AMISTAD ES VIDA Y RAZÓN
DE SALVACIÓN… (Jn 17:1-11).
Juan como en ningún otro Texto Evangélico nos presenta la
Gran Oración y Oblación de Jesús justo antes de su Sacrificio y que nos permite
ver aún más rasgos de su Humanidad, uniendo su Gloria a la del Padre como en
una fusión que hasta última hora manifiesta al Mundo la Unidad Padre-Hijo… Tal
conocimiento es posible desde la perspectiva Bíblica donde Cristo mismo se
Revela a los suyos (Propuesta incluyente que Humaniza a la misma Humanidad) lo
que sin duda, manifiesta este conocimiento como el Gran Legado de sus Hijos
(Filial) y que se concretará en la Cruz y la Resurrección del Salvador.
“Esta es la vida
Eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero y al que Tú has enviado,
Jesucristo” (3) es
pues, de esta forma como llega la Plenitud de la “Buena Nueva” gracias a la
Voluntad del Padre de Revelar y empoderar a su propio Hijo y tal Glorificación
es un maravilloso adelanto de la Eternidad a la que estamos destinados en la
Total Trascendencia de la Humanidad cuya Escatología es propia de la Gracia y
el Amor con el que Cristo mismo nos Unge.
Solo la Sabiduría que Dios nos comunica hará posible tal
plena manera y forma de vivir su Revelación, solo así la Humanidad podrá
comprender su propio Destino, primero a la Felicidad y luego a la Vida Eterna…
Juan reconoce la complejidad de la Obra de Salvación y la asume como vinculo de
la Voluntad del Padre para con el Mundo y justo en el Mundo se explicita su
gran Amor Redentor y Misericordioso… Cristo manifiesta el Nombre del Padre y su
Naturaleza Amor “He manifestado tu
Nombre a los Hombres (Especie)” (6) es pues, una continuación discursiva de
la escena del “Buen Pastor” y la definitiva Relación Salvífica entre Dios y la
Creación.
Cristo hace de su Palabra la Gran Reveladora de la Voluntad
del Padre a la Humanidad, es en concreto su Palabra la Comunicación Vital a la
Creación y esta misma Palabra se queda en el Corazón de la Iglesia (San
Gregorio Magno).
Cristo ruega por los “Suyos” termino que abarca a la Creación,
pero que centra su acción a nivel de la Conciencia de la Iglesia como su Nuevo
Pueblo, es un rogar convencido de la Fe de su futuros y Actuales Discípulos. En
esta Plegaria Jesús nos muestra que tan profundo cala en su existencia Histórica
el Amor del Padre, al punto de configurar su Existencia terrena y su plena Intimación,
es así como Cristo vive la radical unidad con su Padre Dios “Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío”
(10) ya no estará en el Mundo, ya no estará sujeto a esta realidad, sino
que trascenderá y preparará un Reino para los suyos (Culmen de la Soteriología
joanica).
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