viernes, 28 de junio de 2019

TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS... IDEAS LUCANAS.


TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. 2 Reyes capítulo 2 versículos 1-2, 6-14. Salmo 77:1-2,11-20. Gálatas capitulo 5 versículos 1,13-25. Lucas capitulo 9 versículos 51-62.



Lucas a diferencia de Juan emplea un término menos teológico Asunción (edición Biblia de Jerusalén), para significar los momentos finales de la vida de Jesús, así inicia su subida a Jerusalén, recordemos que el drama definitivo de la Cruz se vivirá en esta ciudad, la más importante para el mundo judío.  Aparecen en escena los samaritanos y su postura hostil frente a los judíos, debemos recordar que durante la diáspora y eventos similares este pueblo estuvo del lado de los asirios lo que les valió su enemistad con los judíos. Para ilustrar sobre el fenómeno de la diáspora. Básicamente fue una obra de “Re-ingeniería social” los deportados son adoctrinados dejando solo quienes producen recursos y bienes para el imperio o potencia invasora. Era una especie de transculturación o perdida de los valores propios para asumir otros. El rechazo al plan de Dios puede enceguecer al creyente, al punto de convertirlo en enemigo de su propia salvación. Lucas busca incorporar un modelo de vida y trascendencia para los creyentes, y su empresa culminará con la expectación ante la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

La respuesta plagada de disculpas o limitaciones es propia, en el autor Lucano, de bautizados sin profundidad en la vivencia de su Fe, ve aquí como lo hace Juan al mundo convertido en un obstáculo para el creyente. Lucas ve como el mundo tiene un plan o proyecto y tal reconocimiento le sirve para motivar al creyente a asumir el suyo en la perspectiva de la realización de su Fe. Seguir a Cristo solo será posible luego de establecer una autentica relación de intimidad espiritual que faculta al bautizado para no permitir que el mundo y sus conceptos de éxito y promoción lo desanimen o limiten grandemente. La Gracia surge de entre la realidad humana y sus estructuras contaminadas por el pecado y el rechazo de Dios. Es pues, un medio precioso para establecer nuestro proyecto de vida cristiana. Las seguridades terrenas son eso, seguridades que corresponden a esquemas abordados por la realidad en la que generamos nuestra existencia. La madurez del bautizado debe llevarle a guardar un justo y vital equilibrio entre lo que posee en términos económicos y lo que es como persona. La Gracia puede santificar todos los escenarios de la vida de los cristianos, pero tal acción necesita de nuestra disposición y docilidad.

Jesús centra su mensaje no en la proporción material para el sustento de la existencia sino en el discernimiento sobre la importancia de estos valores. Su incidencia no se mide en categorías materiales sino en el aprovechamiento de una vida equilibrada y segura de su Fe y compromiso cristiano… La Providencia de Dios actúa de una manera insospechada pero solo satisface al bautizado según la proporcionalidad de sus autenticas necesidades y convicciones. No podemos suponer un “derroche de recursos” cuando no hay conciencia de su valor y utilidad en nuestro propio “Proyecto de Vida” La misericordia de Dios nos enseña a vivir de su Providencia, lo que encarna en nosotros un espíritu Teonomico capaz de reconocer la mano de Dios en todas las facetas y estadios de madurez de nuestra existencia. Desde esta perspectiva la responsabilidad de los bautizados con la Iglesia no es solo de índole económica y no pude ser centrada solo en una “Mayordomía mecánica” de índole exclusivamente financiera, sino que se debe promover la generación de recursos por parte de las congregaciones en proyectos de esta naturaleza dejando al bautizado tanto responsabilidad como compromiso con su “Casa de Oración” la misión de la Iglesia es en primer lugar la evangelización y esa es la tarea primordial de los  clérigos en la vida estructural de la Iglesia. El modelo económico y aspiracional del mundo no cala fuerte en la Iglesia y se lo hace entonces nos podríamos convertir en comerciantes, una variación aberrada de la “Simonía”. La responsabilidad que dibuja Lucas es clara, la prioridad es Cristo y lo demás hace parte de esa opción de vida trascendente.

“57. Mientras iban caminando, uno le dijo: Te seguiré adondequiera que vayas. 58. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza. 59. A otro dijo: Sígueme. El respondió: Déjame ir primero a enterrar a mi padre. 60. Le respondió: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el Reino de Dios. 61. También otro le dijo: Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa. 62. Le dijo Jesús: Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.”
El Texto Lucano nos ofrece suficiente explicación de las respuestas y donde estaban enfocados sus intereses, esto es, donde y cómo se desarrolla en la psique del bautizado la perentoriedad del seguimiento de Cristo. La respuesta de nuestra parte comporta cierto contenido de radicalidad, pero, aun así, brilla el amor y la misericordia de Dios que entiende perfectamente los procesos de nuestra respuesta y como esta llega a su madurez. Como experiencia de Fe el creyente debe comprender que Dios facilita los medios para su seguimiento, y que no estamos solos a la hora de nuestra opción fundamental por Cristo. Las necesidades materiales constituyen uno de los elementos que generan mayor perturbación en el Bautizado lo que implica que nuestro Proyecto de seguimiento de Cristo debe poder comprenderlo y diseñar una forma de vida que incluya calidad, pero por sobre toda posibilidad que sea compatible con el Evangelio… “Mirar siempre al pasado dice claramente que tenemos temor de vivir nuestro presente y construir nuestro futuro”.  

miércoles, 26 de junio de 2019

SEGUNDA PARTE... PENTECOSTÉS Y UNA RESPUESTA EN EL PRESENTE...


PENTECOSTÉS Y UNA RESPUESTA METAFÍSICA EN EL PRESENTE.



PARTE DOS.



La realidad del presente siglo y el desmonte de estructuras religiosas y conceptos que parecían anclados para siempre, hoy nos permite concluir con certeza sobre la necesidad de estructurar un discurso clave donde el pasado en términos humanos no sea desmontado totalmente, al menos en las percepciones de nuestra praxis de Fe. Pentecostés bajo el concepto de su permanencia y vitalidad no puede hacerse literalmente al lado del acontecer humano y por ende social y cultural. Hoy como hace tanto tiempo en el pasado, su actualidad no entra en discusión, pero si requerimos de una retorica que pueda entroncar con el presente sin desconocer sus conceptos originales. La exposición de una metafísica coherente que se argumente vital desde la postura misma de su condición sobrenatural nos da la seguridad de estar dibujando en el presente las bases perennes de un acontecimiento que no se quedó solo en la percepción de los amigos del Redentor, sino que trascendió por distintos escenarios y en distintas latitudes.

Pentecostés supera los lineamientos interpretativos al punto de necesitar una renovada hermenéutica que pueda ubicarlo como fenómeno de Fe en acontecimientos del hoy de nuestra historia, limitar Pentecostés a los tiempos apostólicos es limitar su continuidad histórica y trascendente en la conciencia de la Iglesia como Institución y en el vivir de los bautizados como hijos de ella. Los tiempos cambian más no la concepción de la atemporalidad de las manifestaciones de nuestras creencias. La expresión de una metafísica renovada nos permite ver en Pentecostés la suma de acontecimientos cuya valía entra en las distintas épocas de la humanidad creyente, no podemos suponer un quietismo exacerbado en cuanto a sus lineamientos estructurales, más si podemos suponer que la dinámica del misterio materializado en la Iglesia recobra su vigor en las distintas manifestaciones de su historicidad como Institución parida durante aquel misterio salvífico. La causalidad que descubrimos en sus manifestaciones es de suma complejidad, pero puede ser debelada gracias a la presencia del Espíritu Santo, el pasado es transformado vitalmente por un discurso cuya sindéresis se puede percibir como necesaria para la justificación de sus principios.  

Pentecostés desde el hoy de nuestra historia adquiere un matiz controversial si se quiere y esto por parte de tantos y tantos fenómenos religiosos que se adentran en la psique de los creyentes generando una serie de manifestaciones que pueden  aflorar una especie de alter-ego supra relacional, es decir, toma forma no una revelación de vida espiritual sino un poderoso detonante de problemas y percepciones apriorísticas muchas veces fruto de situaciones e imaginarios personales de quienes dicen experimentar tal manifestación trascendente.

La supra aprehensión de sus contenidos no es otra cosa que atribuir a un estado espiritual fenómenos propios de la realidad social y cultural de los creyentes o congregantes. La connotación histórica de Pentecostés le debe ubicar por encima de tales manifestaciones. El Espíritu no esta en las profundidades del alma creyente, este llega por medio de la acción renovadora de Cristo al “Soplar” sobre sus discípulos. La plenitud del Espíritu de Dios solo puede dar vida abundante y destinada a la eternidad. Tal plenitud solo es posible en un alma que sigue el modelo de Cristo el absoluto poseedor de esta maravillosa voluntad salvífica, como bautizados debemos reconocer su influjo y vivir de cara a su presencia, es un sentir los tiempos nuevos y vivirlos como criaturas nuevas, no se trata solo de manifestaciones latentes sino también de una vida coherente que construye un Ethos actualizado de la presencia de Pentecostés en su realidad cotidiana. Pentecostés como fenómeno amoroso de Dios nos prepara para vivir en las categorías de la perfecta Paz, miremos sus binomios esenciales:

A-    Hombres y Mujeres espirituales por la acción dinámica del Espíritu Santo.

La connotación de nuestro Ethos social y cultural se antropiza constantemente y gracias a la presencia del Espíritu Santo, por medio de sus dones y frutos es posible sentir el crecimiento en la Fe que se revela como una nueva actitud ante la vida en todas sus formas. Tal radicalidad se puede percibir en la coherencia de vida como agregábamos anteriormente. Ser espirituales implica una dinámica de vida y por consiguiente de despliegue de valores distintos a los promulgados por el mundo y sus escenarios antagónicos. La comunidad humana compuesta por hombres y mujeres de distintas edades e intereses necesita ser animada por el Espíritu de Dios y su realidad antagónica al mundo y su intríngulis. La connotación de humanidad toda ella, es proclive de ser trasformada por el influjo de la Gracia entrando en la historia tanto personal como del colectivo que sufre su influjo. Pentecostés renueva las estructuras de la sociedad y su cultura. La renovación imprime carácter de “Nuevo” gracias al Espíritu que hace nuevas todas las cosas. Cristo aparece pues como el modelo a seguir en consumación de todos los valores y su trascendencia, Cristo se convierte en el “Camino” que nos lleva a la realización del ideal de una vida y una Iglesia movida por el Espíritu… Tal afirmación entra de lleno en el dinamismo de esta maravillosa presencia que establece el Reino soberano de Dios entre nosotros y nos muestra así la ruta la plenitud de nuestra Fe y su accionar en medio del mundo y sus categorías de conocimiento, Jesús en su discurso mostró a sus discípulos la necesidad de “tomar distancia” en relación con el mundo, visto en su expresión desde la perspectiva de las relaciones fundadas por fuera del influjo de la Gracia (Conf. Juan capitulo 17 versículos 1 y ss.). El poder totalizante del amor de Dios es también un bello sinónimo de Pentecostés en el ámbito eclesial.

B-    Seres de Paz.

El fundamento de la Paz adquiere en Cristo resucitado una dimensión escatológica propio de los “Nuevos tiempos” de aquellos que son fruto del accionar de Pentecostés en la vida y obra de los bautizados. Tal categoría dinamiza toda la vida y sus contenidos relacionales impregnando lo que somos y vivimos frontalmente. Dios no se queda fuera de nuestra condición redimida, por el contrario, es su amor quien genera tal posibilidad y la concretiza en las categorías tiempo espaciales de nuestra respuesta al influjo de la Gracia. Seres de Paz es una definición de la naturaleza humana cambiando su entorno y modificando, por ende, los comportamientos carentes de sentido y paradójicamente de humanidad. Ser hombres y mujeres de Paz implica una actitud completamente distinta y coherente frente a la realidad que estamos a diario convirtiendo en signo palpable de nuestra humanidad. La Paz entregada por Cristo es uno de los primeros dones mesiánicos trasformados por su Resurrección y dotados así de la potencia de la Gracia para su historización en la vida y obra de los bautizados. El conflicto visto desde el acontecer de Pentecostés es signo de la mas absurda “incivilidad” del ser humano. De una pobre y negativa respuesta al modelo evangélico enseñado por el Redentor de la creación. La Paz que el bautizado vive y debe cultivar encuentra su razón de ser en el testimonio sereno de un Dios humanado y resucitado. No podemos hablar de Paz cuando el alma es presa de la degradación y por ende del envilecimiento del pecado y sus estructuras, él mal busca arrebatar la Paz porque ella es signo del triunfo amoroso de Cristo. La confrontación con nuestro entorno es constante y si una espiritualidad responsable y madura la tentación por vivir y pensar en las categorías del mundo es muy fuerte, el clérigo como referente de Fe y Testimonio debe vivir bajo la sombra protectora de la Gracia. Debemos saber de Paz y expresarla aun en las cosas más insignificantes de la vida, debemos saber materializar la Paz, también nuestro lenguaje cotidiano.  Si hablamos de configuración esencial de la existencia humana tenemos que hablar como es apenas natural de la experiencia con el Dios revelado, sin esto último ¿quién podría pensar en la trascendencia de su propia vida? Es apenas uno de muchos interrogantes que anidan En el alma de los bautizados, es apenas un “mojón” que nos advierte de la necesidad de la introspección para conocer en profundidad de nosotros mismos. La Paz es un estado de cosas que equilibra generando Ataraxia o Armonía en el corazón de quien la posee y que trivializando la terminología evangélica diremos: es un Tesoro, una Perla, un Talento, una Dracma, una Mina, una Semilla de Mostaza… y mucho más. Una serie de valores que son importantes en la vida de los creyentes y que referencia la Paz que procede de Dios resucitador de nuestra humanidad.

C-    Seres conocedores de Paz.

En este apartado evidenciamos las consecuencias de conocer positivamente la Paz esencial a la humanidad redimida. Asumiendo un estado de vida que conduce sin esfuerzo alguno a la realización del ideal cristiano en el plano relacional cuya referencia directa es el otro y su intríngulis. Conocer la Paz implica vivir bajo su influjo y saber atesorar sus consecuencias, quien vive la Paz del Señor reconocerá fácilmente la presencia de los dones de su Espíritu y uno de ellos es Pentecostés.  Como don se enclava en la psique de los bautizados guiando su caminar y experiencia con la Trinidad Económica, es decir, con las acciones salvíficas de Dios en nosotros. Conocer la Paz es vivir bajo un modelo de sociedad que se alimenta del amor como referencia del otro y una cultura de la vida que distingue y protege la vida en todas sus formas evitando el sufrimiento de la creación… este dolor es introducido por el pecado y para poder superarlo debemos vivir en un perenne Pentecostés. La formación y estructuración de un Ethos que reconozca la Paz en sus estructuras de convivencia y en sus valores es la clave para establecer un principio de reciprocidad frente al don amoroso de Pentecostés. El modelo eclesial anglicano descansa sobre la revelación de un Dios Trinidad y todo lo que ello implica en el devenir de las tradiciones de la Iglesia. Es una respuesta totalizante a la vida y a las estructuras donde esta se recrea. Nuestro discernimiento debe caminar por la ruta de la aceptación del otro en su realidad y/o circunstancia de vida.  Un caminar que juntos edifica una cultura respetuosa de las libertades e individualidades de los bautizados. La represión no tiene sentido si estamos hablando de un ente social y cultural estructurado a la luz del Evangelio de Cristo. Nuestros presupuestos ético-morales no se quedan cortos, por el contrario, tienen la fuerza dialéctica de explicitar la Voluntad salvífica de Dios en su Adorado Hijo y revelado como tal en la plenitud de nuestro Pentecostés. La Comunión Anglicana puede afirmar categóricamente que vive su eterno Pentecostés como respuesta al Dios revelado en acciones de índole salvíficas. 

D-    Seres que viven en Paz.

Los puntos en cuestión ya abordados (A-B-C y ahora D) son en síntesis el compendio de nuestra respuesta al mundo construido sobre el ideal del Evangelio y por ende en una constante madurez que nos permite decir y diferenciar entre el YA y el AHORA de la manifestación salvífica de Dios en cada uno de los bautizados. Las conclusiones de estos apartados de nuestra reflexión se funden en la percepción de un estilo de vida en cuya militancia se encuentre inserto necesariamente que es lo mismo que decir, intrínsecamente la Voluntad salvífica de Dios. La connotación de la revelación en Pentecostés se llena de alegría e identidad en orden a los fundamentos de la Gracia  en el fenómeno descrito por Lucas en el libro de Hechos de los Apóstoles. La postura inicial de asombro fue convertida luego en la vivencia cotidiana de la Paz y los demás dones recibidos por la Gracia de la Causa Eficiente de la revelación y por ende de la Voluntad Salvífica de Dios. Vivir en Paz implica armonía en la manera de enfrentar la realidad del mundo y las acciones que en el adelantamos para sobrevivir y edificar una existencia. Pentecostés nos habitúa a vivir de cara al Evangelio y sus compromisos.  Es para el bautizado la posibilidad de generar una cultura viva que luche contra las enajenaciones del pecado en todas sus formas y estructuras… La garantía del triunfo es la presencia de nuestro perenne Pentecostés. Quien vive en la Paz de Pentecostés posee un discurso que brinda confianza y esperanza convirtiéndose en multiplicador de estos dones recibidos, el Libre Albedrío se experimenta por medio del accionar de la Gracia en la conciencia y psique del bautizado. La realidad segmentada de nuestras acciones se articula perfectamente en el otro y su circunstancia sin que medie ausencia de la configuración eclesial por medio de su norma y doctrina, nos referimos a sus cánones y enseñanzas. La sociedad necesita del ejemplo y empoderamiento de los bautizados sembrando de esperanza el diario acontecer. Un Evangelio convertido en historia y a la vez en actualidad. No podemos percibir la Gracia solamente en la interioridad de nuestra espiritualidad, también esta se refleja en la configuración de una moral solida e iluminada tanto por el Decálogo como por las enseñanzas del Evangelio. La distinción del bautizado Episcopal y como tal anglicano es clara, se traduce en una existencia coherente, defensora de los valores cristianos, y proclive a la Paz, no es posible que un Episcopal sea sujeto de escándalo o conflicto en su entorno, eso ultimo solo puede evidenciar ausencia de conocimiento de su propia Iglesia. La Justicia es otro de los componentes intrínsecos de Pentecostés en el bautizado, hoy se habla de “Unción” con una libertad existencial tal que se ha trivializado su contenido y deja de ser sobrenatural para convertirse en una respuesta emotiva que toca la psique e intríngulis  del creyente. La Unción vista como respuesta a Pentecostés debe sembrar en nosotros la Valentía como en los Apóstoles para anunciar aun en los escenarios más hostiles el triunfo de Cristo, como quien dice, sin Pentecostés no hay testimonio autentico de Cristo resucitado en nuestras vidas… Hoy las Glosolalias no significan los mismo que en su época, estas son signo de una liturgia y revelación arcaica en la génesis de la Iglesia. La dimensión ontológica del presente nos hace ver con determinación la incidencia de una transformación que toca todas las estructuras de la persona, incluso la intelectiva que le permite al bautizado asumir coherentemente sus contenidos.  Resumiendo, en unidades lingüísticas (gramática) los contenidos de los puntos (A-B-C-D).


Espiritualidad
Dinamismo
Justicia
Ethos
Realidad
Ética cristiana
Moral cristiana
Amor
Libertad
Interioridad
Pentecostés
Gracia
Pecado
Introspección
Glosolalia
Esperanza
Amor
Revelación
Unción
Episcopal…


 PENTECOSTÉS Y TRANS-MODERNISMO.


La cultura del presente parece que desde hace tiempo agotó sus fundamentos a tal punto que las necesidades se manifestaron y fueron dibujadas en el horizonte cultural de las sociedades. El prefijo TRANS de su significación latina diremos “después o detrás de” lo que supone dialécticamente un antecedente ya superado o un dinamismo que se ubica por sobre las concepciones anteriores a este. El modelo social anterior agota sus postulados y la necesaria respuesta en una cultura no dogmática es precisamente la crisis dialéctica que inunda la concepción de realidad de las personas.

La sociedad de los últimos dos siglos ha producido una serie de cambios aventajados no descritos o plasmados al menos 3000 años antes, hemos caminado en POS  de la realidad abarcante pero reflexionada en las operaciones tanto de la conciencia   como de la psique, hoy está de moda el trans-humanar  como el medio de la dialéctica que actualiza el problema de la comunicación, la convivencia, la ciencia, la religión, la política y  cultura, entre otros, estamos viendo como el mundo se sucede misteriosamente y las distancias cada día son paradójicas porque  queremos ir a Júpiter y a Marte, pero necesitamos visa para visitar al vecino del continente”, la relatividad se apodero de las  relaciones humanas, ya es más fácil comprar un auto de un millón de dólares que asegurar el desayuno de 20 niños al menos por un día, los llamados estándares de la calidad de vida tocan niveles insospechados y creamos gracias a ello niveles de lo subnormal haciendo del mundo una realidad dimensional donde viven ricos y pobres en los llamados primer y tercer mundo, ahora en Londres hay restaurantes donde el menú cuesta lo que costaría una casa en Dominicana o Colombia y solo una comida que no cambia la realidad de su consumidor,  hasta hace un siglo consumíamos 2000 artículos por año, en la actualidad consumimos cerca de 50.000 productos y subproductos, el postmodernismo parece no tener limite o conformidad con la realidad misma…

El postmodernismo, retoma las banderas de cambio en el sistema de pensamiento que a nivel global asume la ausencia del modernismo pero bajo una primicia bien distinta si se quiere fruto de las guerras mundiales y de la estéril respuesta de los modelos éticos-morales y religiosos como  sociales,  los llamados META-RELATOS como expresión de tiranía y alienación  por los que el modelo postmodernista los rechaza tajantemente, pero haciendo algo de historia diremos que en la década de los 50s del siglo anterior nace en Europa el postmodernismo en las sociedades industrializadas en el contexto de la postguerra o reconstrucción de Europa y ante la crisis que supuso el derrumbamiento de sus viejos modelos y estandartes. La mentalidad de este tiempo está enmarcada en la necesidad de la independencia frente a los modelos de autoridad y política que para el postmodernismo rayan en la tiranía de ideologías que peligrosamente cercan a la humanidad y la conducen por periodos de oscuridad racional porque no solo es ver la ciencia como clave del desarrollo sino convertirse en consumidor bajo pretexto de mejorar la calidad de vida en las grandes ciudades, nosotros reconocemos que el absolutista puede vestirse de bondad y necesidad y es capaz de dar pero tarde o temprano termina arrebatando más de lo que inicialmente nos dio, en este panorama encontramos la vida eclesial que necesita literalmente enseñar a Cristo resucitado pero que las personas confunden con una tendencia de dominio y alienación, nosotros al manifestar el triunfo de la vida resucitada tenemos como primicia formal a su autor, el resucitado por antonomasia, y esta referencia no siempre es bien vista en el mundo, es una referencia cuyo discurso contradice los valores del individuo que preconiza el postmodernismo, estos valores son en esencia la respuesta al avasallamiento que el postmodernismo ve en los discursos religiosos de su época, es útil mirar el nexo filosófico que desemboca posteriormente en este periodo de nuestra historia y apreciar los aportes y tendencias que sin duda originan nuestras posturas en pleno siglo XXI sin asumir necesariamente la validez de ellas o de algunas.

Los relatos agotaron la construcción de imaginarios y por ende la generación de nuevos Ethos en el panorama social y cultural de nuestro entorno. Hablar hoy de Pentecostés parece una empresa de difícil entendimiento para quienes pueden escuchar nuestro discurso. La comprensión y su intelecto puede recrear imágenes en una cultura visual como la nuestra, en un medio tecnológico donde la realidad se funde con la fantasía haciendo ver solo una cara de la moneda presente… Los paradigmas cambian y con ellos llegan muevas formas de aprehensión de la realidad.

Es contundente la interpretación sobrenatural en un medio natural-automatizado, donde la respuesta tiempo espacial es inmediata y no apriorística a pesar de su inmediatez.  Hoy a diferencia de las épocas apostólicas o de las vivencias de los Santos PP. de la Iglesia.  La interpretación de Pentecostés lucha por encajar en un orden nuevo, hoy vemos como la revelación se hace en la perspectiva de la realidad y sus estereotipos nos plantean retos para entrar en su entorno somático… La antropización de los medios sociales y culturales se aferran duramente al concepto de libertad y autodeterminación y llegan a pensar que la praxis religiosa es un riesgo para las concepciones laicales de un estado que se auto-determina bajo el concepto de su pluralidad exacerbada. No se trata de ser liberales u ortodoxos en la exposición de los Ethos eclesiales del presente, simplemente vemos tales posturas desde una nueva percepción de la realidad presente. No podemos perder de vista que somos como Iglesia fruto de la in-movible voluntad salvífica de Dios, y tal acción de su amor por nosotros no puede ser limitada en el tiempo. Hoy también podemos hablar de una dinámica ontológica que supera la esencia de la evolución del ser en cuanto tal, o mejor aún, del bautizado en cuanto tal, por los medios y presencia de la Gracia en su vida. La Gracia actúa de manera misteriosa, pero se transforma en una contundente estructura antropizada al influir positivamente en nosotros. Esta expresión no implica de ninguna manera perdida de su identidad u origen Divino, en esta dirección camina la Iglesia cuando fija su postura frente a los temas o asuntos álgidos del presente, estar en el mundo implica un compromiso de índole testimonial con quienes en ella vivimos nuestra Fe en el Dios revelado. Las fronteras actuales desarrollan su propia comprensión intelectiva y su propia teoría del conocimiento, estamos viendo una epistemóloga distinta a como fue en los comienzos del cristianismo. Agustín de Hipona asistió a la muerte del mundo clásico y por ende antiguo, hoy nosotros no somos los últimos como Boecio el ultimo de los romanos, pero si podemos decir que nuestro mundo sufre cambios a ritmo super veloz y que la percepción del tiempo supera ya la cronología para dejar en nuestras vidas un sabor emotivo de su paso contundente. Somos más viejos con la misma edad de lo que fue Agustín con la suya,  o que decir del último de los romanos, hemos visto morir  el mundo griego y el romano, vimos encender la luz durante el oscurantismo, superamos la Edad Media, (Alta y Baja) el Renacimiento, el Barroco, el Rococo, la Ilustración y el Empirismo de los maestros ingleses, vimos nacer el Materialismo Histórico, el Idealismo, el Ateísmo formal, supimos del Existencialismo y el Personalismo, del Relativismo, disertamos sobre el Dogmatismo, en Colombia nació una mutación del Existencialismo y lo llamamos “Nadaísmo” sufrimos el influjo del Modernismo, el Social-nacionalismo alemán ( Hitler) sobrevivimos a Stalin y a Trujillo, Pinochet, y a tantos más, a la violencia partidista en Colombia, al Trans-modernismo, al Colonialismo, al Trans-colonialismo, al celular, y Pentecostés sigue y seguirá siendo MOVIMIENTO AMOROSO DEL DIOS ACTO PURO  INMANENTE EN SU AMOR Y GRACIA… Testigos fuimos en potencia y figura por nuestra Madre la Santa Iglesia del Sepulcro vacío y del Ascendido a los cielos, y sigue reinando Pentecostés en nosotros. Amén…


EL FENÓMENO DE LA RESURRECCIÓN... ES EL FENÓMENO DE LA HUMANIDAD QUE BUSCA SER TRASCENDIDA.


  Que aunque no lo manifieste abiertamente se sabe de su gran necesidad para tomar esta decisión, aunque el mundo no lo reconozca abiertamente cada una de sus crisis apunta al  efecto de su autonomía Moral y Ética, lo que no implica viciar el acto mismo de la humanidad pero si la respuesta independiente de algunos por sobre la soberanía y bienestar de todos, somos una institución humanista y no podemos perder de vista este postulado, estamos presente en el mundo y conocemos su realidad, la misma que nos toca fuertemente y  que puede hacernos dudar sobre nuestra propia Fe, dudar en la dinámica del hacer bajo lo creído y vivir bajo lo creíble, en esta carrera de esperanza la Madre Iglesia lleva en sus brazos el trofeo para sus hijos los bautizados, en esta carrera de nuestra Fe en el Dios de la vida la Madre de los bautizados es la PRIMERA TESTIGA DEL RESUCITADO Y SU RESURRECCIÓN,  y ella nos conduce bajo la presión de este mundo, entendemos por mundo el “escenario de Realidades tanto positivas como negativas pero componente esencial de nuestras vidas” el Testimonio de la Iglesia le “Obliga” a acoger a sus hijos y asistirlos en cualquier experiencia que estos estén atravesando por eso la Madre no puede abandonar el mundo no al menos hasta reunir a todos sus hijos  y llevarlos con ella a la presencia del Padre Dios, en la Eclesiología del Hiponense rescato estas bellas palabras: “Creo en Cristo y en su Evangelio porque me lo enseña la Madre Iglesia” este Magisterio de la Iglesia es vital para nosotros y la humanidad, sin ella sería imposible reconocer su Gracia y presencia, ella es la fiel esposa del resucitado,  así es vista por el apóstol Pablo, así es vista por los Santos  PP. de la Iglesia. Es este un maravilloso fruto de la Resurrección de su Señor y Salvador.
 El mundo actual, reclama espacio en su propia deliberación y busca ahora menos trascender por creer y vivir los modelos que se presentan como paradigmas, estos modelos son complejos de manejar en nuestras escalas de pensamiento religioso y moral, miremos algunas ideas al respecto: PARADIGMA, Cristo es el vencedor del pecado y de la muerte. Cristo es el triunfador sobre la decadencia antinatural de la muerte y el pecado que agobia a la naturaleza y en ella a la humanidad. La imperiosa necesidad de trascender en el ser humano le lleva por definiciones que desdibujan su condición y con ello su racionalidad. La trascendencia es un arquetipo en si y para si de la posibilidad de ser completamente distintos a la realidad confeccionada ausente de Dios y su influjo salvador. La antropología de nuestro presente busca con ahínco la identidad arrebatada por el paso de los siglos y el caer irremediablemente en doctrinas esquivas a la dignificación de la persona humana. La ausencia de un modelo de vida armonioso puede hacer del ser humano presa de sus debilidades formativas, la Gracia actúa en la perspectiva de la salvación. Una dinámica tal puede darse en el aproximarnos a nuestra condición matizada por el pecado y la pérdida paulatina de libertad, entendida a qui como la objetividad de nuestra elaboración estética de la felicidad. Acudimos a la definición de estética persiguiendo con ello la posibilidad de delimitar el espectro de nuestro accionar convenientemente frente al pecado como perdida de todo limite posible tanto ético como moral. No buscamos individualmente por exclusividad, lo hacemos por la connotación de la misma singularidad de nuestra naturaleza.

 Pentecostés como fenómeno de lo trascendente plantea para el bautizado una dificultad grande al asumir desde la perspectiva tiempo espacial de cada época la influencia sobrenatural de este fenómeno maravilloso de revelación categórica de la presencia de Dios en el quehacer de la humanidad redimida. Pentecostés más allá de su contenido ontológico al transformar al creyente nos dice fundamentalmente que su influjo asegura el crecimiento de una identidad personal en el bautizado y su concepción de la realidad vivida en las categorías de lo cotidiano u ordinario bañado todo ello por la Gracia de Dios, una amistad que se hace tanto histórica como eterna…

La cuestión identitativa es fundamental a la hora de exponer un discurso redimido y libre de las implicancias de la voluntad humana contaminada o envilecida (antropología Agustiniana) por el pecado y sus estructuras perversas, esta postura de nuestra parte busca tan solo reconocer el valor del influjo de la Gracia y sus categorías en la posibilidad que tenemos de percibir su accionar necesario y vital, entramos así en un estadio reflexivo de la antropología trascendente. Aquí la libertad del ser humano es el primer bastión que puede asegurar el quehacer de la Gracia en nosotros. El hombre interior privilegia el influjo de la Gracia y con su poder edifica una vida sobrenatural llamada a la trascendencia existencial. Aquí surge una imposibilidad teórica de hablar de la extensión de nuestra naturaleza, la extensión de lo intelectivo se limita por el pecado alienante y se libera por el eterno Pentecostés. El influjo de la Gracia es Pentecostés siempre en potencia y activo si se quiere ver esta presencia amorosa de Dios. Lo relacionamos como un Pentecostés, siguiendo a Agustín de Hipona cuando afirma para los Santos PP. latinos que el Espíritu Santo es la comunicación Ad-extra de la SS. Trinidad. No vemos diferencia formal en esta comunicación que no sea un vital Pentecostés para nuestro bien y el de la Iglesia. Las relaciones Trinitarias en su perfecta inmanencia no tienen que ver esencialmente con nosotros, pero si desde la perspectiva de la Trinidad Económica y nuestra historia de salvación.

FUENTES.

·         Cristoeseltema.blogspot.com/ Notas del autor del presente ensayo…https://www.mercaba.org/DIESDOMINI/PASCUA/PENT/fiesta_de-pentecostes.htm



martes, 18 de junio de 2019

II DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS


II  DOMINGO  DESPUÉS   DE  PENTECOSTÉS.  1 de Reyes capítulo 19 versículos 1-4 (5-7) 8-15ª. Salmo 42 y 43. Gálatas capítulo 3 versículos 23-29. Lucas capítulo 8 versículos 26-39.



La historia de David narrada rápidamente por Jonatán,  es la carta de presentación de quien se trata las escenas y  todo su contenido, es una manera de mantener viva una memoria y relacionarla en general con eventos tanto pasados como presentes. Los celos frente a los éxitos y logros de los demás nos pueden hacer ver como otros “Saúl” la realidad de esta relación está marcada por la sucesión al poder en el pueblo hebreo y como es sabido los reyes de su época eran violentos y el derecho de sangre se imponía a la fuerza, estamos hablando de una moral en construcción y por ende absolutamente imperfecta. David es aún muy joven pero Yahveh le escogió para guiar a su pueblo y convertirse en el rey más famoso y portador de una maravillosa promesa que solo podrá ser realizada por el propio Jesús.

Su amistad con Jonatán es todavía hoy en día fuente de muy variadas interpretaciones según sea el enfoque que se le pueda dar.  Lo seguro aquí es un modelo de relación que ve más allá de los vínculos parentales o económicos incluso políticos entre dos hombres con intereses en la nación judía. David luchará un poco más a favor del  rey Saúl antes de reclamar el trono eso sí, con dificultades propias de la transición y los rezagos de un modelo violento cuyos valores son absolutamente egocéntricos.
Los Salmos 42-43, hace  parte de una unidad temática bien definida y también intencionada, Agustín de Hipona interpretará este trozo de Salmodia como un recurso de profunda espiritualidad para el bautizado, ya que la “sed” se presenta como una condición de grande  desierto  y necesidad de Dios en el alma de los bautizados. Aquí el destierro es espiritual y corresponde al crecimiento del creyente en orden al Reino de Dios y su constante elección, para el bautizado no puede haber nada en el mundo que sacie su sed espiritual excepto Dios mismo. La relación personal con Cristo es fundamental en la madurez de una opción de vida y en la trascendencia que esta debe tener.

Pablo emplea el símil de la cultura formativa griega,  donde el pedagogo  se hacía cargo de la formación antes de que el joven pasara a recibir una determinada instrucción  o bien para la guerra o bien en artes variados. Ahora no hay predominio de la Ley Mosaica porque Cristo se convirtió en la opción radical de los creyentes,  y sus enseñanzas asumieron aquel rol reservado antes para la tradición judía. Aquí la Fe se explicita en las obras de una existencia con fundamentos Éticos y Morales  buen  definidos en el Evangelio. La identidad de los creyentes será edificada en el mensaje salvífico predicado por el Señor… La persona de los bautizados sufrirá definitivamente el influjo de la Gracia para convertirnos en herederos de un Reino cuya realidad supera cualquier concepción del presente o futuro. Aquí la identidad no la dará una nacionalidad o género sino el mismo Dios y su poder para llenar todo y convertirlo en felicidad plena, total y totalizante.  Es pues, la concepción Paulina y como este creyente analiza la realidad eterna de los bautizados en Cristo. Un Reino cuyos valores giraran en torno al amor de Dios y sabemos que el amor transforma positivamente todo cuanto toca incluyendo corazones. La promesa es clara y en Cristo queda afirmada para siempre, es pues, el Tesoro, la Semilla, la Perla, el Dragma, el talento, la Mina,  y todo lo bueno en la vida y obra de los bautizados.

El Texto Lucano sobre el endemoniado de Gerasa,  es clásico en cuanto conocemos de pasajes similares en el Evangelio, la realidad que aquella persona estaba afrontando era esclavizante y limitante desde cualquier punto de vista o percepción. Jesús reconoce aquí la influencia del mal en cualquiera de sus formas  presente en la humanidad y en diario acontecer. El mal no siempre es tan gráfico y fácil de reconocer, también se vale de engaños para disfrazarse ya sumir nuevos “rostros” que van desde el materialismo excesivo hasta el culto a la belleza física. Aquel hombre estaba poseído lo que implicaba perdida de voluntad y sujeción a una fuerza extraña que llegó sin saber nosotros porque a su vida. La verdad es contundente cuando el bautizado vive para Dios puede reconocer el mal y evitar ser dominado por este.

 En cuanto a la imagen perturbadora de aquellos cerdos defenestrándose en masa o tirándose al mar nos recuerda que en la tradición de la época el “demonio” habitaba las profundidades y no querían estos retornar a ella. La escena nos quiere mostrar que la presencia del mal es real y que los bautizados que animan su vida en la oración, sacramentos, meditación de la Palabra de Dios y otros Medios  de la Gracia podrán resistir su influjo. La transformación es total para quienes han decidido aceptar al Señor y seguir sus caminos. Aquella persona libre de tales ataduras tendrá la oportunidad de vivir conforme al mandato de Cristo y ser auténticamente libre.

El temor es una reacción natural cuando algo se sale de los parámetros por los cuales conocemos o percibimos la realidad y en este caso la realidad espiritual supera a los acontecimientos descritos por el Evangelio. Es necesario caminar a plena luz del día bajo la Gracia que actúa en nosotros,  y vivir para el modelo de ser humano redimido por Cristo.






PENTECOSTÉS, REFLEXIONES DESDE UNA PERSPECTIVA METAFÍSICA.


PENTECOSTÉS,  REFLEXIONES DESDE UNA PERSPECTIVA  METAFÍSICA.



PRIMERA PARTE.




INTRODUCCIÓN.



Pentecostés (1)  aparece en el panorama de los bautizados como el gran detonante de la obra misionera  dibujada ya en el Evangelio de Cristo y su vocación de universalidad. La manera como el Texto Sagrado de Tradición describe esos momentos para nosotros nos permite ver su fuerte contenido simbólico y la manera de ver más allá este maravilloso fenómeno (2). Es precisamente esta necesidad la que se fundamenta en una expresión y exposición de su contundente Metafísica (3), de la forma vital como el misterio convertido en imágenes da forma a la apreciación apostólica de una manifestación amorosa de Dios necesaria en términos salvíficos. La Mater Eclesiae o Madre Iglesia es el producto convertido en “mojones” (4) de la Gracia-revelación de Dios Trinidad.  La Perichoresis (5) de los Santos PP. griegos (6) se muestra en la manera como las relaciones de las Divinas Personas asisten este especial momento de Kairos (7) y todo su poder revelador. El Texto nos dice puntualmente: “2. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. 3. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; 4. Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.” (Biblia de Jerusalén hechos de los Apóstoles capítulo 2 versículos 2-4). (8). Para Lucas la presencia del Espíritu Santo era total y totalizante al punto de hacer casi de manera instantánea una aprehensión mística de sus dones y frutos. No hay tiempo que perder  el dinamismo de esta manifestación toca preferentemente a la Institución Eclesial en cabeza de los discípulos del Señor. Tal accionar de la Gracia deja en firme la naturaleza de la misión de estos amigos,  y  cercanos con Jesús. Estar pues, delante de tal imagen que describe un movimiento espiritual por parte de los discípulos supone también una respuesta inmediata. “Quedaron todos llenos del Espíritu Santo  es la aseveración Lucana (9) como respuesta dialéctica al fenómeno de Pentecostés, la manera de comunicar estos dones y gracias busca evitar a toda costa la trivialización del acontecimiento descrito en Hechos de los Apóstoles. Una respuesta Metafísica pretende comprender como la comunidad de los creyentes se enfocó en convertir en acciones concretas la manifestación del Espíritu de Dios y como tales acciones podían ser insertas en la Economía  de Salvación. La Metafísica de  este signo maravilloso supera la respuesta  apenas natural de las emociones y estados espirituales que se suscitaron por ella (10). La alegría de los discípulos era signo inequívoco del reconocimiento de una relación formada aun antes de los acontecimientos que rodearon la vida inmediata del Señor. Pentecostés como como intuitivamente era constituido por tradiciones anteriores a los mismos judíos puede ser ubicado en Egipto (pueblo Camita-Semita) (11) y cuyo vínculo con el pastoreo y las cosechas  era  supremamente fuerte y con esta nación del río Nilo también podemos contar a Babilonia y los cananeos, solo citando estos pueblos vecinos de la nación hebrea,  en perspectiva de un antecedente diremos que el modelo monárquico de Israel fue copiado de su vecino cananeo (12). De lo anterior podemos abonar terreno a tal manifestación en la psique del judío y que por la presencia de la Gracia asume una realidad  sobrenatural. La historia se suscribe a la presencia de la Gracia para dibujar desde su perspectiva un acontecer tanto puntual como trascendente en la vida y conciencia de los bautizados. Desde esta dinámica intelectiva el accionar coherente es un signo fehaciente del influjo de Pentecostés en la vida de los creyentes (13). Una expresión Metafísica de Pentecostés habría que divisarla en la perspectiva continuada de la misión de la Iglesia. No es un mito,  es un acontecimiento concreto e históricamente ubicado en un tiempo determinado, y sus frutos, no podemos explicitarlos sino reconocerlos en cada una de las personas y sus conceptos íntimos  de una relación con el Dios revelado.  Pentecostés nos mostró una condición psicológica bien intencionada de reconocer el influjo de la Gracia y de paso espiritualizarlo (14).  La realidad históricamente vista por los apóstoles  centró toda su atención en el acontecimiento como indicando que de esta manera se marcaba un inicio salvífico destinado a trascender las barreras de Israel propias del mundo antiguo. Un mundo limitado ideológicamente,  plagado de mitos y leyendas que buscaban emparentar con las deidades de turno y lugar,  nos dice a toda luz que la dificultad cultural para asumir Pentecostés fue definitiva en la elaboración posterior de la doctrina cristiana en hombres como Pablo y los PP. Apostólicos herederos de esta tradición ocular. Miremos en el desarrollo del presente ejercicio reflexivo el aporte de tales acciones en el ámbito de nuestra eclesiología (15).

TÉRMINOS CLAVE.


Amor
Misericordia
Revelación
Resucitado
Pentecostés
Espiritualizar
Historia
Gracia
Misión
Metafísica
Iglesia
Bautismo
Bautizado
Sinópticos
PP. Griegos
PP. Apostólicos
Agustín de Hipona
Kerigma
Escatología
Filioque
Comunión Anglicana
Movimiento de Oxford
PP. de la Reforma
SS. Trinidad.

                                              
NATURALEZA  DEL  PENTECOSTÉS  CRISTIANO.


Si bien Dios entra en la historia de la humanidad, no es menos cierto que la capacidad de asumir tales manifestaciones no comporta  en sí y para sí una relación intelectiva simplemente. Pentecostés es histórico pero también cala profundo en los imaginarios que nos acompañan hasta la fecha. Es una manifestación de la SS. Trinidad Ad-Extra, es decir, a diferencia de los Santos PP.  Griegos, seguimos al Hiponense (16) y le concedemos al Dios Espíritu Santo tan maravillosa procesión de eventos reveladores del Dios amoroso y misericordioso que se comunica no por necesidad sino por amor hacia nosotros. Esta Procesión de Dios hacia nosotros no rompe con la relación Trinitaria y mucho menos atenta  contra la Unidad Personal de Dios. Solo mediante su Espíritu el Padre Dios y su Adorado Hijo entran en la historia humana en dimensiones que superan la temporalidad de nuestro conocimiento y razón. No pretendemos ver en Pentecostés cosa distinta a la revelación de los sucesivos nuevos Eones que serán “responsabilidad” (17) del Espíritu de Dios. Ya no hablamos de un Dios lejano y castigador Veterotestamentario sino de un Dios que entrando en la historia introduce en ella  nociones de salvación por medio de fenómenos como el descrito y que motivan la presente reflexión.  Qué otra connotación distinta a la salvífica puede tener una manifestación de Dios en medio de la humanidad (18). No estamos lejos de definir tal manifestación como propiciada por el Espíritu de Dios como la Causa Eficiente de Pentecostés.  

EN CUANTO A LOS SINOPTICOS.... En el estrato pre-pascual de los sinópticos, Jesús de Nazaret se presenta como el Mesías, el Ungido de Yahveh sobre el que reposa la plenitud del Espíritu. Ya la escena del bautismo se describe como una consagración mesiánica de Jesús de Nazaret (Marcos capítulo  10 versículo  38; Lucas capítulo  1 versículos  9-11 y ss.) Y probablemente, precisamente a partir de esta escena de unción mesiánica, toda la existencia de Jesús y su ministerio se comprenden como un único Bautismo (Marcos capítulo  10 versículo 38; Lucas capítulo  12 versículos  49-50). También la inauguración del ministerio mesiánico en la sinagoga de Nazaret, tal como se describe en Lucas capítulo  4 versículos 16-20, se interpreta como una unción del Espíritu con referencia al texto mesiánico de Isaías capítulo  61 versículo l y ss; y toda la existencia y el ministerio de Jesús se leen como un acontecimiento en el Espíritu: el kerigma y la praxis, los exorcismos y los milagros, todo ocurre en virtud y bajo el impulso del Espíritu. En particular, tres loghia  sinópticos (19) atestiguan esta presencia del Espíritu en la misión presente y futura de Jesús como elemento intrínseco y esencial (Mateo capítulo  18 versículo  28, donde la llegada del Reino se relaciona con el poder del Espíritu; Marcos capítulo  3 versículos   28-29 y par., el texto famoso sobre la “blasfemia contra el Espíritu”.  Marcos capítulo  13 versículo  11 y ss.   Recoge la promesa hecha por Jesús del don del Espíritu a sus testigos en las persecuciones. La radicalidad de la vivencia por parte de los apóstoles será un signo de certeza sobre la presencia del Espíritu Santo aun en tiempos de suprema dificultad. Aquí el mensaje se emparenta sintéticamente con el Kerigma, es decir, constituye una unidad doctrinal y de fuerte vínculo con la Tradición apostólica.  La praxis como vivencia lleva a los hombres de aquellas épocas como a nosotros a afirmar la identidad sobrenatural de nuestras creencias, la religión materializa la obra misma de revelación  de Dios por medio de su Espíritu (20).  Negar el influjo del Espíritu de Dios es negar la obra de salvación y sus efectos positivos en la humanidad particularizada y representada por cada bautizado (21).

SU ESCATOLOGÍA…  La tradición Neo-testamentaria nos atestigua la experiencia y la comprensión apostólica del don del Espíritu Santo recibido por la comunidad de la nueva alianza en estrecha vinculación con el acontecimiento Pascual de Jesús, aunque solamente dos textos, el uno al comienzo de los Hechos de los Apóstoles capítulo 2 versículos  1-13) y el otro al final del cuarto evangelio (20, 19-23), ofrecen un contexto histórico preciso y describen las condiciones de la primera comunicación escatológica del Espíritu por parte del Cristo resucitado. Los dos relatos están de acuerdo en lo esencial: la efusión del Espíritu tiene lugar inicialmente y de modo fontal sobre los apóstoles, por parte de Cristo resucitado, y en Jerusalén. Son diversas las circunstancias y el marco de la interpretación teológica que sirven de contorno y de explicación del acontecimiento (22). No es fácil en el contexto de la revelación inmediata a la que fueron sometidos los apóstoles una vez resucita el Señor,  clarificar su impacto y continuidad, sin duda, que en esta dirección era posible argumentar mitos por sobre la experiencia fenomenológica. La dimensión escatológica esta presente aun en el devenir histórico de los acontecimientos, por tal razón  Lucas los saca del “letargo” y los envía en la misión y todo su dinamismo, ese enviar a actuar nos dice que la obra  está por ser completada y para eso requiere de la mano decidida de los bautizados. Tal efusión de la Gracia sobre ellos y sus voluntades dejando a salvo su libre albedrio dio como resultado la idealización de la misión por parte de los discípulos del Señor. Los procesos antropológicos se sujetaron a las connotaciones de su entorno, es decir, a la concepción de vida y continuidad de la misma para sujetar a estas definiciones al resucitado y poder así comprender mejor lo acontecido. En esta dinámica la presencia del Espíritu Santo es vital e intrínseca a la obra de Cristo en la Cruz. Tal obra no puede ser entendida fuera de la connotación de lo trascendente. Lucas ve con claridad la necesidad de plasmar en su evangelio el tópico de los acontecimientos de los últimos días del Señor con sus amigos y discípulos. Lucas ve la realidad misma de la manifestación del resucitado como signo integro de los nuevos y definitivos tiempos… La connotación de la vida sobrenatural es solo una de las consecuencias de la Resurrección del Señor y su interpretación en la historia, aquí reconoce la Madre Iglesia su presencia en la psique de sus hijos los bautizados (23). Revelar tal fenómeno se escapa de la mera percepción natural de sus testigos, lo sobrenatural animado por la Gracia puede  interpretar  lo sucedido con el Hijo del Dios Altísimo (24). Pentecostés asume la extensión de la revelación y su entronque con lo supra- revelado, solo desde la Fe movida por la Gracia,  es factible reconocer que hay Resurrección y con ella eternidad, aunque no sea perceptible aquí y ahora,  pero Pentecostés si fue percibido en tiempo y espacio por los discípulos y amigos del Señor (25).  

*** PARA TENER PRESENTE… En la teoría Trinitaria psicológica de  Agustín el Espíritu es concebido por analogía con el amor de la voluntad. Ahora bien, el amor puede considerarse, bajo diversos aspectos, o bien como anterior, o bien como posterior al conocimiento. Es anterior en cuanto que es como el motor del dinamismo que impulsa al acto del conocimiento, uniendo la memoria al pensamiento y haciendo pasar de la una al otro. Es posterior en cuanto que su objeto ha de ser iluminado por la luz de la inteligencia. Esta ambigua postura del amor se refleja en una controversia del siglo  XIII: Un maestro parisino enseña que el Espíritu, como lazo de unión entre el Padre y el Hijo, sólo procede del Padre y es lógicamente anterior al Hijo: es como intermediario en la generación del Hijo por el Padre, y por eso le asigna el segundo lugar en el orden de origen. Los teólogos de París en aquella ocasión no hicieron más que reafirmar el Filioque, diciendo que "incluso como vínculo de amor, el Espíritu procede de los dos. Pasando a  Tomás, la cuestión se pone de la manera siguiente: cuando se dice que en Dios el Espíritu es amor, ¿de qué amor se trata? ¿De la amistad entre Padre e Hijo, como pensaba  Agustín, o bien del amor con que Dios ama su propia bondad, como pensaba  Anselmo? El P. Dondaine, que ha estudiado la cuestión, dice que en sus primeras obras Tomás piensa más bien en el amor mutuo de amistad entre Padre e Hijo: pero que en sus obras de madurez supone que el Espíritu es Dios en cuanto amado, lo cual presupone a Dios en cuanto conocido y expresado por su Verbo. Esta última concepción acentúa el hecho de que el Espíritu es tercera persona procedente de las otras dos, pero señala el paso de una concepción trinitaria más personalista -amor mutuo- a otra más ontológica -amor de sí- … El termino amistad que emplea Agustín lo usa para manifestar el grado de perfección en las relaciones de la persona humana, es inexacto aplicarlo a las Personas Divinas. No hablamos de un estado emocional sino de su Esencia Divina. (Fuente y recopilación por parte de: cristoeseltema.blogspot.com) (26).

La doctrina Trinitaria se explicita de múltiples formulas y concepciones teológicas,  la tradición teológica Anglicana (Episcopal) considera la revelación desde la manifestación del Espíritu Santo y por ende todos los contenidos Escrituristicos aceptados son fruto de la presencia de la Tercera Persona de la SS. Trinidad, es pues, un principio de conformidad con la revelación y su fuente eterna. La espiritualización de    las Escrituras es fruto de la identidad eclesial que poseemos y no el azar de algunos teólogos, la revelación es obra exclusiva de Dios y se manifiesta en Dios Espíritu Santo. Es una vez más la Causa Eficiente de las Sagradas Escrituras, es el revelador por antonomasia de los misterios que nos conectan con el resucitado, esta Comunión Eclesial es fruto vivo de un perenne Pentecostés (27)

En cuanto a la apreciación histórica diremos que en las distintas épocas la revelación aterriza en la sique y el Ethos de los Anglicanos que en la praxis eclesial dieron paso a una relación aterrizada y fundamental con el Espíritu Santo, los PP.  Reformadores (Carolinos y del Movimiento de Oxford)  vivieron  en su momento la necesidad de un diáfano discernimiento en la configuración de una Reforma que no perdiera el ser  de nuestra catolicidad. La Reforma es fundamentalmente un discernimiento de la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia  y la  necesaria re-objetivación en  sus postulados (28).  Pentecostés actualiza la identidad y sentir  de la Iglesia donde esta se encuentra  en la vida y obra de los bautizados, no es una manifestación estática y mucho menos de-meritoria de su propia y vital identidad. El tiempo fue objetivado por Pentecostés lo que implica que no importa la Era o los siglos posteriores, el Espíritu de Dios renueva el signo salvífico de la Iglesia. La Palabra de Dios es portadora de tal manifestación siempre viva y dinámica inserta en el corazón de la Santa Iglesia… (29) La maternidad se nutre de  Pentecostés y en su fenómeno historizado toma forma la Institución que hoy se explicita en la Comunión Anglicana y sus distintas Provincias.  La fidelidad a las enseñanzas apostólicas y a los Santos PP. de la Iglesia es el componente de nuestra identidad y razón de ser eclesial (30).

La vida Sacramental es signo nuevo de la Alianza definitiva y su énfasis es por ende a manera de Ciclos Vitales (31) que iluminan y componen la vida de los bautizados,  son no solo ritos o formulas litúrgicas, son desde luego, la objetivación de la relación salvífica en términos tanto humanos  como  históricos. La Iglesia llega a sus hijos los bautizados desde la perspectiva de su liturgia y doctrina y esta brota de la revelación y expresiones de Fe de sus hijos a lo largo de su historia (32).
                                                                                               

TEXTOS CONSULTADOS Y/O CITADOS EN ESTE ENSAYO.


1.      PENTECOSTÉS… Originalmente se denominaba “fiesta de las semanas” y tenía lugar siete semanas después de la fiesta de los primeros frutos (Levítico capitulo  23 versículos 15-21; Deuteronomio capitulo  16 versiculario  9). Siete semanas son cincuenta días; de ahí el nombre de Pentecostés (cincuenta) que recibió más tarde. Según Ex 34 22 se celebraba al término de la cosecha de la cebada y antes de comenzar la del trigo; era una fiesta movible pues dependía de cuándo llegaba cada año la cosecha a su sazón, pero tendría lugar casi siempre durante el mes judío de Siván, equivalente a nuestro Mayo/Junio. En su origen tenía un sentido fundamental de acción de gracias por la cosecha recogida, pero pronto se le añadió un sentido histórico: se celebraba en esta fiesta el hecho de la alianza y el don de la ley… https://mercaba.org/FICHAS/Chile/que_es_pentecostes.htm
2.      La palabra «aparecer» («aparición») tiene doble filo: en algo que aparece distinguimos lo que la cosa es en sí y de por sí (y también para otros) y la manera como se nos muestra a nosotros. El fenómeno. apunta a un «ser en sí» distinto de lo que aparece; la identidad y diferencia que impera en esta solidaridad constituyen en el sentido más profundo la esencia y el problema del fenómeno. Lo que de suyo es «más» que la aparición concreta se nos muestra. O, por el contrario, ¿el aparecer mismo es el ser? Para los griegos los f. son la totalidad de lo que sale o puede ser sacado a la luz; los fenómenos. se presentan en el proceso de la percepción o sensación (aisthesis) y tienen ellos mismos el modo de ser de lo percibido; todavía no está decidido si son de fiar o conducen al error. En realidad el ente puede mostrarse también en forma distinta de cómo es en sí mismo. «Parece solamente como si...»… https://mercaba.org/FICHAS/Chile/que_es_pentecostes.htm
3.      Metafísica, hablando en general, es aquella parte de la filosofía que trata de las cosas supra-sensibles e inmateriales, o sea de las cosas que se elevan sobre el orden sensible y material. https://mercaba.org/Mundi/3/fenomeno_fenomenologia.htm
4.      Mojón… Señalización utilizada en las carreteras, desde hace mucho tiempo, para indicar las distancias. A veces, entre un mojón y otro, se situaban también mojones hectométricos, con cifras romanas. Frecuentemente, los mojones se emplean también para insertar informaciones útiles sobre las localidades inmediatas y sus distancias, así como para indicar el número y el nombre de la carretera… https://diccionario.motorgiga.com/diccionario/mojon.../gmx-niv15-con194850.htm
5.      PERICHORESIS… La Trinidad es el término empleado para significar la doctrina central de la religión Cristiana: la verdad que en la unidad del Altísimo, hay Tres Personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, estas Tres Personas siendo verdaderamente distintas una de la otra. De este modo, en palabras del Credo Atanasio: "El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios, y, sin embargo, no hay tres Dioses sino uno solo". En esta Trinidad de Personas, el Hijo proviene del Padre por una generación eterna, y el Espíritu Santo procede por una procesión eterna del Padre y el Hijo. Sin embargo y a pesar de esta diferencia, en cuanto al origen, las Personas son co-eternas y co-iguales: todos semejantes no creados y omnipotentes. Esto, enseña la Iglesia, es la revelación en relación a la naturaleza de Dios, donde Jesucristo, el Hijo de Dios, vino al mundo a entregarla al mundo: y la cual, la Iglesia, propone al hombre como el fundamento de todo su sistema dogmático. En las Escrituras, aún no hay ningún término por el cual las Tres Personas Divinas sean denotadas juntas. La palabras trías (de la cual su traducción latina es trinitas) fue primeramente encontrada en Teófilo de Antioquía cerca del año 180 D.C. El habla de "la Trinidad de Dios (el Padre), su Palabra y su Sabiduría. El término, desde era usado antes de su tiempo. Más tarde, aparece en su forma Latina de trinitas en Tertuliano. En el siglo siguiente, la palabra tiene uso general. Se encuentra en muchos pasajes de Orígenes. El primer credo en el cual aparece es aquel del pupilo de Orígenes, Gregorio Thaumaturgus. En su Ekthesis tes pisteos compuesto entre los años 260 and 270, escribe: Por lo tanto, no hay nada creado, nada sujeto a otro en la Trinidad: tampoco hay nada que haya sido añadido como si alguna vez no hubiera existido, pero que ingresó luego: por lo tanto, el Padre nunca ha estado sin el Hijo, ni el Hijo sin el Espíritu: y esta misma Trinidad es inmutable e inalterable por siempre. https://ec.aciprensa.com/wiki/Santísima_Trinidad.
6.       Padres de la Iglesia griega y latina…  tiene origen en la dogmática y responde a la necesidad que sentía el catolicismo de probar su autenticidad por la tradición  convenía, en efecto, reunir los testimonios de la tradición católica auténtica para reforzar los dogmas establecidos y defender los que todavía estaban en discusión…Los griegos corresponden a la Iglesia de Oriente…
7.      El griego clásico conoce una doble terminología para indicar el tiempo: chrónos, el fluir del tiempo sobre el que el hombre no tiene poder alguno y Kairos, (y que engendra el fatalismo), que indica aquellos poquísimos momentos, regalo de un dios o del destino, que el hombre tiene que aprovechar: es una locura dejar que se escapen. Muy distinto es el sentido temporal que se encuentra en la Biblia: el tiempo es la situación en la que se verifica el encuentro entre el Dios que se revela y el hombre histórico. Por este motivo los Setenta usan preferentemente el término Kairos para indicar el tiempo. Dios es Señor del tiempo (Sal 90,4) y le ha señalado una finalidad. La literatura sapiencial subraya que todos los acontecimientos temporales están bajo el señorío divino (Job, Ecl 3,2ss). Para nosotros es el tiempo de Dios percibido en la realidad salvífica por el creyente. Cristoeseltema.blogspot.com y https://www.mercaba.org/VocTEO/K/kairos.htmLeia mais em: https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/hechos/2/
8.      https://www.bibliacatolica.com.br › La Biblia de Jerusalén › Hechos
9.      Relativo a Lucas, autor del tercer Evangelio y el libro de los Hechos de los Apóstoles. Nota del autor.
10.  Nota del autor.
11.   EGIPTO CAMITO-SEMITICO… etnog. Díc. del individuo perteneciente a una raza que comprende diversos pueblos del N de África: egipcios, abisinios, galas, beréberes, tuaregs y fulbes. Se distinguen por su estatura pequeña, cuerpo esbelto y ágil, cara alargante, nariz saliente, piel morena y ojos oscuros. Nota del autor. Referente a la cultura Semita Pueblos oriundos de la península Arábiga que han desempeñado desde los tiempos más remotos un papel importante en la historia política, cultural y religiosa de la Humanidad. El nombre tiene su origen en un pasaje de la Biblia, concretamente en el cap. X del Génesis. En él se explican los parentescos entre los pueblos, haciéndose derivar de antepasados comunes; así de Sem descienden Aram, Asur y Eber, es decir, arameos, asirios  y hebreos. De ahí la adopción del nombre semita por los investigadores europeos para definir la rama a la que pertenecen los arameos, asirios y hebreos, y cuya relación resulta evidente a primera vista en el aspecto lingüístico. Posteriormente, la denominación se ha aplicado a todos los demás pueblos de caracteres análogos (fenicios, cananeos, etc.) y, en primer lugar, a los árabes. https://es.thefreedictionary.com/camitas enciclopedia.us.es/index.php/Semita
12.  CANAAN O CANANEOS… en el Antiguo Testamento como el nombre de uno de los hijos de Cam; en una forma alargada, Kenaaná (B.D., Chanana, Canaana) como el nombre de otras dos personas (1 Crón.7, 10; 2 Crón. 18,10); En la época en la que los mercaderes fenicios ocupaban un lugar prominente, en especial entre los cananeos, esta palabra (kena’ani), e incluso Canaán (por ejemplo Isaías 23,8), obtuvo el significado de "comerciante", "mercader". Como nombre del país, aparece bajo las formas knnahni kinahni y kinahna, tan temprano como dos siglos antes de Moisés en las cartas cuneiformes de los príncipes sirios y palestinos a los faraones egipcios, halladas en las Tablas de Tell el-Amarna; y más temprano aún en algunas inscripciones egipcias, con la forma Ka-n-‘-na. En las monedas del siglo II a.C., el pueblo fenicio de Laodicea se llama a sí mismo "una madre en Kena’an”. También en la literatura griega queda evidencia de que los fenicios llamaban Chna a cierto antepasado, así como a su país, e incluso en tiempo  de San Agustín  los campesinos púnicos, vecinos a Hipona, se llamaban a sí mismos Chanani, o sea, cananeos. Si el vocablo es de origen  semita,  debe derivarse de la raíz Kana, que originalmente significa "bajo", o en sentido figurativo, "pequeño", "humilde", "despreciable", "subyugado". Siguiendo esta derivación en su sentido original, "la tierra de Canaán" ha sido explicada por varios estudiosos como "la tierra baja"---ya sea porque el nombre puede haber significado originalmente sólo la costa plana, o también el país montañoso de Palestina occidental, en oposición a las aún más altas montañas del Líbano y el Hermón
13.   Nota del autor.
14.  Nota del autor.
15.  Nota del autor.
16.  Nota del autor.
17.  Nota del autor.
18.  Nota del autor.
19.  Dichos o palabras recogidas solo en estos  evangelios.
21.  Nota del autor.
22.  Nota del autor.
24.  Nota del autor.
25.  Nota del autor.
26.  Cristoeseltema.blogspot.com
27.  Nota del autor.
28.  Nota del autor.
29.  Nota del autor.
30.  Nota del autor.
31.  Nota del autor.
32.  Nota del autor.

LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…

  LA TRANSFIGURACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO… Éxodo capítulo 34 versículos 29-35. 2 Pedro capítulo 1 versículos 13-21. Salmo 99. Lucas c...