SAN PEDRO Y SAN PABLO… CELEBRACIÓN DE LA CATOLICIDAD.
La Liturgia de la Palabra de este Celebración empieza con el
Texto del Génesis (22:1-14), cuya centralidad la ubicamos en el Sacrificio de Abraham,
este Dialogo entre el Patriarca y el Mensajero Divino tiene en su esencia condenar
los Sacrificios infantiles que se realizaban en algunas culturas circundantes al
Pueblo Hebreo, estos sacrificios estaban caracterizados por una Cultura
supersticiosa y politeísta con una marcada tendencia por el desprecio de la
vida… (El Pueblo Cartaginés se caracterizó por vivir estas prácticas).
Sobresale la relación íntima con Dios que literalmente cambia
las costumbres y tendencias y se hace el Proveedor por excelencia de su Pueblo (Principio
Providente de Retribución) miremos el (vers 14) “Abraham llamó a aquel lugar Yahveh Provee…” no está por demás recordar
que los PP. De la Iglesia han visto en el Sacrificio de Isaac la figura de la Pasión
de Jesús, el Hijo único…
Continuamos con
Romanos (6: 12-23) cuyo encabezado hace referencia al Bautismo que produce u
opera la Liberación del Ser Humano frente al pecado y sus consecuencias estableciendo
la diferencia entre la antigua condición o Ley y la presencia de la Gracia como
el definitivo orden establecido por Cristo (Gracia) esta reflexión Paulina deja
bien claro la responsabilidad del Ser Humano frente al Bien como al mal, y la
lucha constante entre el Hombre viejo y el Nuevo simbolizado por el propio
Cristo y su Resurrección… Para Pablo el “Hombre Interior” es sin duda, la
Racionalidad e Inteligencia de la Especie Humana.
El culmen de los Textos Sagrados anteriores lo encontramos en
Mateo (10:40-42) en este punto el propio Jesús radicaliza su Mensaje y espera
lo propio de nuestra respuesta llamándonos Universalmente a ser sus “Misioneros”
sus propagadores y futuros Evangelizadores, el Señor acude a la Tradición para
revalidar el Poder de su Palabra, y lo que puede esperar quien deja Intimar su
Voluntad (Como posteriormente lo hizo San Pablo) para culminar en el Vers (42)
con una formula Retributiva en la dinámica del Evangelio.
Jesús acude a estas figuras cotidianas para ejemplarizar la
forma como el Mensaje llega a todas las personas sin alterar nada en ellas,
antes bien, Santifica la necesaria monotonía en la vida del Creyente o Testigo
de su Resurrección, estamos viendo un modelo Evangélico comprometido y que se
hace fuerte en la Conciencia del Creyente llamándonos a ser Evangelizadores con
el Testimonio de vida y sobre todo nos recuerda que este trabajo no es “Gratis”
y que nuestra recompensa es y será Él mismo…
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