JESUS CAMINO A JERUSALEN… CONTEXTO DEL CAMINAR CRISTIANO (Lc 9:51-62)
La Liturgia
de la Palabra nos propone para este Domingo una enseñanza bien interesante
sobre el Camino Cristiano, Camino que nos lleva por la relación con el
Resucitado, a pesar de las dificultades propias de la Condición Humana pero
nada ajeno a Dios que santifica en su Hijo cada paso por ese Camino y cada
Acción de Caminar desde la Fe… Cristo de camino a Jerusalén atraviesa el País
de los Samaritanos, cosa que los Judíos evitaban a toda costa, (recordemos que
Samaria estaba ubicada entre Galilea al Norte Y Judea Con Jerusalén al Sur).
Lucas nos
deja claro, que por ir de camino a Jerusalén ellos no le recibieron bien, dando
pie a una alusión bien curiosa por parte de Santiago y Juan “Quieres que pidamos que baje fuego del Cielo y los consuma” (54),
esta respuesta hace parte de la Tradición Judía (exterminación de los
Samaritanos) señalada ya en tiempos de profeta Elías en el Siglo IX a de C. No
hace claridad de la respuesta de Jesús, lo principal o el Punto Focal estará en
la interpretación pedagógica del Texto en su Conjunto y las características del
Cristiano animado en su “Caminar de fe”… Lc, conjuga este caminar físico con el
espiritual y los remarca insistentemente como ningún evangelista al mencionar 6
veces su camino a Jerusalén, es posible enumerar algunas características del cristiano,
que reflejan su vida y Espiritualidad comprendiendo que existen muchos
elementos que transforman nuestra experiencia de vida y sobre todo la
Construcción del Reino de Dios desde la Simiente Terrena, nuestra Actitud es Vigilante
y cargada de Sacrificio.
La renuncia de posiciones bastante cómodas nos
llevara a percibir el Compromiso de vida Evangélica como Servicio en el plano
Familiar, Social, y también Eclesial, con una verdadera confianza en Cristo aun pasando sobre la muerte (Para Lc, es sin duda la muerte física y
espiritual, la que aparta definitivamente al Hombre de Cristo) asiendo de nosotros
Sujetos que se mueven en la esfera de lo Sensible pero sin plantar
definitivamente nuestra vida en las bases del Evangelio, como quien dice, meros
espectadores de nuestra propia existencia, la muerte no es vista como la
Continuidad del ser proyectado a su estado y forma definitiva ”Déjame ir primero a enterrar a mi Padre”
(59), también en esta gradación de Responsabilidades y limitaciones del Ser
Humano a la fuerza de la Gracia y opción Cristiana encontramos en el (Vers 61) “Te
seguiré Señor pero antes déjame ir a despedirme de los de mi casa”, sin
duda Cristo nos plantea superar nuestras “Posiciones de Comodidad” cuando estas
no dejan madurar nuestra fe pero nunca plantea el dejar nuestras
Responsabilidades de cada Día, es por el contrario, una invitación a vivir la
“Radicalidad Evangélica” como proyecto de vida y al servicio de cuantos nos
rodean.
Mirar hacia
atrás nos recuerda a quienes antes y ahora dudan de su fe y de la Misericordia
de Dios para acompañar sus vidas y todo aquello que es importante en ellos y
los que aman… Hoy Dios renueva su inmensa valía sobre lo que somos y tenemos
pero a su vez nos pide confiar verdaderamente en su palabra, aquel que dijo: Estaré
con ustedes hasta el final de los tiempos, aquel que se hizo uno de
nosotros y santificó cuanto Somos, Hacemos, y Pensamos. La propuesta de este
camino de vida y madurez, no tiene como Eje la Autosuficiencia, mucho menos la
seguridad en lo que tienes en tus “bolsillos” sino en su providencia Divina “El Hijo del Hombre no tiene donde
reclinar la cabeza” (58). Los Padres de la Iglesia vieron en este Texto
Luquiano una exhortación a la Vocación apostólica, pero en la actualidad lo
interpretamos también como una extensión de la Vocación del creyente que sigue
el modelo de Cristo, siempre actual y capaz de ser insertado en la Sociedad y
sus distintos paradigmas sin desconocer el influjo de Dios para llevarlo a
feliz término. La Iglesia se convierte en maestra de este caminar en Cristo y
con su ejemplo debe mostrar a sus Hijos la necesidad del mismo, es pues, este
camino una “Topia Evangélica”.
Los Levitas
(Casta Sacerdotal de los Judíos), Lc parte de ellos en su Evangelio, al
proponer Tópicos Relevantes del seguimiento de Jesús, estableciendo un
paralelismo con el Salmo 16 y la Conciencia por parte de ellos sobre su
heredad, miremos apartes del mismo”
Yahveh, la parte de mi herencia y de mi copa, Tú mi suerte aseguras… Porque Él
está a mi diestra no vacilo” en este Salmo es posible ver la Cosmovisión de
los Israelitas que pasan del Dios Creador (Normatividad) al Dios de la Conciencia Intima, que mas tarde con
Cristo será visto desde la óptica del “Mandamiento Nuevo o del Amor”, esta Conciencia supera Estadios de
Madurez anteriores a la concepción del Dios Amor que se recrea en la Libertad e
intimidad de los suyos, alusión expresa de Cristo en la Dimensión de la Oración
Cristiana, para Ilustrar esta aproximación consultemos en (Núm. 18:20-24) “Yahveh dijo a Aarón, Tú no tendrás heredad
ninguna en su Tierra; no habrá porción para ti entre ellos. Yo soy tu
porción y tu heredad entre los
Israelitas” Este mensaje por
extensión es para cada uno de nosotros en los ámbitos en los que nos
desempeñamos. (La Promesa figura de Cristo).
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