lunes, 17 de abril de 2017

ESPÍRITU POST-PASCUAL... EL TRANSITO AL CRISTO DE LA FE...

ESPÍRITU  POST-PASCUAL… EL TRANSITO AL CRISTO DE LA FE.

CONTEXTO HISTÓRICO.


Jesús en la Cruz es consecuencia directa de nuestra redención pero indirecta de un proceso viciado y amañado que surte todo tipo de injusticias. En este concepto se desarrolla el “drama” de la ejecución del Salvador  que sufrió una muerte que antes y después de su figura sufrirían  muchas personas (hombres. Mujeres e incluso niños) a manos de emperadores romanos. La pena de muerte era concluida en la Cruz pero no sin que la víctima sufriera por norma al menos 39 latigazos que eran tiras de cuero con terminaciones en  pesas de plomo con forma de aguijones o anzuelos que desgarraban   la piel y luego la carne. Se sabe que algunas víctimas exhibían huesos de la espalda o costillas por este tormento. Jesús experimentó aún más dolor porque la corona que ellos trenzaron se fabricaba con ramas secas cuyas espinas podían fácilmente llegar a la “pulgada” de largo. En cuanto al madero que llevó  en sus hombros por la general era la viga horizontal de la Cruz que podía fácilmente pesar 80 kilos y  era atada a los brazos del condenado. Cuando la persona quedaba muy mal luego del sadismo de sus verdugos  buscaban gente para ayudar en esta ignominiosa  función lo que sin duda ocurrió con el Redentor que tan mal quedó luego de soportar tanto sadismo que tuvieron que proveerle ayuda para tal fin. Para los romanos el condenado era un vehículo de propaganda efectiva para quienes presenciaban tales horrores.  El mensaje era claro quienes se consideraban enemigos del Imperio morían de esta manera. El proceso del Redentor fue articulado para desembocar en tales afirmaciones. La noción de Justicia no era garantista de Derechos y la vida y honra del ciudadano quedaba exclusivamente en manos del Imperio de allí que solo se podía ser romano por nacimiento o dinero (fuerte suma en Oro)… Jesús se encuentra inmerso en un proceso de tinte político como religioso sin la posibilidad de defensa (Juan capítulo 18 versículo 36 y ss) políticamente no tenía sustento y desde la perspectiva religiosa contradecía totalmente la cosmovisión e ideologías tanto judía como romana, recordemos que esta afirmación era parte de las acusaciones contra los futuros cristianos. Los romanos sostenían que  eran caníbales puesto que en sus ritos consumían la carne y sangre de un tal “Jesús”  y para ellos que contaban con una deidad para todos los enceres y artículos de su vida era una aberración la existencia de un solo Dios. Su politeísmo conformó en la Cultura Clásica una de las mayores manifestaciones religiosas y mitológicas de todos los tiempos solo para señalar los mitos, leyendas de carácter Órfico sobre los vivos y particularmente los muertos.  (Grecia en el Siglo de Pericles y los grandes dramaturgos como Virgilio). Jesús sufre las consecuencias de un mundo politeísta de fuerte tendencia política.

SUPERACIÓN DEL MITO DE LA RESURRECCIÓN EN EL PERIODO POST-PASCUAL.

Es supremamente interesante como la interpretación de la Resurrección del Salvador se mueve en medio de culturas que conformaban una especie de triada  cultural. Nos remitimos a su natal Israel y al influjo tanto helénico como romano cuyos conceptos distaban mucho de la propuesta del Salvador. Miremos a  grosso modo las dificultades más sobresalientes de esta exposición:
*** La Muerte del Redentor: La Iglesia desde siempre ha enseñado su verdad bajo el signo inequívoco del contenido dogmático sobre la Pasión, Muerte y Resurrección del Salvador es sin duda lo primero. La Muerte de Jesús planteaba una dificultad y era como relacionarla con los eventos salvíficos anunciados por los profetas, esperado por los patriarcas y referidos por el propio Jesús a su Ministerio Publico. En los anales romanos se habla de la ejecución en la Cruz de un tal “Jesús” es para nosotros prueba fenomenológica del acontecimiento y también los señalamientos de historiadores judíos y el testimonio de las Escrituras (N.T). Pues diremos que hay suficientes argumentos para asegurar que el fenómeno se dio involucrando a Jesús, su familia, discípulos, y conocidos. Que los testimonios son fehacientes y que no hay duda sobre los sucesos que involucraron a los señalados anteriormente. La muerte es consecuencia de las heridas propinadas, más la pérdida de sangre y fluidos corporales.  Esto último en cuanto a la fisiología del organismo de Jesús sometido a tales acciones. La muerte en lo biológico era predecible. Cuando el condenado no moría simplemente rompían sus rodillas lo que hacía descansar todo el peso sobre los brazos y  por lo tanto la presión para respirar era imposible de superar y el crucificado moría por un paro cardíaco o ahogado.  Como la muerte del Redentor era salvífica para la humanidad, Jesús voluntariamente entregó su vida, no podía ser arrebatada por los injustos.

*** Sepulcro vacío: a partir de los Evangelios la Iglesia primitiva y posteriormente los PP. De la Iglesia desarrollaron toda una serie de explicaciones llamadas “pruebas de la Resurrección de Cristo” y que se fundamentaban en el “sepulcro vacío” constituyendo así una nueva concepción de la extensión del cuerpo de Jesús ya constatable desde la Fe de los suyos y uniéndose a la concepción de la vida que triunfa cobre la muerte. El Redentor nos demostró que la muerte no es natural y que solo Dios la derrota y lo obró para nosotros también. Si Jesús fue solidario al extremo en vida cuanto más en su gloriosa Resurrección. El Sepulcro vacío es la primera prueba física del fenómeno de la Cruz pero trascendió hasta constituir como argumento el testimonio de los discípulos y cercanos al Salvador. En la mentalidad romana desprovista de concepciones como la Resurrección era plausible suponer por medio de la presencia de los soldados que el cuerpo del Señor se convirtiera en un “trofeo” o fundamento mitológico para aseverar el cumplimiento de sus palabras y transformar la muerte en un suceso doctrinal que atentara contra la Institución judía lo que para Roma podría implicar recrudecimiento de la oposición a su invasión u ocupación. El Sepulcro vacío constituye el primer acercamiento con las promesas de vida eterna de Jesús en su Evangelio y como tal podría ser empleado como paradigma en la captación de futuros seguidores. Así era analizada la situación por las autoridades religiosas de  su Nación.  

*** Experiencia de la Resurrección del Señor: Paradójicamente el sepulcro se constituyó en el fundamento pasajero de la predicación sobre el triunfo de Cristo sobre la muerte. El modelo Lucano es sin duda uno de los más sólidos en su exposición del fenómeno de la Resurrección al punto de planear la concepción de la expresión del acontecimiento y vincularlo con la percepción sensorial de los testigos. Para Lucas la dinámica Intelectiva es superada por la experiencia espiritual de los cercanos al Salvador. A diferencia de Mateo que señala una aprehensión fenomenológica que se centra en  el  “sepulcro vacío” y la presencia del Ángel sobre la piedra del sepulcro (Mateo capítulo 28 versículo 2 y ss) el signo del Ángel sobre la piedra se constituye en la articulación del fenómeno con la manifestación extra-sensorial de Dios en la Resurrección. Asumiendo así que no fue necesaria la intervención del ser humano en tal evento salvífico. Pero aun así se constituye en fundamento del Kerigma Primitivo de Pablo (1 Corintios capítulo 15 versículo 3 al 7) y el Discurso Paradigmático de Pedro en (hechos de los apóstoles capítulo 2 versículo 14 y ss). La interpretación de la extensión del acontecimiento es la misma constatación desde la perspectiva de la Fe de sus discípulos y cercanos.  El acontecimiento se constituye en fundamento por la praxis de los discípulos y el modelo eclesial argumentado en Pentecostés (Hechos de los apóstoles capítulo 2 versículo 1  ss). El cuerpo del Salvador ya no es apreciado desde la extensión de su naturaleza humana y los rasgos característicos de cada persona sino en la perspectiva de la experiencia de Fe y la relación espiritual configurada con el Señor. El cuerpo no es tan importante puesto que las relaciones superan el “estadio intelectivo o sensorial” y se convierten en la espiritualidad de nuestra Fe.  Ya no es el cuerpo de Jesús sino su presencia sobrenatural gracias a los signos y símbolos que el instituyó como son:

·         Fracción del pan
·         Oración
·         Meditación   
·         Bautismo
·         Enseñanzas
·         Espiritualidad…

Estamos hablando de una configuración casi que determinada por la presencia de su Espiritu como anuncia en las promesas particularmente en la visión Joanica y la venida  del Paráclito que llevará a cabo el culmen de la obra salvífica y alimentara la Voluntad de cada Creyente para que creciendo en la Fe le reconozcamos y aceptemos su llamado. Es un llamado de fuerte contenido Volitivo pero que en cada bautizado será consecuencia Inmanente a su Pacto Bautismal. El Resucitado hace nuevas todas las cosas incluyendo la conciencia religiosa de los bautizados. La percepción Lucana es clara particularmente en el “pasaje de Emaús” donde la extensión física del cuerpo de Jesús asume su total glorificación y por ende la percepción intelectiva (sentidos) es incapaz de percibirle con toda o absoluta claridad… Cristo está vivo y su cuerpo es la plenitud de la Gracia. Se cumplen así sus palabras cuando afirma que va al Padre. Miremos ejemplos de la dinámica citada en el presente Ensayo:

·         Prueba Volitiva: La percibimos particularmente en (Lucas capítulo 24 versículo 8)… Lucas es enfático en decir y consignar que las mujeres “recordaron” las palabras donde Jesús anunciaba su desenlace en la Cruz y que en ellas toma fuerza  bajo la concepción de la Resurrección, recordemos la “vuelta a la vida” de Lázaro contenida en Juan y como este suceso se asume a si mismo fenomenológico y desarrolla una concepción determinada por la transformación Ontológica que implica recuperar la existencia en el plano corporal como aconteció con Lázaro. Ellas recuerdan lo que el Señor les había enseñado, es decir, ellas conocen tanto la tradición judía como la cultura farisea y saducea. La Voluntad asume la consecuencia directa del influjo de la Fe y está motivada por la presencia de la Gracia que irradia el resucitado particularmente en quienes creyeron en su mensaje. Es la misma certeza que nos invadió este Domingo de Resurrección, Cristo vive.  La Voluntad es iluminada por la Gracia al punto de visualizar la materialización o corporalidad de lo creído y este espacio es asumido por Cristo en el alma del Creyente o cómo explicamos que creamos 2000 años después.
·         Prueba Intelectiva: Los discípulos no creen en las palabras de las mujeres (Lucas capítulo 24 versículo 9-11) es evidente que los sentidos no garantizaron el conocimiento Intelectual y mucho menos trascendente de lo anunciado. La Fe es un bien inmanente a la persona y esta no puede legarla a otra pero si dar testimonio de lo manifestado. La respuesta de Pedro es particular movido por la Gracia y la Voluntad (Volitiva) sale al encuentro Intelectivo o de los sentidos. Es particularmente importante señalar que solo Lucas y Juan desarrollan este argumento de la “carrera de Pedro” que se convierte en una forma de evolucionar en la Fe y en el testimonio, es evidente que no están hablando de  una carrera para ver lo acontecido sino del movimiento de la Fe que despierta por la Gracia. No es una dinámica puntual pero si histórica de Pedro y los discípulos. Lo intelectivo dará paso inmediato a la constatación por la Fe y su absoluto imperio en el bautizado que en esta respuesta es completamente A-temporal, es decir, sin tiempo de respuesta sino vivencia absoluta de los dones de la Resurrección.

·         Prueba de Fe: Estamos convencidos de que el fenómeno se interioriza al punto de convertirse en argumento de vida sobrenatural en los amigos y cercanos al Maestro.  Los discípulos de Emaús nos dan señales al respecto: Y sucedió que mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran… (Lucas capítulo 24 versículo 13 al 32) es claro que ellos le verán solo mediante un signo o gesto habitual que delate su intimidad con ellos. El cuerpo del Resucitado literalmente se encuentra en un estado que modifica su apariencia o simplemente diremos que en el Resucitado reside la plenitud de la Gracia y la vida Trinitaria.  Ya no hay restricción alguna a los sentidos pero aun así nuestra condición terrena hace imposible ver la verdad del Resucitado y su trascendencia. Lo que implica para nosotros el necesario ejercicio de la Fe como condición de vida y servicio en la Iglesia. La Fe se constituye en el bastión que sobresale de la confesión en Cristo y las implicaciones hacen de nosotros “Nuevas criaturas” como lo expresaría el propio Pablo. La novedad de la Fe en Cristo Señor es el símbolo de Salvación para los Creyentes. Estamos pues en la esfera de la trascendencia y con ella la aproximación de nuestra realidad espiritual ilumina por así decirlo nuestra vida y acciones. Ya la concepción de la “buena voluntad” es superada por la vida de Cristo en el bautizado. Esa concepción se transforma después de la percepción de la Resurrección en la Inhabitaciòn Trinitaria en el ser humano que es para nosotros la plena presencia de Dios en cada uno de  los bautizados. Los amigos de Jesús en Emaús no le reconocieron porque sus ojos y sentidos solo habían experimentado las pruebas intelectivas de su cotidianidad pero ahora saltaron a la Gracia y su plenitud para conocer y amar su nueva y definitiva condición. Pablo lo tiene claro cuando asegura que nada nos podrá separar del Amor de Dios (Romanos capítulo 8 versículo 35 ss). La Fe se constituye en una fortaleza desde donde el Creyente vivirá su experiencia en el Resucitado. Los discípulos de Emaús solo le reconocerán como lo indica el versículo 32 el “ardor” del corazón es fruto de la forma como las Escrituras revelan o sirven de fundamento a la Revelación de la Naturaleza del Redentor que aquí su humanidad ha sido asimilada o “llena” de la Persona Divina que es. La Unión Hipostática fue plenificada y la Humanidad de Jesús fue glorificada  totalmente como totalizante por la presencia Trinitaria que nunca estuvo fuera de Jesús pero ahora es signo de plenitud.  El Retorno del Verbo argumentado por Orígenes cesa en sus efectos y operaciones  para hablar ahora de presencia plena y personal de Dios Trinidad en su Adorado Hijo. En Emaús su Humanidad es plena, total y totalizante como Deificada y Glorificada.  

SÍNTESIS AL RESPECTO.

·         La Resurrección de Cristo como acontecimiento o fenomenología de la presencia de la Trinidad en su Ser bajo la perspectiva Hipostática se transforma en Presencia total y totalizante de la SS. Trinidad.
·         Cristo derrotó la muerte y demostró que ella no es “natural” sino consecuencia de pecado personal, comunitario y que llega por generación a la vida de los nacidos de mujer.
·         Cristo bajó del cielo y desposó a la madre Iglesia.  
·         La Resurrección es un acontecimiento que inicia en Jesús y termina en Cristo, entendido como Hipostasis de: Naturaleza Humana, Naturaleza Divina y Persona Divina.
·         Cristo Resucitado en su Ser reside la plenitud de la Gracia.
·         Cristo Señor Glorificado ya no retorna más al Padre puesto que nunca abandonó el ser Hijo de Dios.
·         Todas las acciones de Jesús son personalmente salvíficas para la humanidad. Esta afirmación nos dice claramente que en Jesucristo la plenitud es Dios mismo y sus relaciones Trinitarias.
·         El Espíritu Santo Resucitó a Jesucristo de entre los muertos.
·          El Espiritu Santo abre los corazones de los bautizados y los introduce en sus eones salvíficos.
·         Por su Gloriosa Resurrección la SS. Trinidad habita en nosotros o In-habitación.
·         Es en la visión Joanica el Pan vivo bajado del cielo. Entendemos por cielo la presencia de Dios Trinidad.
·         Jesucristo Señor Resucitado y Salvador Nuestro.
·         Al Resucitado la Tradición de los PP. De la Iglesia le citan Nominalmente como:

A-    Hijo de Dios
B-    Verbo Eterno
C-    Logos
D-    Unigénito, Engendrado
E-     Segunda Persona de la SS. Trinidad.
F-     Causa Eficiente de la Creación
G-   Causa Eficiente de nuestra Salvación.
H-    Imagen del Padre
I-       Revelador pleno de la SS. Trinidad
J-      Como el Padre Dios y el Espíritu Santo Dios es el Hijo Dios y Motor Inmóvil que mueve otros Motores o Universales en la Creación.
K-   Él Hijo como Verbo se identifica plena y totalmente con la Esencia Divina porque no puede haber en Dios nada que Dios no asimile.
L-    El Hijo Engendrado, es decir, la dicción, Interior e Intelectual del Verbo en cuanto es Hijo de Dios, es Volitivo del Padre que lo Engendra.
M-  Generado por el Padre en la Primera Procesión Trinitaria. Las Procesiones no se refieren a la Esencia de Dios sino a las Personas, puesto que la Esencia es simple sin compuesto alguno.

 Son algunas consideraciones históricas en la Iglesia para fundamentar la percepción e interpretación de la Resurrección del Salvador. Superando su contenido académico la constatación es evidente y nos llena de alegría como de Esperanza..

CRISTO VIVE Y REINA ETERNAMENTE, ADORAMOS TU MAJESTAD SEÑOR NUESTRO… FELICES PASCUAS HERMANAS Y HERMANOS.  



  



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