepciones y realidades percibidas, ella responde a las necesidades sin perder su objetividad Escrituristica. O como buscar una epistemología temporal para enfrentar los cambios que queremos tener en el corazón eclesial. Puedes verla como un axioma y como un  dogma acuñado en su interceptación mística-salvifica, o simplemente como un movimiento que  si puede responder a los vientos del presente y tomar la ruta que algunos quieran. La Iglesia es y seguirá siendo lo que es, Madre, esposa, sierva, maestra, en Cristo su Cabeza…


La Biblia es la Palabra de Dios revelada en todo tiempo pero solo escrita en un tiempo… (64).


BIBLIOGRAFIA/FUENTES/CIBERGRAFÍA.

1-      portalmitologia.com/hermes-mensajero-de-los-dioses.
2-      A. J. MAAS Transcrito por Janet Grayson Traducción por: Ph. D. Ángel R. Cepeda Dovala y M. A. Sonia M. Cepeda Ballesteros Abril de 2006; México.
3-      ec.aciprensa.com/wiki/Hermenéutica.
4-      Nota del autor.
5-      Nota del autor.
6-      Nota del autor.
7-       Nota del autor.
8-      Gadamer on Gadamer, en Gadamer and Hermeneutics, H. J. Silverman (ed.), p. 19.
9-      Autopresentación de Hans-Georg Gadamer [originalmente en L. J. Pongratz (ed.), Philosophie in Selbstarstellungen III, Hamburgo 1977, pp. 59-100], en Verdad y Método II, Sígueme, Salamanca 1992, p. 380.
11-  Nota del autor.
12-  Nota del autor.
14-  Nota del autor.
15-  Nota del autor.
16-  Nota del autor.
19-  Nota del autor.
20-  Nota del autor.
21-  www.anglicancommunion.org/media/254170/4-Themes-Principles-Spanish.pdf.
22-  Nota del autor.
23-  Nota del autor.
24-  Nota del autor.
25-  Nota del autor.
26-  Nota del autor.
28-  Nota del autor.
29-  summa.upsa.es/high.raw?id=0000001952&name=00000001.original.pdf...pdf.
30-  Nota del autor… https://plus.google.com/+DiegoFernandoSabogalGutierrez. cristoeseltema.blogspot.de/?view=mosaic.  https://plus.google.com/+DiegoFernandoSabogalGutierrez/posts/AboJMo71nk4
31-  Nota del autor. En el contexto del Ecumenismo y la Evangelización.
32-  Nota del autor/ prueba Psicológica de la existencia de Dios y su relación revelada con el otro. Cristoeseltema.blogspot.com
33-  Nota del autor.
34-  Nota del autor.
35-  Emilio Betti (1962: 27-28) (Cf. la conferencia de Bari, 1961, p. 8). Esta distinción crítica fue retomada por E. D. Hirsch. Cf. a este respecto la crítica de G. B. Madison. Bianco, F. (1978) «Oggetività dell’interpretazione e dimensioni del comprendere. Un’analisi critica dell’ermeneutica di Emilio Betti», en Quaderni Fiorentini per la storia del pensiero giuridico moderno…
38-  Nota del autor.
40-  Nota del autor.
41-  Nota del autor.
42-  Nota del autor.
43-  Notad el autor.
44-  Nota del autor.
45-  Nota del autor.
46-  Nota del autor.
47-  Nota del autor.
48-  Nota del autor.
49-  Nota del autor/ la construcción de la hipótesis como fundamento de la cuestión a investigar.
50-  Nota del autor.
51-  Nota del autor.
52-  Fuente: https://lasemanasetenta.wordpress.com/2013/06/05/mitologia-cananea/
53-  Nota del autor.
54-  Nota del autor.
55-  Beuchot, M. (1998). Hermenéutica analógica y crisis de la modernidad. Recuperado el 23 de enero del 2008, de http://www.uaem.mx/oferta/facultades/humanidades/filos/Beuchot-Herme.htm. https://www.recursosteologicos.org/Documents/Analogia_hermeneutica.html.
56-  Nota del autor/ La composición del mensaje salvífico y sus estadios de evolución se actualizan bajo la Gracia  de su mismo contenido.
57-  Nota del autor.
58-  Nota del autor.
59-  Nota del autor.
60-  Bultmann, Jesus Christ and the Mithology, p. 15. La fuente de la cual se cita es: https://www.recursosteologicos.org/Documents/Libro_mito.htm.
61-  Nota del autor.
62-  Nota del autor.
63-  Nota del autor.
64-  Nota del autor.












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