ESPÍRITU POST-PASCUAL… EL TRANSITO AL CRISTO DE LA FE.
CONTEXTO HISTÓRICO.
Jesús en la Cruz es
consecuencia directa de nuestra redención pero indirecta de un proceso viciado
y amañado que surte todo tipo de injusticias. En este concepto se desarrolla el
“drama” de la ejecución del Salvador que
sufrió una muerte que antes y después de su figura sufrirían muchas personas (hombres. Mujeres e incluso
niños) a manos de emperadores romanos. La pena de muerte era concluida en la
Cruz pero no sin que la víctima sufriera por norma al menos 39 latigazos que eran tiras de cuero
con terminaciones en pesas de plomo con
forma de aguijones o anzuelos que desgarraban la piel y luego la carne. Se sabe que algunas
víctimas exhibían huesos de la espalda o costillas por este tormento. Jesús
experimentó aún más dolor porque la corona que ellos trenzaron se fabricaba con
ramas secas cuyas espinas podían fácilmente llegar a la “pulgada” de largo. En
cuanto al madero que llevó en sus
hombros por la general era la viga horizontal de la Cruz que podía fácilmente pesar
80 kilos y era atada a los brazos del
condenado. Cuando la persona quedaba muy mal luego del sadismo de sus
verdugos buscaban gente para ayudar en
esta ignominiosa función lo que sin duda
ocurrió con el Redentor que tan mal quedó luego de soportar tanto sadismo que
tuvieron que proveerle ayuda para tal fin. Para los romanos el condenado era un
vehículo de propaganda efectiva para quienes presenciaban tales horrores. El mensaje era claro quienes se consideraban
enemigos del Imperio morían de esta manera. El proceso del Redentor fue articulado
para desembocar en tales afirmaciones. La noción de Justicia no era garantista
de Derechos y la vida y honra del ciudadano quedaba exclusivamente en manos del
Imperio de allí que solo se podía ser romano por nacimiento o dinero (fuerte
suma en Oro)… Jesús se encuentra inmerso en un proceso de tinte político como
religioso sin la posibilidad de defensa (Juan capítulo 18 versículo 36 y ss) políticamente
no tenía sustento y desde la perspectiva religiosa contradecía totalmente la
cosmovisión e ideologías tanto judía como romana, recordemos que esta
afirmación era parte de las acusaciones contra los futuros cristianos. Los
romanos sostenían que eran caníbales
puesto que en sus ritos consumían la carne y sangre de un tal “Jesús” y para ellos que contaban con una deidad para
todos los enceres y artículos de su vida era una aberración la existencia de un
solo Dios. Su politeísmo conformó en la Cultura
Clásica una de las mayores manifestaciones religiosas y mitológicas de
todos los tiempos solo para señalar los mitos, leyendas de carácter Órfico
sobre los vivos y particularmente los muertos. (Grecia en el Siglo de Pericles y los grandes
dramaturgos como Virgilio). Jesús sufre las consecuencias de un mundo politeísta
de fuerte tendencia política.
SUPERACIÓN
DEL MITO DE LA RESURRECCIÓN EN EL PERIODO POST-PASCUAL.
Es
supremamente interesante como la interpretación de la Resurrección del Salvador
se mueve en medio de culturas que conformaban una especie de triada cultural. Nos remitimos a
su natal Israel y al influjo tanto helénico como romano cuyos conceptos
distaban mucho de la propuesta del Salvador. Miremos a grosso modo las dificultades más
sobresalientes de esta exposición:
***
La Muerte del Redentor: La Iglesia desde siempre ha
enseñado su verdad bajo el signo inequívoco del contenido dogmático sobre la Pasión,
Muerte y Resurrección del Salvador es sin duda lo primero. La Muerte de Jesús
planteaba una dificultad y era como relacionarla con los eventos salvíficos anunciados
por los profetas, esperado por los patriarcas y referidos por el propio Jesús a
su Ministerio Publico. En los anales romanos se habla de la ejecución en la
Cruz de un tal “Jesús” es para nosotros prueba fenomenológica del
acontecimiento y también los señalamientos de historiadores judíos y el
testimonio de las Escrituras (N.T). Pues diremos que hay suficientes argumentos
para asegurar que el fenómeno se dio involucrando a Jesús, su familia, discípulos,
y conocidos. Que los testimonios son fehacientes y que no hay duda sobre los
sucesos que involucraron a los señalados anteriormente. La muerte es
consecuencia de las heridas propinadas, más la pérdida de sangre y fluidos corporales.
Esto último en cuanto a la fisiología del
organismo de Jesús sometido a tales acciones. La muerte en lo biológico era
predecible. Cuando el condenado no moría simplemente rompían sus rodillas lo
que hacía descansar todo el peso sobre los brazos y por lo tanto la presión para respirar era
imposible de superar y el crucificado moría por un paro cardíaco o ahogado. Como la muerte del Redentor era salvífica para
la humanidad, Jesús voluntariamente entregó su vida, no podía ser arrebatada
por los injustos.
*** Sepulcro vacío: a partir de los
Evangelios la Iglesia primitiva y posteriormente los PP. De la Iglesia
desarrollaron toda una serie de explicaciones llamadas “pruebas de la
Resurrección de Cristo” y que se fundamentaban en el “sepulcro vacío” constituyendo
así una nueva concepción de la extensión del cuerpo de Jesús ya constatable
desde la Fe de los suyos y uniéndose a la concepción de la vida que triunfa
cobre la muerte. El Redentor nos demostró que la muerte no es natural y que
solo Dios la derrota y lo obró para nosotros también. Si Jesús fue solidario al
extremo en vida cuanto más en su gloriosa Resurrección. El Sepulcro vacío es la
primera prueba física del fenómeno de la Cruz pero trascendió hasta constituir
como argumento el testimonio de los discípulos y cercanos al Salvador. En la
mentalidad romana desprovista de concepciones como la Resurrección era
plausible suponer por medio de la presencia de los soldados que el cuerpo del
Señor se convirtiera en un “trofeo” o fundamento mitológico para aseverar el
cumplimiento de sus palabras y transformar la muerte en un suceso doctrinal que
atentara contra la Institución judía lo que para Roma podría implicar
recrudecimiento de la oposición a su invasión u ocupación. El Sepulcro vacío
constituye el primer acercamiento con las promesas de vida eterna de Jesús en
su Evangelio y como tal podría ser empleado como paradigma en la captación de
futuros seguidores. Así era analizada la situación por las autoridades
religiosas de su Nación.
***
Experiencia de la Resurrección del Señor: Paradójicamente
el sepulcro se constituyó en el fundamento pasajero de la predicación sobre el
triunfo de Cristo sobre la muerte. El modelo Lucano es sin duda uno de los más sólidos
en su exposición del fenómeno de la Resurrección al punto de planear la
concepción de la expresión del acontecimiento y vincularlo con la percepción
sensorial de los testigos. Para Lucas la dinámica Intelectiva es superada por
la experiencia espiritual de los cercanos al Salvador. A diferencia de Mateo
que señala una aprehensión fenomenológica que se centra en el “sepulcro
vacío” y la presencia del Ángel sobre la piedra del sepulcro (Mateo capítulo 28
versículo 2 y ss) el signo del Ángel sobre la piedra se constituye en la
articulación del fenómeno con la manifestación extra-sensorial de Dios en la
Resurrección. Asumiendo así que no fue necesaria la intervención del ser humano
en tal evento salvífico. Pero aun así se constituye en fundamento del Kerigma Primitivo de Pablo (1 Corintios
capítulo 15 versículo 3 al 7) y el Discurso
Paradigmático de Pedro en (hechos de los apóstoles capítulo 2 versículo 14
y ss). La interpretación de la extensión del acontecimiento es la misma constatación
desde la perspectiva de la Fe de sus discípulos y cercanos. El acontecimiento se constituye en fundamento
por la praxis de los discípulos y el modelo eclesial argumentado en Pentecostés
(Hechos de los apóstoles capítulo 2 versículo 1 ss). El cuerpo del Salvador ya no es apreciado
desde la extensión de su naturaleza humana y los rasgos característicos de cada
persona sino en la perspectiva de la experiencia de Fe y la relación espiritual
configurada con el Señor. El cuerpo no es tan importante puesto que las
relaciones superan el “estadio intelectivo o sensorial” y se convierten en la
espiritualidad de nuestra Fe. Ya no es
el cuerpo de Jesús sino su presencia sobrenatural gracias a los signos y símbolos
que el instituyó como son:
·
Fracción del pan
·
Oración
·
Meditación
·
Bautismo
·
Enseñanzas
·
Espiritualidad…
Estamos
hablando de una configuración casi que determinada por la presencia de su
Espiritu como anuncia en las promesas particularmente en la visión Joanica y la
venida del Paráclito que llevará a cabo
el culmen de la obra salvífica y alimentara la Voluntad de cada Creyente para
que creciendo en la Fe le reconozcamos y aceptemos su llamado. Es un llamado de
fuerte contenido Volitivo pero que en cada bautizado será consecuencia Inmanente
a su Pacto Bautismal. El Resucitado hace nuevas todas las cosas incluyendo la
conciencia religiosa de los bautizados. La percepción Lucana es clara
particularmente en el “pasaje de Emaús” donde la extensión física del cuerpo de
Jesús asume su total glorificación y por ende la percepción intelectiva
(sentidos) es incapaz de percibirle con toda o absoluta claridad… Cristo está vivo y su cuerpo es la plenitud
de la Gracia. Se cumplen así sus palabras cuando afirma que va al Padre. Miremos
ejemplos de la dinámica citada en el presente Ensayo:
·
Prueba
Volitiva: La percibimos particularmente en (Lucas capítulo 24 versículo
8)… Lucas es enfático en decir y consignar que las mujeres “recordaron” las
palabras donde Jesús anunciaba su desenlace en la Cruz y que en ellas toma fuerza
bajo la concepción de la Resurrección,
recordemos la “vuelta a la vida” de Lázaro contenida en Juan y como este suceso
se asume a si mismo fenomenológico y desarrolla una concepción determinada por
la transformación Ontológica que implica recuperar la existencia en el plano corporal
como aconteció con Lázaro. Ellas recuerdan lo que el Señor les había enseñado,
es decir, ellas conocen tanto la tradición judía como la cultura farisea y
saducea. La Voluntad asume la consecuencia directa del influjo de la Fe y está
motivada por la presencia de la Gracia que irradia el resucitado particularmente
en quienes creyeron en su mensaje. Es la misma certeza que nos invadió este
Domingo de Resurrección, Cristo vive. La
Voluntad es iluminada por la Gracia al punto de visualizar la materialización o
corporalidad de lo creído y este espacio es asumido por Cristo en el alma del
Creyente o cómo explicamos que creamos 2000 años después.
·
Prueba
Intelectiva: Los discípulos no creen en las palabras
de las mujeres (Lucas capítulo 24 versículo 9-11) es evidente que los sentidos
no garantizaron el conocimiento Intelectual y mucho menos trascendente de lo
anunciado. La Fe es un bien inmanente a la persona y esta no puede legarla a
otra pero si dar testimonio de lo manifestado. La respuesta de Pedro es
particular movido por la Gracia y la Voluntad (Volitiva) sale al encuentro
Intelectivo o de los sentidos. Es particularmente importante señalar que solo
Lucas y Juan desarrollan este argumento de la “carrera de Pedro” que se
convierte en una forma de evolucionar en la Fe y en el testimonio, es evidente
que no están hablando de una carrera
para ver lo acontecido sino del movimiento
de la Fe que despierta por la Gracia. No es una dinámica puntual pero si histórica
de Pedro y los discípulos. Lo intelectivo dará paso inmediato a la constatación
por la Fe y su absoluto imperio en el bautizado que en esta respuesta es
completamente A-temporal, es decir,
sin tiempo de respuesta sino vivencia absoluta de los dones de la Resurrección.
·
Prueba
de Fe: Estamos convencidos de que el fenómeno se
interioriza al punto de convertirse en argumento de vida sobrenatural en los
amigos y cercanos al Maestro. Los discípulos de Emaús nos dan señales al
respecto: Y sucedió que mientras ellos conversaban
y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban
retenidos para que no le conocieran… (Lucas capítulo 24 versículo 13 al 32)
es claro que ellos le verán solo mediante un signo o gesto habitual que delate
su intimidad con ellos. El cuerpo del Resucitado literalmente se encuentra en un estado que modifica su
apariencia o simplemente diremos que en el Resucitado reside la plenitud de la
Gracia y la vida Trinitaria. Ya no
hay restricción alguna a los sentidos pero aun así nuestra condición terrena
hace imposible ver la verdad del Resucitado y su trascendencia. Lo que implica
para nosotros el necesario ejercicio de la Fe como condición de vida y servicio
en la Iglesia. La Fe se constituye en el bastión que sobresale de la confesión
en Cristo y las implicaciones hacen de nosotros “Nuevas criaturas” como lo
expresaría el propio Pablo. La novedad de la Fe en Cristo Señor es el símbolo
de Salvación para los Creyentes. Estamos pues en la esfera de la trascendencia
y con ella la aproximación de nuestra realidad espiritual ilumina por así
decirlo nuestra vida y acciones. Ya la concepción de la “buena voluntad” es
superada por la vida de Cristo en el bautizado. Esa concepción se transforma después
de la percepción de la Resurrección en la Inhabitaciòn
Trinitaria en el ser humano que es para nosotros la plena presencia de Dios
en cada uno de los bautizados. Los
amigos de Jesús en Emaús no le reconocieron porque sus ojos y sentidos solo habían
experimentado las pruebas intelectivas de su cotidianidad pero ahora saltaron a
la Gracia y su plenitud para conocer y amar su nueva y definitiva condición. Pablo
lo tiene claro cuando asegura que nada nos podrá separar del Amor de Dios
(Romanos capítulo 8 versículo 35 ss). La Fe se constituye en una fortaleza
desde donde el Creyente vivirá su experiencia en el Resucitado. Los discípulos de
Emaús solo le reconocerán como lo indica el versículo 32 el “ardor” del corazón
es fruto de la forma como las Escrituras revelan o sirven de fundamento a la
Revelación de la Naturaleza del Redentor que aquí su humanidad ha sido
asimilada o “llena” de la Persona Divina que es. La Unión Hipostática fue plenificada
y la Humanidad de Jesús fue glorificada totalmente como totalizante por la presencia
Trinitaria que nunca estuvo fuera de Jesús pero ahora es signo de plenitud. El Retorno del Verbo argumentado por Orígenes
cesa en sus efectos y operaciones para
hablar ahora de presencia plena y personal de Dios Trinidad en su Adorado Hijo.
En Emaús su Humanidad es plena, total y totalizante como Deificada y Glorificada.
SÍNTESIS AL RESPECTO.
·
La Resurrección de Cristo como
acontecimiento o fenomenología de la presencia de la Trinidad en su Ser bajo la
perspectiva Hipostática se transforma en Presencia total y totalizante de la SS.
Trinidad.
·
Cristo derrotó la muerte y demostró que
ella no es “natural” sino consecuencia de pecado personal, comunitario y que
llega por generación a la vida de los nacidos de mujer.
·
Cristo bajó del cielo y desposó a la
madre Iglesia.
·
La Resurrección es un acontecimiento que
inicia en Jesús y termina en Cristo, entendido como Hipostasis de: Naturaleza Humana, Naturaleza Divina y
Persona Divina.
·
Cristo Resucitado en su Ser reside la
plenitud de la Gracia.
·
Cristo Señor Glorificado ya no retorna
más al Padre puesto que nunca abandonó el ser Hijo de Dios.
·
Todas las acciones de Jesús son personalmente
salvíficas para la humanidad. Esta afirmación nos dice claramente que en
Jesucristo la plenitud es Dios mismo y sus relaciones Trinitarias.
·
El
Espíritu Santo Resucitó a Jesucristo de entre los muertos.
·
El
Espiritu Santo abre los corazones de los bautizados y los introduce en sus
eones salvíficos.
·
Por su Gloriosa Resurrección la SS.
Trinidad habita en nosotros o In-habitación.
·
Es
en la visión Joanica el Pan vivo bajado del cielo. Entendemos por cielo la
presencia de Dios Trinidad.
·
Jesucristo Señor Resucitado y Salvador
Nuestro.
·
Al Resucitado la Tradición de los PP. De
la Iglesia le citan Nominalmente como:
A- Hijo de Dios
B- Verbo Eterno
C- Logos
D- Unigénito, Engendrado
E- Segunda Persona de la SS. Trinidad.
F- Causa Eficiente de la Creación
G- Causa Eficiente de nuestra
Salvación.
H- Imagen del Padre
I- Revelador pleno de la SS. Trinidad
J- Como el Padre Dios y el Espíritu
Santo Dios es el Hijo Dios y Motor Inmóvil que mueve otros Motores o
Universales en la Creación.
K- Él Hijo como Verbo se identifica
plena y totalmente con la Esencia Divina porque no puede haber en Dios nada que
Dios no asimile.
L- El Hijo Engendrado, es decir, la
dicción, Interior e Intelectual del Verbo en cuanto es Hijo de Dios, es
Volitivo del Padre que lo Engendra.
M- Generado por el Padre en la Primera
Procesión Trinitaria. Las Procesiones no se refieren a la Esencia de Dios sino
a las Personas, puesto que la Esencia es simple sin compuesto alguno.
Son algunas
consideraciones históricas en la Iglesia para fundamentar la percepción e
interpretación de la Resurrección del Salvador. Superando su contenido académico
la constatación es evidente y nos llena de alegría como de Esperanza..
CRISTO VIVE Y REINA ETERNAMENTE,
ADORAMOS TU MAJESTAD SEÑOR NUESTRO… FELICES PASCUAS HERMANAS Y HERMANOS.
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