DÍA QUINTO… Juntos
hemos sido elegidos para vivir en Comunión.
REFLEXIÓN SEGÚN ENFOQUE
DE LA LITURGIA DE LA PALABRA PROPUESTA PARA ESTE DÍA DEL OCTAVARIO.
El estar juntos implica para nosotros una promesa concreta de
Dios, la que sin duda determina la unidad de los que creemos en Cristo Redentor
e Hijo de Dios Padre, Isaías plasma bellamente la esencia de esta propuesta de
Comunión y unidad bajo el Espíritu Santo (No
temas, que yo estoy contigo) 43,5 la generosidad de Dios queda ratificada
en la Intimidad como experiencia de Fe que vive el Cristiano sin importar la
denominación Eclesial en la que explícita su opción libre y personal como
comunitaria de Salvación…
Solo Cristo es el
perfecto restaurador de nuestra Humanidad, solo Cristo entiende la complejidad
del llamarnos sus Discípulos y Amigos, y como ninguno esta presto a ratificar
su escogencia al llamarnos a ser suyos, y más aun, comprarnos con el precio más
alto a costo de su Sangre y Vida, nada podrá apartarnos de esta vital Vocación
de ser Uno como Él y su Padre lo son, es aquí y ahora como nuestra Voluntad se
entrelaza con la suya y su constante Intimación genera estos momentos de Unidad
y búsqueda de su Palabra.
La unidad Fraterna que genera Comunión es retratada bellamente
por el Rey David en el Salmo 133, donde emplea términos de la más tierna significación para llevarnos en
espíritu a la característica fundamental del Cristianismo, la Unidad bajo un
mismo y esencialmente único Presupuesto, el Imperio de Dios y su Amor en
nuestras Comunidades Eclesiales, en palabras del Salmista grandes bendiciones
trae el vivir y estar “Juntos” como Eones, después lo anuncia la Visión
Joanica 15:12-17, toma carne y hueso en el anuncio del
Mandamiento Nuevo como imperativo categórico en palabras del mismo Jesús Este es el Mandamiento mío: Que os améis
los unos a los otros como Yo os he amado (Jn 15,12) y luego agrega: Nadie tiene mayor amor que el que da la
vida por sus amigos (13) destinamos al Amor y solo al Amor esta capacidad
de concretar este vinculo Salvífico que Escatológicamente unirá a la Humanidad
entorno a su Señor y Salvador Jesucristo, donde la Amistad brota como “ríos de
agua viva” hacia una perenne Adoración anunciada en la escena de Jesús con la
Samaritana (Jn 4)… Nos queda bien claro
que la Comunión es signo y fruto del Amor del Resucitado y que junto con Cristo
ella descendió de la Cruz hasta irradiar lo más íntimo y profundo de nuestra
Filiación Divina… Lo que hemos visto y
oído os lo anunciamos para que también vosotros estéis en Comunión con nosotros
Juan en su Primera carta nos indica el camino que no es otro que el Anuncio
maduro y constante de la riqueza a la que hemos sido llamados, vivir y respirar
en Unidad el signo del Amor de Dios en nuestras vidas como el Testigo veraz del
triunfo de Cristo Maestro de vida, y
fundamento de Unidad y Comunión (1Jn 1,3).
Y nuestro gozo estará completo (Parafraseando a Juan) cuando
la Unidad viva en los corazones que generan Comunión de vida con el Resucitado
haciendo de nuestras Iglesias la Iglesia de Cristo y del Salvador Cabeza y
Fundamento, Motor de nuestros corazones.
El Espíritu Santo, prometido por Cristo es el gestor y
garante de esta condición de llamados a la Unidad y a la Comunión de vidas y
corazones, pidamos al Salvador nos de la Gracia y la Conciencia necesarias para vivir como Hijos de un mismo Dios y Herederos
de la misma Promesa.
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