SALMO 125… DIOS PROTEGE A SUS HIJOS, DIOS ATIENDE A SU PUEBLO.
La Confianza en Dios es fundamento
para los suyos al punto de convertirlos de sus acciones y vida cargada de temor
y miedo a una relación Dignificadora y Trascendente que hace de sus Hijos un
autentico puerto de Paz y Bienestar, todo lo anterior superando la insipidez de
una relación superficial y sin base alguna…
Nosotros exclamamos con el Salmista: Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, Así Yahve esta alrededor
de su Pueblo desde ahora y para siempre… (2) Y esa presencia se hace tan
familiar al Bautizado que no volverá a vivir alguna situación sin ponerla en
manos de Dios haciéndole partícipe definitivo en su Vida y Emociones, esa
Espiritualidad nos dice que Dios se convierte en el Baluarte por Antonomasia
del Bautizado y sus relaciones con el Mundo en el que este vive y desarrolla su
Propósito o Proyecto.
Nosotros acudimos a Dios desde la
Intimidad misma y buscamos de esta forma su accionar en nosotros y en medio de
los que amamos, definitivamente Dios transforma y potencia cualquier Realidad
que nosotros le presentemos. Cuando el Salmista nos dice: No reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los Justos (3) esta asegurando que quien transparenta a
Dios en su vida es otra Criatura informada plenamente por la Gracia que todo lo
Sana y Redime, nos hace así Hijos de Justicia en su Presencia y una Justicia
que aplica a todas las facetas de nuestro Ser, es como indicar que ya no habrá
espacio para la Injusticia en el Bautizado que vive a plenitud su Pacto
Bautismal.
La Paz es un Don de esta maravillosa
relación de Dios con su Obra y la llevará a todo nivel, es la confirmación de
un nuevo orden donde Dios se hace presente y renueva todo en todos, es una vida
cargada del dinamismo de la Fe que solo Cristo concede definitivamente es el
atisbo de la Eternidad en nosotros los Bautizados.
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