EL REGRESO DEL HIJO DEL
HOMBRE… (Lc21:25-36).
La visión Lucana (Lc) es por
decirlo muy Apocalíptica lo que constata que tomó particularmente de este Género Literario la interpretación de
la proximidad del Salvador, asunto no
entendido como pretenden algunos citando la intensidad de conflictos, dramas, tragedias, signos de
la Naturaleza, con el ánimo de asociarlos a la manifestación del Hijo de Dios y
buscar “fechar” tales acontecimientos, el
Bautizado no puede vivir de posturas Milenaristas y mucho menos de la tragedia como Signo de la realización
de su Esperanza y por definición de su Fe… Está en nuestras manos el vivir la
coherencia de nuestra Espiritualidad y aportar a la obra de
Dios, no se entiende a un Bautizado
temeroso de su Alianza Eterna con
el Dios de la vida, el mismo Dios que Juró
no destruir la Tierra y antes también en el Libro del Génesis afirmó: Y vio Dios que todo estaba bien (Gn
1,1-2,3) la obra no será destruida por el contrario será liberada del pecado
destructor del Ser Humano cuya actitud “depredadora” la tiene con dolores
inefables como de una Mujer a punto de dar a luz (San Pablo).
La Gracia de Dios es capaz de dejar
fuera de la Recapitulación tanto al
pecado como a su consecuencia natural la muerte, así ve Ireneo PP. Latino la vuelta
del Salvador, nosotros aguardamos
la total consumación de nuestra fe en la Persona Adorable de N.S Jesucristo.
Leer los Signos de los Tiempos es más que observar la Naturaleza y sus
ciclos de vida, es más que analizar el orden mundial, es sobre todo vivir bajo el Imperio del Amor de Dios, y no
perder de vista que en su momento estaremos bajo su Juicio
Misericordioso, nuestro papel es administrar con Amor los recursos que su Mano
nos legó e impregnarlos de Luz y Gracia… Solo así cada uno de nosotros como nos
dice la Carta a los hebreos: Se podrá
acercar al Trono de Gracia para alcanzar Misericordia y ayuda oportuna. Nuestro estilo de vida hablará por
nosotros y nuestros Valores cristianos serán también eficientes abogados.
Quienes buscan señales del Fin interpreten la señal del Mandamiento Nuevo, del Amor y Respeto
por el otro y sus circunstancias y la vida en todas sus formas, quien así vive
no tendrá final sino transformación en Adorador e Hijo de Dios por la
adopción de la Gracia, qué sentido tiene
desgastarnos viendo el Final de los
Tiempos si todavía nos cuesta vivir el principio del Amor de Dios y su Plenitud.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario