DESMITIFICACIÓN DE
LA FIGURA DE LA
VIRGEN MADRE EN
NUESTRA ECLESIOLOGÍA.
DELIMITACIÓN
TERMINOLÓGICA.
La historia de la teología de carácter universal como la
conocemos nosotros durante siglos acuñó una serie de relaciones para expresar
sus contenidos y es precisamente en este escenario de riqueza y reflexión
teológica donde encontramos la misma y única limitación posible a la
especulación teológica. Nuestra concepción mariológica no es ajena al asunto
temático por esta razón me parece importante que se establezca claridad sobre
estas relaciones idiomáticas y su influencia en nuestro pensamiento. La Mariología
la hemos visto como indisolublemente unida a nuestra expresión tanto Cristológica, Soteriológica, incluso Eclesial eso sin contar con las
distintas acepciones culturales que terminaron por Antropizar la reflexión
sobre la Virgen Madre… Es nuestra Cristología revelada como tal y a su vez esa
revelación que se amplió en el seno de la Iglesia involucra en su génesis
Escrituristica la presencia de la Virgen Madre unida a su Hijo Nuestro Salvador
y relacionada con la esencia del Ministerio de la Iglesia como la portadora
tanto del Evangelio como de los Medios de Gracia a nuestro alcance… María hace
presencia en la imaginación del Colectivo Eclesial y no es posible olvidar su
impacto en la relación Salvífica como quiera que ella fuera la portadora en la
Encarnación el Verbo eterno unido a Jesús que a su vez tomó carne y humanidad
de su Vientre. Ella también como Sujeto activo de su Salvación se alimentó de
la Gracia y fue reconocida por el Ángel con el saludo llena de Gracia o JAIRE- KEJARITOMENE. Nuestra Eclesiología reconoce su Maternidad y disposición para la
obra de Dios en la humanidad, no es un imaginario que se apodera de términos
eclesiológicos o aun soteriológicos como tal, puesto que ella forja de la mano
de la Gracia su propia Identidad. No existe tampoco posibilidad de que nos
refiramos a ella empleando términos propios del Salvador o que facilitemos la
fundamentación del MITO MARIOLÓGICO nuestra concepción es fundamentada desde la
Misericordia de Dios por escoger a una de entre nosotros y hacerla madre en la
Encarnación sin que con ello perdiera su condición natural de Criatura. Esa
Mariología no es nuestra no hace parte de los insumos de doctrina de esta
Iglesia. María es Criatura y como tal sobre ella prima la Gracia Habitual y a eso sumamos los dones
necesarios para su Misión la misma que Dios “Intimó en su corazón” (cualquier
otra cuestión referente queda en manos de la Misericordia de Dios. María es en
cuanto a su Naturaleza y condición humana como cualquier Mujer Madre, Hija, Esposa).
El acudir a otros términos no deja fuera su condición tal y como la Tradición
de la Iglesia lo afirma, es pues, relativo a su naturaleza humana como la
definimos en:
Virgen Madre
Esposa, Madre y Virgen
Creyente, Madre
Mujer, Creyente, Madre,
Hija, Esposa, Virgen
El orden e importancia de su condición no afecta en nada su
misión dentro del plan Salvífico de Dios (Yahveh) es como especie Humana igual en cuanto a la realidad de su
naturaleza Singular lo que implica ciertamente la imposibilidad por si misma de
vivir en la Gracia. Es claro que su condición fue Deificada como lo es en cada
Creyente que muere y trasciende… es una
Gracia que solo es posible acceder por los méritos de N.S.Jesucristo en la
Cruz. María es depositaria de la Salvación como lo somos todos los bautizados cuya Opción
Fundamental es Cristo. Su Maternidad es natural adornada con la Gracia
Sobrenatural del Verbo eterno presente en su Vientre. Más que definir a María
como Co-redentora la llamamos
“Modelo en la Fe” puesto que solo la Sangre de Cristo es fuente de nuestra
Salvación y tal Dignidad y eficacia solo puede recaer en el mismo Hijo de Dios.
CONTENIDOS DE
MARIOLOGÍA.
La expresión de nuestra teología es por antonomasia Cristocentrica lo que no impide la
concordancia con la catolicidad que hemos acuñado como Signo inequívoco y ultra
significante de nuestra Tradición teológica. En cuanto a la desmitificación de
la figura de la Virgen Madre es
importante tener presente que no es una realidad ni arbitraria puntual o
mediática sino que se construyó a partir del Siglo II como constan algunas
pinturas en las paredes de las Catacumbas de Roma, Paris y otras
ciudades fundadas por el Imperio romano. También es bueno resaltar que
los PP. Apostólicos ya la tenían presente en sus escritos y reflexiones
teológicas. Antes de entrar en consonancia
con los aportes de algunos de los PP. De la Iglesia sería bueno
reflexionar sobre la dinámica filosófica de la presente cuestión. Sobre la
Persona Humana que se expresa en su
singularidad encontramos la discusión de género Masculino y Femenino, siendo
El Hiponense uno de los primeros PP.
De la Iglesia en emplearlo para “individualizar la SS. Trinidad y también para
definir a la Persona Humana. Otro que
sin duda fue de suprema importancia en Occidente fue Boecio también conocido como el último romano o representante de la
cultura romana. Sustancia individual de naturaleza racional. Aparte
de la definición de Persona Humana este Filósofo emprendió una colosal tarea de
traducir al latín las obras de Aristóteles y Platón, obra que
desafortunadamente no pudo terminar, vivió en los albores del Siglo V.
En cuanto a su definición de Persona Humana es interesante
como logra extractar del pensamiento aristotélico la relación terminológica
entre Esencia y Sustancia también
asumida desde la perspectiva Agustiniana. La Sustancia es la individualización de la esencia sin que esta pierda sus cualidades
o atributos propios en cuanto a la
distinción Hombre Vs Mujer no aplica ni por enunciado ni por naturaleza. En esta dirección encontramos
la absoluta necesidad de restaurar tanto la figura masculina como femenina y
descartar cualquier “mitificación” de la imagen de la Virgen Madre… Esta Mujer
vivió una profunda experiencia de Fe y tal como intuían los PP. De la Iglesia
fue adornada con una Gracia tanto especial como única para vivir su santidad y
respuesta a Dios (Encarnación) no es como pretenden algunos un mero tema de
pureza o Virginidad sino la presencia del Espíritu Santo en su vida (Fiat) María
Virgen y Madre es fruto de su profunda relación con Dios y de su total disponibilidad de vida
como adoptando para si un estilo de vida que marcará su existencia y la elevará
a terrenos insospechados de Virtud. En el Siglo IV Hilario de Poitiers afirmaría sobre esta relación: Cristo descendió del cielo al seno de una
virgen cuando bajó sobre ella el Espíritu Santo. La Palabra de Dios se
materializa en cada condición que desee recibirla no podemos quitarle merito a
quien abraza su contenido y lo convierte en la
“sustancia” de su existencia dándole lo mejor de sí. María sobresale al dar
absoluto crédito a las palabras del Ángel y asumir desde su Espiritualidad este
mandato, es decir, María era una Mujer de sensible intimidad con Dios como debe
vivir su Fe cada uno de los bautizados, por esta razón ella se convierte en Testiga,
Madre y Discípula del Salvador.
Quiero compartir ideas
que nos llegan desde las posturas de los PP. De la Iglesia como hilo conductor
de la reflexión de la catolicidad en el presente. Agustín de Hipona hace una
bella exhortación: María dio Fe a las
palabras del Ángel y por la Fe concibió y fue escogida para que por su medio,
naciera entre los hombres nuestra salud… María es bienaventurada porque oyó la
Palabra de Dios y la puso en práctica; porque más quedó la verdad en su mente
que en su seno. Concibe y es virgen; da a luz y sigue siendo virgen. Fue hecho de
aquella a la que Él hizo. Le aportó la fecundidad sin quitarle la integridad…
Celebramos pues con gozo el día en el
que María dio a luz al Salvador, la casada al creador del Matrimonio, la virgen
al Príncipe de las vírgenes… Ella virgen antes del Matrimonio, virgen en el Matrimonio, virgen durante
el embarazo, virgen cuando amamantaba… En efecto, de ningún modo quitó, al nacer, el Hijo Todopoderoso la
virginidad de su santa Madre, elegida por Él. Estas palabras resumen
la intención de los PP. Que maduró la concepción de una relación espiritual muy
particular entre la Criatura María y Dios su Creador. La Iglesia desde los
primeros siglos tiene claro que el modelo de María nace como fruto extenso de la
espiritualidad de la Iglesia Primitiva y no para ser convertida en MARÍA-LATRÍA que hace mucho daño a la
imagen de la Virgen Madre. La catolicidad reconoce en la Virgen a la Primera de
los redimidos lo que no implica que su maternidad por extensión sea definitiva
en la Iglesia al punto se señalarla como Madre de la misma, diríamos que María
es el miembro más excelso de la Iglesia y por ende en la Comunión de los santos pero en lo personal prefiero referirla como Hija de la Madre Iglesia puesto que la
Iglesia recibe el encargo de universalizar el Evangelio y los Medios de Gracia y sobre la relación
con María es clara la tendencia de reconocerla como ejemplo vivencial del
Mensaje anunciado. La Teología nos dice con absoluta lucidez que María
preservada de pecado no lo fue por mérito propio sino por la Maternidad
divina y que tal condición no alteró dramáticamente su vida en cuanto a
la cotidianidad que cualquier Mujer del
presente o de su época afrontaría… María Virgen vivió a la perfección los dones preternaturales que nuestros
primeros padres perdieron por el pecado cometido. María es justificada como lo
es cualquiera de los bautizados. Para
redondear la cuestión miremos la terminología griega y latina:
JAIRE—KEJARITOMENE Solo aparece una vez en las Sagradas
Escrituras cuya traducción inicial sería la “Llena de Gracia” pero que en
términos y Cosmovisión Bíblica apunta más a Libre de pecado la traducción no cubre su “actualidad” sino
proceder histórico relativo a la Praxis de su Fe.
XAIPE MAPIA
KEXAPITWMEVN María
la Llena de Gracia en cuanto a su condición y predestinación, de esta manera el
enunciado de los griegos supone la muy especial condición de María en orden a
su Maternidad.
El término latino nos permite
ver una muy particular concepción de su estado Sobrenatural al afirmar: GAUDE PLENA GRATIA es decir, en ella existe la Gracia Plena
en cuanto a su Estado y Condición como Creyente
y Madre del Salvador. Desde luego no hace daño tal aseveración puesto que
nos habla de la Gracia y como se manifiesta en la vida del Creyente y junto con
María de aquellos cuyas vidas fue hacer la Voluntad de Dios, es aquí la raíz
del testimonio mariano por antonomasia…
SÍNTESIS SOBRE LA
TEOLOGÍA MARIANA ACEPTADA EN LA COMUNIÓN ANGLICANA.
·
María
Mujer de profunda espiritualidad y confianza en Dios al punto de ofrecer la
integridad de su ser.
·
LA VIRGINIDAD EN MARÍA ES UN ASUNTO
DE FE Y ESPIRITUALIDAD ANTES QUE DE ALGUNA MANIFESTACIÓN DE INTEGRIDAD
CORPORAL.
·
George Hickes teólogo anglicano como lo fue Richard Hooker afirma luego de leer con
detenimiento las Sagradas escrituras y a los PP. De la Iglesia que María es la Theotokos o Madre de Dios, (prefiero
hablar de la Madre de Jesús en cuanto a su naturaleza Humana y no involucrar la
Unión Hipostática que respeta las diferencias sustanciales entre la Naturaleza
Singular de María y la Naturaleza Divina del Verbo eterno, sin que con ello
incurra en el Nestorianismo que conocemos, como tampoco ignorar la sentencia
del Concilio de Éfeso en el 431 ) Y porque en Jesús solo había una Persona esto
es la Divina. Este Autor ve en el Credo de los Apóstoles un poderoso testimonio
sobre la Maternidad de María la Madre de Jesús en el Verbo Encarnado. Este
Autor fundamenta su reflexión o mejor aún la contextualiza en la Iglesia
Universal (Indivisa) que asiste a los primeros concilios. Hickes se mueve en dos principios que son: Maternidad de María y Virginidad de María. Para su cometido acude a los siguientes Textos
Inspirados:
·
Lc
1: 26-38; Lc 1: 26-56; Lc 2,48; Lc 2: 34-35.
·
Jn
19:25-27; Hch 1:12-14; Ap 12:1-6, entre otros. María es para él Virgen y Madre
y como tal merece ser reconocida su condición en la Iglesia y en la
religiosidad popular sin que ello empañe su Naturaleza Humana. No acepta la
tendencia de espiritualidad que pretende limitar sus rasgos de humanidad y
deshumanizarla con la finalidad de exaltar su maternidad cuando su riqueza está
precisamente en su condición humana y en el poder de su respuesta a la Voluntad
de Dios.
·
El
teólogo Mark Frank afirma: La Virgen María es instrumento y canal de
nuestra Salvación; ella es figura del
pueblo Creyente de Dios, la que trae al mundo las bendiciones de Dios por ser
ella el Santuario de la presencia de Dios.
·
(Para
nuestra consulta personal miremos la obra de Taylor Stafford titulada “La inmunidad de María de todo pecado
actual” 1646 al 1688).
·
LA COMISIÓN ECUMÉNICA INTERNACIONAL
PARA EL DIALOGO CATÓLICA-ANGLICANA (ACIRC) publicó una declaración mariológica titulada: María Esperanza y Gracia en Cristo año
2002.
·
María
es criatura como cualquier bautizado.
·
María
es Virgen no por mérito propio sino por la Dignidad de quien nacería de ella.
·
La
discusión sobre su virginidad no es lo fundamental o esencial de su figura en
el cristianismo sino su respuesta de Fe.
·
El
Fiat (SI) de María es el inicio de nuestra Redención.
·
María creyó en su mente y luego en su
cuerpo, Madre en su corazón y luego en su vientre. Hiponense.
·
El
Verbo es el esposo, esposa es la carne, y el tálamo es el seno de la Virgen.
Hiponense.
·
María
fue preservada de pecado por una Gracia muy especial, pero no incluye el verse
libre de pecado original recordemos
que el Arcángel la llamó Llena de Gracia
(Lc 1,28) La Mariología Anglicana se sirve de esta
sentencia Agustiniana para definir la influencia natural del pecado en ella y
en la humanidad.
·
La
SS. Trinidad contribuyó en esta Humanización
del Hijo de Dios y María lo hizo de
un modo físico y espiritual. Para nosotros la relación es de carácter esencial
ya que modifica Ontológicamente el Ser Madre y Mujer con el ser Creyente.
Puntualizando desde la perspectiva teológica podemos citar a uno de los PP.
Griegos, estamos hablando de Orígenes (escuela de Alejandría) en su definición
de la Encarnación, miremos la sentencia: El
Verbo Eterno de Dios informa el alma racional de Jesús y se une a Él y su
Naturaleza de una manera tan perfecta que se convierten en Uno, este principio
es conocido como Unión Hipostática, el
anterior señalamiento lo manifiestan en la misma dirección los PP. Capadocios recalcando
la condición natural de María que no fue un simple “receptáculo” o “recipiente
natural” sino que aportó su Naturaleza Singular como Ser Humano en la
conformación de la Personalidad, Temperamento y Carácter de Jesús de nuestro
Mesías, o como olvidar el Pasaje Joanico sobre la muerte de Lázaro que habla
sobre las “lágrimas del Salvador” (Jn 11,35).
·
En
el misterio de la Encarnación celebramos los bautizados un encuentro bien
especial y definitivo, en este encuentro
se relacionan sustancialmente Cristo,
María y la Madre Iglesia, mientras que el Salvador se encarna para nacer y
ser Cabeza de la Iglesia como señala nuestra Liturgia en la Plegaria
Eucarística B (L.O.C Paginas 291-292) María se convierte en
Testiga-testimonio de la revelación del Amor de Dios que se “abaja”
(humanización) para tomar forma humana
sin que ello pudiera implicar perdida de su condición Divina. Al respecto la
Iglesia se convierte o mejor aún, se transforma en la depositaria de sus
Gracias que la Liturgia transformará en la vida
sacramental. Es pues determinante
comprender que la relación se convierte en insustituible entre Cristo y su
Iglesia y María como cada uno de nosotros los bautizados entra en dicha
relación de Gracia y Redención. Preservada
no implica capacidad para verse libre de pecado.
·
También
sobre la figura de la Virgen Madre quiero manifestar que la Iglesia vive su Maternidad cuando da a luz
a los bautizados. Ella con el Salvador constituyen una Unión Indisoluble, es la
Unión del Verbo eterno con su Iglesia, con nuestra Madre la Iglesia.
·
Sobre
la Concepción de la Virgen Madre es factible decir que lo hizo por la Fe y no
por un “ardor pasional” sino por la caridad ferviente de su Fe. No es posible
reducir su maternidad a un acto sin conciencia que emana de enunciados
castradores del afecto y la relación indisoluble de toda madre con su hijo,
pues María no fue ni será la excepción.
·
Cristo regaló a su Madre la
fecundidad de la maternidad sin quitarle su virginidad. Hiponense.
·
En
la ruta de los PP. De la Iglesia miremos la expresión de san Ignacio de
Antioquía: Dios nacido en carne, nacido
de María y de Dios, primero Pasible y
luego Impasible, Nuestro Señor Jesucristo.
·
También podemos considerar: Fue llevado por María en su seno, conforme
al plan de Dios en verdad del linaje de David, engendrado por obra del Espíritu
Santo. Fue alumbrado y bautizado a fin de santificar el agua con sus
padecimientos. En esta reflexión San
Ignacio de Antioquía nos plantea con total determinación la relación entre el
nacimiento del Salvador y la futura obra de la Iglesia cuya centralidad
Ministerial será el Bautismo como Pacto con
el Dios que llama a su Reino. Aquí los rasgos humanos son sublimados por
la conciencia Salvífica implantada por el Verbo en la humanidad que será
redimida. La relación Antropológica supone la absoluta necesidad de la
naturaleza tanto humana como Divina en esta relación esencial. No hay Encarnación
sin Voluntad tanto de Dios como de la humanidad en la Figura y potencia de María,
figura anunciada y potencia que llega a ser una realidad como lo constituyó su Fiat o consentimiento.
·
Mención
aparte merece Orígenes por ser uno de los primeros PP. De la Iglesia en
declarar la Virginidad de María: La
Virgen Madre de Jesús fue siempre Virgen, Jesús fue igual a nosotros, pero
diferente en cuanto nació de una Virgen y del Espíritu Santo. Es la
percepción de la Iglesia sobre el Misterio de Belén. No es posible que esta
Iglesia pretenda olvidar o someter la Tradición al carácter exclusivo de la
reforma cuya intencionalidad fue marcar diferencias existentes pero que algunos
desean llevar al extremo, fruto de su origen en la Fe desconociendo las
enseñanzas que desde siempre mantiene la catolicidad sobre el Misterio del
nacimiento del Salvador.
·
La METAFÍSICA DEL FIAT DE MARÍA encuentra
su plena expresión en la total aceptación de su condición de Creyente y luego
de Madre del Salvador. María no abandona el contexto de su Hogar y familia, por
el contrario vive a plenitud su condición de Mujer, Esposa y Madre es aquí
donde reside el poder transformador de la Gracia que se hace vinculante con la
realidad que ella y el Creyente viven a lo largo de sus vidas y en todas las
épocas de nuestras culturas… María la Llena de Gracia es un referente
de Espiritualidad por su cercanía de Fe con el Salvador. Sin duda su presencia
es importante puesto que se ganó el lugar que posee por Creer en Dios sobre todas las cosas sin ánimo de alterar su
condición y naturaleza de Mujer diremos que su mérito es y será ser la “primera
en creer en su Hijo”.
·
La
diferencia entre la Maternidad de María y la de cualquier Mujer en su estado
(gravidez) radica en la Voluntad de
hacer de su experiencia de Fe una constante en su vida y relaciones con el
Entorno Somático. No desconocemos la Gracia de ser la Madre del Salvador pero
no olvidamos que todos estamos llamados a vivir su condición, recordemos las
palabras del Salvador cuando afirma: Mi
madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen (Lc
8,21) la Palabra es de suma y total importancia ella es la razón de ser de
nuestras expresiones de Fe al comunicar la Voluntad revelada de Dios. La
Maternidad de María es activa y se expresa en la vivencia del Mensaje del Salvador,
ella fue ante todo:
·
Discípula
·
Maestra
·
Apóstol de su Hijo
·
Creyente.
·
Nuestra
Tradición reconoce en María la condición de BIENAVENTURADA.
CAMINO DE NUESTRA
TEOLOGÍA EN SU
REFLEXIÓN ACTUAL.
Las iniciativas entre ambas Iglesias
(romana y anglicana) dejaron cuestiones definidas y otras que aun son materia de reflexión, quiero
referirme a la polémica suscitada por
la inclusión de dos Dogmas papales como fueron en su momento la Inmaculada Concepción año 1854 y más recientemente La Asunción año 1950, es factible que todavía generen incomodidades
para muchos Creyentes lo cierto es que tales aseveraciones pueden en alguna
medida reflejar los argumentos de claros y recurrentes imaginarios
de la religiosidad
popular que a lo largo de tantos siglos marcaron la presencia mariana en la
“piedad popular” sin duda es posible entrando en las concepciones de Fe que el
mismo Dios llevara en la plenitud de su Persona Humana a la Virgen Madre a su
Reino, es también factible que este argumento superando la terminología y sus
contenidos refleje también lo sucedido con Elías que fue “arrebatado” de la
realidad terrena y natural, es simplemente una aseveración que genera mucha
polémica pero que no hace la “fuerza” donde es verdaderamente importante y es
el hecho mismo de su Maternidad Llena de
Gracia… Sobre la Asunción de María no
existe punto comparativo con los santos PP. De la Iglesia por esta razón me
abstengo de aceptar su contenido, ellos nunca consideraron tal posibilidad y
prefiero dejarla allí. Sobre la Inmaculada solo refiero algunos pensamientos de
los PP. Que ya citamos a propósito de su Maternidad divina… Me sumo a quienes
reconocen en María a la Madre y
Discípula de nuestro Salvador, a la Llena de Gracia, a la Testiga de su Adorado
Hijo, a la primera entre los bautizados,
a la primera en la Deificación, a la Criatura Madre del Salvador, Modelo en
nuestra espiritualidad, a la Esposa de José, a la Hija de la Madre Iglesia…
Entre otros. Es pues positivo recalcar que en el espíritu de esta Tradición
eclesial el respeto por la Libertad en la dinámica cultica es importante y que sin
duda es un valor de nuestra Institucionalidad. La Iglesia no restringe el culto a María o Hiperdulía pero exhorta a
quienes lo practican a la prudencia y al respeto por el sentir de los demás,
igual invita a quienes no lo consideran apropiado a hacer lo mismo… Resaltamos la importancia de la maternidad
en la dimensión antropológica ya que una buena Madre y un buen Padre sin duda
caminan por las sendas del Amor de Dios constituyéndose en testigos de la
Maternidad prolija del Amor de Dios que también nos muestra su rostro
paterno… Para concluir quiero manifestar
que en la Tradición de esta Iglesia María se constituye en Esperanza y en
expresión de Gracia para los Creyentes sin que supongamos Culto o devociones
particulares. Invito personalmente a respetar la Tradición de nuestra
catolicidad y en esta dirección a no
criticar desmedidamente a quienes rinden culto a la Virgen Madre. Sin duda
ellos nunca dejaran de ser Cristocentricos. La Tolerancia es valor de esta
Comunión y como tal todas y todos debemos vivirla. Recordamos también que la
expresión más extendida del culto público en nosotros es la santa Eucaristía como
Adoración del Dios Trinidad (Latría). Es
importante señalar que la posibilidad de desarrollar una noción cultica
equivocada está latente y que no es el caso caer en una especie de Gnosticismo práctico de tinte religioso puesto
que el Culto a María o (Hiperdulía) no
atenta contra la Adoración debida a Dios, es más una cuestión interpretativa de
la religiosidad popular que compara peligrosamente la presencia de la Virgen
Madre como la del mismo Dios en frases como “ Si Dios y la Virgen quieren” sin
duda alguna nosotros propendemos por el orden esencial en las cosas y especialmente
apuntamos a la Liturgia como expresión de nuestra realidad de Fe o
trascendente. La Fe que se expresa en ritos populares no está exenta de motivar
y mover las fibras de la conciencia del Colectivo lo que implica el reto de la
educación con argumentos de Fe que podemos adelantar en nuestras Instrucciones
o catequesis. Recurro a la frase de la Comisión Ecuménica romana-anglicana cuando afirma en su obra María Esperanza y Gracia en Cristo que
la Llena de Gracia es Modelo de Esperanza
en Cristo. La Esperanza vivida
hasta las últimas consecuencias se traduce en seguimiento incondicional del
Salvador.
El modelo de difusión
mariano en la Comunión Anglicana y concretamente en la Iglesia de Inglaterra
corre por cuenta de N.S de Walsingham debe
su nombre al pueblo donde se construyó el templo en el año 1061 convirtiéndose
en una de las devociones marianas más antiguas de la cristiandad haciendo
alusión al Misterio de la Encarnación y nacimiento de Jesús, el pueblo donde se
ubica recibió el nombre de “Nazaret de Inglaterra” es interesante como la
imagen de la Señora aparece con el Niño en su canto sin duda marcando la
intención teológica de justificar la presencia de la Madre con su Hijo de lo
contrario no tendrías sentido hablar de su maternidad sin su Hijo, ese
principio teológico será clave en la configuración de las devociones que
surgieron a partir de esta… Si argumentamos desde nuestra Centralidad diremos
que Jesús es la razón de ser de cualquier imagen o acción piadosa cuyo objetivo
sea mover la piedad de los Creyentes. Como dato curioso en el L.O.C conservamos
la memoria de la Natividad del Bautista (Junio
24) y retiramos lo propio concerniente a la Virgen Madre al intuir que las
Escrituras no daban fe de tal evento. En nuestro (L.O.C) recibe el título de Bienaventurada
así atestigua nuestro santoral al comienzo del mismo. La Tradición popular
es determinante para la expansión de las prácticas y devociones por esta razón
el Clérigo o la persona responsable de una Congregación o Misión debe tratar
este asunto con prudencia teniendo
presente que nuestro objetivo es el conocimiento de la Iglesia y el Evangelio y no propender por incentivar practicas
culticas que en esencia las reconocemos como privadas pero no así de influencia
comunitaria. Recordemos que con absoluta
sapiencia la Iglesia desde sus inicios ordenó lo referente a la Liturgia y en
ella colocó todo el énfasis Cristocentrico posible agotando para la catolicidad
todas las formas de nuestra Adoración dirigiendo nuestras oraciones al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, siguiendo
las enseñanzas del Salvador quien nos lo mandó así. La espiritualidad de la Iglesia es Cristo-céntrica
y según principios doctrinales no
desconocemos el ejemplo y modelo de los santos cuyas vidas ilustran la praxis evangélica
pero solo Cristo es nuestro Camino,
Verdad y Vida y solo por medio de Él
vamos al Padre Dios (Jn 14,16) siendo el propio Salvador el más poderoso modelo
de vida para el bautizado sin desconocer el enunciado anterior. La relación en orden a la Gracia no solo erige
a Cristo como absoluto modelo sino que se convierte en esencialmente particular
y trascendente Cristo cabeza de la
Iglesia origen y termino en la
Plenitud y como si esto fuera poco Total
y Totalizante en la Deificación de
la Humanidad tal y como lo expresan los santos PP. Griegos. Al respecto merece
mención especial los aportes de la Escuela
de Antioquía y uno de sus máximos representantes Juan Crisóstomo (boca de oro) quienes
para nuestra memoria teológica conciliaron el racionalismo aristotélico con la Soteriología.
Sin duda los aportes de esta Escuela fueron decisivos en el Siglo IV digamos
que enriquecieron el trabajo anterior de la Escuela de Alejandría aunque su estilo fuera totalmente distinto ya
que no motivaron la interpretación alegórica de las Sagradas Escrituras.
CONCLUSIONES AL RESPECTO.
Es importante que nuestros Líderes pastorales y Clérigos
desarrollen una cultura amplia sobre temas que atañen a la praxis ministerial
permitiendo la optimización de las orientaciones pastorales y de paso conocer aún
más la compleja composición de nuestra Iglesia y como se inserta en la vida de la Sociedad
donde fungimos como Ministros ordenados, líderes espirituales y referentes Ético-morales
en una Sociedad que diera la impresión de haber agotado los ejes relacionales
que la cohesionan, es decir, que genera Hoy crisis tanto en el Estado como en
las demás instituciones. Nuestra Axiología debe ser enriquecida cada día más
para afrontar esta crisis propia del Nuevo Milenio. La figura de la Llena de Gracia (Bienaventurada como la
llama nuestro L.O.C) y la vida de los santos que particularmente son
reconocidos por las tres grandes del cristianismo y su génesis la catolicidad (anglicana,
romana, griega) son aliciente en nuestro caminar. De lo anterior se desprende
la necesidad legítima de la Formación Continuada como requisito e instrumento Espiritualizado
de nuestro crecer tanto espiritual como cultural. No es mi interés exaltar
devoción o figura distinta al Salvador pero creo que es importante ampliar el
espectro de nuestra reflexión teológica como quiera que lo que olvidamos tienda
a desaparecer; símil complejo de un órgano o sentido que el cuerpo no utilice
con el tiempo de atrofia y deja de ser. Una vez más consignamos que los santos
PP. Y sus enseñanzas son el “cordón umbilical” de nuestra Tradición Eclesial,
sus enseñanzas nunca reemplazaran al Evangelio de Cristo como creen algunos,
son por el contrario luz y guía de nuestra expresión de Fe.