viernes, 22 de mayo de 2015

REFLEXIONES SOBRE NUESTRA ESPIRITUALIDAD Y EL PARÁCLITO...

REFLEXIONES SOBRE NUESTRA ESPIRITUALIDAD  Y EL PARÁCLITO.

La experiencia de grandes hombres y mujeres que a lo largo de la vida de la Iglesia generalizan la idea de la Gracia por medio del Espíritu Santo llega a nosotros como alimento de nuestra propia Espiritualidad, en esta dirección la vida de Oración y Meditación en los grandes reformadores del Medioevo nos habla de una muy especial presencia del Espíritu Santo en las profundidades del Ser Humano, encontramos afirmaciones como esta: Espíritu Santo dulce Huésped del Alma diría la Reformadora del Carmelo, y nos muestra la concepción de una función bien importante que acerca a la Tercera Persona de la SS. Trinidad a convertirse en una muy especial forma Maternal en la categoría de los atributos que expresa una Madre en sus Hijos, El Dios Espíritu Santo se hace Sanador, Liberador,  Transformador, Resucitador y Alimento del Alma, Engendra en la Fe y por la Fe, Señor y Padre de la Madre Iglesia,  estas últimas cualidades de nuestra Eclesiología resaltan la Era de su Imperio amoroso y en cada una de sus actuaciones se manifiesta la misma Eternidad. Las Procesiones del Espíritu Santo son Vitales y Eternas, solo despiden Amor y Voluntad como Entendimiento del Padre y el Hijo…

Aquel  que es enviado vive Eternamente en las Procesiones que comunica en su Esencia y Sustancia el Amor del Padre y el Hijo, un Eterno Retorno Creador, Santificador y Redentor a la par con la Voluntad Salvífica que expresa en su Ser Divino la mente del Padre Dios (Intimación) al respecto asume el Hiponense que las procesiones Ad-Extra de las Personas Divinas son su Obra (Un Eterno Partir y un Eterno Retorno) Sustancia que se desprende (por así decirlo) del Corazón Amante del Padre que Ama desde siempre a su santísimo Hijo,  no es ni esta ni estuvo Subordinado porque es Dios Sin Principio alguno solo Procedencia Eterna en Operaciones y Funciones Dios, en Artículo y Atributos Dios, Motor Inmóvil, Causa de toda Causa Eficiente y Amoroso Dios Espíritu Santo.

SECUENCIA DE SU TEOLOGÍA.

Es necesario establecer la diferencia y relación Intrínseca en la terminología Teológica para comprender la Presencia y Operaciones del Espíritu santo en la Creación y en la Humanidad: El Espíritu Santo es Consustancial al Padre y al Hijo, pero es importante comprender que su Consubstancialidad no es en virtud de la índole misma de su Procesión, ya que se establece la Espiración Pasiva a diferencia de la establecida por el  Padre y el Hijo hacia el Espíritu Santo que es Activa…

Sus Eones marcan la Escatología que reina con su venida y Eterna Permanencia en la Creación y en la Iglesia, Todo lo Sabe, Puede y Conoce y todo Total y Totalizante lo Predica del Padre y del Hijo, es también quien Funda la Iglesia y la Ama como si procediera de su Ser Perfectísimo estamos invocando el consenso de los PP. De la Iglesia  (Llaman al Espíritu Santo Amor) quienes siempre manifestaron una muy particular Predilección por la relación Salvífica establecida por el Espíritu Santo y la Iglesia, nosotros tenemos en alta estima esta relación Vital y más que presentar un Todo en la Institución Eclesial suponemos que el Espíritu de Dios  es el Hálito vital de la Iglesia  es quien la sostiene y marca los derroteros que esta vivirá en la Historia, ese “Dulce Huésped del Alma” como sostendría Santa Teresa de Jesús,  hace de cada Potencia en nosotros una Realidad Plena cuyas connotaciones son y serán Salvíficas,  sin Espíritu no hay Institución Eclesial  y se manifiesta en un Eterno Ir y Venir del Ámbito Trinitario, es por demás, la fuerza del Dios Creador Ad-Extra esta procedencia en Sustancia asume en si misma los Artículos y Nominales propios del Espíritu Santo… La docilidad en la Oración es tan solo una consecuencia de su Presencia en la Gracia y esta como vehículo de su Voluntad, es para cada bautizado una real posibilidad de crecer espiritualmente y conocer a Dios desde la revelación que Él hace de su Persona Divina y Naturaleza.

El Dios que ama como Padre y Madre, el Dios que hace pleno en su Persona el Amor y la capacidad de Entrega y Donación y que establece la Gratuidad como Articulo de Salvación, ese mismo Dios que envía desde siempre su Espíritu,  Recapitula en la Persona Adorada de su Hijo la Creación y la Humanidad ya informada en Gracia y redención por su Espíritu Santo por el que Procede de Entrambos, esa procedencia es en cuanto a Sustancia: Tres Personas Divinas más que para conocer, para amar y callar sintetizaría el Hiponense sobre la Inclusión del Amor en las Relaciones Trinitarias.

Rev. Diego Sabogal.
C.E.T Bogotá.


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