viernes, 7 de abril de 2017

REFLEXIÓN ESPIRITUAL SOBRE DOMINGO DE RAMOS Y EL SANTO TRIDUO PASCUAL...

CELEBRACIÓN DEL DOMINGO DE RAMOS Y SANTO TRIDUO PASCUAL.


REFLEXIÓN ESPIRITUAL.

LIBRA MIS OJOS DE LA MUERTE… Dales la luz que es su destino, yo como el ciego del camino pido un milagro para verte. Haz de esta piedra de mis manos una herramienta constructiva cura su fiebre posesiva y ábrela al bien de mis hermanos. Haz que mi pie vaya ligero, da de tu pan y de tu vaso al que te sigue paso a paso  por lo más duro del sendero… Que yo comprenda Señor mío al que se queja y retrocede, que el corazón no se me quede desentendidamente frío… Guarda mi Fe del enemigo, tantos me dicen que estás muerto y entre la sombra y el desierto dame tu mano y ven conmigo… Himno de la tarde (Vespertina).  
DOMINGO DE RAMOS.

La teología lleva muchos lustros hablando sobre estas celebraciones que se constituyen en el centro de nuestra gravedad espiritual. Domingo de Ramos o Palmas es un oasis de frescura y verdor en el mar de sufrimientos que aguardan al Salvador en Jerusalén. Su entrada de ribetes y señalamientos mesiánicos llena de manifestaciones pacíficas nos inclina a pensar en la naturaleza de su Reino donde la propuesta está cargada de Humildad en grado superlativo y donde la conciencia de Jesús lo sitúa emocionalmente ante el Sacrificio y ante el desprestigio que sufrirá junto con su familia. Recordemos una vez más que los condenados a muerte en la Cruz  eran considerados “peligrosos” para la Sociedad y sus familias eran señaladas de por vida como signo de castigo y maldición. Pues a todo eso se enfrenta el Redentor. Es aclamado bajo el símbolo de una forma primitiva contenida en el Salmo 118 versículo 26: Bendito el que viene en nombre de Dios, desde la casa de Dios os bendecimos. El termino Hosanna significa Salvación son palabras de un contenido muy profundo pero que en el colmo de la paradoja son olvidadas y condenado a la muerte de Cruz.  Nosotros hoy después de analizar nuestro proceder de Fe debemos ser conscientes y reconocer que muchas veces lo hemos aclamado y hemos dicho delante de los hombres y en nuestras iglesias y congregaciones que deseamos proclamar  con toda fuerza su reinado pero luego lo olvidamos y como los judíos testigos de sus muchas acciones milagrosas lo olvidamos y gastamos el tiempo en cosas muchas veces banales… Este domingo diremos Hosanna bendito el que viene en nombre de Dios… Y muy probablemente el domingo que sigue le abandonaremos por una actividad eminentemente social. Es necesario ser Coherentes y manifestar el grado de responsabilidad en el drama de la Cruz. Jesús murió por nosotros y no por pecados de su Ser. Jesús fue llamado pecador y condenado a muerte por una muerte que nos agobia a nosotros y por nuestros pecados personales y comunitarios… Él aclamado para luego ser vilipendiado. Él llamado mensajero de Dios para luego ser desconocido por la humanidad. Él llamado en el colmo de la hilaridad “hijo de David” para luego ser dejado solo por los mismos descendientes de David Rey de Israel… Mateo recrea la forma como el rey David manda que procedan con su hijo Salomón: Tomad con vosotros a los veteranos  de vuestro señor, haced montar a mi hijo Salomón sobre mi propia mula y bajadle a Guijón. Libro primero de Reyes capítulo 1 versículo 33 y también: Se apresuraron a tomar cada uno su manto que colocaron  bajo él… Segundo libro de Reyes capítulo 9 versículo 13. Los honores rendidos a Jesús son similares a los que se rendían a reyes y generales o militares destacados después de un triunfo en el campo de batalla. Esta última aseveración nos hace pensar que ellos más que reconocerlo como su Señor exaltaban la fama que precedía al Señor. Nosotros hoy y después del signo santo del Bautismo debemos caminar no solo en la vivencia de este tipo de signos de Fe sino en la Coherencia  de llamarle y aceptarle como Nuestro único y suficiente Salvador… Más que mantos y palmas debemos poner en su regazo nuestros corazones y la humildad suficiente para reconocerle en el hermano que sufre o que tiene conflicto con nosotros. Aclamarlo será un acto de profunda Fe y este acto debe consumarse  en nuestra cotidianidad. No hay descanso para quien vive de cara a Dios. El domingo de palmas entraremos al templo llenos de alegría para aclamarle y reconocerle como a Nuestro Único y Suficiente Señor y Salvador que reclama reinar íntegramente en nuestras vidas y corazones. No podemos permitirnos solo manifestaciones de profunda alegría sin su contenido espiritual. Estamos para vivir como signo de aclamación. Estamos para unir tanto lo que celebramos como lo que vivimos fuera del templo. Nos congregaremos este domingo y aclamaremos al Dios de la vida y lo más importante lo llevaremos con nosotros al trabajo, a la calle, a la familia, al restaurante, en fin, lo llevaremos con nosotros siempre…  Mayor tributo que vivir el amor no existe y mayor aclamación que hacer su santa Voluntad no puede haber. Bendito el Salvador que viene para ser nuestra autentica alegría. Bendito sea el Señor nuestro Rey.

SANTO TRIDUO PASCUAL.

JUEVES SANTO.

La Iglesia congrega a sus hijos los bautizados y los invita a vivir el signo del amor que comporta su entrega como don y alimento y que tal acto de extrema generosidad solo puede conducirnos a su Gracia y Misericordia.  El Jueves Santo la Madre Iglesia toma de la mano a cada uno de sus hijos y nos introduce en la mayor y mejor de las Comensalías posibles nos entrega en sus manos y corazón los dones excelsos de la Cena del Señor bajo las especies del pan y vino eucarísticos se renueva la presencia amorosa y fraterna del amor de Dios en su Adorado Hijo Nuestro Salvador. Este banquete es más que el maná y las codornices que el pueblo recibió en el desierto. Este alimento es más que un plato de lentejas y la progenitura de un Patriarca del (A.T) y es mucho más sin cuantía alguna por sobre cualquier ofrenda que la Iglesia pueda dar o rendir al Dios vivo: Jesús les respondió. En verdad en verdad os digo: No fue Moisés quien dio el pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo… Evangelio de Juan capítulo 6 versículo 32-33. Es el alimento que el bautizado vive y con el que configura su vida espiritual. En nuestra Iglesia el santo Sacramento del Altar es vital para establecer los signos directos y vivos de la Comunión  tanto personal como Eclesial con el Salvador… Es un alimento que salta hasta la vida eterna y que nos permite dimensionar la presencia de Dios en nuestras vidas. Cada domingo recargamos las baterías y continuamos nuestro caminar. Recibimos Viatico para la faena y cotidianidad. Cada domingo la Iglesia nutre con el Sacramento Eucarístico a sus hijos y los conforta para la lucha espiritual.  Estamos cada uno de nosotros comprometidos con la celebración de la vida y con su banquete que salta a la eternidad. Estamos unidos bajo el signo de la abundancia y el culmen de toda Gracia que el Señor nos permite vivir e interpretar desde nuestra visión de Fe. El bautizado ve el mundo y su realidad con ojos de Gracia y Perdón como de Solidaridad y Amor. Alimentemos nuestra espiritualidad con los dones eucarísticos y salgamos al mundo a dar prueba de la presencia del Señor en medio de nosotros. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño y como dice el Salmista escuchemos hoy su voz (Salmo 94). Es la voz de la vida  que se configura en la espiritualidad de los bautizados y su encuentro en la santa Eucaristía. Es un encuentro desprovisto de todo tipo de individualismos y autosuficiencias es por el contrario la manifestación confiada de quienes buscan y reciben a manos llenas… Recordemos que la Eucaristía inicia en la casa y en todo lo que hacemos y vivimos. Somos ministros de su Amor y generosidad y no podemos negar sus dones al mundo que entra en contacto con nosotros: De lo que tengo te doy (Hechos de los apóstoles capítulo 3 versículo 6). Esta riqueza que comparte es el don del amor convertido en Gracia, Liberación y Sanación que se convierte en cotidianidad en la vida del cristiano. Estamos haciendo una invitación muy especial a vivir nuestra espiritualidad y acompañar al Redentor en esta celebración en la que su presencia se objetiva haciéndose alimento de nuestra Fe y consabida filiación como hijos de Dios su Padre Celestial.  El Pan vivo bajado del cielo en la cosmovisión Joanica (Evangelio de Juan) es el resumen de la manifestación de Dios Hijo entre nosotros y la forma como se queda  como es en sí su simbología que ataca y neutraliza las enfermedades espirituales por falta de su alimento. Es un recurso de vida gratuito de Dios y que la Iglesia administra en cada celebración a sus hijos los bautizados. Como refuerzo de nuestra breve reflexión puedes visitar las Escrituras y meditar a la luz del capítulo 6 del Evangelio de Juan.

VIERNES SANTO.

En la dimensión antropológica este día es muy importante ya que por medio de sus celebraciones el bautizado entiende que la relación salvífica lo compromete tanto en Solidaridad como en Emotividad y que la Pasión es consecuencia de la aceptación amorosa de Jesús a la Voluntad de Dios en términos teológicos es la Intimación de la Voluntad salvífica. Es la afirmación al extremo de su amor incondicional, ese mismo amor que por su poder y fuerza logra derrotar la muerte y con ella todo lo que se expresa en términos de ausencia de Gracia y Esperanza. Somos solidarios por aquel que sufrió  en su piel, carne y huesos la saña del pecado estructural de la humanidad y personal de cada uno de nosotros. Es por demás la oportunidad para expresar nuestra Solidaridad con aquel que cargó los pecados de muchos (1 Pedro capitulo 2 versículo 24 y el profeta Isaías capítulo 53 versículo 4). Estamos poniendo de relieve la Oblación del Señor y como esta Oblación nos compró para su Reino. Este Viernes santo estaremos viviendo los dones que tenemos mientras  el Señor nos concede lo que le pedimos. Estos dones son fruto de su entrega sin límite alguno y que se constituyó en causa de Salvación para todos.   En este día viviremos la manifestación de su Amor y recibiremos su Misericordia… El Señor en la Cruz  nos abrazó con tanta fuerza como ninguno podrá aun teniendo sus brazos y manos libres de clavo alguno. Aquel amoroso Salvador que no se bajó de la Cruz porque su Amor era más grande que cualquier pecado o desobediencia de nuestra parte. Cada Gota de su Preciosísima Sangre es más valiosa que todo lo que tiene valor en el mundo. Cada Gota de su Sangre es Redención para el Universo y recordatorio de su amor sin límite alguno. Viernes santo estaremos delante de tu Cruz y no  nos moveremos hasta expresarte todo el amor que hay en nosotros. Este Viernes Santo diremos al mundo que estas padeciendo por nosotros y que no hay nada que rompa el vínculo de tu Amor en nosotros… Este día glorioso en el que el Salvador del mundo “pende de un madero” exclamaremos con San Agustín de Hipona: Oh feliz culpa que nos mereciste tal Redentor.

SÁBADO SANTO.

El primer anuncio de la Pascua del Señor  cuando la Iglesia representada por quienes le acompañaron durante su Pasión se dispone expectante a anunciar al Cosmos que su Señor está vivo. Que la muerte no retiene al autor de la vida. Que la muerte no puede abrazar a quien nos liberó de su yugo y tentáculos. Esta Noche santa y bendita en la que los bautizados unidos en su Liturgia y de la mano de la Madre Iglesia proclamaremos el triunfo de Cristo Resucitado, Señor de la vida y autor de nuestra Salvación está vivo y reclama su Imperio por sobre la antigua condición del ser humano y la Creación. La Liturgia está en una total actitud de recogimiento y espera prudente sin olvidar el drama de la Cruz y vivenciando su impacto en sus manifestaciones y ritos. Tiempo de confianza total en el Dios vivo y victorioso. En aquel que   entrega su vida y la vuelve a tomar y solo Dios cuya poder se manifiesta dando vida y vida sin medida alguna ya que solo el amor es la medida de lo que en su corazón no la tiene.  Bien diría el Hiponense: La medida del amor es amar sin medida. Estamos viviendo por su Gracia la mayor de las experiencias en este mundo y su realidad limitada por el pecado y la perdida flagrante de valores y virtudes. En esta santa Noche asistimos al triunfo del amor por sobre la desigualdad y la enfermedad. Por sobre el pecado y la privación de la Gracia. Por sobre la división y la tristeza. Por sobre el miedo y el hambre y la sed de Justicia como de perdón y Solidaridad. Estamos celebrando que el triunfo de Cristo es manantial de vida ilimitada y que nada podrá separarnos de su Amor como argumenta el apóstol Pablo en Romanos capítulo 8 versículo 39: Ni la altura ni la profundidad, ni otra criatura alguna podrá separarnos del Amor de Dios manifestado en Cristo Señor Nuestro…  Nada podrá impedir que el Amor de Dios se convierta en la razón y esencia de nuestra existencia como vida de Fe y realización  de nuestra nueva condición, es decir, de redimidos por su Muerte y ahora gloriosa Resurrección. Es la noche santa que nos llena de certeza para levantar los estandartes de la Esperanza la misma que pendió de la Cruz y que ahora es liberación plena y totalizante. Ya no hay posibilidad alguna de estar lejos de Cristo, por el contrario se escribe la página definitiva que nos llevará a la eternidad. La Iglesia y sus hijos los bautizados ven con alegría como la noche es el preludio de la más poderosa manifestación de la vida. Como el día descansa sereno y consciente de aclamar al Dios Resucitado. Paz y Bondad respiran las estrellas testigos mudas del sepulcro que como a ningún otro verán ascender a los cielos… Noche incomparable para llevar a la pila del santo Bautismo a los nuevos hijos de Dios y de su Iglesia. Noche única donde el Kairos de Dios se unirá con el presente de su Iglesia en la esperada Liturgia de esta santa Vigilia Pascual. En otras latitudes será la más ansiada celebración. Esta santa Noche proclamaremos la Historia de Salvación  desde la Creación cósmica hasta el triunfo del Salvador. Bendita noche que el mundo celebra en la paz de Cristo Resucitado el gran vencedor y Señor de la vida.

SOLEMNE DOMINGO DE RESURRECCIÓN.

Aquel anunciado por los profetas, esperado por los Patriarcas se hace presente en el mundo portando la Luz imperecedera de su Amor por la humanidad. Aquel que estaba presente desde antes de la fundación del Universo. Aquel en cuya presencia el Padre Dios creó los cielos y la tierra. Aquel anunciado por el ángel a una Virgen Niña desposada con un buen hombre de nombre José. Aquel que lloró por su amigo Lázaro y dio Agua Viva. Aquel que perdonó, sanó y liberó pero por sobre todo se convirtió en la medida de lo que en su corazón no tiene medida el Amor…   El fenómeno de la Resurrección hoy lo vivimos a partir de la Fe que su Gracia y Amor deposita en nuestros corazones. Dios Padre  nos ama con un Amor tan grande que parece una Madre, exclamación de uno de los personajes más sobresalientes del Siglo XX estamos hablando de Juan XXIII esta realidad es la que nos concede el poder existir y trascender. Somos la marca y Huella como Vestigia del Amor de Dios ya que solo Dios cuando ama Crea. Santísimo Día en el que la Creación expectante y la Iglesia se alegran y celebran que Cristo entregó para luego tomar su vida como ofrenda de Amor necesaria que opera nuestra Salvación. Día preclaro en el que la humanidad huele a eternidad. Día mayor entre todos los demás días en el que desde los Patriarcas y profetas hasta el último de los nacidos de Mujer celebran el triunfo de Cristo Redentor. Día sin igual en el que la vida desprendida de la tumba anuncia que la muerte ya no estará en el panorama trascendido del ser humano y la Esperanza deja a un lado la mortaja para reinar entre nosotros. Hoy  en esta mañana no hay otra mayor cosa o proeza que celebrar  la victoria de Cristo el Salvador. Nada queda entre nosotros y Dios que no sea superado por su  Amor y su Misericordia. Digamos todos unidos viva el Señor triunfante y glorioso listo para ir al Padre y dejar entre nosotros su corazón. Apenas iniciamos el camino de vivenciar el triunfo de Cristo y su Resurrección. Estamos empeñados en difundir que Cristo está vivo y reinando en nosotros los bautizados.





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