jueves, 25 de junio de 2020

CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS...


CUARTO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. Génesis capítulo 22 versículos 1-14. Romanos capítulo 6 versículos 12-23. Mateo capítulo 10 versículos 40-42.


El libro del Génesis nos propone para nuestra consideración uno de los pasajes de mayor carga y contenido emocional en el Texto Sagrado de Tradición. Abraham dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac como ofrenda al Dios vivo, desde luego, en la concepción de un sacrificio nuevo muy probablemente se realizó la escena en la dedicación de un santuario o lugar de adoración. El autor subraya la calidad creyente de Abraham y cómo su Fe está por sobre cualquier otra consideración aun de índole afectiva.  Los santos PP. de la Iglesia han visto desde siempre en esta escena una figura de la Pasión del Señor y como el Padre Dios lo dispone de esta manera. La dinámica de los sacrificios involucraba a la familia que ofrecía de sus bienes a Dios los tributos y sacrificios como parte de su responsabilidad cúltica y como signo de total adoración como de confianza en el Dios que provee, de esta afirmación se desprende la confianza de Abraham, miremos el versículo 14: “Abraham llamó a aquel lugar Yahveh provee”. Pues el Dios que provee está presente en la vida de los bautizados y prodiga cuidados según nuestra confianza en su amor y Gracia. La respuesta de Dios es referida a la Fe de quienes piden.

El sacrificio no solo involucra necesariamente la vida sino también la privación de actitudes y hábitos destructivos. El bautizado corrupto desconfía del Dios que provee al dejarse seducir por el mundo y sus prebendas. El bautizado que vive plenamente la Providencia de Dios estará más preocupado por ser que por tener porque lo que necesite llegará a su vida sin demora. Dios cuida de sus hijos. Recordemos que esta escena también tiene por móvil la “educación sobre el valor y respeto por la vida” y como nosotros debemos promoverla y defenderla en todas sus formas. En la época de este patriarca eran comunes los sacrificios de niños como tributo a algunas deidades y como “prácticas eugenésicas” para preservar tanto la raza como sus genes. La enseñanza experimentada por Abraham camina también en esa dirección. Para concluir en la Ley Mosaica y la Alianza, se insiste en el rescate de los primogénitos y no en su sacrificio, es sin duda un Texto formativo para el pueblo judío y para nosotros sobre el valor y defensa de la vida y como esta es valiosa a los ojos de Dios.

La doctrina Paulina es clara al respecto, el pecado es consecuencia de nuestra antigua condición, pero la Gracia que recibimos en el santo Bautismo es la que siembra en nosotros la inmortalidad, pero si el cristiano deja espacio donde no actúe la Gracia ciertamente el pecado permeará su vida. La Sangre del Señor nos justifica, pero Él espera coherencia en la vivencia de nuestra Fe y Pacto Bautismal, Cristo espera respuesta positiva al influjo de su presencia Trinitaria en nosotros, es decir, una constante renuncia al pecado.  La Sanación Integral que asumimos en todos los aspectos de nuestra vida pasa por la vocación de mantenernos fieles a Cristo a pesar de las tendencias que inundan el mundo y sus propuestas de vida cada vez más inmersas en el egoísmo y el autismo socio-cultural. Pablo nos invita a involucrarnos en la praxis de nuestra Fe como el encuentro con el resucitado configurando así nuestra vida y santificando nuestro entorno. La figura de la esclavitud aterriza en los desposeídos de Derechos que en este caso no tienen voz, pues lo mismo ocurre con quienes no renuncian al pecado y viven bajo la sombra del hombre viejo. La corrupción de toda índole (moral, académica, espiritual, afectiva, social, política) se constituye en reflejo de la actividad del “hombre viejo” que nos relaciona más con Adán que con Cristo. Dios Padre en su infinito Amor nos comunica su Santidad por medio de su Hijo y nosotros debemos dar respuesta positiva a su influjo rechazando el pecado y viviendo para Dios, es decir, para el hombre nuevo en Cristo. No es la Ley la que domina en nosotros sino el Amor de Dios.

El Texto Mateano que consideramos para este domingo sin duda lo enmarcamos en la dinámica de dos actitudes para el bautizado, por un lado hace referencia de la misión y de nuestro papel como misioneros permanentes y los compromisos con el otro que debemos vivir y cultivar como cristianos o creyentes.  El envío se convierte en una opción de vida en general para todos los cristianos ya que el Evangelio debe ser anunciado en todo momento y circunstancia de vida y ese anuncio no puede perder su componente poderoso de testimonio que da credibilidad al que anuncia. El problema actual radica en que el testimonio se separa del anuncio (dicotomía) y son lastimosamente los bautizados quienes con actitudes poco cristianas se relacionan con el mundo. Jesús pide compromiso coherente con su Palabra y que nuestras vivencias sean testimonio de su Gracia actuante en cada bautizado.  La recompensa será consecuencia de nuestra profunda vida espiritual donde nos relacionamos íntimamente con nuestro Señor y Salvador. Es pues nuestro compromiso decisivo para el crecimiento de la vida de la Iglesia y desde luego para que el Evangelio alcance a más personas y Cristo toque más vidas. Nadie puede decir que es auténticamente cristiano si a base de ejemplo y vida comprometida no muestra al mundo el triunfo del Señor. La resurrección hace nueva nuestras vidas y todo aquello que la compone. Busquemos el amor de Dios y nuestra vida será definitivamente autentica.


miércoles, 24 de junio de 2020

LLAMADO VOCACIONAL DE MATEO.


EL LLAMADO VOCACIONAL DE MATEO.


MEDITACIONES.



Mateo se desempeñaba como “cobrador de impuestos” muy probablemente llevando la contabilidad de aquella oficina donde lo encuentra el Señor, un llamado que afirma la soberana voluntad de la persona humana que escudriña en la profundidad de su ser para dejarse seducir por el Señor. Una respuesta positiva implica para nosotros el conocernos a nosotros mismos para no ser “víctimas” de espejismos a la hora de optar por el seguimiento de Cristo. En el capitulo 9 y versiculo 9 de su evangelio se describe brevemente este momento definitivo en la vida de Mateo. Seguramente no era la única vez que Mateo vio al Señor, seguramente ya habían conversado y conocido más el uno del otro, pues todo llamado inicia con un vinculo de amistad que nos familiariza con quien dispuso llamarnos. Mateo un hombre de aguda percepción por su trabajo y personalidad se acerca al plan de Dios para su vida y futuro ministerio. Jesús lo mira a los ojos y luego pronuncia su nombre, conoce lo que hay en su interior y camina por la más profunda experiencia de familiaridad posible, el “ven y sígueme” es consecuencia de esta experiencia amorosa. Mateo no sabía de que se trataba, pero estaba dispuesto a caminar y descubrirlo por su propia cuenta. No se dejó vencer por la incertidumbre de este llamado, sino que respondió con amor y total entrega. Era parte de un Reino que ya estaba naciendo en su propio corazón. Dejó a un lado todo aquello que su trabajo le podría proporcionar para ser empujado por su propia meditación a un bien absolutamente superior, Mateo no se quedó contemplando la condición humana, sino que miró aun más profundo en su propio ser donde solo Dios puede estar con nosotros. Fue un encuentro amoroso que cambió el rumbo de su existencia. Atrás quedó la ceguera del mundo y sus encantamientos, atrás quedó el poder de seducción de las cosas materiales diestramente usadas por el entorno en el que nos desenvolvemos. Mateo pudo ver y escuchar en su alma y conciencia como era de esperarse la voz existencial de Jesús que resuena en cada una de las fibras de su ser. Ahora la única riqueza que moverá a este creyente será el Evangelio de su Señor. Ya no se afanara por el dinero judío o romano su meta va más allá de esta ocupación desde el mismo instante en el que escuchó la voz de su Señor. Será amigo, compañero y anunciante de las palabras y enseñanzas de su Señor.

Mateo como cualquier persona de su época o la nuestra buscaba su promoción en el trabajo y condición de vida, pero aun así superó esta tendencia natural para nosotros y camino por una ruta diseñada por el Señor y contenida en el amor de su corazón, Mateo más que caminar contempló el amor de Jesús en su vida. Mateo más que caminar por la ruta del anuncio la vivió amando y dando de su amor como creyente. La contradicción del mundo aparece siempre que el bautizado decide auténticamente seguir el camino de Jesús y buscar lo que nunca pasará. Nos recuerda las palabras de Agustín de Hipona sobre su propia conversión, en las Confesiones, una de sus obras más importantes, el Hiponense relata como el mundo le atraía y cuando decidió seguir a Cristo, las tentaciones tomaban forma y voz humana, “ven con nosotras que te haremos falta” y él dejándose en principio seducir exclamaba “Señor quiero seguirte, pero no ahora” …   cuando el mundo pesa más que la experiencia de amor entonces es factible retrasar nuestra búsqueda de la perfección cristiana. Todos fuimos llamados a amar a Dios por sobre todas las cosas. La entrega total del creyente le permite como a Mateo ver el amor de Dios y no buscar cosa distinta que entregarnos y amarle por sobre todo lo que somos y hay en nosotros. Cristo mismo está en la profundidad de nuestro ser dispuesto a dejarse encontrar con los ojos del amor que hay en nosotros, solo una relación auténticamente salvífica es de absoluta entrega a su Divino Ser. La vocación es la extensión positiva de la Voluntad de Dios en el quehacer del creyente y bautizado. Mateo esta viendo como su vida busca una dirección plena y satisfactoria para él. Un llamado vocacional puede tocar a cualquier persona, el punto central es la respuesta valiente y decidida a este llamado por parte de nosotros. Cristo mismo no se ahorra lenguaje alguno para llegar a nosotros y mostrarnos en el llamado vocacional nuestra autentica realidad de vida por vivir y construir. La conversión es un proceso de aceptación de nuestra condición y un reconocimiento esencial de la misericordia de Dios en ella. Sin conversión no es posible vivir una vocación a la salvación. La realidad en tiempo de este hombre y evangelista era bastante caótica por razones que todos conocemos. Los romanos estaban en dominio total muchos años antes incluso del advenimiento del Salvador. La política interna israelita era por ende una pugna constante por alcanzar privilegios, lo que permitió que las instituciones religiosas encargadas de guiar a la gente se relajaran. Para analizar o asumir un llamado vocacional es importante analizar con detenimiento el entorno que sufre poderosamente modificaciones en la persona. La visión de la esperanza encaja en todo llamado porque ella es una luz que busca por todos los medios transformar esta realidad y hacerla proclive al mensaje salvífico.
Mateo como hombre de Fe confronto todo su ser y la vida de su entorno con la Palabra ofrecida por el Señor, ya lo había escuchado y su mensaje sonaba en lo más profundo de su ser inquieto ante Jesús y su poderosa palabra que sin duda confronto su realidad. Un cambio de visión es necesario para poder percibir la bondad del llamado vocacional. Un cambio de actitud asegura que la semilla caiga en tierra fértil y proclive a la misión salvífica iniciada en nosotros.

Un llamado que se escucha en lo más profundo de nuestro ser y donde la mente procesa estas palabras, aunque no reconozca su sonido y contenido. Aquel Supremo Pastor de la Iglesia llama y lo hace en cada corazón y en cada corazón espera una respuesta vital que sea necesaria para acatarlo y realizarlo. Las palabras se escriben en el amor que acata y responde valientemente a su llamado. Mateo en su realidad personal vivía como cualquiera lo hace en el presente y los valores sobrenaturales eran atacados como ahora por la concepción materialista de la vida por lo que el creyente fábrica positivamente hablando un entorno que busca de Dios. Reconocer la voz del Señor en estas circunstancias de vida no es nada fácil. Los colores de la vida son para algunas personas muy vivos y complejos y para otros apenas se pueden ver, la voluntad de seguir a Cristo de manera libre y amorosa hace que la percepción de la vida brille con la luz del amor y la esperanza donde todos y cada uno de los colores y sus variantes construyen un entorno amoroso y amigable para el bautizado que reconoce y busca vivir este llamado. Mateo como los demás evangelistas es llamado a anunciar un mensaje que no es propio pero que vivirá como si lo fuera, es parte viva de la condición de la Gracia que nos mueve a vivir distinto y dar frutos. Ser alguien distinto implica una constante transformación cuyo tiempo no se mide como habitualmente lo hacemos, sino que responde a la experiencia amorosa con el Resucitado que nos hace priorizar una relación vital amorosa con el Dios revelado.

Reconocer la necesidad de Dios es también un signo inequívoco de la vocación naciendo en nosotros. Un alumbramiento que nos permite vivir para una vida que no es esta, aunque tengamos que vivirla y amarla también. Una vivencia que reconoce el orden de las cosas y sabe cuál es la justa medida para ellas. Si hablamos de medida hablamos del tipo de vida que estamos viviendo, una vida amorosa que estamos anhelando y en practica habitual estamos teniendo ya en el presente, una cárcel que con gusto retenemos si se trata de amar a Dios y sentirle paulatinamente cerca de nosotros. Un apasionado encuentro de vida y vitalidad para el creyente. Descubrir el llamado personal es ver el llamado de personajes como Mateo. Hay situaciones que cambian nuestra percepción y es de la manera como el impacto de ser llamados a ser otros impregna nuestra vida presente. Una tal alteridad que se refugia en la psique del vocacionado para dar una respuesta positiva a Cristo en cuyo llamado encierra un misterio salvífico determinado para la persona que llama. Ese misterio se vive en la cotidianidad del creyente y en los escenarios donde este afirma su identidad, por ende, un llamado vocacional es la manifestación de un plan sobre la persona que es invitada amorosamente por Cristo a vivir según su Voluntad salvífica. Partamos de la base de que todo llamado persigue un ideal salvífico. Ese ideal es sustancialmente presentado en las facetas de vida del bautizado. Mateo vivió de manera comprometida su ser eclesial en potencia siendo parte del anuncio concreto de la futura Iglesia de Cristo. Ser valientes es nuestra consigna a la hora de aceptar este llamado a ser felices y realizados en los valores cristianos. Dios nos llama por nuestros nombres y todas las implicancias que este llamado existencial encierra en nosotros. Vivamos pues con amor y alegría su llamado a la santidad y auténtica libertad como hijos de un mismo Padre nuestro Dios. Atemporal es su llamado pero concreto e histórico en el acontecer de cada uno de nosotros.


sábado, 20 de junio de 2020

SEMILLA DE MOSTAZA. MEDITACIONES.


UN REINO. UNA SEMILLA DE MOSTAZA. MEDITACIONES.


"31. Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. 32. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.»" Mateo capítulo 13 versículos 31-31. (Versión Biblia de Jerusalén).


Un granito de mostaza no es propiamente la semilla más grande o más llamativa, pero crece lo suficiente para convertirse en soporte de otras formas de vida, y -agrega el Señor-, “en sus ramas anidan las aves del cielo”. (Conf. Mateo capítulo 13 versiculos 31-32). Una semilla es la imagen preferida para manifestar o dejar ver las implicancias del crecimiento espiritual en los bautizados. Una semilla que crece de forma saludable porque permite que todos los procesos de su existencia sean guiados por la presencia amorosa del Señor. Una semilla capaz de permitirse ser soporte vital para otras especies de seres vivos. Una semilla generosa dispuesta a animar el huerto y proporcionar sombra y cobijo cuando sea necesario. Tal actitud de entrega y donación nos debe animar poderosamente para vivir dando lo que somos y tenemos como valioso. Una planta que no se ahorra absolutamente nada porque todo lo que posee se convierte en una visión evangélica perfecta. Ella puede decir apreciativamente “pídeme Señor lo que quieras, pero dame lo que me pides” Agustín de Hipona. Dios es el dueño de todo y todo es donación amorosa de su infinita misericordia. Una semilla que se transforma en un arbusto saludable comprendiendo el plan de Dios Creador sobre su existencia. Un árbol que abre sus ramas generosamente para otros en su circunstancia de vida. Una realidad capaz de tocar positivamente a otras realidades. Una visión generosa de un Reino que no guarda nada para sí, sino que su razón de ser es la más contundente donación.

Crecer implica la plena y totalizante aceptación de nuestra existencia y está inmersa en un plan amoroso, la semilla de mostaza sobresale no por sus colores y calidades para los ojos del mundo sino porque acepta el plan de Dios sobre su existencia y se convierte en receptáculo de otros. Una vida a la vista de todos, pero en realidad oculta al mundo fuera de aquel huerto donde crece. Es pues necesario que nuestra vida espiritual se esconda en lo más profundo de nuestras conciencias porque de allí irrigará nuestra vida y la totalidad de sus relaciones con el entorno. Una vida como la recibida es fuente viva de salud en el espíritu y equilibrio en cada una de nuestras acciones en el mundo, visto este último como el escenario del compartir y generar vínculos que saltan luego con nosotros hasta la vida eterna.

Una semilla tal que no crece sino es por la mano providente de Dios, del Dios vivo cuya Gracia es siempre amor en nuestras vidas. Una semilla pequeña pero portadora de un tesoro inimaginable, un tesoro que es el mismo amor de Dios. Una realidad que se transforma en salvífica siempre, porque la salvación empieza como su Reino, de manera discreta y sencilla, pero alcanza luego las alturas y profundidades inimaginables de la realidad salvífica establecida por el Dios de la vida. Somos pues una semilla bendecida e iluminada por el amor misericordioso de nuestro Dios en su adorado Hijo. Estamos aquí y ahora de la mano de Dios y nuestro mundo es también su mundo, un Dios que no se mantiene distante de nuestra existencia, sino que nos rescata cuando es necesario y nos anima cuando lo necesitamos, una semilla viva pero que se sostiene también por nosotros y en nosotros. Adorado Dios que no se detiene a la hora de mostrarnos su Gracia activa en nosotros, una manifestación salvífica de su amor en nosotros y en toda su obra. Vivimos pues, en un entorno necesitado de tu Gracia Señor y de la semilla de tu Reino puesta en nosotros por medio del santo Bautismo. Una semilla lista para germinar y abrir nuestra realidad, a la realidad salvífica de su incomparable amor. Todo un proceso de maduración en la oración y vida sobrenatural de nuestra espiritualidad, hoy estamos llamados a recuperar nuestra espiritualidad y sacarla eventualmente de las manos de la emoción pasajera. Una semilla que crece y crece hasta alcanzar su ideal en el corazón y mente del bautizado. ¿Cómo hacer que ella pueda madurar en nosotros?, ella es imagen de nuestra espiritualidad y vínculo con la realidad de Dios revelada en su Hijo nuestro Señor. La vida espiritual es definitivamente la clave para crecer y germinar.

La oración, la meditación de la Palabra de Dios, la vida sacramental nos introduce en una comprensión superior de la vida y sus causalidades. La vida espiritual reclama de todo nuestro interés y atención para poder descubrir el sabor amoroso de la intimidad con el Dios revelado, es el Espíritu Santo quien llega a la quietud de nuestra intimidad para revelar la voluntad amorosa del Padre Dios. Es posible deleitarnos con el sabor del amor convertido en espiritualidad e intimidad. Dios se revela de esta manera al interior de nuestras almas. Establece un coloquio amoroso con nosotros y es cuando las opciones de vida se resumen en una praxis continua del amor real en nosotros. Negarnos a nosotros mismos es necesario para afirmar la voluntad amorosa de Dios. La renuncia al mundo no implica apartarse de este, sería imposible pero lo viable aquí es priorizar nuestra forma y actitud permanente de vida para dar paso a la Voluntad de Dios y los valores de tal elección, renunciar al mundo implica quitarle de una buena vez nuestro corazón y afectos.

¿En qué mar navega nuestro espíritu o simplemente existimos porque mantenemos las operaciones vitales básicas? Una semilla se niega a si misma al punto que muere para dar su fruto, es decir, en transe total para madurar y alanzar su auténtica condición. Tal visión es clara en el Evangelio cuando el Señor cita la semilla de mostaza como ejemplo de la germinación de su Reino en el corazón del auténtico creyente, de quien verdaderamente optó por su amor. La escogencia no es asunto de las solas fuerzas que nos acompañan necesitamos de la Gracia de Cristo para realizar el ideal de su Reino en nosotros, de abandonarnos completamente a su Voluntad, aunque el mundo pueda brindarnos algún tipo de seguridad y aparente bienestar.  Leer los signos de los tiempos nos puede permitir conocer el designio amoroso de Dios sobre nuestra vida y cuantos viven a nuestro lado son parte de su Voluntad amorosa y por ende salvífica. Una semilla por lo general sirve a un fin superior del mero señalamiento de nuestra mente materialista, es decir, no solo produce fruto, sino que genera convivencia para otros que como ella o distintos a ella están caminando muchas veces en la misma dirección.  La espiritualidad como una semilla busca las condiciones saludables para cumplir con su función o mandato misterioso del Dios viviente porque la germinación obedece a su plan providente, lo que es necesario en nosotros lo es porque corresponde a un plan determinado por Dios. No vemos solo un plan vemos lo que es justo y necesario para cada uno de nosotros en la condición de nuestra espiritualidad. La vida de oración escondida se revela formidablemente en Cristo quien ve en lo más profundo de nuestro ser cristiano. La Vida escondida florece y se hace visible en una dinámica que partiendo de nuestro interior se revela en lo que somos y hacemos como personas vinculadas a un todo social. Es como un tesoro que permanece oculto precisamente por su gran valor. Aquí la posibilidad de navegar en lo más íntimo de nuestro ser es la garantía de eternidad a la que todos acudimos porfiando en el mundo y luchando cada día. Una vida de oración escondida se revela plenamente ante el Dios viviente y puede construir una relación íntima con su Ser amoroso, donde no hay factores ajenos a la entrega y donación absoluta. La semilla florece en lo más profundo de nuestro ser, en la intimidad de su donación y entrega amorosa donde no hay más que Dios y su criatura. Dios es lo más íntimo que florece en nosotros y la semilla es su huella o Vestigia en cada bautizado. Estamos pues ante una posibilidad cierta de edificar un Reino que parte de una manifestación tan pequeña como la semilla de mostaza y luego se convertirá en una historia de amor salvífico.  Sigamos orando y amando a Dios como la centralidad de lo más absoluto que hay en nosotros.





jueves, 18 de junio de 2020

TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS...


TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. Génesis capítulo 21 versículos 8-21. Romanos capítulo 6 versículos 1 b-11. Mateo capítulo 10 versículos 24-39.



El relato del Génesis con el que abrimos la Liturgia de la Palabra de este domingo está conformado particularmente por la fusión o mezcla de los Géneros Literarios (GL) que dominan la tradición del Pentateuco, sin duda alguna, su objetivo es mostrar la unidad en orden al relato de la expulsión de Agar y su hijo Ismael del clan de Abraham como quiera que existe para los fines dos intereses. El primero se relaciona con la heredad y el gobierno tribal o del clan y el segundo sobre la necesidad de expandir los límites de dominio territorial asunto que solo se hacía como parte de una herencia. “Isaac e Ismael jugaban juntos” porque eso implica un entendimiento entre estos personajes que no solo eran hermanos por parte de su padre, sino que simbolizaban las esperanzas de una nación en formación. El plan de Dios es también para Ismael como quiera que sea fruto de la promesa a Abraham, pero la escena en el desierto es dramática porque implica la preparación para que entre en escena Dios a favor de ellos y la consolidación de un nuevo pueblo. Dios no abandona a nadie y tiene siempre un plan santo y vital para cada uno de nosotros. El Texto Sagrado de Tradición nos dice que Dios asistió al chico versículo 20, porque la promesa se extiende en todo tipo de vida y circunstancia. Para nosotros debe quedar claro que Dios no abandona nunca a ninguno de sus hijos porque la promesa se hace concreta y plena en Cristo que no hace de nosotros un Pueblo sino hijos de Dios. Es una nueva y definitiva condición que argumenta el Señor superando con creces las definiciones de este clan que solo veía la filiación por el emparentamiento de la sangre. Isaac e Ismael son pueblos que cumplen la Voluntad de Dios y su proyecto de enviarles a los confines de esos territorios para que se conozca la existencia del Dios Vivo. El amor de carácter universal corta de raíz el egoísmo de la imperfección humana.   En este pasaje queda claro que los fines de Dios son muy distintos a los nuestros y que lo que es valioso a sus ojos no siempre lo es a los nuestros.

El apóstol Pablo en su carta a los Romanos, nos enseña que el Bautismo es fundamental en la vivencia de nuestra Fe y nunca lo consideramos un obstáculo, por el contrario, sin el Bautismo no hay posibilidad alguna de vivir la vida de la Gracia y ser insertos en los Medios de la Gracia. Esta cuestión la referimos claramente al vínculo entre los bautizados y el Redentor, se establece una relación indisoluble que nos ata santamente al Señor. La vida como asegura el Texto Paulino es Nueva distanciándose del pecado y sus estructuras totalmente alejadas del Dios de la vida. La llamada Solidaridad de Cristo la expresamos cuando como bautizados nos unimos a su muerte y resucitamos con Él. Pablo insiste en el hombre viejo que se manifiesta en las cosas absurdas de la vida y que caducan en cada uno de nosotros. Los comportamientos del hombre viejo deben ser superados para dar paso a la vida de la Nueva Criatura u Hombre Nuevo. La moral imperfecta solo podrá ser superada por la norma del amor cuyo fundamento es el propio Cristo… No olvidemos que la Resurrección es la centralidad de nuestra experiencia de Fe.  Con todo ello el bautizado debe edificar su existencia y madurar en su opción por Cristo que es y será definitiva. Las expresiones Paulinas son muy ricas en su intención y buscan animar la esperanza de los cristianos. La Fe en Cristo es el tesoro que todas y todos atesoramos en nuestras vidas. La muerte y lo pasado con toda su decadencia quedó atrás, ahora es Cristo quien gobierna y a esa vida plena somos llamados por el don amoroso de su Resurrección.

El Evangelio de Mateo contiene para nosotros una propuesta bien interesante que sin duda refleja los trabajos de edición que la Iglesia adelantó para adaptar los Textos a la comprensión pedagógica de la asamblea. La unidad temática expuesta aquí tiene dos momentos de su interacción que citaremos brevemente: Hablar sin temor, Jesús señal de contradicción, los cuales se articulan perfectamente. La conciencia del cristiano sobre la presencia de Dios en su ser debe permitirle convertirse en animador constante de la Fe y espiritualidad de otros bautizados. La transparencia debe gobernar cada una de nuestras acciones como fundamento testimonial del triunfo del resucitado. Jesús genera en muchas personas discordias simplemente porque las exigencias del Evangelio y su seguimiento requieren de nuestra parte actitudes nuevas en vocación de santidad. Cada bautizado es misionero desde el lugar y ocupación que desempeña puesto que el testimonio y su declaración competen a todas nuestras acciones.  Nuestra vida es en sí testimonio y declaración.  La opción por Cristo es vital en la vida del Creyente y la consecuencia de su respuesta definitiva en términos salvíficos. Las fórmulas de negación y aceptación son perentorias y no admiten explicación distinta en la cosmovisión de sus discípulos bajo el estilo gramatical del Decálogo y la Ley Mosaica.  La aceptación radical del mensaje de Jesus es obra de su bondad absoluta para con cada uno de nosotros bautizados. La realidad del creyente por el conocimiento de la verdad revelada le puede convertir en contrincante de su entorno. El vivir distinto es ya un signo de contradicción en una sociedad que busca afanosamente unificar el criterio de las personas. El contenido salvífico de la Palabra de Dios toca la vida y obra de los creyentes y se convierte en la guía reveladora de su verdadera condición. La contradicción se manifiesta enfrentando el Evangelio y la vida mundana, ambos conceptos o modelos de realización personal tienen propuestas distintas, el Evangelio centra al ser humano en sintonía con su Creador, mientras que el modelo del mundo solo busca instrumentalizar bajo sus placeres pasajeros al ser humano. Solo Cristo realiza auténticamente el ser pleno de la humanidad.



miércoles, 17 de junio de 2020

LA LEVADURA ESPIRITUAL.


LA LEVADURA ESPIRITUAL. MEDITACIONES.



Todavía hoy en tiempos modernos como hace milenios la levadura se sigue empleando en distintas preparaciones alimenticias, es muy conocido su empleo en la panadería y afines. Ella literalmente hace crecer el producto optimizando su rendimiento. Si la llevamos al plano de nuestra espiritualidad cristiana la vemos citada por el propio Jesús en (Mateo capítulo 13 versiculo 33) “Les dijo otra parábola: El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.” Es fácil afirmar según el Texto y el contexto de los sinópticos que Mateo se refiere al Reino de Dios y como este da inicio de manera sencilla y modesta si se quiere en el creyente, pero luego de ser afirmados en la Gracia entonces desarrolla todo su potencial. La levadura espiritual en el alma permite el florecimiento de todo el potencial salvífico de la Gracia en esta realidad material. Miremos pues hermanos como plantamos su increíble poder en nosotros y como la oración, meditación de la Palabra de Dios, la vida sacramental, las obras con referencia en el otro y su circunstancia nos pueden alimentar los deseos de caminar hacia el florecimiento de nuestra vida de Fe. Aquella mujer empleó tres medidas de harina, la perfección de la cifra nos motiva a ser parte de una precisa receta para sacar el mayor provecho posible de su condición salvífica. La medida que se usó dejar ver como la realidad perfectamente moldeada supone crecimiento en la condición de los redimidos y como estos aceptan radicalmente el influjo de la Gracia en su ser.

La imagen de la levadura es muy parecida al Reino porque en realidad no vemos su contenido, pero a nivel molecular inicia la transformación de la masa empleada en la elaboración del pan. Tal fermento inicia y no le vemos al principio, pero paulatinamente dibuja una ruta salvífica animada y rica en contenidos espirituales.  La levadura cumple una función similar al “grano de mostaza “citado por el Evangelio. El Reino de Dios se vive en la sencillez de la vida esperanzada y enfocada totalmente en Dios. Paulatinamente la disciplina en la oración y los hábitos espirituales favorecen ampliamente la manifestación del Reino de Dios en nosotros como un terreno fértil. Es decir, nace en el interior del ser humano y brota transformando todo su ser. Una transformación que es fácil de notar y sentir en el trato y actitudes del creyente. Vivimos en realidad contenidos por el mundo y su intríngulis, pero ello no implica que no podamos ser liberados, y precisamente la Gracia fermenta en nosotros todas las potencias espirituales necesarias para crecer y ser auténticamente convertidos a Cristo y su Reino.

Los celos de grandeza y dominio de otros nos hacen anhelar los primeros lugares, pero quienes buscan con amor el último de los lugares pueden estar seguros que nadie podrá quitárselos, es el lugar que Cristo buscó para amar y enseñar desde allí. No se trata de una renuncia simplemente sino de un estilo de vida escondido en Cristo Señor. Cuando la levadura espiritual está escondida del mundo es cuando al no ser distraídos por este y sus halagos entonces en verdad fermentamos espiritualmente. Las distracciones son un factor de embotamiento de nuestros sentidos y por ende de la voluntad de buscar una autentica y salvífica relación con Cristo. Dios ve en lo escondido (Conf. Mateo capitulo 6 versiculo 6). Y esta condición de vida en el Espíritu fermenta un Reino en nosotros. Una renuncia paulatina a ser autosuficientes radicalmente, la levadura al fermentar genera una dependencia amorosa que sabe amar y esperar en Dios.

La levadura actúa en la masa, y la Gracia en nuestras vidas produciendo idéntico resultado ayudándonos a crecer y madurar en la vida de Fe y espiritualidad necesarias para alcanzar el Reino de Dios. A diferencia del pan la levadura espiritual necesita más tiempo y voluntad de nuestra parte porque partimos de un fundamento y es que Cristo no actúa en nosotros sino es nuestro deseo y voluntad también. Dios necesita de nosotros para salvarnos, de nosotros como socios y libres en la escogencia del amor como fundamento de nuestra condición cristiana. La levadura espiritual tiene una gran obra que realizar en nuestras vidas, verdaderamente fermentando en nosotros nos prepara para cosas inimaginables de la revelación del Dios amoroso. Aquí ya no hay soledad o trauma y temor, aquí se manifiesta la obra del amor de Dios en nuestra redención, la soledad y el temor como el miedo son apartados de la Fe fermentada del bautizado. Una tal madurez que la vida se convierte en un anhelo espiritual por la trascendencia. Una historia nueva se empieza a escribir, pero con tinta indeleble producida por la Gracia. Una manifestación que no puede ser contenida por la realidad presente que nos envuelve en sus distintas tramas.

 Una realidad que toca por momentos la condición escatológica anhelada por los bautizados. Es un tiempo especial hermanos, para permitir su crecimiento y tal crecimiento no posee límite en nosotros más que el que estemos dispuestos a crearle. Como es de suponer el pecado retrasa la fermentación espiritual del creyente y con ello también la visión salvífica definitiva. La pérdida de esperanza es una consecuencia del pecado retrasando la obra de la Gracia como levadura espiritual. El tiempo aquí depende de la persona que este dispuesta a trabajar su ser de la mano de la Gracia de Cristo. Siempre sobrevive y sobrevivirá nuestra voluntad de permitir y amar tales transformaciones.

El bautizado vive su existencia en medio de las dificultades propias de una vida limitada que no está en posesión de su realidad y que solo puede percibirla y sufrir sus embates, esto último es la contingencia del estar vivos en el mundo. La paciencia también es requerida para vivir los tiempos de la fermentación, este proceso espiritual unas veces es alegre y otras con una sensación de ausencia por parte de Dios, pero lo que en realidad indica es la forma pobre como percibimos al Dios misericordioso que nunca nos deja solos. La lucha o combate espiritual es una de las manifestaciones de que hemos iniciado este proceso salvífico. La realidad se torna un tanto distinta y las prioridades también se dejan ver de una manera distinta, los hábitos personales y sociales como familiares también son afectados positivamente, esto depende de qué motivaciones sean percibidas. La levadura espiritual posee su propia manifestación en nosotros y es independiente de lo que uno pueda reflejar en su entorno, pero su influencia modifica paulatinamente nuestra respuesta al mundo y a diferencia de la masa esta no caduca en nosotros, sino que genera un crecimiento integral ilimitado, solo los sentidos se limitan a la hora de observarlo o vivirlo.

Es pues hermanos una condición maravillosa de crecimiento espiritual, la conciencia también sufre el influjo de esta necesaria transformación. Los valores y la justicia se hacen más fuertes en el cristiano y su vida atrae como un oasis en medio del desierto del mundo. Este oasis es fruto de las manifestaciones en el alma de la Gracia fermentada y creciendo sin limite en nosotros. Quienes no irradian estas condiciones tan positivas, sin duda, deben trabajar para lograr dimensionar una condición de su realización espiritual. La salvación es un asunto de amor e intimidad y no solo de praxis de normas, el amor dibuja auténticamente al ser humano y su realidad es delimitada positivamente y conducida misteriosamente donde debe llegar en su explicitación como parte de la familia y sociedad y le ubica en la Iglesia como consecutivo de su ser salvífico. La levadura espiritual. La levadura espiritual afirma poderosamente el movimiento de nuestro ser interior que aflorando sobre nuestra conciencia nos dispone a crecer en el mundo, pero con el alma y la mente afirmados en la realidad escatológica.  Una fermentación espiritual que hace grande la vocación salvífica de todos los bautizados, pero para afirmar tales propiedades de la vida espiritual necesitamos verdaderamente afirmarnos en Cristo, creerle a Cristo y contar con Cristo en todas las acciones de nuestra vida, es decir, convirtiendo al Señor en el principal invitado de nuestra existencia.

 Sin intimidad de Fe no podemos nosotros caminar de manera salvífica porque estaremos limitados por la realidad material tanto de nuestra vida como de nuestras relaciones no pudiendo ver más que el interés y la necesidad en el trato con nuestro prójimo. El mundo moderno lo ilustra perfectamente cuando habla de “relaciones económicas y prestación de servicios” como queriendo indicar con ello, el limite establecido con respecto al dinero y su dimensión valorativa de la persona y su realidad. La vida espiritual para madurar debe superar este tipo de concepciones de las relaciones y llevarlas a un plano evangélico para encontrar en Cristo su modelo. Es pues vital nutrir nuestra propuesta con la Palabra revelada la cual posee todos los medios necesarios para edificar de manera segura y justa nuestras relaciones con el mundo, la levadura espiritual inicia en el mundo y lo trasciende encontrando la finalidad última de la vida. La vida se fermenta con cada decisión animada en el espíritu Santo que los bautizados toman, es una connotación especial que hace de nuestra vida una dependencia amorosa de la Voluntad salvífica de Dios.  Es Dios quien fermenta nuestras vidas y nos permite alcanzar ese ideal de vida que inunda nuestros corazones. Una presencia habitual que llena todas las expectativas de la vida y todo lo que en ello hay. Luz amorosa que penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. A solas reina Dios en nosotros…





miércoles, 10 de junio de 2020

SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS...


SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS. Génesis capítulo 18 versículo 1-15. Romanos capítulo 5 versículo 1-8. Mateo capítulo 9 versículo 35 y capítulo 10 versículo 8.


El Texto del Génesis tradicionalmente ha sido interpretado como una referencia prefigurada de la Trinidad Divina, así algunos PP. de la Iglesia lo indican en sus reflexiones. Nosotros miramos en esa y en otras direcciones como quiera hace mención a las promesas que Dios hace a su siervo. Las promesas están  enraizadas en la generosidad de Dios que prevé las necesidades fundamentales de quienes acudimos a su amor.  Las figuras recurrentes de este relato nos ubican en una especie de rito de acogida, pero también muestra algunas coincidencias con un sacrificio ritual como sucederá según el orden cronológico descrito por el Éxodo y los otros libros del Pentateuco. Los elementos ofrecidos por el patriarca Abraham se refieren a una ceremonia de sacrificio y/o acción de gracias por la visita de los personajes que en algunos momentos el Texto Sagrado de Tradición los presenta en singular y otros en plural. Lo importante para nuestra reflexión es descubrir cómo Dios se hace presente en la vida de los bautizados y concede lo que es fundamental y vital tal como aconteció con su esposa   Sara. Ellos esperan el nacimiento de su hijo Isaac.  La respuesta de Sara es común entre los creyentes, el dudar del Poder de Dios implica la necesidad de profundizar en la espiritualidad y reconocer la relación estrecha entre Cristo y los bautizados. Las obras de Dios no se miden en cuantías absolutas sino en la fuerza como calan en nuestros corazones para no salir de allí jamás. Sara simplemente les dio rienda suelta a sus sentimientos, los mismos que la abrumaron al negarle la vida la posibilidad de ser madre asunto fundamental para una mujer en su época. Recordemos que una mujer casada sin hijos era considerada “maldecida” y no podía aportar a la vida agrícola de su familia puesto que los hijos no solo trabajaban en las labores del campo, sino que protegían sus vidas y recursos. La maternidad era pues asumida como la realización plena de la mujer.  

Pablo a diferencia de Sara enfatiza en el poder de la Fe como fuerza que se agrega a nuestra justificación. Sin Fe la Gracia no podrá operar en nosotros. La Fe se constituye en la facilitadora de las estructuras redimidas de la humanidad. La Fe nutre nuestra esperanza. Todos los bienes escatológicos son aguardados desde la espera confiada que la Fe da a nuestras vidas. La vida del bautizado se debe convertir paulatinamente en expresión de la Gracia y sus valores redimidos. Pablo une esta propuesta con la presencia personal del Espíritu Santo del que estamos seguros se manifiesta en nosotros. Los santos PP. Tienen una definición o sentencia axiomática al respecto: “No podemos obrar nada bueno sin la presencia personal del Espíritu Santo en nosotros”. La prueba del amor de Dios por nosotros es evidente al punto que su adorado Hijo murió y resucitó por cada ser humano. Pablo ve con absoluta claridad la presencia de Dios que es en últimas quien da sentido y fundamento a nuestra Fe y todo lo que se deriva de ella. La vida se hace nueva en nosotros y es la vida del Espíritu que actúa vivamente en cada corazón. Nuestra futura Resurrección será gracias a la presencia de Dios en nosotros por el santo Bautismo y la Gracia.


El Evangelio de Mateo, nos presenta en dinámica liberadora la obra del Redentor y como el propio Señor se movía donde la necesidad del ser humano así lo declaraba. Mateo presenta a Jesús en una actitud de profunda solidaridad y de paso marca la intencionalidad de su ministerio público. La obra demanda una disposición y entrega absoluta de su parte, así como Identificarse con cada una de las personas en situación difícil. Jesús es el alivio y consuelo de todas y todos (versículo 35). En el siguiente capítulo (10) versículo (8) ante la proximidad del Reino de Dios que encarna en su Persona exhorta a los suyos a vivir como hijos de la promesa y enfrentar cuanto está sucediendo armados por su Fe y confianza en Dios. Jesús recalca la gratuidad de estos dones recibidos y como la Iglesia en el futuro los pondrá al servicio de los bautizados. El triunfo sobre los fracasos y la pérdida de esperanza será fruto de la Fe y completa unidad Cristo-creyente. No debemos perder la paciencia ante las cosas negativas sino orar y redoblar esfuerzos por imponer la verdad reveladora y liberadora de Dios. El amor de Cristo es tan real como nuestra necesidad de estar a su lado. El pecado es un cruel “retardante” del Reino de Dios y no por ello nos hará perder de vista la consumación de nuestra existencia. Ahora las cadenas están menos estereotipadas por decirlo así, pero se camuflan con total facilidad haciendo ver su presencia como algo normal fruto de los tiempos modernos. Paulatinamente el Dios Liberador es desplazado por muchos bautizados que se dejan seducir por los encantos del mundo y como están en el mundo creen que son permitidos o necesarios. “Quien se une a Cristo nunca podrá ser apartado de Él”.  

El ministerio en la Iglesia es reflejo de la presencia de la Gracia en su historia y esta presencia contagia a los bautizados que sirven con amor por mandato de su Señor, aquí el enfoque ministerial nos invita a servir a la Iglesia en los escenarios donde nos movemos. Tengamos muy presente que somos parte de la realidad eclesial y el mundo necesita ser contagiado de esa realidad salvífica establecida por el Señor. La obra ministerial se une inexorablemente a Cristo y en respuesta a su mandato de servicio amoroso. La Gracia nos conecta definitivamente con el Reino y todo lo que hagamos por los demás será signo vivo de su justicia”.

El mandato de Cristo debe calar profundo en la conciencia de los bautizados de esta manera la justicia de su Reino puede ser vista en las obras de todos los bautizados que de cara al mundo enfrentan la vida con todas sus bendiciones y también dificultades porque el pecado hace sobreabundar las necesidades corrompiendo conciencias. Es pues, una lucha en el amor y por la instauración de este como la principal motivación del actuar coherentemente y ajustados a la verdad de Cristo.

LA FAMILIA EN CUARENTENA...


LA FAMILIA EN CUARENTENA. Respuesta al fenómeno mundial Covid-19.



“La medida del amor, es amar sin medida” … Agustín de Hipona. Siglo V.


REFLEXIONES…


La familia como fundamento de la sociedad y pilar de la vida eclesial genera en si y por si una serie de Ethos que definen y redefinen su valor intrínseco a cada individuo de nuestra especie. Tal pertenencia hace de la familia el receptáculo ideal para todo tipo de comportamientos, valores y actitudes. La familia humana se extiende pasando por distintos estadios de madurez y/o maduración en sus postulados y bases. No siempre la reunión de personas conforma una familia, no se trata solo de la facultad biológica para generar vida en nuestra especie, sino de los convencionalismos que la fundamentan y dan sentido de ser. El modelo nuclear y burgués que pasa por la presencia de los padres y los hijos en el presente siglo XXI y en postrimerías del anterior, nos ofrecen un modelo cambiante que hace lejana la posibilidad de la reconciliación de los individuos y su manejo personal de las diferencias. Las familias definidas por ideologías claramente se presentan desde una perspectiva más jurídica o legal que biológica. La pandemia tocó las fibras de muchas de ellas al punto de mostrar sus problemas más íntimos acelerando la violencia intrafamiliar, las incompatibilidades, los traumas de modelos de crianza anteriores a la familia, las dificultades por edad y motivaciones en la comunicación de sus integrantes, aficiones y pasatiempos, todo ello y aun más aparece reflejado en estados de convivencia permanente que son impulsados por una necesidad de cuidado en la salud, como sucede en el presente. La familia se enfrenta a dibujar en estos escenarios sus verdaderas motivaciones a la hora de ser conformada. La pandemia no convirtió a la institución familiar en intolerante o violenta, ella responde a este panorama del que no puede huir teniendo que dejar ver su forma de ser autentica y para otras familias simplemente el reflejo de sus valores se fortaleció en vista de la misma situación de confinamiento. Abogamos pues por una sana y equilibrada conformación de nuestras familias en el presente. Los actores involucrados en esta situación son las Iglesias, la sociedad, el estado y sus políticas de educación y profundización en los valores de los ciudadanos, los modelos y actitudes ejemplarizantes de los adultos en sus familias ya conformadas, etc.… La familia refleja como una impronta el modelo amoroso de Dios revelado como familia donde el amor es la clave y razón de ser de esta mutua edificación.


EN PERSPECTIVA.


“La familia es la primera evangelizadora y conductora de la Fe cristiana”.


La familia cristiana conformada por los bautizados temerosos de Dios aparece como el modelo ideal de la realidad relacional de hombres y mujeres y sus intereses son saneados literalmente por la motivación de su propia Fe. El amor es el vinculo sagrado entre las personas y ese vínculo se convierte en la fuente de valores que emanan de la familia como institución humana proyectada en el plano de lo trascendente. Una trascendencia que hace de la familia una institución constituida para entrar en el Reino de Dios porque los individuos que se aman son la muestra viva del plan salvífico de Dios. Un plan movido por el amor y lo que este puede producir en las personas que se aman al punto de hacer familia en la presencia de Dios. Nuestra Iglesia es defensora de la vida y la familia motivando en los bautizados el ferviente deseo de unirse en el vínculo sagrado del santo Matrimonio. Hablamos del vinculo matrimonial porque este encaja perfectamente en el plan de Dios preparado para sus hijos adoptivos, nos referimos a todos y cada uno de los bautizados. La especie humana es una gran familia donde los individuos son generados a la vida por la mano de Dios Creador y la coparticipación de los individuos. Los padres se constituyen en parte visible del plan amoroso de Dios y su amor se materializa en la generación de la vida que posteriormente llamamos hijos. Una entrega a nivel molecular que todos conocemos y que todos compartimos por sobre cualquier consideración posible. La Iglesia debe poner más empeño en la formación de los futuros padres y madres de familia, en la categórica praxis de valores que fundamenten su pastoral familiar.  Los cambios sociales todos sin excepción entran por la familia y se instalan en ella. Todos los individuos de nuestra especie somos uno y todos a la vez y esta relación vital nos obliga a ver en la familia la base y fundamento de las operaciones de la sociedad y también de su razón de ser. Hoy podemos leer sobre líneas imaginarias algunas posturas sobre la familia moderna, es factible ver una cierta elección de la familia como vehículo de manifestaciones que superan su materialidad, me refiero a la postura.

 (1) Visión seudo-metafísica de la familia, va más allá de la configuración de los roles en ella, nos referimos a los padres y los hijos y sus entornos tanto vinculados por la sangre como por la amistad, esta expresión univoca nos puede permitir ver algo que no es tan claro de ver y es buscar en la familia una razón distinta al amor que debe moverla. Relaciones por cuestiones económicas, afectos desordenados en el trabajo o lugares de estudio que solo generan promiscuidad son solo algunos de los males en los que se puede ver sumergida la familia actual. La dinámica que va más allá de su razón amorosa de ser, hace presa a sus integrantes de necesidades y motivaciones que no están contenidas en el amor que debe moverlos. Esta consideración que va más allá de la razón amorosa que mueve a sus integrantes es de cuidado porque cae en el indiferentismo y entra en un estadio de sensualismo animado por estándares de calidad materialistas. Esposos y esposas buscando “consuelos” fuera de sus hogares es el típico reflejo de una desdibujada metafísica de emociones y sentimientos encontrados.

 (2) Visión seudo-ontológica de la familia. Es aquella que solo busca en la familia la generación de la vida y la descendencia, su absoluta realización dotando al instinto de un toque de racionalidad en vinculo relacional que puede excluir otras formas de visión, muchas personas ven en la familia solo una condición necesaria para luchar contra el fenómeno de la soledad. Creando roles sobre los integrantes de esta, padres que solo desean ver a sus hijos con sus propios hijos (nuevas familias) y entorno de amigos y parientes que confrontan abiertamente a quienes no se casaron todavía. Una visión de esta forma solo persigue un ideal natural en la familia y no centra sus expectativas en la trascendencia de esta sociedad de amorosa pertenencia. La plenitud del ser se encuentra en el amor y este como entrega mutua y donación amorosa, asunto tal, que en la fundamentación de esta forma de familia no es muy relevante. Existe un problema gnoseológico que relaciona a la familia con este tipo de taras existenciales, se determina en el no conocimiento de la familia como eje amoroso de sus integrantes donde unos y otros velan por la edificación y felicidad del todo y del individuo.

(3) Visión seudo-utilitarista de la familia. Es difícil de determinar porque este tipo de desviaciones del ser de la familia como institución y escuela de todos, se “camufla” en los roles de lo masculino y femenino afectando gravemente las relaciones entre ellas y ellos, tanto la pareja como los hijos y su entorno. La postura de lo público y privado en la familia fomenta este tipo de disparidades, nos referimos a la praxis del hombre por lo público y a la mujer por lo privado, el primero sale con mayor libertad y la mujer permanece en casa cuidando de la prole, desde luego, este modelo cambió afortunadamente pero todavía existen rezagos a nivel cultural exacerbados por las definiciones sexistas en el ambiente social latinoamericano. El utilitarismo no es una actividad saludable en el ámbito de la familia cristiana, los modelos que perduran en dichas practicas no son propios de estas latitudes.  

(4) Visión de la familia con déficit en la construcción de límites. Nos referimos al modelo familiar imperante en el presente siglo donde los valores institucionales propios de la familia entraron en un tremendo desgaste. Estamos asistiendo a tiempos donde la libertad se fija por el deseo y el instinto irracional y no por la necesidad del amor y el respeto. Niños que no son educados sino vistos como sujetos de negociación en casa para que cumplan con sus deberes, aun los más básicos. La negligencia de los padres y su visión libre pensante genera tal postura que no condiciona positivamente, sino que libera a los integrantes de la familia a su libre albedrio no formado. La ausencia de limites también genera poca resistencia al fracaso, asunto que perjudica el carácter de los más chicos en la familia. Este tipo de modelos están atacando las bases de la familia y el respeto por la vida de su entorno, crea hijos maltratadores y fracasados en el ámbito social donde se desenvuelven. La crisis des sentimientos es conocida por todos, la Iglesia trabaja para educar a sus hijos en la vivencia de los valores evangélicos y la moral cristiana.

EDIFICANDO INSTITUCIÓN FAMILIAR EN EL AMOR DE DIOS.

“Los niños malcriados y no educados en la construcción de limites y las normas de convivencia terminan siendo víctimas de sus propios padres, quienes les negaron el derecho a una educación sana y equilibrada. Los padres de hijos malcriados no son victimas de estos sino victimarios de sus propios hijos” ...


No es necesario tocar aspectos definidos sobre el modelo natural y otros modelos originales de la familia y algunos considerados modernos, dejamos en libertad y respetamos a las personas en las configuraciones del ideal familiar por ellos trazados, solo quiero remarcar que el contenido plausible y dinámico de la familia tiene por núcleo el amor y la presencia de Dios, Las dificultades son parte de la vida y ellas agregan la sal necesaria para la construcción del plan familiar, pero la Gracia y solo ella tiene la última palabra en el ámbito del hogar, los esposos y los hijos. El amor de Dios es el constitutivo esencial en la familia cristiana, en la comunidad de los creyentes que en su auto donación reflejan en su entorno imperfecto al sumo perfecto y perfección misma, nos referimos a Dios. La familia cristiana es el modelo salvífico llevado a niveles creados por el amor de Dios Trino y Uno. La familia es nombrada 119 veces en las Sagradas Escrituras.  

"14. Por eso doblo mis rodillas ante el Padre, 15. de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra,"
https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/efesios/3/

Pablo en su declaración afirma contundentemente el valor intrínseco de la familia como institución inspirada en el amor del Padre Dios y todo lo que en ella pasa es el reflejo del corazón de los creyentes o integrantes de la misma. La Voluntad salvífica de Dios se manifiesta en la familia cuando esta se consolida como comunidad de amor al servicio y protección de la vida. Dios es el Padre de toda familia y esa afirmación entronca perfectamente con la realidad que compone nuestro ser familia, una realidad que vive en el mundo y atraviesa todo tipo de pruebas y aun, así como la barca en el Evangelio permanece a flote porque Cristo hace presencia en ella, si Cristo no se manifiesta en el corazón de la familia entonces esta zozobra y pierde su rumbo salvífico. Dios no condiciona la libertad de la familia por el contrario la potencia a una expresión que ella sola no podría siquiera imaginar. La presencia de Dios potencia sus valores y clarifica sus caminos y realidades. La verdad misma del amor se concretiza en la familia y en cada uno de sus integrantes.  Un vinculo relacional que perdura por toda la eternidad, las familias constituidas en el modelo de Cristo saltan hasta la vida eterna. Tal figura nos hace pensar en todo su valor como escuela en la Fe y maestra en la vida del espíritu, padres y mayores en el seno del hogar deben educar y mostrar vivo al Dios amoroso por medio de sus acciones ordenadas y coherentes como veraces.

“La Fe es un valor esencial en la familia y en la generación de su propio y personal bienestar, Los hogares constituidos en el temor de Dios son bendecidos por la Gracia de la familia de Nazaret donde Dios es y será siempre su centralidad absoluta. Tal centralidad es vital en el crecimiento de sus integrantes y la forma como estos asumen su compromiso en la sociedad que conforman por ser familia y comunidad de amor del Dios revelado. La familia es un bello modelo comunitario de la entrega de Dios en su creación”.

Nuestra comunidad de creyentes se hace nueva en el ser personal de cada familia cristiana que se conforma bajo el vinculo del sagrado Matrimonio donde se vive la intimidad del amor y las relaciones sexuales a un nivel de “castidad perfecta” entre los esposos que se aman auténticamente. Tal entrega es un bello recuerdo y reflejo de la entrega de la Iglesia a Cristo su Esposo y Señor. Esta entrega es dinámica y perdura en los hijos y en quienes los esposos influyen positivamente, el testimonio es importante cuando de una familia cristiana se trata. El amor es fundamento de esta configuración y redefinición de sus integrantes, el pecado cuando irrumpe por voluntad de sus miembros afecta grandemente la visión de estos sobre el Dios liberador y como se manifiesta en el corazón de la familia que es amor tanto esponsal como filial. Estas manifestaciones son vida plena entre sus miembros y ellos a su vez al relacionarse constituyen sociedades amorosas entre sí, padres, hijos, hermanos, amigos y todos los que comparten en sus distintos escenarios personales y sociales. Los valores de la entrega entre los integrantes de la familia son vitales para mantener sus relaciones estables y sanas, una familia sana es la mejor escuela para los chicos, y gracias a estas consideraciones serán en el futuro personas de bien y bien intencionados en sus acciones y relaciones. Existe una responsabilidad latente de la Iglesia y sus distintas pastorales donde la familia, los esposos y los chicos son su prioridad. El evangelio, necesita de la familia para ser propagado eficientemente y de una manera viva y testimonial. La familia es la primera evangelizadora y conductora de la Fe cristiana.

ORACIÓN POR LOS HIJOS: Padre Santo, los hijos que han nacido de nuestro amor existen porque Tú los amas desde toda la eternidad. Enséñanos a cuidarlos siempre con cariño exigente y con exigencia cariñosa. Danos luz y consejo para que podamos transmitirles las palabras de tu Hijo. Ayúdales a vivir según tu Amor. Protégelos de los peligros del mundo. Sobre todo, permítenos ser, como esposos y como padres, ejemplos limpios y alegres de tu bondad y de tu misericordia. Para que así, algún día, podamos cantar tu gloria, todos juntos, como familia, en el lugar que Cristo nos ha preparado en el cielo. Amén”.

La familia cristiana debe conservar la oracion para santificar todas las acciones y tiempos necesarios en la conservación de la vida y las ocupaciones habituales. La familia ora dando gracias por los alimentos en casa y fuera de esta teniendo presente a sus integrantes y a su gran familia extendida donde entran también sus amigos y cercanos. La oración es parte importante de la espiritualidad escondida en la vida familiar, la oracion es fundamento de la unidad familiar. El cristiano que conforma una familia debe trasladar a esta sus motivaciones y vivencias de Fe. La vida en el espíritu se nutre de los quehaceres de la familia y su respuesta al mundo es un claro testimonio de la presencia de Cristo en ella. La oración es un constitutivo de nuestra vocación cristiana y el servicio es parte vital de la manera como lo explicitamos al mundo, pero antes al interior de nuestra familia. La espiritualidad de nuestra familia es vital y debe estar siempre ordenada a la vida sobrenatural en nosotros. Los tiempos difíciles requieren de una constante voluntad de trabajar para enfrentarlos y sacar lo mejor de ellos. Los problemas actuales son vistos no en la esencia de la familia y su finalidad sino en la confusión en la que muchos viven antes de haberla conformado. El amor aparece siempre como el fundamento de todo vínculo familiar. Hagamos pues del amor una experiencia transformadora de nuestra presencia e interactuar sobre el medio y entorno de nuestra familia. Las crisis son producto elaborado de toda convivencia, pero cuando el amor es auténtico entonces es posible superarlas y encontrar un constante aprendizaje en ellas. Miremos pues, al interior de nosotros mismos para poder dimensionar el valor intrínseco del amor en la institución familiar de la que todos hacemos parte.  Nuestras familias están escondidas en el corazón amoroso de Dios, ellas como parte de un todo que llamamos familia humana, se recrean siempre en la vida y sus contenidos, hijos y padres, nietos y hermanos se renuevan en las vitales relaciones familiares donde la fraternidad y la entrega hace fuertes los vínculos de sangre y de amistad. Nuestra familia es un modelo “micro” de la sociedad donde los más chicos imitando a sus padres y entorno afectivo practican todo aquello que será vital en sus relaciones de cada día. Los más chicos pueden comprender como funciona el mundo viendo en las vidas de sus padres y de sus hermanos. Una expresión en pequeño de la macro familia humana.

Una familia sana es aquella en la que se puede hablar con libertad, en la que hay disgustos y se aceptan, donde impera la sonrisa y se comparten iniciativas y afecto”.

Vivamos hermanos la entrega al ser de la familia como realización de nuestros afectos y concreción de todas y cada una de nuestras metas. La vida familiar es parte integral de la identidad de todo Episcopal y aun de quienes no contrajeron matrimonio, sepan que son parte de la familia de los bautizados y ellos también son vitales en sus familias por extensión, ya que realmente el amor es el vinculo que supera la misma sangre. Si alguien te ama, aunque no lleve tu sangre es parte de tu ser familiar y personal. La extensión amorosa de nuestras familias enriquece su visión del mundo y de la Gracia. Una respuesta positiva nos conduce a experimentar el valor supremo del vinculo familiar. Dios bendiga nuestras familias en ellas a toda la familia humana.



sábado, 6 de junio de 2020

DOGMA TRINITARIO EN EL PRESENTE...


EL DOGMA TRINITARIO EN EL PRESENTE. Lectura actual desde una comprensión antropológica y sociológica.


RESUMEN.


La familia humana es la proyección en términos del amor creado del increado y nos referimos a Dios Trinidad. Mientras más difícil sea reunir la familia y conformarla según el modelo vivido y dimensionado, más complejo será comprender el modelo Trinitario. La realidad del presente ofrece una serie de fundamentos que en la diversidad ideológica retroceden en la configuración de la humanidad en la unidad. Las distancias hoy son tan breves como el recorrido de la luz. La relación ensamblada sobre el fundamento del amor perdura mientras que los modelos relacionales en este nuevo circulo hermenéutico dificultan poderosamente la aprensión igualitaria de unos y otros en el interior de la familia. El mundo moderno y su discurso multidimensional pierde con tal afirmación el poder de concreción de su dialéctica, la verdad hoy depende de quien la diga y no de su misma esencia como lo que es. El Dogma Trinitario en el presente enfrenta enemigos en la auto-realización de los bautizados que preocupados por el quehacer del mundo material descuidan la realidad espiritual de su existencia sobrenatural. Como entender la posibilidad cierta de Dios TRINO y UNO en un entorno que no asume la unidad de sus postulados por verse reflejado en la auto-verdad excluyente. La soberanía argumentada desde la personal y solo voluntad humana está dejando de ser potenciada por la Gracia de Dios y por ende el misterio aterrizado del Dogma Trinitario sale de la escena diaria y de los imaginarios que edifican condición, vida y realidad, los Ethos aquí trasladados son realmente consecuencia de la verdad personal y no de la universal.



INTRODUCCIÓN.


“Muéstresenos que hay algo claramente definido en las Escrituras que nosotros no enseñemos y lo enseñaremos. Muéstresenos que en nuestra enseña y práctica hay algo contrario a la Sagrada Escritura y lo abandonaremos”.


La humanidad presente en el siglo XX se estrelló de frente contra los “meta relatos” que reflejaban el avance de doctrinas totalitaristas en su concepción y exposición, muchas de ellas verdaderamente vivían y respiraban su caustico totalitarismo, solo señalaremos los orígenes de la segunda guerra mundial (1) en el discurso ultranacionalista alemán (nacismo) el comunismo en la ex-unión de repúblicas socialistas soviéticas, el régimen cubano, el capitalismo salvaje del neo-liberalismo, las dictaduras auspiciadas por el coloso del norte en Latinoamérica denominadas “Plan cóndor”, el modelo ideológico chino, también el surgimiento de iglesias fundamentalistas que radicalizaron sus ideas y creencias, son solo algunas de las exposiciones de estos “meta-relatos” y que desaparecieron algunos de ellos bajo el símbolo de la caída del muro de Berlín, Mijaíl Gorbachov, en la Unión Soviética, (Perestroika y Glasnost) que sin duda cuestionaron las bases del pensamiento global, la realidad abordada de forma particular buscó insertarse en la conciencia colectiva, la clave de supervivencia hoy se transformó en la interpretación personal e individualista del pensamiento y su connotación universal. Empleamos frases que lo dicen todo, como ejemplo: “Lo que a ti te dice una cosa, al otro no, cada cual es libre de pensar y asumir según crea es su propia realidad”, (2) estas concepciones de la dialéctica postmodernista encuentran eco en la verdad de cada cual y en el momento que cada uno disponga para su interpretación, tales posturas también han afectado ostensiblemente la concreción del Dogma de la SS. Trinidad, que en muchos casos no encuentra asidero con la realidad intelectiva del creyente y se convierte en una fórmula abierta a la comprensión libre y arbitraria del misterio aquí señalado, no es posible sacarlo de la historia de la revelación y convertirlo en un esquema de pensamiento relativo según el cambio de los conceptos y categorías del pensamiento actual.

El presente no acepta, y mucho menos tolera el absolutismo no por principio filosófico alguno sino por la necesidad existencial de afirmar la propia e individual soberanía de la condición humana. Las relaciones se convirtieron en tangibles particularmente las nociones de bienestar y espiritualidad (3) la revelación como parte de un meta-relato (vista así) debe sortear obstáculos diversos a la hora de exponer sus contenidos y plasmar la opción de la vivencia sobrenatural en un medio definido por el pragmatismo y las tesis inmediatas como la configuración política y social de los distintos sistemas de pensamiento. Las Personas Divinas de la Trinidad no son comprendidas desde sus relaciones sino desde la noción de individualidad del mundo, donde lo singular y particular chocan de frente con lo que tenga olor a identidad y unidad. La teología Trinitaria trata no solo del “cómo” y el “por qué” de las doctrinas y las prácticas, sino lo que es más importante, empieza con el “quién”. Se pregunta: “¿Quién es el Dios dado a conocer en Jesucristo, y quiénes somos nosotros en relación con él?”. La discusión ahora versa sobre la identidad de las Personas Divinas y su capacidad para actuar una unida a las otras reconociendo en su esencia tanto la igualdad como la identidad y por qué no, diversidad en el accionar salvífico pero encausado por analogía. La “teología Trinitaria” (4) por lo tanto, no se refiere simplemente a una creencia en la doctrina de la Trinidad, se refiere a creer en este Dios Unitrino y a reconocer que esta doctrina, que señala quien es en realidad el Dios de la Biblia, está en el corazón de todas las demás doctrinas y conforma la base sobre como entendemos todo lo que leemos en las Escrituras. No perder de vista que la Trinidad como exposición doctrinal y fenomenológica de la revelación es también obra de la Cristología y de hecho está centrada en la Cristología. Buscamos articular un discurso cuya sindéresis aterrice en la necesidad y comprensión de nuestro presente. La tradición anglicana es igualmente rica en expresiones teológicas y su cosmovisión enriquece todo presupuesto especulativo. Nuestro propósito no es una teología sistemática anglicana, la mayoría de nosotros no queremos una teología distintivamente anglicana.” La razón por la cual una teología anglicana no es deseable es porque somos herederos de una variedad de teologías católicas y reformadas y debemos mantener ambas doctrinas en su variedad rica y sabia. Únicamente cuando aceptamos ambas tradiciones tendremos una teología distintivamente cristiana e “influenciada por la tradición de una cultura libre y liberal la cual es una herencia histórica del espíritu griego, recuperada por la Iglesia occidental en Europa en la época del Renacimiento (5). Un canon reducido a la Escritura por Dios mismo, dos testamentos, tres credos, cuatro concilios generales, cinco siglos y la serie de los Padres en ese período - es decir, los tres siglos antes de Constantino, y dos después, determinan el límite de nuestra Fe (Obispo Lancelot Andrewes). La doctrina se contiene explícitamente en las enseñanzas de la Iglesia y su perennidad (1555 –1626) teólogo de la Iglesia de Inglaterra (anglicana).

POST-MODERNIDAD TEOLÓGICA.

El título en el enclave reflexivo supone de entrada la necesidad de clarificar al respecto de la conciencia de Fe del bautizado que no experimenta simplemente una pérdida de Fe formalmente hablando sino la perdida de escenarios que antes eran habituales para la vivencia de su Fe y el compartir fraterno de tales eventos, el mundo moderno se edifica hacia fuera de los individuos, es decir, la noción de interioridad está siendo bombardeada por otra muy distinta, la de actuar en relación con el medio y el bienestar que este nos brinda. La Post-modernidad teológica ofrece una visión cambiante de Dios, el ser humano y la connotación antropológica (6).  El Dogma por excelencia de la vida y la naturaleza se enfrenta a la realidad conflictiva y en muchas situaciones apreciativa de su valor o dis-valor, la Trinidad como revelación en su parangón comunitario donde la igualdad y la misma naturaleza en su unicidad es la clave dialéctica se enfrenta en el plano humano con la disparidad del discurso y las condiciones de vida básicas afectadas por la pobreza y la ignorancia, el interrogante se trasforma en fenómeno cuando pasa a dar explicación de la conducta y su intríngulis social. Un Dios liberador así revelado no es objeto de cuestionamiento sino de revelación y comprensión. Las posibilidades son hiladas en la medida de su reconocimiento tácito, citamos a Eric Mascall: “La Fe que la Iglesia ha proclamado a lo largo de los siglos abarca y coordina una gama más amplia de experiencias humanas, abre más posibilidades de vida humana y ofrece al final un éxtasis de plenitud más profundo y rico que cualquier forma alternativa de vida y pensamiento” (7). La visión teísta de Mascall lo acercó al Tomismo (escolástica) la idea central de la existencia del Dios Creador absoluto asistió su obra y concepción Trinitaria, la revelación era pues bajo la guía de la misma Voluntad de Dios como Señor y Creador Soberano, su concepción dogmática es la identidad misma de la tradición y el magisterio eclesial. El neotomismo parece también haber influido profundamente en su pensamiento del que rescatamos la necesidad de emplear términos lógicos y estéticamente dicientes de la verdad revelada, no dejar pie a duda alguna parece ser su consigna. La realidad abordada desde la perspectiva racional parece el camino para despejar los planteamientos del dogma, el mismo que llega bajo la fórmula de la disciplina eclesial (8) La realidad vista por los neotomistas o neoescolasticos, no dista de la concepción del presente, más bien nos permite centrarnos en la radicalidad absoluta del mensaje totalizante del Evangelio y como este puede llegar a nosotros bajo sus primicias reveladas. Comprender al Dios Trinidad desde la óptica de su revelación aterrizada en el orden natural de la familia y su modelo y también si se ve desde otra perspectiva la ausencia de modelos plausibles de la familia post-modernista nos deja sin un contenido para señalar a Dios en el medio natural y la analogía de nuestra propia familia (9).

Buenos Aires, Argentina. - Padres del mismo sexo, parejas que no pasan por el registro civil, hijos de madres solteras que cuentan con modernas técnicas de fertilización, familias ensambladas y una amplia gama de variantes confluyen en la nueva configuración familiar, que durante la última década modificó su estructura. La constitución de la familia burguesa -matrimonio, padre, madre, hijos- sigue existiendo. Pero aparecieron otras. "Si tomamos la historia de la institución familiar, nos encontramos con una familia más ampliada en la Edad Media. Después, con el nacimiento de la burguesía, surge una familia constituida más nuclearmente: la familia burguesa". En julio de 2010 el Parlamento argentino fue el primero de Latinoamérica que otorgó iguales derechos a gays que a heterosexuales para casarse. "Hay un cambio, pero sigue primando la familia con matrimonio heterosexual. Los homosexuales que arman familias aún no son un grupo tan importante, más si lo comparamos con países como Estados Unidos, sobre todo en la costa californiana " (10) Solo tomaremos el trozo indicado de este artículo publicado el año 2011 en Argentina sobre el “nuevo modelo familiar”. La familia como referente del dogma Trinitario es en el hoy de nuestra historia la familia post-modernista cuyas implicaciones de comunidad y sociedad domestica no puede ignorarse, la verdad sobre el quehacer de los individuos en la familia descansa sobre la naturaleza de esta y su accionar en el medio social y cultural donde explicita su vida y cotidianidad (11).

En una sociedad cada vez más exigente, la familia ha pasado de ser un nido donde se cobijaba a los hijos, para convertirse en un espacio en el cual se les dé la oportunidad a sus miembros de desarrollarse de manera adecuada. Los que integran la familia sin importar la edad o las creencias de estos, deben de admitir que como dice Salvador Minuchin: “la familia debe adaptarse a las circunstancias cambiantes manteniendo la continuidad y fomentando el desarrollo psicosocial de sus miembros, ya que ésta debe ir transformándose, en la medida que sus miembros así lo hagan, adaptándose a los intereses y motivaciones de los que la conforman, no transigir en sus valores y tradiciones, pues dejaría de ser una familia para convertirse en una pieza de vestir que se acomoda a quien la lleva puesta, adaptarse es motivar entre sus miembros la necesidad de capacitarse y fomentar el respeto por las decisiones de unos y otros haciendo que los lazos se fortalezcan”.

Las necesidades económicas, sociales y profesionales de hoy día, hacen que sea imposible que los padres pasen mucho tiempo con sus hijos. Estas mismas exigencias hacen que muchos consideren, que no encuentran oportunidades en el país y tomen la decisión de emigrar, una realidad a la que ciertamente nos hemos habituado. Estos que se van, dejan a sus hijos con la idea de buscarlos mejores condiciones de vida. Sería interesante reflexionar si realmente valdrá la pena desintegrar a toda una familia, dejar a los hijos sobre todo en edades vulnerables, con el pretexto de buscar unas mejores condiciones de vida, que a veces en remuneración económica es mucho, pero en resultados familiares no lo es. Hoy día, además de los adultos, niños y adolescentes, en algunos hogares está presente la figura del envejeciente, que cuando ya no puede vivir solo va a habitar a la casa de uno de sus hijos, lo que hace que la familia tenga que adecuarse y realizar algunos cambios, pues en algunas ocasiones los adultos mayores por el mismo hecho de haberse desarrollado en otra época, tienen posiciones encontradas en relación al comportamiento de algunos de los miembros del hogar en especial con el de los más jóvenes. Muy a menudo escuchamos decir que las familias de hoy no son sanas, debido a los diferentes estímulos negativos que le ofrece la sociedad, la popularización de la Internet, los medios de comunicación que cada vez son más agresivos e invasivos y promueven todo tipo de cosas. Los modismos en conversación, vestimenta, tatuajes, piercing, son un gran reto para la familia de hoy.

Fomentar entre los que integran esta familia de la postmodernidad, el respeto, la solidaridad y la tolerancia es uno de los grandes desafíos de este tiempo, pues estos valores garantizarán que entre sus miembros se dé una sólida unión fraternal. Una familia que promueve entre sus miembros los valores humanos como estandarte, es una familia sana. La familia como forjadora de los ciudadanos que harán vida en la sociedad debe evitar convertirse en hotel o pensión donde cada quien entra o sale a la hora que le place, sin importar el tiempo que se disponga para compartir. Se debe hacer un espacio de calidad, donde de manera natural sus miembros se reúnan, planeen y organicen actividades en conjunto, estableciendo reglas, y sanciones para quienes sobrepasen los límites fijados. Es propio establecer metas en común para que todos se sientan identificados y comprometidos con los objetivos planteados. La comunicación efectiva es la base para que en el hogar se forjen mujeres y hombres visionarios, respetuosos y libres, que al salir a la sociedad posean los aprestos necesarios para enfrentar todo tipo de situaciones que ésta les presente. En el hogar se les deben dar las primeras informaciones en cuanto a sexualidad, drogas, y riesgos psicosociales, esto con la finalidad de edificarlos mejor (12). La realidad que nos ofrecen este tipo de artículos son una radiografía de la situación de la familia en el contexto del mundo moderno, pareciera que los valores se han consumido y su explicita perdida es palpable, pero como en todo siempre surge la posibilidad de trasformar el entorno y núcleo de la familia como célula de la sociedad y fundamento eclesial, del corazón de la Trinidad revelada surge para nosotros un modelo de praxis a nivel de la vida de la familia, este modelo se concretiza en las acciones redimidas de sus integrantes bautizados y en comunión con la vivencia y actualización de su Fe. La Trinidad procede Ad-Extra en su relación con lo creado, la familia lo hace partiendo de la misma esencia de su relación y vínculo familiar. Las relaciones iluminadas por la Gracia en sus operaciones afines son un bello símbolo práctico de la Trinidad Inmanente, eso sí, guardando su natural proporción, que tipo de operaciones de los padres están en sus hijos, aquí no hablamos de esencia la cual no es la misma en la manifestación de su carácter, temperamento y por ende personalidad, los padres no pueden inferir en sus hijos patrones de conducta igualitarios pero si educar bajo la guía de un modelo plausible, pues este modelo se inserta en la sociedad constituyendo el fundamento del orden socio-cultural… (13).

En la familia de nuestro presente el rol de la mujer se ha venido emancipando en el concierto laboral y académico, es decir, la mujer ya no solo es madre también es trabajadora que ha superado su desempeño en lo domestico para salir a la calle a lo público y producir bajo las condiciones del medio. Es una relación que busca por su novedad la inclusión en categorías de absoluta igualdad en términos de oportunidades, reconocimiento y salarios.


La unidad familiar es también imagen del Dios comunidad que se mantiene unido en el vínculo del amor, no queremos automatizar las relaciones Trinitarias por tal razón hacemos del amor su nexo vital, el mismo que se manifiesta en sus operaciones (Intra / Ad-Extra). La relación que se produce al operar bajo el amor es clara no son movimientos, son relaciones manifestadas en escenarios distintos. De esta forma el amor cuando es vivido intensamente nos une al misterio trinitario, recordemos la expresión Joanica Dios es amor o Deus est caritas, un canto expresa nuestro sentir:

Donde hay Caridad y Amor.

Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Congregavit nos in unum Christi amor
Exultemus, et in ipso iucundemur
Timeamus, et amemus Deum vivum
Et ex corde diligamus nos sincero
Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Simul ergo cum in unum congregamur
Ne nos mente dividamur, caveamus
Cessent iurgia maligna, cessent lites
Et in medio nostri sit Christus Deus
Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Simul quoque cum beatis videamus
Glorianter vultum tuum, Christe Deus
Gaudium quod est immensum, atque probum
Saecula per infinita saeculorum
Amen

Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Hemos reunido el amor de Cristo
Tomemos deleite en Él
Temamos y amemos a Dios vivo,
Desde nuestros corazones con amor
Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Al mismo tiempo, por lo tanto, cuando se reunieron en una sola
No nos dividimos en cuenta
Dejar que cese el mal
Cristo está en medio de nosotros
Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Al mismo tiempo que con los santos, vamos a ver, también,
Cara en la gloria, oh Cristo, la alegría que es inmenso y bueno saldrán para las edades infinitas. Amén. (14).
El amor es el regulador de las relaciones de la familia, ella de esta manera se constituye en figura vital de la Trinidad de Dios en la creación como obra de Dios que brota si nos permitimos emplear el término del Amor/Voluntad de Dios. La obra nos habla de su Creador y mientras más perfecta más fuerte nos habla de su Señor, al mostrar sus atributos y cualidades pensados por Dios para la familia humana (15).

CONSIDERACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL MISTERIO Y EL DOGMA TRINITARIO.
REFLEXIÓN.

El conocimiento es una realidad constatable pero cuando se trata de la compleja dinámica del dogma en términos generales se torna difícil de asimilar por el necesario ejercicio de la razón y el corazón (epistemología Agustiniana). El dogma se hace en si mismo universal porque su sola exposición toca las fibras de la realidad humana en su condición tanto antropológica como sociológica como quiera que el dogma reúne en sí y por sí los conceptos, anhelos y sueños de la humanidad y su deseo contundente de la realidad plena de su existencia (16). El dogma visto así es una nueva realidad de vida que supera las limitaciones de la existencia material de la especie humana, de allí se puede desprender la dificultad de asimilación bajo los modelos del presente, el postmodernismo confunde gravemente el valor intrínseco de la enseñanza dogmática y la traslada intelectivamente a la refutabilidad para ellos del discurso influido por una realidad supra metafísica.  Ver en el dogma Trinitario una connotación metafísica es en cierta medida necesario si planteamos su realidad por sobre el quehacer de nuestra limitada materialidad (17). Por otro lado, no es posible asumir una connotación ontológica de quien esta por sobre la realidad de toda criatura creada por su amor y Voluntad salvífica, aquí la salvación no es solo ver la creación libre de pecado sino encontrar su cauce y razón de ser, la causalidad del amor de Dios es la plenitud de su obra.

Es y será un misterio solo iluminado por la praxis del amor-creyente (18). Una praxis que se convierte en una razón y forma de vida para afrontar la Fe y su contenido sobrenatural.  Las relaciones de los creyentes o bautizados con el entorno que asumen en posibilidad de plenitud nos dice abiertamente que el trasegar de la comprensión del dogma camina seguramente por los linderos de la razón y el amor. Una vez más encontramos que la realidad vista apreciativamente nos indaga en el corazón sobre el fundamento de lo que creemos y lo más importante el como lo creemos siendo esto ultimo la concreción intelectiva y emocional de nuestra Fe (19). Conocer es una razón innata en el ser humano y amar es plenamente relacionarse con la trascendencia de donde brota el amor y su condición amable (antropología trascendente en Agustín de Hipona). El dogma se explicita de manera “transeúnte” (20) en la creación, pero de forma permanente en nosotros como expresión del Imago Dei o imagen del Dios viviente (21). La proximidad con tal afirmación nos obliga perentoriamente a sumir formas más comprometidas de vivencia de nuestra Fe y realidad personal abierta al dialogo permanente con la vida y su Creador.  La naturaleza misma de nuestra redención asegura tal proximidad del Dios amoroso y lleno de misericordia. El dogma es universal en la comprensión de su misterio y como el vinculo esencial de Dios con nosotros, su obra, es por medio de las potencias del alma que nos muestran el modelo revelado de Dios en la conjugación de su Voluntad, para crearnos y en su mente santísima para manifestar su acción volitiva, en su conocimiento pleno de todo e incluso antes de su creación. Solo mediante el amor Dios abaja su Gracia para que nosotros trascendamos a la realidad misma que palpa su amor eterno (22). La manifestación de tal verdad llega a nosotros como premisa de la obra redentora ya que la misión del Verbo o Logos, desde antes de la creación es la respuesta al pecado introducido en la creación por parte de la humanidad, es una respuesta que prevé la debilidad esencial de quienes perdimos la libertad autentica por vivir los postulados de nuestra limitada libertad. Una limitación que es inmanente a la naturaleza humana. No se trata de un actuar sino de la necesidad de las acciones en la mente y voluntad de cada persona humana. Según este principio sin voluntad de asumir nuestra propia salvación Dios no actúa en nosotros y hacemos de su Gracia una acción transeúnte y no esencialmente intrínseca a nuestra condición (23).

Dios no salva a quien tácitamente no desea ser salvado, aquí la negación de la salvación es un artículo exclusivo demuestra especie.

La misma naturaleza no rechaza la presencia de la Gracia de Dios y la asume en los principios y fundamentos de su existencia como necesaria, de la misma manera que asume las leyes naturales y el instinto en las especies. Podemos también afirmar que la naturaleza vive plenamente su contingencia y reconoce a su Creador (24).

Palpar el dogma Trinitario es posible si el bautizado configura su vida y modelo de esta a la relación de las Divinas Personas, La Trinidad de Dios en sus relaciones eternas (Inmanente) se manifiesta Ad-Extra en la Trinidad Económica (25) y hace de esta relación la acción de nuestra creación y posterior redención. Dios no deja nunca solos a los seres y criaturas que ha creado existe con nosotros una relación de condición salvífica perenne porque aun en su presencia necesitaremos ser justificados por toda la eternidad porque el “cielo” no se gana. Esta consideración nos instala en la necesidad y contingencia de su Inhabitación en nosotros. La Fruición neoplatónica y Agustiniana es claro indicio de la posesión del sumo bien del amor de Dios en nosotros y como si buscamos ese amor estamos dispuestos a renunciar a otras fuentes inferiores de amor y placer en el mundo sensible. No es una postura platónica sino esencialmente opción fundamental por Cristo, nadie verá Dios en su eternidad sino le ama por sobre todo en su vida, sin importar las implicancias emocionales y morales de esta afirmación (26). La Inhabitación de Dios en nosotros es categóricamente una relación salvífica personal expresada en términos comunitarios de familia, amigos, iglesia y demás realidades del mundo en donde existimos y vivimos el plan salvífico inicialmente. El desprenderse implica una plena y totalizante disposición para la plena y plenitud de la Gracia en nosotros. El modelo humano será trascendido por el modelo de Dios revelado en el Ser amoroso de la SS. Trinidad.


BIBLIOGRAFIA/ CIBERGRAFÍA/ ARTÍCULOS/ INSUMOS.

2- antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1168/ Todos los meta-relatos (sistemas o grandes historias) son sospechosos -sean o no religiosos. No existe ningún fundamento universal para la verdad, la moralidad o la dignidad humana. Nota del autor.
3- Nota del autor.
5- Mark Chapman, "El Anglicanismo y la Teología", él describe el trabajo de una comisión de la Iglesia de Inglaterra en 1931 encargada de clarificar la "Doctrina Anglicana"
6- Nota del autor.
7- Eric Lionel Mascall, P. GEORGE W. RUTLER. https://www.giffordlectures.org/lecturers/eric-lionel-mascall/ Eric Mascall nació el 12 de diciembre de 1905 y murió, a la edad de ochenta y siete años, el 14 de febrero de 1993.
8- Corriente filosófica que busca reivindicar el pensamiento de Tomás de Aquino en el Siglo XIX; tiene como objetivo el resolver problemas contemporáneos. Es una de las corrientes más importantes de la filosofía cristiana actual, con consecuencias políticas y sociales relevantes, en la que se plantea la comprensión de la Filosofía tomista en las circunstancias presentes.
9- Nota del autor/ Modelo de la familia Post-modernista. recursos.catequesisdegalicia.com/mod/resource/view.php?id=1137&redirect=1
10- El escenario familiar varió tanto y de modo tan rotundo, que aún genera sorpresa, desconcierto y precaución. JUAN IGNACIO PEREYRA/DPA. https://www.vanguardia.com.mx/familiasposmodernas-1106748.html
13- Nota del autor/ familias modernas.
14- https://www.letras.com › Música Religiosa › católicas › Ubi Caritas.
15- Nota del autor.
16- Nota del autor.
17- Nota del autor.
18- Nota del autor.
19- Nota del autor.
20- Nota del autor.
21- Nota del autor.
21- Nota del autor.
22- Nota del autor.
23- Nota del autor.
24- Nota del autor.
25- Nota del autor.
26- Nota del autor.

 esenos que hay algo claramente definido en las Escrituras que nosotros no enseñemos y lo enseñaremos. Muéstresenos que en nuestra enseña y práctica hay algo contrario a la Sagrada Escritura y lo abandonaremos”.

La humanidad presente en el siglo XX se estrelló de frente contra los “meta relatos” que reflejaban el avance de doctrinas totalitaristas en su concepción y exposición, muchas de ellas verdaderamente vivían y respiraban su caustico totalitarismo, solo señalaremos los orígenes de la segunda guerra mundial (1) en el discurso ultranacionalista alemán (nacismo) el comunismo en la ex-unión de repúblicas socialistas soviéticas, el régimen cubano, el capitalismo salvaje del neo-liberalismo, las dictaduras auspiciadas por el coloso del norte en Latinoamérica denominadas “Plan cóndor”, el modelo ideológico chino, también el surgimiento de iglesias fundamentalistas que radicalizaron sus ideas y creencias, son solo algunas de las exposiciones de estos “meta-relatos” y que desaparecieron algunos de ellos bajo el símbolo de la caída del muro de Berlín, Mijaíl Gorbachov, en la Unión Soviética, (Perestroika y Glasnost) que sin duda cuestionaron las bases del pensamiento global, la realidad abordada de forma particular buscó insertarse en la conciencia colectiva, la clave de supervivencia hoy se transformó en la interpretación personal e individualista del pensamiento y su connotación universal. Empleamos frases que lo dicen todo, como ejemplo: “Lo que a ti te dice una cosa, al otro no, cada cual es libre de pensar y asumir según crea es su propia realidad”, (2) estas concepciones de la dialéctica postmodernista encuentran eco en la verdad de cada cual y en el momento que cada uno disponga para su interpretación, tales posturas también han afectado ostensiblemente la concreción del Dogma de la SS. Trinidad, que en muchos casos no encuentra asidero con la realidad intelectiva del creyente y se convierte en una fórmula abierta a la comprensión libre y arbitraria del misterio aquí señalado, no es posible sacarlo de la historia de la revelación y convertirlo en un esquema de pensamiento relativo según el cambio de los conceptos y categorías del pensamiento actual.

El presente no acepta, y mucho menos tolera el absolutismo no por principio filosófico alguno sino por la necesidad existencial de afirmar la propia e individual soberanía de la condición humana. Las relaciones se convirtieron en tangibles particularmente las nociones de bienestar y espiritualidad (3) la revelación como parte de un meta-relato (vista así) debe sortear obstáculos diversos a la hora de exponer sus contenidos y plasmar la opción de la vivencia sobrenatural en un medio definido por el pragmatismo y las tesis inmediatas como la configuración política y social de los distintos sistemas de pensamiento. Las Personas Divinas de la Trinidad no son comprendidas desde sus relaciones sino desde la noción de individualidad del mundo, donde lo singular y particular chocan de frente con lo que tenga olor a identidad y unidad. La teología Trinitaria trata no solo del “cómo” y el “por qué” de las doctrinas y las prácticas, sino lo que es más importante, empieza con el “quién”. Se pregunta: “¿Quién es el Dios dado a conocer en Jesucristo, y quiénes somos nosotros en relación con él?”. La discusión ahora versa sobre la identidad de las Personas Divinas y su capacidad para actuar una unida a las otras reconociendo en su esencia tanto la igualdad como la identidad y por qué no, diversidad en el accionar salvífico pero encausado por analogía. La “teología Trinitaria” (4) por lo tanto, no se refiere simplemente a una creencia en la doctrina de la Trinidad, se refiere a creer en este Dios Unitrino y a reconocer que esta doctrina, que señala quien es en realidad el Dios de la Biblia, está en el corazón de todas las demás doctrinas y conforma la base sobre como entendemos todo lo que leemos en las Escrituras. No perder de vista que la Trinidad como exposición doctrinal y fenomenológica de la revelación es también obra de la Cristología y de hecho está centrada en la Cristología. Buscamos articular un discurso cuya sindéresis aterrice en la necesidad y comprensión de nuestro presente. La tradición anglicana es igualmente rica en expresiones teológicas y su cosmovisión enriquece todo presupuesto especulativo. Nuestro propósito no es una teología sistemática anglicana, la mayoría de nosotros no queremos una teología distintivamente anglicana.” La razón por la cual una teología anglicana no es deseable es porque somos herederos de una variedad de teologías católicas y reformadas y debemos mantener ambas doctrinas en su variedad rica y sabia. Únicamente cuando aceptamos ambas tradiciones tendremos una teología distintivamente cristiana e “influenciada por la tradición de una cultura libre y liberal la cual es una herencia histórica del espíritu griego, recuperada por la Iglesia occidental en Europa en la época del Renacimiento (5). Un canon reducido a la Escritura por Dios mismo, dos testamentos, tres credos, cuatro concilios generales, cinco siglos y la serie de los Padres en ese período - es decir, los tres siglos antes de Constantino, y dos después, determinan el límite de nuestra Fe (Obispo Lancelot Andrewes). La doctrina se contiene explícitamente en las enseñanzas de la Iglesia y su perennidad (1555 –1626) teólogo de la Iglesia de Inglaterra (anglicana).

POST-MODERNIDAD TEOLÓGICA.

El título en el enclave reflexivo supone de entrada la necesidad de clarificar al respecto de la conciencia de Fe del bautizado que no experimenta simplemente una pérdida de Fe formalmente hablando sino la perdida de escenarios que antes eran habituales para la vivencia de su Fe y el compartir fraterno de tales eventos, el mundo moderno se edifica hacia fuera de los individuos, es decir, la noción de interioridad está siendo bombardeada por otra muy distinta, la de actuar en relación con el medio y el bienestar que este nos brinda. La Post-modernidad teológica ofrece una visión cambiante de Dios, el ser humano y la connotación antropológica (6).  El Dogma por excelencia de la vida y la naturaleza se enfrenta a la realidad conflictiva y en muchas situaciones apreciativa de su valor o dis-valor, la Trinidad como revelación en su parangón comunitario donde la igualdad y la misma naturaleza en su unicidad es la clave dialéctica se enfrenta en el plano humano con la disparidad del discurso y las condiciones de vida básicas afectadas por la pobreza y la ignorancia, el interrogante se trasforma en fenómeno cuando pasa a dar explicación de la conducta y su intríngulis social. Un Dios liberador así revelado no es objeto de cuestionamiento sino de revelación y comprensión. Las posibilidades son hiladas en la medida de su reconocimiento tácito, citamos a Eric Mascall: “La Fe que la Iglesia ha proclamado a lo largo de los siglos abarca y coordina una gama más amplia de experiencias humanas, abre más posibilidades de vida humana y ofrece al final un éxtasis de plenitud más profundo y rico que cualquier forma alternativa de vida y pensamiento” (7). La visión teísta de Mascall lo acercó al Tomismo (escolástica) la idea central de la existencia del Dios Creador absoluto asistió su obra y concepción Trinitaria, la revelación era pues bajo la guía de la misma Voluntad de Dios como Señor y Creador Soberano, su concepción dogmática es la identidad misma de la tradición y el magisterio eclesial. El neotomismo parece también haber influido profundamente en su pensamiento del que rescatamos la necesidad de emplear términos lógicos y estéticamente dicientes de la verdad revelada, no dejar pie a duda alguna parece ser su consigna. La realidad abordada desde la perspectiva racional parece el camino para despejar los planteamientos del dogma, el mismo que llega bajo la fórmula de la disciplina eclesial (8) La realidad vista por los neotomistas o neoescolasticos, no dista de la concepción del presente, más bien nos permite centrarnos en la radicalidad absoluta del mensaje totalizante del Evangelio y como este puede llegar a nosotros bajo sus primicias reveladas. Comprender al Dios Trinidad desde la óptica de su revelación aterrizada en el orden natural de la familia y su modelo y también si se ve desde otra perspectiva la ausencia de modelos plausibles de la familia post-modernista nos deja sin un contenido para señalar a Dios en el medio natural y la analogía de nuestra propia familia (9).

Buenos Aires, Argentina. - Padres del mismo sexo, parejas que no pasan por el registro civil, hijos de madres solteras que cuentan con modernas técnicas de fertilización, familias ensambladas y una amplia gama de variantes confluyen en la nueva configuración familiar, que durante la última década modificó su estructura. La constitución de la familia burguesa -matrimonio, padre, madre, hijos- sigue existiendo. Pero aparecieron otras. "Si tomamos la historia de la institución familiar, nos encontramos con una familia más ampliada en la Edad Media. Después, con el nacimiento de la burguesía, surge una familia constituida más nuclearmente: la familia burguesa". En julio de 2010 el Parlamento argentino fue el primero de Latinoamérica que otorgó iguales derechos a gays que a heterosexuales para casarse. "Hay un cambio, pero sigue primando la familia con matrimonio heterosexual. Los homosexuales que arman familias aún no son un grupo tan importante, más si lo comparamos con países como Estados Unidos, sobre todo en la costa californiana " (10) Solo tomaremos el trozo indicado de este artículo publicado el año 2011 en Argentina sobre el “nuevo modelo familiar”. La familia como referente del dogma Trinitario es en el hoy de nuestra historia la familia post-modernista cuyas implicaciones de comunidad y sociedad domestica no puede ignorarse, la verdad sobre el quehacer de los individuos en la familia descansa sobre la naturaleza de esta y su accionar en el medio social y cultural donde explicita su vida y cotidianidad (11).

En una sociedad cada vez más exigente, la familia ha pasado de ser un nido donde se cobijaba a los hijos, para convertirse en un espacio en el cual se les dé la oportunidad a sus miembros de desarrollarse de manera adecuada. Los que integran la familia sin importar la edad o las creencias de estos, deben de admitir que como dice Salvador Minuchin: “la familia debe adaptarse a las circunstancias cambiantes manteniendo la continuidad y fomentando el desarrollo psicosocial de sus miembros, ya que ésta debe ir transformándose, en la medida que sus miembros así lo hagan, adaptándose a los intereses y motivaciones de los que la conforman, no transigir en sus valores y tradiciones, pues dejaría de ser una familia para convertirse en una pieza de vestir que se acomoda a quien la lleva puesta, adaptarse es motivar entre sus miembros la necesidad de capacitarse y fomentar el respeto por las decisiones de unos y otros haciendo que los lazos se fortalezcan”.

Las necesidades económicas, sociales y profesionales de hoy día, hacen que sea imposible que los padres pasen mucho tiempo con sus hijos. Estas mismas exigencias hacen que muchos consideren, que no encuentran oportunidades en el país y tomen la decisión de emigrar, una realidad a la que ciertamente nos hemos habituado. Estos que se van, dejan a sus hijos con la idea de buscarlos mejores condiciones de vida. Sería interesante reflexionar si realmente valdrá la pena desintegrar a toda una familia, dejar a los hijos sobre todo en edades vulnerables, con el pretexto de buscar unas mejores condiciones de vida, que a veces en remuneración económica es mucho, pero en resultados familiares no lo es. Hoy día, además de los adultos, niños y adolescentes, en algunos hogares está presente la figura del envejeciente, que cuando ya no puede vivir solo va a habitar a la casa de uno de sus hijos, lo que hace que la familia tenga que adecuarse y realizar algunos cambios, pues en algunas ocasiones los adultos mayores por el mismo hecho de haberse desarrollado en otra época, tienen posiciones encontradas en relación al comportamiento de algunos de los miembros del hogar en especial con el de los más jóvenes. Muy a menudo escuchamos decir que las familias de hoy no son sanas, debido a los diferentes estímulos negativos que le ofrece la sociedad, la popularización de la Internet, los medios de comunicación que cada vez son más agresivos e invasivos y promueven todo tipo de cosas. Los modismos en conversación, vestimenta, tatuajes, piercing, son un gran reto para la familia de hoy.

Fomentar entre los que integran esta familia de la postmodernidad, el respeto, la solidaridad y la tolerancia es uno de los grandes desafíos de este tiempo, pues estos valores garantizarán que entre sus miembros se dé una sólida unión fraternal. Una familia que promueve entre sus miembros los valores humanos como estandarte, es una familia sana. La familia como forjadora de los ciudadanos que harán vida en la sociedad debe evitar convertirse en hotel o pensión donde cada quien entra o sale a la hora que le place, sin importar el tiempo que se disponga para compartir. Se debe hacer un espacio de calidad, donde de manera natural sus miembros se reúnan, planeen y organicen actividades en conjunto, estableciendo reglas, y sanciones para quienes sobrepasen los límites fijados. Es propio establecer metas en común para que todos se sientan identificados y comprometidos con los objetivos planteados. La comunicación efectiva es la base para que en el hogar se forjen mujeres y hombres visionarios, respetuosos y libres, que al salir a la sociedad posean los aprestos necesarios para enfrentar todo tipo de situaciones que ésta les presente. En el hogar se les deben dar las primeras informaciones en cuanto a sexualidad, drogas, y riesgos psicosociales, esto con la finalidad de edificarlos mejor (12). La realidad que nos ofrecen este tipo de artículos son una radiografía de la situación de la familia en el contexto del mundo moderno, pareciera que los valores se han consumido y su explicita perdida es palpable, pero como en todo siempre surge la posibilidad de trasformar el entorno y núcleo de la familia como célula de la sociedad y fundamento eclesial, del corazón de la Trinidad revelada surge para nosotros un modelo de praxis a nivel de la vida de la familia, este modelo se concretiza en las acciones redimidas de sus integrantes bautizados y en comunión con la vivencia y actualización de su Fe. La Trinidad procede Ad-Extra en su relación con lo creado, la familia lo hace partiendo de la misma esencia de su relación y vínculo familiar. Las relaciones iluminadas por la Gracia en sus operaciones afines son un bello símbolo práctico de la Trinidad Inmanente, eso sí, guardando su natural proporción, que tipo de operaciones de los padres están en sus hijos, aquí no hablamos de esencia la cual no es la misma en la manifestación de su carácter, temperamento y por ende personalidad, los padres no pueden inferir en sus hijos patrones de conducta igualitarios pero si educar bajo la guía de un modelo plausible, pues este modelo se inserta en la sociedad constituyendo el fundamento del orden socio-cultural… (13).

En la familia de nuestro presente el rol de la mujer se ha venido emancipando en el concierto laboral y académico, es decir, la mujer ya no solo es madre también es trabajadora que ha superado su desempeño en lo domestico para salir a la calle a lo público y producir bajo las condiciones del medio. Es una relación que busca por su novedad la inclusión en categorías de absoluta igualdad en términos de oportunidades, reconocimiento y salarios.


La unidad familiar es también imagen del Dios comunidad que se mantiene unido en el vínculo del amor, no queremos automatizar las relaciones Trinitarias por tal razón hacemos del amor su nexo vital, el mismo que se manifiesta en sus operaciones (Intra / Ad-Extra). La relación que se produce al operar bajo el amor es clara no son movimientos, son relaciones manifestadas en escenarios distintos. De esta forma el amor cuando es vivido intensamente nos une al misterio trinitario, recordemos la expresión Joanica Dios es amor o Deus est caritas, un canto expresa nuestro sentir:

Donde hay Caridad y Amor.

Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Congregavit nos in unum Christi amor
Exultemus, et in ipso iucundemur
Timeamus, et amemus Deum vivum
Et ex corde diligamus nos sincero
Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Simul ergo cum in unum congregamur
Ne nos mente dividamur, caveamus
Cessent iurgia maligna, cessent lites
Et in medio nostri sit Christus Deus
Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Simul quoque cum beatis videamus
Glorianter vultum tuum, Christe Deus
Gaudium quod est immensum, atque probum
Saecula per infinita saeculorum
Amen

Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Hemos reunido el amor de Cristo
Tomemos deleite en Él
Temamos y amemos a Dios vivo,
Desde nuestros corazones con amor
Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Al mismo tiempo, por lo tanto, cuando se reunieron en una sola
No nos dividimos en cuenta
Dejar que cese el mal
Cristo está en medio de nosotros
Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Al mismo tiempo que con los santos, vamos a ver, también,
Cara en la gloria, oh Cristo, la alegría que es inmenso y bueno saldrán para las edades infinitas. Amén. (14).

El amor es el regulador de las relaciones de la familia, ella de esta manera se constituye en figura vital de la Trinidad de Dios en la creación como obra de Dios que brota si nos permitimos emplear el término del Amor/Voluntad de Dios. La obra nos habla de su Creador y mientras más perfecta más fuerte nos habla de su Señor, al mostrar sus atributos y cualidades pensados por Dios para la familia humana (15).

CONSIDERACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL MISTERIO Y EL DOGMA TRINITARIO.
REFLEXIÓN.

El conocimiento es una realidad constatable pero cuando se trata de la compleja dinámica del dogma en términos generales se torna difícil de asimilar por el necesario ejercicio de la razón y el corazón (epistemología Agustiniana). El dogma se hace en si mismo universal porque su sola exposición toca las fibras de la realidad humana en su condición tanto antropológica como sociológica como quiera que el dogma reúne en sí y por sí los conceptos, anhelos y sueños de la humanidad y su deseo contundente de la realidad plena de su existencia (16). El dogma visto así es una nueva realidad de vida que supera las limitaciones de la existencia material de la especie humana, de allí se puede desprender la dificultad de asimilación bajo los modelos del presente, el postmodernismo confunde gravemente el valor intrínseco de la enseñanza dogmática y la traslada intelectivamente a la refutabilidad para ellos del discurso influido por una realidad supra metafísica.  Ver en el dogma Trinitario una connotación metafísica es en cierta medida necesario si planteamos su realidad por sobre el quehacer de nuestra limitada materialidad (17). Por otro lado, no es posible asumir una connotación ontológica de quien esta por sobre la realidad de toda criatura creada por su amor y Voluntad salvífica, aquí la salvación no es solo ver la creación libre de pecado sino encontrar su cauce y razón de ser, la causalidad del amor de Dios es la plenitud de su obra.

Es y será un misterio solo iluminado por la praxis del amor-creyente (18). Una praxis que se convierte en una razón y forma de vida para afrontar la Fe y su contenido sobrenatural.  Las relaciones de los creyentes o bautizados con el entorno que asumen en posibilidad de plenitud nos dice abiertamente que el trasegar de la comprensión del dogma camina seguramente por los linderos de la razón y el amor. Una vez más encontramos que la realidad vista apreciativamente nos indaga en el corazón sobre el fundamento de lo que creemos y lo más importante el como lo creemos siendo esto ultimo la concreción intelectiva y emocional de nuestra Fe (19). Conocer es una razón innata en el ser humano y amar es plenamente relacionarse con la trascendencia de donde brota el amor y su condición amable (antropología trascendente en Agustín de Hipona). El dogma se explicita de manera “transeúnte” (20) en la creación, pero de forma permanente en nosotros como expresión del Imago Dei o imagen del Dios viviente (21). La proximidad con tal afirmación nos obliga perentoriamente a sumir formas más comprometidas de vivencia de nuestra Fe y realidad personal abierta al dialogo permanente con la vida y su Creador.  La naturaleza misma de nuestra redención asegura tal proximidad del Dios amoroso y lleno de misericordia. El dogma es universal en la comprensión de su misterio y como el vinculo esencial de Dios con nosotros, su obra, es por medio de las potencias del alma que nos muestran el modelo revelado de Dios en la conjugación de su Voluntad, para crearnos y en su mente santísima para manifestar su acción volitiva, en su conocimiento pleno de todo e incluso antes de su creación. Solo mediante el amor Dios abaja su Gracia para que nosotros trascendamos a la realidad misma que palpa su amor eterno (22). La manifestación de tal verdad llega a nosotros como premisa de la obra redentora ya que la misión del Verbo o Logos, desde antes de la creación es la respuesta al pecado introducido en la creación por parte de la humanidad, es una respuesta que prevé la debilidad esencial de quienes perdimos la libertad autentica por vivir los postulados de nuestra limitada libertad. Una limitación que es inmanente a la naturaleza humana. No se trata de un actuar sino de la necesidad de las acciones en la mente y voluntad de cada persona humana. Según este principio sin voluntad de asumir nuestra propia salvación Dios no actúa en nosotros y hacemos de su Gracia una acción transeúnte y no esencialmente intrínseca a nuestra condición (23).

Dios no salva a quien tácitamente no desea ser salvado, aquí la negación de la salvación es un artículo exclusivo demuestra especie.

La misma naturaleza no rechaza la presencia de la Gracia de Dios y la asume en los principios y fundamentos de su existencia como necesaria, de la misma manera que asume las leyes naturales y el instinto en las especies. Podemos también afirmar que la naturaleza vive plenamente su contingencia y reconoce a su Creador (24).

Palpar el dogma Trinitario es posible si el bautizado configura su vida y modelo de esta a la relación de las Divinas Personas, La Trinidad de Dios en sus relaciones eternas (Inmanente) se manifiesta Ad-Extra en la Trinidad Económica (25) y hace de esta relación la acción de nuestra creación y posterior redención. Dios no deja nunca solos a los seres y criaturas que ha creado existe con nosotros una relación de condición salvífica perenne porque aun en su presencia necesitaremos ser justificados por toda la eternidad porque el “cielo” no se gana. Esta consideración nos instala en la necesidad y contingencia de su Inhabitación en nosotros. La Fruición neoplatónica y Agustiniana es claro indicio de la posesión del sumo bien del amor de Dios en nosotros y como si buscamos ese amor estamos dispuestos a renunciar a otras fuentes inferiores de amor y placer en el mundo sensible. No es una postura platónica sino esencialmente opción fundamental por Cristo, nadie verá Dios en su eternidad sino le ama por sobre todo en su vida, sin importar las implicancias emocionales y morales de esta afirmación (26). La Inhabitación de Dios en nosotros es categóricamente una relación salvífica personal expresada en términos comunitarios de familia, amigos, iglesia y demás realidades del mundo en donde existimos y vivimos el plan salvífico inicialmente. El desprenderse implica una plena y totalizante disposición para la plena y plenitud de la Gracia en nosotros. El modelo humano será trascendido por el modelo de Dios revelado en el Ser amoroso de la SS. Trinidad.


BIBLIOGRAFIA/ CIBERGRAFÍA/ ARTÍCULOS/ INSUMOS.

2- antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1168/ Todos los meta-relatos (sistemas o grandes historias) son sospechosos -sean o no religiosos. No existe ningún fundamento universal para la verdad, la moralidad o la dignidad humana. Nota del autor.
3- Nota del autor.
5- Mark Chapman, "El Anglicanismo y la Teología", él describe el trabajo de una comisión de la Iglesia de Inglaterra en 1931 encargada de clarificar la "Doctrina Anglicana"
6- Nota del autor.
7- Eric Lionel Mascall, P. GEORGE W. RUTLER. https://www.giffordlectures.org/lecturers/eric-lionel-mascall/ Eric Mascall nació el 12 de diciembre de 1905 y murió, a la edad de ochenta y siete años, el 14 de febrero de 1993.
8- Corriente filosófica que busca reivindicar el pensamiento de Tomás de Aquino en el Siglo XIX; tiene como objetivo el resolver problemas contemporáneos. Es una de las corrientes más importantes de la filosofía cristiana actual, con consecuencias políticas y sociales relevantes, en la que se plantea la comprensión de la Filosofía tomista en las circunstancias presentes.
9- Nota del autor/ Modelo de la familia Post-modernista. recursos.catequesisdegalicia.com/mod/resource/view.php?id=1137&redirect=1
10- El escenario familiar varió tanto y de modo tan rotundo, que aún genera sorpresa, desconcierto y precaución. JUAN IGNACIO PEREYRA/DPA. https://www.vanguardia.com.mx/familiasposmodernas-1106748.html
13- Nota del autor/ familias modernas.
14- https://www.letras.com › Música Religiosa › católicas › Ubi Caritas.
15- Nota del autor.
16- Nota del autor.
17- Nota del autor.
18- Nota del autor.
19- Nota del autor.
20- Nota del autor.
21- Nota del autor.
21- Nota del autor.
22- Nota del autor.
23- Nota del autor.
24- Nota del autor.
25- Nota del autor.
26- Nota del autor.


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