LA ESPERANZA ANTE EL
SUFRIMIENTO… OREMOS POR QUIENES SUFREN.
La condición Humana es Frágil a pesar de todo aquello
conquistado en el Mundo, su debilidad es consecuencia de la condición Finita y
existencia subjetiva sin evadir la Realidad que se construye en el Colectivo y
en la Individualidad misma de la Persona Humana… Debemos manifestar que es
vital establecer y reforzar la Comunión o Binomio Cuerpo Personal y Cuerpo Social de esta forma es posible
Centralizar la Realidad del Dolor en sus dimensiones y facetas conocidas, la
obra del Redentor apunta a la Dignificación, Restitución y Promoción tanto del
Ser Personal como del Social o Colectivo de Contemporáneos, la Sociedad marca
profundamente a las personas al punto de determinar su apariencia y Rol en
ella.
Hoy es posible entender que la Sociedad como Ente Ideal
existe en la Individualización de la Persona Humana, esto último nunca implica
o implicará que el derrotero de la cosa Social se desarrolle a partir de las
necesidades del Individuo como Sujeto, más bien, como un todo Social cuya
amalgama funge desde los Valores o practicas Axiológicas… La Enfermedad Física, Mental, Social,
Cultural, Espiritual, Intelectual, aparece en la cotidianidad de las
Personas y tiene fuerza dependiendo de las Patologías que estas desarrollan o
que asimila su Entorno; Jesús actuaba en su época no solo buscando el alivio de
la dolencia sino y sobre todo Curar o
Liberar del Entorno Socio-Cultural capaz de “Enfermar” y de esta forma la Sanación
era consecuencia explicita de la propuesta de un Nuevo Orden mostrando así su
propia Escatología.
La Congregación debe convertirse en un Lugar de Promoción de
la vida en la forma y figura del Feligrés y no contribuir al desarrollo de “Manías”
que se suelen observar desde la Liturgia que así pierde inexorablemente su función
Liberadora, Sanadora y Adoradora de la Realidad Trascendente. El bautizado enfrenta el Dolor de cualquier índole
fundamentado en la Misericordia de Dios, no podemos suponer que nuestro
Diagnostico es veraz desde la propia subjetividad del Ministro Ordenado.
La Iglesia como Madre invita a sus Hijos a Orar por quienes
sufren y desarrolla toda una propuesta de Oración a ser tenida en cuenta, esta propuesta
cita la Tradición y la concepción misma de la Enfermedad y el Dolor de la
Persona. Pero sobre todo su Esperanza en Cristo vencedor del Dolor y sus
consecuencias, miremos una muestra de ello: Oh, Dios fuente de toda Salud, colma de tal manera mi corazón de Fe en
tu Amor, que con tranquila Esperanza Yo permita a tu Poder adueñarte de mí y
acepte agradecido tu curación, por Jesucristo Nuestro Señor… La Esperanza
en la intervención de Dios genera Confianza y Consuelo ante la Dolencia y sus
consecuencias, pero luego da paso a la lucha contra el Dolor: Señor Jesucristo, con tu paciencia en el
sufrimiento santificaste el dolor terrenal, y nos diste ejemplo de obediencia a
la Voluntad de tu Padre: Permanece a mi lado en los momentos de debilidad y de dolor; sostenme de tal
manera con tu Gracia, que mi valor y mi fuerza no fallen; sáname conforme a tu
Voluntad, y ayúdame siempre a creer que
lo que aquí sufro es poco si tú me guardas en la vida eterna, Señor mío y Dios mío.
(Colectas por Confianza en Dios y ante el Dolor, L.O.C Pág. 382). El Espíritu
de nuestra Liturgia reconoce el Dolor y sus limitaciones, pero también explora
la experiencia del Creyente y su vivencia de Fe haciéndole partícipe de los Dones de la Salud y Esperanza
que animan su caminar, como también aviva en el Sufriente la Conciencia sobre
el Valor de la Vida y la Salud, recordándole que muchas de las decisiones
tomadas afectan o benefician la Salud o la Sanación si es el caso, una Congregación
Madura esta llamada a explorar cuantas Pastorales requiera su Vivencia de la
Espiritualidad pero tendrá muy presente que la Eucaristía es el inicio y final
de las mismas y será como Alimento que las sostiene y promueve, de lo contrario
se asume solo una faceta de la multicolorida Pastoral, transmutando la interacción
necesaria con los feligreses por solo Acciones Culticas.
Para ejemplo de lo anterior quiero citar la Escena de la Curación
del siervo del Centurión: Cuando hubo
acabado de dirigir estas palabras al Pueblo, entró en Cafarnaúm. Se encontraba
mal y a punto de morir el siervo de un centurión, muy querido de este, habiendo
oído hablar de Jesús, envió donde Él a unos ancianos de los Judíos, para
rogarle y viniera a salvar a su siervo. Ustedes pueden leer el Texto Lucano
completo (7:1-10) quiero quedarme con la Introducción que
sin duda muestra el esquema de Curación, Cabe resaltar que la Relación de los Judíos
con los Romanos era de Ocupación y Vasallaje, con la “Importación” de Cultura y
modismos y estos Judíos abogan desde
esta postura (Recordemos que la Trasmutación
cultural se inicia en Israel el 280 a.C) lo importante que rescatamos es la
actitud de quien siente en carne propia el dolor ajeno y decide no ignorarlo
sino acudir a la necesaria intervención de la figura de Jesús, el discurso
previo antes de “Entrar en Cafarnaúm” es
signo de su accionar en la periferia donde la Enfermedad excluía sin
misericordia. Aquel romano sin duda tenía una posición de “negociación” ante el
Pueblo Judío y Jesús entiende el sufrimiento de su Corazón pero sobre todo obra
en la manifestación de un comienzo esperanzador para el Pueblo y para la
Persona Enferma, es claro ejemplo de la Sanación
del Ser Personal y el Social.
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