SOLEMNE CELEBRACIÓN DE
LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO.
En este Día Santo la Iglesia celebra la Manifestación
Gloriosa de la Tercera Persona de la SS. Trinidad, el Espíritu Santo del que
diría el Hiponense: El gran
Reconciliador de Dios con la Creación y en ella la Humanidad Plena… La Luz
de Dios y el Transformador Amoroso del Padre y el Hijo que Eternamente asiste a
la Humanidad sin dejar de ser Dios o abandonar el Seno de la SS. Trinidad, Oh
Espíritu Santo Poder de Dios Padre enviado por el Dios Hijo en concurso con el
Dios Padre, Don de Dones Esplendido y Amoroso Santificador. Te aclama la Madre
Iglesia Loor al Revelador del Amor Eterno.
Pentecostés, espiritualizando su significación
para la Iglesia urge clarificar distintas posturas al respecto, nos inclinamos
por afirmar inicialmente que efectivamente el Espíritu Santo como Vestigia Trinitaria siempre esta y estará presente en
la obra de Dios y que nunca podríamos afirmar que no asistió al Jesús Histórico
en el desarrollo de su Ministerio y consabido desenlace en la Cruz, cuando el
(Gn) relata la Creación (Interpretación de Fe) inicia el relato con la
afirmación del primer Versículo: En el principio Dios creó los cielos y la
tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un
viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. Así mismo afirma términos
contrarios o que constituyen la Némesis del Espíritu de Dios (Recordemos que las relaciones o procesiones a
Ad-Extra de la SS. Trinidad son obradas por el Espíritu Santo)… Que si
asumimos la posición del Hiponense diremos: Que el Espíritu Santo mueve los que
“Son como Logos” y opera la Creación en la misma Inmanencia de Dios,
concretando así su Voluntad y deseo de comunicar su Infinito Amor a la cosa Creada (Vida, Naturaleza,
Humanidad).
Pasando al Nuevo Testamento (Para no profundizar en esta
Naturaleza de la Revelación Divina) diremos que el Espíritu Santo atestiguó la
Misión y Naturaleza del Salvador (Midrash)
dejando claro la relación Esencial y Sustancial presente en las Divinas
Personas, Juan en su Evangelio da cuenta de ello y también los Sinópticos
cuando el Salvador afirma ante las palabras de Pedro: Bienaventurado eres Simón Hijo de Jonás porque no te ha revelado esto
la carne ni la sangre, sino mi Padre que esta en los Cielos (Mt 16:13-17) es
pues el Espíritu Santo quien se manifiesta desde siempre al Ser Intimado por la
Voluntad Reveladora del Padre y el Hijo, que para este contexto se asume como
la manifestación de Dios en la obra de su Hijo… Solo el Espíritu Santo
Revelará en Pascua las verdades
escondidas a la Razón y Espiritualidad de los Amigos de Jesús y aun ahora en
nuestro Tiempo, solo Él, Dedo poderoso de Dios,
manifestará la nueva dimensión de los Hijos de Dios, en orden a nuestra
Eclesiología diremos: La Iglesia el
nuevo Pueblo de Dios comprado con la Sangre de su Hijo nuestro Salvador
Jesucristo y llamado a la Eternidad por su Vocación a la Santidad y por ende a
la Salvación.
Pentecostés es asumido como la Revelación definitiva de Dios
a su Pueblo, es por demás, tiempo propicio de Intimidad y Profundidad en
nuestra Espiritualidad y definitivamente establece una especie de Cronología
Salvífica a partir de la revelación de Dios en el A.T y concretamente durante
el Ministerio de Jesús, dicho de otra forma, en Pentecostés llega al Culmen
toda obra y Voluntad Reveladora del Padre Dios, la anterior afirmación se
traduce en una continua y Amorosa comunicación de la Vida Trinitaria
(Inhabitacion) más plena y sin precedente alguno y a diferencia del Pueblo del
A.T es para el Cosmos y la Humanidad (Hch 2:1-13) y la figura de los Profetas
especialmente el Profeta Joel (Cap 3)
el anuncio del Nuevo Tiempo en calidad
de la misma Revelación y sus Dones actuales (Eones del Espíritu de Dios).
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