LA VIUDA DE NAIN… EL PODER DE CRISTO SOBRE LA MUERTE. (Lc 7:11-17).
La
sensibilidad de este Autor Sagrado nos presenta en su modo y forma bien
particular el Texto de la “Resurrección del Hijo de la Viuda de Nain” con las
connotaciones y características propias de un drama espiritual y social;
Aquella Mujer simboliza a miles de su época que ante la pérdida de los
elementos Sociales que la unían al Colectivo Humano (Entorno Somático) de su Historia Personal, también le
corresponderá vivir la ausencia de su
referente Afectivo-emocional inmediato, es decir, la Muerte de su Hijo (12-13).
Lucas nos hace una composición Socio-cultural en su relato, aquella Viuda (En
la Cosmovisión Judía el Hombre representaba en todos los ámbitos a la Mujer y
su ausencia era Signo de exclusión total), y la muerte de su Hijo único-agrega
Lucas- era por demás, evidencia de gran Tribulación y maldición para ella,
convirtiéndola en una Anawin, o verdaderamente pobre ante Dios y los Hombres,
pero la Acción salvífica de Cristo la hace “su pobre”, en una clara visión
Escatológica… Es Cristo quien finalmente restablece sus derechos y la introduce
en la Cosmovisión de su Pueblo, haciendo de su Sentimiento de Compasión (13) un
reflejo que posteriormente será por Él perfeccionado hasta sus últimas
consecuencias en la Cruz.
A diferencia
de los profetas del A.T. Para citar a Elías en (1R 17:17-24) y Eliseo en (2R 4:
18-37), Cristo mismo, en Nombre propio manifiesta el poder en la Resurrección
de los muertos, se dirige al Joven en su Nombre, mostrándonos que sus atributos
(visión Luquiana), solo eran consecuencia de su origen Divino, aterrizado lo
anterior en la interpretación de la fe al servicio de las experiencias con el
Señor de la vida, Cristo nos produce Alegría, Gozo y Alabanza, admiramos su
Obra y lo que sin duda pretendía mostrarnos Lucas lo unimos a la RESURRECCION ESPIRITUAL COTIDIANA, esta
es sin duda la propuesta que Cristo nos hace en el desarrollo de este “gesto de
Salvación”. Su verdadero Poder se explicita en cada uno de nosotros al
reconocernos “Vivos” y en actitud de “Resucitar” en cada Acción, Palabra o
Pensamiento, que compartimos con quienes componen nuestro” Entorno Somático”… “Todos tuvieron miedo, y glorificaban a
Dios diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros, Dios ha visitado
a su Pueblo” (16). Tengamos presente que Nain era un Poblado pequeño muy
cerca de Nazaret y que de esta forma la Composición de Lugar, nos muestra
paulatina y progresivamente, como en un “espiral” los puntos altos de la
“Revelación de Cristo” llamado por Lucas Señor en una clara investidura de su
Autoridad y Poder para llamar a la vida a los muertos, tanto físicos como
espirituales. Estamos ante un continuo cambio, ante una continua transformación
donde Cristo Señor de la vida, interviene decididamente y deja bien claro tanto
para el Pueblo Judío que vivía en el A.T. como para nosotros que sus Atributos
están al servicio de la vida y la estructuración del Cristiano. Aquella Viuda
bien pudo exclamar a Dios” A Dios clamé
estando en angustia y él me respondió” (Salmo 120,1).
No podemos
ignorar que cada Acción Salvífica de Cristo apuntaba en la misma dirección, la
Restauración de la Persona y su entorno, igualmente su inserción en la dinámica
de la Salvación… Somos llamados en el ejercicio de nuestra Espiritualidad a
reconocerle activo en la Iglesia aunque las necesidades no sean las mismas nos
queda claro que los tiempos traen su propia carga y requerimientos, pero no
estamos solos y a diferencia de ellos el Espíritu Santo viene en nuestra ayuda…
Retomando lo acontecido con la Viuda de Sarepta, nos ubica en el contexto de la
Esperanza y esta transmitida y afianzada por el Profeta que actúa por mandato
de Dios, es sin duda, para nosotros el desarrollo de nuestra Conciencia que
como pasó con aquella Mujer es interpelada por el Dios de la vida. (Miremos 1R
17,16) para quienes se equivocan la Conciencia del Cristiano esta delante de
Dios y es signo de su aceptación o
rechazo. Es papel de la Institución Eclesial denunciar aquellas situaciones
Alienantes en la vida del creyente y que modifican su entorno e Instituciones…
Somos Resucitados por Cristo y opera
inicialmente a nivel de nuestra Conciencia procediendo en un Mundo estructurado
Sensorialmente pero cuyo influjo Salvífico lo lleva a una definitiva
connotación Ontológica, es pues, nuestro primer interrogante ante la muerte.
Quien no modifica a la luz de Cristo y su Palabra su Conciencia le será
imposible trascender y dar continuidad a su vida y obra… “Resurrección Cotidiana o llamado a la vida” la Viuda de Sarepta
dio el primer paso liberó su Conciencia y le permitió a Dios actuar plenamente
en Ella, su Entorno, y Familia, y lo que comenzó como una acción Humanitaria a
favor de la alimentación de ella y los suyos se transformó en un portento de la
Misericordia y Amor Divinos… (Conversión).
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