PREDICACIÓN DEL BAUTISTA... SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO.

LA  PREDICACIÓN  DEL  BAUTISTA… (Mt 3: 1-12) Segundo Domingo de Adviento.

Mateo inicia su relato con una figura (versículo 1)  estereotipada empleada en estos géneros literarios que  nos permite ver la transición con la figura y la predicación del Bautista. Mateo ubica al Bautista en una región que conforma las depresiones del Jordán  y el Mar Muerto. La centralidad del Ministerio del Bautista está afincada en la comunicación de la imagen  contemporánea del Salvador, pero introduce un elemento necesario que definirá todo el accionar de este Hombre llamado el Precursor y del que el propio Señor exclamará: De los nacidos de mujer nadie tan grande como el Bautista. Pero retornando a la cuestión anterior, estamos hablando de la METÁNOIA o renuncia al pecado como proyecto de vida y/o realización de la Persona Humana… este cambio debe estar animado por una autentica Conversión que es precisamente la invitación del Bautista a sus hermanos judíos y extranjeros en Israel. La expresión está tomada del griego Epistréfein por la que retornamos a Dios y damos comienzo a una Vida o existencia nueva. Sin duda son los elementos que el Bautista considera necesarios para la Salvación, para el retorno a Dios Misericordioso. El Apóstol Pablo empleará el mismo llamado para invitar a una verdadera Conversión o retorno a Dios en su Adorado Hijo Nuestro Salvador.

Mateo emplea una cierta Metáfora en el (versículo 2) evitando así citar directamente el Nombre de Dios por razones que todos conocemos. En cuanto al Bautismo predicado por Juan es una alusión a una especie de Rito de Purificación que marcará el inicio de la Conversión por esta inmersión que más tarde tomará forma como Sacramento en la Iglesia Primitiva y en los escritos de los PP. Apostólicos. Desde luego también posee una implicación más profunda que lo enunciado antes, es pues, un Compromiso y expectación de la llegada del Mesías de Israel. La diferencia es sustancial ya que los Discípulos bautizaran en el Espiritu Santo y el Bautista no… Es muy posible que los fariseos en alguna proporción  estuvieran de acuerdo con el Bautismo de Juan ya que ellos aceptaban a diferencia de los saduceos prácticas fuera de la Ley de Moisés y la Tradición… El Rito impulsado por el Bautista posee también una poderosa connotación escatológica ya que nos invita a desarrollar la Esperanza del seguimiento del Salvador en su Gracia.   Sin duda Juan el Bautista comprende perfectamente las implicaciones de la llegada del Mesías y asume el papel necesario en su momento histórico como lo es el anunciarlo. Juan busca con el rito bautismal asegurar una actitud nueva en sus seguidores y esta es precisamente de carácter moral… Este evangelista hace alusión al Espiritu Santo y al fuego, es decir, está pensando en la Tradición judía que nos habla de la Gehenna (versículo 12)   aquel fuego que consumirá todo lo que no se ha purificado, es la dimensión de la misma Conversión que busca espacio para actuar en el Creyente según dicta en su ser la presencia del Espíritu de Yahveh.