IMPORTANCIA DE LA SANTA COMUNIÓN DENTRO DE LA EUCARISTÍA.
INTRODUCCIÓN.
La Santa Eucaristía y los ritos que
la componen en una articulación lógica generan en primera instancia la noción
segura de la Celebración de una acción Fraterna por Antonomasia donde el “Punto
Focal” es llevar al Bautizado a configurar un vínculo de Realidad Ulterior y
posterior, donde se relaciona el Sacrificio en la Cruz y la Resurrección del
Salvador como un único momento de ribetes Atemporales, es decir, la Eucaristía
celebra como tal la Muerte y Resurrección del Salvador bajo un mismo Signo que
no hace distinción desde la Fe en la que lo abordamos, tal argumento es fruto
de la interiorización de la vida de Cristo en la Sique del Bautizado, esta postura no entiende una vivencia
coherente fuera de la Comunión
Sacramental… La Cena del Señor es y será el mayor Signo-Sacramento de la
Iglesia y la Identidad del Bautizado que precisamente en el “Pacto Bautismal”
inicia manifestando su compromiso en la “Fracción del Pan” nombre primitivo (no
anacrónico) de la Eucaristía, retomando el orden anterior, la Santa Comunión es consecuencia tanto
del Rito Litúrgico como de la Intencionalidad del Feligreses y su aceptación
del vínculo explicito que por el Bautismo se consolida en la Cena del
Señor, para Pablo el aceptar a Cristo
era intuición segura del “Signo de la Comunión” y todo su componente
Antropológico a partir de ese primer momento (1Cor 11:23-25).
COMUNIÓN SIGNO FRATERNO.
El Signo Fraterno supera la
Estética de nuestras definiciones espirituales porque atiende a la conformación de las
voluntades que acceden a sus dones precipitando
la definición de Don y Signo Fraterno que
los PP. Apostólicos nos enseñaron desde siempre, para Justino y antes en los escritos apostólicos de la Didajè queda de manifiesto el carácter
de Acción de gracias de la
Eucaristía que toma del Sustantivo eujaristia
su significación que de la mano del Kerigma paulino asume que la Cena del Señor es la
materialización del Signo Comunión, dado que el Apóstol de los gentiles centra
la Eucaristía en la Acción de Gracias
Total y Totalizante, es decir, nada queda fuera de ella lo que se asemeja con
una fuerza Cósmica que parte de Dios y regresa a Dios, solo así tiene sentido y es aceptada por Dios
como Ofrenda Saludable y fuente de Gracia, de lo contrario la Eucaristía
“Fabricaría” Gracia y recordemos que esta es Increada, Pablo ve en el Signo-Comunión una verdadera y diáfana
aproximación a la definitiva Escatología de la Humanidad y del Bautizado, asistir
a la Eucaristía y sustraerse de la Comunión es hacerlo del Testamento de
la Gracia heredada por cada Bautizado, es no tener conciencia sobre la implicación
de recibir el Don de dones esplendido que
en su naturaleza posee la información de la Salvación escrita en cada partícula
que compone la Confección del rito
Sacramental, sería como levantarnos y no percibir la luz o el calor del sol,
seria quedarnos sin noción sobre la Vestigia
de Dios en su obra y particularmente en nosotros, Pablo ve en la presentación del Pan y el Vino
más que la superación y separación de un
componente biológico-químico la
unidad indisoluble de la Gracia con la
Salvación, de esta apreciación surgen
sus cuestionamientos para quienes asisten por asistir a la Cena del
Señor… Si retomamos el Kerigma vemos
que confluye en la Identidad Esencial
del Bautizado en la vida de la Gracia, es ratificar que la Muerte y
Resurrección de Cristo es siempre Actual lo que implica para nosotros que la Eucaristía
no termina nunca, que la sacamos del Templo y la llevamos implícita en nosotros
y en nuestras acciones como perenne signo de Comunión, de este principio parte
mi aseveración: La definición latina de
Misa dice que el Rito terminó, impropio sin duda pero Eucaristía como Acción de Gracias, vive su acción atemporal o perenne, es decir,
no termina la llevamos a nuestra cotidianidad.
La Simbología paulina es bien
apropiada al asociarla con el Bautizado y la indisolubilidad del vínculo con la
Iglesia, miremos algunos aspectos:
EUCARISTÍA………………………….IGLESIA…………………..SOMA O CUERPO DEL SEÑOR…………………. A nivel de
Simbología eficaz……………………………………CUERPO DE
CRISTO Vs PLEROMA……………………………….IGLESIA………..ESPOSA (Ef 5:25-27).
De estas enseñanzas se alimentó la
Patrística y nos regala esta consideración: La Iglesia es el único Altar… Sobre estas consideraciones quiero acudir a la
Plegaria (A) solo para ilustrar el argumento del Sigo-Comunión en nuestra
Liturgia: En la (Pagina 285 y 286) de nuestro Libro de Oración Común (L.O.C) el
acto que introduce las especies en el Rito Consacratorio deja proseguir a un
Estadio de asimilación espiritual
del Rito que no solo invoca el Espíritu
Santo (Epiklesis) sobre los dones del
“Banquete” sino también sobre el Bautizado como indicando la Esencial integración
del Bautizado al Signo-Comunión antes descrito: Santifícanos también, para que recibamos fielmente este Santo
Sacramento y seamos perseverantes en tu servicio en paz y unidad. Y en el día
postrero llévanos con todos tus santos al gozo de tu reino eterno… Estamos
bajo la guía de la Tradición de nuestra Catolicidad para ilustrar nuestra
afirmación miremos las palabras de Teodoro
de Mopsuestia en su Anáfora, donde como nosotros señala los efectos
del Espíritu Santo sobre los dones Eucarísticos y el Bautizado: Para que todos juntos seamos hechos unánimes por un mismo vínculo de Caridad y Paz. La
Anáfora anterior retrata con exactitud el sentir de la Liturgia en la época de
los PP y como es de capital importancia la fusión espiritual establecida entre
los Bautizados y la Intencionalidad en el momento de la Epiklesis dando a entender que es
imprescindible tal relación para generar Unidad e Identidad en el Sacramento y
sus destinatarios lo que produce Paz y Caridad en la vida del creyente y su círculo o
entorno Somático (Ejes relacionales).
COMUNIÓN SIGNO E IDENTIDAD DEL BAUTIZADO.
San Agustín fue el Padre de la
Iglesia Latina que más profundizó sobre el título de esta reflexión y plasma
bellamente esta intención en sus
palabras: ¿Qué ves sobre el Altar? El
Pan y el Cáliz, pero por la ilustración
de vuestra fe, os decimos que ese pan es su Cuerpo y el cáliz es su Sangre, y
si deseas comprenderlo, escucha al Apóstol que dice: Vosotros sois cuerpo de
Cristo, así es sois el Cuerpo de Cristo
y sus miembros lo que está sobre el Altar es el símbolo de vosotros mismos. La
Fe se expresa en el Símbolo Eucarístico de una forma determinada y en esa forma
el Signo fraterno es la Potencia de su
Gracia, dicho así estamos indicando que la Presencia de Cristo pasa también por
la relación de los Bautizados que reciben sus dones de una forma espiritual y
“cubierta” pero que se hace Real en la
Praxis de la Cotidianidad, qué sentido tiene hablar de Eucaristía sin
Transformación personal y Eclesial, es
como ir al Médico y luego tirar la receta y sus recomendaciones, la Gracia
Opera y nosotros somos el escenario de
sus operaciones, somos los destinatarios de tales dones.
También los PP. Griegos se dejaron
escuchar sobre el vínculo y la figura Eucarística, que sobrepasa la
consideración Cultica para instalarse en el centro de la vida de la Iglesia,
donde la Actualidad de la Eucaristía es consecuencia del misterio en ella
celebrado y vivido, es pues, la manifestación de la Gracia en la realidad que busca
transformar, una misma pero compuesta de muy variados elementos: “Muchos vínculos nos unen entre sí pero solo
una mesa se prepara delante de nosotros” (Juan Crisóstomo) la mesa es
sinónimo del Ágape que reúne a los Bautizados y que sin abandonar la cotidianidad
comparten lo consagrado en el Rito, donde brota la Unidad de un mismo “Sentir y
vivir” de una misma aprehensión de la realidad donde la diversidad de
componentes no fabrican por decirlo así, otras realidades a la conceptuada desde
la acción Cultica de la Iglesia, en esa
misma dirección encostramos a Cirilo de Alejandría, quien ve en la Comunión la “Realización de la Comunión Trinitaria entre nosotros en la misma dimensión de la
Eclesial” indicándonos con total
claridad que su profundidad es tal que al Comulgar nos unimos al Dios revelado
incluso más plenamente que en el (A.T) cuando asistía al pueblo en el desierto,
ya no solo vemos sus manifestaciones sino
que lo recibimos en nuestros corazones…
EUCARISTÍA, COMUNIÓN Y SU
ECLESIOLOGÌA.
En la dimensión de la Eclesiología vivida en esta
Comunión Eclesial encontramos total similitud con la plasmada desde siempre por
los PP. De la Iglesia, esta similitud parte de la significación que la
Eucaristía transmite a la Iglesia, de todo lo relacionado anteriormente deseo
solo sintetizar algunos conceptos al respecto:
· La
Eucaristía hace Iglesia y la Iglesia Eucaristía.
· La
Maternidad de la Iglesia tiene su culmen en la Eucaristía, vive y se
realiza en ella.
· La
Eucaristía revela el ser Eclesial como tal y en cuanto tal.
· La
Centralidad de nuestra Espiritualidad es la Cena del Señor.
· La
Eucaristía es fuente y principio de Gracia.
· La fracción
del Pan es alimento del Alma.
· Oración y
Sacrificio.
· El Altar
nos representa en nuestra dimensión de Fe, al constituirnos en uno con Cristo.
· Pan de vida que en si contiene todo deleite.
· Los Bautizados y solo ellos participan de esta Cena.
· Expresa el
sentir de la Iglesia y su Tradición.
· Presencia
amorosa del Misterio de la SS. Trinidad.
· Cristo Pan
vivo bajado del Cielo (Jn).
· Milagro de
Amor.
· Adelanto de
nuestra Escatología.
· La Madre
Iglesia es el único Altar (PP. Apostólicos).
· Eucaristía
Pasión incruenta del Redentor.
· Eucaristía
Comensalía de Gracia.
· Eucaristía
instituida personalmente por el
Salvador.
· Eucaristía…
Signo y Símbolo de la Gracia.
· Don de los
dones esplendido.
· Eucaristía…
Es figura de la Comunión de Personas en la SS. Trinidad (Cirilo de Alejandría).
· Realidad espiritual aprehensible desde la Fe.
· Signo-Sacramento.
· Signo-Comunión.
· Signo-Fraterno
· Acción de
Gracias.
PAN Y VINO (Simbología Eficaz).
Los componentes materiales de la
Celebración Eucarística son básicos en la cultura Judía en tiempos de Jesús, son alimentos que evocan la conexión del
Pueblo con su Historia y anhelos de
Liberación, como olvidar que llevaban 300 años de dominación Cultural,
Geográfica, Económica, Militar, entre
otros, lo que produjo el radicalismo entre algunos que añoraban el Reinado de
David y la cercanía de un verdadero Israelita como Esdras, estos grupos tan radicales fueron
“enfrentados” por el Salvador (Fariseos y Saduceos) no es sencillo suponer que
existía uniformidad cultural en Israel, ellos mismos eran blanco de todo tipo
de estilos de vida y creencias extranjeras… Pero Jesús busca en su Simbología
las especies muy conocidas y básicas en la alimentación de un Israelita (Pan y
Vino) es pues bien eficaz estos elementos y asociados inmediatamente con la
Liberación de épocas Mosaicas, Jesús ve con total claridad el impacto y significación de este
alimento Ritual que configura
perfectamente la calidad de Ofrenda y
Sacrificio y determina la Comensalía
Trascendente donde la Caridad es la
fuente y emanación de toda su Simbología, el lenguaje de Pablo expresa “Este es mi
Cuerpo, esta es mi Sangre” (1Cor 11,22ss) mientras que por la aproximación
Lingüística del Hebreo pudo el Redentor expresar con categoría de Mandato “Tomen esto soy Yo” al no existir
intermediario en la Salvación y en la Gracia, el Hiponense parece intuir su
profunda significación cuan exclama: En la Ultima Cena el Salvador se tomó así
mismo entre sus manos, el tomarse es un paralelismo con el darse y tal
acción es Sacrificio pero sobre todo entrega amorosa… Mirando el Evangelio de
Juan se percibe la Centralidad de la Eucaristía cuando Jesús habla del fruto
(La Vid y los Sarmientos) pero en una marca excelsa del Ser
Eclesial que ve la Majestad de Cristo en el ejercicio esencial de su
Sacerdocio Total y Totalizante, es un discurso Joanico el más extenso (Jn
13-17) que culmina precisamente con el llamado Signo-Fraterno de la Oración
de Jesús por sus amigos los Bautizados. Es un modelo que expresa la realidad
Escatológica de su Sacrificio gobernado por Amor pero no una mera alusión
nominal sino formal llamada Entrega.
Unidos en Cristo.
Rev. Diego Sabogal.
Epifanía.
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