lunes, 24 de abril de 2017

CATEQUESIS SOBRE EL SÍMBOLO NICENO-

 ORIENTACIÓN CATEQUETICA SOBRE EL SÍMBOLO NICENO Y SU INTERPRETACIÓN TEOLÓGICA EN LA TRADICIÓN ANGLICANA.


INTRODUCCIÓN.


La Tradición de la Iglesia Anglicana es herencia común a las iglesias católicas que conocemos y cuya bitácora  y brújula se sustenta en las enseñanzas  de las Sagradas Escrituras y la reflexión posterior que en la Tradición adelantaron los santos PP. De la Iglesia y que para nuestros fines referimos al Símbolo Niceno-constantinopolitano que reúne las reflexiones y convicciones de la Iglesia a lo largo de su peregrinar. Esta misma postura nos invita a desempeñar un rol importante en la educación y difusión de nuestros principios teológicos comunes  que en el hoy de nuestra historia se convirtieron en patrimonio de la humanidad.  Tales argumentaciones fueron  el punto de partida para la estructuración de nuestra Doctrina y Cosmovisión. La Iglesia desde sus orígenes (primitiva) fue visibilizada en potencia mediante el desempeño y compañía de los apóstoles que asistieron y fueron formados por el Ministerio público del Salvador. Luego ellos procedieron de la misma manera ilustrando y educando en sus enseñanzas a hombres y mujeres que fueron vitales para la difusión del Evangelio de Cristo y la posterior maternidad eclesial. Desde Pentecostés asistimos al surgimiento de la Institución inicialmente en cabeza de los judíos  que acompañaron al Redentor y posteriormente de quienes de otras naciones conocieron el Evangelio y se unieron a sus propuestas de vida. La Antropización de la Palabra  de Dios   requiere un sistema praxis de sus postulados para elaborar estructuras sociales donde vivir sus contenidos. Estas estructuras cambian por épocas y desde luego por intereses… El símbolo de Nicea resume las expectativas y reflexiones de la cultura religiosa y la forma como el ser humano  está experimentando su entorno y analiza el drama social en el que vive. El símbolo con su componente humano sufre constantemente   la inclemencia de las interpretaciones y su concepción cambiante de la realidad que no debe afectar la atemporalidad del contenido y su significación. La Iglesia anglicana recibe de la Tradición el Símbolo y lo incorpora como fundamento de sus propias cosmovisiones y análisis de la realidad creada. Los PP. Apostólicos, antes los Apóstoles  en su Didajè, luego las escuelas de Alejandría y Antioquía,  desembocan en los PP. Capadocios, los PP. Griegos y latinos en la realidad del Texto Niceno (año 325) nosotros conservamos la traducción española.  El símbolo implica un contenido de naturaleza perceptible y analizada desde la perspectiva histórica de la teología que busca así serrar el paso a otras interpretaciones distantes de la Iglesia. La realidad se discrimina  a partir de los Nominales de Dios y las relaciones Trinitarias con la inclusión de la Iglesia y la maternidad de María. La Tradición anglicana también vincula en su exposición teológica grandes hombres que fueron importantes para lo que hoy es nuestra discusión teológica.

CREEMOS EN UN SOLO DIOS PADRE TODOPODEROSO, CREADOR DE CIELO Y TIERRA, DE TODO LO VISIBLE E INVISIBLE… Credo un unum Deum, Patrem Omnipotem, factoreum caeli et terrae, visibilium ómnium et invisibilium. La Tradición nos enseña que el Padre (exposición ad-extra de sus relaciones Trinitarias) es el Creador de todo cuanto existe y que la materia no es anterior a Él. Es principio sin principio en un acto de su Voluntad (Volitivo) Engendra al Hijo, es decir, el Padre se contempla así mismo en su perfección absoluta y solo  de su corazón puede brotar Amor perfectísimo que es la terminología Agustiniana que aterriza en la  Generación Eterna del Hijo… Citamos al Hijo puesto que al Igual que el Espíritu Santo estuvo  presente en la Creación por aquella máxima axiomática “donde está el Padre, está el Hijo y el Espíritu Santo y surte en la misma relación tanto del Hijo como del Espíritu Santo. El Padre es el Creador así lo asumen en los Nominales los PP. De la Iglesia y las Escrituras se refieren a Dios como Padre de todos (Efesios capítulo 4 versículo 6) por eso doblo mis rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra (Efesios capítulo 3 versículo 14 ss). Dios se manifiesta como Padre en la perfección de su relación con Jesucristo su Hijo. La Paternidad de Dios en nosotros es por dos vías: Nos creó y nos adoptó en su Adorado Hijo. Asumimos como verdad que fuera de Dios nada puede tener existencia y realidad auténticas y que solo Dios mueve el Universo que creó en su perfección y como un  “acto de su Voluntad” nosotros somos contingentes Dios no puede serlo. Aristóteles y posteriormente Tomás de Aquino y san Buenaventura   hablaron de un Motor Inmóvil que mueve otros motores para referirse a la realidad de las cosas que tienen su origen y justificación en Dios que esta fuera de las categorías tiempo-espaciales. Es pues el Padre Creador el Absolutamente necesario y Subsistente. La Creación existe gratuitamente precisamente porque Dios y solo Él necesario para su existencia. La Creación no puede agregarle nada a Dios pero Él sí y lo hace por Amor, el Padre Dios comparte con nosotros y su obra su:

·         Verdad
·         Belleza
·         Bien.

Su perfección no admite limitación alguna es Simple en cuanto a que no existe compuestos en Él y no existe porque Dios Es. Nosotros con nuestra vida tanto Cognitiva como Volitiva reflejamos lo que Dios es. Es pues el principio o fundamento de su Huella o Vestigia en la Creación y en nosotros personas creadas a su Imagen. Por analogía nosotros expresamos la felicidad que Dios vive y que desea para cada uno de nosotros. La Bondad de Dios solo comunica Felicidad y ese es su plan salvífico para la humanidad. La realidad que vivimos como obra de su Amor requiere de nosotros para transparentar el origen de la humanidad que no está en las estrellas sino en su Corazón. La tierra como el Universo son obra de Dios Creador y las leyes que la gobiernan son fruto de los procesos que Dios dirigió desde antes de su fundación del mundo  y que en cada elemento tiene todo cuanto necesita para ser y existir a partir de su Voluntad y solo Suya. La creación es fruto de la Mente de Dios que como dirá el Hiponense Dios se Piensa, se Ama y Crea. Y aun los Universales están en su mente de donde procede todo cuanto existe. Dios llamó de la nada y la materia fue. Esta concepción nos indica que la Creación fue en el Acto mismo de su llamado y el tiempo como el espacio son sus criaturas, como lo son las leyes naturales.  Las realidades contingentes solo aplican a nosotros y la concepción finita de nuestra existencia como de la extensión misma de nuestro Ser, es decir, que la vida es consecuencia del Amor de Dios  sin que con ello afirmemos que todo lo que sucede con ella es su responsabilidad puesto que lo estaríamos culpando de nuestras frustraciones y conflictos. El mal que se constituye en la némesis de su obra es consecuencia de nuestros pecados y maneras de tratar cuanto nos rodea.

CREEMOS EN UN SOLO SEÑOR JESUCRISTO HIJO ÚNICO DE DIOS, NACIDO DEL PADRE ANTES DE TODOS LOS SIGLOS, DIOS DE DIOS, LUZ DE LUZ, DIOS VERDADERO DE DIOS VERDADERO, ENGENDRADO NO CREADO, DE LA MISMA NATURALEZA QUE EL PADRE, POR QUIEN TODO FUE HECHO, QUE POR NOSOTROS Y POR NUESTRA SALVACIÓN BAJÓ DEL CIELO, POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO SE ENCARNÓ DE MARÍA VIRGEN Y SE HIZO HOMBRE. POR NUESTRA CAUSA FUE CRUCIFICADO EN TIEMPOS DE PONCIO PILATO, PADECIÓ Y FUE SEPULTADO. RESUCITÓ AL TERCER DÍA SEGÚN LAS ESCRITURAS, SUBIÓ AL CIELO Y ESTÁ SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE. DE NUEVO VENDRÁ CON GLORIA PARA JUZGAR A VIVOS Y MUERTOS, Y SU REINO NO TENDRÁ FIN… Et in unum Dominum Jesum Christum, Filium Dei unigenitum. Et es Patre natum ante omnia saecula. Deum de Deo, lumen de lumine, Deum verum de Deo vero. Genitum, nom factum, consubstantialem Patri; per quem omnia facta sunt. Qui propter  nos homine, et propter nostram salutem descendit de coelis. Et incarnatus est de Spiritu Sancto ex Maria Virgine: et homo factus est. Et resurrexit tertia die secundum scripturas. Et ascendit in coelum: sede ad dexteram Patris. Et iterum venturus est cum gloria judicare vivos et mortuos: cujus regni nom ent fines.  La Iglesia afirma su Fe en Cristo y se fundamenta como Cristocentrica haciendo del Señor el centro de su ser tanto Institucional como Ministerial. Proclamamos que Jesucristo es el Hijo del Dios vivo y que verdaderamente la Imagen plena del Padre es el Hijo quien la refleja al mundo en la Salvación. Proclamamos que la Voluntad salvífica del Padre fue Intimada en la Voluntad  redentora de su Adorado Hijo. Que fue Engendrado desde antes de todo posible tiempo y que su Amor es fruto de la Voluntad del Padre. La relación de Jesús con el Padre fue tan estrecha que con sus acciones expresó su absoluta Voluntad.  Desde el comienzo el Texto Sagrado de Tradición (A.T) empleó el nombre Cristo para referirse al Mesías esperado, titulo entregado a Jesús en el N.T (Juan capítulo 1 versículo 12) “Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre”… Solo en N.T supera la metáfora, analogía,  y alegoría del A.T para referirse al Hijo de Dios aterrizando su contenido en el Verbo Encarnado (Lucas capítulo 1 versículo 26 ss). Nicea fue determinante en cuanto a las definiciones sobre la Segunda Persona de la SS. Trinidad, afirmando que Cristo es el Hijo de Dios  y posee la misma sustancia que el Padre Dios HOMOOUSIOS  en contra de quienes afirmaban que era solo “aparente o parecida” es pues  este error un principio “arriano” HOMOOIOUSION. La Iglesia ha defendido la consustancialidad del Hijo que es Engendrado por el Padre. Uno y el Mismo. La misma Sustancia. El Hijo de Dios se encarnó de María la Virgen Madre sin detrimento alguno de su  Integridad física y emocional. Los PP. Capadocios emplean el termino  griego HIPOSTASIS para significar con ello la relación esencial entre las dos naturalezas presentes en Jesús (Divina y Humana) y la Persona Divina. Para asimilar el término es bueno analizarlo en la perspectiva Ontológica que se expresa en categorías  de la realidad objetiva en la Encarnación de Jesucristo Hijo de Dios. Es el ser en un modo Real y esto último por Autentico y verdadero. La Unión entre naturalezas se asume bajo la misma Sustancia u   OUSIA sin dejar fuera de esta fenomenología la Sustancia de Dios Trinidad. Este argumento simplemente para firmar desde la teología que efectivamente Jesucristo es Dios y Hombre verdadero. Que tenía conciencia de ser Hijo de Dios pero también de María y ser parte de una familia en Nazaret.  Quiero compartir algunas citas Bíblicas para nuestra mejor comprensión sobre la Hypostasis latina. Orígenes aunque se equivocó  históricamente sin culpa por el momento de la reflexión teológica argumentaba que solo había en Jesús una Voluntad, la Iglesia sostuvo que no era correcto ya que en Jesús tanto la Naturaleza Humana como la Divina expresaban sus contenidos. No podemos olvidar dos momentos clave en su vida cuando afronta la Pasión y antes cuando visita a Lázaro que yacía en el sepulcro mostrando rasgos de su Naturaleza Humana y por ende sentimientos y que decir cuando sacó a los vendedores del templo, como olvidar la expresión de los testigos de su amistad con Lázaro y su familia: Mirad como le quería. Juan Capitulo 11 versículo 28 ss… Las procesiones de la SS. Trinidad están relacionadas con nuestra Salvación constituyéndose en una Generación espiritual  no material como acontece con nosotros que engendramos vida en acto material o biológico constituyendo así la Naturaleza Singular de nuestra  Especie.  EL PADRE NO ENGENDRADO ENGENDRA AL HIJO NO CREADO. Así la Generación se convierte en un proceso vital de la Persona del Padre y no de la naturaleza Divina que constituye su Singularidad en la Substancia Divina. Las procesiones tienen lugar en la Esencia Divina son sus actos eternos puesto que estamos hablando de un DINAMISMO ESPÍRITUAL QUE NO SUFRE ALTERACIÓN… Miremos un ejemplo de estas afirmaciones por boca del propio Señor: Salí del Padre y he venido al mundo, ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre. Juan capítulo 16 versículo 28. Jesús prosigue su exposición de la relación con el Padre y su carácter de insustituible en la siguiente afirmación contenida en el versículo 32 del presente capitulo: Pero no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Sobre la figura de la Virgen Madre es posible concluir que la Llena de Gracia fue destinada o Predestinada para esta realidad salvífica por parte de Dios en sus planes de restauración de nuestra condición dañada por el pecado original. En la Encarnación el Verbo Eterno se une perfectamente al alma racional de Jesús informándola con sus dones y gracias. Las siguientes citas se refieren a la relación con el Padre Dios:   

·         Colosenses 2,9
·         Hebreos 1,8
·         Juan 8, 58
·         Juan 10:30-34
·         Juan 1:1-14
·         Colosenses 2,9.

También como fundamento de la definición de Jesucristo Hijo de Dios  podemos compartir las siguientes citas bíblicas:

·         Mateo 11,27
·         Marcos 15,39
·         Lucas 6,36
·         Marcos 11,25
·         Juan 5,18
·         Juan 19,7
·         Mateo 27,43
·         Mateo 16,16
·         Mateo 14,33
·         Mateo 3,17
·         Lucas 3,22.
·          
La Tradición de esta Iglesia (Episcopal) registra en sus documentos históricos el “Bosquejo de la Fe” y en este compendio plantea lo que por Fe asumimos de la Segunda Persona de la SS. Trinidad bajo la terminología latina. Para nuestra consulta nos podemos dirigir al  Libro de Oración Común Página 762. Sobre la Hipostasis y el Credo Niceno en las paginas 758-9. Hay toda una explicación que condensa los enunciados de la Tradición y los santos PP. De la Iglesia, algunos de ellos son registrados también en nuestro santoral (L.O.C).NOTA: Por ultimo sobre la concepción de esta Tradición eclesial en orden a la figura de la Virgen Madre recomiendo la siguiente literatura:

·         John Cosin; María santa en el cuerpo y en alma más que cualquier otra criatura.
·         Jacobo I Rey de Inglaterra; María ocupa el puesto más alto en el cielo.
·         Hickes; Fe tan grande como la de Abraham.
·         Lancelot Andrewes; María plenitud de la Gracia.
·         William Clagett; Inmunidad de todo pecado actual.

Deseo recomendar muy especialmente a un teólogo anglicano contemporáneo de trayectoria en estas cuestiones de nuestra actualidad, me refiero a  Eric Lionel Mascall y en este Siglo a Richard A. Burridge (ganador del premio Ratzinger)Compartimos también una serie de escritores teólogos como:  

·         John Jewel……………1522
·         Richard Hooker………1554 (Padre de la teología anglicana)
·         Jeremy Teylor…………1613
·         George Herbert………..1593
·         John Cosin……………..1594

También queremos ampliar la lista y su espectro para incluir a algunos escritores y poetas anglicanos cuyos aportes son importantes a nuestra Tradición y que fueron denominados como los TEÓLOGOS CAROLINOS cuya producción literaria acompañó los reinados de Carlos I y II. En el Siglo XVII, miremos sus nombres y considerémoslos como aportes a nuestra lectura y cultura religiosa anglicana:

·         William Laud
·         George Herbert
·         Jeremy Taylor
·         Nicolás Ferrar.

La Maternidad de María es incuestionable así lo siente y lo expresa la Comunión Anglicana. Es pues necesario reconocer que tanto la Naturaleza del ser humano como su Persona se relacionan necesariamente y esta relación es consubstancial quiere decir que no puede existir naturaleza sin persona y persona humana sin naturaleza, por lo anterior en María es necesario asumir la cuestión desde la concepción de su propia humanidad. No es lo mismo decir QUE es María a decir QUIEN es ella. La primera sin duda se responde como ser humano creado a Imagen de Dios y la segunda como Madre de Nuestro Señor. Si surgen otras interpretaciones es posible “dividir” la concepción de Unidad Personal de Jesús con el Verbo Encarnado en su Humanidad. María fue verdaderamente Madre en su corazón y luego en su cuerpo así lo expresaría el Hiponense. El Franciscano Juan Duns Scotto (Siglo XIV cercano a la escuela Agustiniana como quiera que enseñó sobre la obra de Pedro Lombardo) la afirmación sobre la maternidad de María expresada en el Credo la zanjó con una aseveración axiomática vigente aun hoy día: Era conveniente que María permaneciera Virgen, Dios lo podía hacer, luego lo hizo. Sus reflexiones calaron en la mentalidad Anglicana del Siglo XVII solo para citar a Cosin o Hickes y ahora a Hodges y  Mascall. Sobre la Maternidad de María esta Iglesia acepta las definiciones de este Concilio nos referimos a Éfeso año 431.  


CREEMOS EN EL ESPÍRITU SANTO, SEÑOR Y DADOR DE VIDA, QUE PROCEDE DEL PADRE Y DEL HIJO, QUE CON EL PADRE Y EL HIJO, RECIBE UNA MISMA ADORACIÓN Y GLORIA, Y QUE HABLÓ POR LOS PROFETAS… Et in Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patrem Filioque procedit. Qui cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur: qui locutus es per prophetas…  La Tradición Anglicana afirma unida a los PP. De la Iglesia que el Espíritu Santo es Dios. Afirmamos que ha estado presente desde  siempre porque Procede de Entrambos (Padre e Hijo). Que se manifiesta en:

·         La Creación del Cosmos
·         La Revelación tanto a los Patriarcas como a los Profetas.
·         En la Encarnación
·         Bautismo solidario del Salvador
·         En la Transfiguración
·         Que Resucitó a Jesucristo de entre los muertos
·         Que Engendró en Pentecostés a la Madre Iglesia.
·         El Paráclito, Consolador, nuestro Defensor
·         Causa Eficiente y Formal en la Creación y Redención de la Humanidad.
·         Inspiró las Sagradas Escrituras.

Sobre el Espíritu Santo quiero compartir algunas notas muy sintetizadas de la tradición y enseñanza de los PP. Latinos (particularmente de Agustín y los Concilios referentes a su proclamación). La Escuela Agustiniana especialmente con San Anselmo y san Buenaventura y el Tomismo (Tomás de Aquino) definieron la Persona del Dios Espíritu Santo como Donum y Caritas, es decir, como Don Amoroso del Padre a la Humanidad. Anselmo introduce el termino ESPIRACIÓN para decirnos que el Amor del Padre y el Hijo es el Espíritu Santo y Tomás de Aquino profundiza por analogía esta afirmación al plantear que el Amor entre el Padre y el Hijo es siempre Persona Divina posee el carácter de Sustancia pero no del Padre y el Hijo, y que procede de entrambos por un acto Volitivo o Volición entre el Padre y el Hijo y su comunicación amorosa. La relación entre las Divinas Personas es la segunda PROCESIÓN  y la llamamos Espiración. En cuanto a la GENERACIÓN es referente a la relación entre el Padre y el Hijo. Y es activa cuando hace mención de la comunicación de Entrambos con el Espíritu Santo (Agustín de Hipona). Es importante concluir con las definiciones de la Pneumatologia Agustiniana: Dios en la plenitud de sus relaciones  son definidas como Procesiones y Espiraciones. Que el espíritu Santo expresa el Amor que fundamenta las relaciones Trinitarias tanto Ad-Intra como Ad-Extra. Que el Espíritu santo es llamado el RECONCILIADOR que por medio del santo Bautismo y el Pacto Bautismal restaura nuestra antigua condición  (Libro de Oración Común Página 219 en adelante).  Lo que nos permite llamar al Espíritu Santo DON DE DIOS al obrar la comunicación entre Dios y la Humanidad: Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa, pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir (Juan capítulo 16 versículo 13)… El Initium Salutis o comienzo de nuestra Salvación establece una especie de Hipostasis entre nuestra vida y la Economía de Salvación.  Es pues el Espíritu Santo Dios como lo es el Padre y el Hijo, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad y como dice el Símbolo de nuestra Fe le Adoramos y Glorificamos su Santísimo Nombre Dios Espíritu Santo dedo poderoso de Dios (Agustín).

Compartimos algunas citas bíblicas particularmente del (N.T) sobre el Espíritu Santo Dios que nos enseña la cosmovisión sobre su presencia y como la Iglesia primitiva lo asociaba a su vida y cotidianidad:

·         Hechos de los apóstoles 5:3-4; 28:25-26.
·         1 Cor 3,16
·         Job 33,4
·         Hebreos 9,14
·         2 Pedro 1,21
·         Salmo 139,7
·         1Cor 2:10-12
·         Romanos 15,19
·         Juan 14,26
·         Juan 14,7
·         1Cor 6,11
·         Efesios 4,30
·         Efesios 4,4
·         1 Pedro 1,2.

CREEMOS EN LA IGLESIA, QUE ES UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. RECONOCEMOS UN SOLO BAUTISMO PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS, ESPERAMOS LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS Y LA VIDA DEL MUNDO FUTURO. AMÉN… Et unam, sanctam catholican ecclesiam, Confiteor unum baptisma in remissionem peccatuorum et exspectio resurrectionem mortuooorum et vitam venture saeculi… Queremos citar un  trozo de nuestros cantorales tradicionales:
Un solo fundamento, y solo un fundador, la santa Iglesia tiene en Cristo su Señor. Para hacerla su esposa del cielo descendió, Y con su propia sangre su libertad compro… (Himno 159 del provisional). Este bello ejemplo de eclesiología nos ubica también en la perspectiva de Cristo su Señor y Salvador y ella como su Esposa en un matrimonio místico que nos une también a cada uno de los bautizados. La relación de la Madre de los bautizados ya era prefigurada en el Evangelio Marcano puesto que para este Autor Inspirado la presencia permanente de los discípulos al lado de Jesús era muestra de ella.  También en Juan durante la crucifixión quienes acompañaron a Jesús lo hacían en figura de la Iglesia. En la Resurrección siendo ella Testiga de tan maravilloso acontecimiento y especialmente en Pentecostés gracias al Espíritu Santo. La Iglesia se convierte paulatinamente en la Madre de los bautizados, esposa de Cristo y sierva de la Santísima Trinidad.  Hace tan solo unos días en la celebración del santo Triduo Pascual de la mano nos tomó mientras aguardábamos el triunfo de su Señor y nuestro Señor. La Iglesia Anglicana es parte viva de la Iglesia de Cristo sobre el fundamento de los Apóstoles y bajo las enseñanzas de los PP. De la Iglesia. Nuestra Iglesia, Comunión Anglicana posee el carácter de UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. Nunca perdimos sus notas esenciales y hoy las vivimos como ser personal y comunitario en cada celebración de nuestra Liturgia… La Iglesia es una realidad que transpira a escatológica y ella es constituida por su naturaleza en SACRAMENTO DE SALVACIÓN para la humanidad. La Iglesia es la primera de los discípulos y se convierte en Maestra de cada uno de los Creyentes. Entre nosotros adquiere el carácter de Universal y acoge a todos los seres humanos sin distingo alguno de su raza, color o posición social. La Iglesia posee el carácter de Institución humana y divina  a la vez como quiera que en ella se vive una presencia muy especial de Dios Espiritu Santo. Podemos hablar de la Inhabitaciòn de Dios en la Iglesia. Ella es la guardiana absoluta de la Palabra Revelada y difusora de la Palabra Encarnada. Ella llama a sus hijos (hombres y mujeres) los bautizados y los constituye en Ministros Ordenados (Diáconos, Presbíteros y Obispos). Nuestro sacerdocio es un regalo de Cristo nuestro “Sumo y Eterno Sacerdote” (Carta a los Hebreos) y así lo confió a su Iglesia por medio del Ministerio de los Apóstoles y Discípulos. Ella se sirve de sus dones como una Madre que los comparte para el bienestar de sus hijos. La Iglesia como Madre y Maestra nos educa en la Fe y Religión. Toma de los Mandamientos de la Ley de Dios o Decálogo las enseñanzas de su Ética y Moral y los sublima en el Evangelio particularmente en el Mandamiento Nuevo de la exposición Joanica. Ella define el Canon de los Libros Sagrados y la vida Sacramental. La Iglesia como su Señor no hace acepción  de personas. Ella es portadora de la Gracia y la distribuye en la vida de Oración, Meditación, Sacramentos (Medios de la Gracia) a todos sus hijos los bautizados. La Iglesia siempre ora por nosotros sus hijos…

·         Unidos a los apóstoles y sus enseñanzas
·         Unidos a los santos PP: de la Iglesia.
·         A su magisterio y Tradición.
·         En disciplina a sus enseñanzas y cánones.
·         A sus ministros ordenados particularmente a nuestros Obispos que son los guardianes de la doctrina eclesial… Y por ende se deben constituir en padres espirituales  de su clero y congregaciones. Puesto que la Autoridad viene de Cristo en su Iglesia y Tradición.
·         Nuestra Liturgia es signo vivo de Unidad Eclesial.
·         Nuestro Símbolo de Fe es signo vivo de Unidad.
·         Nuestra Doctrina es símbolo vivo de Unidad.   

·         Es CATÓLICA porque permanece fiel al Evangelio y sus enseñanzas y no altera el contenido de la Revelación Escrita y vive unida a la Tradición. Es Católica porque su mandato y misión son universales (Mateo capítulo 28 versículo 19-20) es pues la ortodoxia de la Fe una necesidad en nuestro Ministerio y su Ministerialidad.

·         Ella es SANTA  porque Cristo su Señor lo es pero no excluye de su realidad terrena el pecado, así es vista audazmente por el Hiponense cuando dice de la Iglesia ( santa meretriz) para no olvidar que sus hijos son tanto buenos como no tan buenos pero al fin y al cabo sus hijos. En ella habita la Gracia que el Espíritu Santo le confiere en su camino salvífico y con la que guía a sus hijos. Ella es el Pleroma o cuerpo de Cristo por extensión en su Ministerialidad.

·         Ella es APOSTÓLICA fue fundada sobre el cimiento de los apóstoles, ellos la expandieron por su Misión y Predicación. Jesús prometió acompañarles siempre y su promesa se extendió a su Iglesia y nosotros en ella. Ella vive la Sucesión apostólica conservando por la imposición de manos la Tradición que data de tiempo Apostólico  hasta Hoy y así será mañana. Ella instituye para su servicio y Ministerio hombres y Mujeres Diáconos, Presbíteros y Obispos. Para su gobierno se conformó en Iglesias particulares que llamamos Diócesis y si su extensión lo demanda en Arquidiócesis, todas ellas formadas por congregaciones, parroquias o iglesias (en la Comunión Anglicana por Provincias).  Es y será siempre misionera porque está en su esencia llevar el Evangelio hasta los confines de la Creación o la Gran Comisión. Ella se constituye en bastión de las sanas costumbres y testimonio de vida en la Sociedad. Ella como Madre defiende los derechos de sus hijos y se opine a toda forma de:

·         Maltrato
·         Discriminación
·         Pobreza e ignorancia
·         Vicios y degradación de la persona redimida Imagen del Dios vivo.
·         Violación de los DD-HH
·         Violencia y guerra
·         Destrucción del Medio Ambiente
·         Conservación de la vida por sobre la explotación de los recursos no renovables.    
·         Esclavitud y toda forma de violación de la persona humana.
·         Modelos económicos salvajes y degradantes.  

La Iglesia como comunidad de Fe mediante algunos ritos o signos externos de su espiritualidad acoge a sus hijos y los promueve en la vivencia del Evangelio de su Señor. El Recibimiento Canónico cuya formula reposa en el Libro de Oración Común en la Pagina 229-30. Nos permite observar la cosmovisión sobre la inclusión de los laicos con plenos Derechos y Deberes que se convierten también en signo inequívoco de Comunión Eclesial. Esta disciplina canónica es el reflejo de la concepción laical que nos asiste y la participación de todo el colectivo en la vida y obra de la Iglesia (Familia de los bautizados). La Iglesia  es asociada a la “barca” sacudida por la tormenta pero segura gracias a la presencia de Cristo en ella. La Iglesia es medio efectivo por el cual la Gracia toca a los Creyentes. Entre nosotros la Supremacía  es de Cristo y nuestra Liturgia lo reconoce y le da el sitial que solo corresponde a Nuestro Señor, es decir, ser la Cabeza de la Iglesia (Plegaria Eucarística “B” pagina 291-2 Libro de Oración Común). Solo citando uno de tantos ejemplos. Vivimos constantemente la afirmación de los santos PP. De la Iglesia cuando manifestamos que la Iglesia fue engendrada por el Espíritu Santo indicando con ello que la Iglesia debe su Ministerialidad a la presencia de la Tercera Persona de la SS. Trinidad. La Iglesia está inserta dinamicamente en la Economía de Salvación y desde luego en cada Historia de Salvación… El Símbolo da Fe de ello  la incluye como el cuarto gran articulo después de las Divinas Personas.  En palabras del Hiponense: Ella es sierva de Cristo y Madre de los Bautizados. Y como Maestra también bajo el sello Agustiniano: Creo en Cristo y en su Evangelio porque me lo enseña la Madre Iglesia. Es pues toda una responsabilidad la de educar permanentemente en la Fe y buenas costumbres según el Evangelio y toda la Revelación Escrita. La Iglesia también vive las vicisitudes de los tiempos y se enfrenta a sus cambios sin dejar de largo su misión en la tierra. Espera ella la Recapitulación cuando su Señor retorne definitivamente. La Iglesia es testiga de la presencia de la Gracia en la historia y como este influjo de Dios cambia las distintas realidades que toca. La Iglesia espera también el restablecimiento definitivo, total y totalizante del Reino de Dios. Es pues como Sacramento de Salvación definitiva en la vida  y obra de los bautizados sus hijos.  



   

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