NEUMATOLOGIA AGUSTINIANA.. ESPÍRITU SANTO COMO DON DE DIOS.

NEUMATOLOGIA AGUSTINIANA… ESPÍRITU SANTO DON DE DIOS.

INTRODUCCIÓN.

La reflexión teológica de los PP. De la Iglesia sobre la Tercera Persona de la SS. Trinidad fue tardía si la comparamos con el desarrollo teológico sobre El Hijo de Dios y el Padre Dios… Pero  aun así la producción teológica pasa y pasó por la afirmación necesaria de la Unidad y Unicidad del Misterio y Dogma Trinitario, presentándose la primera dificultad en cuanto a que es Dios el Espíritu Santo, no inferior, Dios en plenitud de relaciones tanto a Ad-Intra como a Ad-Extra de la Trinidad (Procesiones y Espiraciones) y reconocido como vinculo Relacional del Amor y la Comunión Trinitaria (Agustín de Hipona)… Y el segundo problema o dificultad pasa por la presencia del Espíritu Santo como el Reconciliador sin que esto pueda indicar detrimento de la obra Salvífica de Cristo. Miremos el Enfoque del Doctor de Hipona sobre esta cuestión.

ESPÍRITU SANTO DON DE DIOS.

La Teología Agustina, asume y aborda la presencia del Espíritu Santo remontándose a Constantinopla I, y busca precisamente la armonía en sus enunciados y posturas teológicas teniendo presente que el lenguaje ofrece obstáculos a cualquier intento por clarificar y expresar con exactitud el concepto Neumatológico… Es visto por San Agustín como Don de Dios y en consonancia con su enunciado asume que Dios nunca nos dará nada inferior a sí mismo, es Amor de Dios, es Amor en cuanto a que es Don y como tal queda caracterizado (De Fide et Symbolo). La Caridad que viene de Dios y es Dios, es propiamente el Espíritu Santo, por el que se derrama la Caridad de Dios sobre nosotros, en nuestros corazones, haciendo que habite la Trinidad en nosotros… Por esta Causa siendo el Espíritu Santo, se llama Don de Dios.

Como Amor de Dios nos allega a Dios, sin el cual cualquier otro Don de Dios, no nos lleva a Dios. Siendo Don Procede del Padre y del Hijo, pero principalmente del Padre, plasma su acción lo mismo que hace en el Interior de la Trinidad, une al Padre y al Hijo en Intima Comunión (Toda acción Externa de Dios es obra de las Tres Divinas Personas) y al ser Donado obra la Comunión entre Dios y los Seres Humanos y entre Si… (Jn 16,13) pero del lado nuestro el pecado anula esta Comunión… En cuanto a la Paz es comunicación amorosa de Dios Padre y Dios Hijo y se convierte en Don, luego  esta Esencialmente conformado como tal y su accionar esta explicito en el Espíritu Santo (Rm 1,7).

El Teólogo Hiponense, desarrollará posteriormente su Doctrina inmersa en el poder Reconciliador del Espíritu Santo, que opera en nosotros por el Santo Bautismo al restituir la antigua condición de Hijos de Dios siempre en la línea de Don y Gratuidad (Ef 2,3) y (Rm 8,14) Ya no contemplados como “hijos de la ira” sino como Hijos de Dios gracias al Poder Reconciliador del Espíritu Santo, esta dinámica deja en nosotros la Huella de Dios  y gradación de las relaciones según su complejidad y necesidad, siendo la Gracia del Espíritu de Dios su fuente y supremo Ordenador, cuando San Agustín exclama Espíritu Santo proviene del Padre y del Hijo, pero primordialmente del Padre,  da por hecho que la relación esencial llega primero por el Padre y luego en complemento maravilloso por el Hijo (Esencialmente comunica lo mismo que el Padre, pero es el Padre quien Engendra al Hijo, y es Principio sin Principio). No podemos suponer que habla de Naturaleza y Esencia Distintas, habla del modo y forma de las Relaciones Trinitarias y luego de cómo se hace materia estas relaciones en orden a la Creación (Huella de Dios en la Creación). Para concluir diremos que el Initium Salutis Agustiniano o principio de Salvación esta intrínsecamente, esencialmente, y en Hipostasis, con la presencia del Espíritu Santo en nuestra Economía de Salvación como esta en la Economía Trinitaria, aquí encontramos (el aporte siglos antes de Orígenes al Pensamiento Agustiniano). En la Iglesia el Don de Dios se manifiesta gracias a la vida y obra de los Sacramentos donde el Espíritu Santo ejerce su Poder como Reconciliador y Don Salvífico del Padre y el Hijo, recordemos que (La materia, Forma, y Ministro) del Sacramento es atendido por el Espíritu Santo en su gran componente Mistagógico del Misterio celebrado en la Liturgia de la Iglesia sin que ello exprese en alguna forma (Donatismo).

Rev. Diego Sabogal.    C.E.T Bogotá.