PETICIÓN DE SANTIAGO Y DE JUAN AL SALVADOR… (Mc 10:35-45).
Encontramos una relación bien
interesante con respecto a la Petición
que hacen los hijos de Zebedeo y que involucra la concepción de una inmadurez
espiritual marcada en los criterios definidos por el propio Cristo, estamos
hablando de un Discipulado que se configura en el verdadero seguimiento del
Salvador y la afinidad fraterna del Evangelio como Eje Relacional de los nuevos
Discípulos de Jesús y por ende de las demás épocas.
Nosotros no necesitamos hacer la petición
de semejante forma ya que el propio Cristo lo prometió a sus amigos, ya no es
necesario que Cristo acuda al Padre para conceder tal privilegio o negarlo, los
verdaderos seguidores lo harán en la medida en la que se integran al Salvador y
su Evangelio, solo quien esté dispuesto a ser Radical en el seguimiento del
Evangelio podrá decir que vive junto a su Salvador.
El servicio es clave a la hora de vivir
el Evangelio y sobre todo explicitarlo en la condición de los Bautizados, solo así
será posible concluir que vivimos en la dinámica Salvífica de Cristo y su
Iglesia, esta definición de Relación Salvífica
es crucial para informar nuestras vidas y acciones con el tinte Salvífico que
las mismas deben tener.
Se dice que Jesús estaba hablando de la opción por él pero tal señalamiento es
reducir la expresión del servicio Cristiano o los elementos que definen la vida
del Bautizado y su Vocación por el Evangelio que debe definir al Creyente en la vida de la
Sociedad y la Familia, tal afirmación requiere
de nosotros en la elaboración de su Praxis, nosotros estamos llamados a vivir
el Evangelio en la dinámica de los Hijos de Dios.
Seguir a Cristo implica todo lo
anterior y se da en la tranquilidad que genera la Fe y su vivencia desde toda posible
perspectiva donde viva y actúe el Creyente, ser Rico implica tener más para dar
y
compartir y celebrar más gracias al Dios de la vida.
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