TEÓLOGOS DE
LA REFORMA INSULAR...
EPISCOPALIANISMO Y SU CATOLICIDAD.
La Comunión
Anglicana, con su comunión de Iglesias, tiene una responsabilidad especial en
este momento en el mundo. Nosotros no tenemos una doctrina propia - sólo
poseemos la doctrina Católica de la Iglesia Católica, consagrada en los
credos católicos, y en estos credos permanecemos sin adición ni disminución.
Nos mantenemos firmes en esa roca.” (Arzobispo Godffrey Fisher)…
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CUESTIONES
ABORDADAS.
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Antecedente histórico-critico.
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Cronología Escocia Vs. Inglaterra.
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Criterio Episcopal y su eclesiología en el ámbito de la Catolicidad.
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Denominados, teólogos Carolinos.
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William Laud.
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George Herbert.
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Jeremy Taylor.
·
Lancelot Andrewes.
·
Nicholas Ferrar.
·
Doctrina
Teológica.
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Algunas Cuestiones.
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Problemas Teológicos del siglo XVI y XVII.
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ANTECEDENTE
HISTÓRICO-CRÍTICO.
Un canon
reducido a la Escritura por Dios mismo, dos testamentos, tres credos, cuatro concilios generales,
cinco siglos y la serie de los PP. de la Iglesia en ese período - es decir,
los tres siglos antes de Constantino, y dos después, determinan el límite de
nuestra Fe”. (Obispo Lancelot Andrewes)…
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Particularizando
el enunciado encontramos que la perspectiva que construye la estructura
eclesial aplicada a nuestra doctrina emplea en su método gnoseológico que
conocemos como el "trípode de nuestra Fe" sus postulados y
desambiguado en unidades lingüísticas simples será: Biblia, Tradición, y
Razón, desde una re-formulación dialéctica afirmamos: Razón, Biblia, y
Tradición... este método está vigente introduciendo a la especulación
teológica el sentir académico de la filosofía como recurso metodológico. La
expresión local de nuestra doctrina se re-formula, ella misma, intelectiva
por medio de la confesión del Credo "Niceno -constantinopolitano"
que se recoge en el Libro de Oración Común o (L.O.C) en la página 280. La
pregunta retórica desde nuestra óptica podría ser ¿El Episcopal como se
conecta con la trascendencia doctrinal de la Iglesia de Cristo fundada por
los apóstoles y engendrada por el Espíritu Santo? desde la reflexión
teológica de los teólogos Carolinos y el Movimiento de Oxford buscaremos dar
respuesta a nuestro interrogante ahora retorico… cristoeseltema.blogspot.com
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En nuestro medio surge
siempre el interrogante sobre la identidad doctrinal de la Iglesia Episcopal y
la primera referencia es la relación de estar dentro de la Comunión Anglicana. La diferencia
de índole social y cultural como del establecimiento de una cosmovisión
coherente ha hecho pensar que existe siquiera la posibilidad de ser una
propuesta endémica estrictamente hablando, pero tal postura puede llegar a
desconocer una praxis cultica-liturgia que desde siempre fue importante para
esta Iglesia de la Comunión Anglicana. Ser hoy Episcopal se dibuja en el
horizonte doctrinal de una serie de conceptos que no nacieron en América del
Norte con el establecimiento de la sociedad Anglosajona (1). El hilo de nuestra
historia necesariamente debe reconocer como padre y madre a la doctrina
argumentada desde Inglaterra. Desde la dinámica sociológica de la religión
podemos decir también que su Ethos fue heredado en una praxis de contenidos
realmente altos. No existe por dinámica nacionalista Iglesia histórica alguna
que no se deba a una Tradición eclesial muy anterior a ella, el intuicionismo
eclesial no es factible como fenómeno dialectico, aunque no negamos que pueda
generar imaginarios. El conocimiento eclesial no depende de orientación
teológica alguna ya que la sola praxis de nuestra Teologia nos hace hijos de la
Catolicidad en términos histórico-críticos de nuestra propia realidad doctrinal.
No es correcto argumentar que el ser Episcopal como doctrina teológica nace con la presencia de su primer
Obispo en suelo estadounidense, y nos referimos a Samuel Seabury (2).
La revolución americana
de 1775 introdujo una situación completamente nueva, pues con la separación de
las trece colonias de la Madre Patria, los anglicanos de la nueva república
tuvieron que regularizar su situación eclesiástica independientemente de la
Iglesia de Inglaterra. Bien pronto, en 1783, el clero de la colonia de Connecticut
eligió a Samuel Seabury, sacerdote misionero procedente de la diócesis de
Lincoln en Inglaterra, como obispo. Según la ley inglesa de entonces, la
consagración de un obispo por los obispos ingleses no era posible ni concebible
sin un juramento de lealtad a la corona inglesa, lo que el ciudadano
norteamericano Seabury no podía hacer. La dificultad fue resuelta en el año
siguiente con la consagración de Seabury en Aberdeen por tres obispos de la
Iglesia Episcopal de Escocia que, por no haber sido establecida por la ley
inglesa, no exigía juramento de lealtad a la corona. En 1787 quedaron resueltas
las dificultades legales en Inglaterra, y el arzobispo de Canterbury pudo
consagrar dos obispos norteamericanos más. Así se agregó la sucesión inglesa a
la escocesa, y existieron desde entonces los tres obispos necesarios para
asegurar la continuación de la jerarquía episcopal (3). La
Iglesia Episcopal de Escocia ocupa una posición muy distinta a la Iglesia de Inglaterra, a
pesar de ser la representante del anglicanismo en aquel país. Ello se explica
por razones históricas.
En Escocia la separación
de Roma se produjo no como consecuencia del acto de poder que dio origen a la
llamada Iglesia de Inglaterra, sino al movimiento, de inspiración calvinista,
que desarrolló John Knox (4) y que dio origen a los presbiterianos (5) Dichos
presbiterianos escoceses detestaron siempre la vía media de la Iglesia de
Inglaterra en la que veían sólo un disfraz de la papistería, de modo que las
tentativas de los reyes estuardos para imponer el anglicanismo en Escocia
fracasaron totalmente. Los reyes tuvieron por fin que reconocer a la Iglesia
Presbiteriana como la religión establecida en Escocia, donde cuenta hasta hoy
con el apoyo de la inmensa mayoría de la nación. La minoría que aceptó el anglicanismo forma la Iglesia Episcopal
Escocesa, que reclama para sí la continuidad con la Iglesia medieval en
Escocia, y que acusa fuertes tendencias católicas a las cuales puede dar libre
desarrollo, pues no sufre las trabas del control estatal.
Al respecto hacemos
mención de Samuel Seabury (6) nació en
North Groton, Connecticut, el 30 de noviembre de 1729 y murió en New London el
25 de febrero de 1796. Se graduó en Yale College, 1748, y poco después comenzó
a estudiar medicina. En 1752, aunque ya se había entregado a la vocación
clerical, fue a Edimburgo para terminar sus estudios médicos, entrando en
contacto con un remanente de la antigua Iglesia de Escocia. Fue ordenado diácono
por el obispo de Lincoln el 21 de diciembre de 1753 y sacerdote dos días
después en Londres; llegó a New Brunswick. New Jersey, como misionero en 1754;
fue rector en Jamaica, Long Island, 1757-1767; y en Westchester, Nueva York,
desde 1767. Al proceder su sustento misionero de la Iglesia anglicana y estar
bajo juramento de lealtad, permaneció firmemente leal, lo que le causó
problemas con los patriotas. Se hizo particularmente odioso por una serie de
tratados firmados A. W. Farme y titulados, Free Thoughts on the Proceedings of
the Continental Congress (16 de noviembre de 1774), The Congress Canvassed (26
de noviembre) y A View of the Controversy between Great Britain and her
Colonies (24 de diciembre). Fue capturado por una banda armada, trasladado a Connecticut
y detenido en New Haven durante seis semanas. Tras pasar a las líneas
británicas se retiró a Nueva York, donde se sostuvo en parte por la práctica de
la medicina, sirviendo como capellán del regimiento real americano y
manteniendo su lealtad hasta el final de la guerra. En 1783 fue elegido obispo
por el clero de Connecticut, yendo a Inglaterra para ser ordenado. El arzobispo
de Canterbury rechazó su ordenación porque ciertas complicaciones del juramento
civil de lealtad no habían sido todavía resultas, por lo que Seabury regresó a
Escocia, donde fue consagrado en 1784 por tres prelados no juramentadores.
Regresó a Connecticut en 1785, donde, residiendo como rector en New London, fue
reconocida su jurisdicción, que se extendió, por invitación, a Rhode Island.
Fue el primer obispo que presidió las iglesias en varios Estados unidos bajo la
convención general en 1789. Unido con los tres obispos consagrados
posteriormente en Inglaterra para la formación de la nueva constitución, que
convertía a la Iglesia americana en independiente y autónoma, participó en la
consagración del primer obispo de Maryland, Thomas J. Claggett. De ahí que
ningún obispo haya sido nunca consagrado que no derive sus prerrogativas de las
líneas escocesa y anglicana.
Para enfocarnos de una
manera más objetiva en la relación geográfica y política entre ingleses y escoceses miremos algunas
cronologías de eventos importantes entre estas dos naciones:
CRONOLOGÍA
ESCOCIA VRS. INGLATERRA.
1296 – La primera Guerra de
Independencia entre Escocia, liderada por el famosos William Wallace, e
Inglaterra da comienzo cuando el rey inglés Eduardo I invade tierras
escocesas.
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1314 – Los escoceses
derrotan a Inglaterra en la batalla de Bannockburn.
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1328 – La independencia de Escocia es
reconocida.
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1332-1357 – Segunda Guerra de
Independencia.
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1603 –
Unificación de las coronas de Escocia e Inglaterra. Jacobo I de Inglaterra y
VI de Escocia, un Estuardo, asciende al trono tras la muerte de su prima
Isabel I, la última Tudor.
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1688 – Guillermo de Orange, yerno de
Jacobo II, encabeza la Glorious Revolution contra el rey católico, haciéndose
con la corona. Jacobo II y su familia huyen a Francia para alejar a sus
herederos de la influencia de Guillermo de Orange.
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1701 – Muerte Jacobo II y su hijo,
Jacobo III, hereda sus derechos a la corona, siendo reconocido por las
coronas de Francia y España o la Santa Sede.
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1707 – Mediante el
Acta de Unión se produce la unificación política de Escocia e Inglaterra bajo
el reinado de Ana I, la última Estuardo. Aunque ya había habido propuestas
para la unificación en 1700 y 1702, Escocia solo aceptó cuando se vio
sumergida en una gran crisis económica provocada por su aventura colonial en
Panamá. El poder se trasladó a Londres y Escocia retuvo su propia iglesia,
sistema educativo y legal.
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1715 – Jacobo III
encabeza a 10.000 jacobitas escoceses −nombre que recibían los seguidores de
Jacobo II y después los partidarios de romper la Unión− en una rebelión para
proclamarse como rey. La sublevación fracasa y Jacobo III deja las islas
británicas.
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1745 − El hijo de Jacobo III, el
príncipe Carlos Eduardo Estuardo, retorna a las islas para encabezar una
nueva revuelta jacobita y conquistar el trono. En esta ocasión, los jacobitas
llegan a tomar Derby, a tan solo 127 millas de Londres. Tras la derrota en la
batalla de Culloden, Carlos tiene que exiliarse.
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1750 – En las
primeras décadas tras la unión, los beneficios para la economía no fueron tan
altos como Escocia había calculado. Según el historiador escocés Michael
Lynch, para el año 1750 los
escoceses ya se concebían a sí mismos con una doble identidad, escocesa y
británica.
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(7)
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En el recuadro de
cronologías podemos observar la relación de los eventos entre estas naciones
hermanadas, basta con agregar que los postulados religiosos son completamente
distintos y la rivalidad favoreció la sucesión eclesial para la nación del
Norte. Samuel Seabury (no juramentado) (8) asume el ministerio diaconal y su
presbiterado desde la fundamentación inglesa de las órdenes y la doctrina, al
renunciar a la corona (no juramentado) en su ministerio sacerdotal busca arropo
en la iglesia escocesa de allí naturalmente parte nuestra sucesión que por el
principio de universalidad ministerial nos conecta con Inglaterra. La realidad de esta índole ministerial se
conserva no en división sino en supra unidad de las órdenes, por lo tanto apreciativamente hablando la raíz
de la catolicidad por extensión es tan inglesa como escocesa y como apostólica,
confluyendo en la identidad eclesial que llamamos Episcopal (9).
El rechazo a la autoridad
de la Corona inglesa hace de Escocia el escenario ideal para el establecimiento
de confesiones religiosas que no dependan para su estructuración de la
influencia de los reyes ingleses (10). Tal independencia es vital en la futura
consolidación Episcopal. Citamos a Seabury desde la perspectiva de su necesaria
participación en la sucesión apostólica que a pesar de los distintos
movimientos reformistas supo conservarse como identidad inicial y formal de la
Iglesia de Inglaterra. Seabury es un símbolo de las implicancias de sostener en
la tradición eclesial la sucesión apostólica y hacerla ligar con la Iglesia en
otra latitud aunque es imposible de negar la herencia inglesa en todo el
ministerio que él y los demás obispos y
presbíteros y diáconos desempeñaron y lo venimos haciendo en nuestro
presente. Se convierte en una innegable
dinámica entre la tradición recibida y el espíritu identitativo propio, entre
el ser Episcopal y reconocerse parte de la catolicidad, de lo contrario, ser Episcopal no sería más relevante que llamarse protestante o cristiano cesante de
tradición eclesial. Seabury no perpetuó identidad eclesial que desconociera la
catolicidad de sus órdenes ya que estas y la catolicidad son intrínsecas de lo
contrario qué sentido tendría conservar la sucesión apostólica y no ser parte
viva de la catolicidad. Solo citaremos a este obispo y las implicancias que su
búsqueda de la sucesión trajo en la naciente Iglesia en los EE.UU. (11). En realidad Seabury fue formalmente hablando
tan católico como protestante y no es un fundamento contradictorio al menos
gramaticalmente enunciado, sino la praxis de un ser eclesial reformado. Si en
términos de sociedades y sus estructuras pragmáticas decimos:
El
ser Episcopal sociológicamente
hablando es la nacionalidad eclesial, entonces el ser parte de la
catolicidad le da al Episcopal no ya la nacionalidad de su origen sino la
ciudadanía del mundo… (12).
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CRITERIO EPISCOPAL Y SU ECLESIOLOGÍA EN EL ÁMBITO DE LA CATOLICIDAD.
De la anterior expresión
podemos afirmar que el ser de nuestra catolicidad queda claro y en firme… la
concepción LOCAL (13) de la doctrina
eclesial no es fundamentalmente algún concepto excluyente, aquí nos planteamos
un tipo de fenomenología por extensión al mejor estilo heideggeriano y vemos
con claridad lo que conlleva suponer la extensión eclesial fuera de Inglaterra
y como en su continuo crecimiento se configura en lo que hoy conocemos como
“Comunión Anglicana” sin la presencia de
Hooker y los Carolinos y más tarde los PP. del Movimiento de Oxford, la dinámica Identitativa de nuestra propia
catolicidad se hubiera diluido bajo el sofisma de una expresión teológica regional. La Comunión Anglicana posee su propio Ethos
territorial compuesto por las distintas
inclusiones eclesiales (Provincias) tal
afirmación no riñe con la unicidad intuitiva y formal de la doctrina que nos
permite ser expresión tanto católica como reformada. El Qué de la cuestión Episcopal y Anglicana,
es su propio método (Biblia, Razón, y
Tradición) (13). La extensión del ser eclesial no puede ser resumido o
contenido en una Provincia, es decir, el Episcopal no puede argumentar que su
estilo es único ya que la sucesión de eventos eclesiales no es propia
totalmente, es parte de las
costumbres que la catolicidad conservó,
el ser eclesial por extensión es inglés como estadounidense y dominicano. El ser eidético que se manifiesta
concretamente en la doctrina reconoce de si y para si el ejercicio dialectico y
fenomenológico de la liturgia romana del siglo IV y XI, como también de los
usos de Salisbury o Sarum y de York (siglos XV y XVI). La independencia de
cada una posee una praxis común que solo se registra en su catolicidad (14). Los
usos particularizaron la liturgia y animaron la identidad de dichas
particularidades hasta ser unificados en una liturgia de índole universal y
menos local, por esta y otras razones el (L.O.C) es signo de universalidad en
la diversidad de nuestra eclesiología.
DENOMINADOS, TEÓLOGOS CAROLINOS.
William Laud,
arzobispo de Canterbury, nació el 7 de octubre de 1573 en Reading, Berkshire,
Inglaterra y murió el 10 de enero de 1645 en Londres. (15).
Era
hijo de un sastre, pero estudió en St. John College, Oxford (licenciatura en filosofía
y letras, 1594; máster en filosofía y letras, 1598; doctor en teología,
1608), siendo miembro del consejo rector a la edad de veinte años. En 1601
fue ordenado y dos años después era capellán del conde de Devonshire. Su
capacidad ya atraía la atención y su progreso fue rápido. En 1607 fue
nombrado vicario de Stanford, Northamptonshire, y capellán de Richard Neile,
posterior obispo de York. En 1611 fue elegido director de su colegio, aunque
su posición era difícil porque Oxford en aquel momento era totalmente
calvinista, (16) siendo Laud
igualmente opuesto al catolicismo y al presbiterianismo. La antipatía
puritana hacia él se intensificó. Robert Abbott, (17) posterior obispo de Salisbury, le atacó violentamente en
1614, pero su fiel amigo Neile le dio la prebenda de Buckden en el mismo año
y la archidiaconía de Huntingdon en 1615, siendo en 1616 deán de Gloucester.
Allí, con las más excelentes intenciones, levantó oposición por su
obstinación y falta de tacto, cuando ordenó que el altar, puesto por influencia
puritana en el centro del coro, debía ser restaurado a su antigua posición,
contra el muro oriental. Su impopularidad se incrementó en 1617, al vestir
una sobrepelliz en un funeral en Escocia. Su favor con el rey, en cambio,
aumentó. En enero de 1621 tomó posesión de su prebenda en Westminster y seis
meses más tarde fue consagrado obispo de St. David. Es característico de su
rígida adhesión a lo que él estimaba recto, que rechazó retener los dos
oficios, de obispo y rector de St. John, aunque tenía permiso expreso para
hacerlo. En 1622 el asunto de la condesa de Buckingham, que se inclinaba
hacia el catolicismo, demandó que definiera su posición hacia la Iglesia
católica, que reconoció como una Iglesia verdadera, aunque ni en ese tiempo
ni en ningún otro se aproximó o aceptó sus enseñanzas características. Con la
muerte de Jacobo I, (18) el 27 de
marzo de 1625, comenzó el poder auténtico de Laud en la Iglesia de
Inglaterra. Firmemente convencido de la justicia de su causa, quiso hacer del
rey un instrumento, para imponer sus propias ideas sobre la Iglesia entera.
Firme defensor de la alianza entre la Iglesia y el Estado, subrayó la
doctrina del derecho divino de los reyes, hasta el punto que la Cámara de los
Comunes puritana le estimó enemigo de la libertad religiosa y civil. Por su
parte, Carlos recompensó su fidelidad abundantemente. El 20 de junio de 1626
fue nombrado obispo de Bath y Wells, continuando con sus intentos de cambio,
a pesar de la oposición puritana, a la que no intentó conciliar. En 1633, a
la muerte de George Abbott, que había sido su oponente más feroz, Laud fue
nombrado arzobispo de Canterbury. En ese tiempo sucedió algo que fue un
enigma a la vez para puritanos y católicos. Laud, sospechoso ante los
puritanos de tener inclinaciones católicas, recibió la oferta de la púrpura
cardenalicia, pero él la rechazó diciendo: “Hay algo dentro de mí que no lo soportaría, hasta que Roma sea
diferente de lo que es”, tomando posesión con energía de su nuevo deber
como jefe de la Iglesia anglicana. El uso del Libro de Oración Común salió
reforzado, se insistió en la dignidad de la adoración, las iglesias fueron
reparadas, el sistema de “lectores”,
por el que los sermones que atacaban los principios anglicanos fueron
promovidos, fue frenado y el puritanismo agresivo detenido. Por otro lado, su insistencia en inclinarse ante el
nombre de Jesús, la colocación del altar en el muro oriental de la
iglesia, distinguiéndolo de esa manera de la mesa de la comunión puritana,
así como su defensa de la diversión sana en domingo, en contraste con la
observancia puritana, fueron atacados violentamente. Al mismo tiempo, se
atrajo la hostilidad de la reina, que era católica, por su protesta contra el
favoritismo mostrado hacia sus correligionarios. Como él mismo dijo, era “como
maíz entre dos prensas”.
DOCTRINA TEOLÓGICA.
Su
pensamiento fundamentalmente se centra en la Iglesia primitiva y la necesidad de retomar sus fundamentos,
por ende, desconoce la presencia de doctrinas modificadas que rompen con la historia
eclesial. La praxis eclesial se sujeta
a la historia y a la génesis del cristianismo, una visión idealista lleva a
nuestro autor a pretender casi que
poéticamente retornar a los orígenes estructurales del cristianismo
(19). Centra su accionar reflexivo en los primeros concilios de la
cristiandad donde a su juicio la unidad eclesial era una realidad. Afirma
categóricamente la naturaleza Cristocentrica de nuestra liturgia y la alta
estima y reverencia al nombre Santísimo de nuestro Señor (20). No rechaza la
secuencialidad eclesial sino las perversiones que encuentra en la praxis
argumentativa y doctrinal. Hay un cierto realismo que se interesa por
instalarse bajo el concepto pragmático de unos fundamentos anteriores a la
misma expresión doctrinal conocida por la Iglesia en la Reforma Insular. Laud
acepta solo los primeros 4 concilios por considerarlos fruto de la Iglesia
indivisa, miremos su listado:
·
Nicea año 325… Reunido por el
Emperador Constantino durante el pontificado de San Silvestre. Contra el
arrianismo (21). Definió la consubstancialidad del Verbo (22), largamente
defendida por Atanasio, diácono de Alejandría; sancionó los privilegios de
las tres sedes patriarcales de Roma, Alejandría y Antioquía (23), y extendió
a toda la Iglesia la costumbre romana concertando la fecha de la celebración
de Pascua (24).
·
Constantinopla
año 381… Reunido
durante el pontificado del Papa San Dámaso y el Emperador Teodosio el Grande,
reafirmó la divinidad del Espíritu Santo. Contra los macedonianos. También
fue condenada la doctrina de Pelagio (25) y Celestino (26) que negaban la
transmisión del pecado de Adán a su descendencia y defendían la bondad,
puramente humana para hacer el bien sin el concurso del auxilio divino.
·
Éfeso año 431… Celestino I.
Contra el nestorianismo (27). En el reinado de Teodosio el Joven. Definió la
unidad de persona en Cristo y la maternidad divina de María. Condenación de
los errores pelagianos.
·
Calcedonia año
431… León
I El Magno. Contra los monofisitas (28). Emperador Marciano. Condenó el
eutiquianismo (29), que no reconocía en Cristo la distinción de las dos
naturalezas perfectas.
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George
Herbert nació en Montgomery, Gales, el 3 de abril de 1593 y murió en
Bemerton, Wiltshire, en febrero de 1633, siendo enterrado el 3 de marzo.
Era hermano de Lord Herbert de Cherbury. A la edad
de doce años fue enviado a Westminster School y posteriormente a Trinity
College, Cambridge (licenciatura en filosofía y letras, 1613; máster en
filosofía y letras, 1616). En esta institución fue miembro del consejo rector
en 1616 y orador de la universidad en 1619, posición de la que dimitió en
1627. Como orador universitario estuvo en estrecho contacto con el rey,
pasando mucho tiempo en la corte y esperando obtener alguna promoción en el
servicio del Estado. Entre sus amigos estuvieron Francis Bacon (30), Sir
Henry Wotton, Isaak Walton, John Donne y el obispo Andrewes. A la muerte de
Jacobo I en 1625 se retiró de la vida cortesana y se fue a la casa de un
amigo en Kent para estudiar teología. Al año siguiente fue ordenado diácono y
presentado a la prebenda de Layton Ecclesia, Huntingdonshire, a la que estaba
asociada una propiedad, con una iglesia dilapidada, en Leighton, a dos millas
de Little Gidding, hogar de Nicholas Ferrar. Bajo la guía de éste Herbert
restauró la iglesia, siendo por su influencia que se integró finalmente a una
completa vida religiosa. En abril de 1630 fue presentado a Carlos I para la
rectoría de Fugglestone con Bemerton, Wiltshire. Su corto ministerio de tres
años en Bemerton se caracterizó por una devoción tan entregada a sus deberes
que fue llamado "Holy George Herbert". Tras el cristianismo amó a
la Iglesia anglicana. Su fama descansa en el volumen póstumo The Temple:
Sacred Poems and Private Ejaculations (edición N. Ferrar, Cambridge, 1633).
Aunque sus poemas quedan a veces perjudicados por su presunción verbal, su
auténtica piedad y fervor devocional los han convertido en clásicos
religiosos, situando a Herbert en una posición, compartida sólo por John
Keble (31), como poeta de la teología anglicana. La obra en prosa de Herbert
A Priest to the Temple: or, the Country Parson (edición de H. C. Beeching,
Oxford, 1898), publicada primero en sus Remains (Londres, 1652), es un
excelente tratado de teología pastoral. De las muchas ediciones de Herbert
una de las mejores es la de A. B. Grosart, The Complete Works in Prose and
Verse of George Herbert, con una valiosa introducción (3 volúmenes, Londres,
1874).
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Jeremy
Taylor, obispo, teólogo y escritor devocional inglés, nació en Cambridge el
15 de agosto de 1613 y murió en Lisburn, a 13 kilómetros al sudoeste de
Belfast, Irlanda del Norte, el 13 de agosto de 1667. (32).
Estudió en
Gonville y Gaius College, Cambridge (licenciatura en filosofía y letras,
1630-31; máster en filosofía y letras, 1633-34; doctor en teología, Oxford,
1642); al desempeñar deberes ocasionales para Thomas Risden, profesor de
teología en San Pablo, Londres, atrajo la atención del arzobispo Laud, quien
lo envió a Oxford en 1635 y procuró para él una beca, 1636, haciéndole su
capellán e intentando probablemente que fuera nombrado capellán real; fue
nombrado rector de Uppingham, Rutland, en 1638; probablemente en 1642
acompañó al rey a Oxford y es verosímil que fuera entonces (aunque
formalmente no lo fue hasta 1644) privado de su beneficio; en 1643 fue
nombrado rector de Overstone, Northamptonshire; en 1644 fue hecho prisionero
del ejército parlamentario. En 1645 fue uno de los principales en la escuela
en Newton Hall, Carmarthenshire, también capellán de Richard Vaughan, conde
de Carbery. Este periodo fue uno de los más fructíferos en su vida,
publicando Theologia eklektike; a Discourse of the Liberty of Prophesying
(1646), una defensa de los clérigos episcopales destituidos; Great
Exemplar... Life and Death of... Jesus Christ (1649); Rule and Exercises of
Holy Living (1650) y Rule and Exercises of Holy Dying (1651). Las dos últimas
obras citadas junto con Worthy Communicant (no publicada hasta 1660) están
entre los libros devocionales más valiosos en lengua inglesa. Luego siguieron
varios sermones, incluyendo Discourse on Baptism (1652); a este periodo es
atribuible también The Real Presence and Spirituall of Christ in the Blessed
Sacrament Proved... against Transubstantiation (1654) y Polemical and Moral
Discourses (1657). Mientras tanto había reanudado sus relaciones con Londres
en 1653, predicando allí ocasionalmente en 1654 y por razones desconocidas
fue hecho prisionero en Chepstow en 1654 y de nuevo en 1655; en 1657-1658
Taylor ministró a una pequeña iglesia episcopal en Londres. Al año siguiente
aceptó un profesorado semanal en Lisburn, condado de Antrim, Irlanda, que
aceptó tras alguna vacilación, recibiendo de Cromwell garantías de
protección, pero en 1660 fue de nuevo a Londres, donde publicó Doctor
dubitantium or the Rule of Conscience, favorablemente resaltada por Hallam
como 'extensa y entendida obra sobre casuística' (33); la obra iba dedicada a
Carlos II. Cuando el episcopado fue restaurado, Taylor fue promovido en
1660-61 al obispado de Down y Connor, al que se añadió después el de Dromore;
pero encontró estos menesteres difíciles como obispo, pues los presbiterianos
especialmente crearon problemas a los que él replicó con la destitución de
quienes rechazaran reconocer la jurisdicción episcopal. Quiso ser trasladado
a una sede inglesa, pero su solicitud no fue atendida, quedando hasta el fin
de sus días en un entorno poco propicio. Además de las obras ya citadas
merece especial mención Discourse of Friendship (1657); también publicó un
gran número de sermones. Sus Whole Works fueron editadas por Reginald Heber
(15 volúmenes, Londres, 1822).
Taylor
fue llamado "el Crisóstomo de Inglaterra", sobrepasando en
brillantez de imaginación a su antitipo griego. Para las generaciones
posteriores su fama descansa en las tres obras devocionales citadas.
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Lancelot
Andrewes, obispo de Winchester, nació en Barking, a 11 kilómetros al este de
Londres, en 1555 y murió en Winchester House, Southwark, el 26 de septiembre
de 1626. (34).
Su padre era comerciante y llegó a ser
rector de Trinity House. Lancelot estaba destinado a la misma profesión, pero
sus dos maestros de escuela, Ward, en Coopers Free Grammar School en
Ratcliffe, y Mulcaster, de Merchant Taylors, observaron la extraordinaria
capacidad de su estudiante, persuadiendo a sus padres para que le dieran una
educación superior. Desde Merchant Taylors fue a Pembroke Hall, Cambridge,
siendo uno de los estudiantes del doctor Watts. En 1576 fue elegido miembro
de Pembroke y ese mismo año fue propuesto por el doctor Hugh Price para una
beca en el recién fundado Jesus College, Oxford. Andrewes continuó residiendo
en Cambridge y, tras recibir las órdenes sagradas en 1580, fue nombrado
catequista en Pembroke. A sus 'conferencias catequéticas', que se impartían
todos los sábados y domingos a las 3 p.m., asistían todos los que tenían
alguna pretensión de estudiar teología, anotándolas cuidadosamente; también
era muy solicitado como casuista. El conde de Huntingdon, presidente del
Norte, lo designó para que fuera su capellán; y allí, 'mediante la
predicación y la exposición, atrajo a muchos recusantes, sacerdotes y laicos,
a la religión protestante.' En 1589, por medio de Walsingham, ministro de la
reina Isabel, obtuvo el beneficio de St. Giles, Cripplegate; y, poco después,
fue designado 'para ocupar una prebenda en San Pablo', siendo elegido rector
de Pembroke Hall. Mantuvo el cargo hasta 1605, tiempo durante el que el
déficit en los ingresos del colegio se convirtió en superávit. Predicaba constantemente
en St. Giles, y fue en ese tiempo cuando hizo su comentario tan citado que
'cuando predicaba dos veces, parloteaba una vez'; en San Pablo enseñaba tres
veces a la semana durante el curso. Su trabajo, unido a su modo de vida
ascético, dañó su salud, y durante un tiempo cayó en desconsuelo, pero se
recuperó y fue nombrado capellán del arzobispo Whitgift y capellán ordinario
de la reina. Durante el reinado de Isabel rechazó dos obispados (Salisbury y
Ely), porque la oferta en cada caso iba unida a la condición de que debía
consentir en la enajenación de parte de los ingresos de la sede; pero poco
después de la muerte de la reina (1597), primero aceptó una prebenda y luego
(1601) el deanato en Westminster. Bajo el rey Jacobo I el ascenso de Andrewes
fue rápido. En 1605 recibió con cierta dificultad el obispado de Chichester y
en el mismo año fue hecho limosnero del rey; en 1609 fue trasladado a Ely y
en 1619 a Winchester, 'de donde', dice el obispo Buckeridge, 'Dios lo
trasladó al cielo', no sin antes haber escapado por poco a otro traslado en
la tierra, el primado de toda Inglaterra. En 1619 también fue nombrado
miembro de Chapel Royal, siendo consejero privado tanto de Inglaterra (1609)
como de Escocia (1617). Tomó parte en la Conferencia de Hampton Court
(1603-4), cuando su vasto saber patrístico fue de utilidad; su nombre ocupa
el primer lugar en la lista de teólogos que fueron nombrados (1607) para
hacer la 'versión autorizada' de la Biblia, siendo uno de los diez de
Westminster cuya tarea fue traducir el Pentateuco y los libros históricos
desde Josué a 1 Crónicas; y cuando el rey Jacobo estableció el episcopado en
Escocia, fue Andrewes quien sugirió, en vano, que los prelados elegidos
debían ser ordenados sacerdotes antes de que fueran obispos. Aunque Andrewes
fue favorito en tres cortes sucesivas y sostuvo, por motivos religiosos, las
ideas más elevadas del poder real, no fue un adulador. La siguiente anécdota
se ha citado a menudo: 'Mis señores', dijo el rey Jacobo a los obispos, Neale
de Durham y a Andrewes de Winchester, mientras estaban detrás de su silla en
la cena, '¿no puedo tomar el dinero de mis súbditos cuando quiera, sin toda
esta formalidad en el parlamento?' 'Dios no lo quiera, señor, pero podría',
dijo el obispo Neale; 'vos sois el aliento de nuestras fosas nasales.'
Andrewes replicó que 'no tenía habilidad en casos parlamentarios'; pero al
ser presionado dijo: 'Entonces, señor, creo que es lícito que os llevéis el
dinero de mi hermano Neale, porque os lo ofrece.' Se dice que la imponencia
de la presencia de Andrewes no restringía al rey Jacobo de esa indecente
indulgencia a la que era demasiado propenso. Andrewes solo iba a la corte
para pronunciar sus mensajes teológicos, y 'cuando por la debilidad no pudo
predicar', dice el obispo Buckeridge, 'comenzó a ir poco a la corte.' Aunque
fue a menudo promocionado, Andrewes era bastante indiferente a la promoción;
otros quedaron amargamente decepcionados cuando no fue promovido al primado,
pero él nunca se sintió así; y lejos de mostrar algún resentimiento contra
Abbot, quien fue preferido antes que él, demostró ser el mejor amigo del
infortunado arzobispo cuando quedó bajo el cargo de homicidio casual. Pero la
verdad obliga a agregar que en algunos puntos Andrewes no se adelantó a su
tiempo. Es triste constatar que probablemente fue uno de los obispos que
sancionaron la quema del arriano Leggat; y aún más triste saber que votó por
el divorcio de Essex.
Andrewes
fue eminente como prelado. Pocos
hombres combinan más felizmente las diversas cualidades que contribuyen a
hacer un gran prelado que Andrewes. Sus principios eran muy distintivos y
definidos y de los tales nunca se desvió. Era un acabado eclesiástico
anglicano, tan alejado del catolicismo, por una parte, como del puritanismo,
por otra. Nunca interfirió en los asuntos públicos, ni como consejero privado
ni en ninguna otra capacidad, excepto cuando los intereses espirituales le
obligaban a participar y entonces, a pesar de su modestia constitucional,
hablaba enérgicamente. Su saber fue inigualable. Desde su infancia hasta su
muerte fue un estudiante infatigable; nunca permitió que sus múltiples
ocupaciones como hombre público interfirieran en sus estudios. Estableció la
regla de no ser interrumpido, a excepción de la oración pública o privada,
antes de la comida (a las 12 en punto); cuando era interrumpido, decía que
'temía que no fuera un verdadero estudiante quien venía a verlo antes del
mediodía.' El resultado fue que dominó quince idiomas, si no más, mientras
que en su conocimiento de la teología patrística no tenía rival. 'El mundo',
escribe Fuller, 'quiso saber cómo aprendió este hombre, tan hábil en todos
los idiomas (especialmente en los orientales), hasta el punto que algunos
conciben la posibilidad (si hubiera vivido) de que casi habría servido como
intérprete general en la confusión de lenguas.' Sobresalió en sus cualidades
sociales, teniendo una inocente simplicidad, tanto en maneras como en mente,
una modestia no afectada y un raro sentido del humor. Su generosidad fue tan
grande que la gran cantidad de sus donativos es imposible enumerarla. El
obispo Buckeridge (quien lo conocía tal vez mejor que nadie) parece haber
pensado que esa fue la característica más prominente de su personalidad, pues
tomó para el texto de su sermón fúnebre Hebreos 13:16: 'Y de hacer el bien y
de la ayuda mutua no os olvidéis', centrándose en gran medida en el
cumplimiento de Andrewes de este precepto. Entre otros méritos de Andrewes
como prelado debe observarse su extremo cuidado en la distribución del patrocinio.
La simonía era uno de los tres vicios (los otros dos fueron la usura y el
sacrilegio) que aborreció especialmente y con frecuencia se metió en
problemas y gastos antes de instituir para beneficios a hombres que
consideraba ser moralmente ineptos para el cargo. A pesar de que mostró su
gratitud a los amigos de su juventud, en particular a Ward, Mulcaster y
Watts, que le habían ayudado en su educación, procurando promoverlos, nunca
permitió que el favoritismo o el nepotismo le influyeran; siempre se esforzó
por encontrar el hombre más adecuado para un puesto, a menudo para gran
sorpresa del destinatario; de ahí que muchos hombres, que fueron eminentes en
ese momento o después, estuvieran en deuda más o menos con él por su
discernimiento. Fue el primer patrono y amigo de Matthew Wren, posteriormente
famoso obispo de Norwich y Ely, y uno de los primeros que se hizo amigo de
John Cosin, el todavía más famoso obispo de Durham. William Laud, Meric
Casaubon 'por sus propios méritos y los de su padre', Peter Blois, uno de sus
compañeros traductores de la Biblia, Nicholas Fuller, 'el crítico más
admirado de su tiempo' y muchos otros más o menos notables, estuvieron en
deuda con él. Finalmente, como gran prelado, aunque firme como una roca en
sus propias convicciones, fue amplio y tolerante hacia aquellos que diferían
de él. Por ejemplo, en su respuesta a Du Moulin sobre el episcopado, teniendo
en cuenta que el escritor era decididamente partidario de la alta Iglesia,
afirmó: 'Aunque nuestro gobierno sea por derecho divino, tampoco se sigue que
no hay salvación, o que una iglesia no puede estar sin ella; debe ser de
hierro y tener un corazón duro quien les niegue la salvación. No estamos
hechos de ese metal.' O su actitud con respecto a la adoración.
Personalmente
valoraba un elevado ritual y, por lo tanto, como obispo de Ely y como obispo
de Winchester, tenía sus capillas privadas adornadas con lo que Prynne llama
'muebles papistas', 'el altar de más de un metro de alto, y un cojín, dos
candelabros con velas, el mobiliario diario para el altar; un cojín para el
libro de servicio, un recipiente de plata y oro para las obleas, una cesta de
mimbre forrada con encaje de Cambray; el cáliz cubierto con una servilleta de
lino; un pequeño recipiente con el que se vierte el incienso, un vaso para el
agua de la mezcla; un cojín, donde se arrodillaban para leer la letanía', y
mucho más que el lector encontrará en Canterburie's Doome, no solo descrito,
sino 'expresado en una pieza de cobre.' Prynne, por supuesto, lo registra
todo con disgusto, pero en otros causó una impresión muy diferente. Su
capilla, escribe su primer biógrafo, 'estaba tan devotamente adornada, y Dios
fue servido allí con un comportamiento tan santo y reverente, que las almas
de muchos de los que fueron allí se sintieron muy elevadas; algunos de los
que allí estuvieron hubieran querido terminar sus días en la capilla del
obispo de Ely.
Pero, a pesar de lo mucho que Andrewes
valoraba tal culto, nunca lo impuso a otros; estaba 'contento con practicarlo
sin imponerlo.' Su amistad y amabilidad con distinguidos extranjeros, algunos
de los cuales tenían ideas muy diferentes a los suyas (Du Moulin, los
Casaubons, Cluverius, Vossius, Grocio y Erpinius) es otra prueba de su
grandeza de corazón. Isaac Casaubon, en su Ephemerides, se refiere
constantemente a la maravillosa piedad y conocimiento del (entonces) obispo
de Ely, y su bondad hacia él mismo. Tal vez no se deba poner demasiado
énfasis en el hecho de que dos poetas, uno de los cuales fue un alto
eclesiástico, Richard Crashaw, y el otro un puritano, John Milton, lo
celebraran en verso; porque la elegía de Milton la escribió cuando el poeta
tenía solo diecisiete años y cuando su puritanismo aún no estaba
desarrollado, pero hay que notar que fue un editor puritano (Michael Sparke)
quien dijo que 'nombrarlo era un elogio suficiente.' El hecho de que Bacon lo
consultara con frecuencia sobre su obra filosóficas es prueba de la amplitud
de las simpatías de Andrewes. Como escritor. Andrewes publicó poco
durante su vida, aunque sus obras ocupan ahora ocho volúmenes en Library of
Anglo-Catholic Theology. Su obra más importante fue Tortura Torti. Tras la
Conspiración de la Pólvora se impuso un nuevo juramento de lealtad, que la
mayoría de los católicos en Inglaterra prestaron hasta que fue condenado por
dos breves papales. Entonces el rey Jacobo escribió una apología del
juramento, que fue respondida por el famoso controversista cardenal
Bellarmino, bajo el seudónimo de Matthaeus Tortus, nombre de su limosnero.
De ahí el pícaro título Tortura Torti (1609)
de Andrewes. Lo escribió en latín y demuestra que Andrewes era un gran
erudito latino, así como un decidido anti-católico y un entendido y diestro
controversista. Entre los que elogiaron la obra, estuvo Isaac Casaubon (Ephemerides,
p. 793). A Tortura Torti le siguió su obra en defensa del rey Jacobo, quien
nuevamente bajó a la arena para tratar más plenamente el nuevo juramento.
Bellarmino se quitó entonces la máscara y atacó al rey en su propio nombre, y
Andrewes, en respuesta, escribió Responsio ad Apologiam cardinalis
Bellarmini, al que añadió un pequeño tratado, titulado Determinatio
Theologica de Jurejurando exequendo. Andrewes no publicó ninguna otra obra de
importancia, pero después de su muerte muchas obras que llevan su nombre se
imprimieron gradualmente. En 1628 se publicaron noventa y seis sermones 'por
mandato especial de su majestad', bajo la edición de Laud y Buckeridge. Son
sin duda, palabra por palabra, composiciones propias de Andrewes; pero los
sermones sobre el Padrenuestro y sobre la tentación, Exposition of the Moral
Law y Pattern of the Catechistical Doctrine y varios más, solo son de
Andrewes en tanto expresan sus ideas modeladas por otros. Sus oraciones
compuestas en griego y latín para su propio uso son famosas y han sido
traducidas (cf. The Greek Devotions of Lancelot Andrewes, from the manuscript
given by him to William Laud and recently discovered, edición de P. G. Medd,
Londres, 1892; The Devotions of Bishop Andrewes, Græce et Latine, edición de
H. Veale, 1895; The Private Devotions of Lancelot Andrewes, edición de E.
Venables, 1883). Andrewes murió
soltero y fue enterrado en St. Saviour, Southwark, predicando su sermón
fúnebre su viejo amigo, el obispo Buckeridge.
ALGUNAS
CUESTIONES… (35).
Lancelot
Andrewes, desde
la perspectiva confesional se movió rápidamente definiendo su inclinación
teológica de lado de la Reforma, su figura no interfirió en asuntos de índole
política, lo suyo era la dinámica eclesial en la que vivió y gastó sus
habilidades y discurso. Diremos también que supo equilibrar su vocación y
concepciones teológicas, no era romano y mucho menos puritano vivió la
esencia de la Reforma insular sin perder de vista la Tradición común
catolicidad, más que teológico, su
testimonio es vivencial, un clérigo de profunda oración y penitencia como
señalan sus contemporáneos. La línea de sus disertaciones nunca sobrepasó el
sentido común de una praxis de Fe de la mano con la Reforma y sus
cualidades propias, las mismas que se
convirtieron en fundamento de la identidad religiosa y eclesial del pueblo
inglés. Sus escritos se desarrollaron en la vivencia y defensa de la Fe
reformada sin que con ello se mostraran contrarios a la esencia misma del
cristianismo bajo el signo de la apostolicidad de la Iglesia de Inglaterra,
tampoco podemos considerar su trabajo como diametralmente opuesto a esta
realidad eclesial. La necesidad de acudir a las fuentes le hizo proclive a
rechazar no a la Tradición eclesial de Roma sino en lo que la Iglesia en su
juego de poder político y económico se había convertido.
Defender la
institución de la Corona y su autoridad no lo convertirá en amigo de la
injerencia de la Corona en asuntos de Fe,
sino que en esta acción ve la necesidad de asegurar el respaldo de una
institución gravada en la psique de los ingleses, sin la cual era impensable
siquiera suponer las garantías para formalizar esta Reforma a todas luces
cismática para el continente europeo mayoritariamente católico (36).
Podemos
asegurar que su praxis es la misma que se inspiró en la Iglesia indivisible
de la que hace eco el Credo como símbolo vivo de nuestra tradición y su catolicidad implícita en tal
declaración bajo el peso de la Fe. Patrimonio de los “Carolinos” es sin duda su fidelidad dialéctica a los primeros
concilios de la Iglesia y la manera como ellos ven la doctrina teológica
enseñada y disertada por los Santos PP. de la Iglesia.
|
Nicholas
Ferrar, teólogo inglés, nació en Londres el 22 de febrero de 1592 y murió en
Little Gidding, Huntigndonshire, el 4 de diciembre de 1637. (37).
Era el tercer hijo de Nicholas Ferrar, comerciante
de Londres, y de su esposa Mary, hija de Lawrence Wodenoth de Savington Hall,
Cheshire. Su padre alcanzó notoriedad entre los comerciantes de Londres,
interesándose en las aventuras de Hawkins, Drake y Raleigh; su madre era una
mujer de ferviente piedad, que administraba bien su hogar y se ocupó de la
educación de sus hijos. Ferrar se crió leyendo la Biblia y Book of Martyrs de
Foxe y a los cinco años de edad ya daba señales de profunda disposición
religiosa. Con seis años fue enviado a la escuela de un tal Mr. Brooks, en
Enborne, cerca de Newbury, Berkshire, de donde marchó con catorce años a
Clare Hall, Cambridge (licenciatura en filosofía y letras, 1610; máster en
filosofía y letras, 1613). Su tutor, Augustine Lindsell, era un hombre de
mente piadosa y refinada, cuya influencia contribuyó a fortalecer el carácter
de Ferrar. Su residencia en Cambridge le fue agradable sobremanera, pues su
hermana favorita se casó con un caballero del condado llamado Collet.
Sin embargo, la salud de Ferrar
era tan débil que necesitó todo su conocimiento de medicina y el cuidado de
su hermana. Sufrió de fiebres y en 1612 se le aconsejó que viajara. El nuevo
rector de Clare Hall, el doctor Robert Scott, era sub-limosnero del rey y
presentó a Ferrar a Elizabeth, hija de Jacobo I. Elizabeth acababa de iniciar
su desdichada carrera al casarse con el elector palatino. Al estar pendiente
de ella Ferrar partió para Holanda en abril de 1613, apartándose en Ámsterdam
del séquito del elector y visitando el norte de Alemania, donde pasó de
Hamburgo a Leipzig y de allí a Praga, estudiando la historia y literatura
alemanas. Luego visitó Italia, haciendo de Venecia su residencia, aunque
llegó a ir a Roma. En Marsella casi murió a consecuencia de una fiebre severa
(abril de 1616) y tras recuperarse partió para España, que recorrió
principalmente a pie. En 1618 regresó a Inglaterra. Sus viajes mejoraron tanto su salud que ahora podía
reintegrarse a sus actividades. Su deseo era volver a Cambridge, pero su
padre era anciano y los asuntos de la firma superaban la capacidad de su
hermano mayor. La familia Ferrar estaba estrechamente relacionada con la
compañía de Virginia, a la que Nicholas se dedicó. Su reputación fue tan
grande como hombre de ciencia que en 1619 se le ofreció el puesto de profesor
de geometría en Gresham College, que rehusó. Los asuntos de la compañía le
daban suficiente trabajo, ya que su patente quería anularla el rey, haciendo
el consejo frecuentes intentos de eliminarla. Ferrar fue el principal
consejero del conde de Southampton y Sir Edward Sandys para frenar esos
intentos, pero sus esfuerzos fueron en vano y la compañía fue privada de su
patente en 1623.
Ferrar era ya un hombre
reconocido en círculos políticos. Fue elegido para el parlamento de 1624 y
tomó parte en el encausamiento del conde de Middlesex, que había sido
promotor de la disolución de la compañía de Virginia. Pero este sería el
último acto de la vida pública de Ferrar. Ya sabía bastante del mundo y sus
métodos. Se retrajo de la previsible batalla que iba a estallar entre Carlos
I y el parlamento, comenzando un antiguo plan de pasar sus días en retiro
religioso y en la práctica de la devoción. Tuvo la oportunidad de tener como
esposa a una de las grandes herederas en Londres, pero él se negó, diciendo
que había determinado quedar soltero. Las animosidades de la vida pública le
causaron sentimientos de remordimiento, empleándose en liquidar sus negocios para
poder retirarse de Londres. En su propósito le secundó su madre y como su
padre había muerto en 1620 no había nada que le impidiera efectuar sus
deseos.
Primero buscó un lugar apropiado,
sintiéndose atraído por Little Gidding en Huntingdonshire. Su madre compró la
propiedad en 1624 y al año siguiente se desató una peste en Londres que
apresuró los planes de partida. La propiedad de Little Gidding tenía una
cabaña de pastores, una casa en ruinas y una iglesia que se usaba como
establo. Cuando la madre llegó y encontró trabajadores preparando la casa, se
negó a entrar en ella hasta que la iglesia hubiera sido limpiada de su
profanación. La iglesia fue pronto reparada y un sacerdote vecino se ocupó en
oficiar el servicio diario. El domingo de Trinidad de 1626 Ferrar fue
ordenado diácono por el obispo Laud, regresando a Little Gidding, de donde
nunca más salió. Tan
pronto como se supo que Ferrar había recibido las órdenes, sus amigos más
influyentes le ofrecieron promociones. Pero eso no entraba en sus planes, al
no querer recibir las órdenes superiores. Su propósito era llevar una vida de
acuerdo a los principios de la Iglesia anglicana, uniéndosele los otros
miembros de la familia con asombrosa unanimidad. Su hermano John y su cuñado,
John Collet, llevaron sus familias a Little Gidding. Como la familia de
Collet contaba catorce hijos y John Ferrar tenía al menos tres, en la casa
vivían unas treinta personas. Para
todos Ferrar estableció una norma de devoción diaria, ejerciendo él mismo
como capellán de la comunidad. La iglesia fue restaurada, teniendo todo lo
necesario para la adecuada adoración que Laud quería introducir en la Iglesia
de Inglaterra.
En la iglesia se cantaban los
maitines y las otras horas canónicas se decían en la casa solariega. Se turnaban
de dos en dos para velar y orar por la noche, de modo que nunca faltaba la
oración y la alabanza. Los hijos de las dos familias fueron cuidadosamente
instruidos y los hijos del vecindario eran recibidos para participar de la
instrucción. Little Gidding se convirtió en la escuela, dispensario y
enfermería del distrito. Los domingos por la mañana los niños eran invitados,
recibiendo cada uno un penique y comida si podían repetir uno de los salmos
de memoria. Dentro de la casa todo funcionaba por reglas, habiendo una
ocupación cada hora. La teoría de Ferrar era que todos debían aprender un
oficio, enseñándose la encuadernación de libros. Se daba la bienvenida a los
visitantes, pero nada interrumpía el curso regular de la vida cotidiana
dentro de la casa.
Naturalmente tal institución
causó muchos comentarios y el emergente puritanismo la denominó
sarcásticamente 'convento de monjas protestante.' Pero el obispo Williams de
Lincoln no halló nada reprobable. No había voto de celibato ni intento de
imponerlo; de las ocho hermanas de Ferrar, seis se casaron y dejaron Gidding.
Muchos que estaban escandalizados al principio, cambiaron de opinión tras una
visita. 'Encontré humanidad y humildad', fue el testimonio de alguien que no
estaba bien dispuesto al principio. A un visitante, Edward Lenton, Ferrar le
dio una razón para su retiro: 'Habían encontrado diversas perplejidades,
distracciones y casi la ruina total en sus llamamientos; si otros supieran
qué consuelo les había ministrado Dios en su retiro, harían lo mismo.' La
institución de Little Gidding no era el comienzo de ninguna orden religiosa
sino que procuraba organizar la vida familiar basándose en la devoción como
prioridad. Ferrar no se consideraba
con una misión especial hacia otros. Tampoco tenía el deseo de escribir,
aunque se ocupó en elaborar una armonía de los evangelios y la historia de
Reyes y Crónicas. Además tradujo Divine Considerations de Valdez y On
Temperance de Lessio, obras que mandó a su amigo George Herbert para que las
corrigiera.
Esta tranquila vida en Little
Gidding continuó sin más interrupción que una visita del obispo Williams y
otra de Carlos I en 1633, o las preguntas de un escandalizado protestante y
la petición de Carlos I de una copia de Concordance de Ferrar, hasta que en
noviembre de 1637 la débil constitución de Ferrar comenzó a ceder ante las
austeridades de su vida. Con su muerte no se cerró la comunidad de Little
Gidding, donde John Ferrar y su hijo Nicholas continuaron viviendo bajo la
misma regla. Pero el incremento de las diferencias religiosas que precedieron
a la guerra civil puso a Little Gidding en mayor prominencia y en 1641 se
publicó un escrito, dirigido al parlamento, The Arminian Nunnery, or a Brief
Description and Relation of the newly erected monastical Place called the
Arminian Nunnery at Little Gidding que denigraba a la institución. En 1640 el
joven Nicholas Ferrar murió a los 21 años de edad y la vida de los internos
en Little Gidding se vio perturbada por el aumento de la lucha civil. En 1642
Carlos I se solazó en una apresurada visita al establecimiento, diciendo:
'Verdaderamente merece la contemplación. No creo haber visto nada de tal
clase que me haya agradado tanto. Que Dios bendiga a los fundadores.'
En
1647 la casa y la iglesia de Little Gidding fueron saqueadas por los
partidarios del parlamento y la pequeña comunidad quedó destruida. La iglesia
fue cuidadosamente restaurada en 1853. Todavía existen volúmenes restaurados
preparados por los miembros de la casa de Gidding, especialmente armonías de
las Escrituras. Dos armonías de los evangelios hechas por Ferrar mismo están
en el Museo Británico; también hay History of the Israelites de Ferrar,
presentada al rey en 1637.
ALGUNAS
CUESTIONES.
El aspecto de la Psicología
religiosa nos permite ver una personalidad entregada y dispuesta a la
trascendencia en sus acciones y pensamientos, configurar una vida y una
condición sobrenatural es propia de quienes han decidido tomar muy en serio
su vida de Fe, Nicolás era un hombre que reunía estas características, sus
escritos fueron orientados a la formación de quienes le conocían y hacían
vida eclesial a su lado. La condición de una Teologia bajo la figura de un
pensamiento teológico propio es particularmente la herencia de los teólogos
Carolinos, la verdad vista desde el contenido de una teología ecuménica nos
permite hoy como hace siglos en el pasado ser parte de una expresión de Fe
que coherentemente sostiene sus relaciones con el pasado vital y sus
contenidos determinados bajo la praxis de la Tradición y el Magisterio
eclesial (38).
La teología como disertación de
una praxis se adorna con las
sentencias propias del discurso retorico pero sobre todo con los
postulados que se argumentan como herencia de la unicidad eclesial
apostólica. Un camino que trazado desde esta perspectiva no deja más que
realidad eclesial condicionada por la Reforma pro unida indistintamente a la Iglesia de Cristo, si rompemos ese cordón umbilical entonces la capacidad de
ser espiritualizados en la historia de la Iglesia se convertiría solo en un
contenido anecdótico y no en realidad histórica tanto demostrable como sujeta
de investigación (39).
Nicolás se distinguió por su gran
capacidad para dimensionar la espiritualidad de la Iglesia y aplicarla en los
estadios de madures de su vida espiritual. La oración era parte de su gran patrimonio eclesial (40). Él y
todos los Carolinos vieron en la Teologia
del Amor (41) el nexo que animaba sus disertaciones sustituyendo el
imperativo platónico y aristotélico por la teología sujeta a la Cruz del
Resucitado. La terminología brillante por la praxis y formalidad de la
entrega amorosa a la Iglesia de los primeros concilios y de los Santos Padres
post-nicenos (42)…
|
PROBLEMA TEOLÓGICO SIGLOS XVI Y XVII.
La
postura de los teólogos de comienzos del Siglo XVII en Inglaterra, sobre las
polémicas que generaron estos acontecimientos ya entraban en el discurso
sistemático y en su orden nos dejan ver una clarividencia al respecto que en
tiempos modernos podrían sonar a visionarios de la misma interpretación
espiritual del Texto Sagrado de Tradición, para la muestra un botón: La doctrina
de la Justificación tan discutida en estas épocas de reforma permite al cristiano
establecer con su Dios una nueva relación de característica permanente entre Dios
y el pecador, es pues el acto por el cual Dios declara su amor y misericordia
en la Persona Adorada de su Hijo… los teólogos anglicanos lucharon contra una
especie de Anti- nominalismo, nuestra
afirmación sustenta la misericordia de Dios y no es causa de afianzar el relativismo frente a nuestra
responsabilidad personal… mientras que
el catolicismo romano y oriental se afirmó contra la Reforma invocando el poder
castigar y abrir aún más las puertas de los infiernos, el Anglicanismo se centró
en la misericordia y amor de Dios por sus Hijos necesitados de su Gracia y por
ende de su perdón eterno. En esta nueva relación de características personales
sobresale la Bondad de Dios y su deseo de liberar al ser humano preso del
pecado y por consiguiente proclive a la muerte (43).
La
realidad de la Teología abordada en este periodo de la historia está dejando de
largo la concepción sistemática brillante, es decir, la especulación bajo el
carácter griego (Platón y Aristóteles) para centrar su accionar en una
concepción más personal de la relación con Dios revelado. Los rasgos antropológicos de este periodo se dibujan en la mentalidad de
una revelación que se detiene para hacerse una con la independencia del
carácter y criterio de los individuos en la sociedad, el individualismo salta
desde las esquinas británicas, francesas y alemanas, las consecuencias de la
Reforma Continental se traducen en una dirección que será la madre de las
doctrinas sobre el Liberalismo (44), el Materialismo (45) y posteriormente
ideas como el Socialismo (46) donde el Estado como sistema de gobierno se auto
determina importando modelos fatalistas para la masa social. Lo anterior
determina para nosotros una herencia laica de importante impacto en la persona
que además de auto determinar su existencia es ciudadano y sujeto de la Gracia
de Cristo, esta connotación tripartita se muestra atenta a los cambios y
dinamismo de la sociedad (47)…
Un
Dios revelado en la intimidad de la voluntad y el accionar de los bautizados
nos recuerda esto último el concepto fundamental que Jesús percibió de la
oración y como amonestó a los suyos cuando expresó: “Pero tú, cuando ores,
entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está
en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”. (Biblia Latinoamericana Mateo capítulo 6
versículo 6) (48) la interioridad es uno de los valores teológicos unidos a la
Reforma tanto insular como continental. Las
grandes catedrales europeas e inglesas se rinden ante la posibilidad de la
oración personal y guiada por las Sagradas Escrituras en la lengua materna
y no expresamente en latín o griego (49). Los teólogos denominados Carolinos apuestan
por la actualización doctrinal que se nutra de expresiones tanto históricas
como nuevas en el panorama cultico inglés y que posteriormente llegaran a otras
naciones por las vías ya ampliamente conocidas. La disertación histórica es una posibilidad dialéctica (50) para
afirmar todos estos procesos de la Reforma y su influjo en concepciones o
expresiones de Fe que riñen de entrada con el totalitarismo romano para la
época de los Carolinos (51).
El
encuentro personal es uno de los valores de esta Reforma y el poder conciliar
tal argumento con la Tradición es un problema de índole epistemológico que
abordar. La liturgia como manifestación de lo cultico (mistagógico) (52) tiene
gran relevancia en esta visión revisada de la Fe re-dimensionada y
re-actualizada en la Iglesia Anglicana
que por ser una institución confesional se enfrenta a los obstáculos propios de
su Reforma. La espiritualización
doctrinal aclimata su sentir en el ámbito de
la sociedad inglesa y por ende de su Ethos (53). Los teólogos
denominados Carolinos retaron al tiempo y sus fórmulas gramaticales cuando
reflejaron una Iglesia soberana y auto-determinada, más allá de los límites
meta-confesionales de su entorno, y
particularmente nos referimos a las denominadas “iglesias de Ginebra” solo para
citar a los Presbiterianos, (54) Puritanos, (55) y Calvinistas (56) y la Iglesia de Roma, que para la época
constituían la fuente de un Mega-Ethos religioso. La soberanía es un principio
de seguridad doctrinal como quiera que una institución la requiere para afirmar
su autonomía y por ende su gobierno. La praxis del concepto soberanía radica en
la auto-determinación y construcción de un Ethos endémico que responda a su
origen universal, así entendemos el quehacer Anglicano y la inclusión Episcopal
en esta realidad formal (57).
La
posibilidad de actuar bajo los fundamentos de la universalidad de nuestra
Fe se constituye en la contundente
respuesta al mundo por parte de la Iglesia Episcopal. La naturaleza eclesial
queda a salvo precisamente cuando su universalidad conjuga, o mejor aún, es conjugada en los valores
Episcopales del ser anglicano (58). La
relatividad de los términos pueden hacer pensar
a unos en ausencia de doctrina y en otros, en una doctrina propia que
rompa los esquemas fundamentales de la Tradición heredada primero de los
Apóstoles y luego de los Santos PP. de la Iglesia. No es tema de ausencias sino
de riqueza y herencia por parte de nuestra catolicidad (59).
Durante
el siglo XVII el Empirismo (60) que
es en sí y dada su naturaleza la Ilustración inglesa partía de presupuestos epistemológicos
de la experiencia, se constituye en una dificultad para asumir los fundamentos
de la religión cuya praxis es subjetiva
rechazando tácitamente la objetivación de la experiencia de Fe por
encontrarla improcedente. Los Sentidos proporcionan la información necesaria,
la Fe que concretiza la condición
sobrenatural de la persona no puede ser el punto de partida de tales
definiciones. La propuesta del medio civil no es lenta, por el
contrario, la fenomenología de lo social en procesos dialécticos es la
responsable de principios acuñados en estos siglos (XVI y XVII), la connotación
de la Iglesia de Inglaterra vive su propia emancipación jerárquica que bajo el
modelo conocido perpetua la sucesión apostólica y la cosmovisión universal,
nuca fue de otra forma porque la necesidad de la sucesión es propia de su
historia más no de intereses locales.
Bajo esta fórmula es impensable en relaciones esenciales más que
ecuménicas con quienes no posean los atributos dela historia y la sucesión
insertos en su discurso y retórica. La
imposibilidad doctrinal no es general entre nosotros sino la ausencia de un
modelo metafísico de autoridad que supere lo establecido (61).
“Para
que el hombre aprendiera a amarse, se le fijó un fin al que refiriera todo lo
que hace para ser feliz. El que se ama a sí mismo, no quiere otra cosa que
ser feliz. Este fin es adherirse a Dios. Al que sabe amarse ya a sí mismo,
cuando se le manda amar al prójimo como a sí mismo ¿qué otra cosa se le manda
sino encarecer al otro, en cuanto está de su parte, el amor a Dios? Éste es
el culto de Dios, ésta es la verdadera religión, ésta es la recta piedad,
ésta la servidumbre debida sólo a Dios” (62).
|
Un
problema antropológico de esta magnitud centra su accionar en la identidad
cultica del creyente y nosotros vemos, aplicando este principio a la Iglesia
Anglicana, que descubre lo fundamental
de Adorar a Dios en la unicidad de una liturgia que contenida prioritariamente
en su (L.O.C) es muestra de su ser
concreto dibujado en la universalidad de su
espíritu doctrinal. La postura de
nuestra visión histórica en la Reforma insular se traslada a cada una de las
provincias que directamente toman de ella su identidad, la autoridad es Cristo-céntrica
y Cristo-lógica lo que no implica algún abandono a la Tradición en la que el
Anglicanismo nace. La Pastoral Anglicana desde sus orígenes pretendió conciliar
tanto el uso práctico de la Razón como la, necesidad de comunicar el Evangelio.
Somos los pioneros en argumentar la necesidad de un conocimiento teológico
funcional en nuestros bautizados anglicanos en esta latitud llamados Episcopales. No hemos perdido el componente
reflexivo de nuestras acciones pastorales porque no hemos sido diluidos en
esfuerzos de índole locales. La epistemología de nuestra postura al mundo es
vital y dinámica, somos desde nuestra explicitación en Inglaterra parte viva de
la Iglesia de Cristo (63). El siglo XVI
y XVII respectivamente aborda la necesidad Pastoral en medio de los dramas de teorías filosóficas
e ideológicas nuevas, aquí podemos nosotros asumir que tales procesos generaron
una dialéctica propia pero con una respuesta medida según su impacto en la
sociedad. Más adelante el Movimiento de
Oxford reaccionará a la inclusión del Liberalismo
en los esquemas del estado inglés.
Leyendo
al Hiponense la ruta de la Pastoral centra al otro en su intención fundamental,
una respuesta psicológica busca precisamente
darles estructura viva a los creyentes frente al mundo y sus distintas
posturas, no en balde los Carolinos conocían la obra Agustiniana y tomaron de
ella como pasó con Calvino toda la doctrina referente a la Gracia. Lutero fue
discípulo en el tiempo del Hiponense y eso lo conocemos perfectamente (64). Los
anglicanos no podemos abandonar la Tradición ella por si solo hace parte de
todo proceso de madurez y crecimiento tanto institucional como misionero. Una
cultura no puede renunciar a la Tradición y lo positivo que de ella ha tomado
en sus distintos procesos, pues los teólogos Carolinos conservaron en la
Tradición la fundamentación de la Iglesia explicitada en una manifestación
local en Inglaterra. No es algo “Loco” el pensar que la revelación contenida en
las Sagradas Escrituras, en el terreno explicitado de nuestro Ethos religioso
cuenta con la Tradición como un elemento
generador de revelación en la medida en la que los Santos PP. de la
Iglesia bajo la guía de la Gracia producían la doctrina eclesial conocida y
aceptada por esta Comunión eclesial. El
sentir de la Iglesia podemos hoy considerarlo
como parte de la Voluntad del Dios amorosamente revelado, de lo
contrario la Iglesia perdería su ser como madre en todas nuestras épocas (65).
La
Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio como intérprete de esa Palabra,
son entonces la fuente de donde se alimenta la Teología para desarrollar su
ejercicio científico, y son parámetros seguros para la autenticidad de su
reflexión. Nosotros al asumir la inclusión de la Razón en la reflexión de
nuestra Teologia indirectamente terminamos aceptando esta realidad, basta con recordar
a Hooker y el Trípode de la Fe Anglicana, no es solo un enunciado sino la
formulación teórica-critica de una teológica que reflexiona sobre sí misma en
los escenarios tan variados en los que hace presencia la Comunión de Iglesias
Anglicanas. La reflexión científica y teórica parte
de nuestra herencia y naturaleza no conformista con los procesos teológicos que
abordamos en cada época (66). Según lo anterior qué podríamos los Episcopales
decir sobre la Teodicea (67) de
nuestra Iglesia, sobre la visión que tenemos de Dios manifestado y actuante
entre nosotros, de qué manera el
Episcopal ha presentado a Dios en su medio y como nuestro medio de vida puede
dar testimonio de la presencia de Dios, aquí podemos pensar en la liturgia y en
las acciones pastorales que dibujan esta realidad y su percepción (68). Un Dios amoroso que actúa es un primicia
veterotestamentaria, al menos anunciada por los profetas, pero en el hoy de la
historia de nuestra Iglesia es fácil centrar esta reflexión en el N.T y
concretamente en el Evangelio y la manera como este establece un principio de
relación con Dios a partir de Jesucristo su Adorado Hijo. Los problemas son realmente patrimonio de los siglos anteriores y
continuaran siendo nuestros en el presente y futuro, nuestra Teodicea debe ser
clara, Dios no es el culpable de los
eventos por los cuales el ser humano vive sus frustraciones en el mundo y en
los escenarios donde construye sus relaciones (69).
La
teología en su visión positiva de la realidad creada debe descargar en el ser
humano la responsabilidad de sus acciones así como el régimen de consecuencias
por las mismas. No es claro suponer que Dios tenga que ver con el desorden
introducido por el pecado. El valor de la vida hoy está sujeto al contenido de ideologías
ajenas a la concepción de un mundo obra amorosa de Dios. Los siglos
sucesivos a la Reforma insular se han caracterizado por la pérdida paulatina de
los fundamentos de nuestra percepción de la realidad creada para convertirse
hoy en una realidad pensada (70).
La
cuestión es determinante para la sobrevivencia de la vocación de los bautizados
como obra de la Bondad de un Dios revelado, que bajo los términos de su
generosidad decidió entregarnos todo un mundo sin límites para la recreación de
la vida en todas sus formas, un principio de universalidad que parece estar
siendo agotado por los intereses materiales de la realidad convertida en objeto
de consumo y dominio introduciendo nuestra decadencia en la pureza de la
creación amorosa de Dios (71)… El daño
moral parece buscar la emancipación del pecado y el cautiverio de la auténtica
libertad de los bautizados o hijos adoptivos del Dios viviente. Estamos
pues ante un fenómeno que trasciende el acontecer de nuestra propia conciencia
instalando imaginarios que evocan la esclavitud del pecado pero con un dulce
toque que esconde su amarga realidad (72).
BIBLIOGRAFÍA/FUENTES/ARTÍCULOS.
1- Nota
del autor.
2- Nota
del autor.
4- El
reformador escocés John Knox nació
en Haddington hacia el 1513 y murió en el 1572. El escrito más conocido de Knox
fue su History of the Reformation in Scotland. A él, más que a ningún otro, se
debe el hecho de que la Iglesia de Escocia sea presbiteriana y calvinista.
5- La iglesia presbiteriana
es producto de la Reforma Protestante, por medio de las enseñanzas de Juan
Calvino, un ministro francés quien se estableció en Suiza, y luego por medio de
Juan Knox, reformista de la iglesia en Escocia a mitad del siglo XVI. Después
de haber declarado su apoyo por el protestantismo en el 1545, Knox salió como
exiliado a Francia, Inglaterra y a Suiza donde conoció a Calvino y estuvo a
cargo de una iglesia allí. En el 1560 el parlamento de Escocia descarto las
doctrinas de la iglesia católica y estableció el protestantismo. Knox fue
apuntado como el ministro principal de esta nueva iglesia. El sistema
presbiteriano fue como él interpreto una forma del gobierno eclesiástico del
nuevo testamento. La palabra presbítero proviene del griego y significa
"anciano". En su uso se refiere a los líderes de la iglesia.
8- Termino
aplicado a quienes no juraban lealtad a la Corona inglesa.
9- Nota
del autor.
10- Nota
del autor.
11- Nota
del autor.
12- Nota
del autor.
13- Nota
del autor.
14- Fue
un principio aceptado en la ley canónica medieval que con respecto a materias
judiciales, sacramentos y también en los ayunos más solemnes, debería seguirse
la costumbre de la Iglesia Romana; sin embargo en lo referente a los servicios
eclesiásticos (divinis officiis) cada Iglesia mantendría sus propias
tradiciones (véase el Decretum Gratiani, c. iv., d.12). De este modo vinieron a
existir una multitud de “Usos”,
palabra que denotaba las especiales costumbres litúrgicas que prevalecían en
una diócesis particular o grupo de diócesis: hablando de Inglaterra antes de la
Reforma, en el sur y en las tierras centrales, el ceremonial estaba regulado
por el Uso de Sarum (n.t. Nombre latino de Salisbury) pero en la parte más
extensa del norte prevalecía el Uso de York… https://ec.aciprensa.com/wiki/Uso_de_York.
15- www.episcopaleslatinos.org/anglicanos/teologoscarolinos.htm/ www.episcopaleslatinos.org/anglicanos/carolinos.htm/
www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_laud/
16- Calvinismo
es el nombre (introducido por los luteranos contra la voluntad de Calvino) de
aquella forma de protestantismo que
directa o indirectamente tiene su origen en la obra reformadora de Juan Calvino
(1509-1564)… https://mercaba.org/Mundi/1/calvinismo.htm.
17- Robert Abbot,
1560-1617. Clérigo anglicano y académico. Maestro de Balliol College, Oxford.
Obispo de Salisbury. https://www.alamy.es/robert-abbot-1560-1617-clerigo-anglicano-y-academico-maestr...
18- Nació
el 19 de junio del año 1566, en el castillo de Edimburgo. Proclamado rey con un
solo año de edad. Hijo de María Estuardo, reina de Escocia, y el Duque de
Albano, Enrique Estuardo, primos entre sí y ambos descendientes de Enrique VII
de Inglaterra. Una serie de regentes gobernaron en su nombre y lucharon por el
poder durante su minoría de edad, hasta que está terminó oficialmente en 1578.
Sin embargo no obtuvo el verdadero control del Estado hasta 1581. En 1603
sucedió en el trono de Inglaterra e Irlanda a la última Tudor, Isabel I, que
murió sin descendencia. Por lo tanto fue rey de Escocia, Inglaterra e Irlanda
durante 22 años… https://www.ecured.cu/Jacobo_I_de_Inglaterra_y_VI_de_Escocia.
19- Nota
del autor.
20- Nota
del autor.
21- Arrío… (Ptolemaida,
actual Libia, h. 256 - Constantinopla, 336) Sacerdote cristiano de Alejandría,
probablemente de origen libio, cuyas doctrinas dieron origen al arrianismo. Su
doctrina, considerada herética por la Iglesia, negaba la divinidad de
Jesucristo, pues Dios Padre existía antes que él y le había creado de la nada.
Arrío, ordenado presbítero en el año 311, elaboró esa doctrina a partir de la
de Pablo de Samosata, obispo de Antioquía. https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/arrio.htm.
22- El Hijo engendrado
por el Padre, Dios y Hombre verdaderos. La misma Naturaleza y Substancia, la
diferencia está en su Personalidad como Hijo y no en la Esencia como Dios.
Nuestra
naturaleza enferma exigía ser sanada; desgarrada, ser restablecida; muerta, ser
resucitada. Habíamos perdida la posesión del bien, era necesario que se nos
devolviera. Encerrados en las tinieblas, hacía falta que nos llegara la luz;
estando cautivos, esperábamos un salvador; prisioneros, un socorro; esclavos, un
libertador. ¿No tenían importancia estos razonamientos? ¿No merecían conmover a
Dios hasta el punto de hacerle bajar hasta nuestra naturaleza humana para
visitarla ya que la humanidad se encontraba en un estado tan miserable y tan
desgraciado? (San Gregorio de Nisa, or. catech. 15)… www.vatican.va/archive/catechism_sp/p122a3p1_sp.html.
23- Principales cedes del cristianismo, lo
que implica con ello autoridad en figura de
patriarcado y en Roma institución papal. Nota del autor.
24- La Pascua, su
fecha se fijó de ordinario antes que la celebración de la Cuaresma, la misma,
que fue fijada en el siglo V. Nota del autor…
25- Pelagio… (Britania,
h. 360 - Alejandría?, h. 422) Monje de origen británico. Hacia el año 380 llegó
a Roma, donde profesó junto a sus discípulos un riguroso ascetismo, y criticó
severamente el laxismo moral imperante en la ciudad. Su doctrina, conocida como
pelagianismo, afirmaba la excelencia de la creación y del libre albedrío, en
detrimento del pecado original y de la gracia, por lo que se opuso públicamente
a las enseñanzas de las Confesiones de San Agustín. Al caer la ciudad en manos
de los godos de Alarico en el 410, ambos hubieron de emigrar al norte de
África. Allí tuvo que hacer frente a los ataques de San Agustín, quien logró la
condena de su doctrina en varios concilios africanos (411, 416, 418) y en el
concilio de Éfeso (431). En 412 se instaló en Palestina, donde redactó De
libero arbitrio (416), en respuesta a sus cada vez más numerosos detractores.
Sus esfuerzos resultaron inútiles y al año siguiente fue excomulgado por el
papa Inocencio I. https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/pelagio.htm.
26- Celestino… fue
discípulo de Pelagio.
27- Nestorio, que
dio su nombre a la herejía nestoriana, nació en Germanicia en Siria Eufratense (fecha
desconocida) y murió en la Tebaida, Egipto cerca del año 451. Vivía como
sacerdote y monje en el monasterio de Euprepio cerca de las murallas, cuando
fue elegido por el emperador Teodosio II como patriarca de Constantinopla, para
suceder a Sisinio. Era famoso por su elocuencia, y la popularidad de la memoria
de San Juan Crisóstomo entre la gente de la ciudad imperial pudo haber influido
para que el emperador eligiera a otro sacerdote de Antioquía como obispo de la
corte. Fue consagrado en abril de 428 y parece que dejó una excelente
impresión. https://ec.aciprensa.com/wiki/Nestorio_y_nestorianismo.
28- Monofisismo.
(del griego μόνος, monos, 'uno', y φύσις, physis, 'naturaleza'). Es una
doctrina teológica que sostiene que en Jesús sólo está presente la naturaleza
divina, pero no la humana. El dogma definido en Calcedonia y mantenido por la
Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica sostiene que en Cristo existen dos
naturalezas, la divina y la humana «sin separación» y «sin confusión», según el
símbolo Niceno-Constantinopolitano. Sin embargo, el monofisismo mantiene que en
Cristo existen las dos naturalezas, «sin separación» pero «confundidas», de
forma que la naturaleza humana se pierde, absorbida, en la divina… https://www.ecured.cu/Monofisismo.
29- Eutiques (378-454),
abad de un monasterio en Constantinopla. Es similar al monofisismo. Sostiene
que las naturalezas divina y humana de Jesucristo estaban de tal manera
imbricadas -en cierto sentido confundido entre sí- hasta hacerse
indistinguibles. Como resultado, Cristo no sería verdaderamente capaz de
relacionarse e identificarse plenamente con nosotros; no sería verdadera y
plenamente divino ni humano. Por tanto, sería incapaz de actuar como el
perfecto mediador entre Dios y el hombre, o de expiar realmente por nuestros
pecados. https://www.teologia.pro/wiki/eutiquianismo/
30- filósofo
ingles Francis Bacon (1561-1626), autor del Novum organum (1620) y uno de los
padres del empirismo anglosajón, es objeto de un fino análisis en la última
encíclica de Benito XVI. Se refiere a él como a uno de los máximos
representantes de la fe en el progreso científico y técnico… https://mercaba.org/ARTICULOS/F/francis_bacon_en_la_mente_de_rat.htm.
www.episcopaleslatinos.org/anglicanos/carolinos.htm.
www.episcopaleslatinos.org/anglicanos/teologoscarolinos.htm.
www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_herbertg.
31- John
Keble nació el 25 de abril del año 1782 en Fairford, Gloucestershire, y
falleció el 29 de marzo de 1866 en Gran Bretaña. sacerdote anglicano, teólogo y poeta que se originó y ayudó a
dirigir el Movimiento de Oxford que buscaba revivir en el anglicanismo los
ideales de la Iglesia Alta de la iglesia de finales del siglo XVII… https://www.ccel.org/ccel/keble.
32- www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_taylorj.
www.episcopaleslatinos.org/anglicanos/cambridge.htm.
33- Casuística… Este
término, derivado de la palabra latina casus, significa en primer lugar la
aplicación de unos conocimientos o normas generales a unos fenómenos o casos
particulares, a menudo con la intención pedagógica de ofrecer una ayuda para
una decisión responsable en casos análogos de conflicto… Como momento de la
teología moral, la casuística se desarrolló solamente a partir del siglo XVl, cuando para obedecer la prescripción del
concilio de Trento de confesar íntegramente todos los pecados mortales,
indicando incluso el número, la especie y - las circunstancias de los mismos,
se encargó a unos profesores concretos la formación de los futuros confesores
mediante la discusión de diversos casus conscientiae, sacados en parte de la
vida y en parte totalmente ficticios… https://mercaba.org/VocTEO/C/casuistica.htm.
34- www.episcopaleslatinos.org/anglicanos/teologoscarolinos.htm.
www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_andrewes.
35- Nota
del autor… análisis teológico.
36- Nota
del autor.
37- www.episcopaleslatinos.org/anglicanos/teologoscarolinos.htm.
www.centroestudosanglicanos.com.br/bancodetextos/.../carolinos...
www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_ferrarn.
38- Nota
del autor.
39- Nota
del autor.
40- Nota
del autor.
41- Nota
del autor.
42- Nota
del autor.
43- cristoeseltema.blogspot.com/2014/09/ciclo-de-autores-y-teologos-anglicanos.html.
44- El liberalismo, llamado
también individualismo, es una doctrina, que exaltando la bondad natural de la
persona humana (del individuo), afirma en consecuencia la bondad de su conducta
libre y autónoma, y establece por lo tanto el derecho a la libertad como el
derecho más fundamental del hombre. El Liberalismo es, pues, una exaltación del
"individuo" y una glorificación de la "libertad humana",
cuyos límites ensancha más allá de lo debido; más aún, naturalmente, dada la
bondad natural de la persona humana no le reconoce límite alguno. Una
concepción naturalista del hombre en sentido rousseaniano. Rousseau, en efecto,
considera al hombre "bueno por naturaleza"; son las estructuras
jurídicas y sociales las que matan en él el desarrollo espontaneo de sus
sentimientos naturales, siempre buenos y orientados naturalmente al amor
obsequioso de los demás. Aquí está, pues, la raíz de los conflictos humanos.
Por consiguiente, la clave de solución de los mismos estará en "la vuelta a la
naturaleza" (Rousseau), a la sencillez primitiva, libre de trabas
jurídicas y sociales. Ahora bien, tanto más nos acercamos a ese estado
primitivo y natural, cuanto más libres pongamos al hombre de trabas jurídicas y
legales que desfiguran y estropean su conducta… https://mercaba.org/Filosofia/Argos/cuestion_social_03.htm
45- Como la palabra misma lo indica, el Materialismo es un sistema filosófico
que considera a la materia como a la única realidad en el mundo, que intenta
explicar todo evento en el universo como un resultado de las condiciones y
actividades de la materia y que, en consecuencia, niega la existencia de Dios y
del alma. Es diametralmente opuesto al Espiritualismo y al Idealismo, los
cuales, en la medida en que son parciales y exclusivos, declaran que todo en el
mundo es espiritual, y que el mundo, e incluso la materia misma, son puras
concepciones o ideas del ser pensante. El Materialismo es más antiguo que el
Espiritualismo, si consideramos que el desarrollo de la filosofía comenzó en
Grecia. La antigua filosofía india, sin embargo, es idealista; según ella hay
un único ser verdadero, Brahma; todo lo demás es apariencia, Maja. En Grecia
los primeros intentos para concebir la filosofía fueron más o menos
materialistas; asumían la existencia de una materia única primordial -- agua,
tierra, fuego, aire -- o sea los cuatro elementos a partir de los cuales se
consideraba que se desarrolló el mundo. El Materialismo fue metódicamente
desarrollado por los atomistas. El primero y el más importante de los
materialistas sistemáticos fue Demócrito, el "filósofo sonriente". El
enseñó que de la nada no puede surgir nada; que todo es el resultado de
combinaciones y divisiones de partes (átomos); que estos átomos, separado por
espacios vacíos, son infinitamente numerosos y variados. Incluso al hombre
extendió su Materialismo cosmológico, y fue así el fundador del Materialismo en
el sentido estrecho, o sea, la negación del alma. El alma es un complejo de muy
finos, uniformes, redondos, e impetuosos átomos: éstos son muy móviles y
penetran el cuerpo entero, al que le dan la vida. Empédocles no fue un
materialista intransigente, aunque consideraba a los cuatro elementos con amor
y odio como los principios formativos del universo, y se negaba a reconocer a
un Creador espiritual del mundo. Aristóteles reprochaba a los filósofos
Ionianos, en general, el intentar explicar la evolución del mundo sin el Nous
(inteligencia); él consideraba a Protágoras, quien fue el primero en introducir
un principio espiritual, como a un hombre sobrio entre los borrachos. https://mercaba.org/FICHAS/Enciclopedia/M/materialismo.htm.
46-
En la historia del pensamiento social y
político, se han rastreado las raíces del socialismo en la teoría política de
Platón, expuesta en La República, por su defensa de la comunidad de bienes de
todo tipo y la abolición de la propiedad privada a todos los niveles:
económico, social y sexual. Aunque posteriormente, en Las Leyes, cambió su
pensamiento, Platón mantenía en La República que la propiedad divide a los
hombres mediante la barrera de lo mío y lo tuyo, mientras que la comunidad de
bienes devuelve la unidad. Donde no existe la propiedad, nada es mío ni tuyo,
sino que todo es nuestro. También se daba gran importancia al comunismo de la
iglesia cristiana primitiva y a los elementos comunistas existentes en la vida
monástica de la Edad Media y se redescubrían estas raíces en la revuelta
campesina de 1381 o en la insurrección campesina comunista encabezada por
Thomas Münzer en el siglo XV. Miremos su fuente: www.mercaba.org/DicPC/S/socialismo.htm.
47-
Nota del autor.
49-
Nota del autor.
50-
La dialéctica no es más que la ciencia de
las leyes generales del movimiento y la evolución de la naturaleza, de la
sociedad humana y del pensamiento…El método dialéctico tenía ya una larga
existencia antes de que Marx y Engels lo desarrollasen científicamente como un
medio de comprender el desarrollo de la sociedad humana. los griegos antiguos
produjeron algunos grandes pensadores dialécticos, entre los que están Platón,
Zenón de Elea y Aristóteles. Ya en el año 500 antes de nuestra era, Heráclito
adelantaba la idea de que "todas las cosas son y no son, porque todo
fluye, está cambiando constantemente, constantemente naciendo y muriendo. Es
imposible sumergirse dos veces en uno e idéntico río"…https://www.mercaba.org/FICHAS/Monografias/la_dialectica.htm.
51-
Nota del autor.
52-
Del griego mystagogheín (iniciar, introducir en los misterios). En la historia
de las religiones el término "mistagogia» se usa precisamente para indicar
lo que se refiere a la iniciación en los misterios. En la terminología
cristiana, mistagogia indica el último período del catecumenado antiguo, de
ordinario la semana después de Pascua, durante la cual se impartían a los
neófitos las catequesis llamadas mistagógicas. Son famosas las de Ambrosio,
Cirilo de Jerusalén, Teodoro de Mopsuestia y Juan Crisóstomo. La explicación de
los ritos de iniciación no se había dado anteriormente, debido a la llamada
" disciplina del arcano ». La mistagogia ha sido revaluada por el nuevo
Rito para la iniciación cristiana de los adultos (RICA), nn. 37-40, como cuarto
y último grado del itinerario de iniciación, como tiempo de la experiencia de
los sacramentos recibidos y como fase de la experiencia de la comunidad. Los
neófitos prosiguen su camino durante el período pascual mediante la meditación
del evangelio, la participación en la eucaristía Y el ejercicio de la caridad,
e intentan- traducir cada vez más el misterio mismo en la práctica de la vida.
Renovados interiormente por la experiencia de los sacramentos recibidos, los
neófitos pueden entonces alcanzar un sentido completamente nuevo de la fe, de
la Iglesia Y del mundo…B, Studer Mistagogia, en DPAC, 11, 1456; E. Lodi,
Iniciación,-catecumenado, en DTI, 111, 146-158; D, Borobio, Catecumenado, en
CFP, 99-120; C. Floristán, El catecumenado, PPC, Madrid 1972, estas fuentes las
encontramos citadas en: https://mercaba.org/VocTEO/M/mistagogia.htm
53-
El Ethos
es la sedimentación en el tiempo y en el espacio de los principios morales en
unas convicciones y reglas de comportamiento. Puede identificarse con el dato
de hecho determinado por lo que nosotros llamamos fenómeno moral. En
este sentido toda cultura, todo pueblo, toda generación, toda persona
individual posee siempre su Ethos, que puede describirse en todos sus aspectos,
compararse con otros Ethos, evolucionando e involucionando continuamente. https://www.mercaba.org/VocTEO/E/ethos.htm
54-
PRESBITERIANA…
Se conoce con este nombre a aquellas confesiones cristianas que, apartándose de
la Iglesia católica y rechazando el orden episcopal conservaron, en cambio, una
cierta organización presbiterial como forma de gobierno eclesiástico. Tienen su
origen en Calvino (v.), una de cuyas preocupaciones fue la de dotar al
protestantismo de una organización capaz de reemplazar el sistema jerárquico
católico. Esto lo hizo por medio de un solo orden de ministros, los presbíteros,
quienes, junto con representantes laicos llamados Elder (ancianos), unidos en
el Presbyteri (sínodo presbiteral), ejercen conjuntamente una autoridad
parecida a la de un obispo. El sistema y las ideas calvinistas, al llegar a
Inglaterra y Escocia, dieron origen al presbiterianismo; puede decirse, pues,
que p. es el nombre con que se designó en los países de tradición anglosajona a
quienes en los ámbitos de influjo alemán o francés se designa como reformados.
Con unos 40 millones de adeptos es probablemente la denominación protestante
más numerosa del mundo. Cortesía de
Editorial Rialp. Gran Enciclopedia Rialp, 1991. https://mercaba.org/Rialp/P/presbiterianos.htm
55-
PURITANOS…
aparece en el contexto de la historia
religiosa de Inglaterra después de la reforma. En el «Acta de supremacía» (
1534), Enrique VIII (1491-1547) separó la Iglesia de Inglaterra de Roma, no va
por los motivos teológicos que aducían los luteranos, los calvinistas y los
otros movimientos de la Reforma continental, sino más bien para obtener en su
reino la supremacía sobre la Iglesia. Sin embargo, ya desde el principio, las
ideas teológicas de la Reforma continental conquistaban en Inglaterra a un
número cada vez mayor de personas en el clero y en el laicado. Se advertía, por
otra parte, que el nuevo orden religioso, establecido por la hija de Enrique
VIII, Isabel I (1533-1603), mantenía aún demasiadas cosas de la doctrina, de la
estructura episcopal y de la liturgia de la Iglesia romana. Surgieron entonces
individuos que querían "purificar» a la Iglesia de Inglaterra de todos los
vestigios del papismo (de ahí el nombre de puritanos) y adoptar una reforma más
radical, especialmente según el modelo de la Ginebra de Calvino, adonde habían
huido cierto número de exponentes puritanos durante el breve restablecimiento
del catolicismo bajo la reina María (1553-1558)… https://mercaba.org/Rialp/P/presbiterianos.htm
56-
CALVINISMO… es el nombre (introducido por los luteranos
contra la voluntad de Calvino) de aquella forma de -> protestantismo que
directa o indirectamente tiene su origen en la obra reformadora de Juan Calvino
(1509-1564). Tiene sus raíces en el humanismo francés y suizo de principios del
s. xvi y, por tanto, no es simplemente una desviación del luteranismo, por muy
verdad que sea que «las doctrinas fundamentales de Lutero son también las de
Calvino» (E. TROELTSCH, Die Soxiallehren der christlichen Kirchen und Gruppen,
T 1922, p. 610). La influencia de Bucero, Melanchton y Bullinger sobre Calvino
modificó también el c. La «conversión» de Calvino (entre 1530 y 1533) se debió
a la lectura de la Biblia, especialmente a la lectura del AT. Él la leyó como
palabra de Dios pronunciada directamente para él y la tomó como única fuente y
norma de la fe cristiana. Este principio de que la Escritura no sólo es la
única fuente sino también la única norma, de manera que el creyente, para
conseguir una seguridad sobre el contenido de la revelación, no necesita una
interpretación infalible por parte de la Iglesia, es la base de toda la ->
reforma. En este sentido el c. se consideraba a sí mismo en primer lugar como
la iglesia reformada según la palabra de Dios, que todo cristiano podía
corregir a la luz de la Escritura. La intención de fundar una Iglesia nueva
estuvo tan lejos de la mente de Calvino como de la mente de Lutero. La
preocupación más seria de Calvino fue la de garantizar la transcendencia de la
revelación de Dios, de la cual el hombre no puede participar más que por la
gracia. https://mercaba.org/Mundi/1/calvinismo.htm.
57-
Nota del autor.
58-
Nota del autor.
59-
Nota del autor.
60-
EMPIRISMO...
es también un movimiento filosófico histórico que tuvo lugar en Inglaterra al
mismo tiempo que el racionalismo continental (v.) y en oposición a él. Son
empiristas Thomas Hobbes (1585-1679) John Locke (1632-1704), George Berkeley
(1685-1753) y David Hume (1711-1776). Puede considerarse un precursor del e.
Francis Bacon de Verulam (1561-1626). El utilitarismo posterior es de
inspiración empirista y dentro de esa escuela se destaca como empirista el gran
filósofo positivista del s. XIX inglés John Stuart Mill (1806-1873). En el siglo
XX Bertrand Russell (1873-1969) sigue en la línea de Hume. Unidad y Diversidad:
E. es fundamentalmente una doctrina epistemológica. Subraya la importancia de
la experiencia sensible. Aun allí incluye cierta variedad de matices y grados,
ya que es posible decir que la experiencia sensible es básica, que es la única
fuente de conocimiento, o ir más lejos y decir que es preeminente, o llegar a
afirmar que es el único tipo de conocimiento. En cualquier caso el empirista
hace hincapié en el conocimiento sensible.
61- De
Civitate Dei, X, 3. Citado en: bisabuelos.com/pat/thc/apuntes.pdf.
62- Nota
del autor.
63- Nota
del autor.
64- Nota
del autor.
65- Nota
del autor.
66- Nota
del autor.
67- Concepto.
Se llama Teodicea o Teología natural
a la parte de la Filosofía que trata de Dios (v. FILOSOFÍA I, 4c); es la
ciencia que comprende, por tanto, el conjunto de conocimientos que el hombre,
sin ayuda de la Revelación sobrenatural, puede llegar a tener de Dios. El
nombre T. es combinación del griego Théos (Dios) y diké (justicia o
justificación), y fue acuñado por Leibniz (v.) en su obra Ensayo de teodicea
sobre la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal (de 1710),
donde trata de «justificar» la existencia de Dios ante los que la ponían en
duda -sobre toda Bayle- por el hecho del mal en el mundo. Esta obra se compone
de un «Discurso preliminar sobre la conformidad de la fe con la razón» y de
tres capítulos, en el último de los cuales hace observaciones al libro de King
De origine mali (Londres 1702). La «teodicea» leibniziana es, pues, una
investigación destinada a explicar la bondad y justicia de Dios y la presencia
del mal en el mundo… https://mercaba.org/Rialp/T/teodicea_i_ii.htm
68- Nota
del autor.
69- Nota
del autor.
70- Nota
del autor.
71- Nota
del autor.
72- Nota
del autor.
Este blog esta buenísimo para la enseñanza de nuestra iglesia Episcopal. Mr. Irish
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