martes, 18 de junio de 2019

PENTECOSTÉS, REFLEXIONES DESDE UNA PERSPECTIVA METAFÍSICA.


PENTECOSTÉS,  REFLEXIONES DESDE UNA PERSPECTIVA  METAFÍSICA.



PRIMERA PARTE.




INTRODUCCIÓN.



Pentecostés (1)  aparece en el panorama de los bautizados como el gran detonante de la obra misionera  dibujada ya en el Evangelio de Cristo y su vocación de universalidad. La manera como el Texto Sagrado de Tradición describe esos momentos para nosotros nos permite ver su fuerte contenido simbólico y la manera de ver más allá este maravilloso fenómeno (2). Es precisamente esta necesidad la que se fundamenta en una expresión y exposición de su contundente Metafísica (3), de la forma vital como el misterio convertido en imágenes da forma a la apreciación apostólica de una manifestación amorosa de Dios necesaria en términos salvíficos. La Mater Eclesiae o Madre Iglesia es el producto convertido en “mojones” (4) de la Gracia-revelación de Dios Trinidad.  La Perichoresis (5) de los Santos PP. griegos (6) se muestra en la manera como las relaciones de las Divinas Personas asisten este especial momento de Kairos (7) y todo su poder revelador. El Texto nos dice puntualmente: “2. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. 3. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; 4. Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.” (Biblia de Jerusalén hechos de los Apóstoles capítulo 2 versículos 2-4). (8). Para Lucas la presencia del Espíritu Santo era total y totalizante al punto de hacer casi de manera instantánea una aprehensión mística de sus dones y frutos. No hay tiempo que perder  el dinamismo de esta manifestación toca preferentemente a la Institución Eclesial en cabeza de los discípulos del Señor. Tal accionar de la Gracia deja en firme la naturaleza de la misión de estos amigos,  y  cercanos con Jesús. Estar pues, delante de tal imagen que describe un movimiento espiritual por parte de los discípulos supone también una respuesta inmediata. “Quedaron todos llenos del Espíritu Santo  es la aseveración Lucana (9) como respuesta dialéctica al fenómeno de Pentecostés, la manera de comunicar estos dones y gracias busca evitar a toda costa la trivialización del acontecimiento descrito en Hechos de los Apóstoles. Una respuesta Metafísica pretende comprender como la comunidad de los creyentes se enfocó en convertir en acciones concretas la manifestación del Espíritu de Dios y como tales acciones podían ser insertas en la Economía  de Salvación. La Metafísica de  este signo maravilloso supera la respuesta  apenas natural de las emociones y estados espirituales que se suscitaron por ella (10). La alegría de los discípulos era signo inequívoco del reconocimiento de una relación formada aun antes de los acontecimientos que rodearon la vida inmediata del Señor. Pentecostés como como intuitivamente era constituido por tradiciones anteriores a los mismos judíos puede ser ubicado en Egipto (pueblo Camita-Semita) (11) y cuyo vínculo con el pastoreo y las cosechas  era  supremamente fuerte y con esta nación del río Nilo también podemos contar a Babilonia y los cananeos, solo citando estos pueblos vecinos de la nación hebrea,  en perspectiva de un antecedente diremos que el modelo monárquico de Israel fue copiado de su vecino cananeo (12). De lo anterior podemos abonar terreno a tal manifestación en la psique del judío y que por la presencia de la Gracia asume una realidad  sobrenatural. La historia se suscribe a la presencia de la Gracia para dibujar desde su perspectiva un acontecer tanto puntual como trascendente en la vida y conciencia de los bautizados. Desde esta dinámica intelectiva el accionar coherente es un signo fehaciente del influjo de Pentecostés en la vida de los creyentes (13). Una expresión Metafísica de Pentecostés habría que divisarla en la perspectiva continuada de la misión de la Iglesia. No es un mito,  es un acontecimiento concreto e históricamente ubicado en un tiempo determinado, y sus frutos, no podemos explicitarlos sino reconocerlos en cada una de las personas y sus conceptos íntimos  de una relación con el Dios revelado.  Pentecostés nos mostró una condición psicológica bien intencionada de reconocer el influjo de la Gracia y de paso espiritualizarlo (14).  La realidad históricamente vista por los apóstoles  centró toda su atención en el acontecimiento como indicando que de esta manera se marcaba un inicio salvífico destinado a trascender las barreras de Israel propias del mundo antiguo. Un mundo limitado ideológicamente,  plagado de mitos y leyendas que buscaban emparentar con las deidades de turno y lugar,  nos dice a toda luz que la dificultad cultural para asumir Pentecostés fue definitiva en la elaboración posterior de la doctrina cristiana en hombres como Pablo y los PP. Apostólicos herederos de esta tradición ocular. Miremos en el desarrollo del presente ejercicio reflexivo el aporte de tales acciones en el ámbito de nuestra eclesiología (15).

TÉRMINOS CLAVE.


Amor
Misericordia
Revelación
Resucitado
Pentecostés
Espiritualizar
Historia
Gracia
Misión
Metafísica
Iglesia
Bautismo
Bautizado
Sinópticos
PP. Griegos
PP. Apostólicos
Agustín de Hipona
Kerigma
Escatología
Filioque
Comunión Anglicana
Movimiento de Oxford
PP. de la Reforma
SS. Trinidad.

                                              
NATURALEZA  DEL  PENTECOSTÉS  CRISTIANO.


Si bien Dios entra en la historia de la humanidad, no es menos cierto que la capacidad de asumir tales manifestaciones no comporta  en sí y para sí una relación intelectiva simplemente. Pentecostés es histórico pero también cala profundo en los imaginarios que nos acompañan hasta la fecha. Es una manifestación de la SS. Trinidad Ad-Extra, es decir, a diferencia de los Santos PP.  Griegos, seguimos al Hiponense (16) y le concedemos al Dios Espíritu Santo tan maravillosa procesión de eventos reveladores del Dios amoroso y misericordioso que se comunica no por necesidad sino por amor hacia nosotros. Esta Procesión de Dios hacia nosotros no rompe con la relación Trinitaria y mucho menos atenta  contra la Unidad Personal de Dios. Solo mediante su Espíritu el Padre Dios y su Adorado Hijo entran en la historia humana en dimensiones que superan la temporalidad de nuestro conocimiento y razón. No pretendemos ver en Pentecostés cosa distinta a la revelación de los sucesivos nuevos Eones que serán “responsabilidad” (17) del Espíritu de Dios. Ya no hablamos de un Dios lejano y castigador Veterotestamentario sino de un Dios que entrando en la historia introduce en ella  nociones de salvación por medio de fenómenos como el descrito y que motivan la presente reflexión.  Qué otra connotación distinta a la salvífica puede tener una manifestación de Dios en medio de la humanidad (18). No estamos lejos de definir tal manifestación como propiciada por el Espíritu de Dios como la Causa Eficiente de Pentecostés.  

EN CUANTO A LOS SINOPTICOS.... En el estrato pre-pascual de los sinópticos, Jesús de Nazaret se presenta como el Mesías, el Ungido de Yahveh sobre el que reposa la plenitud del Espíritu. Ya la escena del bautismo se describe como una consagración mesiánica de Jesús de Nazaret (Marcos capítulo  10 versículo  38; Lucas capítulo  1 versículos  9-11 y ss.) Y probablemente, precisamente a partir de esta escena de unción mesiánica, toda la existencia de Jesús y su ministerio se comprenden como un único Bautismo (Marcos capítulo  10 versículo 38; Lucas capítulo  12 versículos  49-50). También la inauguración del ministerio mesiánico en la sinagoga de Nazaret, tal como se describe en Lucas capítulo  4 versículos 16-20, se interpreta como una unción del Espíritu con referencia al texto mesiánico de Isaías capítulo  61 versículo l y ss; y toda la existencia y el ministerio de Jesús se leen como un acontecimiento en el Espíritu: el kerigma y la praxis, los exorcismos y los milagros, todo ocurre en virtud y bajo el impulso del Espíritu. En particular, tres loghia  sinópticos (19) atestiguan esta presencia del Espíritu en la misión presente y futura de Jesús como elemento intrínseco y esencial (Mateo capítulo  18 versículo  28, donde la llegada del Reino se relaciona con el poder del Espíritu; Marcos capítulo  3 versículos   28-29 y par., el texto famoso sobre la “blasfemia contra el Espíritu”.  Marcos capítulo  13 versículo  11 y ss.   Recoge la promesa hecha por Jesús del don del Espíritu a sus testigos en las persecuciones. La radicalidad de la vivencia por parte de los apóstoles será un signo de certeza sobre la presencia del Espíritu Santo aun en tiempos de suprema dificultad. Aquí el mensaje se emparenta sintéticamente con el Kerigma, es decir, constituye una unidad doctrinal y de fuerte vínculo con la Tradición apostólica.  La praxis como vivencia lleva a los hombres de aquellas épocas como a nosotros a afirmar la identidad sobrenatural de nuestras creencias, la religión materializa la obra misma de revelación  de Dios por medio de su Espíritu (20).  Negar el influjo del Espíritu de Dios es negar la obra de salvación y sus efectos positivos en la humanidad particularizada y representada por cada bautizado (21).

SU ESCATOLOGÍA…  La tradición Neo-testamentaria nos atestigua la experiencia y la comprensión apostólica del don del Espíritu Santo recibido por la comunidad de la nueva alianza en estrecha vinculación con el acontecimiento Pascual de Jesús, aunque solamente dos textos, el uno al comienzo de los Hechos de los Apóstoles capítulo 2 versículos  1-13) y el otro al final del cuarto evangelio (20, 19-23), ofrecen un contexto histórico preciso y describen las condiciones de la primera comunicación escatológica del Espíritu por parte del Cristo resucitado. Los dos relatos están de acuerdo en lo esencial: la efusión del Espíritu tiene lugar inicialmente y de modo fontal sobre los apóstoles, por parte de Cristo resucitado, y en Jerusalén. Son diversas las circunstancias y el marco de la interpretación teológica que sirven de contorno y de explicación del acontecimiento (22). No es fácil en el contexto de la revelación inmediata a la que fueron sometidos los apóstoles una vez resucita el Señor,  clarificar su impacto y continuidad, sin duda, que en esta dirección era posible argumentar mitos por sobre la experiencia fenomenológica. La dimensión escatológica esta presente aun en el devenir histórico de los acontecimientos, por tal razón  Lucas los saca del “letargo” y los envía en la misión y todo su dinamismo, ese enviar a actuar nos dice que la obra  está por ser completada y para eso requiere de la mano decidida de los bautizados. Tal efusión de la Gracia sobre ellos y sus voluntades dejando a salvo su libre albedrio dio como resultado la idealización de la misión por parte de los discípulos del Señor. Los procesos antropológicos se sujetaron a las connotaciones de su entorno, es decir, a la concepción de vida y continuidad de la misma para sujetar a estas definiciones al resucitado y poder así comprender mejor lo acontecido. En esta dinámica la presencia del Espíritu Santo es vital e intrínseca a la obra de Cristo en la Cruz. Tal obra no puede ser entendida fuera de la connotación de lo trascendente. Lucas ve con claridad la necesidad de plasmar en su evangelio el tópico de los acontecimientos de los últimos días del Señor con sus amigos y discípulos. Lucas ve la realidad misma de la manifestación del resucitado como signo integro de los nuevos y definitivos tiempos… La connotación de la vida sobrenatural es solo una de las consecuencias de la Resurrección del Señor y su interpretación en la historia, aquí reconoce la Madre Iglesia su presencia en la psique de sus hijos los bautizados (23). Revelar tal fenómeno se escapa de la mera percepción natural de sus testigos, lo sobrenatural animado por la Gracia puede  interpretar  lo sucedido con el Hijo del Dios Altísimo (24). Pentecostés asume la extensión de la revelación y su entronque con lo supra- revelado, solo desde la Fe movida por la Gracia,  es factible reconocer que hay Resurrección y con ella eternidad, aunque no sea perceptible aquí y ahora,  pero Pentecostés si fue percibido en tiempo y espacio por los discípulos y amigos del Señor (25).  

*** PARA TENER PRESENTE… En la teoría Trinitaria psicológica de  Agustín el Espíritu es concebido por analogía con el amor de la voluntad. Ahora bien, el amor puede considerarse, bajo diversos aspectos, o bien como anterior, o bien como posterior al conocimiento. Es anterior en cuanto que es como el motor del dinamismo que impulsa al acto del conocimiento, uniendo la memoria al pensamiento y haciendo pasar de la una al otro. Es posterior en cuanto que su objeto ha de ser iluminado por la luz de la inteligencia. Esta ambigua postura del amor se refleja en una controversia del siglo  XIII: Un maestro parisino enseña que el Espíritu, como lazo de unión entre el Padre y el Hijo, sólo procede del Padre y es lógicamente anterior al Hijo: es como intermediario en la generación del Hijo por el Padre, y por eso le asigna el segundo lugar en el orden de origen. Los teólogos de París en aquella ocasión no hicieron más que reafirmar el Filioque, diciendo que "incluso como vínculo de amor, el Espíritu procede de los dos. Pasando a  Tomás, la cuestión se pone de la manera siguiente: cuando se dice que en Dios el Espíritu es amor, ¿de qué amor se trata? ¿De la amistad entre Padre e Hijo, como pensaba  Agustín, o bien del amor con que Dios ama su propia bondad, como pensaba  Anselmo? El P. Dondaine, que ha estudiado la cuestión, dice que en sus primeras obras Tomás piensa más bien en el amor mutuo de amistad entre Padre e Hijo: pero que en sus obras de madurez supone que el Espíritu es Dios en cuanto amado, lo cual presupone a Dios en cuanto conocido y expresado por su Verbo. Esta última concepción acentúa el hecho de que el Espíritu es tercera persona procedente de las otras dos, pero señala el paso de una concepción trinitaria más personalista -amor mutuo- a otra más ontológica -amor de sí- … El termino amistad que emplea Agustín lo usa para manifestar el grado de perfección en las relaciones de la persona humana, es inexacto aplicarlo a las Personas Divinas. No hablamos de un estado emocional sino de su Esencia Divina. (Fuente y recopilación por parte de: cristoeseltema.blogspot.com) (26).

La doctrina Trinitaria se explicita de múltiples formulas y concepciones teológicas,  la tradición teológica Anglicana (Episcopal) considera la revelación desde la manifestación del Espíritu Santo y por ende todos los contenidos Escrituristicos aceptados son fruto de la presencia de la Tercera Persona de la SS. Trinidad, es pues, un principio de conformidad con la revelación y su fuente eterna. La espiritualización de    las Escrituras es fruto de la identidad eclesial que poseemos y no el azar de algunos teólogos, la revelación es obra exclusiva de Dios y se manifiesta en Dios Espíritu Santo. Es una vez más la Causa Eficiente de las Sagradas Escrituras, es el revelador por antonomasia de los misterios que nos conectan con el resucitado, esta Comunión Eclesial es fruto vivo de un perenne Pentecostés (27)

En cuanto a la apreciación histórica diremos que en las distintas épocas la revelación aterriza en la sique y el Ethos de los Anglicanos que en la praxis eclesial dieron paso a una relación aterrizada y fundamental con el Espíritu Santo, los PP.  Reformadores (Carolinos y del Movimiento de Oxford)  vivieron  en su momento la necesidad de un diáfano discernimiento en la configuración de una Reforma que no perdiera el ser  de nuestra catolicidad. La Reforma es fundamentalmente un discernimiento de la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia  y la  necesaria re-objetivación en  sus postulados (28).  Pentecostés actualiza la identidad y sentir  de la Iglesia donde esta se encuentra  en la vida y obra de los bautizados, no es una manifestación estática y mucho menos de-meritoria de su propia y vital identidad. El tiempo fue objetivado por Pentecostés lo que implica que no importa la Era o los siglos posteriores, el Espíritu de Dios renueva el signo salvífico de la Iglesia. La Palabra de Dios es portadora de tal manifestación siempre viva y dinámica inserta en el corazón de la Santa Iglesia… (29) La maternidad se nutre de  Pentecostés y en su fenómeno historizado toma forma la Institución que hoy se explicita en la Comunión Anglicana y sus distintas Provincias.  La fidelidad a las enseñanzas apostólicas y a los Santos PP. de la Iglesia es el componente de nuestra identidad y razón de ser eclesial (30).

La vida Sacramental es signo nuevo de la Alianza definitiva y su énfasis es por ende a manera de Ciclos Vitales (31) que iluminan y componen la vida de los bautizados,  son no solo ritos o formulas litúrgicas, son desde luego, la objetivación de la relación salvífica en términos tanto humanos  como  históricos. La Iglesia llega a sus hijos los bautizados desde la perspectiva de su liturgia y doctrina y esta brota de la revelación y expresiones de Fe de sus hijos a lo largo de su historia (32).
                                                                                               

TEXTOS CONSULTADOS Y/O CITADOS EN ESTE ENSAYO.


1.      PENTECOSTÉS… Originalmente se denominaba “fiesta de las semanas” y tenía lugar siete semanas después de la fiesta de los primeros frutos (Levítico capitulo  23 versículos 15-21; Deuteronomio capitulo  16 versiculario  9). Siete semanas son cincuenta días; de ahí el nombre de Pentecostés (cincuenta) que recibió más tarde. Según Ex 34 22 se celebraba al término de la cosecha de la cebada y antes de comenzar la del trigo; era una fiesta movible pues dependía de cuándo llegaba cada año la cosecha a su sazón, pero tendría lugar casi siempre durante el mes judío de Siván, equivalente a nuestro Mayo/Junio. En su origen tenía un sentido fundamental de acción de gracias por la cosecha recogida, pero pronto se le añadió un sentido histórico: se celebraba en esta fiesta el hecho de la alianza y el don de la ley… https://mercaba.org/FICHAS/Chile/que_es_pentecostes.htm
2.      La palabra «aparecer» («aparición») tiene doble filo: en algo que aparece distinguimos lo que la cosa es en sí y de por sí (y también para otros) y la manera como se nos muestra a nosotros. El fenómeno. apunta a un «ser en sí» distinto de lo que aparece; la identidad y diferencia que impera en esta solidaridad constituyen en el sentido más profundo la esencia y el problema del fenómeno. Lo que de suyo es «más» que la aparición concreta se nos muestra. O, por el contrario, ¿el aparecer mismo es el ser? Para los griegos los f. son la totalidad de lo que sale o puede ser sacado a la luz; los fenómenos. se presentan en el proceso de la percepción o sensación (aisthesis) y tienen ellos mismos el modo de ser de lo percibido; todavía no está decidido si son de fiar o conducen al error. En realidad el ente puede mostrarse también en forma distinta de cómo es en sí mismo. «Parece solamente como si...»… https://mercaba.org/FICHAS/Chile/que_es_pentecostes.htm
3.      Metafísica, hablando en general, es aquella parte de la filosofía que trata de las cosas supra-sensibles e inmateriales, o sea de las cosas que se elevan sobre el orden sensible y material. https://mercaba.org/Mundi/3/fenomeno_fenomenologia.htm
4.      Mojón… Señalización utilizada en las carreteras, desde hace mucho tiempo, para indicar las distancias. A veces, entre un mojón y otro, se situaban también mojones hectométricos, con cifras romanas. Frecuentemente, los mojones se emplean también para insertar informaciones útiles sobre las localidades inmediatas y sus distancias, así como para indicar el número y el nombre de la carretera… https://diccionario.motorgiga.com/diccionario/mojon.../gmx-niv15-con194850.htm
5.      PERICHORESIS… La Trinidad es el término empleado para significar la doctrina central de la religión Cristiana: la verdad que en la unidad del Altísimo, hay Tres Personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, estas Tres Personas siendo verdaderamente distintas una de la otra. De este modo, en palabras del Credo Atanasio: "El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios, y, sin embargo, no hay tres Dioses sino uno solo". En esta Trinidad de Personas, el Hijo proviene del Padre por una generación eterna, y el Espíritu Santo procede por una procesión eterna del Padre y el Hijo. Sin embargo y a pesar de esta diferencia, en cuanto al origen, las Personas son co-eternas y co-iguales: todos semejantes no creados y omnipotentes. Esto, enseña la Iglesia, es la revelación en relación a la naturaleza de Dios, donde Jesucristo, el Hijo de Dios, vino al mundo a entregarla al mundo: y la cual, la Iglesia, propone al hombre como el fundamento de todo su sistema dogmático. En las Escrituras, aún no hay ningún término por el cual las Tres Personas Divinas sean denotadas juntas. La palabras trías (de la cual su traducción latina es trinitas) fue primeramente encontrada en Teófilo de Antioquía cerca del año 180 D.C. El habla de "la Trinidad de Dios (el Padre), su Palabra y su Sabiduría. El término, desde era usado antes de su tiempo. Más tarde, aparece en su forma Latina de trinitas en Tertuliano. En el siglo siguiente, la palabra tiene uso general. Se encuentra en muchos pasajes de Orígenes. El primer credo en el cual aparece es aquel del pupilo de Orígenes, Gregorio Thaumaturgus. En su Ekthesis tes pisteos compuesto entre los años 260 and 270, escribe: Por lo tanto, no hay nada creado, nada sujeto a otro en la Trinidad: tampoco hay nada que haya sido añadido como si alguna vez no hubiera existido, pero que ingresó luego: por lo tanto, el Padre nunca ha estado sin el Hijo, ni el Hijo sin el Espíritu: y esta misma Trinidad es inmutable e inalterable por siempre. https://ec.aciprensa.com/wiki/Santísima_Trinidad.
6.       Padres de la Iglesia griega y latina…  tiene origen en la dogmática y responde a la necesidad que sentía el catolicismo de probar su autenticidad por la tradición  convenía, en efecto, reunir los testimonios de la tradición católica auténtica para reforzar los dogmas establecidos y defender los que todavía estaban en discusión…Los griegos corresponden a la Iglesia de Oriente…
7.      El griego clásico conoce una doble terminología para indicar el tiempo: chrónos, el fluir del tiempo sobre el que el hombre no tiene poder alguno y Kairos, (y que engendra el fatalismo), que indica aquellos poquísimos momentos, regalo de un dios o del destino, que el hombre tiene que aprovechar: es una locura dejar que se escapen. Muy distinto es el sentido temporal que se encuentra en la Biblia: el tiempo es la situación en la que se verifica el encuentro entre el Dios que se revela y el hombre histórico. Por este motivo los Setenta usan preferentemente el término Kairos para indicar el tiempo. Dios es Señor del tiempo (Sal 90,4) y le ha señalado una finalidad. La literatura sapiencial subraya que todos los acontecimientos temporales están bajo el señorío divino (Job, Ecl 3,2ss). Para nosotros es el tiempo de Dios percibido en la realidad salvífica por el creyente. Cristoeseltema.blogspot.com y https://www.mercaba.org/VocTEO/K/kairos.htmLeia mais em: https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/hechos/2/
8.      https://www.bibliacatolica.com.br › La Biblia de Jerusalén › Hechos
9.      Relativo a Lucas, autor del tercer Evangelio y el libro de los Hechos de los Apóstoles. Nota del autor.
10.  Nota del autor.
11.   EGIPTO CAMITO-SEMITICO… etnog. Díc. del individuo perteneciente a una raza que comprende diversos pueblos del N de África: egipcios, abisinios, galas, beréberes, tuaregs y fulbes. Se distinguen por su estatura pequeña, cuerpo esbelto y ágil, cara alargante, nariz saliente, piel morena y ojos oscuros. Nota del autor. Referente a la cultura Semita Pueblos oriundos de la península Arábiga que han desempeñado desde los tiempos más remotos un papel importante en la historia política, cultural y religiosa de la Humanidad. El nombre tiene su origen en un pasaje de la Biblia, concretamente en el cap. X del Génesis. En él se explican los parentescos entre los pueblos, haciéndose derivar de antepasados comunes; así de Sem descienden Aram, Asur y Eber, es decir, arameos, asirios  y hebreos. De ahí la adopción del nombre semita por los investigadores europeos para definir la rama a la que pertenecen los arameos, asirios y hebreos, y cuya relación resulta evidente a primera vista en el aspecto lingüístico. Posteriormente, la denominación se ha aplicado a todos los demás pueblos de caracteres análogos (fenicios, cananeos, etc.) y, en primer lugar, a los árabes. https://es.thefreedictionary.com/camitas enciclopedia.us.es/index.php/Semita
12.  CANAAN O CANANEOS… en el Antiguo Testamento como el nombre de uno de los hijos de Cam; en una forma alargada, Kenaaná (B.D., Chanana, Canaana) como el nombre de otras dos personas (1 Crón.7, 10; 2 Crón. 18,10); En la época en la que los mercaderes fenicios ocupaban un lugar prominente, en especial entre los cananeos, esta palabra (kena’ani), e incluso Canaán (por ejemplo Isaías 23,8), obtuvo el significado de "comerciante", "mercader". Como nombre del país, aparece bajo las formas knnahni kinahni y kinahna, tan temprano como dos siglos antes de Moisés en las cartas cuneiformes de los príncipes sirios y palestinos a los faraones egipcios, halladas en las Tablas de Tell el-Amarna; y más temprano aún en algunas inscripciones egipcias, con la forma Ka-n-‘-na. En las monedas del siglo II a.C., el pueblo fenicio de Laodicea se llama a sí mismo "una madre en Kena’an”. También en la literatura griega queda evidencia de que los fenicios llamaban Chna a cierto antepasado, así como a su país, e incluso en tiempo  de San Agustín  los campesinos púnicos, vecinos a Hipona, se llamaban a sí mismos Chanani, o sea, cananeos. Si el vocablo es de origen  semita,  debe derivarse de la raíz Kana, que originalmente significa "bajo", o en sentido figurativo, "pequeño", "humilde", "despreciable", "subyugado". Siguiendo esta derivación en su sentido original, "la tierra de Canaán" ha sido explicada por varios estudiosos como "la tierra baja"---ya sea porque el nombre puede haber significado originalmente sólo la costa plana, o también el país montañoso de Palestina occidental, en oposición a las aún más altas montañas del Líbano y el Hermón
13.   Nota del autor.
14.  Nota del autor.
15.  Nota del autor.
16.  Nota del autor.
17.  Nota del autor.
18.  Nota del autor.
19.  Dichos o palabras recogidas solo en estos  evangelios.
21.  Nota del autor.
22.  Nota del autor.
24.  Nota del autor.
25.  Nota del autor.
26.  Cristoeseltema.blogspot.com
27.  Nota del autor.
28.  Nota del autor.
29.  Nota del autor.
30.  Nota del autor.
31.  Nota del autor.
32.  Nota del autor.

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