SINTESIS CATEQUETICA I, TITULOS MESIANICOS REFERIDOS A JESUCRISTO HIJO
DE DIOS… APROXIMACION BIBLICA.
En nuestra
formación Cristiana es importante conocer los Nombres dados a Jesús como figura
relevante presente en las Sagradas Escrituras, sus connotaciones son clave a la
hora de conocer a Jesús como “Don supremo del Padre revelado a la Creación”. Es
mi objetivo distinguir tres momentos o Cronologías a saber: Mesianismo Bíblico, Sacerdotal, y Apocalíptico.
El primero de
ellos, tiene un desarrollo considerable, que se remonta incluso a la
institución Monárquica, pues nos habla del Mesianismo Pre- israelítico o
Patriarcal, pero lo consideramos solo desde la aparición del Rey David cuando
el fenómeno Profético adquiere contornos bien definidos, pero nos habla de
atributos propios del Rey o Consagrado(Cosmovisión Judía de lo Sagrado), y
tales cualidades son vitales para realizar Alianza y sobre todo para transmitir
las Bendiciones Divinas al Pueblo (2 Sam 7:11-16), “asume la promesa y hace de
ella también signo de una muy especial presencia de Dios, por medio de su
escogido”.
Isaías nos
muestra con claridad este indicio profético, en el anuncio del Enmanuel, (Is 7,14), Jeremías habla en el contexto de su Pueblo de una
restauración Política, de un Rey Mesiánico Ideal, (Jer 23,5s), también
encontramos alusión a un auténtico Soberano en Ezequiel (34,23s), Zacarías
orienta su discurso profético hacia la figura de un Mesías Rey escatológico que
vivirá en santidad y mostrará la Salvación, (Zac 9,9s)… Esta nueva apertura
Mesiánica se halla presente en el
Deuteroisaias, en los poemas del Siervo de Yahve, es sin duda, la más pura
y clara imagen de todo el A.T.
Investidura del
Siervo (42:1-4).
Vocación del
Siervo (49:1-6).
Confianza en
Dios (50:4-9).
Mesías
Paciente (52,13; 53,12).
La figura del
Mesías Sacerdote, no está muy claro en el A.T. Cristo rompe con los paradigmas
existentes porque no desciende de Aarón, sino según el rito de Melquisedec
(Salmo 110,4) su novedad tiene todo que ver con el culto que se celebrará en
Jerusalén, que es descrito a grandes rasgos en las visiones proféticas, nada
que ver con la Liturgia anterior, Cristo introduce en su Persona y meritos, un
nuevo y Cósmico Sacrificio.
A comienzos
del Siglo II (a de C.) cuando la Fe Judía se ve amenazada, como ocurrió en la
persecución de Antíoco IV Epifanes, en este periodo se desarrolla la Literatura de
tipo Apocalíptico, que proclamará el próximo advenimiento de Dios para juzgar a
Imperios y potestades Humanas (Dan 7,18.22.25.27) es usado por el propio Jesús
en (Mc 14,61s),” Eres tu el Cristo, el
Hijo de Dios”, el Mesianismo de Jesús es original pero reviste los rasgos
más puros de la Tradición del A.T. pero es orientado dando una especie de
preferencia al descrito por el Profeta Isaías. Ya en el N.T. El discurso de
Pedro en Pentecostés es Paradigmático (Hch 2:32-36) Y lo ha proclamado Señor,
es decir, participe de la Omnipotencia divina del Mesías Consagrado para una
especialísima misión Salvífica, (Hch 2,33) por tanto es Dios y Salvador del Ser
Humano, sobre nuestra Cristología y en unidad conceptual de este Discurso
encontramos quizá la alusión más antigua en el N.T. (1 Cor 15: 1-7),”argumento
Teológico que vincula la Cristología con la Soteriología”.
En el ámbito
Palestino Jesús es llamado Maran(a), Señor en Arameo presente en
(1 Cor 16,22 y Ap 22,20) es designado también como Bar-Nasha, el Hijo del Hombre que debe venir para el Juicio Final
(Mt 26,64), su tercer título en el medio Palestino, Mesías o Ungido ( Christos)
Y que designaba justamente al Rey de Israel…
Para continuar
nuestra reflexión les invito a meditar con las formulas de exclamación con las
que se proclamaba la Fe en Jesucristo, son los ejemplos más arcaicos de nuestra
Cristología. Como tarea puedes
encontrarlas en las cartas Paulinas. (Homologías),
también en los escritos de los Padres Apostólicos o puedes encontrar en Pablo alusiones precisas
sobre nuestro interés reflexivo, (Gal 1,2; Filp 2: 6-11; 2:9-11).
Queda claro
la necesidad de conocer e interiorizar el Mensaje que las Sagradas Escrituras
comparte con nosotros y la Iglesia, no es posible hablar de un Cristianismo maduro
que supera con creses la “Curiosidad” espiritual sino conocemos la Revelación y
el “Que” de nuestra Salvación y propósito Divino. La figura de Cristo es
siempre actual e inmanente a su Iglesia y por extensión a cada uno de nosotros,
bien exclamó San Agustín “Nadie ama lo
que no conoce” y nuestro primer paso lo damos unidos a las Escrituras y a
la Tradición de la Iglesia o Pleroma de Cristo (San Pablo). Les invito a
reflexionar al respecto…
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