sábado, 5 de septiembre de 2015

SALMO 91... BAJO TUS ALAS DIOS MISERICORDIOSO ESTAMOS SEGUROS.

 SALMO 91… BAJO TUS ALAS DIOS MISERICORDIOSO ESTAMOS SEGUROS.


La Salmodia nos ofrece elementos de su Espiritualidad cargados de confesiones y declaraciones de Fe que muestran la vivencia y conciencia de sus Autores, ellos narran a su manera lo que sienten y viven desde la Interioridad y el Mundo como las manifestaciones de la misma naturaleza… El Salmo 91 se expresa en la dinámica de la Protección y Auxilio que un Hijo pide a su Padre.

El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente, diré a Yahve Esperanza mía y castillo mío (1) Dios es ese castillo fuerte que nos acoge y  busca sobre toda experiencia nuestro bienestar e Identidad de Fe,  este versículo introductorio plantea para el Lector un componente de expectativas bien grande y como incluirlas en la faceta del Ser y el Creer ante las vicisitudes de la vida y obra del Bautizado, Dios se muestra como el guardián que cuida solícitamente a cada uno de los suyos, imaginemos un Águila poderosa cubriendo y abrigando a sus aguiluchos y protegiéndolos de su entorno donde el peligro se manifiesta bajo muchas formas.

El versículo (7) nos recuerda la escena de Sansón y el combate entre David y Goliat cuando de la debilidad y confianza se logra un Triunfo caso imposible de conseguirse por medio distinto a la Fe al corresponder a la presencia de Dios en el Creyente y su cotidianidad.

Como llegará la plaga a la vida del verdadero Creyente si este le concede a Dios la relevancia total en su existencia? es como decir que Creer no significa estrictamente lo que expresa nuestra Fe y todo queda en manos del Ser Humano en una falsa concepción de Autosuficiencia que nos obliga paulatinamente a dejarnos vencer por todo tipo de Plagas o en la Modernidad Alienaciones.


Por cuanto en mi ha puesto su Amor, Yo también lo libraré y lo pondré en alto por cuanto ha conocido mi Nombre (14) recordemos que la Espiritualidad nos da una muy clara certeza sobre el Nombre y por ende su Identidad, una Identidad Divina que es fruto de Amor y plena Confianza en su Misericordia, es una expresión de Fe por Antonomasia asistida como es natural por la Gracia de Dios en la vida del Creyente, quien busca el Amor de Dios como Identidad siempre será protegido por Él, es una Promesa materializada en los quehaceres cotidianos al punto de desarrollar una Identidad de Fe que abarca y Totaliza lo que somos y vivimos, es una propuesta de la Integralidad de la Fe: Lo saciaré de largos días y le mostraré mi Salvación (16).

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