sábado, 6 de junio de 2020

DOGMA TRINITARIO EN EL PRESENTE...


EL DOGMA TRINITARIO EN EL PRESENTE. Lectura actual desde una comprensión antropológica y sociológica.


RESUMEN.


La familia humana es la proyección en términos del amor creado del increado y nos referimos a Dios Trinidad. Mientras más difícil sea reunir la familia y conformarla según el modelo vivido y dimensionado, más complejo será comprender el modelo Trinitario. La realidad del presente ofrece una serie de fundamentos que en la diversidad ideológica retroceden en la configuración de la humanidad en la unidad. Las distancias hoy son tan breves como el recorrido de la luz. La relación ensamblada sobre el fundamento del amor perdura mientras que los modelos relacionales en este nuevo circulo hermenéutico dificultan poderosamente la aprensión igualitaria de unos y otros en el interior de la familia. El mundo moderno y su discurso multidimensional pierde con tal afirmación el poder de concreción de su dialéctica, la verdad hoy depende de quien la diga y no de su misma esencia como lo que es. El Dogma Trinitario en el presente enfrenta enemigos en la auto-realización de los bautizados que preocupados por el quehacer del mundo material descuidan la realidad espiritual de su existencia sobrenatural. Como entender la posibilidad cierta de Dios TRINO y UNO en un entorno que no asume la unidad de sus postulados por verse reflejado en la auto-verdad excluyente. La soberanía argumentada desde la personal y solo voluntad humana está dejando de ser potenciada por la Gracia de Dios y por ende el misterio aterrizado del Dogma Trinitario sale de la escena diaria y de los imaginarios que edifican condición, vida y realidad, los Ethos aquí trasladados son realmente consecuencia de la verdad personal y no de la universal.



INTRODUCCIÓN.


“Muéstresenos que hay algo claramente definido en las Escrituras que nosotros no enseñemos y lo enseñaremos. Muéstresenos que en nuestra enseña y práctica hay algo contrario a la Sagrada Escritura y lo abandonaremos”.


La humanidad presente en el siglo XX se estrelló de frente contra los “meta relatos” que reflejaban el avance de doctrinas totalitaristas en su concepción y exposición, muchas de ellas verdaderamente vivían y respiraban su caustico totalitarismo, solo señalaremos los orígenes de la segunda guerra mundial (1) en el discurso ultranacionalista alemán (nacismo) el comunismo en la ex-unión de repúblicas socialistas soviéticas, el régimen cubano, el capitalismo salvaje del neo-liberalismo, las dictaduras auspiciadas por el coloso del norte en Latinoamérica denominadas “Plan cóndor”, el modelo ideológico chino, también el surgimiento de iglesias fundamentalistas que radicalizaron sus ideas y creencias, son solo algunas de las exposiciones de estos “meta-relatos” y que desaparecieron algunos de ellos bajo el símbolo de la caída del muro de Berlín, Mijaíl Gorbachov, en la Unión Soviética, (Perestroika y Glasnost) que sin duda cuestionaron las bases del pensamiento global, la realidad abordada de forma particular buscó insertarse en la conciencia colectiva, la clave de supervivencia hoy se transformó en la interpretación personal e individualista del pensamiento y su connotación universal. Empleamos frases que lo dicen todo, como ejemplo: “Lo que a ti te dice una cosa, al otro no, cada cual es libre de pensar y asumir según crea es su propia realidad”, (2) estas concepciones de la dialéctica postmodernista encuentran eco en la verdad de cada cual y en el momento que cada uno disponga para su interpretación, tales posturas también han afectado ostensiblemente la concreción del Dogma de la SS. Trinidad, que en muchos casos no encuentra asidero con la realidad intelectiva del creyente y se convierte en una fórmula abierta a la comprensión libre y arbitraria del misterio aquí señalado, no es posible sacarlo de la historia de la revelación y convertirlo en un esquema de pensamiento relativo según el cambio de los conceptos y categorías del pensamiento actual.

El presente no acepta, y mucho menos tolera el absolutismo no por principio filosófico alguno sino por la necesidad existencial de afirmar la propia e individual soberanía de la condición humana. Las relaciones se convirtieron en tangibles particularmente las nociones de bienestar y espiritualidad (3) la revelación como parte de un meta-relato (vista así) debe sortear obstáculos diversos a la hora de exponer sus contenidos y plasmar la opción de la vivencia sobrenatural en un medio definido por el pragmatismo y las tesis inmediatas como la configuración política y social de los distintos sistemas de pensamiento. Las Personas Divinas de la Trinidad no son comprendidas desde sus relaciones sino desde la noción de individualidad del mundo, donde lo singular y particular chocan de frente con lo que tenga olor a identidad y unidad. La teología Trinitaria trata no solo del “cómo” y el “por qué” de las doctrinas y las prácticas, sino lo que es más importante, empieza con el “quién”. Se pregunta: “¿Quién es el Dios dado a conocer en Jesucristo, y quiénes somos nosotros en relación con él?”. La discusión ahora versa sobre la identidad de las Personas Divinas y su capacidad para actuar una unida a las otras reconociendo en su esencia tanto la igualdad como la identidad y por qué no, diversidad en el accionar salvífico pero encausado por analogía. La “teología Trinitaria” (4) por lo tanto, no se refiere simplemente a una creencia en la doctrina de la Trinidad, se refiere a creer en este Dios Unitrino y a reconocer que esta doctrina, que señala quien es en realidad el Dios de la Biblia, está en el corazón de todas las demás doctrinas y conforma la base sobre como entendemos todo lo que leemos en las Escrituras. No perder de vista que la Trinidad como exposición doctrinal y fenomenológica de la revelación es también obra de la Cristología y de hecho está centrada en la Cristología. Buscamos articular un discurso cuya sindéresis aterrice en la necesidad y comprensión de nuestro presente. La tradición anglicana es igualmente rica en expresiones teológicas y su cosmovisión enriquece todo presupuesto especulativo. Nuestro propósito no es una teología sistemática anglicana, la mayoría de nosotros no queremos una teología distintivamente anglicana.” La razón por la cual una teología anglicana no es deseable es porque somos herederos de una variedad de teologías católicas y reformadas y debemos mantener ambas doctrinas en su variedad rica y sabia. Únicamente cuando aceptamos ambas tradiciones tendremos una teología distintivamente cristiana e “influenciada por la tradición de una cultura libre y liberal la cual es una herencia histórica del espíritu griego, recuperada por la Iglesia occidental en Europa en la época del Renacimiento (5). Un canon reducido a la Escritura por Dios mismo, dos testamentos, tres credos, cuatro concilios generales, cinco siglos y la serie de los Padres en ese período - es decir, los tres siglos antes de Constantino, y dos después, determinan el límite de nuestra Fe (Obispo Lancelot Andrewes). La doctrina se contiene explícitamente en las enseñanzas de la Iglesia y su perennidad (1555 –1626) teólogo de la Iglesia de Inglaterra (anglicana).

POST-MODERNIDAD TEOLÓGICA.

El título en el enclave reflexivo supone de entrada la necesidad de clarificar al respecto de la conciencia de Fe del bautizado que no experimenta simplemente una pérdida de Fe formalmente hablando sino la perdida de escenarios que antes eran habituales para la vivencia de su Fe y el compartir fraterno de tales eventos, el mundo moderno se edifica hacia fuera de los individuos, es decir, la noción de interioridad está siendo bombardeada por otra muy distinta, la de actuar en relación con el medio y el bienestar que este nos brinda. La Post-modernidad teológica ofrece una visión cambiante de Dios, el ser humano y la connotación antropológica (6).  El Dogma por excelencia de la vida y la naturaleza se enfrenta a la realidad conflictiva y en muchas situaciones apreciativa de su valor o dis-valor, la Trinidad como revelación en su parangón comunitario donde la igualdad y la misma naturaleza en su unicidad es la clave dialéctica se enfrenta en el plano humano con la disparidad del discurso y las condiciones de vida básicas afectadas por la pobreza y la ignorancia, el interrogante se trasforma en fenómeno cuando pasa a dar explicación de la conducta y su intríngulis social. Un Dios liberador así revelado no es objeto de cuestionamiento sino de revelación y comprensión. Las posibilidades son hiladas en la medida de su reconocimiento tácito, citamos a Eric Mascall: “La Fe que la Iglesia ha proclamado a lo largo de los siglos abarca y coordina una gama más amplia de experiencias humanas, abre más posibilidades de vida humana y ofrece al final un éxtasis de plenitud más profundo y rico que cualquier forma alternativa de vida y pensamiento” (7). La visión teísta de Mascall lo acercó al Tomismo (escolástica) la idea central de la existencia del Dios Creador absoluto asistió su obra y concepción Trinitaria, la revelación era pues bajo la guía de la misma Voluntad de Dios como Señor y Creador Soberano, su concepción dogmática es la identidad misma de la tradición y el magisterio eclesial. El neotomismo parece también haber influido profundamente en su pensamiento del que rescatamos la necesidad de emplear términos lógicos y estéticamente dicientes de la verdad revelada, no dejar pie a duda alguna parece ser su consigna. La realidad abordada desde la perspectiva racional parece el camino para despejar los planteamientos del dogma, el mismo que llega bajo la fórmula de la disciplina eclesial (8) La realidad vista por los neotomistas o neoescolasticos, no dista de la concepción del presente, más bien nos permite centrarnos en la radicalidad absoluta del mensaje totalizante del Evangelio y como este puede llegar a nosotros bajo sus primicias reveladas. Comprender al Dios Trinidad desde la óptica de su revelación aterrizada en el orden natural de la familia y su modelo y también si se ve desde otra perspectiva la ausencia de modelos plausibles de la familia post-modernista nos deja sin un contenido para señalar a Dios en el medio natural y la analogía de nuestra propia familia (9).

Buenos Aires, Argentina. - Padres del mismo sexo, parejas que no pasan por el registro civil, hijos de madres solteras que cuentan con modernas técnicas de fertilización, familias ensambladas y una amplia gama de variantes confluyen en la nueva configuración familiar, que durante la última década modificó su estructura. La constitución de la familia burguesa -matrimonio, padre, madre, hijos- sigue existiendo. Pero aparecieron otras. "Si tomamos la historia de la institución familiar, nos encontramos con una familia más ampliada en la Edad Media. Después, con el nacimiento de la burguesía, surge una familia constituida más nuclearmente: la familia burguesa". En julio de 2010 el Parlamento argentino fue el primero de Latinoamérica que otorgó iguales derechos a gays que a heterosexuales para casarse. "Hay un cambio, pero sigue primando la familia con matrimonio heterosexual. Los homosexuales que arman familias aún no son un grupo tan importante, más si lo comparamos con países como Estados Unidos, sobre todo en la costa californiana " (10) Solo tomaremos el trozo indicado de este artículo publicado el año 2011 en Argentina sobre el “nuevo modelo familiar”. La familia como referente del dogma Trinitario es en el hoy de nuestra historia la familia post-modernista cuyas implicaciones de comunidad y sociedad domestica no puede ignorarse, la verdad sobre el quehacer de los individuos en la familia descansa sobre la naturaleza de esta y su accionar en el medio social y cultural donde explicita su vida y cotidianidad (11).

En una sociedad cada vez más exigente, la familia ha pasado de ser un nido donde se cobijaba a los hijos, para convertirse en un espacio en el cual se les dé la oportunidad a sus miembros de desarrollarse de manera adecuada. Los que integran la familia sin importar la edad o las creencias de estos, deben de admitir que como dice Salvador Minuchin: “la familia debe adaptarse a las circunstancias cambiantes manteniendo la continuidad y fomentando el desarrollo psicosocial de sus miembros, ya que ésta debe ir transformándose, en la medida que sus miembros así lo hagan, adaptándose a los intereses y motivaciones de los que la conforman, no transigir en sus valores y tradiciones, pues dejaría de ser una familia para convertirse en una pieza de vestir que se acomoda a quien la lleva puesta, adaptarse es motivar entre sus miembros la necesidad de capacitarse y fomentar el respeto por las decisiones de unos y otros haciendo que los lazos se fortalezcan”.

Las necesidades económicas, sociales y profesionales de hoy día, hacen que sea imposible que los padres pasen mucho tiempo con sus hijos. Estas mismas exigencias hacen que muchos consideren, que no encuentran oportunidades en el país y tomen la decisión de emigrar, una realidad a la que ciertamente nos hemos habituado. Estos que se van, dejan a sus hijos con la idea de buscarlos mejores condiciones de vida. Sería interesante reflexionar si realmente valdrá la pena desintegrar a toda una familia, dejar a los hijos sobre todo en edades vulnerables, con el pretexto de buscar unas mejores condiciones de vida, que a veces en remuneración económica es mucho, pero en resultados familiares no lo es. Hoy día, además de los adultos, niños y adolescentes, en algunos hogares está presente la figura del envejeciente, que cuando ya no puede vivir solo va a habitar a la casa de uno de sus hijos, lo que hace que la familia tenga que adecuarse y realizar algunos cambios, pues en algunas ocasiones los adultos mayores por el mismo hecho de haberse desarrollado en otra época, tienen posiciones encontradas en relación al comportamiento de algunos de los miembros del hogar en especial con el de los más jóvenes. Muy a menudo escuchamos decir que las familias de hoy no son sanas, debido a los diferentes estímulos negativos que le ofrece la sociedad, la popularización de la Internet, los medios de comunicación que cada vez son más agresivos e invasivos y promueven todo tipo de cosas. Los modismos en conversación, vestimenta, tatuajes, piercing, son un gran reto para la familia de hoy.

Fomentar entre los que integran esta familia de la postmodernidad, el respeto, la solidaridad y la tolerancia es uno de los grandes desafíos de este tiempo, pues estos valores garantizarán que entre sus miembros se dé una sólida unión fraternal. Una familia que promueve entre sus miembros los valores humanos como estandarte, es una familia sana. La familia como forjadora de los ciudadanos que harán vida en la sociedad debe evitar convertirse en hotel o pensión donde cada quien entra o sale a la hora que le place, sin importar el tiempo que se disponga para compartir. Se debe hacer un espacio de calidad, donde de manera natural sus miembros se reúnan, planeen y organicen actividades en conjunto, estableciendo reglas, y sanciones para quienes sobrepasen los límites fijados. Es propio establecer metas en común para que todos se sientan identificados y comprometidos con los objetivos planteados. La comunicación efectiva es la base para que en el hogar se forjen mujeres y hombres visionarios, respetuosos y libres, que al salir a la sociedad posean los aprestos necesarios para enfrentar todo tipo de situaciones que ésta les presente. En el hogar se les deben dar las primeras informaciones en cuanto a sexualidad, drogas, y riesgos psicosociales, esto con la finalidad de edificarlos mejor (12). La realidad que nos ofrecen este tipo de artículos son una radiografía de la situación de la familia en el contexto del mundo moderno, pareciera que los valores se han consumido y su explicita perdida es palpable, pero como en todo siempre surge la posibilidad de trasformar el entorno y núcleo de la familia como célula de la sociedad y fundamento eclesial, del corazón de la Trinidad revelada surge para nosotros un modelo de praxis a nivel de la vida de la familia, este modelo se concretiza en las acciones redimidas de sus integrantes bautizados y en comunión con la vivencia y actualización de su Fe. La Trinidad procede Ad-Extra en su relación con lo creado, la familia lo hace partiendo de la misma esencia de su relación y vínculo familiar. Las relaciones iluminadas por la Gracia en sus operaciones afines son un bello símbolo práctico de la Trinidad Inmanente, eso sí, guardando su natural proporción, que tipo de operaciones de los padres están en sus hijos, aquí no hablamos de esencia la cual no es la misma en la manifestación de su carácter, temperamento y por ende personalidad, los padres no pueden inferir en sus hijos patrones de conducta igualitarios pero si educar bajo la guía de un modelo plausible, pues este modelo se inserta en la sociedad constituyendo el fundamento del orden socio-cultural… (13).

En la familia de nuestro presente el rol de la mujer se ha venido emancipando en el concierto laboral y académico, es decir, la mujer ya no solo es madre también es trabajadora que ha superado su desempeño en lo domestico para salir a la calle a lo público y producir bajo las condiciones del medio. Es una relación que busca por su novedad la inclusión en categorías de absoluta igualdad en términos de oportunidades, reconocimiento y salarios.


La unidad familiar es también imagen del Dios comunidad que se mantiene unido en el vínculo del amor, no queremos automatizar las relaciones Trinitarias por tal razón hacemos del amor su nexo vital, el mismo que se manifiesta en sus operaciones (Intra / Ad-Extra). La relación que se produce al operar bajo el amor es clara no son movimientos, son relaciones manifestadas en escenarios distintos. De esta forma el amor cuando es vivido intensamente nos une al misterio trinitario, recordemos la expresión Joanica Dios es amor o Deus est caritas, un canto expresa nuestro sentir:

Donde hay Caridad y Amor.

Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Congregavit nos in unum Christi amor
Exultemus, et in ipso iucundemur
Timeamus, et amemus Deum vivum
Et ex corde diligamus nos sincero
Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Simul ergo cum in unum congregamur
Ne nos mente dividamur, caveamus
Cessent iurgia maligna, cessent lites
Et in medio nostri sit Christus Deus
Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Simul quoque cum beatis videamus
Glorianter vultum tuum, Christe Deus
Gaudium quod est immensum, atque probum
Saecula per infinita saeculorum
Amen

Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Hemos reunido el amor de Cristo
Tomemos deleite en Él
Temamos y amemos a Dios vivo,
Desde nuestros corazones con amor
Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Al mismo tiempo, por lo tanto, cuando se reunieron en una sola
No nos dividimos en cuenta
Dejar que cese el mal
Cristo está en medio de nosotros
Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Al mismo tiempo que con los santos, vamos a ver, también,
Cara en la gloria, oh Cristo, la alegría que es inmenso y bueno saldrán para las edades infinitas. Amén. (14).
El amor es el regulador de las relaciones de la familia, ella de esta manera se constituye en figura vital de la Trinidad de Dios en la creación como obra de Dios que brota si nos permitimos emplear el término del Amor/Voluntad de Dios. La obra nos habla de su Creador y mientras más perfecta más fuerte nos habla de su Señor, al mostrar sus atributos y cualidades pensados por Dios para la familia humana (15).

CONSIDERACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL MISTERIO Y EL DOGMA TRINITARIO.
REFLEXIÓN.

El conocimiento es una realidad constatable pero cuando se trata de la compleja dinámica del dogma en términos generales se torna difícil de asimilar por el necesario ejercicio de la razón y el corazón (epistemología Agustiniana). El dogma se hace en si mismo universal porque su sola exposición toca las fibras de la realidad humana en su condición tanto antropológica como sociológica como quiera que el dogma reúne en sí y por sí los conceptos, anhelos y sueños de la humanidad y su deseo contundente de la realidad plena de su existencia (16). El dogma visto así es una nueva realidad de vida que supera las limitaciones de la existencia material de la especie humana, de allí se puede desprender la dificultad de asimilación bajo los modelos del presente, el postmodernismo confunde gravemente el valor intrínseco de la enseñanza dogmática y la traslada intelectivamente a la refutabilidad para ellos del discurso influido por una realidad supra metafísica.  Ver en el dogma Trinitario una connotación metafísica es en cierta medida necesario si planteamos su realidad por sobre el quehacer de nuestra limitada materialidad (17). Por otro lado, no es posible asumir una connotación ontológica de quien esta por sobre la realidad de toda criatura creada por su amor y Voluntad salvífica, aquí la salvación no es solo ver la creación libre de pecado sino encontrar su cauce y razón de ser, la causalidad del amor de Dios es la plenitud de su obra.

Es y será un misterio solo iluminado por la praxis del amor-creyente (18). Una praxis que se convierte en una razón y forma de vida para afrontar la Fe y su contenido sobrenatural.  Las relaciones de los creyentes o bautizados con el entorno que asumen en posibilidad de plenitud nos dice abiertamente que el trasegar de la comprensión del dogma camina seguramente por los linderos de la razón y el amor. Una vez más encontramos que la realidad vista apreciativamente nos indaga en el corazón sobre el fundamento de lo que creemos y lo más importante el como lo creemos siendo esto ultimo la concreción intelectiva y emocional de nuestra Fe (19). Conocer es una razón innata en el ser humano y amar es plenamente relacionarse con la trascendencia de donde brota el amor y su condición amable (antropología trascendente en Agustín de Hipona). El dogma se explicita de manera “transeúnte” (20) en la creación, pero de forma permanente en nosotros como expresión del Imago Dei o imagen del Dios viviente (21). La proximidad con tal afirmación nos obliga perentoriamente a sumir formas más comprometidas de vivencia de nuestra Fe y realidad personal abierta al dialogo permanente con la vida y su Creador.  La naturaleza misma de nuestra redención asegura tal proximidad del Dios amoroso y lleno de misericordia. El dogma es universal en la comprensión de su misterio y como el vinculo esencial de Dios con nosotros, su obra, es por medio de las potencias del alma que nos muestran el modelo revelado de Dios en la conjugación de su Voluntad, para crearnos y en su mente santísima para manifestar su acción volitiva, en su conocimiento pleno de todo e incluso antes de su creación. Solo mediante el amor Dios abaja su Gracia para que nosotros trascendamos a la realidad misma que palpa su amor eterno (22). La manifestación de tal verdad llega a nosotros como premisa de la obra redentora ya que la misión del Verbo o Logos, desde antes de la creación es la respuesta al pecado introducido en la creación por parte de la humanidad, es una respuesta que prevé la debilidad esencial de quienes perdimos la libertad autentica por vivir los postulados de nuestra limitada libertad. Una limitación que es inmanente a la naturaleza humana. No se trata de un actuar sino de la necesidad de las acciones en la mente y voluntad de cada persona humana. Según este principio sin voluntad de asumir nuestra propia salvación Dios no actúa en nosotros y hacemos de su Gracia una acción transeúnte y no esencialmente intrínseca a nuestra condición (23).

Dios no salva a quien tácitamente no desea ser salvado, aquí la negación de la salvación es un artículo exclusivo demuestra especie.

La misma naturaleza no rechaza la presencia de la Gracia de Dios y la asume en los principios y fundamentos de su existencia como necesaria, de la misma manera que asume las leyes naturales y el instinto en las especies. Podemos también afirmar que la naturaleza vive plenamente su contingencia y reconoce a su Creador (24).

Palpar el dogma Trinitario es posible si el bautizado configura su vida y modelo de esta a la relación de las Divinas Personas, La Trinidad de Dios en sus relaciones eternas (Inmanente) se manifiesta Ad-Extra en la Trinidad Económica (25) y hace de esta relación la acción de nuestra creación y posterior redención. Dios no deja nunca solos a los seres y criaturas que ha creado existe con nosotros una relación de condición salvífica perenne porque aun en su presencia necesitaremos ser justificados por toda la eternidad porque el “cielo” no se gana. Esta consideración nos instala en la necesidad y contingencia de su Inhabitación en nosotros. La Fruición neoplatónica y Agustiniana es claro indicio de la posesión del sumo bien del amor de Dios en nosotros y como si buscamos ese amor estamos dispuestos a renunciar a otras fuentes inferiores de amor y placer en el mundo sensible. No es una postura platónica sino esencialmente opción fundamental por Cristo, nadie verá Dios en su eternidad sino le ama por sobre todo en su vida, sin importar las implicancias emocionales y morales de esta afirmación (26). La Inhabitación de Dios en nosotros es categóricamente una relación salvífica personal expresada en términos comunitarios de familia, amigos, iglesia y demás realidades del mundo en donde existimos y vivimos el plan salvífico inicialmente. El desprenderse implica una plena y totalizante disposición para la plena y plenitud de la Gracia en nosotros. El modelo humano será trascendido por el modelo de Dios revelado en el Ser amoroso de la SS. Trinidad.


BIBLIOGRAFIA/ CIBERGRAFÍA/ ARTÍCULOS/ INSUMOS.

2- antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1168/ Todos los meta-relatos (sistemas o grandes historias) son sospechosos -sean o no religiosos. No existe ningún fundamento universal para la verdad, la moralidad o la dignidad humana. Nota del autor.
3- Nota del autor.
5- Mark Chapman, "El Anglicanismo y la Teología", él describe el trabajo de una comisión de la Iglesia de Inglaterra en 1931 encargada de clarificar la "Doctrina Anglicana"
6- Nota del autor.
7- Eric Lionel Mascall, P. GEORGE W. RUTLER. https://www.giffordlectures.org/lecturers/eric-lionel-mascall/ Eric Mascall nació el 12 de diciembre de 1905 y murió, a la edad de ochenta y siete años, el 14 de febrero de 1993.
8- Corriente filosófica que busca reivindicar el pensamiento de Tomás de Aquino en el Siglo XIX; tiene como objetivo el resolver problemas contemporáneos. Es una de las corrientes más importantes de la filosofía cristiana actual, con consecuencias políticas y sociales relevantes, en la que se plantea la comprensión de la Filosofía tomista en las circunstancias presentes.
9- Nota del autor/ Modelo de la familia Post-modernista. recursos.catequesisdegalicia.com/mod/resource/view.php?id=1137&redirect=1
10- El escenario familiar varió tanto y de modo tan rotundo, que aún genera sorpresa, desconcierto y precaución. JUAN IGNACIO PEREYRA/DPA. https://www.vanguardia.com.mx/familiasposmodernas-1106748.html
13- Nota del autor/ familias modernas.
14- https://www.letras.com › Música Religiosa › católicas › Ubi Caritas.
15- Nota del autor.
16- Nota del autor.
17- Nota del autor.
18- Nota del autor.
19- Nota del autor.
20- Nota del autor.
21- Nota del autor.
21- Nota del autor.
22- Nota del autor.
23- Nota del autor.
24- Nota del autor.
25- Nota del autor.
26- Nota del autor.

 esenos que hay algo claramente definido en las Escrituras que nosotros no enseñemos y lo enseñaremos. Muéstresenos que en nuestra enseña y práctica hay algo contrario a la Sagrada Escritura y lo abandonaremos”.

La humanidad presente en el siglo XX se estrelló de frente contra los “meta relatos” que reflejaban el avance de doctrinas totalitaristas en su concepción y exposición, muchas de ellas verdaderamente vivían y respiraban su caustico totalitarismo, solo señalaremos los orígenes de la segunda guerra mundial (1) en el discurso ultranacionalista alemán (nacismo) el comunismo en la ex-unión de repúblicas socialistas soviéticas, el régimen cubano, el capitalismo salvaje del neo-liberalismo, las dictaduras auspiciadas por el coloso del norte en Latinoamérica denominadas “Plan cóndor”, el modelo ideológico chino, también el surgimiento de iglesias fundamentalistas que radicalizaron sus ideas y creencias, son solo algunas de las exposiciones de estos “meta-relatos” y que desaparecieron algunos de ellos bajo el símbolo de la caída del muro de Berlín, Mijaíl Gorbachov, en la Unión Soviética, (Perestroika y Glasnost) que sin duda cuestionaron las bases del pensamiento global, la realidad abordada de forma particular buscó insertarse en la conciencia colectiva, la clave de supervivencia hoy se transformó en la interpretación personal e individualista del pensamiento y su connotación universal. Empleamos frases que lo dicen todo, como ejemplo: “Lo que a ti te dice una cosa, al otro no, cada cual es libre de pensar y asumir según crea es su propia realidad”, (2) estas concepciones de la dialéctica postmodernista encuentran eco en la verdad de cada cual y en el momento que cada uno disponga para su interpretación, tales posturas también han afectado ostensiblemente la concreción del Dogma de la SS. Trinidad, que en muchos casos no encuentra asidero con la realidad intelectiva del creyente y se convierte en una fórmula abierta a la comprensión libre y arbitraria del misterio aquí señalado, no es posible sacarlo de la historia de la revelación y convertirlo en un esquema de pensamiento relativo según el cambio de los conceptos y categorías del pensamiento actual.

El presente no acepta, y mucho menos tolera el absolutismo no por principio filosófico alguno sino por la necesidad existencial de afirmar la propia e individual soberanía de la condición humana. Las relaciones se convirtieron en tangibles particularmente las nociones de bienestar y espiritualidad (3) la revelación como parte de un meta-relato (vista así) debe sortear obstáculos diversos a la hora de exponer sus contenidos y plasmar la opción de la vivencia sobrenatural en un medio definido por el pragmatismo y las tesis inmediatas como la configuración política y social de los distintos sistemas de pensamiento. Las Personas Divinas de la Trinidad no son comprendidas desde sus relaciones sino desde la noción de individualidad del mundo, donde lo singular y particular chocan de frente con lo que tenga olor a identidad y unidad. La teología Trinitaria trata no solo del “cómo” y el “por qué” de las doctrinas y las prácticas, sino lo que es más importante, empieza con el “quién”. Se pregunta: “¿Quién es el Dios dado a conocer en Jesucristo, y quiénes somos nosotros en relación con él?”. La discusión ahora versa sobre la identidad de las Personas Divinas y su capacidad para actuar una unida a las otras reconociendo en su esencia tanto la igualdad como la identidad y por qué no, diversidad en el accionar salvífico pero encausado por analogía. La “teología Trinitaria” (4) por lo tanto, no se refiere simplemente a una creencia en la doctrina de la Trinidad, se refiere a creer en este Dios Unitrino y a reconocer que esta doctrina, que señala quien es en realidad el Dios de la Biblia, está en el corazón de todas las demás doctrinas y conforma la base sobre como entendemos todo lo que leemos en las Escrituras. No perder de vista que la Trinidad como exposición doctrinal y fenomenológica de la revelación es también obra de la Cristología y de hecho está centrada en la Cristología. Buscamos articular un discurso cuya sindéresis aterrice en la necesidad y comprensión de nuestro presente. La tradición anglicana es igualmente rica en expresiones teológicas y su cosmovisión enriquece todo presupuesto especulativo. Nuestro propósito no es una teología sistemática anglicana, la mayoría de nosotros no queremos una teología distintivamente anglicana.” La razón por la cual una teología anglicana no es deseable es porque somos herederos de una variedad de teologías católicas y reformadas y debemos mantener ambas doctrinas en su variedad rica y sabia. Únicamente cuando aceptamos ambas tradiciones tendremos una teología distintivamente cristiana e “influenciada por la tradición de una cultura libre y liberal la cual es una herencia histórica del espíritu griego, recuperada por la Iglesia occidental en Europa en la época del Renacimiento (5). Un canon reducido a la Escritura por Dios mismo, dos testamentos, tres credos, cuatro concilios generales, cinco siglos y la serie de los Padres en ese período - es decir, los tres siglos antes de Constantino, y dos después, determinan el límite de nuestra Fe (Obispo Lancelot Andrewes). La doctrina se contiene explícitamente en las enseñanzas de la Iglesia y su perennidad (1555 –1626) teólogo de la Iglesia de Inglaterra (anglicana).

POST-MODERNIDAD TEOLÓGICA.

El título en el enclave reflexivo supone de entrada la necesidad de clarificar al respecto de la conciencia de Fe del bautizado que no experimenta simplemente una pérdida de Fe formalmente hablando sino la perdida de escenarios que antes eran habituales para la vivencia de su Fe y el compartir fraterno de tales eventos, el mundo moderno se edifica hacia fuera de los individuos, es decir, la noción de interioridad está siendo bombardeada por otra muy distinta, la de actuar en relación con el medio y el bienestar que este nos brinda. La Post-modernidad teológica ofrece una visión cambiante de Dios, el ser humano y la connotación antropológica (6).  El Dogma por excelencia de la vida y la naturaleza se enfrenta a la realidad conflictiva y en muchas situaciones apreciativa de su valor o dis-valor, la Trinidad como revelación en su parangón comunitario donde la igualdad y la misma naturaleza en su unicidad es la clave dialéctica se enfrenta en el plano humano con la disparidad del discurso y las condiciones de vida básicas afectadas por la pobreza y la ignorancia, el interrogante se trasforma en fenómeno cuando pasa a dar explicación de la conducta y su intríngulis social. Un Dios liberador así revelado no es objeto de cuestionamiento sino de revelación y comprensión. Las posibilidades son hiladas en la medida de su reconocimiento tácito, citamos a Eric Mascall: “La Fe que la Iglesia ha proclamado a lo largo de los siglos abarca y coordina una gama más amplia de experiencias humanas, abre más posibilidades de vida humana y ofrece al final un éxtasis de plenitud más profundo y rico que cualquier forma alternativa de vida y pensamiento” (7). La visión teísta de Mascall lo acercó al Tomismo (escolástica) la idea central de la existencia del Dios Creador absoluto asistió su obra y concepción Trinitaria, la revelación era pues bajo la guía de la misma Voluntad de Dios como Señor y Creador Soberano, su concepción dogmática es la identidad misma de la tradición y el magisterio eclesial. El neotomismo parece también haber influido profundamente en su pensamiento del que rescatamos la necesidad de emplear términos lógicos y estéticamente dicientes de la verdad revelada, no dejar pie a duda alguna parece ser su consigna. La realidad abordada desde la perspectiva racional parece el camino para despejar los planteamientos del dogma, el mismo que llega bajo la fórmula de la disciplina eclesial (8) La realidad vista por los neotomistas o neoescolasticos, no dista de la concepción del presente, más bien nos permite centrarnos en la radicalidad absoluta del mensaje totalizante del Evangelio y como este puede llegar a nosotros bajo sus primicias reveladas. Comprender al Dios Trinidad desde la óptica de su revelación aterrizada en el orden natural de la familia y su modelo y también si se ve desde otra perspectiva la ausencia de modelos plausibles de la familia post-modernista nos deja sin un contenido para señalar a Dios en el medio natural y la analogía de nuestra propia familia (9).

Buenos Aires, Argentina. - Padres del mismo sexo, parejas que no pasan por el registro civil, hijos de madres solteras que cuentan con modernas técnicas de fertilización, familias ensambladas y una amplia gama de variantes confluyen en la nueva configuración familiar, que durante la última década modificó su estructura. La constitución de la familia burguesa -matrimonio, padre, madre, hijos- sigue existiendo. Pero aparecieron otras. "Si tomamos la historia de la institución familiar, nos encontramos con una familia más ampliada en la Edad Media. Después, con el nacimiento de la burguesía, surge una familia constituida más nuclearmente: la familia burguesa". En julio de 2010 el Parlamento argentino fue el primero de Latinoamérica que otorgó iguales derechos a gays que a heterosexuales para casarse. "Hay un cambio, pero sigue primando la familia con matrimonio heterosexual. Los homosexuales que arman familias aún no son un grupo tan importante, más si lo comparamos con países como Estados Unidos, sobre todo en la costa californiana " (10) Solo tomaremos el trozo indicado de este artículo publicado el año 2011 en Argentina sobre el “nuevo modelo familiar”. La familia como referente del dogma Trinitario es en el hoy de nuestra historia la familia post-modernista cuyas implicaciones de comunidad y sociedad domestica no puede ignorarse, la verdad sobre el quehacer de los individuos en la familia descansa sobre la naturaleza de esta y su accionar en el medio social y cultural donde explicita su vida y cotidianidad (11).

En una sociedad cada vez más exigente, la familia ha pasado de ser un nido donde se cobijaba a los hijos, para convertirse en un espacio en el cual se les dé la oportunidad a sus miembros de desarrollarse de manera adecuada. Los que integran la familia sin importar la edad o las creencias de estos, deben de admitir que como dice Salvador Minuchin: “la familia debe adaptarse a las circunstancias cambiantes manteniendo la continuidad y fomentando el desarrollo psicosocial de sus miembros, ya que ésta debe ir transformándose, en la medida que sus miembros así lo hagan, adaptándose a los intereses y motivaciones de los que la conforman, no transigir en sus valores y tradiciones, pues dejaría de ser una familia para convertirse en una pieza de vestir que se acomoda a quien la lleva puesta, adaptarse es motivar entre sus miembros la necesidad de capacitarse y fomentar el respeto por las decisiones de unos y otros haciendo que los lazos se fortalezcan”.

Las necesidades económicas, sociales y profesionales de hoy día, hacen que sea imposible que los padres pasen mucho tiempo con sus hijos. Estas mismas exigencias hacen que muchos consideren, que no encuentran oportunidades en el país y tomen la decisión de emigrar, una realidad a la que ciertamente nos hemos habituado. Estos que se van, dejan a sus hijos con la idea de buscarlos mejores condiciones de vida. Sería interesante reflexionar si realmente valdrá la pena desintegrar a toda una familia, dejar a los hijos sobre todo en edades vulnerables, con el pretexto de buscar unas mejores condiciones de vida, que a veces en remuneración económica es mucho, pero en resultados familiares no lo es. Hoy día, además de los adultos, niños y adolescentes, en algunos hogares está presente la figura del envejeciente, que cuando ya no puede vivir solo va a habitar a la casa de uno de sus hijos, lo que hace que la familia tenga que adecuarse y realizar algunos cambios, pues en algunas ocasiones los adultos mayores por el mismo hecho de haberse desarrollado en otra época, tienen posiciones encontradas en relación al comportamiento de algunos de los miembros del hogar en especial con el de los más jóvenes. Muy a menudo escuchamos decir que las familias de hoy no son sanas, debido a los diferentes estímulos negativos que le ofrece la sociedad, la popularización de la Internet, los medios de comunicación que cada vez son más agresivos e invasivos y promueven todo tipo de cosas. Los modismos en conversación, vestimenta, tatuajes, piercing, son un gran reto para la familia de hoy.

Fomentar entre los que integran esta familia de la postmodernidad, el respeto, la solidaridad y la tolerancia es uno de los grandes desafíos de este tiempo, pues estos valores garantizarán que entre sus miembros se dé una sólida unión fraternal. Una familia que promueve entre sus miembros los valores humanos como estandarte, es una familia sana. La familia como forjadora de los ciudadanos que harán vida en la sociedad debe evitar convertirse en hotel o pensión donde cada quien entra o sale a la hora que le place, sin importar el tiempo que se disponga para compartir. Se debe hacer un espacio de calidad, donde de manera natural sus miembros se reúnan, planeen y organicen actividades en conjunto, estableciendo reglas, y sanciones para quienes sobrepasen los límites fijados. Es propio establecer metas en común para que todos se sientan identificados y comprometidos con los objetivos planteados. La comunicación efectiva es la base para que en el hogar se forjen mujeres y hombres visionarios, respetuosos y libres, que al salir a la sociedad posean los aprestos necesarios para enfrentar todo tipo de situaciones que ésta les presente. En el hogar se les deben dar las primeras informaciones en cuanto a sexualidad, drogas, y riesgos psicosociales, esto con la finalidad de edificarlos mejor (12). La realidad que nos ofrecen este tipo de artículos son una radiografía de la situación de la familia en el contexto del mundo moderno, pareciera que los valores se han consumido y su explicita perdida es palpable, pero como en todo siempre surge la posibilidad de trasformar el entorno y núcleo de la familia como célula de la sociedad y fundamento eclesial, del corazón de la Trinidad revelada surge para nosotros un modelo de praxis a nivel de la vida de la familia, este modelo se concretiza en las acciones redimidas de sus integrantes bautizados y en comunión con la vivencia y actualización de su Fe. La Trinidad procede Ad-Extra en su relación con lo creado, la familia lo hace partiendo de la misma esencia de su relación y vínculo familiar. Las relaciones iluminadas por la Gracia en sus operaciones afines son un bello símbolo práctico de la Trinidad Inmanente, eso sí, guardando su natural proporción, que tipo de operaciones de los padres están en sus hijos, aquí no hablamos de esencia la cual no es la misma en la manifestación de su carácter, temperamento y por ende personalidad, los padres no pueden inferir en sus hijos patrones de conducta igualitarios pero si educar bajo la guía de un modelo plausible, pues este modelo se inserta en la sociedad constituyendo el fundamento del orden socio-cultural… (13).

En la familia de nuestro presente el rol de la mujer se ha venido emancipando en el concierto laboral y académico, es decir, la mujer ya no solo es madre también es trabajadora que ha superado su desempeño en lo domestico para salir a la calle a lo público y producir bajo las condiciones del medio. Es una relación que busca por su novedad la inclusión en categorías de absoluta igualdad en términos de oportunidades, reconocimiento y salarios.


La unidad familiar es también imagen del Dios comunidad que se mantiene unido en el vínculo del amor, no queremos automatizar las relaciones Trinitarias por tal razón hacemos del amor su nexo vital, el mismo que se manifiesta en sus operaciones (Intra / Ad-Extra). La relación que se produce al operar bajo el amor es clara no son movimientos, son relaciones manifestadas en escenarios distintos. De esta forma el amor cuando es vivido intensamente nos une al misterio trinitario, recordemos la expresión Joanica Dios es amor o Deus est caritas, un canto expresa nuestro sentir:

Donde hay Caridad y Amor.

Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Congregavit nos in unum Christi amor
Exultemus, et in ipso iucundemur
Timeamus, et amemus Deum vivum
Et ex corde diligamus nos sincero
Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Simul ergo cum in unum congregamur
Ne nos mente dividamur, caveamus
Cessent iurgia maligna, cessent lites
Et in medio nostri sit Christus Deus
Ubi caritas et amor, Deus ibi est
Simul quoque cum beatis videamus
Glorianter vultum tuum, Christe Deus
Gaudium quod est immensum, atque probum
Saecula per infinita saeculorum
Amen

Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Hemos reunido el amor de Cristo
Tomemos deleite en Él
Temamos y amemos a Dios vivo,
Desde nuestros corazones con amor
Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Al mismo tiempo, por lo tanto, cuando se reunieron en una sola
No nos dividimos en cuenta
Dejar que cese el mal
Cristo está en medio de nosotros
Donde hay caridad y amor, allí está Dios
Al mismo tiempo que con los santos, vamos a ver, también,
Cara en la gloria, oh Cristo, la alegría que es inmenso y bueno saldrán para las edades infinitas. Amén. (14).

El amor es el regulador de las relaciones de la familia, ella de esta manera se constituye en figura vital de la Trinidad de Dios en la creación como obra de Dios que brota si nos permitimos emplear el término del Amor/Voluntad de Dios. La obra nos habla de su Creador y mientras más perfecta más fuerte nos habla de su Señor, al mostrar sus atributos y cualidades pensados por Dios para la familia humana (15).

CONSIDERACIÓN EPISTEMOLÓGICA DEL MISTERIO Y EL DOGMA TRINITARIO.
REFLEXIÓN.

El conocimiento es una realidad constatable pero cuando se trata de la compleja dinámica del dogma en términos generales se torna difícil de asimilar por el necesario ejercicio de la razón y el corazón (epistemología Agustiniana). El dogma se hace en si mismo universal porque su sola exposición toca las fibras de la realidad humana en su condición tanto antropológica como sociológica como quiera que el dogma reúne en sí y por sí los conceptos, anhelos y sueños de la humanidad y su deseo contundente de la realidad plena de su existencia (16). El dogma visto así es una nueva realidad de vida que supera las limitaciones de la existencia material de la especie humana, de allí se puede desprender la dificultad de asimilación bajo los modelos del presente, el postmodernismo confunde gravemente el valor intrínseco de la enseñanza dogmática y la traslada intelectivamente a la refutabilidad para ellos del discurso influido por una realidad supra metafísica.  Ver en el dogma Trinitario una connotación metafísica es en cierta medida necesario si planteamos su realidad por sobre el quehacer de nuestra limitada materialidad (17). Por otro lado, no es posible asumir una connotación ontológica de quien esta por sobre la realidad de toda criatura creada por su amor y Voluntad salvífica, aquí la salvación no es solo ver la creación libre de pecado sino encontrar su cauce y razón de ser, la causalidad del amor de Dios es la plenitud de su obra.

Es y será un misterio solo iluminado por la praxis del amor-creyente (18). Una praxis que se convierte en una razón y forma de vida para afrontar la Fe y su contenido sobrenatural.  Las relaciones de los creyentes o bautizados con el entorno que asumen en posibilidad de plenitud nos dice abiertamente que el trasegar de la comprensión del dogma camina seguramente por los linderos de la razón y el amor. Una vez más encontramos que la realidad vista apreciativamente nos indaga en el corazón sobre el fundamento de lo que creemos y lo más importante el como lo creemos siendo esto ultimo la concreción intelectiva y emocional de nuestra Fe (19). Conocer es una razón innata en el ser humano y amar es plenamente relacionarse con la trascendencia de donde brota el amor y su condición amable (antropología trascendente en Agustín de Hipona). El dogma se explicita de manera “transeúnte” (20) en la creación, pero de forma permanente en nosotros como expresión del Imago Dei o imagen del Dios viviente (21). La proximidad con tal afirmación nos obliga perentoriamente a sumir formas más comprometidas de vivencia de nuestra Fe y realidad personal abierta al dialogo permanente con la vida y su Creador.  La naturaleza misma de nuestra redención asegura tal proximidad del Dios amoroso y lleno de misericordia. El dogma es universal en la comprensión de su misterio y como el vinculo esencial de Dios con nosotros, su obra, es por medio de las potencias del alma que nos muestran el modelo revelado de Dios en la conjugación de su Voluntad, para crearnos y en su mente santísima para manifestar su acción volitiva, en su conocimiento pleno de todo e incluso antes de su creación. Solo mediante el amor Dios abaja su Gracia para que nosotros trascendamos a la realidad misma que palpa su amor eterno (22). La manifestación de tal verdad llega a nosotros como premisa de la obra redentora ya que la misión del Verbo o Logos, desde antes de la creación es la respuesta al pecado introducido en la creación por parte de la humanidad, es una respuesta que prevé la debilidad esencial de quienes perdimos la libertad autentica por vivir los postulados de nuestra limitada libertad. Una limitación que es inmanente a la naturaleza humana. No se trata de un actuar sino de la necesidad de las acciones en la mente y voluntad de cada persona humana. Según este principio sin voluntad de asumir nuestra propia salvación Dios no actúa en nosotros y hacemos de su Gracia una acción transeúnte y no esencialmente intrínseca a nuestra condición (23).

Dios no salva a quien tácitamente no desea ser salvado, aquí la negación de la salvación es un artículo exclusivo demuestra especie.

La misma naturaleza no rechaza la presencia de la Gracia de Dios y la asume en los principios y fundamentos de su existencia como necesaria, de la misma manera que asume las leyes naturales y el instinto en las especies. Podemos también afirmar que la naturaleza vive plenamente su contingencia y reconoce a su Creador (24).

Palpar el dogma Trinitario es posible si el bautizado configura su vida y modelo de esta a la relación de las Divinas Personas, La Trinidad de Dios en sus relaciones eternas (Inmanente) se manifiesta Ad-Extra en la Trinidad Económica (25) y hace de esta relación la acción de nuestra creación y posterior redención. Dios no deja nunca solos a los seres y criaturas que ha creado existe con nosotros una relación de condición salvífica perenne porque aun en su presencia necesitaremos ser justificados por toda la eternidad porque el “cielo” no se gana. Esta consideración nos instala en la necesidad y contingencia de su Inhabitación en nosotros. La Fruición neoplatónica y Agustiniana es claro indicio de la posesión del sumo bien del amor de Dios en nosotros y como si buscamos ese amor estamos dispuestos a renunciar a otras fuentes inferiores de amor y placer en el mundo sensible. No es una postura platónica sino esencialmente opción fundamental por Cristo, nadie verá Dios en su eternidad sino le ama por sobre todo en su vida, sin importar las implicancias emocionales y morales de esta afirmación (26). La Inhabitación de Dios en nosotros es categóricamente una relación salvífica personal expresada en términos comunitarios de familia, amigos, iglesia y demás realidades del mundo en donde existimos y vivimos el plan salvífico inicialmente. El desprenderse implica una plena y totalizante disposición para la plena y plenitud de la Gracia en nosotros. El modelo humano será trascendido por el modelo de Dios revelado en el Ser amoroso de la SS. Trinidad.


BIBLIOGRAFIA/ CIBERGRAFÍA/ ARTÍCULOS/ INSUMOS.

2- antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1168/ Todos los meta-relatos (sistemas o grandes historias) son sospechosos -sean o no religiosos. No existe ningún fundamento universal para la verdad, la moralidad o la dignidad humana. Nota del autor.
3- Nota del autor.
5- Mark Chapman, "El Anglicanismo y la Teología", él describe el trabajo de una comisión de la Iglesia de Inglaterra en 1931 encargada de clarificar la "Doctrina Anglicana"
6- Nota del autor.
7- Eric Lionel Mascall, P. GEORGE W. RUTLER. https://www.giffordlectures.org/lecturers/eric-lionel-mascall/ Eric Mascall nació el 12 de diciembre de 1905 y murió, a la edad de ochenta y siete años, el 14 de febrero de 1993.
8- Corriente filosófica que busca reivindicar el pensamiento de Tomás de Aquino en el Siglo XIX; tiene como objetivo el resolver problemas contemporáneos. Es una de las corrientes más importantes de la filosofía cristiana actual, con consecuencias políticas y sociales relevantes, en la que se plantea la comprensión de la Filosofía tomista en las circunstancias presentes.
9- Nota del autor/ Modelo de la familia Post-modernista. recursos.catequesisdegalicia.com/mod/resource/view.php?id=1137&redirect=1
10- El escenario familiar varió tanto y de modo tan rotundo, que aún genera sorpresa, desconcierto y precaución. JUAN IGNACIO PEREYRA/DPA. https://www.vanguardia.com.mx/familiasposmodernas-1106748.html
13- Nota del autor/ familias modernas.
14- https://www.letras.com › Música Religiosa › católicas › Ubi Caritas.
15- Nota del autor.
16- Nota del autor.
17- Nota del autor.
18- Nota del autor.
19- Nota del autor.
20- Nota del autor.
21- Nota del autor.
21- Nota del autor.
22- Nota del autor.
23- Nota del autor.
24- Nota del autor.
25- Nota del autor.
26- Nota del autor.


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